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El documento describe una reunión clave entre el presidente electo peruano Alberto Fujimori y representantes del FMI, el Banco Mundial y el BID en Nueva York en 1990. Fujimori presentó dos planes económicos: el primero de tendencia socialista no despertó comentarios, mientras que el segundo plan de Carlos Rodríguez Pastor fue elogiado por el director del FMI como "música celestial para mis oídos", lo que llevó a Fujimori a lograr un acuerdo con el FMI y marcó un punto de inflex
El documento describe una reunión clave entre el presidente electo peruano Alberto Fujimori y representantes del FMI, el Banco Mundial y el BID en Nueva York en 1990. Fujimori presentó dos planes económicos: el primero de tendencia socialista no despertó comentarios, mientras que el segundo plan de Carlos Rodríguez Pastor fue elogiado por el director del FMI como "música celestial para mis oídos", lo que llevó a Fujimori a lograr un acuerdo con el FMI y marcó un punto de inflex
El documento describe una reunión clave entre el presidente electo peruano Alberto Fujimori y representantes del FMI, el Banco Mundial y el BID en Nueva York en 1990. Fujimori presentó dos planes económicos: el primero de tendencia socialista no despertó comentarios, mientras que el segundo plan de Carlos Rodríguez Pastor fue elogiado por el director del FMI como "música celestial para mis oídos", lo que llevó a Fujimori a lograr un acuerdo con el FMI y marcó un punto de inflex
“Yo no quiero shock, no quiero afectar los bolsillos de la gente”, dijo el presidente electo Alberto Fujimori Fujimori a inicios de junio de 1990, antes de asumir funciones. Entonces Hernando De Soto, presidente del Instituto Libertad y Democracia, muy influyente en el final del gobierno de García con su teoría de la titulación de predios para que los más pobres pudieran acceder al capital, le pidió al representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le hablara al presidente con la pura verdad. “No hay otra forma que el shock, hay que hacer las cosas rápido. Eso han hecho todos los países que han tenido éxito bajando la inflación”, le repitieron. Como Fujimori no estaba convencido, De Soto le ofreció hacer una cita simultánea con el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Nueva York. Esa reunión sería intermediada por su hermano Álvaro, que en ese entonces era Sub Secretario de la Organización de las Naciones Unidas, liderada por otro peruano, el embajador Javier Pérez de Cuéllar. Este último convocaría finalmente a los representantes de estas entidades financieras. La idea era que emitieran opinión sobre los planes presentados por el equipo económico de campaña, bautizados como los siete samuráis, y el que presentaría De Soto en base a un memorándum de tres páginas elaborado por Carlos Rodríguez Pastor, abogado especialista en temas financieros, que se había desempeñado como gerente general del Banco Central de Reserva en el primer gobierno del arquitecto Fernando Belaunde y como ministro de Economía durante el segundo. El 30 de junio de 1990, convocados por Pérez de Cuéllar, el electo presidente Fujimori se reunió con los representantes de cada institución financiera en Nueva York. El primer plan económico, de tendencia socialista, fue presentado por Adolfo Figueroa. Antes de esa cita, De Soto les había adelantado a algunos de los representantes de los bancos con qué se iban a encontrar en dicha reunión. “En ese momento, el objetivo era romper las dudas de Fujimori, quien tenía idea de la situación del país pero no sabía muy bien lo que ocurría”, afirma el propio De Soto. Entonces, la deuda pública peruana estaba concentrada en estos entes financieros. Solo si el Perú llegaba a un compromiso con los bancos acreedores podría asomar una luz de esperanza dentro de un cuadro económico que hacía rato se anunciaba fúnebre. Fujimori presentó los dos programas. El de los siete samuráis fue primero y no despertó comentarios, más bien fue seguido por un enrarecido silencio. Inmediatamente siguió la presentación de Carlos Rodríguez Pastor y, apenas finalizado, el entonces Director Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, el francés Michel Camdessus, profirió una frase que resonaría por semanas e inclinaría definitivamente la balanza: “Esa es música celestial para mis oídos”. Esa misma noche Fujimori concedió una entrevista al New York Times que tituló en su primera página del 1 de julio de 1990: “Nuevo líder peruano logra un acuerdo con el FMI”. Presos todavía del desconcierto, casi ningún