Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La oración
El orden sintáctico, primero el sujeto, luego el verbo y después los complementos solo es
importante en caso de dudas, puesto que los autores imponen su propio criterio. Éste se rige
más por criterios de estilo e intereses particulares que por una tal estructura gramatical lógica.
Las palabras no operan de manera individual y aislada, sino en una cadena o ristra, unas antes
que otras, ya que su significado propio puede alterarse del lugar que ocupen en la oración. De
hecho, la sintaxis del español establece un orden por defecto en el que se formulan las
oraciones, que conocemos como SVP: Sujeto-Verbo-Predicado.
Son «modificativos» aquellos vocablos o frases breves que alteran -modifican- de algún modo
el sentido del pensamiento. La mayoría de ellos son adverbios o frases adverbiales.
Los adverbios se clasifican según la circunstancia que expresan. Así, hay adverbios de lugar,
tiempo, modo, cantidad, afirmación, negación y duda. Estos son algunos de los principales
adverbios:
• De lugar: aquí, ahí, allí, cerca, lejos, arriba, abajo, dentro, fuera…
• De tiempo: ahora, luego, después, pronto, tarde, ayer, hoy, mañana…
• De modo: bien, mal, así, deprisa, despacio…
• De cantidad: mucho, poco, bastante, casi, más, menos, muy…
• De afirmación: sí, también.
• De negación: no, tampoco.
• De duda: quizás, acaso…
¿Cuál es la regla general para la colocación de los modificativos en una oración
en español?
Deben colocarse lo más cerca posible de la palabra o frase que modifican.
CUANDO, al escribir, se repite mucho una palabra o una idea, se da la impresión de pobreza
de vocabulario, de inexperiencia. Lo cual no quiere decir que sea preciso evitar la repetición a
todo trance. Lo que recomendamos es repetir bien, con mesura, evitando la cacofonía o la
machaconería.
¿Cuáles son algunos trucos o consejos para evitar la repetición innecesaria de
palabras e ideas en la oración?
1. Sustituir la palabra repetida por un sinónimo u otras expresiones equivalentes, siempre que
esto sea posible, pues los tecnicismos, que se dan con frecuencia en los textos especializados,
suelen carecer de sinónimos: Los gatos siempre han estado rodeados de cierto halo misterioso.
Este felino doméstico aparece en todas las culturas desde (…), pues son animales que
históricamente…
2. Emplear pronombres: Encontramos representaciones de gatos en la cultura egipcia, los
volvemos a encontrar en la griega y romana…
3. Referirnos a ellas mediante determinantes (posesivos, numerales, demostrativos): Nos
intriga su mirada, esa forma sigilosa de andar…
4. Suprimir la palabra mediante la elipsis: Los gatos viven en nuestras casas, pero (los gatos)
no viven con nosotros.
La puntuación.
Los signos de puntuación son indicaciones para otros lectores. Cuando usted habla, puede
pausar, detenerse, o cambiar su tono de voz para enfatizar el significado. Esto no se puede
hacer cuando se escribe. Al escribir, deberá usar signos de puntuación tales como comas y
signos de interrogación para aclarar el significado de lo que escribe.
Sin ellos nos ahogaríamos al leer y no entenderíamos de la misa la mitad. Los signos de
puntuación no empezaron a consolidarse hasta la era de la imprenta.