Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/334573475
CITATIONS READS
0 129
1 author:
19 PUBLICATIONS 0 CITATIONS
SEE PROFILE
All content following this page was uploaded by Jorge Salvador Zappino on 19 July 2019.
Jorge S. Zappino•
La Segunda Guerra Mundial fue más devastadora aún que la Primera debido,
entre otras causas, a los avances técnicos surgidos en todos los campos de la
ciencia. La sociedad tal y como se había conocido hasta entonces había quedado
casi destruida.
•
Licenciado en Ciencia Política – Mag. en Historia Económica y de las Políticas Económicas - Universidad de Buenos
Aires. República Argentina. E-mail: jorge.zappino@fibertel.com.ar
1
En este contexto Europa encara su reconstrucción. Y la forma en que lo
hace tiene que ver con los orígenes del proyecto integracionista. Dicha
reconstrucción se llevó a cabo sobre la base del más sistemático
intervencionismo del Estado en la economía, muy lejos de las recetas que hoy
recomiendan para nosotros. Por ejemplo, se hizo a través de estatizaciones,
fundamentalmente de los servicios, de los transportes, de la salud, la
educación, etc.
Esto tiene que ver con la naturaleza de estos países, porque a pesar del
grado de destrucción que sufrieron con la guerra, de ningún modo puede pensarse
que pasaron a ser países del Tercer Mundo; seguían siendo grandes potencias
industriales pues contaban aún con los factores endógenos que los llevaron a una
situación preponderante en el mundo.
2
revolución china de 1949, el ascenso radicalizado de la clase obrera japonesa en
el mismo año. En la periferia, el viejo sistema colonial se quiebra: el
movimiento "Quit India" del Congreso Nacional Indio en 1942; Siria y Líbano
consiguen su independencia en 1945, la India y Pakistán en 1947, Birmania,
Ceilán (Sri Lanka), Palestina e Indonesia (Indias Orientales Holandesas) en
1948, Filipinas en 1946, etc.
Sobre estas bases pudo establecerse un nuevo "orden mundial", que desde la
declinación de Inglaterra en 1914 el sistema imperialista no lograba establecer.
Los pilares de este orden descansaron sobre la hegemonía norteamericana basada
en su abrumadora ventaja económica, en producción y en productividad y al hecho
que su infraestructura económica no sólo no había sido afectada por la guerra (a
diferencia del estado de destrucción en que habían quedado los imperialismos
competidores), sino que tuvo un crecimiento espectacular durante la misma.
3
En marzo de 1945, el primer ministro británico visitó el continente y pudo
comprobar la situación en que se encontraba. El invierno 1946-47 fue desastroso
desde todos los puntos de vista. A la crisis económica había que sumar la
sensación de crisis espiritual: como escribió De Gaulle en sus memorias, "1940
había sido la prueba del fracaso de la clase dirigente".
Sólo los Estados Unidos habían salido indemnes de la guerra desde el punto
de vista material, mientras que los países europeos occidentales estaban
necesitados de alimentación y de ayuda para recomponer su capacidad industrial,
en un momento en que carecían por completo de capacidad para adquirir los
dólares que les resultaban imprescindibles para ambos propósitos. La suspensión
de los acuerdos de "Préstamo y Arriendo", aprobados tan sólo para el período
bélico, exigía crear otro procedimiento para que los Estados Unidos pudieran
jugar un papel en la reconstrucción de la economía y la estabilidad europeas.
Sin embargo, por más que todos estos acuerdos sirvieran para hacer nacer
un nuevo orden monetario internacional, lo cierto era que no podían resolver por
sí mismos los problemas económicos de Europa. De ahí la “necesidad” del Plan
Marshall. En junio de 1947, el nuevo secretario de Estado norteamericano propuso
a los europeos, en un discurso en Harvard, una ayuda colectiva durante cuatro
años que ellos mismos habrían de repartirse. Por este procedimiento, que se
extendía originariamente a todos los países, incluidos los del este europeo, se
pensaba que resultaría posible la superación por parte de Europa de una
situación económica lamentable y la perduración de la buena situación económica
norteamericana. La negativa de los países del bloque socialista, hizo que en
julio de 1947 sólo 16 países europeos se sumaran a ella.
4
de dólares. A diferencia de las ayudas anteriores, que formaban parte de una
diplomacia económica agresiva, el plan Marshall adoptó la forma de donaciones
(90%) más que de créditos (10%).
5
Y, por sobre todo, reconstruían economías que servían de freno a la expansión
del comunismo.
6
La reacción de la URSS al Plan Marshall fue de rechazo total. Stalin vio
en este programa de reconstrucción un complot para revitalizar a Alemania como
instrumento antisoviético. Así lanzó una intensa campaña comunista para
contrarrestar la propaganda americana. Por otro lado, Francia -que desconfiaba
de las intenciones norteamericanas- propuso su propia versión de una Unión
Europea: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (1951), que se creó como
alternativa a los planes de integración europea de los Estados Unidos. La CECA
tenía su sede en Bruselas, y su mayor fuerza residía en la alianza franco-
alemana. Con el tiempo esta organización se transformó en la Comunidad Económica
Europea o Mercado Común Europeo (1957), más adelante en la Comunidad Europea y a
partir de 1993 en la Unión Europea.
En enero de 1948, unos ochenta países, que sumaban las cuatro quintas
partes del comercio mundial, habian creado el GATT (General Agreements on
Tariffs and Trade), destinado a conseguir la desaparición de todo tipo de
barreras comerciales.
Los críticos del Plan Marshall habían predicho que este plan quebraría a
los Estados Unidos; pero en cambio el país disfrutó de enorme prosperidad, en
parte porque los fondos del Plan habían de gastarse en la adquisición de
productos norteamericanos. De hecho la fortaleza de la economía norteamericana
entre 1945 y finales de los sesenta se debía en gran medida a la vasta expansión
de la producción durante y después de la Segunda Guerra Mundial. La guerra sacó
a los Estados Unidos de la gran crisis, erradicó virtualmente el desempleo y
permitió a millones de norteamericanos ahorrar. Estos ahorros estimularon un
boom de la producción de bienes de consumo, especialmente de automóviles. El
ingreso per cápita de los norteamericanos, a mediados de 1949, era de 1.450
dólares, mucho más alto que Canadá, Suecia, Suiza, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y
7
otros que estaba entre los 700 y los 900 dólares. Asimismo, Europa occidental,
tras el breve periodo de reconstrucción económica y política, alcanzó una
fenomenal prosperidad económica que duró hasta los años setenta.
En los años cincuenta existía una competencia real entre las economías
europeas del Este y del Oeste. Al principio el Congreso estipuló que ni un
centavo de la ayuda del Plan se utilizaría con propósitos militares. Sin
embargo, en menos de tres años, parte de la ayuda económica se distribuiría de
tal manera que contribuiría a las defensas occidentales. Simultáneamente se
desarrollaron dos sistemas de seguridad en competencia: la Organización del
Tratado Atlántico Norte (OTAN) en 1949 y el Pacto de Varsovia en 1955. La
primera organización representaba un compromiso político de los estadounidenses
con los europeos occidentales, que incluía transferencias financieras masivas,
una diplomacia y planificación transatlántica permanente, y la promesa de acudir
en ayuda de las democracias occidentales si las atacaban. El Pacto de Varsovia
se integró por los principales países de Europa central y era encabezado por la
URSS.
“Hasta ahora los precios han estado demasiado altos y los salarios
demasiado bajos para que la gente compre los productos de la industria del
acero. Y tanto es así que compran los productos de nuestra industria aquí mismo.
Tomamos una tonelada de acero y la convertimos en automóvil, pero ya se sabe que
es muy poca la gente que puede darse el lujo de comprar un automóvil en Europa.
Por lo tanto, si comenzamos este proceso, es decir, si aumentamos los sueldos y
reducimos los precios, podemos apoderarnos de un mercado europeo que se
extenderá enormemente. Resultado: un aumento en la productividad. Henry Ford nos
introdujo a este novedoso principio, que fue lo suficiente para empezar una
revolución que todavía nos beneficia. Creo que el Plan Schumann dará el mismo
resultado en Europa.”
9
países a través de formas que no son abiertamente intervencionistas y que se
proponen como "ayuda" económica, humanitaria o política.
En este orden unipolar, sin embargo, sigue vigente el concepto de "eje del
mal" (que antes se ubicaba en los espacios comunistas) que amenaza al mundo.
Estados Unidos determina que pertenecen a este "eje" aquellos países que actúan
fuera de su órbita política y que amenazan sus intereses económicos y políticos,
entre los que podemos mencionar a Corea del Norte, Siria, Nigeria y Cuba.
Recientemente Afganistán e Irak fueron borrados de la lista de los países
"malignos", para integrarse a la sección de "países liberados que ayudamos a
reconstruir".
BIBLIOGRAFIA UTILIZADA:
10
Laufer, Rubén: “El factor estratégico en los orígenes de la Comunidad
Europea. Los Estados Unidos y el proceso de integración europea entre el
Plan Marshall y el Tratado de Roma”, Revista de Historia Universal (Fac.
de Filosofía y Letras, Univ. Nacional de Cuyo). Nro. 9, marzo de 1998.
11