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LA SOCIEDAD EN LA POSGUERRA

Los periodos de posguerra son épocas de tremendo desgaste social, político y


económico. Los conflictos bélicos proporcionan un enemigo claro contra el que
luchar, un objetivo político que conseguir y empujan la economía para lograr ese
propósito: la paz.

Una vez conseguida la ansiada paz, el mundo se para. La destrucción y la muerte


dan lugar a la valoración de daños y la consciencia del agotamiento mental,
económico, físico y político. Terminada la II Guerra Mundial, Estados Unidos se
convirtió en el motor del mundo occidental. Los préstamos y ayudas del llamado
Plan Marshall sirvieron para reconstruir, reorganizar y volver a poner en marcha las
economías europeas.

La posguerra afecta a todo un conjunto de consecuencias que abarcan


prácticamente todos los ámbitos de una sociedad (económico, social, demográfico,
etc). Dependiendo de los recursos de cada país, algunos suelen tardar más o menos
tiempo en recuperarse de una situación de guerra, aunque todos los países
implicados (beligerantes o no) sufren las consecuencias de una guerra. Usualmente
tarda más en recuperarse el país o los países vencidos que los vencedores.

La unión de los aliados se deshizo en el aire tras la derrota de los alemanes y el


nazismo. El enemigo era ahora el comunismo que, a su vez, se oponía al
capitalismo occidental intentando que los países en la órbita soviética no cayeran
bajo su influencia. La política, la economía, las fronteras, todo debía alinearse con
un bando u otro.

La cultura americana era considerada por los europeos como poco refinada,
pueblerina y carente de referentes históricos. No era del agrado de muchos
europeos, que además la veían como un arma más de los estadounidenses para
completar sus afanes imperialistas y de control de Europa.

En el Movimiento por la Paz estuvieron involucrados intelectuales y artistas como


Picasso, Louis Aragon, Neruda, Sartre y muchos más y su primer presidente fue
Fréderic Joliot-Curie, Premio Nobel de Química en 1935 y esposo de Irene Curie.
Los comunistas controlaban todos los movimientos, las publicaciones y las
actividades del Movimiento y consideraban con desdén a las élites occidentales
involucradas.
El Movimiento por la Paz consiguió un cierto éxito en sus propósitos entre las élites
europeas.

Nada más finalizar la Segunda Guerra Mundial, la alianza antifascista entre las
democracias occidentales y la URSS de Stalin comenzó a agrietarse. Se habían
repartido el mundo por ámbitos de influencia, y Europa quedó dividida en dos bloques.
Al oeste, el capitalista. Al este, el comunista. Empezaba un nuevo tipo de
enfrentamiento: la Guerra Fría .

La sociedad tal y como se habia conocido hasta entonces habia quedado casi
destruida. La desaparición del gran mercado de consumidores y empresarios
europeos empobrecidos por la guerra hizo pensar a los asesores económicos
estadounidenses en algún sistema de ayuda "para recuperar económica, social y
espiritualmente a Europa". Así, nació el denominado Programa de Reconstrucción
Europea, más conocido como Plan Marshall, y que se convirtió en un elemento clave
en la política exterior de posguerra de los Estados Unidos. A largo plazo, una de las
consecuencias económicas del Plan fue la aparición de las relaciones industriales
en Europa.

El Plan Marshall supuso un doble beneficio económico para Estados Unidos: el


primero, como acreedor de Europa, consistía en recibir los intereses de la deuda.
El segundo, garantizarse un lugar como exportador de materias primas y productos
en Europa, lo cual solo era posible si Europa se recuperaba.

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