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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”
Área Ciencias de la Salud – Morfo fisiología (III)
Barinas – Barinas

TEMA 39: Anatomía, Histología, Embriología Y


Fisiología De Los Órganos Genitales Masculinos.
Estudio De La Embriogénesis De La Gónada Y De
Los Órganos Genitales Masculinos. Descenso
Testicular. Hechos Críticos En Su Desarrollo.
Anomalías

Bachilleres:

José Francisco Pérez C.I: 28.427.980

Britney Osal C.I:

Manuel Briceño C.I.

Anyimar Medran C.I:

Ángel Cardenas C.I:29.774.360

Osmel Castillo C.I:

3er Semestre Sección “7”

06/05/2023
Embriología: La diferenciación sexual es un proceso complejo en el que intervienen
muchos genes, entre ellos algunos autosómicos. La clave del dimorfismo sexual es el
cromosoma Y; éste contiene el gen que rige la formación de testículos y que se llama gen
SRY (región de Y que determina el el sexo).
El producto proteico de este gen es un factor de transcripción, el cual inicia una cascada de
genes en dirección 3’ que determina el destino de los órganos sexuales rudimentarios. La
proteína SRY es el factor que rige la formación de los testículos; bajo su influencia se
efectúa el desarrollo masculino. En su ausencia se establece el desarrollo femenino.
Gónadas: Aunque el sexo del embrión se decide por mecanismos genéticos en el momento
de la fecundación, las gónadas no adquieren características morfológicas masculinas o
femeninas antes de la séptima semana del desarrollo. En un principio las gónadas aparecen
como un par de crestas longitudinales: las crestas genitales o gonadales. Se forman
mediante la proliferación del epitelio y una condensación del mesénquima subyacente. Las
células germinales no aparecen en las crestas genitales antes de la sexta semana del
desarrollo.
Células germinales primordiales: se originan en el epiblasto, migran a través de la línea
primitiva y hacia la tercera semana se alojan entre las células endodérmicas de la pared del
saco vitelino cerca del alantoides.
Durante la cuarta semana migran con un movimiento ameboideo a través del mesenterio
dorsal del intestino posterior. Llegan a las gónadas primitivas al comenzar la quinta semana
e invaden las crestas genitales en la sexta semana. Poco antes y durante la llegada de las
células germinales primordiales, el epitelio de la cresta genital prolifera y las células
epiteliales penetran en el mesénquima subyacente. Aquí forman varios cordones de forma
irregular: los cordones sexuales primitivos. En embriones masculinos y femeninos, esos
cordones están conectados al epitelio superficial; es imposible distinguir una gónada
masculina de una femenina. Por eso se emplea la designación gónada indiferenciada.
Testículos: Si el embrión es genéticamente masculino, las células germinales primordiales
llevan un complejo cromosómico sexual XY. Bajo la influencia del gen SRY en el
cromosoma Y que codifica el factor determinante de la formación del testículo, los
cordones sexuales primitivos siguen proliferando y penetran en lo profundo de la médula
para constituir el testículo o cordones medulares. En dirección del hilio de la glándula los
cordones se dividen en una red de diminutas líneas celulares que más tarde darán origen a
los túbulos de la red testicular. Al proseguir el desarrollo una capa densa de tejido
conectivo fibroso, la túnica albugínea, separa los cordones testiculares del epitelio
superficial.
En el cuarto mes, los cordones testiculares adquieren una forma de herradura, y sus
extremidades se continúan con las de la red testicular. Los cordones testiculares se
componen de células germinales primitivas y las células sustentaculares o células de Sertoli
que provienen del epitelio superficial de la glándula.
Las células intersticiales de Leydig: Procedentes del mesénquima original de la cresta
gonadal, están situadas entre los cordones testiculares. Comienzan su desarrollo poco
después de iniciarse la diferenciación de los cordones. Hacia la octava semana de gestación,
las células de Leydig comienzan a producir testosterona y el testículo influye en la
diferenciación sexual de los conductos genitales y los genitales externos.
Genitales Externos: En la tercera semana del desarrollo, las células
mesenquimatosas en la región de la línea primitiva migran alrededor de la membrana
cloacal para formar un par de pliegues cloacales un poco elevados. En posición craneal con
la membrana cloacal, los pliegues se unen para constituir el tubérculo genital. En la región
caudal, se subdividen en pliegues uretrales anteriores y en pliegues anales posteriores.
Mientras tanto, otro par de elevaciones, las protuberancias genitales, se vuelven visibles a
ambos lados de los pliegues uretrales. Más tarde, darán origen a las protuberancias
escrotales en el sexo masculino.
Genitales externos masculinos: El desarrollo de los genitales externos en el varón
está bajo la influencia de los andrógenos secretados por los testículos fetales; se caracteriza
por el rápido alargamiento del tubérculo genital que ahora se llama falo. Durante este
alargamiento, el falo tira de los pliegues uretrales hacia adelante, de modo que formen las
paredes laterales del surco uretral. Éste se extiende a través de la cara caudal del falo
alargado, pero sin alcanzar la parte más distal: el glande. El revestimiento epitelial del
surco, que se origina en el endodermo, constituye la placa uretral.
Al final del tercer mes, los dos pliegues laterales se cierran sobre la placa uretral
creando la uretra peniana, la cual no se extiende hasta la punta del falo. Esta porción más
distal de la uretra aparece durante el cuarto mes, cuando las células ectodérmicas
procedentes de la punta del glande penetran para dar origen a un corto cordón epitelial. Más
tarde éste recibe una luz, formando así el meato uretral externo.
Las protuberancias genitales, conocidas en el varón como protuberancias escrotales, se
desarrollan en la región inguinal. Al proseguir el desarrollo se desplazan en sentido caudal,
y cada una constituirá la mitad del escroto. Ambas están separadas por el tabique escrotal.
Descenso de los testículos: Los testículos se desarrollan en dirección
retroperitoneal dentro de la región abdominal; deben desplazarse caudalmente y cruzar la
pared abdominal para llegar al escroto. Atraviesan la pared abdominal a través del conducto
inguinal que mide unos 4 cm de largo y se halla justo por arriba de la mitad medial del
ligamento inguinal. La entrada al canal es por el anillo inguinal profundo (interno) y la
salida es porvel anillo inguinal superficial (externo), cerca del tubérculo púbico.
Hacia el final del segundo mes el mesenterio urogenital une el testículo y el
mesonefros a la pared abdominal posterior (Fig. 16.3A). Al degenerarse el mesonefros, la
unión sirve de mesenterio a la gónada. En la parte caudal se vuelve ligamentoso y se
conoce como ligamento genital caudal. Desde el polo caudal del testículo se extiende una
condensación mesenquimatosa rica en matrices extracelulares: el gubernáculo. Antes del
descenso del testículo, esta banda de mesénquima termina en la región inguinal entre los
músculos abdominales oblicuos internos y externos en proceso de diferenciación. Más
tarde, cuando el testículo empieza a descender hacia el anillo inguinal interno, una porción
extraabdominal del gubernáculo aparece y crece desde la región inguinal hacia las
protuberancias escrotales. Cuando el testículo cruza el conducto inguinal, esa porción entra
en contacto con el suelo escrotal.
Los factores que controlan el descenso de los testículos no se conocen a fondo. Pero
al parecer la excrecencia de la porción extraabdominal del gubernáculo produce migración
intraabdominal. Además, el aumento de la presión intraabdominal causada por el
crecimiento de los órganos da origen a un paso por el conducto inguinal; la involución del
gubernáculo completa el desplazamiento del testículo hacia el interior del escroto. En
condiciones normales, los testículos llegan a la región inguinal aproximadamente a las 12
semanas de gestación, migran a través del conducto inguinal a las 28 semanas y alcanzan el
escroto a las 33 semanas. En el proceso influyen las hormonas, entre ellas los andrógenos y
la MIS (hormona antimüleriana). Durante el descenso se mantiene el aporte sanguíneo a los
testículos proveniente de la aorta; los vasos testiculares se extienden desde su posición
lumbar original hasta el testículo en el escroto.
 Cordón Espermático
El CE es una estructura de la anatomía masculina, de forma cilíndrica, que pasa desde el
abdomen hacia cada uno de los testículos a través del conducto inguinal. Comienza en el
anillo inguinal profundo, atraviesa el conducto inguinal, se dirige de hacia adelante y hacia
abajo y sale por el anillo inguinal superficial para terminar en el interior del escroto, a nivel
de la porción media del contorno posterior del testículo. 

 Contenido del CE:


Está compuesto por una serie de elementos: Rodeados por tejido conjuntivo laxo, a saber:
tres arterias: (la testicular, la cremasteriana y la del conducto deferente); tres nervios: (rama
genital del genito-femoral, fibras aferentes autonómicas y viscerales), y el ilioinguinal; (el
plexo venoso pampiniforme, el conducto deferente y vasos linfáticos)
 Conducto deferente
  Músculo cremáster
 Arterias y venas: 
 Arteria del conducto deferente, que surge de la arteria vesical inferior.
 Arteria testicular, origen en de la aorta abdominal.
 Arteria cremastérica , que surge de la arteria epigástrica inferior.
 Plexo venoso pampiniforme (equivalente a la vena testicular), drena en la vena
testicular.
 Nervios: 
 Rama genital del nervio genitofemoral, que inerva el músculo cremáster.
 Fibras nerviosas simpáticas, con las arterias, y parasimpáticas con el conducto
deferente.
 Vasos linfativos
El CE presenta tres cubiertas que son la continuación de elementos de la pared abdominal
anterior, y ello se explica por el descenso testicular desde el abdomen hasta el escroto.
Estas tres cubiertas son, de más profundo a más superficial:
 Fascia espermática interna. Es la más profunda y corresponde a la continuación
de la fascia transversales.
 Fascia cremastérica junto con el músculo cremáster. Es la capa media y
corresponde a la continuación del músculo oblicuo menor del abdomen (y su
fascia).
 Fascia espermática externa. Es la más superficial y corresponde a la continuación
de la aponeurosis del músculo oblicuo mayor del abdomen.

 Desarrollo embrionario del cordón:


La formación del CE se inicia durante el 2º-3º mes de gestación, momento en el que el
proceso vaginal, que es una evaginación peritoneal, se longa hasta el escroto, formado a su
vez por extensiones fasciales de la pared abdominal. Posteriormente entre el 7º-9º mes de
gestación, el estímulo hormonal provoca el descenso de los testículos y la obliteración del
proceso vaginal, de forma que se produce el cierre del anillo inguinal profundo
(superiormente) y de la parte adyacente al testículo (inferiormente), y la atresia del proceso
vaginal entre las constricciones formadas superior e inferiormente (proceso funicular).

 Epidídimo
El epidídimo es un conjunto de conductos en espiral del aparato reproductor masculino que
se encuentran encima de cada testículo. Los conductos que los forman están enrollados en
forma de espiral lo que permite ocupar un espacio de tan sólo 5 cm, mientras que si se
extendiera su longitud sería de más de 5 m.
El epidídimo conecta con los testículos y con los conductos deferentes, y a través de estos
se envían los espermatozoides a las vesículas seminales.

 Función:
Su función principal es almacenar los espermatozoides que se producen en los testículos
para que estos maduren y adquieran la movilidad necesaria para lograr la fecundación.
 Conducto deferente

Los conductos deferentes son unos canales finos del aparato reproductor masculino que
miden de 35 a 45 cm. Transportan los espermatozoides desde el epidídimo hasta la parte
posterior de la próstata donde se encuentran las vesículas seminales y los conductos
eyaculadores.

 Función:

Su función principal es transportar los espermatozoides desde el epidídimo hasta las


vesículas seminales, donde los espermatozoides se unen con el contenido de las vesículas a
través de los conductos eyaculadores. El líquido seminal resultado de la unión conecta con
la próstata, y esta con la uretra, el conducto que conecta con el exterior.

 Vesículas seminales
Las vesículas o glándulas seminales son las glándulas del aparato reproductor masculino
situadas detrás de la vejiga urinaria y encima de la próstata.
 Función:
Su función es producir el 60% del volumen del líquido seminal. En la eyaculación, las
vesículas seminales se vacían, enviando el contenido al conducto eyaculador después de
que el conducto deferente envíe los espermatozoides.
Las vesículas seminales secretan fructosa y otras sustancias nutritivas proteicas y lipídicas
que aportan valores nutritivos a los espermatozoides para que logren la fecundación del
óvulo.

 Conducto Eyaculatorio:

Los conductos eyaculatorios son una parte del aparato reproductor masculino. Se trata de
dos pequeños tubos que conectan los conductos deferentes con los testículos y la vejiga.
Estos conductos recorren un corto trayecto, a través de la próstata, para desembocar en la
uretra. Por ello, durante la eyaculación, el semen pasa a través de los conductos
eyaculatorios y es expulsado por el pene.
 Próstata:
La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino. Está ubicada debajo de la
vejiga urinaria y las vesículas seminales, y rodea el inicio de la uretra.

 Función:
La función principal que desenvuelve es producir parte del líquido seminal. La próstata
abre el paso para que el semen sea expulsado al exterior por la uretra, y del mismo modo
que la vejiga permite o impide la orina, puede impedir que se libere el semen.
La próstata se conecta con el conducto deferente después de las vesículas seminales, de
modo que cuando el líquido seminal ha llegado a la próstata, ya incluye el contenido
enviado por los testículos (es decir los espermatozoides) y por las vesículas seminales.

 Enfermedades más comunes:

 Cáncer de próstata: aparición de un tumor maligno en la próstata, tiene un


crecimiento muy lento.
 Prostatitis: inflamación comúnmente causada por una infección bacteriana
 Hiperplasia benigna de próstata: Crecimiento de la próstata que puede comprimir
la uretra.

 El Pene
El pene es el órgano sexual masculino con capacidad eréctil, situado por debajo de la
sínfisis del pubis y por encima del escroto. El pene y el escroto forman los órganos
genitales externos masculinos. Posee la capacidad de erección que lo hace apto para sus
unciones sexuales, gracias al tejido cavernoso eréctil que constituye su armazón. También
contiene la porción más distal de la uretra.

El cuerpo del pene se encuentra formado por tres cilindros eréctiles, junto a sus planos
fasciales, sus nervios y su vascularización, todo ello recubierto por piel. Los tres cilindros
eréctiles que están revestidos por la fascia de Buck, son los cuerpos cavernosos y, en
posición ventral, el cuerpo esponjoso que en su interior aloja la uretra. La fascia de Buck es
una capa elástica y resistente inmediatamente adyacente a la túnica albugínea.
 

 
Los cuerpos cavernosos constituyen la mayor parte del pene y se inician en las ramas
isquiopubianas. Contienen el tejido eréctil en el interior de una densa vaina elástica de
tejido conectivo, la túnica albugínea. Los cuerpos cavernosos no son estructuras
independientes, si no que constituyen un único espacio a través de un tabique incompleto
en la línea media, el septum o septointercavernoso. Este tabique se muestra más completo
hacia la base del pene, convirtiéndose en un tabique completo cuando los cuerpos
cavernosos se independizan y se dividen para formar los pilares, que están fijados a la rama
inferior del pubis y el isquion. El tejido eréctil contiene arterias, nervios, fibras musculares
y senos venosos revestido por células endoteliales planas, llenan el espacio de los cuerpos
cavernosos y simulan al corte una esponja, cuyos huecos forman lagos sanguíneos. Los
capilares sanguíneos rellenan estos huecos y están dotados de dispositivos musculares que
permiten o cierran el paso de la sangre. Cuando la sangre pasa a estos lagos, los cuerpos
cavernosos y esponjoso se hinchan y se endurecen. Las dos arterias cavernosas discurren
cerca del centro de los cuerpos cavernosos. El flujo de sangre a través de estas arterias
retorna a través del espacio eréctil que se conecta a través de canales anastomóticos con el
cuerpo esponjoso y con el drenaje venoso.
El cuerpo esponjoso se sitúa en el surco ventral, entre los dos cuerpos cavernosos. El
cuerpo esponjoso se fija bajo el músculo transverso profundo del periné, en un
ensanchamiento denominado bulbo, recibiendo a partir de este punto a la uretra. El bulbo
está recubierto por el músculo bulbocavernoso, con el denominado bulbo esponjoso en el
centro. Los músculos isquiocavernosos y bulboesponjosos con sus conexiones con el
elevador del ano parecen ejercer una acción importante en la erección. La uretra recorre
todo el pene alojada dentro del cuerpo esponjoso. El extremo distal del cuerpo esponjoso se
expande para formar el glande, un capuchón ancho de tejido con capacidad eréctil que
cubre los extremos distales de los cuerpos cavernosos. Una de las funciones del cuerpo
esponjoso es la de prevenir la compresión de la uretra durante la erección.
 

 
En su base el pene esta sostenido por dos ligamentos, el ligamento suspensorio y el
ligamento fundiforme superficial, que se continúan con la fascia del pene, y sujetan la zona
medial de ambos cuerpos a dicha estructura ósea.
El pene está recubierto por varias capas; la más interna es una envoltura fibroelástica, la
fascia peneana, que se continúa con la fascia superficial del escroto y periné. Esta envoltura
se una a la sínfisis del pubis por el ligamento suspensorio del pene. El músculo dartos del
escroto se continúa también por el pene formando otra de sus envolturas, entremezclándose
con el tejido celular. La piel, con un tejido celular muy laxo, está adherido al pene en toda
su longitud, excepto en el glande, con el cual sólo se une mediante una línea por su cara
inferior denominada frenillo. El resto de la piel del glande está libre, cubriéndolo
únicamente en estado de flaccidez. Esta porción de piel es el prepucio, que se retrae
descubriendo el glande durante la erección.
 Erección
La erección del pene es el primer efecto de la estimulación sexual masculina y el grado de
erección es proporcional al grado de estimulación, sea psíquica o física. La erección se debe
a los impulsos parasimpáticos que alcanzan el pene desde la porción sacra de la médula
espinal a través de los nervios pélvicos. Se cree que, a diferencia de la mayoría de fibras
parasimpáticas, estas secretan óxido nítrico, péptido intestinal vasoactivo o ambos,
además de acetilcolina. El óxido nítrico activa la enzima guanililo ciclasa, lo que provoca
el aumento de la formación de monofosfato de guanosina cíclico (GMPc).
El GMPc relaja especialmente las arterias del pene, así como la red trabecular de fibras
musculares lisas del tejido eréctil de los cuerpos cavernosos y del cuerpo esponjoso del
cuerpo del pene. Cuando los músculos lisos vasculares se relajan, el flujo sanguíneo en el
pene aumenta, lo que provoca la liberación de óxido nítrico desde las células endoteliales
vasculares y ulterior vasodilatación.
El tejido eréctil del pene no es otra cosa que un conjunto de grandes sinusoides cavernosos,
que en condiciones normales contienen poca sangre, pero que experimentan una gran
dilatación cuando la sangre arterial fluye a su interior a presión mientras el flujo venoso
está parcialmente ocluido. Además, los cuerpos eréctiles, en especial los dos cuerpos
cavernosos, están también rodeados de fuertes revestimientos fibrosos; por tanto, la elevada
presión en el interior de las sinusoides provoca un abombamiento del tejido eréctil, de
forma tal que el pene se endurece y se alarga, un fenómeno que se denomina erección.
 La lubricación
Durante la estimulación sexual, los impulsos parasimpáticos, además de promover la
erección, hacen que las glándulas uretrales y bulbouretrales secreten moco. Este moco
fluye a través de la uretra durante la cópula y ayuda a la lubricación del coito.
 La emisión y la eyaculación
La emisión y la eyaculación son la culminación del acto sexual masculino. Cuando el
estímulo sexual es extremadamente intenso, los centros reflejos de la médula espinal
comienzan a emitir impulsos simpáticos que abandonan la médula al nivel de T12 a L2 y
pasan a los órganos genitales por los plexos nerviosos simpáticos hipogástricos y pélvicos
para iniciar la emisión, el preludio de la eyaculación.
La emisión comienza con la contracción del conducto deferente y de la ampolla para
provocar la expulsión de los espermatozoides a la uretra interna. Después, las contracciones
del revestimiento muscular de la glándula prostática, seguidas de la contracción de las
vesículas seminales, expelen el líquido prostático y seminal hacia la uretra, empujando
hacia adelante a los espermatozoides. Todos estos líquidos se mezclan en la uretra interna
con el moco ya secretado por las glándulas bulbouretrales para formar el semen. El
proceso, hasta este punto, es la emisión.
El llenado de la uretra interna por el semen desencadena señales sensitivas que se
transmiten a través de los nervios pudendos a las zonas sacras de la médula, produciendo
una sensación de repentina repleción de los órganos genitales internos. Estas señales
sensitivas estimulan también la contracción rítmica de los órganos genitales internos y
causan la contracción de los músculos isquiocavernosos y bulbocavernosos que
comprimen las bases del tejido eréctil peniano. La conjunción de todos estos efectos unidos
determina un aumento rítmico, en oleadas, de la presión en el tejido eréctil del pene, en los
conductos genitales y en la uretra, que expulsa el semen desde la uretra al exterior. Este
proceso final se denomina eyaculación. Al mismo tiempo, las contracciones rítmicas de los
músculos pélvicos e incluso de algunos músculos del tronco producen movimientos de
vaivén de la pelvis y del pene, que ayudan también a propulsar el semen a las zonas más
profundas de la vagina e incluso ligeramente al interior del cuello uterino.
 Arteria ilíaca interna
La arteria ilíaca interna desciende en la pelvis hasta el borde superior del foramen ciático
mayor, donde se divide en anterior y posterior. Las ramas de estas divisiones irrigan las
vísceras pélvicas, el periné, las paredes pélvicas y los glúteos. El origen de las ramas
terminales es variable.

 Ramas de la división anterior

 Arteria umbilical. La arteria vesical superior se origina desde la porción proximal


y permeable de la arteria umbilical. Irriga la porción superior de la vejiga. Además,
da lugar a la arteria del conducto deferente.
 Arteria obturatriz. Esta arteria discurre anteriormente a lo largo de la pared lateral
de la pelvis junto con el nervio obturador y sale de la pelvis a través del conducto
obturador.
 Arteria vesical inferior. Esta arteria irriga la base de la vejiga, la próstata y las
vesículas seminales del hombre.
 Arteria rectal media. Habitualmente, esta arteria se origina junto con la arteria
vesical inferior. Irriga el músculo de la porción inferior del recto y se anastomosa
con las arterias rectales superiores e inferiores.
 Arteria pudenda interna. Esta arteria sale de la pelvis por el foramen ciático
mayor por debajo del músculo piriforme. A continuación, se curva alrededor de la
espina ciática (junto con el nervio pudendo) y entra en el periné a través del
foramen ciático menor. Se dirige anteriormente dentro del canal pudendo junto con
el nervio pudendo. Sus ramas irrigan los músculos del canal anal y la piel y los
músculos del periné.
 Arteria glútea inferior. Esta arteria sale de la pelvis por el foramen ciático mayor
inferior al músculo piriforme. Pasa entre los nervios sacros primero y segundo o
segundo y tercero.

 Ramas de la división posterior:

 Arteria iliolumbar. Esta arteria asciende por la entrada de la pelvis posterior a los
vasos ilíacos externos y los músculos psoas e ilíaco.
 Arterias sacras laterales. Estas arterias descienden anteriores al plexo sacro, y dan
origen a ramas para las estructuras adyacentes; entran por los forámenes sacros
anteriores.
 Arteria glútea superior. Esta arteria abandona la pelvis por el foramen ciático
mayor por encima del músculo piriforme. Irriga la región glútea.
 Uréteres
Cada uréter es un tubo muscular que se extiende desde el riñón hasta la cara posterior de la
vejiga.
 Uréteres masculinos
El uréter entra en la pelvis cruzando la bifurcación de la arteria ilíaca común anterior a la
articulación sacro ilíaca. Después, cada uréter discurre por la pared lateral de la pelvis
frente a la arteria ilíaca interna hacia la región de la espina ciática y gira anteriormente para
entrar en el ángulo lateral de la vejiga.
El conducto deferente cruza el uréter cerca de la terminación del mismo (recuérdese como
el agua que pasa por debajo de un puente). El uréter discurre oblicuamente a través de la
pared de la vejiga unos 1,9 cm antes de entrar en la vejiga.

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