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Diaguita, voz quechua,n 1 es el exónimo impuesto por los incas y divulgado luego por

los conquistadores españoles para un conjunto de pueblos independientes que hablaban


un idioma común, el cacán. Se ubicaban en el actual noroeste de Argentina —en
especial en los valles Calchaquíes— y en el Norte Chico de Chile.

A partir de 850, se da el desarrollo arqueológico de la cultura santamariana[cita requerida] que


se caracterizó por su gran riqueza, por sus poblados organizados, por el uso de metales y
la alfarería. Opusieron resistencia tanto a la conquista del Imperio inca —entre 1471 y
1533, tras la denominada tercera expansión del Imperio incaico— como a la del Imperio
español —entre 1560 y 1667, durante las guerras Calchaquíes—.

Diaguitas de Argentina

Esta antigua estrella diaguita se halla en Vinchina, La Rioja, noroeste de Argentina.

Hacia 1480 los diaguitas sufrieron el avance y la conquista del Imperio inca gobernado
por Túpac Yupanqui. A partir de ese momento, los diaguitas quedaron incorporados al
distrito o suyo más austral del imperio denominado Collasuyo, formándose en sus
antiguos territorios provincias o wamanis incaicas para su mejor administración.

La conquista por los incas, que se prolongó durante un siglo, significó un proceso de
transculturación con la civilización incaica que les incorporó parte de sus costumbres y
modos de vida. Bajo el dominio inca, los diaguitas prosiguieron con lo que antes hacían:
construyeron caminos, poblados dedicados a la agricultura y los textiles, asentamientos
como almacenes o colcas y refugios o tambos, fortalezas o pucarás pero bajo el dominio
incaico estas obras fueron hechas en función de favorecer al núcleo inca en el Cuzco
(sur de Perú) y también santuarios para la religión oficial incaica en las cumbres de las
montañas llamadas por los incas (apus) en donde realizaban sacrificios humanos.

Luego de conquistar el Imperio incaico, los conquistadores españoles crearon en sus


territorios de América del Sur el Virreinato del Perú, incorporando a los diaguitas en el
ámbito territorial de este inmenso virreinato. La primera expedición militar española
que llegó a su territorio fue la de Diego de Almagro en 1536. En la Relación de cosas
acaecidas en el Perú... atribuida por unos a Cristóbal de Molina (apodado el almagrista
o el chileno) y por otros a Bartolomé Segovia, se menciona como los diaguitas
enfrentaron a las tropas de Almagro:2

... partieron a la provincia de Chicoana, que es los Diaguitas, y como tenían entera
noticia de las cosas que los españoles iban haciendo, se alzaron de hecho y no le
quisieron salir de paz, antes le hacían mucho daño, de manera que si algún español se
desmandaba solo, lo mataban; porque es muy valiente gente la de esta provincia, y le
mataron mucha gente de servicio.

La mayor parte de los diaguitas optaron por resistirse a la conquista de la corona


española, comenzando así las tres guerras Calchaquíes, que se extendieron desde 1560
hasta 1667. No bien comenzó la conquista, hacia 1561, formaron un gran ejército al
mando de Juan Calchaquí aliado del jefe omaguaca Viltipoco logrando rechazar a los
invasores hasta Santiago del Estero. Pero en 1665 los conquistadores, que habían
fundado varias ciudades a modo de cerco —la fundación de la ciudad de Jujuy cerró tal
cerco por el norte—, lograron vencerlos pese a que los españoles encontraron una
última resistencia en el nacido español y convertido en caudillo diaguita (o titakin)
Pedro Chamijo, pero este y sus guerreros diaguitas terminaron siendo derrotados y
Pedro Chamijo (también apellidado Bohorques) fue ejecutado a garrote vil en el Perú
tras ser aprisionado por los españoles. Para evitar más rebeliones, los españoles —
utilizando una práctica que también habían empleado los incas— dividieron y
desarraigaron a los diaguitas. Así, la mayor parte de los integrantes de la tribu de los
quilmes, fueron obligados a caminar más de 1200 km desde Tucumán hasta Buenos
Aires, a la actual localidad de Quilmes.

Alfarería de los valles Calchaquíes, en poder del Museo de La Plata.

Algunas parcialidades fueron tratadas con algo más de indulgencia al no haber


participado en tal conflicto, tal el caso de los amaicha, los cuales pudieron permanecer
en sus territorios ancestrales en el sector de valles Calchaquíes en la provincia de
Tucumán.

Otros diaguitas procedentes de los Valles Calchaquíes lograron encontrar refugio en el


Chaco Austral haciendo alianza con etnias pampidochaqueñas como las de los abipones
y emokovit o mocovíes, esto explica en parte dos cuestiones: los grandes alzamientos
chaqueños inmediatos al fin de las Guerras Calchaquíes, uno de tales alzamientos
significó la destrucción de la ciudad española de Concepción de Buena Esperanza.

Según el cronista español Mariño de Lovera, la población diaguita había disminuido en


forma notable por la resistencia a los conquistadores incas y más tarde a los
conquistadores españoles.

Diaguitas actuales(argentina)

La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005, complementaria


del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 de Argentina, dio como
resultado que se reconocieron y/o descienden en primera generación del pueblo diaguita
31 753 personas en Argentina (8180 residiendo en comunidades), de las cuales 14 810
vivían en Catamarca, Salta y Tucumán (7216 residiendo en comunidades); 6138 en
Catamarca, Córdoba, La Rioja, Santa Fe y Santiago del Estero; 6217 en la Ciudad de
Buenos Aires y 24 partidos del Gran Buenos Aires; y 4588 en el resto del país.3

El Censo Nacional de Población de 2010 en Argentina reveló la existencia de 67 410


personas que se autorreconocieron como diaguitas en el país: 14 269 de los cuales, en el
Gran Buenos Aires; 13 956 en Tucumán; 9466 en Salta; 5026 en Catamarca; 4835 en el
interior de la provincia de Buenos Aires; 4418 en Córdoba; 6664 en la Ciudad de
Buenos Aires; 1755 en Santiago del Estero; 1688 en La Rioja; 1616 en la provincia de
Santa Fe; 1308 en Mendoza; 1262 en Jujuy; 702 en San Juan; 408 en Chubut; 371 en
Santa Cruz; 367 en Tierra del Fuego; 346 en Neuquén; 314 en San Luis; 283 en Chaco y
105 en Corrientes.45

Cultura diaguita

Los orígenes de los diaguitas difieren de los pueblos andinos ya que los diaguitas tienen
linajes huárpidos, pámpidos y andinos.[cita requerida]

Si bien la cultura diaguita se corresponde con la arqueológica llamada cultura


santamariana o cultura de Santa María —cerca del 850 al 1480— e incluso hasta 1570,n
3
al menos a partir de la conquista por el Imperio Inca recibieron de este un importante
influjo cultural que se evidencia en lo religioso y estilos de cerámica, entre otros, desde
los Andes Centrales, es decir, desde la región andina ubicada entre los 20° S y la línea
del ecuador.

Aunque de culturas muy similares, por algunos rasgos, en especial lingüísticos, muchos
etnógrafos hacen una separación de los diaguitas respecto a los atacamas (o alpatamas
de lengua cunza, emparentada a la lickan-antay, habitantes del Altiplano), los
humahuaca u omaguacas, los lipe, los capayán (habitantes del sureste de La Rioja y
norte de San Juan) y los olongastas (habitantes del sudeste de la provincia de La Rioja,
el oeste de la provincia de Santiago del Estero y extremo noroeste de la provincia de
Córdoba), se habla también de los tomatas, quienes fueron naturales de centro-norte de
Chile y, que migraron antes de la existencia del Imperio incaico —posiblemente
migraron junto a otras tribus de los valles del centro de Chile— y habitaron los valles
altos de Tarija, estos acogieron y se influenciaron con las diversas culturas de las ramas
guaraníes.

Idioma

Artículo principal: Cacán

El idioma de los diaguitas calchaquíes era el cacán, que las fuentes también llaman
kakán, kaká, caca, kaka y chaka. Esta es una lengua extinta, de la que se conservan
topónimos y apellidos del Noroeste de Argentina, el Norte Chico de Chile y al suroeste
de Bolivia zonas de Sud Chichas;[cita requerida] y también al sur-sureste, de forma
completamente castellanizada en el departamento de Tarija.
Se hablaba en los Valles Calchaquíes de las actuales Salta y Tucumán, toda Catamarca,
gran parte de La Rioja, parte oeste de Santiago del Estero (la sierra y el río Dulce) y
norte de San Juan (río Bermejo, Valle de Jáchal y Valle Fértil) y, en mucha menor
medida, por los olongasta en el extremo noroeste de Córdoba.

En Argentina los diaguitas han persistido con dos identidades culturales: la llamada
«diaguita-calchaquí» y la kolla —que aunque con la misma etimología es distinta de la
colla boliviana—. Los collas o coyas argentinos son una fusión de calchaquíes,
quechuas, aimaras, capayanes y chichas muy transculturados por la invasión inca del
siglo XV, eso explica que sus idiomas originales (kunza de los atacameños, y cacán de
los diaguitas) hayan desaparecido.

Los sacerdotes Alonso de Barzana y Pedro Añasco compusieron hacia 1590 preceptos
gramaticales y vocabularios; Barzana también escribió doctrina cristiana, catecismo,
homilías, sermones, confesionarios y plegarias en cacán, pero nunca llegaron a ser
publicados. Otros sacerdotes (Hernando de Torre Blanca y Diego de Sotelo) también
conocieron esta lengua.

Existe un documento en donde alguien afirma haber tenido conocimiento directo de la


existencia de la lengua kakán, que es la carta del Padre Alonso de Barzana de la
Compañía de Jesús a su provincial, fechada en Asunción del Paraguay en 1594.

El mismo sacerdote en una carta al padre Juan Sebastián, del 8 de septiembre de 1594,
escribió:

La caca usan todos los diaguitas y todo el valle de Calchaquí y el valle de Catamarca y
gran parte de la conquista de la Nueva Rioja y los pueblos casi todos que sirven a San
Tiago, así [como a ] los poblados en el río del Estero como otros muchos que están en la
sierra.

Algunos estudiosos afirman que los pazioca y diaguitas en general hablaban dialectos
del quechua sin embargo, estudiosos como Ricardo L. J. Nardi, no están de acuerdo con
esto y la consideran una lengua diferente.

No hay datos de la lengua que hablaban los diaguitas de Chile en el siglo XVI, pero un
cronista español afirmó que las diferencias lingüísticas entre los indígenas de esos valles
eran como las diferencias que existían en el euskera "de vizcaínos y navarros".

A partir de 1634 se ordenó la obligatoriedad del castellano en la iglesia y el gobierno.


En 1770, una Real Cédula ordenó que se pusieran en práctica medios para conseguir
que se extinguieran los diferentes idiomas indígenas y que sólo se hablara castellano, lo
que aceleró su extinción. Más tarde, el desprecio del nuevo gobierno argentino
independiente por las lenguas indígenas en su territorio hizo que ni siquiera se cuente
con datos sobre sus hablantes en el siglo XIX.

Sólo se les atribuyen origen cacán a apellidos y toponimia local (nombres de lugares),
como

 Lugares: Antofagasta, Chalingasta, Elqui, Sotaquí, Toconao, Combarbalá,


etcétera.
 Apellidos: Albayay, Campillay, Talinay, Tamblay, Chavilca, Tamango,
Huanchicay, Sulantay, Zulantay, Liquitay, etcétera.

Sociedad

Las comunidades de los diaguitas eran gobernadas por un jefe político y militar. Pero
para heredar el cargo, no bastaba con ser el hijo del jefe: el heredero debía demostrar
que tenía condiciones para mandar, de este modo a la llegada de los españoles, el
territorio diaguita se encontraba dividido en jefaturas. El jefe era polígamo, pero el resto
de la población era monogámica. No había clase sacerdotal, como sí la había entre los
quechuas o incas. Aunque cada pueblo tenía un sacerdote "chamánico" que se
encargaba de los ritos, las ceremonias religiosas y la salud de la población. La
organización socio-política de los diaguitas estaba basada en un sistema dual. Cada
valle era concebido como una unidad integrada por dos partes: el sector alto y el sector
bajo de cada valle. Existía una clara relación entre la organización del espacio territorial
y el control político ejercido, donde cada uno de estos sectores era gobernado por un
jefe o señor, considerado un simbólico hermano del jefe de la otra mitad.

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