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Políticas de comunicación

Bloque 3.- Medios, democracia y


desarrollo
3.1 Medios y globalización
Durante los últimos años, las políticas internacionales en materias de
telecomunicaciones se han caracterizado por la liberalización de los merados y la
desregulación, de manera tal que no existen obstáculos para su expansión y
crecimiento económico.

De acuerdo con Croteau y Hoynes, el desarrollo de la industria de los medios en EEUU


puede caracterizarse por los siguientes aspectos:

 A raíz del cambio tecnológico, el número de puntos de venta y de productos


generados por los medios – tales como programas de televisión y radio, periódicos y
revistas, internet, libros, música, películas, juegos electrónicos, software, etc- crece a
una velocidad vertiginosa.

 La gente emplea cada vez más tiempo y dinero en el consumo de medios.

 Las corporaciones de medios crecen a menudo debido a la fusión con sus propios
competidores y así tener más tarta del pastel (los consumidores).

 La mayoría de las compañías son conglomerados con vinculaciones con otro tipo de
industrias no mediáticas.

 A raíz de las últimas innovaciones tecnológicas, las corporaciones de los medios


diversifican el tipo de productos que generan y así resulta una industria multimedia
más integrada.

Cada vez en mayor medida, las nuevas empresas de medios se unen a otra empresa
u otro conglomerado.

El número de corporaciones que controlan los productos mediáticos masivos ha


disminuido.
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Los conglomerados más importantes como Microsoft, AOL Time Warner, Viacom y
AT&T tienen presencia mundial no solo por el impacto de sus productos, sino por las
empresas asociadas que han logrado adquirir en países de Europa, Asia, África y
América Latina.

Esta expansión económica de los medios de comunicación presenta ya ciertas


consecuencias, entre las que figura la especialización de mercados y de contenido
dirigidos a audiencias clasificadas.

Pero también la fragmentación de la sociedad a partir de gustos, preferencias, estilos


de vida y costumbres; una homogeneización/globalización de las culturas.

3.2 Medios y democracia

La democracia es el resultado de procesos deliberativos y toda deliberación supone la


modificación endógena de las preferencias a través de la comunicación.

A principios del siglo XX, Robert Dahl consideró dos instituciones básicas de un sistema
democrático:

 La libertad de expresión
 La variedad de fuentes de información

En concreto, los medios de comunicación en una sociedad democrática se asume que


cumplen con las siguientes funciones:

1. Producir información, cultura, educación y entretenimiento que contribuyen a


la formación de una cultura cívico.
2. Supervisar y vigilar la gestión y organización del poder público.
3. Servir al interés público de los ciudadanos
4. Difundir dicha información y convertirla en atractiva para la audiencia.

Además, los medios en democracia se basan en el modelo de “espacio público” de


Habermas y, por su parte, Gabriel Almond y Sidney Verba dieron origen al concepto de
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cultura cívica intentando analizar la relación entre las actitudes políticas de un pueblo
y la naturaleza de su sistema político.

En la mayoría de los países, las normas jurídicas de los medios fueron inspiradas por
teorías políticas, como es el caso del modelo americano, o por la teoría de la
realización del ser humano, modelo europeo.

Mientras las leyes inspiradas en la primera teoría se preocupan por encontrar el


equilibrio entre los intereses económicos, sociales y políticos, las otras normas
equilibran los principios entre la libertad de expresión e información y el derecho a la
vida privada de los individuos para contribuir a su realización personal.

Los sistemas normativos, en cualquiera de sus modelos, establecen las instituciones


facultadas para planear y desarrollar políticas públicas que persigan los propósitos de
la ley.

Uno de los desafíos que hoy plantea la democracia es el de su relación con los medios
de comunicación.

Durante el siglo XIX y bajo el amparo del liberalismo se fraguaron la democracia y los
medios de comunicación. A finales del siglo XVIII, Thomas Jefferson argumentaba: “Si
fuera por mi decidir si debemos tener un gobierno sin periódicos, o periódicos sin un
gobierno, yo no dudaría en preferir esto último”.

¿Hasta qué punto ha cambiado la concepción de la prensa libre y los medios de


comunicación masivos? ¿Sigue necesitando la democracia de los medios de
comunicación? Los medios públicos son muy necesarios para el desarrollo de una
sociedad democrática y no encuentran en la ciudadanía la defensa que precisan.

Los medios de comunicación quedaron relacionados inequívocamente con la


democracia una vez que la teoría liberal dotó a la prensa naciente del siglo XIX de una
función política y de una función moral para que los ciudadanos pudiesen vivir en
sociedad:

 La función política consiste en nutrir la vida de los ciudadanos difundiendo aquellas


informaciones relevantes para vivir en sociedad en condiciones de libertad y de
verdad.
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 La función moral es la de satisfacer el derecho de estar informado de la mejor


manera posible, lo que nos remite al concepto aristotélico de excelencia profesional.
Con el paso del tiempo, la definición de lo que significa hacerlo “de la mejor manera
posible” ha quedado al arbitrio de la propia profesión. Dentro de estos márgenes
debemos hacerlo lo mejor posible. Los márgenes podemos llegar a establecerlos
nosotros si los peleamos, luchamos y tenemos una convicción de lo que es nuestra
profesión.

En cuanto al derecho a estar informado, este tiene tres facultades: investigar, difundir
y recibir información, y los ciudadanos han delegado las dos primeras a un sujeto
cualificado, el profesional de la información. Por esto, está asumido que creen en
nuestras capacidad, en que vamos a facilitar la información de la forma más
profesional posible. Debemos buscar los cauces para ofrecer información contrastada,
argumentada, trabajada… y hacerlo de una forma entendible para que su alcance
llegue al mayor número de ciudadanos y ciudadanas. Ser periodista implica asumir una
gran responsabilidad, ofrecer una información trabajada, que lo que contemos se
ajusten a los acontecimientos. Esto es informar desde la libertad.

La teoría liberal desarrolla cuatro principios para el cumplimiento de la misión de los


medios. Carlos Ruiz los resume de la siguiente manera:

1. La circulación de información construye democracia


2. Un pueblo informado e ilustrado es garantía contra el abuso de poder.
3. Si la base del gobierno es la opinión del pueblo, el primer derecho que se debe
defender es el derecho a recibir información para formarse esa opinión.
4. La prensa debe cumplir con tres funciones políticas: de ágora mediática (sin ese
espacio de debate, sin la pluralidad de voces, es complejo acceder a todo tipo
de argumentos, sin ese tipo de ventanas abiertas); de contrapoder (denuncia
social ante cuestiones que afectan al interés público) y de instrucción (no
podemos olvidar la función formadora y divulgativa que tienen los medios de
comunicación).
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Alex de Tocqueville, en La democracia en América, advierte de que más importante


que las virtudes de los gobernantes es que estos no tengan intereses contrarios a los
de los gobernados y una manera de cuidar de esos intereses es la existencia de
contrapoderes. Por esto es tan importante que existan agentes sociales que controlen
y vigilen y actúen de contrapoder en ese control que ejercen los gobernantes. El
problemas es cuando los medios se sitúan en la parte de los gobernantes y no ejercen
su función de contrapoder. En ese sentido, no están haciendo un contrapeso que vele
por el interés público, sino por interés partidistas que no responden a la ciudadanía.

3.3 ¿Por qué decimos que los medios de comunicación no están


cumpliendo su tarea y en qué afecta esto a la democracia?
Pareciera que el ejercicio profesional de los periodistas se encuentra en entredicho por
ser estos cuestionados en cuanto al tipo de informaciones que se difunden, tanto en su
forma como en su contenido, así como por la manera en que realizan su trabajo.

Se trata solo de una ilegitimidad aparente porque la legitimidad del trabajo se


encuentra en la delegación que el ciudadano hizo del ejercicio de dos facultades del
derecho y no en la buena o mala manera en que este derecho se satisface. Lo que hay
en el fondo de este halo de ilegitimidad es una mala praxis, un mal hacer.

Estas relaciones se dan entre el profesional de la información y la empresa-medio de


comunicación; entre el profesional y la audiencia y entre el profesional y el gobierno,
el mundo político en general. Las categorías morales que convendría revisar son el
concepto de democracia, el de libertad, el de verdad y el de responsabilidad.

3.4.- Desafí os esquivos


Si la democracia significa solamente el gobierno del pueblo, ¿quién es el pueblo?
Presumiblemente, aquellos que son gobernados. En la antigua Atenas y la
Massachusetts del siglo XVIII, el pueblo no incluía a todo el mundo.

El estadounidense James Bryce (véase Glasser y Salmon, 1995) en el siglo XIX asumió el
punto de vista populista y mayoritario siguiente: “La opinión del hombre común,
inculto, ha demostrado ser en repetidas ocasiones equiparable a la de las élites”.
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Otros argumentan que la democracia es forzosamente racional. Noelle-Neumann


(1995) se apoya en “la gran estima en que la racionalidad es tenida por la sociedad
occidental”. También son de considerar los argumentos de Foucault, Habermas y
Bordieu, además de Max Weber.

La persistencia del totalitarismo en la Europa del siglo XX, no obstante, pone en


cuestión la congruencia de la racionalidad y la democracia.

Autores como Michael Young (1958) lamentaban a medidas del siglo XX que la
democracia (irónicamente, debido a su propia evaluación) no pudiera ser ya más que
una evolución) no pudiera ser ya más que una aspiración, “somos gobernados no tanto
por el pueblo como por las personas más inteligentes… no una aristocracia, no una
plutocracia, sino una verdadera meritocracia del talento”.

Resulta tentador considerar la comunicación y los medios como tecnologías de la


democracia. La Declaración del Milenio de Naciones Unidas (1998) y los esfuerzos de
algunos de sus organismos, como por ejemplo UNESCO, apuntan que el mundo podría
ser realmente un mundo más feliz para todo solamente con que hubiera un libre flujo
de información generalizado.

Jacques Ellul, por ejemplo, presenta algunos obstáculos cruciales y contradice lo que
Christians (1995: 171) denomina la suposición democrática de que los ciudadanos
pueden tener información suficiente para participar de manera constructiva en el
proceso de gobierno.

La razón de Ellul era que la technique-el tecnicismo de medios y comunicación


modernos-, peor que cualquier propaganda intencional, debilita la voluntad y la
agudeza crítica de aquellos que podían resistirse a las artimañas persuasivas de los
medios. Todo el campo que manejan los medios (tema, cómo lo cuentan) merma la
capacidad crítica de la ciudadanía, que en lugar de empoderarnos, nos resta fortaleza
crítica y agudeza a la hora de hacer nuestro propio análisis.

Katz y Lazarsfeld (1955) llegaron a la conclusión de que cuando las actitudes de las
personas están en desacuerdo con sus medios (de comunicación) es más probable que
cambien sus medios antes que sus actitudes.
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Schramm (1977) distinguía claramente entre medios grandes y medios pequeños Ellul
se lamentaba (1965:64), “un productor americano que haga una película… (no puede
escapar) a la penetrante (influencia) del modo de vida americano”.

Adorno, Horkheimer y, posteriormente, Habermas, todos marxistas, se esforzaron por


proponer “curaciones” para los males de la sociedad moderna, especialmente su
dependencia aparentemente desenfrenada respecto a la tecnología.

Dando que tanto la tecnología como la cultura (nuestras respuestas comunes al


entorno en el que vivimos (cambian) y que el concepto de mundialización evoluciona,
nos vemos obligados a preguntarnos si la democracia y la comunicación son en sí
mismas universales, uniformes o constantes.

Tanto en el seno de diferentes comunidades como entre ellas – especialmente entre


países y culturas o entre generaciones sucesivas del mismo país o cultura (Carey, 1995)
- es evidente que no lo son.

La democracia en India, por ejemplo, difiere claramente en su detalle cotidiano de la


Gran Bretaña, por ejemplo, y esta de la de Estados Unidos, y la de Estados Unidos de
finales del siglo XX de la del siglo XXI. Lo cual, a su vez, plantea el interrogante obligado
de si deberían o no ser la misma.

Si aceptamos la complejidad inherente del concepto de comunicación, vemos


(McQuail, 2001) que incluye la puesta en común de cosas y la formación y
mantenimiento de comunidades.

3.5.- Poder políti co, mediáti co y ciudadano


Un pequeño resquicio se ha abierto al amparo de la ley de impulso de la sociedad de la
información (LISI, 2007).

Las televisiones comunitarias que venían emitiendo podrán seguir con su labor, no son
muchas, apenas una decena.
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El informe de la Comisión McBride ya denunció no solo los desequilibrios de flujos


existentes, sino la ausencia de un acceso ciudadano que facilitara una verdadera
construcción democrática desde la participación real en la toma de decisiones.

Antes del informe, América Latina ya había reivindicado en la Conferencia


Intergubernamental sobre Políticas de Comunicación de San José de Costa Rica (1976)
la necesidad de cambiar el modelo.

Internet, como dice Richieri, supone también una cierta atomización, fragmentación y
disección de las expresiones populares.

El Ministerio de Cultura francés administra el llamado Fonds de Soutien a l’expresion


Radiophonique (FSER). Este fondo administra ayudas a los proyectos de incidencia
social que presentan las emisoras de la sociedad civil denominadas asociativas.

Este fondo, creado en 1982 con el objetivo de asegurar el servicio de la comunicación


social de proximidad de las radios asociativas, se obtiene del cobro de una tasa fiscal
sobre la publicidad difundida por la radio y por la televisión comercial.

Estas ayudas pueden ir destinadas a gastos de constitución e instalación,


equipamiento, gastos de explotación y a programas de actividades radiofónicas.

La fórmula del cobro de una tasa también se aplicó en España para garantizar el
funcionamiento de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Este
organismo se creó en 2003 para hacer las veces de órgano de regulación, pero sus
competencias fueron reducidas, interviniendo fundamentalmente como órgano de
arbitraje y sancionador. “Tiene por objeto el establecimiento y supervisión de las
obligaciones específicas que hayan de cumplir los operadores en los mercados de
telecomunicaciones y el fomento de la competencia en los mercados de los servicios
audiovisuales”.

El presupuesto de la CMT, proveniente de la tasa impuesta a los operadores que


prestan servicios de telecomunicaciones por la emisión de certificaciones y
administración del espectro, se fija sobre un porcentaje de la facturación bruta de las
empresas, establecido en el 0,01 por ciento.
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En España, en 2009, se tomó la decisión de suprimir la emisión de publicidad en el ente


público RTVE (se lleva una parte muy importante de la inversión publicitaria para evitar
esa competencia que tenía con las televisiones privadas) a partir de 2010 y financiar el
Servicio Público Estatal a través de dos tasas:

 A las telecos (grandes compañías de comunicaciones y teleoperadoras) del 0,9


por ciento sobre sus ingresos brutos.
 A las privadas que emiten en abierto, el 3 por ciento y 1,5 por ciento si son de
pago.

Este modelo ha sido cuestionado desde el minuto uno. A las grandes compañías de
comunicaciones y teleoperadoras (telecos) no les interesa tener que estar aportando
una parte de sus ingresos al ente público.

Esta decisión dejaba el mercado publicitario a las cadenas privadas, tal y como venían
reclamando con acusaciones al sector público de competencia desleal por su doble
financiación a través de los presupuestos del Estado y la publicidad.

La comisaria europea de la Agenda Digital, Neelie Kroes, denunció en su momento a


España y Francia ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo por la imposición de tasas.
La UE dictó a favor del gobierno Español puesto que consideraba que no era
improcedente el cobro de estas tasas y que no vulneraba ningún derecho.

A día de hoy hay un conflicto abierto en la UE en torno a estas tasas en el que revindica
que las grandes plataformas como Netflix o HBO, también abonen la cuestión de la
cuota europea y que por otra parte, una partida de estos ingresos en público sean
destinados a la financiación de los medios públicos.

Es voluntad de cada uno de los estados miembros de la UE obligar a las grandes


plataformas al pago, tanto de la cuota europea como de las tasas a los entes públicos.

En 2013 la CMT se integró en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia


(CNMC).
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Se integran seis organismos: Comisión Nacional de la Competencia; Comisión Nacional


de Energía; Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones; Comisión Nacional del
Sector Postal; Consejo de Medios Audiovisuales y Comité de Regulación Ferroviaria y
Aeroportuaria.
La CNMC se regula por la ley 3/2013, de 4 de junio, y por el real-decreto 657/2013, de
30 de agosto, por el que se aprueba el Estatuto Orgánico de la CNMC.

La CNMC es el organismo que promueve y defiende el buen funcionamiento de todos


los mercados en interés de los consumidores y de las empresas. Es un organismo
público con personalidad jurídica propia. Es independiente del Gobierno y está
sometido al control parlamentario. Entró en funcionamiento el 7 de octubre de 2013.

3.6 Paradojas de la libertad


Los medios de comunicación han creado una sociedad política nueva, en la que ellos,
los medios, son protagonistas principales.

Así, aunque el refinamiento retórico está presente desde siempre en la vida política,
nunca como hoy la astucia comunicativa ha tenido tales posibilidades de constituirse
en una fuerza de poder en sí misma La retórica y la democracia van juntas.

Swanson, David L.: “Durante más de dos milenios los pensadores han estado
interesados en el papel de la comunicación en la política. Retórica y Política de
Aristóteles, escritas en el siglo IV a. C, proporcionan un buen número de referencias
para la ubicación del comienzo de estudios serios sobre política y comunicación.

En la actualidad, los cambios más relevantes que han creado la relación entre la
comunicación y la política en la segunda mitad del siglo XX parecen corrientes y
familiares a los ciudadanos de la mayoría de los estados democráticos.

Entre los acontecimientos más importantes están la aparición de la televisión como


medio de comunicación de masas y su conversión en la principal fuente de noticias
sobre política y gobierno. Muchas veces la retórica está cargada de persuasión y la
política y la comunicación política están cargados de retórica.
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Planteamos las siguientes cuestiones: ¿Es la comunicación política un mal necesario,


una necesidad, un bien? ¿o se trata, quizá, solo de una ciencia analítica al margen de
los procesos políticos reales?

3.7 Desarrollo y cooperación


Más de la mitad del dinero que se destina a ayudar a los países en desarrollo proviene
de la Unión Europea y sus países miembros, que son por ello los mayores donantes del
mundo. Si algo tiene la vieja Europa es su mirada solidaria, no obstante, esta mirada
tiene su parte negativa. Los países, muchas veces revisten esa solidaridad y encubren
intereses comerciales. España tiene muchas vías de ayuda a los países más
desfavorecidas, pero son precisamente estos países con los que tienen un mayor
comercio. No podemos olvidar que hay una parte de estrategia y beneficio económico.

La política de desarrollo no se limita a suministrar servicios de primera necesidad como


el agua potable o carreteras practicables. La UE recurre también al comercio para
impulsar el desarrollo, abriendo sus mercados a las exportaciones procedentes de los
países pobres y animándoles a que comercialicen más entre sí.

Las cifras preliminares de la OCDE (Organización para la Cooperación y el desarrollo


económico) indican que la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) aportada por la UE y sus
Estados Miembros ascendió a 75.500 millones de euros en 2016. Representa un
aumento del 11 por ciento en comparación con 2015. Ha alcanzado su máximo nivel
hasta la fecha.

En 2016, la AOD colectiva de la EU representa el 0,51 por ciento de la renta nacional


bruta de la UE, esta cifra está por encima de la media del 0,21 por ciento de los países
no pertenecientes a la UE que son miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD).

En 2016, en un contexto de crisis migratoria sin precedentes, la UE y sus estados


miembros consiguieron aumentar tanto su ayuda a los refugiados como su ayuda al
desarrollo a los países en vías de desarrollo.

La AOD sigue siendo una fuente esencial de financiación para muchos países en
desarrollo. Existe una visión de la forma en que la financiación para el desarrollo debe
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evolucionar en apoyo de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible acordada en la


Agenda de Acción de Adís Abeba (AAAA).

La UE intenta:

 Movilización de recursos nacionales.


 Movilización de recursos del sector privado a escala nacional e internacional
para financiación al desarrollo del sector privado.
 Intensificación de los esfuerzos en materia de programación conjunta entre la
UE y sus estados miembros como medio para mejorar la eficiencia y la
responsabilidad de la cooperación.
Hay muchos campos de actuación y por ello se establece una agenda para ir cerrando
cumplimientos.

3.8 Erradicar la pobreza en el mundo


La pobreza representa un grave problema social que tiene implicaciones éticas,
económicas y políticas de primer orden.

La pobreza es parte de la historia misma de la humanidad y siempre se la ha


considerado como una situación normal en la vida del hombre. Los escritos de la
antigüedad reflejan cómo la escasez de alimentos y el hambre eran algo crónico y
común.

La misión del Banco Mundial está tallada en piedra en su sede central de Washington,
“Nuestro sueño es un mundo sin pobreza”.
Los avances logrados en la reducción de la pobreza han sido notables en las últimas
décadas. El mundo cumplió la meta del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio
(ODM) de disminuir a la mitad para 2015 la tasa de pobreza registrada en 1990,
lográndolo en 2010, cinco años antes del plazo previsto. Pero pese a los avances, el
número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema en el mundo es
muy alto.

El 10,7 de la población mundial vivía con menos de 1,90 USD al día en 2013, en
comparación con el 12,4 por ciento en 2012. En 1990 era el 35 por ciento. Desde este
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último año, casi 1.100 millones de personas han salido de la pobreza extrema. Pero los
avances no han sido uniformes.

El número de personas que viven en la pobreza absoluta ha disminuido en 600


millones desde 1990, pero el avance hacia los demás objetivos del milenio no es tan
prometedor.

Es frecuente leer que el 1% del mundo controla el 87 % de la riqueza, o que si las diez
personas más ricas del mundo entregaran su riqueza no habría pobreza. . Pero estos
planteamientos simplistas no son verdad. La pobreza, como tantos otros asuntos, está
fuertemente ideologizada.
Los 635 millones de chinos que han abandonado la pobreza en los últimos 30 años
están encantados de que China sea el país donde más millonarios se crean cada año y
donde más crece la clase media.

Los principales perdedores en el mundo de hoy no son aquellos que están muy
expuestos a la globalización. Son aquellos que han quedado excluidos.

3.9 Programa para el cambio


Es el nuevo proyecto de la política de desarrollo de la UE, aprobado por los ministros
de los países miembros en 2012 y replantea dicha política con objeto de reflejar los
cambios mundiales, el surgimiento de nuevos donantes y los retos actuales de los
países en desarrollo.

La nueva política ofrecerá una ayuda más estratégica y centrada en los resultados.
Tiene dos componentes principales: fomento de los derechos humanos, la democracia
y la gobernanza y el crecimiento integrados y sostenible para que la población pueda
salir de la pobreza por sus propios medios.

Entendemos que las necesidades que nosotros tenemos son las mismas que los demás
países y eso no es así, son ellos los que deben determinar cuáles son sus necesidades.

El programa para el cambio centró la ayuda para el desarrollo en tres aspectos:

 Protección social, sanidad, educación y empleo.


 Entorno empresarial, comercio y mercados mundiales.
 Agricultura y energía sostenibles.
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Por último, el programa quiere aumentar la eficacia de la ayuda, introducir sistemas


innovadores de financiación (mediante una mezcla de préstamo y subvención) y
garantizar que todas las políticas de la UE (cambio climático, agricultura o comercio)
sean acordes a los objetivos de desarrollo.

Durante años, la UE ha apoyado los esfuerzos de muchos países por erradicar la


pobreza y crear un futuro mejor para sus habitantes. Pero este esfuerzo suele ser a
largo plazo.

La política de desarrollo de la UE quiere dar a las personas desfavorecidas de los países


en desarrollo el control de este desarrollo. Esto significa: tratar de solucionar las
causas de la vulnerabilidad, como la falta de acceso a los alimentos y agua limpia o la
educación, la sanidad, el trabajo, la tierra, los servicios sociales, las infraestructuras y
un medio ambiente saludable.

3.10 ¿Qué es la coherencia de políti cas para el desarrollo?


A principios de los años 90, la política de coherencia para el desarrollo empieza a
formar parte de la doctrina de la cooperación internacional al desarrollo.

Tanto la OCDE, como la UE y Naciones Unidas hacen explícita la necesidad de que la


cooperación internacional aborde el desarrolla de los países receptores de ayudo de
forma más integral de lo que se había hecho en décadas anteriores.

Y que por tanto, el conjunto de las relaciones financieras, comerciales, culturales,


tecnológicas, de seguridad y defensa, etc,-entre países donantes y receptores persiga
el mismo objetivo de desarrollo y erradicación de la pobreza.

Las relaciones entre donantes y receptores con un impacto relevante en el desarrollo


socioeconómico de los segundos son muy diversas. Por ejemplo, en los primeros textos
de la OCDE, la coherencia de políticas para el desarrollo incluye la gestión
macroeconómica, el comercio, los asuntos financieros y la ayuda; mientras que la
coherencia de políticas implícitas en el octavo objetivo de Desarrollo del Milenio se
resume en la congruencia entre las políticas comerciales, de deuda y de ayuda al
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desarrollo, por una parte, y los objetivos de erradicación de la pobreza consensuados a


escala internacional, por otra.

TRANSNACIONALIZACIÓN Y CONCENTRACIÓN DE MEDIOS

3.1 Concentración de medios en España y en su entorno europeo


El Tribunal Constitucional español ha sido especialmente parco a la hora de
salvaguardar las libertades de comunicación cuando se ha invocado el pluralismo
informativo. Sin embargo, respecto a la libertad de empresa y libre competencia, sí ha
considerado que era un parámetro aplicable, se un modo más claro que el resto de los
altos tribunales que se analizan. Ahora bien, en la práctica, el mejor sistema de
defensa de la competencia es el alemán.

En España tenemos una ley audiovisual pero no tenemos una ley sobre el pluralismo,
no tenemos los límites tan marcados.

Hay dos regímenes jurídicos diferentes a la hora de abordsar las competencias


empresariales:

 El que limita las operaciones de concentración según determinados umbrales


económicos (EU, Alemania e Italia)
 El que limita las operaciones de concentración a determinadas cuotas de
mercado, por ejemplo, no más de tres operadores o no más de 25 por ciento
del mercado (España, Reino Unido y Francia).
En relación con a libre competencia es clave controlar la existencia de acuerdos
anticompetitivos y abusos de posición dominante.

Hay que reseñar, además, que en el ámbito español que nos ocupa, las funciones de
protección de la libre competencia las realizaba el Tribunal de Defensa de la
Competencia, en concurrencia con la Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones, un órgano especializado, ahora es la CNMC.
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Por lo que las relaciones entre ambos órganos han atravesado etapas de difícil
equilibrio. Ambos organismos se han fusionado en la CNMC, la Comisión Nacional de
los Mercados y la Competencia.

3.2 Fórmulas anti concentración multi media


En función de la presencia de la empresa concentradora en varias fases del proceso
productivo y/o en varios mercados:

El sistema español es el único de todos los que se estudian que no tiene fórmulas de
anticoncentración multimedia y no es controlado por una autoridad sectorial
independiente.

A diferencia de otros países europeos, España carece de esta entidad y no tiene esas
fórmulas anticoncentración.

La UE no tiene establecido un sistema de protección del pluralismo informativo –esta


acción corresponde a los Estados miembros- pero sí interviene la Comisión que suele
plantear dos criterios de análisis:

 Impacto de la audiencia
 Examen de la posible existencia de formas de control indirectas.
Cada vez son más frecuentes los supuestos de concentraciones empresariales que
afectan de una forma u otra al sector de los medios de comunicación.

Estos procesos de reestructuración son legítimos desde un punto de vista empresarial,


no obstante, existe el peligro de que lleven a la creación de monopolios u oligopolios
en este sector.

Para evitar que ello suceda, hay que establecer un sistema de control que, respetando
la libertad informativa y empresarial de los grupos de comunicación, impida que su
actuación ponga en peligro la libre competencia y, sobre todo, el pluralismo
informativo.
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En un sentido estricto, se consideran concentraciones los supuestos de crecimiento


externo por medio de operaciones de fusiones, adquisiciones de control, creación de
empresas en participación…

Según A. Van Loon y A. Lange cabe hablar de concentración de medios de comunican


cuando se produce:

 Fusión de empresas de comunicación: absorción de una empresa por otra o la


asociación de dos o varias para formar una sola
 Integración empresarial: toda forma de adquisición de propiedad o de poder
que afecte a las actividades de una sociedad o grupo de sociedades.
En un sentido amplio, concentración es cualquier situación económica real que
implique posiciones de dominio o de influencia.

Las concentraciones de medios de comunicación están sometida a dos regímenes


jurídicos:

a) Régimen general del Derecho de la Competencia.

b) Régimen específico, destinado a garantizar el pluralismo informativo.

 En el derecho a la competencia se opta normalmente por utilizar un concepto


restrictivo de concentración, de modo que solo se controlan los supuestos de
crecimiento externo, por ejemplo, las fusiones.
Las autoridades se limitan a verificar que las empresas dominantes no abusan
de su posición, y que las concentraciones que se lleven a cabo no creen o
refuercen posiciones dominantes que puedan redundar en perjuicio de la libre
competencia
 Normas específicas sobre concentración de medios de comunicación: muchos
países optan por controlar únicamente las operaciones de concentración
(fusiones, adquisiciones de control).
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La decisión de si se aprueba o no una operación de concentración depende de la


influencia sobre la opinión pública que adquiriría la empresa resultante de la operación
si ésta se llevase a cabo

3.3. Tipos de concentraciones de medios de comunicación


En función de la presencia de la empresa concentradora en varias fases del proceso
productivo y/o en varios mercados:

 Integración horizontal (monomedia). Cuando una empresa o grupo de


empresas controla varias unidades de producción en la misma fase del proceso
productivo y en el mismo mercado -los productos son idénticos-.

Ej. Un grupo de comunicación que controlase simultáneamente varias televisiones que


difundiesen sus programas en el mismo territorio.

 Integración vertical. Empresa o grupo de empresas que está presente en varias


fases del proceso de producción (cada vez más frecuentes).
Ej. Operadores de televisión que controlan también los equipos necesarios para la
recepción de los programas (como los decodificadores).

 Integración multimedia. Empresa o grupo de empresas que controla(n)


simultáneamente distintos tipos de medios de comunicación.
Ej. Una empresa que controlase al mismo tiempo emisoras de radio, cadenas de
televisión, periódicos…

 Conglomerados (integración multisectorial).


Empresa o grupo de empresas que está(n) presente (s) en el sector de los medios de
comunicación y al mismo tiempo también lo está(n) en otros sectores económicos.
Existe el peligro de que los medios se conviertan en el brazo mediático de un gran
grupo empresarial o financiero.

Ej. Bancos que invierten en TV y telecomunicaciones.

 Integración internacional. Empresa o grupo de empresas de comunicación que


está(n) presente (s) en distintos mercados nacionales de medios de
comunicación.
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Muchas empresas de televisión buscan conseguir así economías de escala y


aprovechar su know-how operando en países distintos de aquel en que
originariamente comenzaron a prestar sus servicios.

3.4. Causas
La mayoría de las causas son comunes a cualquier sector económico, si bien en el
sector de los medios de comunicación concurren en el momento actual una serie de
circunstancias que hacen que sea especialmente proclive a este fenómeno.

a) Deseo de responder a la globalización del mercado.

b) Deseo de incrementar el tamaño y la capacidad económica de las empresas


de comunicación.

c) La búsqueda de economías de escala y de enfoque.

d) Deseo de responder a la globalización del mercado.

e) Deseo de incrementar el tamaño y la capacidad económica de las empresas


de comunicación.

f) La búsqueda de economías de escala y de enfoque.

g) Deseo de controlar determinados puntos estratégicos que aseguren a una


empresa una posición de dominio en la totalidad o en parte del mercado.

h) Necesidad de las empresas de incrementar su conocimiento sobre una


parcela de negocio.

i) Aparición de nuevos mercados, próximos al de los medios de comunicación,


con gran potencial de futuro.

j) Desaparición de ciertas restricciones legales.

k) Deseo de aumentar la difusión de una determinada posición política en la


opinión pública o de tener capacidad de influir en la misma.

3.5. Consecuencias
-Consecuencias económicas.
Políticas de comunicación

-Consecuencias desde el punto de vista del pluralismo.

Desde esta doble óptica, tienen tanto efectos positivos como negativos.

Las autoridades deben establecer criterios que permitan determinar cuándo las
concentraciones deben ser permitidas y cuándo prohibidas por los efectos negativos
de las mismas en la libre competencia o en el pluralismo informativo, superando las
ventajas de dichas operaciones.

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