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admite o se rechaza la pretensión posibilitando la debida crítica o el eventual
consentimiento. Afirma que el sentenciante no ha hecho un mínimo análisis de las
circunstancias de hecho o derecho presentadas por su parte, desechando los argumentos
vertidos solo remitiendo a dos resoluciones de este Tribunal sin precisar sus argumentos.
Cuestiona también la falta de sustento normativo en la decisión o errónea
interpretación de la legislación que rige la materia, precisando que las obligaciones de
OMINT frente a la actora están claramente encuadradas en el régimen establecido en la
materia legal dispuesta y en el contrato de afiliación.
Menciona disposiciones del art. 5to. de la ley 23.753, el Decreto 1286/14 y el
art. 1ero. del Decreto 1286/14 que dan sustento a su postura. Sostiene que ni la Resolución
301/99 “Programa Nacional de Prevención y Control de Diabetes”, ni la Resolución
1156/2014 en su Anexo II “Normas de Provisión de Medicamentos e insumos para
personas con diabetes” establecen que la cobertura del tipo y marca comercial de insumos
solicitada por el amparista deba ser cubierta por los Agentes del Seguro de Salud en un
100%.
Indica que queda claro de este modo, que el Aquo se ha excedido en sus
facultades al dictar la sentencia en crisis disponiendo prestaciones que no han sido
previstas por la autoridad competente para ello. Menciona precedentes del Máximo
Tribunal que sancionan el apartamiento inequívoco del régimen aplicable sin brindar
fundamentos razonados.
Finalmente, se agravia por la condena en costas a su mandante atento ha
quedado demostrado que en todo momento ha actuado dentro del marco normativo que
rige la materia. Hace reserva del caso federal.
Igualmente, mediante escrito presentado posteriormente, la apoderada
mencionada interpone recurso de apelación por considerar altos los honorarios
profesionales regulados a la Dra. María Julia Medina, letrado representante del actor
amparista.
Corrido el traslado de ley, éste fue contestado por la parte actora, solicitando se
rechace el recurso interpuesto, con costas.
Evacuada la vista por el señor Fiscal General, quedó la presente causa en
condiciones de resolver.
Fecha de firma: 28/10/2022
Alta en sistema: 17/11/2022
Firmado por: ABEL G. SANCHEZ TORRES, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: EDUARDO BARROS, SECRETARIO DE CAMARA
Firmado por: LILIANA NAVARRO, PRESIDENTA DE SALA
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En este sentido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sostuvo que la vida
de las personas y su protección- en especial el derecho a la salud- constituye un bien
fundamental en sí mismo que, a su vez, resulta imprescindible para el ejercicio de la
autonomía personal (Fallos 323: 1339. También numerosos instrumentos de derecho
internacional reconocen el derecho del ser humano a la salud. Así, en la Declaración
Universal de Derechos Humanos (párrafo 1° del art. 25) se afirma que “toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios”. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales contiene el artículo más exhaustivo del derecho internacional de los derechos
humanos sobre el derecho a la salud. En virtud del párrafo 1 del art. 12 del Pacto, los
Estados Partes reconocen “el derecho a toda persona al disfrute del más alto nivel posible
de salud física y mental”, mientras que en el párrafo 2 del art. 12 se indican, a título de
ejemplo, diversas “medidas que deberán adoptar los Estados Partes… a fin de asegurar la
plena efectividad de este derecho”. Además, el derecho a la salud se reconoce, en
particular, en el inciso IV) del apartado e) del artículo 5 de la Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, de 1965; en el
apartado f) del párrafo 1 del artículo 11 y el artículo 12 de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, de 1979; así como el
artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989. Varios instrumentos
regionales de derechos humanos, como la Carta Social Europea de 1961 en su forma
revisada (art. 11), la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, de 1981 (art.
16), y el Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1988 (art. 10), también
reconocen el derecho a la salud. Analógicamente, el derecho a la salud ha sido proclamado
por la Comisión de Derechos Humanos, así como también en la Declaración y Programa
de Acción de Viena de 1993 y en otros instrumentos internacionales (Observación Gral. N°
14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre el art. 12 del Pacto
Internacional de Derechos Humanos, Económicos, Sociales y Civiles).
También la Corte Interamericana de Derechos Humanos en autos “Furlan,
Sebastián y Familiares c. Argentina” del 31/8/2012, sostuvo que… “toda persona que se
Fecha de firma: 28/10/2022
Alta en sistema: 17/11/2022
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de dicho derecho. Esto dicho, en tanto parámetro universal, se condice con la ratio legis
de la aludida norma respecto de aquellas situaciones particulares que requieran una
adecuación de las prestaciones médicas habituales, aprobadas reglamentariamente, como
acontece en el caso de marras…” (Juzgado de Garantías Nº 2 de Azul, Sent. del 07/08/18
dictada en los autos: “M., V. A. c/ IOMA s/ Amparo”).
Por otra parte, se trae a colación que dicho aparato se encuentra autorizado por
ANMAT mediante Disposición 6054 del 06/06/16. Al momento de emitir dicha
autorización, el ANMAT destacó que “… consta la evaluación técnica producida por la
Dirección Nacional de Productos Médicos, en la que informa que el producto estudiado
reúne los requisitos técnicos que contempla la norma legal vigente, y que los
establecimientos declarados demuestran aptitud para la elaboración y el control de
calidad del producto cuya inscripción en el Registro se solicita. Que corresponde
autorizar la inscripción en el RPPTM del producto médico objeto de solicitud”.
Por último, de las constancias de la causa se desprende que ha existido una
denegatoria a la cobertura solicitada, en tanto que el día 23/9/2021 la demandada OMINT
SA. respondió frente a pedido realizado que la prestación reclamada carece de cobertura
según Ley de Diabetes y se encuentra fuera del Plan Médico Obligatorio.
A mayor abundamiento, el artículo 5 de la ley 23.753- modificada por la ley
26.914 establece: “la cobertura de los medicamentos y reactivos de diagnóstico para
autocontrol de los pacientes con diabetes será del 100% y en las cantidades necesarias
según prescripción médica”.
Asimismo cabe recordar que la patología padecida por el actor, Diabetes
Mellitus Tipo I, se encuentra protegida en forma específica en la legislación nacional
anteriormente mencionada, en la que se prevé un Programa Nacional de Prevención y
Control de Diabetes Mellitus (PRONADIA), la cual tiene como propósito “mejorar la
calidad y esperanza de vida de las personas diabéticas, evitar o disminuir las
complicaciones por esta patología y procurar el descenso de sus costos directos e
indirectos, a través de un programa prioritariamente preventivo y de control con
intervenciones adecuadas sobre factores de riesgo de esta enfermedad y sus
complicaciones”.
Por esta razón es que el accionar de la demandada ha sido arbitrario atento que
Fecha de firma: 28/10/2022
Alta en sistema: 17/11/2022
Firmado por: ABEL G. SANCHEZ TORRES, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: EDUARDO BARROS, SECRETARIO DE CAMARA
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VII.- Por todo lo expuesto, corresponde rechazar el recurso de apelación
deducido por OMINT SA. y confirmar la resolución de fecha 6 de abril de 2022 dictada
por el señor Juez Federal nro. 2 de Córdoba, en todo cuanto decide y ha sido motivo de
agravios. Las costas de la instancia se imponen a la recurrente perdidosa (art. 68, 1ª parte
del C.P.C.C.N.), a cuyo fin se estiman los honorarios de la letrada de la parte actora, Dra.
María Julia Medina, en el 35% de lo regulado en la instancia anterior, mientras que los de
la Dra. Paula María Calderón, apoderada de la demandada se estiman en el 30 % de
idéntica regulación (conf. art. 30 Ley Arancelaria nro. 27.423).-
La presente resolución se emite por los señores Jueces que la suscriben de
conformidad a lo dispuesto por el art. 109 del Reglamento para la Justicia Nacional.
Por ello;
SE RESUELVE:
1) Rechazar el recurso de apelación deducido por Omint SA. y en
consecuencia, confirmar la resolución de fecha 6 de abril de 2022 dictada por el señor Juez
Federal Nº 2 de Córdoba en todo lo que decide y fue motivo de agravio.
2) Imponer las costas de la Instancia a la recurrente perdidosa (art. 68, 1ª parte
del C.P.C.C.N.), a cuyo fin se estiman los honorarios de la letrada de la parte actora, Dra.
María Julia Medina, en el 35% de lo regulado en la instancia anterior, mientras que los de
la Dra. Paula María Calderón, apoderada de la demandada se estiman en el 30 % de
idéntica regulación (conf. art. 30 Ley Arancelaria nro. 27.423).
3) Protocolícese y hágase saber. Cumplido, publíquese y bajen.
EDUARDO BARROS
SECRETARIO DE CAMARA
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