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TIERRA

Primer ‘viaje’ al interior de un embrión en


una de las etapas centrales de su desarrollo
Un equipo de científicos británicos y alemanes ha logrado el primer examen
celular y molecular detallado de un embrión humano de entre 16 y 19 días,
durante un momento fundamental de su desarrollo conocido como
gastrulación. El análisis del embrión, donado tras una interrupción voluntaria
del embarazo, muestra que en esta fase aún no ha comenzado la formación
celular del sistema nervioso.

Adeline Marcos 17/11/2021 17:00 CEST

Representación del embrión en etapas iniciales de desarrollo. / AdobeStock

El desarrollo embrionario supera una línea biológica a los 14 días. A partir de


ese momento, comienza una de las etapas más importantes de la formación
del embrión que asegura su individualización biológica. Hasta entonces, los
embriones pueden dividirse en dos o fusionarse.

A partir de los 14 días comienza una de las etapas más


importantes de la formación del embrión que asegura su
individualización biológica
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Este proceso se conoce como gastrulación y se extiende hasta el día 21.


Durante esa semana se produce una explosión de diversidad en las células
encaminadas a especializarse. De hecho, este proceso sienta las bases para
la formación de los diversos tipos de células del cuerpo.

El embrión adopta la forma de un simple disco aplanado dando lugar a tres


capas germinales con células progenitoras que pasarán a convertirse en los
diversos tejidos y órganos que caracterizan al ser humano. Es en esta etapa
cuando pueden producirse muchos abortos y anomalías congénitas.

Desde hace décadas se considera que esta tercera semana desde la


fecundación, que precede a la formación de órganos, es el momento en el
que un individuo se convierte en un ser y se marcan los primeros signos de
desarrollo del sistema nervioso.

Sin embargo, debido a la rareza de muestras embrionarias tan tempranas,


esta fase no se había podido estudiar directamente y solo se conocía por
modelos experimentales. Ahora un nuevo estudio, publicado hoy en la
revista Nature, ofrece por primera vez una visión única del embrión formado
de manera natural en el útero hasta esta crucial etapa del desarrollo
humano.

“Nuestro estudio representa un eslabón perdido, por así decirlo, en nuestro


conocimiento de la progresión desde el óvulo fecundado hacia los tipos de
células más maduras del cuerpo”, comenta a SINC el autor principal, de la
Universidad de Oxford (Reino Unido), Shankar Srinivas.

Un embrión de 16 a 19 días
Los científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), el Centro
Helmholtz de Múnich-Centro Alemán de Investigación para la Salud
Ambiental de Alemania y el Instituto de Epigenética y Células Madres de
Cambridge analizaron un único embrión de entre 16 y 19 días después de la
fecundación en el útero, donado éticamente a través del Human
Developmental Biology Resource (HDBR) a la investigación tras una
interrupción voluntaria del embarazo.
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Es importante conocer este proceso para entender cómo


llegamos a existir
Shankar Srinivas

En ese momento del desarrollo embrionario la mayoría de las gestantes no


sabe que está embarazada, pero “en este caso, la persona lo sabía y decidió
interrumpir el embarazo y dio su consentimiento para que la muestra se
utilizara en la investigación, todo a tiempo para que pudiéramos obtenerla de
manera temprana”, explica Srinivas.

En esta fase, los embriones son muy pequeños (de poco más de un
milímetro de largo) y muy difíciles de recoger. “Esta es la única muestra de
una etapa tan temprana del desarrollo en los más de cinco años que
llevamos recibiendo muestras del HDBR”, señala el investigador.

Descripción de tipos celulares y expresión génica


Gracias a la secuenciación del ARN unicelular, el trabajo ha permitido
proporcionar una descripción detallada de los tipos de células presentes que
se desarrollan y diversifican a diferentes ritmos. Pero también se observó la
actividad de los genes que expresan y cómo cambian a través del tiempo
durante el proceso de la gastrulación, haciendo comparaciones con modelos
experimentales in vitro que dieron resultados similares. “Es importante
conocer este proceso para entender cómo llegamos a existir”, recalca
Srinivas.

“El nuevo estudio proporciona una piedra de Rosetta para los biólogos del
desarrollo. Al analizar un embrión humano excepcionalmente raro en una
fase muy temprana del desarrollo, los resultados permiten a los
investigadores traducir sus resultados de otros sistemas experimentales a
un lenguaje común”, señala Peter Rugg-Gunn, jefe de grupo del programa de
investigación epigenética del Instituto Babraham que no ha participado en
este trabajo.

Esta información aporta nuevas


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pistas para entender por qué estos


procesos a veces van mal durante el
embarazo, lo que puede dar lugar a
defectos de desarrollo en algunos
bebés
Peter Rugg-Gunn

El estudio aporta nuevos e importantes conocimientos sobre cómo se


forman y posicionan los primeros linajes en el embrión en desarrollo. “Esta
información aporta nuevas pistas para entender por qué estos procesos a
veces van mal durante el embarazo, lo que puede dar lugar a defectos de
desarrollo en algunos bebés”, añade Rugg-Gunn.

Células sanguíneas ya en desarrollo


Tras comprobar que este embrión en concreto estaba correcto y
morfológicamente intacto, los autores detectaron células germinales
primordiales (células precursoras que dan lugar a óvulos o
espermatozoides) –aunque no supieron especificar dónde–. El trabajo
también muestra que en esta fase tan temprana el embrión humano tiene
varios tipos de células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos primitivos.

“Fue una sorpresa ver glóbulos rojos tan pronto; se forman antes en los
seres humanos de lo que podríamos haber pensado basándonos en los
estudios con ratones. Otro aspecto interesante es que ya vemos muchos
tipos diferentes de células sanguíneas, tanto rojas como blancas. Esto
apunta a que la sangre se está diversificando muy pronto”, indica a SINC
Srinivas, que comparó estos resultados con modelos de ratón, lo que
refuerza el papel de este animal en las investigaciones.

Además, mediante secuenciación de ARN, los científicos descubrieron que


todas las células sanguíneas detectadas eran masculinas, como el propio
embrión, y no procedían de la madre.

A pesar de que solo pudieron analizar un embrión, “el proceso era muy
parecido al de los ratones, lo que nos dio mucha seguridad”, explica Antonio
Scialdone, coautor del trabajo e investigador en el centro alemán.
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Además, descubrieron que la especificación celular del sistema nervioso


aún no había comenzado en esta fase del desarrollo, cuando en el ratón ya
había signos de ello. “No vemos ninguna neurona en esta fase, lo que indica
que el embrión aún no dispone del aparato necesario para recibir
sensaciones u otras entradas”, apunta Srinivas, “algo a tener en cuenta
cuando revisemos la ‘regla de los 14 días’ en relación con el cultivo de
embriones humanos”.

Los autores descubrieron que la especificación


celular del sistema nervioso aún no había
comenzado en esta fase del desarrollo

“En esta investigación los científicos no observaron la especificación


neuronal de las células durante el periodo de tiempo estudiado, lo que
sugiere que se produce en un momento ligeramente posterior del desarrollo
en comparación con otros organismos modelo”, apunta Darren Griffin,
profesor de Genética en la Universidad de Kent (Reino Unido) e investigador
independiente.

Así, el trabajo permite conocer más en profundidad lo que sucede en el


embrión en esta etapa. "Como hay mucho interés en utilizar las células
madre para generar otros tipos de células útiles, podemos aprender de la
naturaleza y tratar de recrear esas condiciones en el laboratorio o la clínica”,
recalca Srinivas

Para Robin Lovell-Badge, de The Francis Crick Institute y también científico


independiente, la relevancia de este estudio reside en que es “un periodo
muy importante para estudiar, no solo para entender nuestros inicios, sino
también para ayudar a desarrollar métodos que ayuden a los embriones a
desarrollarse con normalidad”.

Un límite de 14 para embriones cultivados


En 1979 se estableció el límite de los 14 días para el cultivo de
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embriones humanos por el Consejo Asesor de Ética del Departamento


de Salud, Educación y Bienestar de EE UU. Le siguió en 1984 el Comité
Warnock de Reino Unido. El Panel de Investigación sobre Embriones
Humanos de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU lo hizo en
1994. Ahora, esa norma se extiende en al menos 12 países,
incluida España.

Sin embargo, ante las peticiones de muchos grupos de investigadores ,


estas restricciones fueron suavizadas el pasado mes de mayo en la
última revisión de las directrices de la Sociedad Internacional para la
Investigación en Células Madre (ISSCR). Así, el cultivo in vitro de
embriones humanos intactos pasó de ser una categoría de
investigación prohibida a una permitida, siempre con una rigurosa
supervisión y una aprobación de acuerdo a las leyes, insistiendo en
que ningún otro método podría dar la misma información.

“Las directrices actualizadas de la ISSCR todavía tendrán que llegar a


la legislación de varios países. Además, recomendaron una consulta
pública, por lo que todavía puede pasar algún tiempo para que la
investigación financiada con fondos públicos vaya más allá de los 14
días”, subraya Srinivas.

Su estudio podría proporciona datos importantes para mejorar la regla


de los 14 días, sobre todo respecto a la información que arroja sobre el
desarrollo del sistema nervioso.

Referencia:

Richard C.V. Tyser "Single-cell transcriptomic characterization of a


gastrulating human embryo" Nature, 2021.

Derechos: Creative Commons.

TAGS EMBRIONES CÉLULAS DESARROLLO HUMANOS


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