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Evaluación Casa del Lenguaje 1

de la unidad 2
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Los zapatos al revés

A Perico René Valiente se le ocurrió una vez,
a pesar de que se le prohibía, buscar las cosas
que el abuelo tenía en el desván.
Encontró un par de zapatos de cuando el abuelo
era chico. Habían pasado desde entonces como
cien años.
Como le quedaban grandes, se los puso
al revés y empezó a caminar.
Los zapatos eran mágicos, y ante su sorpresa
fue caminando hacia atrás, como si estuviera
retrocediendo, y entró en un mundo maravilloso.
Llegó a un pueblo donde todas las cosas
se hacían al revés. La gente trabajaba de noche
y dormía día.
El almuerzo se servía a la una de la madrugada.
Los semáforos prendían luces blancas, azules
y amarillas.
Los pájaros volaban de estrella en estrella
y había luces negras que venían de la luna.
Los niños usaban bastones y sillas de ruedas
para movilizarse, en tanto que los ancianos
patinaban, jugaban con pelotas y corrían
sin cansarse.
Las gallinas ponían huevos en los tejados
y los gallos cantaban en sus nidos.
Perico leyó en la pizarra de una escuela
lo siguiente:
¡Felices vacaciones! Usa bien tus nueve meses
de descanso.
Le explicaron por ahí que el año escolar duraba sólo tres meses y las vacaciones nueve.
Estaba en estos pensamientos cuando oyó la voz del abuelo, que blandiendo un bastón,
gritaba:
—¡Detente, Perico René Periquillo Valiente! ¡Quédate donde estás!
Perico quedó paralizado de miedo.
—¡Te ordeno que te quites inmediatamente mis zapatos!

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Perico se descalzó y corrió a los brazos del abuelo diciendo:
—¡Qué susto, abuelito! ¡Pero qué susto! Perdóname, lo hice sin pensar.
Luego el abuelo le contó lo que había ocurrido:
—Me robaste mis sueños de chico. Figúrate que cuando yo era niño me imaginé un mundo
al revés, el que tú acabas de visitar. Yo me figuraba que así sería maravilloso.
—¡Lo es! —dijo Perico acariciando las barbas del abuelo—. ¡Claro que lo es!
Sólo tres meses se va al colegio y los otros nueve de vacaciones.
El abuelo besó al niño en las mejillas y dijo:
—Son cosas de niños, Perico. Eso no es lo mejor. Yo también quería que las clases
duraran poco y que las vacaciones fueran largas. Vuelve a dejar los zapatos en el sitio
donde los tomaste y todo volverá a ser como antes.
Perico fue corriendo a dejar los zapatos, pero seguía pensando en lo lindo que serían
los nueve meses de vacaciones.
Rosa Cerna Guardia
Tomado de Lecturas siglo XXI 3, Editorial Santillana

1. Completa los cuadros con sustantivos tomados de la lectura.

Personas Animales Cosas

2. Subraya en el texto los nombres propios.

3. Busca en la sopa de letras los antónimos de las siguientes
palabras. Luego, escríbelos.
Z R B Q A X U N J A
A C C U F G O U C L • felices
C K B D U M W B R A • mágico
O D A Z I L I V O M • largo
D E R C Z E L X E R
• paralizado
T R I S T E S M P O
C O R T O H C N A N • mejor
B S E R G E L A C H
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4. Marca con una ✗ la respuesta correcta. Con el enunciado
¡Detente, Perico René Periquillo Valiente!, se expresa:
Una orden. Un deseo.
Una duda. Una afirmación.

5. Encierra los puntos que se emplean en el texto. Sigue la clave.

Punto y seguido Punto y aparte Punto final

6. Imagina que puedes dialogar con Perico sobre el mundo

al revés. Escribe dos preguntas sobre lo que te gustaría saber
de ese mundo. Después inventa y escribe lo que crees que
respondería.
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7. Marca con un ✓ la opción correcta. En el texto, se emplea

el guión largo (—) para indicar que:
Se cierra un escrito.
Un personaje habla.
La oración que le sigue es una pregunta.

8. Une con una línea cada afirmación con el personaje que la dijo.

—¡Te ordeno que te quites

inmediatamente mis zapatos!

—¡Lo es! ¡Claro que lo es! Sólo

tres meses se va al colegio y
los otros nueve de vacaciones.

—¡Quédate donde estás!

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9. Transforma los diálogos de los bocadillos en un diálogo

en el que emplees el guión largo (—).

Mamá, me gustaría Carol, pero así

que las vacaciones fueran no podrías aprender
de nueve meses. tantas cosas.

Tienes razón,
además no vería tanto
a mis amigos.
Duérmete,
ya tendrás tiempo para
las vacaciones.

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