Está en la página 1de 23

INFORME ARQUEOLÓGICO Y DE PATRIMONIO CULTURAL

DECLARACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL

CONSTRUCCIÓN CAMINO COSTERO SECTOR QUEBRADA TONGOY –


HUASCO, Dm 0.000 A Dm 19.860, REGION DE ATACAMA

DIRECCIÓN DE VIALIDAD
MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS

Sebastián Ibacache Doddis


Arqueólogo
Dirección de Vialidad
Ministerio de Obras Públicas
2009
Introducción

El presente informe da cuenta de los resultados obtenidos en el estudio sobre


Patrimonio Arqueológico y Cultural de la DIA del Proyecto “Construcción Camino
Costero, sector Quebrada Tongoy – Huasco, Dm 0.000 A Dm 19.860, Región de
Atacama”, proyecto a cargo de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras
Públicas.

Objetivo

En vista de lo anterior, este informe tiene por objetivo dar cuenta de la búsqueda e
identificación de monumentos nacionales (arqueológicos, paleontológicos, históricos,
públicos, zonas típicas, santuarios de la naturaleza); y patrimonio religioso
representado por lugares de culto cercanos al proyecto tales como iglesias,
cementerios, animitas, grutas, etc., en el área del proyecto, además este informe,
entrega los resultados obtenidos a través de una prospección arqueológica del trazado
de la Ruta Costera en el tramo que comprende la Quebrada Tongoy y Huasco. El
trabajo en terreno pretendió registrar todos aquellos elementos culturales con valor
patrimonial detectables mediante una inspección superficial. De acuerdo a la Ley Nº
17.288, se entiende por información patrimonial relevante a;

los lugares, ruinas, construcciones u objetos de carácter histórico o artístico; los


enterratorios o cementerios u otros restos de los aborígenes; las piezas u objetos
antropológicos, arqueológicos, paleontológicos, o de formación natural, que existan
bajo o sobre la superficie del territorio nacional... y cuya conservación interesa a la
Historia, al Arte o la Ciencia..

Marco Legal

La Ley Nº 17.288 de Monumentos Nacionales, publicada en el Diario Oficial el 04 de


febrero de 1970. Es el cuerpo legal que norma y rige sobre el Patrimonio Cultural
existente en el país. En su artículo 1º declara que:

Son monumentos nacionales y quedan bajo la tuición y protección del Estado,


los lugares, ruinas, construcciones u objetos de carácter histórico o artístico; los
enterratorios o cementerios u otros restos de los aborígenes; las piezas u
objetos antropo-arqueológicos, paleontológicos, o de formación natural, que
existan bajo o sobre la superficie del territorio nacional o en la plataforma
submarina de sus aguas jurisdiccionales y cuya conservación interesa a la
historia, al arte o la ciencia; los santuarios de la naturaleza; los monumentos,
estatuas, columnas, pirámides, fuentes, placas, coronas, inscripciones y, en
general, los objetos que estén destinados a permanecer en un sitio público, con
carácter conmemorativo.

Su tuición y protección se ejercerá por medio del Consejo de Monumentos


Nacionales, en la forma que determina la presente Ley.

Más adelante en su Título V, Artículo 21° declara que:

Por el solo ministerio de la Ley son Monumentos Arqueológicos de propiedad


del Estado los lugares, ruinas, yacimientos y piezas antropo-arqueológicas que
existan sobre o bajo la superficie del territorio nacional. Para los efectos de la
presente Ley quedan comprendidas también las piezas paleontológicas y los
lugares donde se hallaren.
Reglamento sobre Excavaciones y/o Prospecciones Arqueológicas,
Antropológicas y Paleontológicas

El Decreto Supremo Nº 484 del Ministerio de Educación, que contiene el Reglamento


sobre Excavaciones y/o Prospecciones Arqueológicas, Antropológicas y
Paleontológicas, publicado en el Diario Oficial el 02 de abril de 1991, es el cuerpo legal
que reglamenta sobre el Patrimonio Monumental en nuestra nación.

En su Artículo 1° expresa que:

Las prospecciones y/o excavaciones arqueológicas, antropológicas y


paleontológicas, en terrenos públicos o privados, como asimismo las normas
que regulan la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales para
realizarlas y el destino de los objetos o especies encontradas, se regirá por las
normas contenidas en la Ley N° 17.288 y en este reg lamento.

En su Artículo 2°, define lo que se entenderá por p rospección, excavación y sitios de


especial relevancia. Particularmente en lo que respecta a las excavaciones, expresa
que corresponden a:

Toda alteración o intervención de un sitio arqueológico, antropológico o


paleontológico, incluyendo recolecciones de superficie, pozos de sondeo,
excavaciones, tratamiento de estructuras, trabajos de conservación,
restauración y, en general, cualquier manejo que altere un sitio arqueológico,
antropológico o paleontológico

Más adelante, en su Artículo 5° establece que:

Las prospecciones que incluyan pozos de sondeo y/o recolecciones de material


de superficie y todas las excavaciones arqueológicas, antropológicas y
paleontológicas, en terrenos públicos o privados, sólo podrán realizarse previa
autorización del Consejo de Monumentos Nacionales, a través de los permisos
correspondientes.

Antecedentes Generales

El área de estudio se ubica en la III Región de Atacama, Provincia de Huasco, la cual


se inserta en la Prehistoria chilena en la subárea del Norte Chico o Semiárido (que
incluye la III Región de Atacama, IV Región de Coquimbo y Provincia de Petorca en la
V Región de Valparaíso). Los estudios arqueológicos desarrollados en el Norte
semiárido han investigado diversos sectores de la Provincia de Huasco.

Período Paleoindio (12.000 a 10.000 A. C.)


Los estudios arqueológicos dan cuenta de una larga historia cultural que se inicia con
el arribo de las primeras poblaciones humanas a la zona durante la transición
Pleistoceno Holoceno (12.000 a 9.000 a.p.). Estas poblaciones han sido denominadas
paleoindias; el paleoindio clásico se ha definido como grupos de cazadores
recolectores especializados en la caza de megafauna hoy extinta, y su ergología
incluye una industria lítica muy formatizada y singular, asociada a restos de fauna
extinta. Durante este período de poblamiento inicial del semiárido tenemos dos sitios
arqueológicos emblemáticos: Quereo (Núñez et al. 1983), en la quebrada del mismo
nombre inmediatamente al sur del pueblo de Los Vilos; y Santa Julia, ubicado en la
Quebrada de Mal Paso (antes conocida como Santa Julia). En la tercera región de
Atacama no han sido detectados sitios paleoindios hasta la fecha.
Periodo Arcaico
Las primeras evidencias de ocupaciones humanas han sido asignadas al Arcaico
Temprano (9000 a 7.000 años A.P.) Este período se caracteriza por grupos
cazadores-recolectores terrestres y marítimos, cuyas innovaciones tecnológicas y
adaptativas se relacionan a importantes cambios medioambientales.

Arcaico temprano

Este componente se reconoce como una unidad cultural para todo el norte semiárido y
se denomina Complejo Huentelauquén, se caracteriza por una serie de sitios con una
ergología en donde predomina los litos geométricos, piedras elaboradas, que
reproducen círculos de infinitos lados, polígonos regulares a triángulos equilateros, de
los cuales se desconoce su funcionalidad, aunque por sus características pueden
estar más relacionados a una esfera ritual. Además de instrumentos de molienda,
puntas de proyectil pedunculadas y lanceoladas, micromorteros, cuchillos y hojas
semilunadas, raedera y raspadores, artefactos que en su conjunto actúan a favor de
una economía de caza de mamíferos marinos y terrestres, y la recolección de
vegetales y moluscos (Jackson 1997). Cabe señalar que estos grupos de cazadores-
recolectores tempranos se caracterizan por una gran dinámica de desplazamiento que
incluye tanto el borde costero como movimientos hacia el interior de las quebradas de
manera estacional. No obstante, hacia el interior los registros para el Complejo
Huentelauquén, son escasos y pocos sistematizados. Incluso durante 20 años no se
obtuvieron fechados absolutos de este grupo cultural (Méndez 2002).

En la zona costera, dentro de los sitios asignados a este Complejo cultural se


encuentran: Piqueros 4, Soldado 1, Castillo 1, Los Médanos 1, Los Médanos 2, Obispo
1, Taisani 1 y Puerto Guacolda, los que se emplazan en su mayoría sobre formaciones
de dunas cercanas al piedemonte del cordón montañoso costero (Niemeyer et al.
1998; Cervellino 1995 1998). Estos yacimientos se caracterizan por una industria lítica
propia para él desconche de moluscos como Loco (Concholepas concholepas), Lapas
(Fissurella sp), Chitón (Poliplacophora), Choro zapato (Choromytilus chorus), Caracol
locate (Thais chocolata) y Ostión (Argopecten purpuratus), además de mamíferos
marinos y terrestres. Destaca el sitio Obispo 1 (Cervellino 1996), ubicado al NE de la
caleta Obispo y a unos 7 km al sur del balneario Flamenco. Este sitio emplazado en un
sistema de dunas, presenta estructuras de piedras semicirculares, en un campamento
habitacional multifuncional con presencia de un fogón asociado a litos poligonales,
desechos de talla lítica y restos malacológicos con una data de 10.390±90 AP
(10.810±100 Cal). Esta datación corresponde a una de las más tempranas fechas
conocidas para el Complejo Huentelauquén y su relación con los sitios del mismo
Complejo localizados al norte (Quebrada las Conchas) y al sur (Huentelauquén-Los
Vilos) es clara y evidente. Estudios en la costa de Atacama (Fondecyt 1950036)
indican ocupaciones entre los 9.000 y 4.000 A. C

El Arcaico Medio

A partir del 4.000 AC. durante el Optimum Climático1, existe un hiato desprovisto de
evidencias ocupacionales. El componente Arcaico medio se caracteriza por elementos
ergológicos atribuibles a la denominada Cultura de anzuelo de concha que se
distribuye ampliamente en el sector de Taltal (II Región) y Huasco (III Región), y cuya
expresión material comprende anzuelos fabricados en conchas de choro zapato,
pesas líticas para la pesca, puntas de proyectil de tamaño pequeño, pucos de piedra,
grandes hojas bifaciales, punzones de hueso y anzuelos compuestos (Arriaza 2003;
Iribarren 1969; Niemeyer y Schiappacasse 1967; Schiappacasse y Niemeyer 1984;

1
Fenómeno de desecación generalizada durante el Holoceno Medio.
Standen et al 2004). En la costa de Atacama, los sitios arqueológicos registrados son:
Pan de Azúcar, Puerto de Caldera, Bahía Carrizal, Bahía Maldonado, Puerto Guacolda
y Chañaral de Aceituno. También se han detectado sitios relacionados con la Cultura
del Anzuelo de Conchas, en el sector de Huasco Bajo, debido a trabajos relacionados
con la ruta costera (Contreras 2005).

Período Agroalfarero Temprano (0 – 800 d. C.): Complejo Cultural El Molle

La cultura El Molle, ocupó parte del territorio de las actuales regiones de Atacama y
Coquimbo, desplegando manifestaciones distintas en cada valle. Las fechas conocidas
para este Complejo van desde la más temprana, a saber 30±60 d.C. obtenida del sitio
Quebrada Honda (Schiappacasse y Niemeyer 1984) hasta los 665±40 d.C. recuperada
del sitio San Pedro Viejo de Pichasca (Ampuero y Rivera 1971). ). Los sitios Molle más
importantes de la Tercera región, se ubican en la cordillera de Copiapó y son los sitios
arqueológicos de El Torín y Carrizalillo chico (Niemeyer et al 1989).

En estos grupos, la actividad agrícola desarrollada les permitió obtener diversos tipos
de recursos vegetales tales como calabazas, maíz y quínoa, además complementaban
su dieta con la recolección de frutos de chañar y de pimiento entre otros. También hay
evidencias de caza, con puntas líticas pedunculadas. El elemento más diagnóstico
para el Complejo El Molle corresponde a la cerámica la cual presenta una gran
diversidad de formas y tratamiento de superficie. Entre las formas se distinguen
simples, compuestas y complejas, y con un tratamiento de superficie que va desde el
café alisado, gris alisado, negro pulido, negro pulido con inciso (la más reconocible),
rojo pulido, rojo pulido inciso, café pulido, café pulido inciso, bicolor negro y rojo pulido,
y bicolor rojo sobre crema o bicolor rojo sobre blanco (Niemeyer et al. 1998). También
destaca en este complejo, el trabajo del mineral a través del martillado, la explotación
de camélidos y el uso de la pipa en forma de T invertida. Por otra parte, las prácticas
funerarias son recurrentes a través de acumulaciones de piedras y tierras que dan
forma a túmulos y a entierros subterráneos asociados a ofrendas cerámicas, a
tembetás y collares. Los entierros en Copiapó y Huasco se caracterizan por estar en
montículos de tierra (túmulos), con una fosa cónica subterránea que alberga varios
individuos cubiertos por piedras o túmulos de gran tamaño (15 a 60 m. de diámetro) y
esteras de madera, rodeados por ofrendas cerámicas y metálicas, y con un cono
truncado, dando origen a una fase particular denominada “Fase Río Huasco”. Sitios de
este tipo se registraron en Huasco Bajo, en el sector del “Llano de los Infieles”.

Período Medio. Complejo Las Ánimas (700 y 900 d.C)

Este periodo en el Norte Chico, no ha sido estudiado sistemáticamente y se asocia con


el Complejo Culturla Ánimas, presentando diferencias en sus manifestaciones entre lo
que se ha encontrado en la III y IV región, lo que estaría reflejando un proceso de
diferenciación social progresiva entre lo conocido como Diaguitas y Copiapó (Garrido
2007). Los grupos Ánimas se identifican por un patrón de asentamiento ligado
fundamentalmente a los cursos medios de los valles y costa, aunque con una
frecuente movilidad hacia el interior con el objeto de obtener materias primas como
obsidiana. También destaca por los vínculos con culturas trasandinas de las
Provincias de Catamarca y La Rioja, las que a su vez relacionadas con las Culturas de
Ciénaga y de La Aguada.

Los Ánimas, desarrollaron cultivos de maíz, porotos y zapallos complementando su


economía con la recolección de chañar y algarrobo además de la caza de guanaco. En
términos ergológicos, la cerámica presenta escudillas, platos con bordes troncocónicos
y cuencos subglobulares achatados con decoración rojo, blanco y negro, y cuya fase
final (Fase IV) está relacionada con la Fase Diaguita I. Así mismo, destaca dentro de
conjunto artefactual, objetos de metal y hueso, básicamente anzuelos, cinceles,
placas, aros, ornamentos corporales y utensilios con fines alucinógenos como
espátulas, cucharas de hueso, conchas y tabletas de madera (Castillo 1989). En sus
contextos mortuorios, destaca la práctica de enterrar a los muertos junto a camélidos
(Niemeyer 1998).

Para la cuenca del Huasco el registro arqueológico obtenido, proviene del yacimiento
Chanchoquín Chico, en donde se han registrado sepulturas en pozos circulares y con
entierros acomodados en cuclillas asociados a cerámicas Ánimas Tardío (Kuzmanic
1988). Para la costa, entre las desembocaduras de los ríos Copiapó y Huasco se han
registrado los sitios Totoral, Bahía Maldonado y Caleta Los Lobos (Niemeyer et al.
1998; Cervellino 1996). De acuerdo Cervellino (1996) los grupos Ánimas ocupan de
forma más intensiva el área litoral de Atacama que los grupos Molle.

Período Intermedio Tardío. Cultura Copiapó (1000- 1400 d.C.)

Cultura vinculada principalmente al valle de Copiapó y a sus afluentes precordilleranos


como el Jorquera, Pulido, Montosa y Manflas, presenta escasos registros en la costa
(Castillo 1998; Garrido 2007). Los asentamientos habitacionales, tienen corrales y
basurales contiguos, ubicados en las terrazas fluviales y dominando los terrenos de
cultivo. En sectores agrícolas estratégicos, se registró la presencia de pucaras a modo
de control de dichos territorios, siendo los más conocidos y destacados, los pucara de
Punta Brava y Manflas (Garrido 2007).

Otros elementos importantes de esta cultura, son por un lado, las prácticas agrícolas
relacionadas con el cultivo de zapallos, porotos, maíz, calabazas e incluso maní
(Garrido 2007), y la utilización de canales de regadío (Ibid). Por otro lado, la ganadería
de camélidos, que se verifica por el hallazgo de corrales, lana y restos óseos en varios
sitios ubicados en sectores de vegas.

En términos ergológicos destaca la cerámica del estilo negro sobre rojo o ante con
motivos de llamitas estilizadas, volutas verticales, comas y ajedrezado vertical en una
sola línea. Sus formas básicas son pucos con las paredes ligeramente curvas. Entre
otros elementos se encuentran tabletas de madera, tubos inhalatorios, espátulas y
cucharas óseas para alucinógenos, cuchillos de madera tallada, punzones y placas de
cobre fundido, restos de tejido muy finos, cestería y complejo de molienda y micro
morteros (Garrido 2007). En cuanto a enterratorios, sólo se han hallado 2 cementerios
propiamente tales (Altos Blancos con sepulturas ampollares y El Basural sin contexto
claro) y sus ofrendas son cerámica, metalurgia, elementos del complejo alucinógeno y
alimentos (Ibid).

En la costa, la presencia es escasa y sólo se han registrado pequeños conchales con


explotación de peces y moluscos (p.ej. Caldera y caleta Ramadas). Aunque el
cementerio en Huasco Bajo es un enclave Copiapó con cerámica, utensilios para el
consumo de alucinógenos y metal, que marca el límite sur del área de ocupación de
esta cultura (Castillo 1998).

Período Tardío. Los Incas

En la tercera región, la presencia del Tawantinsuyu, puede verse reflejada en el


registro de numerosos sitios arqueológicos, los que de acuerdo a Moyano (2006),
pueden ser divididos en las siguientes categorías: cementerio, pukara, centro
administrativo, tambo o poblado, puesto de control, paradero de caza, red vial, arte
rupestre, adoratorio, yacimiento minero, centro metalúrgico y observatorio
astronómico. En muchos de estos sitios queda de manifiesto el rol que cumplieron las
poblaciones Diaguitas, dentro de los procesos expansivos llevados a cabo por los
incas en la región de Atacama.

Esta presencia incaica es especialmente notoria en la cuenca del río Copiapó (Castillo
1998; Moyano 2006). El valle de Copiapó jugó un papel importante en la expansión del
Tawantinsuyu hacia el sur. Es el primer gran valle poblado después del desierto de
Atacama, con un enorme potencial minero y agropecuario, centro de
aprovisionamiento obligado antes de emprender cualquier viaje hacia el este o el norte
y trampolín vital en el control de los valles de más al sur.

Con la llegada del inca a Atacama, el sector costero tiene una ocupación más
intensiva, la que ha sido registrada en sitios como: Caldera, Obispito, Rodillos, Bahía
Obispo, Playa Flamenco, Bahía Salada, Pajonal y Totoral. También en la zona de
Huasco y alrededores se han registrado sitios incaicos, como Freirina, donde Medina
(1882) indica la presencia de hallazgos de figuras de llamas de oro, alfileres, placas
laminares, aros y figuras antropomorfas. Un lugar muy destacado correspondía al
adoratorio que se ubicaba en la isla de Guacolda (Huasco), totalmente destruido por la
construcciones industriales modernas. De este lugar se rescataron estatuillas
antropomorfas masculinas y femeninas, figurillas zoomorfas de camélidos, elaboradas
en plata y oro. Incluso en los últimos años se han seguido registrando más hallazgos
en el sector de la central Termoeléctrica de Guacolda.

La llegada de los conquistadores españoles a la zona de Atacama, produjo cambios


inexorables en las poblaciones indígenas locales, los trabajos forzados, las
enfermedades y otros factores favorecieron la desaparición de ellos con el transcurso
de los años. Unos de los últimos grupos indígenas en desaparecer fueron los
Changos, habitantes de una amplia zona costera del país, quienes lograron perdurar
hasta mediados del siglo XIX. Sobre estos grupos se ha señalado que más que
constituir una etnia unificada, se trataba de poblaciones de pescadores semi-nómades
que utilizaban el anzuelo, el arpón y la balsa de cuero de lobo. La denominación
“Changos” habría sido otorgada por los españoles en el siglo XVII, produciendo una
homogenización étnica de las poblaciones costeras que no habría sido tal. Más bien la
denominación de Chango indicaría una forma de vida, relacionada con grupos de
pescadores – cazadores y recolectores marítimos.

Otros antecedentes

Importantes asentamientos prehispánicos se reconocieron y rescataron bajo el EIA de


la construcción de la ruta costera, en las cercanías de Huasco Bajo (Contreras 2005).
En el sector de Guacolda (ciudad de Huasco), donde se ubican la Central
Termoeléctrica y la planta de pellets de CMP, también se han registrado sitios
arqueológicos (Becker 2006; Rivas 2008) durante recientes proyectos sometidos al
SEIA.

En el sector de Punta Alcalde (cercana al área del proyecto), recientes estudios (en el
marco del SEIA)2, han registrado la presencia de sitios arqueológicos. En esta área
Rodríguez (2007) y Rivas (2008) registran 21 sitios arqueológicos. Según Rivas
(2008), todos estos sitios corresponden a conchales arqueológicos, probablemente de
la secuencia alfarera de la III región, dada la presencia de componentes de los
períodos Alfarero Temprano y Medio, específicamente cerámica diagnóstica decorada
de la cultura Molle y de la cultura Ánimas.

2
EIA Proyecto Puerto Punta Alcalde 2007 y EIA Proyecto Central Termoeléctrica Punta Alcalde 2009
Determinación del Área de Estudio

El proyecto tiene una extensión lineal de 19.860 kilómetros, que van desde 200 metros
al norte de la Quebrada Tongoy y finaliza en la intersección con la Ruta C-46. Dada la
naturaleza y características del proyecto vial, y para efectos del estudio de los
aspectos arqueológicos y culturales, se definió -como Área de Estudio- una franja de
100 metros de ancho en toda su extensión lineal de 19.860 kilómetros. Tal área
incluye la faja fiscal y el camino proyectado de 12 m de ancho (promedio). También
hay que sumar el acceso a Puerto de 1.4 Km de extensión, ubicado en el Km. 14.400
del camino proyectado.

Para efectos del análisis se ha dividido el área de Estudio, en área de influencia


directa (AID) y área de influencia indirecta (AII).

Área de Influencia Directa (AID)

El área de influencia directa (AID) corresponde a una faja de 30 m de ancho que


incluye el camino proyectado de 12 m de ancho (promedio) a lo largo de los 19.860
kilómetros, más el acceso a puerto (1.4 Km de extensión).

Área de Influencia Indirecta (AII)

El área de influencia Indirecta (AII) comprende a una faja de 35 m de ancho a cada


lado del Área de Influencia Directa, a largo de todo el camino proyectado (incluyendo
el acceso a puerto).

Metodología

Para cumplir adecuadamente con el objetivo propuesto, se procedió a definir y aplicar


la siguiente metodología de trabajo.

Búsqueda de Datos y Recopilación de Antecedentes

En primer término se realizó una revisión bibliográfica de los componentes del


patrimonio cultural del área de estudio, en relación a la presencia de yacimientos
arqueológicos. Para esto, se revisaron las siguientes fuentes documentales:

 Catastro de Sitios Arqueológicos en las Cuencas Priorizadas (MOP) III Región.

 Actas en línea del Consejo de Monumentos Nacionales, publicaciones de


Revistas Especializadas (por ejemplo, Actas de Congresos Nacionales de
Arqueología Chilena, Revista de Antropología Chilena, Boletín de la Sociedad
Chilena de Arqueología, etc.).

 Consulta de los sitios Web: www.monumentos.cl y www.seia.cl, referentes a


informes de DIA y de EIA de la III región.

Trabajo en Terreno

Para el trabajo en terreno, se utilizó una metodología que consistió en la aplicación de


la técnica de Inspección Superficial, la que forma parte de la Prospección
Arqueológica. Esta última constituye una herramienta primordial no sólo para el trabajo
que desarrollan los arqueólogos al investigar y analizar las conductas humanas del
pasado, sino porque también genera un importante apoyo para la protección del
patrimonio arqueológico y cultural, al aportar información que va en pos de
incrementar los registros o bases de datos que se tienen sobre sitios arqueológicos a
nivel regional y nacional.

La inspección superficial se trata de la exploración de un área establecida con el


objetivo de descubrir la eventual existencia de restos culturales del pasado, a partir de
la observación de la superficie del terreno. Básicamente esta técnica se aplica para
detectar, localizar, delimitar y caracterizar los yacimientos arqueológicos:

 La detección trata la identificación positiva de un conjunto de restos materiales


(artefactos, ecofactos y contexto) como lugar de actividad humana en el
pasado.

 La localización tiene que ver con la ubicación de dicho conjunto en un sistema


de coordenadas normalizado, idóneo para su representación cartográfica
(georeferenciación).

 La delimitación hace referencia a la demarcación de la extensión espacial del


conjunto de restos.

 La caracterización, se trata de interpretar preliminarmente las dimensiones


cronológica y funcional básicas del conjunto de restos.

Eso sí hay que tener presente que las posibilidades de hallazgo se limita, en general,
por la densidad y recurrencia de los restos culturales presentes, además de las
condiciones de visibilidad, obstrusividad y accesibilidad del área en cuestión. En este
sentido, la accesibilidad se relaciona con las constricciones impuestas sobre la
movilidad del observador para llegar a un determinado lugar. Estas pueden ser el
clima, el ambiente biótico, la topografía, la extensión de caminos y los patrones de
tenencia de la tierra (Gallardo y Cornejo 1986: 411). La visibilidad por otra parte tiene
que ver con las características del medio ambiente y las dificultades que puede
generar para que un observador pueda detectar la presencia de materiales culturales
sobre o bajo la superficie. Por último la obstrusividad se refiere a la naturaleza de los
materiales arqueológicos y su “sensibilidad” para ser descubiertos por una técnica
específica (Ibid: 410). Igualmente, durante esta etapa del trabajo es preciso considerar
el rol de los llamados procesos de formación de sitio (Schiffer 1987), agentes que
actúan, antes, durante y después del proceso de depositación de los materiales
arqueológicos. Estos procesos inciden en las posibilidades de identificar yacimientos
arqueológicos y la distribución interna de sus materiales constituyentes a partir de la
evidencia cultural dispuesta en la superficie del sitio.

El área de emplazamiento de los sitios arqueológicos fue objeto de una revisión


superficial con el objeto de establecer el tipo de hallazgos culturales y rasgos
presentes (los que fueron consignados en una ficha de registro de sitios), de manera
de adscribir culturalmente, de forma preliminar, el tipo de sitio reconocido, sus
características físicas, con la finalidad de proponer las medidas a seguir, para evitar la
generación de impactos negativos sobre los sitios arqueológicos.

La prospección fue realizada mediante el recorrido pedestre sistemático del área de


estudio definida, inspeccionado de forma visual la superficie con técnicas no invasivas,
a lo largo de los 19.860 kilómetros que involucra el proyecto (más el acceso a puerto),
Para el trabajo en terreno se empleó como herramienta de apoyo un navegador
satelital GPS, marca Garmin (modelo “Legend”), cámara de fotografía digital, y se
contó con mapas e imágenes satelitales del trazado y su entorno cercano. El trabajo
en terreno fue desarrollado entre los días 19 y 23 de octubre de 2008 y el 17 y 20 de
febrero de 2009 por el arqueólogo Sebastián Ibacache.
En esta ocasión no se revisaron los lugares de ubicación de empréstitos, botaderos,
campamentos e instalaciones de faena, puesto que aún no se define su
emplazamiento definitivo. No obstante su inspección previa por parte de un arqueólogo
estará consignada como obligación dentro de las bases del contrato.

Descripción de la Ficha de Registro

Las variables indicadas en la ficha de registro corresponden a las siguientes:

 Identificación

Código: el código es una clave única que identifica al sitio, el cual se compone de las
siguientes partes: región y comuna en que se localiza; número correlativo del sitio.

Nombre del sitio: alude al nombre con que será conocido el sitio.

 Localización

La localización sitúa al sitio registrado de acuerdo a la Región, Provincia, Comuna,


Localidad y al Nombre del sector, además de las coordenadas UTM de su ubicación
geográfica específica (punto central del sitio), altitud, y distancia al mar (estimación
aproximada).

 Descripción

Tipo de recurso: si el recurso registrado es arqueológico, paleontológico o histórico.

Tipo de sitio: se han aplicado una variedad de categorías preliminares para


caracterizar los recursos ya que son diversos los contextos registrados.

Los conchales se definieron según su morfología y composición

• Conchal extendido: conchal amplio, con acumulación de restos de conchas,


que a un nivel superficial, predomina sobre el sedimento natural del suelo.
Dentro de estos se encuentran algunos con agregados de concentraciones o
evidencias de algún entierro humano. También presentan conjuntos
artefactuales como instrumentos líticos y cerámicos. Estos contextos por lo
general son los más intervenidos por huaqueros.

• Conchal disperso: tienen tamaños variados, tanto extensos como pequeños,


su contenido de conchas es de baja densidad superficial y predomina en el
depósito el sedimento natural del suelo. Hay algunos asociados a talleres
líticos.

• Conchal nucleado: concentración acotada de conchas, predomina en el


depósito los restos malacológicos sobre el sedimento natural. Puede estar
asociado a algún taller lítico.

• Conchal monticular o semi-monticular: depósito conchal que se encuentra


en una superficie mas elevada que el nivel del suelo general. Hay algunos de
mayor concentración de conchas y asociados a entierros, hay de distintas
dimensiones.
• Dispersión acotada de conchas: conjunto de restos de conchas o
manchones con restos muy fragmentados, con baja densidad superficial y
acotada a un espacio reducido. Los materiales artefactuales en superficie están
ausentes (lo que no implica su ausencia subsuperficialmente).

• Alero: Son bloques rocosos aislados o conjuntos de bloques que conforman


refugios naturales. Presentan evidencias culturales.

• Alero Pircado: Alero con una extensión de la zona de refugio por medio de la
construcción de un muro de piedra de media altura. Presenta materiales
culturales al interior artefactuales y/o ecofactuales.

• Alero conchal: aleros o abrigos asociados a conchales dispersos al interior y/o


exterior; extendidos y de mayor concentración; conchales con estructuras
exteriores como empircados para reforzar el sector de abrigo.

• Asentamiento con estructuras habitacionales: conjunto de estructuras


habitacionales organizadas en un patrón de asentamiento y asociadas a
conjuntos artefactuales (material cerámico, desechos de talla líticos,
instrumentos líticos, restos de metales etc.), conchales y restos óseos.

• Recintos Pircados: estructuras habitacionales, refugios, depósitos o corrales


construidos por medio de acumulaciones de piedras canteadas y dispuestas en
hileras. Algunos presentan argamasa de algas o conchillas. En el interior del
recinto se pueden hallar restos de conchas, fragmentos cerámicos, desechos
de talla e instrumentos líticos dispersos; otros también vidrios y metales.

• Talleres líticos o eventos de talla lítica: Conjuntos acotados o dispersos de


materiales líticos que representan las distintas etapas del proceso de talla lítica.
La etapa inicial de extracción de matrices para la fabricación de instrumentos y
la etapa de elaboración reflejada en la presencia de desechos de talla de esta
etapa. Por lo general, son talleres con materiales dispersos algunos asociados
a conchales dispersos y de baja densidad; también hay restringidos con
escasas piezas, por lo que en la mayoría de los casos se han definido como
evento de talla.

• Conchal paleontológico: Son conchales estratificados en terrazas marinas


antiguas. Presentan restos malacológicos que en la actualidad se encuentran
extintos en la región como Ostrea sp. (Ostra).

Dimensiones: Se refiere al área definida superficialmente del recurso detectado.


Implica su dimisión preliminar en un sentido N-S y E-W, la superficie en m², y una
evaluación preliminar de la densidad superficial de materiales culturales. Estas
estimaciones no aseguran su extrapolación subsuperficial.

Emplazamiento: características naturales del lugar donde se ubica el recurso.

Cultura material: tipo de material cultural observado en superficie,

Adscripción cultural: Estimación temporal o cronológica del contexto cultural o


paleontológico. Como también una estimación su filiación cultural. En la mayoría de los
casos los materiales son poco diagnósticos como para definir su temporalidad y
filiación.
 Estado de Conservación

Evaluación preliminar del estado de conservación (bueno, regular, malo)

Alteraciones antrópicas: Se anota el estado de conservación del sitio, el o los tipo(s)


de alteración de acuerdo a los síntomas vistos, los agentes antrópicos y culturales que
producen la alteración, así como el tipo, incidencia y dinámica de la alteración

Agentes: pisoteo, ocupaciones subactuales, huellas vehiculares, peatonales,


excavaciones de turistas o coleccionistas de restos antiguos, entre
otros.
Síntomas: fragmentación de los materiales, palimpsesto (mezcla de materiales
arqueológicos con subactuales o históricos), removilización del
material, disturbio, dispersión.

Alteraciones naturales: alteración de acuerdo a los síntomas vistos, los agentes


naturales que producen la alteración, así como el tipo, incidencia y dinámica de la
alteración.

Agentes: pisoteo, transito, refugio, revolcadero de animales, procesos de


intemperización (meteorización, humedad, insolación, cambios de
temperatura, sequedad, etc.), escurrimiento de agua, derrumbes,
entre otros.
Síntomas: fragmentación de los materiales culturales, derrumbe de perfiles
estratigráficos, erosión y meteorización de los materiales,
esparcimiento y deslizamiento.

 Referencias anteriores.

Menciona las fuentes documentales anteriores que refieren el recurso, en caso que las
haya.

 Registro Obtenido Por.

Da cuenta si el registro del recurso ha sido obtenido por medio de una fuente
documental (bibliografía), oral (comunicación personal), de terreno (prospección,
excavación), u otra.

 Registrado Por.

Aquí se anota él o los nombres del o los profesionales que llevaron a cabo el registro
del sitio en la ficha que lo contiene.

 Fecha de registro.

Señala la fecha en que el recurso fue registrado en la ficha que lo contiene.

Resultados de la Prospección

El área de estudio (salvo el tramo que se ubica entre el kilómetro 13.600 hasta el km
19.860) está dentro de un litoral mayoritariamente rocoso con desarrollo de terrazas
marinas de anchos variables. En esta zona, el relieve costero está dominado por dos
grandes formas: la cordillera de la costa emplazada en sentido paralelo a la línea de
costa en la que destaca el Cordón de Cerros del Águila con alturas cercanas a los 500
m.s.n.m y un sistema de terrazas marinas emplazadas sobre un basamento de rocas
metamórficas de edad Paleozóicas compuestas por esquistos y filitas. Esta terraza
tiene alturas cercanas a los 40-50 m como promedio. Sobre las terrazas marinas y
laderas bajas de los cerros costeros se ha desarrollado una cobertura de arenas de
origen eólico de edad reciente, la que presenta una combinación de arenas finas y
restos de estructuras de organismos marinos, probablemente aportados por los
estratos de sedimentos subyacentes. En algunos sectores por donde pasa el trazado –
como el sector cercano Punta Alcalde- hay grandes campos de dunas y una baja
importante de los afloramientos rocosos. Los procesos que dan origen a la morfología
visible sobre toda la cubierta arenosa del área de Punta Alcalde y campos de dunas de
Aguada Tongoy, corresponden a movimientos superficiales de la arena por efecto del
viento (deflación, saltación o reptación de los granos).

El sector del trazado que se aleja de la costa (6 km aproximadamente), pasa por


sectores altamente intervenidos por la presencia de botaderos de escombros, basuras,
caminos de maquinaria, etc (ver foto 1). En la parte final ya casi en el empalme con la
ruta C-46, existen pequeñas plantaciones agrícolas (principalmente de olivos).

Foto 1: sector intervenido antrópicamente.

Estas condiciones del terreno donde se emplaza el trazado inspeccionado no


generaron limitaciones al trabajo realizado, por lo que se pudo recorrer toda el área de
Estudio definida. Durante el levantamiento de la línea de base del proyecto se registró
un total de 25 hallazgos con valor patrimonial dentro del área de Estudio (ver tabla 1),
de los cuales hay 19 sitios en el AID y 6 en el AII. También se registraron 5 sitios fuera
del área de estudio, que se incluyen en el presente informe, para incrementar el
registro de sitios arqueológicos que se tiene del sector3. Por otra parte, en el área del
proyecto no se registraron Monumentos nacionales en las categorías de: Históricos,
públicos, zonas típicas o santuarios de la naturaleza.

3
Existen otros sitios arqueológicos fuera del área de estudio, pero por un tema de tiempo y objetivos del
trabajo efectuado, no fueron registrados exhaustivamente en esta ocasión.
Tabla 1: Sitios Identificados
Coordenadas UTM Tipo de sitio Filiación cultural o Sup en Ubicación
Código WGS 84 temporal m2 AID, AII o
de sitio Norte Este fuera del
área de
Estudio
03HU01 6836339 275935 Conchal disperso Prehispánico Ind. 1200 AID
03HU02 6836768 275745 Conchal disperso Prehispánico alfarero 3500 AID
03HU03 6837169 275683 Conchal disperso Prehispánico ¿PIT? 15600 AID
03HU04 6837671 275713 Conchal disperso/ Prehispánico Ind. 4500 AID
cantera
03HU05 6837927 275811 Conchal disperso Prehispánico Ind. 10800 AII
03HU06 6838019 275822 Conchal disperso/ aleros Prehispánico- 4000 AII
cantera/ arte rupestre Histórico
03HU07 6838315 276059 Conchal disperso Prehispánico alfarero 4900 AID
03HU08 6838376 276262 Conchal disperso Prehispánico alfarero 4875 AID
03HU09 6838856 276979 Estructuras pircadas Indeterminado 750 AID
03HU10 6838993 277168 Conchal disperso Prehispánico Ind. 1600 AID
03HU11 6839069 277196 Conchal disperso Prehispánico Ind. 875 AID
03HU12 6839086 277306 Conchal disperso Prehispánico alfarero 900 AID
03HU13 6839090 277336 Alero conchal Prehispánico alfarero 400 AID
03HU14 6839047 277356 Alero conchal Prehispánico alfarero 1200 FAE4
03HU15 6839191 277531 Bloque rocoso pircado Indeterminado 160 AII
03HU16 6839561 277883 Alero pircado Histórico 375 FAE
03HU17 6840522 279192 Estructuras pircadas/ Prehispánico 3000 AII
alero conchal alfarero/ histórico
03HU18 6840605 279186 Estructuras pircadas Histórico / Sub- 2000 FAE
actual
03HU19 6840736 279304 Estructuras pircadas Histórico 3000 AID
03HU20 6841276 279290 Bloques rocosos Prehispánico Ind./ 3000 FAE
pircados Histórico/ Sub-actual
03HU21 6841422 279410 Conchal disperso Prehispánico Ind. 7200 AID
03HU22 6841499 279470 Conchal disperso Prehispánico Ind. 8400 AID
03HU23 6841796 279513 Conchal disperso Prehispánico Ind. 600 AII
03HU24 6841918 279554 Eventos de talla lítica Prehispánico Ind. 600 FAE
03HU25 6842818 279600 Conchal disperso Prehispánico Ind. 1200 AII
03HU26 6846142 279878 Conchal disperso Prehispánico alfarero 5000 AID
Ind.
03HU27 6846818 280553 Conchal disperso Prehispánico Ind. 3200 AID
03HU28 6847387 284822 Evento de talla lítica Prehispánico Ind. 9 AID
03HU29 6846441 280118 Conchal disperso Prehispánico 1350 AID
alfarero.
03HU30 6846232 279976 Conchal disperso Prehispánico alfarero 400 AID

En primer lugar, hay que mencionar que en términos arqueológicos, el conocimiento


de la prehistoria de la zona en que se emplaza el proyecto, no ha provenido de
estudios sistemáticos, sino más bien de trabajos y hallazgos esporádicos a lo largo del
tiempo, lo que ha generado un panorama más bien fragmentario en cuanto a la
información patrimonial que posee la zona. En el área específica donde se desarrollará
el proyecto no se han efectuado estudios arqueológicos tradicionales o sistemáticos,
sólo en los últimos dos años y gracias a proyectos que se han sometido al Sistema de
Evaluación Ambiental, se cuenta con mayor información de alguno de los sectores
cercanos a donde pasaría el futuro camino costero, por ejemplo Punta Alcalde
(Rodríguez 2007; Rivas 2008).

4
Fuera del Área de Estudio
En segundo lugar, se observa una distribución bastante continua de recursos de valor
patrimonial, en los primeros 13 kilómetros del trazado (ver imagen 1), los que
corresponden al tramo más cercano al mar, prácticamente todo los sitios
arqueológicos -salvo uno- (03HU28), se ubican en el sector litoral. Las razones de la
intensidad ocupacional pueden estar dadas por diversas causas. Por un lado, la alta
productividad del intermareal rocoso y submareal incide en el interés de su
explotación. Con relación a esto, de los 30 sitios, sólo 5 no corresponden a conchales.
Entre los restos malacológicos hay un predominio de locos (Concholepas
concholepas) y otros gastrópodos de intermareal rocoso como lapas (Fisurella sp),
Tegulas (Tegula atra) y chitones (Chiton sp.).

Imagen 1: Los puntos de color (lila) son los sitios arqueológicos registrados

También otra razón que –tal vez- influya en la existencia de varios sitios arqueológicos
-especialmente- en los primeros 3 kilómetros del trazado, es la existencia de la
Quebrada y Aguada Tongoy (ver foto 2). Estos sectores habrían sido ocupados por
grupos adaptados al medio marítimo, aprovechando por un lado, la posibilidad de
tránsito con sectores interiores y por otro, la existencia de agua dulce de forma
esporádica en el sector de la aguada.
Foto 2: Vista de parte del sector de la Aguada Tongoy.

En tercer lugar, con relación a los sitios detectados, en su mayoría corresponden a


conchales dispersos conformados por pequeños o amplios manchones de material
malacológico, que presentan generalmente una baja densidad de material cultural en
superficie y un alto grado de fragmentación. Asimismo presentan variadas
dimensiones y se pueden dispersar ampliamente producto de los procesos
postdepositacionales. La escasez y bajo valor diagnóstico de las evidencias
artefactuales obstaculizan determinar su filiación, en la mayoría de los casos
agrupándolos en una categoría amplia de ocupaciones prehispánicas indeterminadas.
Hay escasos artefactos asociados a estos conchales. Probablemente muchos de ellos
correspondan en términos funcionales a campamentos temporales o recurrentes a lo
largo del tiempo.

En cuarto lugar, y con respecto a las evidencias culturales observadas en superficie,


podemos señalar que los materiales líticos en todos los contextos de los distintos
períodos y funcionalidades, se encuentran muy dispersos y en baja densidad; las
materias primas mayormente representadas son rocas locales como la andesita y el
basalto de grano medio a grueso. Sin embargo, también se encuentran presente
desechos de talla de roca silícea de distinta gama de colores (blanca, rosada, gris,
beige, roja, blanca, café) y calidades, como lascas secundarias, terciarias, de desbaste
bifacial y preformas bifaciales. Por otro lado, los conjuntos cerámicos además de ser
escasos en todos los contextos, muestran un alto grado de fragmentación, lo que da
cuenta del pisoteo constante de los depósitos. Esta situación se acentúa ante la
ausencia de una cubierta vegetal más densa que permita una mejor conservación de
los depósitos estratigráficos.

En quinto lugar, respecto del tema de filiación cultural y temporal de los sitios
arqueológicos registrados en la línea de base, hay que señalar que los conchales
acerámicos que son 11, están compuestos en gran medida por restos de locos, lapas
y chitones (estos últimos no son consumidos preferentemente en momentos
históricos). Además presentan escasos materiales artefactuales representados
principalmente por desechos de talla lítica o instrumentos expeditivos (materias primas
locales, de calidad media, y baja inversión de energía en la elaboración). Ante la falta
de elementos diagnósticos de filiación cultural, han sido definidos dentro de la
categoría amplia de prehispánicos indeterminados, lo que los sitúa en un periodo
cultural amplio y de temporalidad imprecisa. Con respecto a los otros sitios, hay 9 en
los que sólo se registraron fragmentos cerámicos monocromos en superficie –poco
diagnósticos- asociados con restos líticos, que podrían indicar un rango de
ocupaciones desde el periodo Alfarero Temprano en adelante, sólo en un sitio se
encontró un pequeño fragmento decorado probablemente asignable a un componente
Diaguita (03HU03). Dentro de los sitios registrado, destaca el sitio 03HU06, donde se
registró un pequeño alero rocoso con grabados incisos paralelos, de un tipo similar al
descrito por Niemeyer (1985) en el sitio costero de las Lizas (al norte de Caldera).

Asimismo, existen tres sitios que sólo presentan evidencias de ocupaciones históricas
en superficie (03HU16, 03HU18 y 03HU19). Uno de ellos destaca por registrar una
pequeña aguada de origen antrópico y un conjunto de estructuras asociadas a este
lugar (sitio 03HU19). Además algunos de los sitios –incluso- muestran evidencias de
haber sido utilizados como viviendas temporales en los últimos veinte años,
probablemente por pescadores y algueros.

El estado de conservación de los sitios arqueológicos

La Línea de Base Arqueológica y de Patrimonio Cultural efectuada, ha permitido


observar y reconocer que los sitios arqueológicos emplazados en el Área de Estudio,
presentan diversos grados de alteración y deterioro, debido especialmente a factores
antrópicos y naturales. Para cada recurso catastrado, se procedió a identificar y
valorar su estado de conservación, de acuerdo a los agentes involucrados y a los
síntomas de alteración observados, que interfieren en la conservación y preservación
del mismo.

El estado de conservación se refiere a la condición del sitio al momento de la


realización del estudio de Línea Base, el cual se encuentra enmarcado dentro de las
categorías de Bueno, Regular, Malo. Pudiendo existir calificaciones intermedias.

Al respecto, la categoría Bueno describe en líneas generales que el recurso se ha


mantenido, no observándose alteraciones o impactos importantes sobre él, mientras
que en el otro extremo la categoría de Malo nos informa que las alteraciones o
impactos sobre el recurso han sido de una amplia magnitud, alterando el recurso, en
un grado significativo.

En resumen, podemos señalar que un 43% de los recursos arqueológicos registrados


en el Área de Estudio del proyecto se encuentran dentro de la categoría regular a
malo, un 39% está en la categoría regular y sólo un 4% están en un estado de
conservación Bueno.

Los principales agentes de alteración son -sin lugar a dudas- los de origen antrópico,
que han producido notorias alteraciones en los sitios tanto a nivel superficial como
subsuperficial. En muchos de los sitios descubiertos el grado y la dinámica de la
alteración está relacionada principalmente con procesos generados por actividades
como la habilitación de huellas y el tránsito de vehículos (ver foto 3), personas y
animales. También los saqueos, que son principalmente notorios en aquellos sitios
que presentan estructuras, aleros y conchales -lugares de por sí- más visibles en el
paisajes y claramente identificables como vestigios de “los indios antiguos” como
suelen llamarlos de forma popular, han generado significativas alteraciones en los
sitios arqueológicos (ver foto 4).
Foto 3: huella vehicular existente en el sector del trazado

.
Foto 4: sitio arqueológico con excavaciones de saqueo

Conclusiones y Recomendaciones

Los resultados del trabajo en terreno arrojaron como resultado la detección de 25 sitios
arqueológicos en el área de estudio definida. Fuera de ella se registraron 5 sitios
arqueológicos, que son incluidos en el presente informe a modo de aumentar el
registro de sitios arqueológicos del área. Dentro del área de influencia directa se
ubicaron 19 sitios arqueológicos.

Hay que señalar, que considerando que la zona costera por donde pasa parte del
trazado presenta sitios arqueológicos en sectores -fuera del área estudiada-, las
posibilidades de efectuar alternativas de trazado, que no afectasen los sitios
arqueológicos registrados en la línea de base se restringieron notablemente. Este
antecedente, sumado al hecho de que la terraza marina no es muy ancha en el sector,
también influyó en no poder concretar un trazado que no pasase por algún sector con
sitios arqueológicos. No obstante lo anterior, igual se efectuaron algunos ajustes al
trazado a fin de no pasar por los sitios arqueológicos 03HU05, 03HU06, 03HU17,
03HU23 y 03HU24, se modificó el trazado para pasar sólo por los bordes de los sitios
03HU07, 03HU08, 03HU22, 03HU29 y 03HU30, y se calzó el trazado del camino con
la huella existente en gran parte del sector costero, con el fin de no generar nuevas
alteraciones en los sitios. Esta huella fue habilitada principalmente por pescadores y
recolectores de algas, junto al tránsito esporádico de turistas, y es actualmente la
única vía de tránsito en el sector.

Finalmente y dado que los trabajos realizados sólo dan cuenta de una inspección
superficial, se recomienda lo siguiente:

 Desarrollar actividades de caracterización arqueológica, que implican la


ejecución de redes de pozos de sondeo con el fin de lograr una adecuada
definición depositacional, cronológica y funcional de los sitios identificados en
el (AID) y para establecer las áreas y características de los probables rescates
que deberán desarrollarse en los sitios. Los sondeos se implementarían en
aquellos sectores directamente afectados por las obras proyectadas,
considerando también el área donde se implementarán los cercos de
protección. Para el desarrollo de estas actividades un profesional arqueólogo
solicitará la autorización respectiva al Consejo de Monumentos Nacionales,
acompañada de todos los antecedentes requeridos en el artículo 7º del
Reglamento de la Ley 17.288, sobre Excavaciones y/o Prospecciones
Arqueológicas, Antropológicas y Paleontológicas. En la solicitud irá el detalle
de las acciones a ejecutar en cada sitio (número de pozos, ubicación tentativa
de éstos, distanciamiento, etc.).

 Previo al inicio de las actividades anexas (Instalación de faenas, plantas de


producción de materiales, empréstitos y botaderos), se deberá realizar una
inspección visual del componente arqueológico y patrimonio cultural en los
lugares propuestos para el emplazamiento de las mismas, por parte de un
arqueólogo. El resultado de estas actividades será remitido al Consejo de
Monumentos Nacionales.

 Implementación de un monitoreo arqueológico programado durante las


excavaciones y movimientos de tierra del proyecto, en aquellos sectores más
sensibles desde el punto de vista del patrimonio cultural (por cercanía de sitio
arqueológicos y sitios paleontológicos). También se desarrollará un plan de
contingencias que indique los procedimientos a seguir en el caso de efectuar
hallazgos arqueológicos imprevistos durante los movimientos de tierra. El
profesional a cargo del monitoreo entregará informes periódicos al Consejo de
Monumentos Nacionales.

 Implementación de cercos y señalética temporal en todos aquellos sitios


ubicados a menos de 50 metros de accesos, desvíos, instalaciones de faenas,
botaderos, empréstitos, plantas de producción de materiales, sectores de
acopio, etc, relacionados con el proyecto, considerando un área buffer de no
menos de 15 metros a partir de los límites de su dispersión superficial de
materiales, de modo de evitar su intervención accidental. Los cercos serán de
alambres de púas con postes de madera impregnada. El profesional
arqueólogo supervisará la correcta implementación de las medias de
protección de los sitios ubicados en el AII del proyecto.

 Se realizarán charlas de inducción sobre el cuidado del patrimonio cultural al


personal relacionado con el proyecto. Las charlas serán dictadas por un
arqueólogo y considerará tópicos como el marco legal que protege el
patrimonio cultural (arqueológico, paleontológico, etc) en nuestro país,
antecedentes culturales del área del proyecto y como proceder en el caso de
efectuar hallazgos arqueológicos imprevistos.

 Generar una propuesta integral de Difusión y Puesta en Valor del patrimonio


cultural situado en el área del proyecto, considerando el desarrollo de
publicaciones de difusión, a través de la confección de un tríptico de formato
13*21 cerrado, 4*4 colores con un total de 400 ejemplares y una exposición
temática a través de paneles u otros medios a coordinar con escuelas y
colegios de la ciudad de Huasco, más una exposición fotográfica en la ciudad
de Copiapó, en las dependencias de Ministerio de Obras Públicas.
Bibliografía

Ampuero, G. y M. Rivera. 1971. Secuencia arqueológica del alero rocoso de San


Pedro Viejo-Pichasca. Boletín del Museo Arqueológico de La Serena 14: 45-69, La
Serena, Chile.

Arriaza, B. 2003. Cultura Chinchorro. Las momias más antiguas del mundo. Editorial
Universitaria, Santiago, Chile, 262 pp.

Becker, C 2006 (Ms) Anexo 12-1. Prospección Arqueológica Adenda Nº1 a la Declaración De
Impacto Ambiental Proyecto Puerto Las Losas, Compañía Minera Del Pacífico S.A. Huasco –
Región De Atacama.

Castillo, G. 1989 Agricultores y pescadores del Norte Chico: El complejo Las Ánimas
(800 a 1.200 d.C.) Prehistoria. Desde sus orígenes hasta los albores de la conquista.
Hidalgo, J., Schiappacasse, V., Niemeyer, H. Aldunate, C., Solimano, I., editores,
Editorial Andrés Bello, pp. 265-276.

1998 Los períodos intermedio tardío y tardío: desde la cultura Copiapó al dominio Inca.
En Culturas Prehistóricas de Copiapó. Impresos Universitaria S.A. Santiago.

Cervellino. M. 1995 Proposición para una secuencia cronológica cultural prehispánica,


para la costa de la Región de Atacama. Hombre y Desierto N°9: 89-98, Actas del XIII
Congreso Nacional de Arqueología Chilena (1994).

1996 Breve análisis del desarrollo cultural prehispánico de la costa de la región de


Atacama, a la luz de viejas y nuevas evidencias. I parte. Boletín del Museo
Arqueológico de la Serena, Nº 19.

1998 El periodo arcaico en la región de Atacama. Caza-recolección y pesca marítima


(9.000 años a 100 años a. C). En Culturas prehistóricas de Copiapó, Capítulo III: 36-
60. Impresos Universitaria S.A., Santiago.

2008 (Ms) Línea de base patrimonial del proyecto “Ruta Costera Quebrada Tongoy-
Huasco-Caldera”; para el sector Quebrada Tongoy – Huasco, comuna de Huasco,
Provincia de Huasco, Región de Atacama.

Contreras, L. 2005 (Ms). Sondeos de Caracterización Arqueológica, Variante sitio


Huasco Norte 1.

Gallardo F. y L. Cornejo. 1986. El diseño de la Prospección arqueológica: un caso de


estudio. Chungará 16-17: 409-420.

Garrido, F. El camélido sagrado y el hombre de los valles: Una aproximación a la


Cultura Copiapó y sus relaciones a partir de la alfarería. Memoria para optar al título de
Arqueólogo. Departamento de Antropología, Universidad de Chile.

Irribarren, J. 1964. La Cultura de Anzuelo de Concha. Mesa Redonda de Ciencias


Prehistóricas y Antropológicas (Publicaciones del Instituto Riva-Agüero, 58B): 218-228.

1955-1956 Arqueología del Valle del Huasco, prov. De Atacama. Revista Universitaria
Años XL y XLI Nº 1, Anales De la Academia Chilena de Ciencias Naturales, Nº 20.
Universidad Católica de Chile: 183.
Jackson, D. 1997. Coexistencia e interacción de comunidades cazadores-recolectores
del arcaico temprano en el semiárido de Chile. Valles, Revista de Estudios Regionales
N°3:13-36. Museo de La Ligua, Chile.

Kuzmanic, I. y G. Castillo. 1986. Estadio arcaico en la costa del norte semiárido de


Chile. Chungará, X Congreso nacional de arqueología chilena, Arica, 16-17:89-94.

Niemeyer, H 1985 El yacimiento de petroglifos Las Lizas (Región de Atacama,


Provincia de Copiapó, Chile) pp 131-171. En: Estudios de Arte Rupestre. 1ª Jornada
de Arte y Arqueología. El Arte Rupestre en Chile. Editado por C. Aldunate, J
Berenguer y V, Castro. MCHAP.

1998. El período medio. Complejo Las Ánimas. En Culturas Prehistóricas de Copiapó.


Impresos Universitaria S.A. Santiago.

Niemeyer, H. y V. Shiappacasse 1967. Reconocimiento arqueológico en la Punta de


Choros e islas vecinas (litoral Sur de la Provincia de Atacama, Chile). Revista
Universitaria. Universidad Católica de Chile, Año LII. Santiago.

Niemeyer, H.; Castillo, G. y M Cervellino 1989. Los primeros ceramistas del Norte
Chico: Complejo El Molle (0-800 d.C.). Prehistoria. Desde sus orígenes hasta los
albores de la conquista. Hidalgo, J., Schiappacasse, V., Niemeyer, H. Aldunate, C.,
Solimano, I., editores, Editorial Andrés Bello, pp. 227-263
Núñez, L., Varela, J. y R. Casamiquela 1983. Ocupación Paleoindio en Quereo:
reconstrucción multidisciplinaria en el territorio semiárido de Chile. Universidad de
Antofagasta.
Medina, J.T 1882 Los aborígenes de Chile. Santiago.

Méndez, C. 2002. Cazadores recolectores costeros y sus contextos de tarea: Una


visión desde el asentamiento holocénico temprano de Punta Penitente (LV. 014), Los
Vilos, IV Región. Chungara Revista de Antropología Chilena 34(2):153-166.

Ministerio de Obras Públicas; 1993-1994. Estudio de ubicación de restos


arqueológicos en las cuencas priorizadas. Catastro III Región. Unidad Técnica del
Medio Ambiente.
Moyano, R. 2006 Sol, Luna y Huacas en el Valle de Copiapó, el Ushnu de Viña del
Cerro como Lugar de Observación Astronómica y Culto a las Montañas en Atacama.
Memoria para optar al título de arqueólogo. Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Chile, Santiago.
Rodríguez, J 2007 Informe Línea base Patrimonio Cultural para EIA Puerto Punta
Alcalde, Provincia de Huasco, III Región, de la Sociedad Contractual Minera Santa
Bárbara. En Capítulo 5: 5-7 (páginas 5-71 a 5-89) Patrimonio Cultural Línea Base.
Arcadis Geotécnica.

Rivas, P. 2008 Línea de base patrimonio cultural para EIA proyecto central
termoeléctrica Punta Alcalde, comuna Huasco, Provincia de Huasco, III región
Atacama.

2008 Línea de base Patrimonio Cultural para EIA proyecto Ampliación y Mejoras
operacionales de planta de Pellets, Provincia de Huasco, III Región de Atacama.
Schiappacasse, V. y H. Niemeyer 1984 Descripción y Análisis Interpretativo de un Sitio
Arcaico Temprano en la Quebrada de Camarones. Publicación Ocasional del Museo
Nacional de Historia Natural 14. Santiago.
Schiffer, M. 1987 Formation Process of the Archaeological Record. University of New
Mexico Press, Albuquerque.
Standen, V., C. Santoro y B. Arriaza. 2004. Síntesis y propuestas para el período
Arcaico en la costa del extremo norte de Chile. Chungara 36: 201-212.Viejo-Pichasca.
Boletín del Museo Arqueológico de La Serena 14: 45-69, La Serena, Chile.

También podría gustarte