Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. IDEAS PRELIMINARES.
Dicha clasificación, continuó siendo utilizada por la doctrina de distintos países, siendo
acogida por algunos de sus ordenamientos legales. En el Perú, la citada clasificación se
mantiene gracias a la consagración normativa que ella recibió en el vigente Código
Procesal Civil, y a la regulación expresa o tácita que encontramos de las medidas
innovativas y de no innovar (como llamó el citado código a las medidas conservativas)
en diferentes partes de nuestro ordenamiento legal, lo cual garantiza su empleo por parte
de la doctrina y los tribunales. Se analizará mediante un detallado análisis legislativo
nacional y cualquier conclusión acerca del mismo, no puede dejar de complementarse
con una somera, pero precisa apreciación del empleo que los mencionados institutos
cautelares reciben en las principales normas.
Como norma procesal marco, dentro de su Título IV regulador del “Proceso Cautelar”
contiene un Capítulo II (“Medidas Cautelares Específicas”), que contempla tanto a las
medidas innovativas como a las de no innovar.
5. IDEAS FINALES.
Son muchos los criterios que pueden servir para clasificar y diferenciar entre sí a
las medidas cautelares, sin embargo, todas coinciden en sus caracteres de
instrumentalidad, provisoriedad, variabilidad, caducidad, y sobre todo en su
finalidad, cual es la de servir a la eficacia de un proceso. Dicha finalidad
inmediata tiene un correlato mediato: coadyuvar a la eficacia del ordenamiento
procesal en general, empeño en el cual concurren con las demás instituciones del
derecho procesal. Todas las medidas cautelares, además de la finalidad descrita,
tienen también un mismo sustento, cual es el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva de sus solicitantes, al cual el órgano judicial tiene la obligación
constitucional de responder. Dicha respuesta es posible gracias a determinados
principios procesales, que dan forma a un poder genérico de cautela procesal del
cual disponen los jueces. Dicho poder, en último término, es reconocido en la
legislación nacional y en las legislaciones extranjeras consultadas mediante la
regulación de la denominada “medida cautelar genérica