Está en la página 1de 7

Pago de intereses:

compensatorios y moratorios
(artículo 1242 del Código Civil)
Sumario.- 1. Introducción, 2. Los intereses y el mutuo, 2.1. ¿A qué relación
jurídica podrían referirse los frutos civiles?, 3. Los intereses, 3.1. Tipos de
intereses: intereses compensatorios e intereses moratorios, 4. Nuestra
definición, 5. Conclusiones, 6. Bibliografía.

1. Introducción. Los intereses vistos como frutos civiles y como fenómeno


económico

Los intereses, vinculando la figura con los derechos reales, pueden ser


calificados como frutos civiles, puesto que son frutos que se devengan de
un capital proveniente de una obligación nacida de la ley o de un contrato.
Se trata, entonces, de frutos nacidos de una ficción jurídica. Sin embargo,
los intereses van mucho más allá que eso. Y, en general, una de las
definiciones más aceptadas con respecto a los intereses es que estos
constituyen el costo del dinero. En realidad, se trata de una definición más
que jurídica, económica.

Los intereses son, pues, un fenómeno tanto jurídico como económico. Los


preceptos del Código sobre intereses únicamente se aplican a las
operaciones de crédito celebradas entre los particulares, esto es, entre las
personas naturales o jurídicas que no se encuentran dentro del sistema
financiero. (Castillo Freyre, 2018, p. 95)

Efectivamente, en materia de derechos reales se concibe a los frutos como


aquellos provechos renovables que produce un bien sin que se altere ni
disminuya su sustancia (art. 890 del CC). Asimismo, estos se clasifican
frutos naturales, industriales y civiles. Siendo los primeros aquellos
provenientes del bien, sin intervención humana; los segundos los que
produzca el bien, con intervención humana y los civiles los que el bien
produzca como consecuencia de una relación jurídica (art. 891).

Hoy, pues, resulta insostenible imputarles a los intereses una naturaleza


primordialmente jurídica, pues es inocultable que la institución tiene sus
bases, su fundamento, en lo económico. Desechándose conceptos algo
conservadores o tímidos que no incluyen el lucro, por haberse considerado
inmoral. No obstante, se sabe que el lucro o ganancia o utilidad es lo que
mueve el comercio, y que sin él no existirían las sociedades de consumo. El
lucro no representa un elemento negativo dentro de una economía de
mercado, que se regula por la competencia y la autonomía de la voluntad,
además de la existencia de entes de defensa del consumidor y de defensa
de la competencia. (Jiménez Vargas Machuca, p. 2)

2. Los intereses y el mutuo

2.1. ¿A qué relación jurídica podrían referirse los frutos civiles?

A la relación jurídica proveniente de un contrato, concretamente al


“préstamo de consumo” conocido en nuestro ordenamiento como mutuo el
cual se encuentra previsto en el artículo 1648 del Código Civil (en
adelante CC):

Por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutuatario una


determinada cantidad de dinero o de bienes consumibles, a cambio de que
se le devuelvan otros de la misma especie, calidad o cantidad.

Vale recalcar que el mutuo genera intereses de manera automática salvo


que las partes dispongan algo distinto. Así lo establece el artículo 1663
del Código Civil:
El mutuatario debe abonar intereses al mutuante, salvo pacto distinto.

En términos sencillos, quien reciba un préstamo digamos de 1000 soles


deberá devolver otros 1000 soles (por eso se le llama préstamo de consumo
en doctrina) más los intereses correspondientes, salvo pacto contrario.

3. Los intereses

Según una doctrina brasileña, los intereses son el rendimiento del capital.


Representan frutos civiles, es decir, el pago por el uso de un determinado
bien por un tercero que no es el titular del derecho a usarlo (art. 95).

3.1. Tipo de intereses: intereses compensatorios e intereses moratorios

De acuerdo con el artículo 1242 del CC:

Artículo 1242.- Interés compensatorio y moratorio

El interés es compensatorio cuando constituye la contraprestación por el


uso del dinero o de cualquier otro bien. Es moratorio cuanto tiene por
finalidad indemnizar la mora en el pago.

Estima una doctrina nacional, que los intereses constituyen un aumento que


la deuda (ya sea de dinero o de bienes, aunque mayoritariamente estamos
hablando de deudas pecuniarias) devenga de manera paulatina durante un
período determinado, sea como renta del capital del cual el acreedor se
priva (precio por el uso y disfrute del dinero o del bien de que se trate), o
como indemnización por un retardo en el cumplimiento de la obligación,
fijándose según el tiempo transcurrido y la cuantía de la prestación debida.
(Jiménez Vargas Machuca, p. 3)

Los intereses pueden ser compensatorios o moratorios.


Los compensatorios remuneran el uso del capital de otra persona. Por lo
tanto, resultan del uso consentido del capital de otros, y deben ser previstos
en el contrato y estipulados por los contratantes. Los moratorios se deben
en los casos en que haya un retraso en la devolución del capital o un
incumplimiento de la obligación. (Bdine Junior, 2010, p. 445)

En otras palabras, el interés compensatorio no es otra cosa que retribución,


y no constituye, por consiguiente, indemnización del lucro cesante. En caso
de mora debitoris, salvo que las partes pactasen la extensión de los
intereses convencionales, aquel es sustituido por el interes moratorio que
viene a resarcir al acreedor de ese perjuicio. (Villagrasa Alcaide, 1998, pp.
149-150)

De acuerdo con una doctrina española, la deuda de intereses es una deuda


dineraria derivada a su vez de una deuda pecuniaria. Jurídicamente
el interés es un fruto, un fruto civil (arts. 354 y 355) que se configura como
una remuneración por la disposición de una suma de dinero. El dinero se
considera como un bien productivo y sus frutos son los intereses. Los
intereses pueden desarrollar varias funciones:  remuneratoria, como fruto
por la utilización de un capital, sancionatoria o indemnizatoria, como sucede
en el caso de los intereses moratorios (art. 1.108), como función de
revalorización para compensar el nominalismo y como función
compensatoria si la obligación es sinalagmática y la cosa produce frutos
(arts. 1.120, 1.303 y 1.501.2 CC). (Arnau Moya, 2009, p. 37)

Se destaca que los intereses compensatorios tienen como objetivo


salvaguardar el equilibrio contractual, introduciendo un correctivo que pueda
subsanar la alteración del sinalagma que se derive de la ejecución diferida
de las obligaciones que -según el id quod plerumque accidit– deben
ejecutarse de inmediato, como el reembolso de costas en el caso
del mandato, o el pago del precio al mismo tiempo que la entrega de lo cosa
que devenga intereses. (Maxia, 2020, p. 14)

El interés compensatorio se refiere a un crédito líquido pero todavía no


exigible. Los moratorios cumplen la función de resarcimiento del daño
causado al acreedor por el retraso en el cumplimiento de la obligación, en
las obligaciones pecuniarias se refieren a un crédito líquido o ilíquido pero
ya exigible. (Diez-Picazo Giménez, 1994, p. 179)

4. Nuestra definición

De las doctrinas expuestas podemos definir a los intereses como aquel


pago o remuneración que realiza quien, de forma temporal, usa un bien
(disposición de una suma dinero o de otro bien fungible) del cual no es
titular.

Pueden ser compensatorios cuando remuneren el uso del bien de otra


persona y moratorios en los casos en que exista un retraso en la devolución
del bien o incumplimiento de la obligación.

5. Conclusiones

Los intereses son un fenómeno tanto jurídico como económico.

En materia de derechos reales se concibe a los frutos como aquellos


provechos renovables que produce un bien sin que se altere ni disminuya su
sustancia (art. 890 del CC).

Los frutos se clasifican naturales, industriales y civiles. Siendo los primeros


aquellos provenientes del bien, sin intervención humana; los segundos los
que produzca el bien, con intervención humana y los civiles los que el bien
produzca como consecuencia de una relación jurídica (art. 891).

Los frutos civiles se refieren a la relación jurídica proveniente de un contrato,


concretamente al “préstamo de consumo” conocido en nuestro
ordenamiento como mutuo el cual se encuentra previsto en el artículo 1648
del CC.
El mutuo genera intereses de manera automática salvo que las partes
dispongan algo distinto. Así lo establece el art. 1663 del CC.

Podemos definir a los intereses como aquel pago o remuneración que


realiza quien, de forma temporal, usa un bien (disposición de una suma
dinero o de otro bien fungible) del cual no es titular. Pudiendo
ser compensatorios cuando remuneren el uso del bien de otra persona
y moratorios en los casos en que exista un retraso en la devolución del bien
o incumplimiento de la obligación.

6. Bibliografía

ARNAU MOYA, Federico (2009). Lecciones de Derecho Civil II: Obligaciones y


contratos. Valencia: Universitat Jaume I.

BDINE JUNIOR, Hamid Charaf (2010). Código Civil Comentado. Doutrina e


Jurisprudência. Comentario al artículo 406, Coordinador: Cezar Peluso, São
Paulo: Manole, pp. 445-453.

CASTILLO FREYRE, Mario (2018). Derecho de las obligaciones. Colección “Lo


Esencial del Derecho”. 13, Lima: PUCP.

DIEZ-PICAZO GIMÉNEZ (1994). La mora del deudor. Madrid: Universidad


Autónoma de Madrid.

JIMÉNEZ VARGAS MACHUCA, Roxana. “Intereses, tasas, anatocismos y


usura”. En: Diké, portal de Información y Opinión Legal de la Pontificia
Universidad Pontificia de Perú. Disponible
en: http://dike.pucp.edu.pe/doctrina/civ_art28.PDF

MAXIA, Marco (2020). La rilevanza degli interessi moratori ai fini del


sindicato in tema di usura. Dottorato di ricerca. Scienze giuridiche.
Università degli Studi di Cagliari.
OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario (2008). Compendio
de derecho de las obligaciones. Lima: Palestra.

VILLAGRASA ALCAIDE, Carlos (1998). La deuda de intereses. Tesis doctoral


presentada para la obtención del grado de doctor. Barcelona: Universitat de
Barcelona.

También podría gustarte