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PADRES EN APUROS
cómo marcar
BRIGITTE LANGEVIN
edebé
Título original: Une discipline sans douleur
Autora: Brigitte Langevin
© 2010 Les Éditions de Mortagne. Todos los derechos reservados.
ISBN: 978-84-683-0308-6
Depósito legal: B. 23914-2011
Impreso en España - Printed in Spain
EGS - Rosario, 2 - Barcelona
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índice
INTRODUCCIÓN. 11
Capítulo 1
TESTIMONIO PERSONAL. 15
Capítulo 2
EL PAPEL DE PADRES. 19
Un duro trabajo. 19
Ser padres. 21
Necesidades y deseos. 24
Capítulo 3
PERDER EL CONTROL. 29
El azote. 30
Se escapa una bofetada. 32
Rojo de rabia. 34
La negociación mal entendida. 37
La injerencia de nuestros padres. 42
Los abusos verbales. 44
Capítulo 4
EDUCAR SIN DOLOR. 51
Poner límites con firmeza. 51
Ordenar sin culpabilizarse por ello. 54
Expresar el enfado. d9
Animar y felicitar. 77
Decir te quiero. 80
Capítulo 5
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN 89
Consecuencia natural. 92
Consecuencia lógica. 92
Refuerzo positivo. 94
Adaptar el entorno. 95
El fuera de juego. 96
i1...,2...,3!. 97
La distracción. 98
El ejemplo. 99
Capítulo 6
POR EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS 103
CONCLUSIÓN. 111
AGRADECIMIENTOS. 113
ANEXO. 115
Apuntes. 115
BIBLIOGRAFÍA. 119
En todo niño hay una persona única y maravillosa
que sencillamente espera que un adulto
tenga fe en él, le trate como un ser digno,
le enseñe a comportarse bien y a desarrollarse
cuando esté en contacto con otras personas.
En todo padre hay una persona
que aspira profundamente a dar lo mejor de sí mismo
y a ser un modelo de realización para su hijo.
Brigitte Racime
La disciplíne, un jeu d'enfant
INTRODUCCIÓN n———WMBWBWgBB—aw—*W*wtsx-'orw.-A'.w v > -f.sTO'i''o>.v<»?g-yrw
14
TESTIMONIO
PERSONAL
Un duro trabajo
Ser padres
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Intervenir demasiado | No intervenir Término medio
No dejar pasar ni una Desear que el amor Ser flexible en sus deci¬
y querer controlar to¬ prime ante cual¬ siones y en su manera
dos sus comporta¬ quier obligación. de aplicarlas.
mientos.
Ser intolerante y muy Pedir permiso al ni¬ Estar seguro de las exi¬
exigente. ño. gencias impuestas.
Vivir las relaciones co¬ Buscar una relación Hacer la distinción en¬
mo una lucha de po¬ «amigo-amigo» con tre los deseos propios,
der. el niño. los de vuestra pareja
y los de vuestros hijos.
Ser padre es cubrir al hijo de amor sin que por ello dejemos
que este nos invada. Consagrar a un hijo momentos privilegia¬
dos constituye un poderoso medio de manifestarle nuestro amor.
Pero ¿dedicarle todo su tiempo? ¡No! Un niño debe desarrollar
un mínimo de autonomía. Según su edad, debería poder hacer al¬
gunas cosas o ocuparse de sí mismo algunos minutos. Por ejemplo
un niño de pecho (bebé de menos de doce meses) puede esperar 23
algunos minutos en su cuna cuando llora por la noche; un bebé
puede jugar algunos minutos sin que sus padres estén necesa¬
riamente cerca de él; un niño puede esperar un poco antes de
una comida sin que, inevitablemente, le «enchufemos» delante
de la tele; un adolescente puede coger el autobús para visitar a
sus amigos, etc.
Ser padre es hacer que vuestro hijo sea autónomo. Si hay una
responsabilidad importante que nos incumbe, es esta. Los niños
CÓMO MARCAR LOS LÍMITES
Necesidades y deseos
Los niños quieren a sus padres Los padres organizan actividades para
para ellos todo el tiempo. los niños y también para ellos como
pareja.
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PERDER EL CONTROL
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El azote
' Bourcier, Sylvie et DUCLOS, Germain. «La fessée au bañe des accusés»,
2 Id.
PERDER EL CONTROL
Rojo de rabia
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Estás en casa de una amiga con tu bebé Dile que no debe preocupar¬
de seis meses. Acaba de comer, tiene se, que el comportamiento
ios pañales limpios y es hora de la siesta. de tu bebé es normal y que
Lo acuestas en su cochecito en una es¬ comprendes que le rompa el
tancia en penumbras para reproducir corazón oír llorar a tu bebé.
sus condiciones habituales para que se Intenta distraerla cambiando
adormezca. Lloriquea un poco, según lo a un tema que le apasione.
acostumbrado, pero sabes que se dor¬ Evita sobre todo sentirte cul¬
mirá rápidamente. Tu amiga interviene pable. Tú conoces a tu bebé
con un tono cuipabilizante diciendo que y eres la mejor madre para
tal vez aún tenga hambre o que quizás él.
acaba de ensuciarse el pañal.
CÓMO MARCAR LOS LÍMITES
t c
Las amenazas
Las amenazas, incluso cuando no son más que palabras al aire, des¬
truyen el sentimiento de seguridad del niño. Debemos comprender
que un niño confía plenamente en sus padres y acepta todo lo que
dicen estos como hechos. Aun así,
Las amenazas, incluso cuando
algunas frases rozan la crueldad: «Te
no son más que palabras al
voy a regalar si eres tan pesado... Si
aire, destruyen el sentimiento
te sigues tocando el pene te lo voy
de seguridad del niño.
a cortar... Te voy a pegar el trasero a
la silla si no paras de moverte durante la comida... Para ya de hacer
eso o te bajo del coche y me voy sin ti...». Este tipo de intimidacio¬
nes lejos de calmar a un niño tienen por efecto volverlo más ansioso
y, en consecuencia, más inquieto. No se debe educar a un niño con
amenazas o infundiéndole miedo.
45
La culpabidzación_
Las críticas
Niño de 2 años
1
Niño de 4 años
48 i
Palabras de los padres | Categoría | Objetivo
Niño de 8 años
49
Adolescente de 14 años
que queremos más son también a las que más nos enfren¬
tamos o con quienes nos enfadamos más. Es «la ambiva¬
lencia de los sentimientos». Los niños expresan con mucha
facilidad este estado; cuando les prohibimos algo, contestan
con un «¡te odio!» y después, una hora más tarde, nos su¬
surran un «te quiero». Creer que los niños no nos querrán
nunca más es, desde luego, un error.
Actualmente, los adultos temen que un niño crea que
no se le quiere si se muestran autoritarios con él y, sobre
todo, se imaginan que les querrá menos. Lo cierto es que un
niño que hace que le riñan no irá desde luego a dar las gra¬
cias a su padre. Tal vez lo hará dentro de diez años, pero en el
mismo instante, reaccionará con una pataleta, enfurruñándo¬
se, llorando... O, puesto que deseamos con demasiada fre¬
cuencia un reconocimiento inmediato, hacemos demagogia
paterna permanente favoreciendo los sentimientos en detri¬
mento de la autoridad.
De hecho, nosotros, los padres, debemos dejar de po¬
nernos en el lugar del niño. Debemos dejar de sentir empatia
desplazada: ¡no tenemos la misma edad que él! Si siempre
59
Muchos padres creen que una actitud permisiva les valdrá ser
queridos por su hijo. ¡Craso error! Evidentemente, es mucho
más agradable decir que «sí» a su hijo y ver brillar sus ojos de
alegría. No obstante, los padres que piensan que los niños
son buenos por naturaleza y que sin esfuerzo se convertirán
en ciudadanos responsables y en seres humanos altruistas y
razonables se equivocan. Un día u otro, deberán imponerles
límites y aceptar que tienen que frustrarles. Si ellos no lo ha¬
60 cen, la sociedad ya se encargará de hacerlo.
Dos motivos pueden explicar las dificultades que tienen
algunos padres para decir que «no» a sus queridos hijos y su
propensión a ser demasiado permisivos con ellos.
Dejar llorar
de las vacaciones.
Expresar el enfado
Animar y felicitar
77
Decir te quiero
t L
que era preciso darse prisa puesto que se tarda algún tiempo
para conseguir un nuevo pasaporte.
En febrero aún no se había hecho la foto. Le recordé que
era responsabilidad suya hacérsela. Ella me respondió que aún
tenía tiempo de sobras. Le comenté que yo no estaba tan se¬
gura puesto que para conseguir el pasaporte se tardaban por
lo menos seis semanas. Ni caso.
Llegó marzo y aún no se había hecho la foto. Le recordé
que el Gobierno no estaba a su servicio y que cuando ella
estuviese lista para hacerse la foto tal vez sería demasiado
tarde y que aunque gritase a viva voz su indignación, no le
entregarían más rápido el pasaporte. Añadí que por desgra¬
cia no podría viajar sin pasaporte.
Finalmente, se hizo la foto a mediados de marzo y envia¬
mos los documentos enseguida.
A principios de mayo, aún no habíamos recibido el pa¬
saporte y la excursión a Nueva York estaba prevista para el
10 de mayo. Mi hija empezó a inquietarse, puesto que temía
no poder participar en aquel viaje que le hacía tanta ilusión.
Ella habló con su profesor, quien me llamó y me dijo que bas¬
taría con llevar su partida de nacimiento (en aquella época,
aunque era preferible, no era obligatorio aún para viajar en
autobús a Estados Unidos). Sin embargo, la única partida
de nacimiento que yo tenía estaba junto a la solicitud de pa¬
saporte y me sería devuelta con el pasaporte. Su profesor
entonces me informó de que podía conseguir otra partida en
cuarenta y ocho horas, yendo directamente al registro civil.
¿Creéis que perdí todo un día de trabajo para ir a buscar
otra, habida cuenta de las circunstancias? ¡Por supuesto que
no! Si yo quería que ella comprendiese que ni sus padres ni
la sociedad están a su servicio, era necesario que me mantu¬
viese firme aun cuando corría el riesgo de perder el dinero
que había desembolsado para pagar el viaje (350$). Mi hija
se lo dijo al profesor. Figuraos que me llamó para decirme
que lo más seguro era que pudiese viajar sin pasaporte y sin
4 EDUCAR SIN DOLOR
partida de nacimiento puesto que era raro, según él, que los
agentes de aduanas pidiesen los pasaportes a todos los jóve¬
nes presentes en el autobús. En general, se contentaban con
elegir a algunos al azar. Entonces le pregunté qué le suce¬
dería a mi hija si por casualidad era ella la elegida al azar...
Se hizo un prolongado silencio y ya no insistió más.
Finalmente, el pasaporte llegó el día antes de su partida.
Mi hija recibió una buena lección, creedme. Por mi parte, yo
estaba orgullosa de mí misma: no cedí ni a la presión del pro¬
fesor ni a la de mi hija.
Educar a vuestros hijos no es en absoluto una tarea que
admita descanso. No debéis relajar la disciplina en la adoles¬
cencia, aunque es cierto que en esta etapa sí que debéis
mostrar cierta flexibilidad y apertura de mente. En el siguien¬
te capítulo encontraréis estrategias de intervención que os
ayudarán en vuestra tarea de padres a partir de la más tierna
edad de vuestros hijos.
87
• ■■ .í -
ESTRATEGIAS
DE INTERVENCIÓN
Consecuencia natural
Definición: Esta estrategia consiste en dejar que el niño asuma
las consecuencias naturales de sus actos sin intentar poner remedio
a ello, mientras que su seguridad no se vea comprometida.
Ejemplos
Consecuencia lógica
Definición: En la estrategia de la consecuencia lógica, el pa¬
dre impone al hijo una penalización vinculada a su falta o a su mala
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
Ejemplos
Para un niño de seis años que mancha el suelo del baño cuan¬
do juega en la bañera, cuando le habéis pedido que fuera con cui¬ 93
dado, la consecuencia lógica será que lo seque.
pa sucia y arrugada.
CÓMO MARCAR LOS LÍMITES
Refuerzo positivo
comportamientos de un niño.
mientos positivos.
94
¡Felicidades! Hoy has conseguido dominar tus enfados y no
has tenido ninguna pataleta.
^ ¿Me das tu opinión sobre este color? Creo que tienes mucho
gusto para la decoración.
Adaptar el entorno
Ejemplos
variadas.
El fuera de juego
xión.
Ejemplos
97
Cuando el niño se haya calmado, explicadle cómo debe com¬
portarse: «Cuando me acompañes al supermercado puedes elegir
una caja de cereales, pero yo decido el resto. ¿Lo has entendido?».
Haced que os confirme que lo ha entendido.
¡1 2
Ejemplos
La distracción
Ejemplos
El ejemplo
Ejemplos
aprenda a decirlo.
positivo.
Llorar con nuestro hijo, reír con él, redescubrir la vida a través
de sus ojos.
planeta.
incondicional.
107
Apreciar mucho más los pequeños momentos de intimidad
o de soledad.
duro.
vo rol de padre.
den amarnos.
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AGRADECIMIENTOS
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114
ANEXO
Apuntes
Los niños quieren ser objeto exclusivo del amor de sus pa¬
dres. El trabajo de los padres es hacerles ver la realidad. Los límites
sirven para esto y, por lo tanto, son una dimensión esencial de su
educación.
Las manos de los padres están hechas para cuidar, para acari¬
ciar, para sostener al niño cuando da los primeros pasos, para guiar¬
le, animarle a descubrir las maravillas de la vida. En resumen, están
hechas para expresar todo su amor.
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BIBLIOGRAFÍA
Otras
120
S.O.S. PADRES EN APUROS
«EJERCER» DE MADRE
Superar los nueve desafíos de la maternidad
Sacha Baveystock
Bill Lucas
con la colaboración del psicólogo clínico Stephen Briers
¿¡FAMILIAS FELICES!?
Claves para conseguir un entorno familiar feliz
Simón Baker
con la colaboración de Aliey Einstein
edebé
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MLK Literatura
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901 G St., NW
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