Está en la página 1de 2

La experimentación humana.

Jaime Quintero Tzompastle

Grupo: 41

Número de reporte: 9

Mucho se sigue hablando sobre los avances de la ciencia a costa de


experimentar con el hombre, los avances químicos siguen dándose a gran
escala, teniendo como objeto de estudio no solo animales como ranas, peces,
conejos, etc. sino también en el hombre, en sus laboratorios se pone al hombre
como un libro que tienen que abrir, separar sus partes y analizar una por una,
con la finalidad de obtener mejores resultados.

La biotecnología, en cuanto actividad humana, debe de sujetarse a un mínimo


ético, o sea, al respecto de los valores perennes y universales de la verdad, la
vida, el bien común y la misma naturaleza humana. Una ciencia sin conciencia,
sin límites éticos, será siempre la ruina de la sociedad.

Me quise detener en estas palabras, pues me parecen el punto principal de la


idea en este texto, porque aquel científico que no tenga una formación ética,
entonces no tendrá escrúpulos para abrir un hombre y analizarlo incluso aun con
signos vitales, no hay que exagerar, pero si puede abrir una rana y observar sus
organismos internos aun con vida, para obtener resultados que le convienen,
pero en ese momento no le interesa el animal o el sujeto, pues para él se
convierten en un objeto de estudio. Así mismo aplica cuando quiere observar
los resultados de un medicamento, no le interesa que los resultados dejen mal
físicamente al animal, pues están bajo su observación y analiza sus
proposiciones, sino dan resultado lo vuelve a intentar una y otra vez hasta

1
obtener lo que desea. Pero sin tener nada de conciencia en el dolor o sufrimiento
del animal.

No podemos tolerar experimentos a nombre de la ciencia que pisoteen la


dignidad del hombre o al animal se le considere como un objeto de estudios y
no sientan empatía ante su dolor y sufrimiento, aunque la ciencia se justifique
diciendo que es para el avance de la humanidad, pero tampoco debemos dejar
que la ciencia tome como objeto cualquier ser vivo sin nada de empatía.

Biografía.

Ontología de bioética

También podría gustarte