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CAPÍTULO I: RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS JUECES

GENERALIDADES

1. LA RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS JUECES

1.1.Naturaleza Jurídica de la Responsabilidad Civil de los Jueces

En los cuerpos normativos se reconoce una clara independencia a los


órganos jurisdiccionales, en aseguramiento de la mejor garantía de que
adoptaran sus mejores decisiones con plena libertad. Pero esta facultad
que se le otorga a los órganos jurisdiccionales no solo establece la
independencia de jueces y magistrados sino también su responsabilidad.

A criterio de PUIG F ERRIOL el cual expone lo siguiente:


“En sede de responsabilidad civil se distingue entre la denominada contractual
y extracontractual, motivo por el cual parece oportuno precisar; en cuál de
estas dos categorías procede encuadrar la responsabilidad civil de los jueces y
magistrados. La respuesta viene en buena parte condicionada por la naturaleza
jurídica que se predique del proceso; cuestión por lo demás controvertida y
cuyo tratamiento en profundidad exigiría aparte de los límites que enmarcan
este trabajo.
Parece suficiente recordar que con arreglo a una teoría más o menos
clásica, se requiere configurar en el proceso como una RELACIÓN
CONTRACTUAL establecida entre las partes procesales de una parte y el
organismo jurisdiccional de otra; o según una variante de esta teoría, se habla
de un proceso como una particular manifestación de la categoría más general y
difusa de los cuasi contratos.” (p.14)

1.2.Clases de la Responsabilidad Civil de los Jueces

LOVON SANCHEZ, sostiene que “Los jueces no pueden estar


excluidos por razones de su función a algún privilegio que es a su vez,
injusticia para otro. Por el contrario, es quien por su misión esencial
delicada y trascendente da ejemplo de virtud, de moralidad, de ejercicio
cuidadoso y esmerado de sus funciones y por tanto, ejemplo de civilidad.
Este funcionario público no debe estar exento de responsabilidad”. (p.46)

1.2.1. Responsabilidad Civil por Dolo

Es la que determina la obligación de reparar el daño causado


cuando este ha tenido su origen en la mala fe en el obrar del
agente. De acuerdo al Art. 509 y 510 del C.P.C. la responsabilidad
Civil de los Jueces se encuentra limitada a los siguientes casos:
a) Falsedad, b) Fraude, c) Denegar justicia al rehusar u omitir un
acto o realizar otro por influencia, d) Emitir Resolución que
contraria su propio criterio sustentado en causa similar, salvo que
motive los fundamentos del cambio.
1.2.2. Responsabilidad Civil por Culpa Inexcusable

La culpa inexcusable en el campo de la actividad jurisdiccional es


la que se produce cuando el Juez yerra en forma notoria o
manifiesta, porque el asunto que no amerita duda y por tanto, solo
tiene un sentido de interpretación y de aplicación el Juez
interpreta y aplica en forma diversa del mandato de la norma
procesal o sustantiva.
De acuerdo a nuestra legislación, los jueces responden
únicamente por culpa inexcusable y solo en los casos siguientes:

a) Grave error de derecho


«Centrándonos como primera medida en el error judicial,
compartimos la opinión de aquel sector de la doctrina que
sostiene que el Estado debe responder por error judicial
cualquiera sea el ámbito del derecho donde éste se dé, es
decir, no solo por los daños en ejercicio de la función judicial
provocados en sede penal, sino también civil, comercial,
laboral, etc. » (AGÜERO citado por SARAVIA. 2007: pág. 279).

Así, precisa el doctrinario BUSTAMANTE ALSINA (Citado por


SARAVIA FRIAS. 2007), que debemos entender al error judicial
como « (…) todo acto judicial ejecutado por el juez en el
proceso, que resulta objetivamente contradictorio con los
hechos de la causa o con el derecho y la equidad, desviando la
solución del resultado justo al que naturalmente debió llegar. Es
así que el error judicial es un verdadero acto ilícito o contrario a
la ley, cometido por el juez, sea por acción u omisión en el
curso del proceso sometido a su jurisdicción» (pág. 278)

La diferencia entre error de derecho y el error de hecho radica


en que el primero: consiste en el conocimiento equivocado,
interpretación errada o inexacta aplicación de la norma de
derecho. Mientras que el segundo: recae en todo lo que no sea
norma jurídica. Ejemplo: Las personas al celebrar un acto
jurídico, pueden incurrir en error de hecho o de derecho lo que
constituye un vicio de la voluntad como prevé el C.C. vigente.
En tanto, si el error de derecho lo comete un Juez, estamos
frente a una impericia que juntamente con la negligencia y la
imprudencia son formas que toma la culpa. Por lo que, el error
de derecho cometido por el Juez puede ser de dos clases:

- Error IN IUDICANDO.- Dice CALAMANDREI citado por CELSO


QUISPE (2009) expone que:
“cuando el juez yerra in indicando, hace algo más que no
ejecutar una voluntad de la Ley, es decir, hace decir a la ley lo
que la ley no quiere decir, abusa del poder de mando que el
estado le confía, para dar fuerza de ley a lo que es la negación
de la verdadera voluntad de la ley”. (p. 51)

- Error IN PROCEDENDO.- Incurre el Juez, cuando deja de


aplicar o aplica mal e inaplica una norma de carácter procesal.

b) Interpretación Insustentable de la Ley


Interpretar es comprender, declarar, explicar, aclarar e incluso
completar el significado de lo oscuro o insuficiente. En el caso
de un Juez, en ejercicio de la función jurisdiccional, incurre
cuando la interpretación no se ajusta a las pautas que la
doctrina reconoce en los diferentes tipos de interpretación,
cuando la Resolución no se sustenta o no se motiva, cuando la
norma existe pero requiere por parte del Juez una labor
interpretativa no solo en cuanto al espíritu y alcance de ella
sino también en cuanto a su adecuación al caso concreto.

c) Indefensión por no analizar hechos probados


A criterio de CABANELLAS citado por CELSO QUISPE (2009)
lo define “Como la falta de defensa actual o permanente, desamparo
o carencia de protección y también la equipara como la situación de
la parte a quien se niega en forma total o se regatean los medios
procesales de defensa; ser oído por el juzgador y patrocinio por
letrado”.(P.49)

Por lo tanto, puede presentarse en cualquier etapa del proceso


judicial Ejemplo: en la etapa postulatoria, no notificar al
demandado, en la etapa probatoria al no admitirse los medios
probatorios ofrecidos por las partes, en la etapa resolutoria
cuando el Juez al Sentenciar no analiza los hechos probados.

d) Resolver en discrepancia con lo opinado por el Ministerio


público o en discordia, según sea el caso en temas sobre los
que existe Jurisprudencia obligatoria o uniforme o en base a
fundamentos insostenibles. En este caso la responsabilidad se
presume.

2. LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO EN EL PERÚ

La doctrina peruana enfocada por el gran jurista de TRAZEGNIES


GRANDA, en términos generales la jurisprudencia administrativa y judicial
del siglo XIX es contraria a la idea de una responsabilidad extracontractual
del Estado, durante la vigencia del C.C. de 1,852
“Primo la convicción de que al Estado en principio no puede exigírsele
responsabilidad civil porque sus múltiples suspicacias y que debe ser de
profunda reflexión. No cabe duda la posibilidad de que el Juez pueda ser
responsabilizado económicamente por sus sentencias cuando sus fallos
involucran poderosos intereses patrimoniales. Ej. ¿Qué Juez se atreverá a
ordenar la paralización de una fábrica contaminante, si corre el riesgo de que,
ante una acción de responsabilidad instaurada por la empresa propietaria, otro
Juez disponga que la medida era equivocada y que consiguientemente, el juez
que la ordeno debe abonar una suma millonaria por los daños y perjuicios
causados por tal medida? Otro ¿Qué tribunal se atreverá a declarar fundado un
amparo contra la medida del Gobierno, si después este puede demandarlo para
que pague de su peculio los daños pretendidamente causados al País por
impedir la ejecución de una disposición administrativa que se considera fundada
en el bien social?. Definitivamente se trata de riesgos muy graves que gravitaran
indudablemente en el razonamiento del Juez y en su apreciación de las
circunstancias.
Por eso, la tradición anglosajona es opuesta a la responsabilidad de los
magistrados. Sin embargo, ello no quiere decir que el Estado como tal no sea
responsable, sino los Jueces son funcionarios del Estado y consiguientemente,
existe la responsabilidad vicaria del empleador por los actos de sus funcionarios.
Finalmente, el autor sostiene que para ejercitar una acción de responsabilidad
contra el estado no se requiere de ningún texto expreso, sino que el Estado está
sujeto como todo el mundo a las reglas de responsabilidad extracontractual del
C.C. como la vicaría en el caso de daños judiciales. Hay quienes sostienen que
el error judicial solo es indemnizable cuando se trata de sentencias penales
porque pueden ser revisables.
En cambio, la sentencia civil que ha quedado consentida o contra la cual se
han agotado todo los recursos impugnatorios, es RES EUDICATA y no puede ser
cuestionada en forma alguna. Lo cual confunde la indemnización con la revisión
contenido en sentencia. Precisamente, si por error o dolo la sentencia otorga un
derecho a quien manifiestamente no le corresponde en perjuicio de otro, el daño
causado a este último es irreversible y solo puede ser reparado mediante una
indemnización”.

Por otro lado jurisconsulto ARIANO DEHO (2000) expone lo siguiente:


“Ahora bien el artículo 516 del código procesal civil señala que (…) la
obligación de pago de los daños y perjuicios es solidaria entre el estado y el
juez o jueces colegiados que expidieron las resoluciones causantes del
agravio (…). ¿Qué significa esta solidaridad en la obligación de pago? Sin
duda la redacción de este artículo es poco feliz. En realidad lo que se ha
querido establecer es la responsabilidad vicaria del estado en virtual
paralelismo con lo establecido con el artículo 1981 del CC que establece la
responsabilidad por el hecho de los dependientes”.

3. TEORÍAS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS JUECES

La gama de teorías es amplia, desde la que considera que los jueces son
absolutamente irresponsables por las decisiones que emitan, otra que
considera que los jueces son responsables pero de manera restringida y
finalmente la teoría que admite la responsabilidad amplia del Juez. Estas
teorías tienen algunas variantes como de considerar responsable al Estado y
no al Juez frente al litigante, y que este a su vez ¨ repita ¨ contra el juez y
otras modalidades, sin embargo, solo nos referimos a los principales:
3.1.Teoría de la Irresponsabilidad absoluta del Juez

Defiende la posición de que los jueces no responden por los daños que
ocasionen en el desempeño de la función jurisdiccional, basándose en
argumentos de diferente índole.
Tiene origen feudal basado en que “El rey no puede causar un daño al
pueblo, no puede estar equivocado, ni puede ser injusto” Ese es el
sustento actualmente insostenible. Otro argumento es el de la “Autoridad
de la cosa juzgada” esto quiere decir que en el transcurso del proceso la
ley prevé la posibilidad de usar medios impugnatorios, en consecuencia
si hubo un error en el proceso, este debe ser subsanado, por eso es que
la decisión final que se emita tiene autoridad de cosa juzgada, porque
crea derechos en sí misma, es decir, más allá de los errores que
contenga.

3.2.Teoría de la responsabilidad restringida del Juez

Habiendo perdido vigencia la teoría de la irresponsabilidad, llegó a


aceptarse la irresponsabilidad del juez, pero de manera restringida
recibiendo legislativamente un trato diferente. Es así que la
responsabilidad del juez se limita a los casos que expresamente señala
la ley, como ocurre actualmente en nuestro Código Procesal Civil.

Esta teoría tiene algunas variantes, como la referida a la responsabilidad


solidaria, que señala que el juez es responsable, pero de manera
solidaria con el Estado. El juez lo que hace es impartir justicia en nombre
del estado, entonces lo que hay es una suerte de responsabilidad
compartida o solidaria, por decirlo de alguna manera. Hay una
responsabilidad directa del estado, como ente que designa a los
magistrados y en consecuencia, debe haber solidaridad entre ellos.

3.3.Teoría de la responsabilidad amplia del Juez

Esta teoría con criterio de equidad defiende la tesis de que los jueces
deben responder por los daños que ocasionen en el ejercicio de sus
funciones. Sus defensores sostienen que los jueces deben responder
como cualquier otra persona, sea este un profesional o no debe
expresarse en forma clara y contundente que esta teoría consagra el
principio de responder ampliamente por todo daño causado a litigantes y
a terceros, y por todos los casos de dolo o de culpa de cualquier
gravedad.

La tratadista ARRATE ARISNABARRETA citado por CELSO QUISPE


(2009); expone:
“Indica que esta teoría sostiene que el juez debe reparar con sus bienes
los daños que cause, sirve de base el siguiente postulado:” toda
actividad humana que cause un perjuicio u otro por dolo o por culpa,
debe ser materia de una reparación”.(p.56)

4. HACIA UN NUEVO SISTEMA DE RESPONSABILIDAD CIVIL POR LOS


DAÑOS PRODUCIDOS POR LA ACTIVIDAD JUDICIAL

Debido a la problemática de la norma vigente prevista en nuestro código


procesal; algunos autores han puntualizado sobre el tema de
responsabilidad civil de los jueces a criterio del grupo; lo establecido por
ARIANO DEHO EUGENIA (2004) es más analítico y juicioso.

“Ciertamente en un estado de derecho no puede haberse ejercido del


poder sin responsabilidad y, como dijimos al inicio del presente trabajo,
la pregunta es quien responde por los daños que tal ejercicio puede
ocasionar. En el caso de los daños ocasionados por el ejercicio de la
potestad jurisdiccional el hacer descansar todo el sistema de
responsabilidad civil sobre los propios jueces puede, en primer lugar,
hacer peligrar uno de los soportes básicos de todo el estado de derecho
cual es la independencia judicial, y por otro, conducir a resultado
meramente liricos para victima la cual aun cuando venciera en el
proceso contra el juez, difícilmente obtendrá la efectiva reparación del
daño, por la obvia razón que el juez no necesariamente cuenta, en su
patrimonio, con bienes suficientes que responden por la obligación
impuesta por la sentencia.”(p.317)

Con respecto a la problemática de determinar cuando el juez incurre en


responsabilidad civil, la jurisconsulto ARIANO DEHO (2004) cita a los
autores GARCIA ENTERRIA Y FERNANDEZ; los cuales exponen lo
siguiente:

“Así ocurre, por lo pronto, cuando la responsabilidad se predica de


personas jurídicas en la medida en que estas solo pueden actuar a
través de las personas físicas. En tales casos, y en todos aquellos casos
en la que la responsabilidad se configuran legalmente al margen de la
idea de culpa, la imputación no puede realizarse a la mera acusación del
daño, sino tiene que provecharse, previa justificación de su procedencia,
en otras razones o títulos jurídicos diferentes, ya sea la propiedad de la
cosa que ha producido el daño, la titularidad de la empresa en cuyo seno
ha surgido el perjuicio, la dependencia en que al respecto al sujeto
responsable se encuentra el autor material del hecho lesivo, o cualquier
otra. Siendo la administración una persona jurídica, el problema de la
imputación de responsabilidad se plantea en los términos que acabamos
de decir, lo cual hace necesario precisar los títulos en virtud de los
cuales pueda atribuírseles jurídicamente el deber de reparación.”(p.321)

Por lo expuesto anteriormente la jurisconsulto ARIANO DEHO EUGENIA


(2004) propone un concepto de adecuado al régimen de responsabilidad:
En nuestro concepto un adecuado régimen de responsabilidad seria el
siguiente:

1) Desde el ángulo de los jueces no nos cabe ninguna duda que la


responsabilidad por desviación de su primario debe ser de sometimiento
a la ley debe conducirnos a la responsabilidad disciplinaria y penal.

2) Desde el ángulo de justiciable-victima la objetiva desviación del órgano


jurisdiccional (tanto del juzgador como los auxiliares jurisdiccionales) de
su sometimiento a la ley debe conducirnos a una responsabilidad por
daño provocados a cargo única y exclusivamente del estado-juez .dentro
de este supuesto debería comprenderse tanto los daños que provoca
una resolución “devenida jurídicamente inadecuada” como de las
normas reguladoras del ejercicio de las potestades jurisdiccional, o sea
del proceso (lo que los españoles llaman “funcionamiento anormal de la
administración de justicia”, que no necesariamente serian provocados
por la acción u omisión del juez sino también de los
auxiliares.(p.320-321).

La autora no recomienda que se personalice a la responsabilidad civil


del juez; pues de deviene en un argumento absurdo; pues si los jueces y
magistrados incurren en error bajo esta perspectiva de personalizando la
responsabilidad debería recaer también a los miembros del órgano
jurisdiccional (control interno del órgano del poder judicial y de los
magistrado y sus auxiliares), otro ello incurriría en absurdo. Pues estos
acciones jurisdicciones jamás debe desligarse de estado de derecho; por
ende los resultados dañosos que deriva de la responsabilidad civil de los
jueces y magistrados (actividad judicial) debía responder el estado.

CAPÍTULO II: ANÁLISIS NORMATIVO

5. CONVENCIÓN AMÉRICANA DE DERECHOS HUMANOS O PACTO DE


SAN JOSÉ DE COSTA RICA

La Convención Americana sobre Derechos Humanos fue suscrita en San


José de Costa Rica en el año 1969. De acuerdo al contenido de dicho
tratado internacional los Estados miembros de la comunidad internacional
buscaban reafirmar su propósito de consolidar en el continente americano un
régimen de libertad personal y de justicia social que fuese desarrollado en un
entorno democrático respetando los derechos esenciales del ser humano.

Los Derechos Humanos se basan en la necesidad de los pueblos en la


obtención y mantenimiento de la dignidad de cada ser humano, su respeto y
su protección, bajo esas condiciones se desarrolla y se logra la satisfacción
de las necesidades espirituales del hombre.

El principio de exigibilidad en materia de Derechos Humanos, reclama


disponer de instrumentos, mecanismos y procedimientos de protección a los
mismos, de modo que cualquier violación de ellos no quede impune, ni
cualquier víctima se quede sin una reparación.

El principio de exigibilidad se enfrenta a conceptos como “asuntos internos”


o “principio de la no injerencia” que mal entendidos, han permitido la
constante impunidad de la violación de los derechos desde que éstos fueran
declarados como universales hace ya más de medio siglo.

Otro derecho humano fundamental es el derecho a la indemnización. En tal


sentido el Pacto de San José señala en su artículo 10 lo siguiente: “Toda
persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de
haber sido condenada en sentencia firme por error judicial.” No se hace una
mención específica al área de los derechos humanos.

La figura de la indemnización y protección a las victimas está enfocada


desde un punto de vista más amplio en la Constitución. “El Estado tendrá la
obligación de indemnizar integralmente a las víctimas de violaciones de los
derechos humanos que le sean imputables, o a su derecho habiente,
incluido el pago daños de y perjuicios.

El Estado adoptará las medidas legislativas y de otra naturaleza para hacer


efectivas las indemnizaciones establecidas en este artículo.

El Estado protegerá a las víctimas de delitos comunes y procurará que los


culpables reparen los daños causados”.

6. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1993

6.1. ARTÍCULO 45º

Origen y ejercicio del poder estatal

El poder del Estado emana del pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con
las limitaciones y responsabilidades que la Constitución y las leyes
establecen.

Ninguna persona, organización, Fuerza Armada, Policía Nacional o


sector de la población puede arrogar se el ejercicio de ese poder.
Hacerlo constituye rebelión o sedición.

La primera parte de este artículo ratifica la doctrina política y la forma


de gobierno adoptada por el Estado peruano, consagrada además
expresamente en el propio Preámbulo y en el artículo 43 de nuestra
Constitución.

Dicho precepto enuncia que el poder del Estado deriva del pueblo –su
detentador originario- y que quienes lo ejercen están sometidos a los
límites y responsabilidades que establece el ordenamiento jurídico. Es
decir, el artículo 45 corrobora que el Estado peruano es una República
democrática.
Como bien afirma Marcial Rubio923, el Perú será una república porque
tiene organización basada en autoridades todas emergentes de la
sociedad, sin privilegio alguno de carácter monárquico, guiado por los
principios antedichos; y será democrático porque la manera de asignar
el poder es la de decisión del pueblo a través de elecciones periódicas
y con posibilidad de participación mediante procedimientos de
democracia directa.

Nuestra Constitución reconoce expresamente, a través de distintos


artículos, la obediencia al mandato del pueblo ya sus representantes.
De la lectura de los principios filosóficos que inspiran nuestra
Constitución, se advierte que nos encontramos dentro de un marco
normativo constitucional que consagra una democracia representativa,
a través de la cual el pueblo elige y los gobernantes elegidos ejercen el
poder en representación del pueblo. En resumen, los representantes no
son los titulares del poder y lo ejercen exclusivamente en
representación del pueblo que los elige.

Es importante mencionar que todos los ciudadanos en circunstancias


de normalidad y equilibrio político, social y económico, debemos
obediencia al gobierno ya sus autoridades elegidas en forma
democrática. El Presidente de la República y las autoridades elegidas
en cumplimiento de los procedimientos establecidos en la Constitución
y las leyes son los únicos legitimados para ejercer la representación del
Estado, y ningún civil o militar puede atentar contra el ejercicio legítimo
de ese poder o modificar el régimen constitucional.

El pueblo no gobierna sino por medio de sus representantes y


autoridades creadas por la Constitución.

6.2. ARTÍCULO 139º INCISO 7

Desde 1933 se consagró con rango constitucional el derecho que tiene


todo procesado a ser indemnizado por los errores judiciales cometidos
en los procesos penales, garantía que se hizo extensiva en la
Constitución de 1979 a la indemnización por las detenciones
arbitrarias. La Constitución Política vigente, siguiendo a la anterior
consagra este derecho en el artículo 139 inciso 7; y si bien no ha sido
desarrollado legislativamente, se encuentra vigente una ley
preconstitucional, la Ley N° 24973 que regula el tema de las
indemnizaciones.

La presente ponencia tiene como finalidad efectuar un análisis de la


disposición constitucional antes indicada, para lo cual se recurrirá
principalmente al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, ya
que en el ámbito interno lamentablemente no ha encontrado mayor
desarrollo doctrinario y jurisprudencial.
La indemnización por los errores judiciales y por las detenciones
arbitrarias en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos
Conocemos que el Derecho Internacional de los Derechos Humanos
logra un gran impulso después de la Segunda Guerra Mundial,
marcando un hito histórico la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. A partir de este poderoso instrumento de protección de los
derechos humanos, diversos tratados internacionales desarrollaron los
derechos en ella contenidos, con la finalidad de dotarlos de fuerza
vinculan te, sin desconocer el gran valor axiológico y carácter
vinculante que la Declaración ha adquirido a la fecha.

La vigente Constitución, siguiendo la orientación de la Constitución


anterior, lo consagra en el artículo 139 inciso 7, tanto para los errores
judiciales en los procesos penales y para las detenciones arbitrarias,
con el agregado: "sin perjuicio de la responsabilidad a que hubiere
lugar".

Este último enunciado nos remite a la legislación concordante, en la


que debemos incluir las normas sobre responsabilidad civil de los
jueces previstas en los artículos 509 al 518 del Código Procesal Civil;
los artículos 192 y 200 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, sobre la responsabilidad de los jueces en el ejercicio
de sus funciones, encargando el artículo 19 a la Oficina de Control de
la Magistratura y al Consejo Ejecutivo del Poder Judicial las quejas de
hecho por responsabilidad funcional. Y también el artículo 8 del Código
Procesal Constitucional, referido a la responsabilidad del agresor,
norma aplicable pues es una disposición general de los procesos de la
libertad, entre ellos el hábeas corpus, que protege a las personas frente
a detenciones ilegales y/o arbitrarias.

La norma específica, es la Ley N° 24973 del 28 de diciembre de


1988607, norma preconstitucional que establece los supuestos para
tener derecho a la indemnización por detención arbitraria: a) La
persona privada de su libertad por la autoridad policial o administrativa,
sin causa justificada o, existiendo esta, si se excede de los límites
fijados por la Constitución o la sentencia; y b) La persona que no es
puesta oportunamente a disposición del juez competente dentro del
término establecido por la Constitución.

El artículo 3 establece los casos en que procede la indemnización por


error judicial: a) Los que, luego de ser condenados en proceso judicial,
hayan obtenido en el juicio de revisión, resolución de la Corte Suprema
que declara la sentencia errónea o arbitraria; y b) Los que hayan sido
sometidos a proceso judicial y privados de su libertad como
consecuencia de este y obtenido posteriormente auto de archivamiento
definitivo o sentencia absolutoria. Regula también el procedimiento
para su ejercicio, estableciendo que las indemnizaciones serán
abonadas por el Estado a través del Fondo Nacional Indemnizatorio de
Errores Judiciales y Detenciones arbitrarias, cuyo Reglamento fue
aprobado mediante Resolución N° 001-90-FNI del 14 de diciembre de
1990

7. CÓDIGO CIVIL ARTÍCULO 1981º

Aquél que tenga a otro bajo sus órdenes responde por el daño causado por
este último, si ese daño se realizó en el ejercicio del cargo o en cumplimiento
del servicio respectivo. El autor directo y el autor indirecto están sujetos a
responsabilidad solidaria.

En el debate doctrinal sobre las normas de la responsabilidad civil


extracontractual en general se han desarrollado múltiples posiciones
respecto a las funciones perseguidas por esta rama del Derecho, entre las
cuales destacan, principalmente, la función indemnizatoria (o, si se quiere,
resarcitoria o reparativa), la punitiva y la preventiva (DíEZ-PICAZO, DE
TRAZEGNIES).Si bien no resulta oportuno examinar en detalle cada una de
estas funciones, para los efectos del presente comentario resulta necesario
detenemos brevemente en la función preventiva o disuasiva, en marcada
dentro del contexto de la teoría de la difusión social del riesgo asociada a la
corriente doctrinal del Análisis Económico del Derecho.

La vertiente más tradicional del Análisis Económico del Derecho postula que
la principal función del sistema de responsabilidad civil extracontractual es la
prevención o reducción, en la mayor medida posible, de los daños
resultantes de las distintas actividades que, pese a conllevar riesgos, la
sociedad está dispuesta a tolerar (BULLARD, CALABRESI, DE
TRAZEGNIES, POSNER). Estos daños típicamente se encuentran
vinculados a tres tipos de costos, comúnmente denominados costos
primarios -esto es, los costos causados a la víctima del perjuicio que se
pretende indemnizar-, secundarios -esto es, los costos sociales resultantes
del accidente derivados de la forma cómo se asigna o distribuye el impacto
económico de los costos primarios- y terciarios -esto es, los costos
asociados a la administración y funcionamiento del sistema de
responsabilidad extracontractual- (BULLARD, CALABRESI, DE
TRAZEGNIES). Así las cosas, desde esta perspectiva, la prevención de los
daños resultantes de los accidentes implica perseguir la reducción de la
suma de tales costos, de modo que podamos gozar de los beneficios
asociados a las actividades que conllevan riesgos de accidentes (por
ejemplo, conducir automóviles o producir productos en masa) al menor costo
posible para la sociedad.

Un mecanismo para reducir la suma de los costos de los accidentes es el


asignar responsabilidad en cabeza del Cheapest Cast Avoider o el más
barato evitador del riesgo, es decir, de aquélla persona que generalmente se
encuentre en mejor posición para prevenir la ocurrencia del daño y para
difundir socialmente los costos resultantes del mismo al menor costo
(BULLARD, CALABRESI, DE TRAZEGNIES). Típicamente, esta segunda
labor puede efectuarse mediante los mecanismos de precios en mercados
competitivos o por intermedio del sistema de seguros. De este modo, por
ejemplo, en casos de daños causados por productos defectuosos,
normalmente deberíamos responsabilizar a la empresa fabricante, quien se
encuentra en posición para adoptar mayores medidas de control y vigilancia
de sus procesos productivos a fin de minimizar los riesgos de defecto y
puede, adicional mente, distribuir entre todos los consumidores de sus
productos el costo de los daños ocasionados por aquellos que
ocasionalmente resulten defectuosos.

8. CÓDIGO PROCESAL CIVIL

8.1.ARTÍCULO 509: “PROCEDENCIA”

La autora LEDESMA NARVÁEZ, Marianella, quien menciona que


«Conforme apreciamos, la Constitución Política del Estado en el inciso 7
del artículo 139, atribuye responsabilidad objetiva directa al Estado por
los errores judiciales en los procesos penales y por las detenciones
arbitrarias. En cambio, el Código Procesal Civil, regula la
responsabilidad subjetiva directa del juez sustentado en el daño por dolo
o por culpa inexcusable en el ejercicio de la función jurisdiccional
proveniente de procesos no penales. Como se aprecia, el Estado es el
gran ausente en la responsabilidad civil de los jueces. Solo para los
casos de ejecución del pago, podría concurrir-solidariamente con el juez,
sin embargo, debemos reconocer lo vulnerable que se encontraría este,
cuando directamente y en forma personal, tenga que asumir su propia
defensa para demostrar lo acertado de su interpretación y la ausencia de
actividad dolosa o culposa, en su actuación jurisdiccional.

Por lo tanto, “La responsabilidad del juez opera cuando este genera un
daño, como consecuencia del ejercicio de su función jurisdiccional. Este
daño puede ser generado no solo a las partes sino inclusive a terceros al
proceso.”»

8.2.ARTÍCULO 510: “Presunción de dolo o culpa inexcusable”


Conforme lo menciona De acuerdo al Art. 509 y 510 del C.P.C. la
responsabilidad Civil de los Jueces se encuentra limitada a los
siguientes casos:
a).- Falsedad
b).- Fraude
c).- Denegar justicia al rehusar u omitir un acto o realizar otro por
influencia.
d).- Emitir Resolución que contraria su propio criterio sustentado en
causa similar, salvo que motive los fundamentos del cambio.
Tal como lo señala el autor QUISPE ZEA, «así también las
consecuencias de las faltas incurridas por el Juez, en la tramitación del
proceso o en la sentencia de cualquier género, pero sin voluntad, malicia
o mala fe; esto es por descuido, negligencia, impericia profesional o
imprudencia en el obrar.

8.3.ARTÍCULO 511: “Competencia de grado”

La competencia para conocer las pretensiones sobre responsabilidad


civil, en atención al grado y al territorio. La tarea que cumple el juez en
cada grado es diferente: en el primer grado, tiene la plenitud de las
atribuciones para aplicar la norma que, según su análisis, resulte más
apropiada; en el segundo, limita su decisión a los argumentos o glosas
de la parte vencida en la revisión provocada.
El procedimiento que se sigue para este tipo de pretensiones es el
abreviado.

8.4.ARTÍCULO 512: “Dictamen previo del Ministerio Público”


LEDESMA NARVÁEZ, Marianella realiza un comentario muy interesante
ya que menciona que « La intervención del Ministerio Público,
previamente a decidir la admisión o no de la demanda, constituye uno de
los pocos casos en que el éxito de la admisibilidad está condicionada a
la opinión del Ministerio Público. Se justifica su intervención por estimar
que existe un interés público en juego que hay que tutelar. En su
actuación procesal el Ministerio Público ostenta la representación de la
sociedad y la defensa de la legalidad, pero ello no le da atributos para
disponer del Derecho material, a través de alguna conciliación o
transacción, por ejemplo.
“Otro criterio, estima que más allá del plazo, lo que se busca es contar
con la opinión del fiscal sobre la procedencia de esta.”

8.5.ARTÍCULO 513: “Interposición de la demanda”


Frente a la resolución judicial presuntamente errónea deberá previamente
agotarse todos los recursos impugnatorios previstos en el ordenamiento
jurídico. Para hablar de error judicial es necesario que se den los
siguientes supuestos: que este se cometa en el curso de un proceso
judicial; que esté contenido en una resolución firme, después de haber
agotado los recursos de ley.

8.6.ARTÍCULO 514: “Plazo”


El artículo hace referencia al cómputo del tiempo dentro del cual se
puede interponer la demanda de responsabilidad civil.
El Código Procesal Civil se acoge un plazo procesal, destinado al
cumplimiento de una actividad procesal en particular como es la
demanda. Dicho plazo es legal y perentorio.

8.7.ARTÍCULO 515: “Regulación de la responsabilidad”


La responsabilidad de los jueces es una responsabilidad extracontractual
especial. El artículo 515 del CPC establece que el monto, exoneración y
carga de la prueba, las cuales están reguladas por las normas de
inejecución de las obligaciones, por el cual se presume la culpa en lo
que corresponde al sujeto al cual se le imputa haber provocado el daño,
el asociar la prueba en contrario, sin embargo, esta norma es adversa
para la víctima porque las normas de responsabilidad extracontractual
están pensadas en el interés de la víctima que ha sufrido un daño y tiene
que probar el nexo de causalidad y que ha sufrido un daño, pero el título
de imputación que sea dolo o culpa no corresponde a él probarlo.

8.8.ARTÍCULO 516: “Obligados al resarcimiento”


En nuestro país coexisten dos sistemas: el fundado en la
responsabilidad personal del juez, regulado en el Código Procesal Civil
(sistema de responsabilidad civil del juez, que consiste en que este debe
indemnizar ros daños causados por su propia actividad) y la
responsabilidad del Estado frente a los daños causados por error judicial
y por la detención arbitraria, conforme está dispuesto en la Constitución
Política del Estado.

8.9.ARTÍCULO 517: “Efectos de la sentencia”


La posibilidad de acudir a una instancia jurisdiccional para que se
indemnice por el daño causado en el ejercicio de la función jurisdiccional
del juez no puede considerarse como una tercera instancia o recurso
que busque la sustitución de las resoluciones recurridas, pues su
finalidad es la de obtener la reparación del daño sufrido por la
declaración judicial errónea y no -a diferencia de los recursos
procesales- una sustitución de los pronunciamientos de las resoluciones.

8.10. ARTÍCULO 518: “Demanda Maliciosa”


Uno de los efectos que genera la sentencia infundada de la demanda de
responsabilidad civil del juez es la sanción pecuniaria; sin embargo,
debe advertirse que no se trata de la sentencia que declara la
improcedencia de la demanda, sino de una sentencia que desestima el
derecho al resarcimiento.

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