COLOMBIA: El lento despertar de una nación monopolizada desde su nacimiento por gobiernos

individualistas.

Colombia atraviesa por un punto crucial en este tiempo, ya que el nuevo gobierno tiene la
intención de promover un cambio estructural en el país, debido a que, desde el nacimiento de esta como
nación, y sobre todo en los últimos 20 años, se ha visto monopolizada por los gobiernos de turnos y
gobernantes que no priorizan el bien común sino, que buscan satisfacer sus intereses individuales. Pero
¿Qué retos debe asumir la sociedad colombiana para erradicar estos pensamientos individualistas?
Lograr un cambio cultural, educativo y político en Colombia. Al estar organizados como un estado, es
necesario que haya leyes que rijan, se cumplan y gobiernen las conductas humanas. Asimismo, es deber
del estado garantizar los derechos de la sociedad donde exista un contrato en el que se comprometen a
someterse a un gobernante, y el gobernante se compromete a velar y defender los derechos de sus
subordinados.

La nación colombiana a sido gobernada desde su emancipación colonial, por las mismas
familias que se han pasado el poder como si fuese un legado o herencia que puede ser asumido sin dar
oportunidades a cambios. Comenzando por la necesidad de subir al poder a nuevos mandatarios que
conozcan el contexto social y las necesidades que apremian en el país. Torres, J (2010) Colombia entre
la democracia y el autoritarismo, relata paso a paso los sucesos que han marcado la historia de
Colombia, de un gobierno individualista, pero, sobre todo, autoritarista, el cual se agudizó en los
últimos treinta años, pero que el nuevo gobierno ha querido darle un vuelco total a esta historia. No ha
sido fácil, ya que nunca en el país, había logrado gobernar un dirigente de pensamiento izquierdista y
que se propusiera a disminuir las grandes brechas de desigualdad social que trajo el individualismo de
los grandes dirigentes, pero, sobre todo, acabar con la marcada corrupción política. Los grandes
cambios traen grandes crisis sociales por las revoluciones que deben darse para dar paso al cambio y a
la transformación. Esto se vio en las reformas que siguieron a la revolución francesa y que asimismo se
dio en otras sociedades. Ya ha comenzado las reformas, pero con un avance lento pero firme, lento por
las grandes oposiciones de las personas que manejan grandes maquinarias políticas en el poder, sobre
todo con la manipulación de los medios de comunicación masivos trayendo toda clase de
desinformación. Por esta razón se hace necesario educar a las nuevas generaciones para que, teniendo
acceso a la educación superior, puedan tener la capacidad de criticidad y así acabar con las malas
practicas de clientelismo en la política a la hora de elegir a gobernantes que prioricen el bien común.

Según Locke, J (1690) Segundo tratado sobre el gobierno civil, el ser humano puede vivir sin
estar organizado como un estado, ya que, al estar en su estado natural, el puede vivir bajo las leyes
naturales respetando a los demás sólo con el acuerdo de la palabra. Pero teniendo en cuenta el
pensamiento de Rousseau (1755) Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, en el
cual se plasma la celebre frase “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, ha sido en cierta
forma una clara muestra de las malas practicas que realizan todos aquellos que después de subir al
poder, terminan por olvidar lo que prometen y es así cuando salen copiando las malas practicas que
marcan más las brechas de desigualdad social en el país. Por eso es necesaria la transformación en la
educación, donde se enfaticen los valores, pero sobre todo los deberes como ciudadanos, que tienen
derechos pero limitados hasta donde comienzan los de los demás. Teniendo en cuenta que, el
gobernante que asume ese papel en el estado, está obligado a cumplir un acuerdo que se hace entre el
que gobierna y los que son gobernados, Rousseau, J. (1762) El contrato social, ya que debe velar por el
bienestar de estos como lo ordena la constitución política de Colombia (1991) artículos 5,7 y 13.

Según Spinoza (1970) Tratado político “Para la estabilidad del estado es esencial que los
súbditos sean fieles al poder voluntariamente establecido y para ello el poder político tiene una parte
que obrar sin caer ni en una anarquía ni en la más dura de las tiranías. Esta tarea es compleja y Spinoza
lo sabe, pero más compleja se observa en la experiencia política actual, puesto que no es visto con
buenos ojos que las democracias occidentales tengan leyes coactivas para con los ciudadanos. A todos
nos gusta tener derechos, pero no tanto obligaciones. Pero lo que Spinoza le interesa es la función
educativa del estado, cómo el estado tiene la ardua misión de encausar las voluntades de los hombres
para alejarlos de las pasiones y hacer posible la convivencia pacífica”.