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Y lo primero con lo que nos encontramos cuando miramos hacia nuestro interior,
- es con SENSACIONES. Es decir, conocimientos que obtenemos a través de nuestros sentidos. Esto
es, el concomimiento sensible. Y al igual que Platón, San Agustín piensa que de los objetos sentibles
no se puede extraer verdadero conocimiento por su carácter cambiante. porque ya hemos visto, que la
verdad se encuentra en lo eterno e inmutable.
- Así que nada, tenemos que seguir buscando en otra zona de nuestro interior: nos encontraremos con
que aparte de sensaciones, también tenemos una CAPACIDAD RACIONAL con la que construimos
reglas y modelos a partir de los objetos sensibles. Por ejemplo, si definimos un objeto sensible como
circular, imaginemos una manzana, ahora mismo tenemos una manzana y decimos que es circular
gracias a la idea de circulo que tengo como modelo en mi cabeza, pero no deja de ser un a
conocimiento racional a partir de un objeto sensible.
- Así que todavía podemos ir más allá, y si seguimos mirando en nuestro interior, nos encontraremos
con que hay un CONOCIMIENTO RACIONAL SUPERIOR, que no requiere la intervención de la
sensación, sino que directamente podemos llegar a contemplar lo eterno y lo inmutable, es decir,
los modelos ideales.
- Sin embargo, por mucho que miremos en nuestro interior, el ser humano no puede producir por
sí mismo esos modelos ideales, porque precisamente el ser humano tiene ese carácter de
temporal y finito, y solo puede proceder de algo eterno e inmutable, que es DIOS.
Por lo tanto, es necesaria una iluminación divina que proporcione estas ideas al ser humano, así san Agustín
desarrolla su teoría de la iluminación.
Teoría de la Iluminación divina
Establece que al igual que el sol ilumina las cosas corpóreas, dios es el sol que da luz a la inteligencia del ser
humano para que este pueda conocer las verdades eternas. Para San Agustín, la luz de Dios ilumina el
alma y permite que pueda percibir la verdad inmutable de las cosas. “¿Pero, ¿dónde creemos que se
encuentran estas razones ideales, sino es en la misma mente del Creador? 83, Cuestiones diversas. Porque
san Agustín considera que en él se encuentra la verdad a la que debe aspirar todo ser humano y
donde encontraremos además la verdadera felicidad.
De esta forma, San Agustín admite diferentes grados de conocimiento: En el más bajo esta el conocimiento
sensible, en el nivel medio el conocimiento racional inferior y en el nivel más alto estaría el conocimiento
racional superior, pero en todo caso, el nivel más alto del conocimiento y el nivel más alto de verdad se
identifica con DIOS.
Hilando fino
A Dios le pertenecen las razones eternas, las “rationes aeternae” que son un equivalente a las ideas platónica,
eternas e inmutables.
Y Si se sigue en dirección descendente encontramos el alma humana. La posición intermedia que ocupa el
alma humana, a medio camino entre Dios y el resto de la creación, la obliga a dividirse en dos razones
distintas: una razón superior (ratio superior) y una razón inferior. No hablamos de una división del alma, sino
de un reparto de funciones distintas de una misma alma.
El conocimiento es un fenómeno con múltiples aspectos.
Existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento
San Agustín parte de un ESQUEMA NEOPLATÓNICO.
En la cumbre del conocimiento, donde Platón situaba el Bien y Plotino el Uno, Agustín sitúa a Dios.
PLATON, la idea de bien es la idea suprema. Platón piensa que en nuestro interior descubrimos una
misma verdad, que es efectiva para todos los seres humanos.
Creador
-Dios es —según las Sagradas Escrituras—, "El que es" -Dios es el ser mismo.
-Influido por la tradición platónica, Agustín entendía al ser como "mismidad", como inmutabilidad.
Dios es perfecto, infinito, eterno, inmutable.
Criaturas
-Todo lo demás es contingente y mudable, podría no haber existido nunca y, una vez que existe, se
halla sometido al cambio. -Hombre
Salto ontológico
-Esta línea demarcatoria entre el Creador (necesario e inmutable, lo eterno) y lo creado (contingente
y mudable, lo finito).
Alma
-El hombre es un compuesto entre cuerpo y alma.
"A"
El alma necesita de las ideas para conocer. Las ideas son consustanciales a Dios, es decir, el alma
no puede por sí misma elevarse hasta Él. El salto ontológico que separa al Creador de las
criaturas hace imposible que el alma transite ese camino.
"B" Iluminación
Para San Agustín, la luz de Dios ilumina el alma y permite que pueda percibir la verdad inmutable de las
cosas. También dice que, si la primera luz, la luz del sol, es percibida por los ojos del cuerpo, la segunda, la
“luz inteligible”, les percibida por los ojos del espíritu y el corazón del creyente.
“al igual que el sol es la fuente de la luz sensible, que vuelve visibles las cosas, Dios es fuente de una luz
espiritual, que vuelve las cosas inteligibles por el pensamiento” (sol. 1,12,15).
En el conocimiento se requiere=
-la participación simultanea de Dios, que ilumina
-el intelecto humano, que es iluminado.
Ambos actores son activos, NO SE HABLA DE QUE Dios piensa dentro de cada uno de nosotros, porque eso
equivaldría a decir que el ser humano es un espectador, cuando en realidad es un verdadero protagonista. Al
comienzo hablamos de verdad y después de conocimiento= Para San Agustin, el nivel más alto del
CONOCIMIENTO y el nivel más alto de VERDAD se identifica con DIOS, por eso Dios es el punto central de
la filosofía de San Agustín, y lo que remarca san Agustín es que en Dios se encuentra la verdad a la que
debe ASPIRAR todo ser humano y donde encontraremos además la verdadera felicidad.