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ATENCIO

N AL
ENVEJECI
MIENTO
Carmen Esperanza
Báez Dolores

Edith Arizmendi
MAESTRÍA EN PLANEACIÓN
MAESTRA
Y ADMINISTRACIÓN DE
SERVICIOS DE SALUD
PÚBLICA
PROMOCION PARA LA
SALUD
INTRODUCCION

Este ensayo constituye una propuesta científica encaminada a profundizar en la temática del
adulto mayor y su calidad de vida, teniendo en cuenta que en esta etapa del envejecimiento
se evidencia la interacción muy compleja de factores biológicos, psicológicos y sociales, en
la cual no solo se afectan los problemas de salud, sino otro grupo de factores, que se han
denominado de riesgo social en el adulto mayor

Por tal razón, se propone como objetivo establecer una cultura de vida saludable, con
perspectiva de género, en las personas adultas mayores y en aquellas con patologías de
mayor relevancia, que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas a medida que
envejecen, favoreciendo su participación plena en la sociedad.

Hoy se está ante esta problemática social y familiar, en la que muchas veces las familias no
tienen conciencia de su conducta, pues poseen una noción muy estrecha de este fenómeno
en este grupo etario. De igual manera se considera una necesidad de crear y desarrollar
actitudes y prácticas en los profesionales en el tratamiento al adulto mayor para que estos
puedan lograr la satisfacción de las necesidades humanas básicas y espirituales, alcanzar la
plenitud y felicidad en esta etapa de la vida.

El ancestral interés de los humanos por vivir el mayor número de años posible, unido al
creciente desarrollo de la ciencia y la técnica, sustentan la tendencia actual que considera
que si es importante vivir más años, también es esencial que estos transcurran con mejor
estado de salud y bienestar, es decir, con una mejor calidad de vida. El estudio de la
problemática del adulto mayor constituye hoy elemento de primordial importancia y factor
decisivo en las investigaciones médicas y sociales. Es básicamente por esta razón que las
investigaciones centradas en los adultos mayores se dirigen tanto al proceso fisiológico de
envejecer como a las situaciones de riesgo que pueden provocar o agravar las enfermedades
llegando a un deterioro acelerado de la salud que menoscaba la calidad de vida y la
independencia.

Son varias las reuniones internacionales que se han realizado en torno al envejecimiento,
entre éstas, la Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en Viena Austria (1982),
donde se tomó como edad umbral los 60 años; la Declaración de Cartagena de Indias sobre
Políticas Integrales para las Personas Mayores en el Área Iberoamericana (1992), la
Declaración de Montevideo sobre Políticas de Protección Integral para el Envejecimiento y
la Vejez Saludable (1997) y la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento-Madrid
(2002). En estas reuniones los representantes de los gobiernos expresaron su preocupación
por el crecimiento de la población adulta, el incremento de la esperanza de vida de las
personas, la ausencia de políticas de protección a este grupo etario, las estadísticas sobre los
altos índices de violencia, lo que dieron lugar a la adopción de medidas y planes de acción,
que deben cumplir los países para lograr mejor calidad de vida en las personas adultas
mayores.

En la actualidad el problema del envejecimiento es tratado en muchas partes del mundo, en


naciones europeas, como Francia, tardaron unos 400 años en ver cómo su población
envejecía, el envejecimiento poblacional en México en 50 años ha alcanzado un alto
porcentaje de personas envejecidas, se espera que para finales de 2019 existan, según el
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 13
millones 900 mil personas mayores de 60 años.
En el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud 2015 de la OMS (Organización
Mundial de la Salud), se refiere que por primera vez en la historia, la mayoría de las
personas puede aspirar a vivir más allá de los 60 años. De acuerdo con el nivel d ingresos
de los países, se pueden establecer las diferentes causas: en los países de ingresos bajos y
medianos, se debe principalmente a la reducción de la mortalidad en las primeras etapas de
la vida (la infancia y el nacimiento), también a la reducción de la mortalidad por
enfermedades infecciosas. En los países de ingresos altos, se debe al aumento sostenido de
la esperanza de vida, situación que se debe, sobre todo al descenso de la mortalidad entre
las personas mayores (OMS). En 2019, la esperanza de vida al nacer en México era de 75.1
años, siendo mayor entre las mujeres. Para 2050 se espera que sea de 79.6 años(11).
DESARROLLO

La depresión es el trastorno afectivo más frecuente en personas mayores de 60 años y del


sexo femenino, se manifiesta predominantemente como tristeza, llanto fácil, aislamiento,
falta de concentración, trastornos del sueño, labilidad emocional y lo más grave agitación e
ideación suicida.(1)

Actualmente en México se señala que, dentro de los estudios de prevalencia disponibles, el


7.8 % se adjudica a episodios depresivos presentando evidencia indirecta de una
probabilidad de padecer depresión en adultos mayores. (2)

La evaluación de los trastornos depresivos en adultos mayores requiere del uso de


instrumentos rápidos, con aceptables propiedades psicométricas, que permitan una
aproximación diagnóstica efectiva para personal especializado y no especializado de
atención primaria y asistencia integral. (3)

A nivel de la atención primaria existe con frecuencia tanto el su diagnóstico como el retraso
en la identificación de la depresión, lo que conlleva al retraso en el tratamiento, impactando
negativamente en el bienestar de los individuos, en la salud pública y en los costos directos
e indirectos de servicios sanitarios. Frecuentemente el médico familiar considera como
causa de depresión las quejas de la vida rutinaria, la incapacidad para hacer frente al estrés
familiar, el aislamiento social o el cambio de roles y los problemas financieros por lo cual
se considera justificado no prescribir tratamiento alguno, cuando realmente esta
incapacidad puede estar condicionada por la misma depresión(.4)

Es primordial identificar tempranamente, en forma sencilla y práctica, trastornos depresivos


en adultos mayores, debido a que tienen connotaciones negativas en la vida de este grupo
poblacional; por ejemplo, los adultos mayores deprimidos tienen un riesgo aumentado para
enfermedades cardiovasculares y de muerte, el siguiente año, mayor que los no deprimidos .
(6)

La incontinencia urinaria es otra condición que prevalece en la población de adultos


mayores, afectando a ambos sexos. Su patogenia es compleja y multifactorial, por lo que es
fundamental conocer los aspectos fisiopatológicos subyacentes para realizar un adecuado
diagnóstico en base a la historia clínica, examen físico y exámenes complementarios
solicitados de manera racional.
En adultos mayores se describen volúmenes miccionales disminuidos, aumento del residuo
postmiccional, menor capacidad vesical.
El deterioro de la contractilidad determina que la vejiga pierde progresivamente la
eficiencia para vaciarse en adultos mayores sanos, sin existir un factor obstructivo. Como
consecuencia del vaciado vesical incompleto disminuye la capacidad funcional vesical, lo
que se manifiesta clínicamente como frecuencia y nicturia, dos síntomas frecuentes en
adultos mayores (8).

La caída de estrógenos después de la menopausia juega un rol importante en los cambios


vaginales asociados a la edad. Los estrógenos tienen un efecto trófico sobre gran parte del
tracto urinario inferior de la mujer por su origen embriológico común, la uretra femenina
sufre cambios relacionados con el envejecimiento a nivel mucoso y estromal similares a la
vagina. Algunos estudios demuestran que la presión de la uretra prostática aumenta hasta
los 60 años, tras lo cual se observa una diminución y acortamiento de la longitud
esfinteriana uretral.

La hiperplasia prostática benigna histológica está fuertemente asociada al envejecimiento y


puede conducir a crecimiento prostático, el cual puede llegar a obstruir el tracto de salida de
la vejiga. El 80% de los hombres a los 80 años tiene HPB histológica. El volumen
prostático promedio aumenta en forma variable con la edad (8).

Las caídas en los Adultos Mayores es otra condición que se generan a partir de la dificultad
por mantener una posición adecuada estando sentado, acostado o de pie y traen como
consecuencia un derrumbe y golpe en el suelo contra su voluntad(10). 

La caída es un síndrome geriátrico de naturaleza multifactorial y es considerada un


problema de salud pública con consecuencias físicas, sociales y psicológicas. Es definida
como cualquier evento involuntario en el cual hay pérdida del equilibrio, y como
consecuencia el cuerpo cae al suelo o sobre una superficie firme (9)Es la segunda causa de
muerte por lesiones accidentales o no intencionales. A nivel mundial 646,000 personas
mueren por consecuencia de estas y más del 80% ocurren en países en vías de desarrollo.
Cada año ocurren 37.3 millones de caídas en los adultos mayores con consecuencias
graves, esta situación demanda una mayor atención y cuidados de salud (9)

La prevalencia de caídas en este grupo dependerá; del tipo de población, método utilizado
para identificación de estas, y de la región de estudio. Sin embargo, en una revisión
sistemática, los autores verificaron que esta prevalecía de caídas en adultos mayores
asociados con el síndrome de fragilidad se modificó de 11% a 50%(9)

La caída es considerada un evento externo dentro de los códigos W00-W19 de la


Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), e incluye aquellas que ocurren
desde la propia altura, de un nivel a otro y otras no especificadas. También puede ser
clasificada como accidental, de repetición y prolongada, por lo cual es resultado de la
interacción de: causas intrínsecas que están relacionadas con el proceso de envejecimiento,
edad avanzada, sexo femenino, historia anterior de caídas, perdida del equilibrio presencia
de enfermedades agudas y crónicas, polifarmacia, entre otras; y causas extrínsecas que
están relacionadas con el medio ambiente como la presencia de piso resbaladizo, tapetes
sueltos, ausencia de barras de apoyo, muebles altos, piso irregular, animales domésticos,
uso de zapatos inadecuados, entre otras, que suelen ocurrir durante la realización de las
actividades(9)Con el proceso de envejecimiento y los cambios fisiológicos en el organismo,
esta población está más propensa a sufrir estos eventos, los cuales pueden llevarlos a una
pérdida de la funcionalidad, alteraciones psicológicas y familiares. La identificación de
estos factores contribuirá al cuidado del adulto mayor y a la prevención de incidentes en el
domicilio.

Los adultos mayores tienen problemas de agudeza y procesamiento visual, problemas de


sensibilidad a la iluminación con dificultades de visión en lugares poco iluminados,
problemas para distinguir colores (especialmente verdes y azules), problemas para enfocar
diferentes distancias y déficit en la percepción espacial (percepción del movimiento y la
velocidad). Estas dificultades influyen en el tiempo que necesitan para identificar estímulos
visuales, y por lo tanto, aumenta el tiempo requerido para resolver tareas perceptivas en
comparación con los jóvenes.(12)

Se conoce que los problemas de audición son mayores, la pérdida de la agudeza auditiva
comienza a los 30 años y es más frecuente en los hombres. Disminuye la sensibilidad a las
altas frecuencias, lo que dificulta la percepción de las consonantes y/o advertencias. La
diferenciación de los ruidos de fondo y la velocidad de procesamiento se afectan, por lo que
en los ancianos aumenta la inteligibilidad cuando los estímulos son rápidos. También se
pierde la agudeza en gusto y olfato, lo que afecta sus preferencias alimentarias.(12)

Otra condición de prevalencia es el maltrato en personas mayores se inició hace dos


décadas y entre los estudios más importantes realizados se menciona la primera de todas, en
1979 promovida por la Asociación de Gerontología de Manitoba (América del Norte).
Donde Belanger (1981), ya refirió encuestas resaltando casos de abuso físico, y de
violación de los derechos de los ancianos encuestados. En los años sesenta se reconocía el
abandono y el abuso infantil, y en los setenta el fenómeno del maltrato conyugal salió a la
luz pública. De forma más tímida, a lo largo de los últimos veinte años se comenzó a tratar
del tema de los malos tratos y el abandono en los ancianos. Los malos tratos hacia las
personas mayores fue uno de los temas tratados en la II Asamblea Mundial del
Envejecimiento, celebrada en Madrid (2002), reconociéndolos como uno de los problemas
principales en la atención a las personas mayores. Como resultado de esta Asamblea, se
acordó que la respuesta frente a este tipo de situaciones debe centrarse en diferentes
aspectos: la toma de conciencia, sensibilización y educación, legislación y desarrollo de
programas de intervención que ayuden a la prevención y/o eliminación de los malos tratos a
personas mayores.

El informe sobre "Los malos tratos en personas mayores: un reto a superar en el tercer
milenio" realizado por Rubio (2002), Catedrática de Psicogerontología y Muñoz (2002),
Prof. de Psicogerontología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada,
destaca que se reconoce en el contexto científico internacional, a los ancianos como una
población susceptible Salgado León y otros Universidad de Granma, Cuba. De recibir
malos tratos y se considera este fenómeno como un grave problema social. Se evidencia
además que las personas ancianas están sufriendo abandono y/o malos tratos en sus propios
domicilios o en los hogares de familiares cercanos. El Protocolo de actuación contra el
maltrato a las personas mayores define al maltrato como: “cualquier acto u omisión que
produzca daño, intencionado o no, practicado sobre personas de 65 y más años, que ocurra
en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la
integridad física, psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de los derechos
fundamentales del individuo, constatable objetivamente o percibido subjetivamente” (2006,
p. 9). La definición de maltrato en su concepción, solo alude a situaciones de extrema
vulneración de los derechos del individuo, y con frecuencia en términos de agresión física o
sumo abandono, que atenta contra la integridad de una persona mayor totalmente
dependiente, demencia o inmovilizada. El concepto de malos tratos presenta diferentes
terminologías con diferentes matices, significados y connotaciones para referirse al
fenómeno en sí (maltrato, mal trato, malos tratos, trato inadecuado, negligencia, abuso) en
función de la representación mental, experiencias y conocimientos previos. Y por otro la
falta de un término universal y consensuado que dificulta la detección, evaluación e
intervención. (Pérez y Chulián, 2013). En la revisión de la literatura especializada se refleja
que no existe un consenso entre los autores, en cuanto a los aspectos que debe abarcar la
definición de maltrato. Esto influye negativamente en la detección de los casos. Se trata de
un constructo muy complejo, multifactorial, delicado y en muchos casos sutiles, por lo que
se han desarrollado diversas y variadas definiciones con diferentes perspectivas. Para la
Real Academia de la Lengua Española el maltrato es “tratar mal a uno de palabras o de
obra”. Para esta aproximación se han empleado diferentes definiciones de Abuso y
Maltrato, las primeras son más utilizadas en las publicaciones de lengua inglesa, mientras
que las segundas son comunes en los textos de habla hispana. (Lowick, J., [et.a] ,1999). Por
su parte la American Medical Association, (1987), refiere el maltrato a las personas
ancianas como acción u omisión que lleva como resultado un daño o amenaza de daño
contra la salud o el bienestar de la persona anciana, incluyendo los tipos de maltrato físico,
psicológico y económico.

La Organización Mundial de la Salud en la conocida como “Declaración de Toronto” para


la prevención global del maltrato de las personas mayores define el maltrato a personas
mayores Adultas mayores y desarrollo humano. Retos de los profesionales de la educación
y la salud. Universidad de Granma, Cuba. “como la acción única o repetida, o la falta de la
respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de
cualquier relación donde exista una expectativa de confianza” (2002, p.232). En el Reino
Unido (1995), la organización contra el Maltrato de los Ancianos (Cit. por OMS, (señala
que “el maltrato de los ancianos consiste en realizar un acto único o reiterado y dejar de
tomar determinadas medidas necesarias, en el contexto de cualquier relación en la que
existan expectativas de confianza, y que provocan daño o angustia a una persona mayor”
(2002, p. 137).
CONCLUSION

Estudios hechos sobre la imagen social de la vejez, han concluido que la percepción social
sobre las personas mayores es básicamente negativa. En una sociedad como la nuestra que
sustenta valores orientados a la fuerza, a la agilidad para el éxito y la conquista de bienes
materiales, han dejado ver a la vejez como una suerte de desecho.

Debemos prestar atención a los procesos que habitualmente pueden asociarse al fenómeno
del envejecimiento. Por una parte, la incomprensión y la falta de adaptabilidad a situaciones
nuevas que colocan a las personas mayores en una situación de inferioridad para afrontar
determinados acontecimientos; y por la otra, el declive psicofísico que conlleva necesidades
de atención psicosocial, sanitarias y económicas cada vez mayores.

La depresión representa un verdadero problema de salud pública que hoy en día se


manifiesta con mayor prevalencia en el adulto mayor, fundamentalmente en mujeres, si
bien esto se sabe y no se diseñan programas de atención específicos y acorde a las
necesidades de estas personas, los resultados para este grupo de edad continuaran
manifestándose como negativos, el no atender hacia la integración de estas personas
continuara generando resultados definitivamente no positivos

El estímulo de las capacidades cognitivas del adulto mayor sano y del paciente con
deterioro cognitivo, puede redundar en la mejoría de su estado funcional global y de su
salud en general. Nuestros adultos mayores necesitan conocer su importancia y cómo
pueden incluir en el autocuidado de la salud, la preservación y el mejoramiento de sus todas
sus capacidades intelectuales.

Debemos de fomentar proyectos e intervenciones comunitarias que faciliten el tratamiento


a temáticas relacionadas con el envejecimiento, calidad de vida y el reconocimiento por las
familias del maltrato o abuso en el adulto mayor con la participación de los profesionales,
escuelas, familia, médicos y de familia.
1. Avila-Funes. Sintomas depresivos como factor de riesgo en adultos mayores.
(2007).

2. Robledo, LG. Geriatría. México. El Manual Moderno. (2006).

3. Fontecha, B. Valoración geriátrica: visión desde el hospital de día. Revista


Multidisciplinar de Gerontología, (2005).15 (1), 23-25.

4. Meléndez Moral C, T. M. Análisis de las redes sociales en la vejez atravez de la


entrevista. Pub México: Manheim. (2007).

5. Díaz MD, Pascual B, Calvo F. Trastornos afectivos en el anciano. Revista


Multidisciplinar de Gerontología, (2002). 12, 19-25.

6. Thomas CM, Morris S. Cost of depression among adults in England in 2000. British
Journal of Psychiatry, (2003).183, 514-519.

7. Sánchez R, Echeverry J. Validación de escalas de medición en salud. Revista de


Salud Pública, (2004).6, 302-318

8. https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-
incontinencia-urinaria-el-adulto-mayor-S0716864018300324

9. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-
70632019000100031
10. http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/caidas#:~:text=Las%20ca%C3%ADdas
%20en%20Adultos%20Mayores,el%20suelo%20contra%20su%20voluntad.&text=Son
%20muy%20variables%20y%20dependen%20de%20la%20causa.
11. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/706938/PAE_PAM_cF.pdf

12. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=s0864-21252008000200011
DESARROLLO

Entendemos por vejez, a la última etapa de la vida, de acuerdo a su orden cronológico y que
se caracteriza por que la persona que transita por ella ha alcanzado una edad avanzada,
tiene tintes específicos para salvaguardar el bienestar del individuo que transita por ella, en
este caso, la persona adulta mayor.

Al proceso que inicia desde el nacimiento y termina con la muerte se le conoce como
envejecimiento. Este proceso se encuentra influenciado por aspectos biológicos,
psicológicos y sociales. De esta manera todas las personas, sin importar la edad, estamos en
proceso de envejecimiento.

La vejez es una etapa de vida que comienza a los 60 años y es considerada la última etapa
de vida y forma parte del envejecimiento. Para quienes trabajamos con y para personas
mayores será indispensable que contemos con una idea clara de estos conceptos. Las
actitudes que frecuentemente mostramos a las personas mayores, se encuentran
relacionadas con la percepción social que se mantiene de ellas y esta imagen a su vez
determina en gran medida, la posición social en la que se encuentran.
México en 50 años ha alcanzado un alto porcentaje de personas envejecidas, se espera que
para finales de 2019 existan, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL), 13 millones 900 mil personas mayores de 60 años.
Actualmente 6 de cada 10 personas mayores son mujeres, haciendo evidente una
feminización del envejecimiento, con una esperanza de vida en promedio de 75 años: 78
años para mujeres y 73 años para los hombres
Desde la gerontología es importante dejar claro que vejez y envejecimiento son conceptos
diferentes.
Esta visión despectiva sobre este grupo social, da origen a prácticas discriminatorias, que
consideran a las personas mayores como diferentes a las demás, en sus opiniones, afectos y
necesidades, a esta manera despectiva de ver a las personas mayores se le llama, desde la
gerontología, viejismo, el cual puede poner a una persona mayor en un estado de
vulnerabilidad.
En este sentido tenemos la responsabilidad de informarnos para tratar de manera digna,
integral y sin discriminación a las personas mayores, considerándolas como sujetos
socialmente activos, integrantes de la sociedad y portadoras de derechos.

La memoria es un proceso mental complejo por medio del cual fijamos, retenemos y
reproducimos todo aquello que estuvo una vez en nuestra conciencia, haciendo uso
posterior de nuestra experiencia; es pues, una condición necesaria para desarrollar una vida
independiente y productiva, pero para que la información sea adecuadamente registrada y
evocada es necesario que otras funciones neuropsicológicas permanezcan indemnes.3,4 Los
trastornos de la atención, el lenguaje (afasia), los defectos sensoperceptuales (visuales y
auditivos) y la depresión, son los trastornos que con más frecuencia interfieren con el
adecuado funcionamiento de nuestra memoria, llegando a veces a simular una demencia.

Para definir este concepto es importante recurrir a la definición establecida a nivel nacional
en la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, que considera así a “Aquellas
personas que cuenten con sesenta años o más de edad y que se encuentren domiciliadas o
en tránsito en el territorio nacional”. Con esta reflexión se antoja que el envejecimiento
poblacional es un motivo de planeación estratégica de la manera en cómo se otorgan los
servicios de salud pública.

1. https://www.gob.mx/inapam/es/articulos/envejecimiento-y-vejez?
idiom=es#:~:text=Al%20proceso%20que%20inicia%20desde,y
%20forma%20parte%20del%20envejecimiento.
2. 22. Colectivo de autores. La atención a los ancianos, un desafío para
los años noventa. Publicación científica no. 546. OPS.1994

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