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Un nuevo modelo de embrión de 14 días aclara el mayor enigma de la

formación de un ser humano El palestino Jacob Hanna logra imitar una de las fases
más desconocidas Embriones Manuel Ansede 15 jun 2023
El embriólogo británico Lewis Wolpert (1929-2021) dijó: “El momento más importante de tu vida es la
gastrulación”. 14 días después de que un espermatozoide y un óvulo se unan, el embrión iniciará la
gastrulación, un proceso de una semana en el que esa pelotita se transformará en el primer boceto del
individuo. Esos días son el mayor enigma de la formación de un ser humano, a causa de las barreras técnicas
y éticas para investigarlos. El palestino Jacob Hanna ha logrado crear un nuevo modelo de embrión humano,
obtenido a partir de células madre, que imita la arquitectura tridimensional de un embrión natural de entre 7
y 14 días. “Es lª vez que se obtienen embriones humanos sintéticos sin modificaciones genéticas”, El
borrador de su estudio se ha publicado en el repositorio bioRxiv.
Las células de un embrión de pocos días son pluripotentes: pueden transformarse en cualquier célula de una
persona adulta, ya sea del corazón, pulmón o cerebro. Esas células también se pueden extraer y cultivar
individualmente en el laboratorio. Se dividirán y crearán copias idénticas de sí mismas por un tiempo
indefinido. El grupo de Hanna utiliza un cóctel químico para inducir la autoorganización de células madre
embrionarias en una estructura similar a un embrión humano.
La bióloga anglopolaca Magdalena Zernicka-Goetz, investigadora de la Univ de Cambridge, anunció en
Boston, que su equipo ha creado un modelo de embrión humano similar, capaz de desarrollarse en el
laboratorio hasta una fase equivalente a los 14 días, según The Guardian en su portada este jueves.
Zernicka-Goetz, que sí modifica genéticamente las células, no ha publicado sus resultados. Tres referentes
internacionales consultados por EL PAÍS ponen en duda el logro. El propio Hanna es muy contundente.
“Esto no es ciencia seria y es periodismo del malo”. “Según lo que presentó Zernicka-Goetz, esas estructuras
no se pueden calificar como un modelo de embrión, porque un embrión debería tener placenta, saco vitelino,
cavidad amniótica y saco coriónico, y no aparece ninguna de estas partes. Sus datos me parecen muy poco
convincentes”. “Los científicos que trabajan con células madre deberían intentar no hacer lo mismo que He
Jiankui, que anunció los bebés CRISPR [los primeros humanos modificados genéticamente] sin publicar
ningún dato que lo respaldara”. EL PAIS ha solicitado más información a Zernicka sin obtener respuesta.
El ingeniero francés Nicolas Rivron ya empleó células madre embrionarias en 2021 para crear modelos de
blastocistos humanos —embriones de unos 5 días y unas 200 células— en el Instituto de Biotecnología
Molecular de Viena. En algunos países, como Australia, estos seudoembriones se tratan como auténticos
embriones y están regulados por la misma legislación, muy rigurosa. Rivron también es escéptico con los
resultados de Zernicka-Goetz. “No estoy muy convencido de que se trate de una recapitulación del
desarrollo humano”. “Parece un intento de reivindicar el avance antes que sus competidores. El artículo de
The Guardian es sorprendentemente inexacto y está lleno de errores fácticos”.
En abril, el equipo del neurocientífico chino Zhen Liu, del Instituto de Neurociencias de Shanghái, consiguió
generar seudoembriones de macaco en el laboratorio e implantarlos en el útero de tres monas, iniciando 3
embarazos, pero todos fracasaron al cabo de unos días. Si no se pueden desarrollar en el útero materno no
son embriones reales, sino simples modelos de embrión.
El equipo del biólogo español Alfonso Martínez Arias logró en 2020, a partir de células embrionarias
cultivadas en laboratorio, estructuras similares a una parte del embrión humano de unos 19 días, sin la
semilla del cerebro ni los tejidos que formarían la placenta. Martínez Arias, de la Univ Pompeu Fabra,
aplaude los “impresionantes” resultados de Hanna. Y critica el anuncio de Zernicka-Goetz: “No hay datos,
porque su trabajo no se ha publicado en ningún formato. Este campo tiene la mala costumbre de dar grandes
titulares que luego no se ajustan a la realidad.”. La competición por ser el 1º es feroz, pero en este caso
Martínez Arias no tiene dudas de quién va por delante. Hanna presentó sus resultados en un congreso en
marzo en Japón.
La bióloga francesa Irène Aksoy cree que estos modelos de embrión son “una herramienta formidable” para
iluminar el desarrollo del ser humano en etapas hoy inaccesibles, en las que se inicia el desarrollo de los
diferentes órganos. Aksoy y su colega Pierre Savatier han creado en el Instituto de Investigación en Células
Madre y Cerebro, en Lyon, quimeras de mono y persona: embriones de macaco de unas 250 células, en los
que 10 de ellas eran humanas. En estos modelos no hay nada que se parezca a un corazón latiendo o un
cerebro incipiente, ya que el desarrollo de las estructuras se frena mucho antes. “Hay que plantear límites
éticos, porque en este caso la ciencia se ha adelantado a la ley y nadie quiere repetir el fiasco de los bebés
CRISPR”.
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