Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Diaguitas de Argentina
Hacia 1480 los diaguitas sufrieron el avance y la conquista del Imperio inca gobernado
por Túpac Yupanqui. A partir de ese momento, los diaguitas quedaron incorporados al
distrito o suyo más austral del imperio denominado Collasuyo, formándose en sus
antiguos territorios provincias o wamanis incaicas para su mejor administración.
La conquista por los incas, que se prolongó durante un siglo, significó un proceso de
transculturación con la civilización incaica que les incorporó parte de sus costumbres y
modos de vida. Bajo el dominio inca, los diaguitas prosiguieron con lo que antes hacían:
construyeron caminos, poblados dedicados a la agricultura y los textiles, asentamientos
como almacenes o colcas y refugios o tambos, fortalezas o pucarás pero bajo el dominio
incaico estas obras fueron hechas en función de favorecer al núcleo inca en el Cuzco
(sur de Perú) y también santuarios para la religión oficial incaica en las cumbres de las
montañas llamadas por los incas (apus) en donde realizaban sacrificios humanos.
... partieron a la provincia de Chicoana, que es los Diaguitas, y como tenían entera
noticia de las cosas que los españoles iban haciendo, se alzaron de hecho y no le
quisieron salir de paz, antes le hacían mucho daño, de manera que si algún español se
desmandaba solo, lo mataban; porque es muy valiente gente la de esta provincia, y le
mataron mucha gente de servicio.
Diaguitas actuales(argentina)
Cultura diaguita
Los orígenes de los diaguitas difieren de los pueblos andinos ya que los diaguitas tienen
linajes huárpidos, pámpidos y andinos.[cita requerida]
Aunque de culturas muy similares, por algunos rasgos, en especial lingüísticos, muchos
etnógrafos hacen una separación de los diaguitas respecto a los atacamas (o alpatamas
de lengua cunza, emparentada a la lickan-antay, habitantes del Altiplano), los
humahuaca u omaguacas, los lipe, los capayán (habitantes del sureste de La Rioja y
norte de San Juan) y los olongastas (habitantes del sudeste de la provincia de La Rioja,
el oeste de la provincia de Santiago del Estero y extremo noroeste de la provincia de
Córdoba), se habla también de los tomatas, quienes fueron naturales de centro-norte de
Chile y, que migraron antes de la existencia del Imperio incaico —posiblemente
migraron junto a otras tribus de los valles del centro de Chile— y habitaron los valles
altos de Tarija, estos acogieron y se influenciaron con las diversas culturas de las ramas
guaraníes.
Idioma
El idioma de los diaguitas calchaquíes era el cacán, que las fuentes también llaman
kakán, kaká, caca, kaka y chaka. Esta es una lengua extinta, de la que se conservan
topónimos y apellidos del Noroeste de Argentina, el Norte Chico de Chile y al suroeste
de Bolivia zonas de Sud Chichas;[cita requerida] y también al sur-sureste, de forma
completamente castellanizada en el departamento de Tarija.
Se hablaba en los Valles Calchaquíes de las actuales Salta y Tucumán, toda Catamarca,
gran parte de La Rioja, parte oeste de Santiago del Estero (la sierra y el río Dulce) y
norte de San Juan (río Bermejo, Valle de Jáchal y Valle Fértil) y, en mucha menor
medida, por los olongasta en el extremo noroeste de Córdoba.
En Argentina los diaguitas han persistido con dos identidades culturales: la llamada
«diaguita-calchaquí» y la kolla —que aunque con la misma etimología es distinta de la
colla boliviana—. Los collas o coyas argentinos son una fusión de calchaquíes,
quechuas, aimaras, capayanes y chichas muy transculturados por la invasión inca del
siglo XV, eso explica que sus idiomas originales (kunza de los atacameños, y cacán de
los diaguitas) hayan desaparecido.
Los sacerdotes Alonso de Barzana y Pedro Añasco compusieron hacia 1590 preceptos
gramaticales y vocabularios; Barzana también escribió doctrina cristiana, catecismo,
homilías, sermones, confesionarios y plegarias en cacán, pero nunca llegaron a ser
publicados. Otros sacerdotes (Hernando de Torre Blanca y Diego de Sotelo) también
conocieron esta lengua.
El mismo sacerdote en una carta al padre Juan Sebastián, del 8 de septiembre de 1594,
escribió:
La caca usan todos los diaguitas y todo el valle de Calchaquí y el valle de Catamarca y
gran parte de la conquista de la Nueva Rioja y los pueblos casi todos que sirven a San
Tiago, así [como a ] los poblados en el río del Estero como otros muchos que están en la
sierra.
Algunos estudiosos afirman que los pazioca y diaguitas en general hablaban dialectos
del quechua sin embargo, estudiosos como Ricardo L. J. Nardi, no están de acuerdo con
esto y la consideran una lengua diferente.
No hay datos de la lengua que hablaban los diaguitas de Chile en el siglo XVI, pero un
cronista español afirmó que las diferencias lingüísticas entre los indígenas de esos valles
eran como las diferencias que existían en el euskera "de vizcaínos y navarros".
Sólo se les atribuyen origen cacán a apellidos y toponimia local (nombres de lugares),
como
Sociedad
Las comunidades de los diaguitas eran gobernadas por un jefe político y militar. Pero
para heredar el cargo, no bastaba con ser el hijo del jefe: el heredero debía demostrar
que tenía condiciones para mandar, de este modo a la llegada de los españoles, el
territorio diaguita se encontraba dividido en jefaturas. El jefe era polígamo, pero el resto
de la población era monogámica. No había clase sacerdotal, como sí la había entre los
quechuas o incas. Aunque cada pueblo tenía un sacerdote "chamánico" que se
encargaba de los ritos, las ceremonias religiosas y la salud de la población. La
organización socio-política de los diaguitas estaba basada en un sistema dual. Cada
valle era concebido como una unidad integrada por dos partes: el sector alto y el sector
bajo de cada valle. Existía una clara relación entre la organización del espacio territorial
y el control político ejercido, donde cada uno de estos sectores era gobernado por un
jefe o señor, considerado un simbólico hermano del jefe de la otra mitad.