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3. Mercado de bienes y servicios II.

Oferta Agregada

Papel del mercado. Función de producción. Demanda de recursos productivos.


Remuneraciones y precios. Supuesto de plena utilización de los recursos. Expectativas
de costos y precios

3.1. Desarrollo: puntos destacables

La producción de bienes y servicios, realizada por las empresas, se extenderá en tanto


resulte conveniente a éstas y, conforme a la concepción neoclásica, hasta que la
remuneración del trabajo iguale a su salario de mercado. De este modo, cada empresa
demandará recursos productivos según su propia función de producción y de acuerdo a
la demanda que tenga, independientemente de la situación macroeconómica general. Si
los precios no se alteran, no habrá cambios en su nivel de producción; en cambio, si
espera que suban (bajen) pensará que será beneficiada (perjudicada) por su incremento
(disminución); en resumen, de sus expectativas de precios.

3.1.1. Producto potencial

Una economía concreta es difícil que opere con el uso completo de los recursos
productivos de trabajo y capital, bien porque no están ocupados (el caso de
desocupación de la mano de obra) o utilizados (en el caso de empresas con capacidad
excedente), o bien porque trabajan a un ritmo superior al normal (horas extras, varios
turnos). ¿Cuál sería el nivel de producción si los recursos se usaran plenamente y no
hubiera perturbaciones transitorias?. Este es el interrogante, y el producto potencial el
concepto que corresponde a esa situación.

Podría pensarse que el producto potencial es igual al producto tendencial o de largo


plazo, pero si bien son conceptos muy vinculados no son equivalentes. Por tendencia a
largo plazo del producto se entiende un movimiento que puede detenerse (o adelantarse)
transitoriamente por cierto tiempo y luego recuperar una velocidad constante
determinada por los recursos productivos y la tecnología existente en la economía. En
cambio, el producto potencial apunta al nivel de actividad que podría conseguirse con
dichos recursos y con la tecnología en uso; es entonces un punto máximo al que llegaría
cada economía, no necesariamente el crecimiento a largo plazo que a lo sumo podría
igualarlo.

El mismo concepto de producto potencial tiene inconvenientes definitorios, aparte de las


dificultades concretas para estimarlo. ¿Cuál es el nivel de uso de los recursos que debe
tomarse en cuenta?. Sería imprudente tomar el máximo posible pues se pueden hacer
horas extras o varios turnos, y a la larga -de ser permanente- se emplearía más mano de
obra o se ampliaría la capacidad de la fábrica. La repuesta sería tomar un
funcionamiento normal: esta repuesta es tan obvia como poco operativa en la práctica,
por lo cual el inconveniente no logra salvarse del todo.

3.1.2. Expectativas en la fijación de precios por las empresas

Toda decisión para ejecutarse en el futuro tiene como componente esencial la


expectativa de saber la situación en aquel momento, y en consecuencia todos los agentes
económicos poseen expectativas. No importa que dichas expectativas no se cumplan al
no darse las situaciones que se esperaban; la frustración es una posibilidad, a veces la
más frecuente. Un punto de vista afirma que no puede haber expectativas
permanentemente frustradas y que al final el agente aprende a hacerlas correctamente.
En algunos casos las condiciones futuras pueden ser total o parcialmente modificadas
por el agente, a diferencia de otros –los más- que no lo pueden. Si un vendedor enfrenta
un mercado de competencia perfecta, debe tomar al precio del producto como fijado;
por el contrario, si el mercado fuera de competencia imperfecta podría variar el precio,
ajustando la cantidad ofrecida.

Llevado el principio a la oferta agregada, si los precios permanecieran invariables


aquélla no se modificaría, pero lo haría cuando las expectativas variaran hacia arriba o
hacia abajo. En este segundo caso, el aumento de precios indicaría un auge y mejores
oportunidades (y beneficios) para el aumento de la producción, y viceversa. Aquí vale la
distinción entre un aumento (disminución) del precio del bien o servicio que se elabora,
y un aumento (disminución) general de precios al cual se refiere esta alternativa.
Una oferta agregada de este tipo, que depende exclusivamente de los precios presentes y
de los precios esperados, suponiendo que los recursos productivos se adaptan
inmediatamente a las condiciones vigentes, se acostumbra llamar la ‘curva de oferta
agregada de Lucas’.

3.1.3. Formación y corrección de las expectativas

Dos problemas distintos se presentan cuando se estudian empíricamente las


expectativas, por una parte, su formación partiendo de las declaraciones del agente, y
por otra parte, su corrección una vez transcurrido el tiempo entre su formulación y el
valor concretamente observado.

Para el primer problema, ya que el agente normalmente toma en cuenta el pasado, el


presente y el futuro sin indicar explícitamente la ponderación de cada uno, se recurre a
las variables que supuestamente debe o debería haber considerado. Desde luego la
vinculación de unas con otras es una tarea adicional, aunque estadísticamente podría
determinarse la relación; queda sin embargo por resolver el grado de correlación de las
variables explicativas entre sí (para evitar la duplicación innecesaria, y a veces
perjudicial). Si se aceptaran los postulados de las expectativas racionales, el agente se
comportaría como ante una situación de certeza pues prevería exactamente el futuro.

El segundo problema es más sencillo que el anterior al disponerse de dos cantidades


observables, la variable esperada y la variable efectiva, independientemente del método
de cálculo de la primera. Consiste en determinar el grado de apartamiento de ambas
cantidades, evaluando si deja de ser una predicción correcta influenciada por el azar o
una expectativa incorrecta.
3.2. Actividades

3.2.1. Lectura de la sección 3.2 de Sachs y Larrain (1994) y de los capítulos 2 y 3 de


Begg (1982)

3.2.2. Aplicación empírica

3.2.2.1. Producto potencial en Argentina

Gráfico 5. Argentina 1981-1997. Recursos Productivos y Producto Potencial

Empleo ajustado por calidad

15000

14000

13000
Empleo ajustado por calidad
12000

11000

10000

9000 Empleo

8000
1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

Stock de capital ajustado por calidad

24000
23000 Stock de capital ajustado por calidad
22000
21000
20000
19000
18000 Stock de capital
17000
16000
15000
14000
1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997
Producto Potencial
(% de crecimiento)

12.0
PBI efectivo
10.0
Producto Potencial I
8.0
Producto Potencial II
6.0

4.0

2.0

0.0

-2.0

-4.0

-6.0

-8.0
1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997
Fuente: Meloni (1998)

Meloni ha efectuado una estimación del producto potencial argentino para las últimas
dos décadas. Previamente ha debido hacer una estimación de los factores productivos
disponibles, dado que la misma cantidad numérica de cualquiera de ellos significa una
posibilidad diferente de producción en cada año y más aún si el efecto es acumulativo.
En particular, una misma cantidad de mano de obra en dos períodos difiere porque
normalmente la calificación se ha incrementado y por consiguiente también su
capacidad productiva; de más está decir que algo semejante ocurriría si una parte de los
trabajadores se hubiera retirado y fuera reemplazada por una cantidad equivalente de
nuevos trabajadores con mayor educación. Idem respecto al recurso capital, en cuyo
caso habría que reemplazar educación por tecnología. La corrección impide un sesgo
negativo creciente cuando los recursos resultan más calificados o son reemplazadas por
otros mejores.

Esta corrección en los recursos existentes debe hacerse año por año, resultando diferente
de las estimaciones a largo plazo que pueden estar basadas en una utilización no
eficiente de los mismos o tener períodos negativos que se compensan más tarde con
otros positivos. De cualquier modo, las tres partes del Gráfico 5 muestran las
estimaciones de recursos y producto.
3.2.2.2. Expectativas de ejecutivos empresarios

Cuadro 1. Argentina III.1983-IV.1985. Expectativas de Crecimiento de Precios


(% mensual)

MISMO PERIODO INFLACIÓN RELACIÓN


MAGNITUD PERIODO ANTERIOR INERCIAL TOTAL

Precios 0.73 1.3 poca

0.93 1.5 moderada

----- 1.39 ----- -6.7 buena

Base monetaria 0.90 2.8 poca

0.43 7.3 nada

El Cuadro 1 registra cinco alternativas presumibles de los elementos tenidos en cuenta


por los ejecutivos de finanzas para formular sus expectativas de crecimiento futuro de
los precios. La variable a explicar son estas últimas, según se tomen los precios (tres
alternativas: precios del período, del período anterior o ambos) o la base monetaria (dos
alternativas: base monetaria del período y del periodo anterior). Las cifras son por
unidad y para valores trimestrales.

Fuente: Arnaudo (1989)

En un período caracterizado por una inflación elevada y variable, las proyecciones de


los precios futuros eran de central importancia, especialmente para las empresas cuyos
ejecutivos fueron consultados al respecto. Sus opiniones emitidas en reuniones
mensuales, promediando las de los aproximadamente 30 concurrentes, fueron luego
publicadas por una entidad que los agrupa. No es seguro que fueran siempre las mismas
personas, que las opiniones fueran ponderadas en forma adecuada y que hubieran otros
inconvenientes menores.

En el Cuadro 1 se muestran las expectativas de precios mayoristas del grupo de


ejecutivos de finanzas, tomando como referencia (hechas las conversiones temporales
del caso) los precios y la magnitud de la base monetaria (la teoría de las expectativas
racionales supondría que se forman de acuerdo al comportamiento de variables
monetarias). Las cifras indican que la inflación se visualiza como un proceso continuo
(suma de los componentes mayor de 1), que se espera su aceleración (la suma de los
aumentos debidos a los precios anteriores es mayor que 1) y que el efecto monetario es
mínimo y transitorio.

Por curiosidad y aunque las cifras no son discutidas en el texto, en cuanto a su


corrección respecto a los precios observados en la realidad, las expectativas fueron
bastante acertadas, elaboradas con eficiencia y ausencia de sesgo.

3.2.3. Conclusiones derivadas de la comparación de las cifras del producto tendencial y


del producto potencial de Argentina en las últimas dos décadas

3.2.4. Problemas y Preguntas, en: Sachs y Larrain (1994), Cap. 3, 1(a,b,c) y 4

3.3. Referencias Bibliográficas

3.3.1. Lectura previa obligatoria

Sachs, Jeffrey y Felipe Larrain. Macroeconomía en la economía global, Prentice Hall


Hispanoamericana, México, 1994

Begg, D. The rational expectations revolution in macroeconomics: Theories and


evidence, John Hopkins University Press, Baltimore, 1982.

3.3.2. Lecturas recomendadas

Lucas, Robert. "Expectations and the neutrality of money", en: Journal of Economic
Theory, 1972, april.

Takagi, S. "Exchange rate expectations: A survey of survey studies", en: Staff Papers,
International Monetary Fund, 1991, march.

3.3.3. Artículos para aplicaciones empíricas.


Meloni, Osvaldo. "Algunas estimaciones del producto potencial de Argentina", en:
Anales de la XXXIIIa. Reunión Anual, Asociación Argentina de Economía
Política, 1998.

Arnaudo, Aldo A. "Expectativas inflacionarias de los ejecutivos de finanzas: Argentina


1983-1985", en: Económica, Universidad Nacional de La Plata, 1989, enero-
diciembre.

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