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SISTEMA GENITAL

La diferenciación sexual implica algunos genes autosómicos. La clave para el dimorfismo sexual (especies de animales o vegetales que poseen dos
apariencias o formas anatómicas diferentes) cromosoma Y, que contiene un gen de determinación
testicular denominado sex determining region on Y (SRY) en su brazo corto (Yp11). Su producto proteico es f. de transcripción que activa genes
distales que determinan órganos sexuales rudimentarios (en el curso de la evolución, dejaron de funcionar y dejaron de ser significativos). La proteína
SRY es el factor de determinación testicular: Presencia= desarrollo masculino; ausencia=desarrollo femenino.

Gónadas
El sexo del embrión queda determinado genéticamente en la fecundación, las gónadas no adquieren características morfológicas masculinas o
femeninas hasta 7ma sem del desarrollo. Las gónadas aparecen al inicio como un par de rebordes longitudinales, las crestas genitales o gonadales.
Se forman a partir de la proliferación del epitelio y una condensación del mesénquima subyacente. Las cél. germinales aparecen 6ta sem del
desarrollo. Las cél. germinales primordiales surgen del epiblasto, migran por la línea primitiva y a la 3er sem ya residen entre células del endodermo
de la pared del saco vitelino en proximidad al alantoides. Durante la 4ta sem migran con movimientos ameboides por el mesenterio dorsal del
intestino posterior, y alcanzan las gónadas primitivas al inicio de la 5ta sem, para invadir las crestas genitales en la 6ta sem. Si no alcanzan las
crestas, las gónadas no se desarrollan o son rudimentarias. Así, las cél. germinales primordiales tienen un efecto inductor sobre el desarrollo de la
gónada en ovario o testículo.
Poco antes y durante la llegada de las células germinales primordiales el epitelio de la cresta genital prolifera y las células epiteliales penetran al
mesénquima subyacente. Allí constituyen varios cordones de configuración irregular, los cordones sexuales primitivos. Tanto en embriones
masculinos como femeninos, estos cordones están conectados con el epitelio superficial y es imposible distinguir a la gónada masculina de la
femenina y por eso se conoce como gónada indiferenciada.

Testículos
Si el embrión tiene genética masculina, las cél. germinales primordiales cuentan con un complemento cromosómico sexual XY. Bajo la influencia del
gen SRY en el cromosoma Y, que codifica al f. de determinación testicular, los cordones sexuales primitivos siguen proliferando y penetran a
profundidad en la médula para constituir los cordones testiculares o medulares. Hacia el hilio de la glándula los cordones se desintegran para formar
una red de tiras celulares diminutas que más tarde dan origen a los túbulos de la rete testis. Al continuar el desarrollo una capa densa de tej.
conectivo fibroso, la túnica albugínea, separa los cordones testiculares del epitelio superficial. Durante el 4to mes los cordones testiculares adquieren
configuración en herradura y sus extremos quedan en continuidad con los de la rete testis. Los cordones testiculares están compuestos ahora por
cél. germinales primitivas y cél. de Sertoli, derivadas del epitelio superficial de la glándula. Las cél. de Leydig, que derivan del mesénquima
original de la cresta gonadal, se ubican entre los cordones testiculares. Comienzan su desarrollo poco después del inicio de la diferenciación de estos
cordones. A la 8va sem de gest. las cél. de Leydig comienzan a producir testosterona, y el testículo puede influir sobre la diferenciación sexual de
los conductos genitales y los genitales externos. Los cordones testiculares se conservan como un tejido sólido hasta la pubertad, en que adquieren
un lumen, para constituir los túbulos seminíferos. Una vez que los túbulos seminíferos se canalizan, se unen a los túbulos de la rete testis, que a su
vez penetran a los conductillos eferentes. Estos conductillos eferentes son las porciones remanentes de los túbulos excretores del
sistema mesonéfrico. Enlazan a la rete testis con el conducto mesonéfrico o de Wolff, que se convierte en el conducto deferente.

Ovario

En los embriones fem. con complemento cromosómico sexual XX y sin cromosoma Y, los cordones sexuales primitivos se disocian para formar
cúmulos celulares irregulares. Estos cúmulos, que contienen grupos de CGP, ocupan la porción medular del ovario. Más tarde desaparecen y son
sustituidos por estroma vascular, que constituye la médula ovárica. El epitelio de superficie de la gónada fem., a diferencia del de la masc., sigue
proliferando. En la 7ma sem da origen a una 2da generación de cordones, los cordones corticales, que penetran al mesénquima subyacente, pero
permanecen cerca de la superficie. En el 3cer mes estos cordones se dividen en cúmulos celulares aislados. Las cél. de estos cúmulos siguen
proliferando y rodean cada ovogonia con una capa de cél. epiteliales denominadas cél. foliculares. Juntas, las ovogonias y las células foliculares
constituyen un folículo primordial. Así, puede afirmarse que el sexo genético de un embrión se define en la fecundación con base en si el
espermatozoide porta un cromosoma X o uno Y. En embriones con una configuración cromosómica sexual XX los cordones medulares de las
gónadas involucionan y se desarrolla una generación secundaria de cordones corticales. En embriones con complemento sexual XY los cordones
medulares se transforman en cordones testiculares y no se desarrollan cordones corticales secundarios.

Conductos genitales

-Etapa indiferenciada

Al inicio el embrión masc. y el fem. tienen 2 pares de conductos genitales: los conductos mesonéfricos (de Wolff) y los conductos paramesonéfricos
(de Müller). El conducto paramesonéfrico deriva de una invaginación longitudinal del epitelio en la superficie anterolateral de la cresta urogenita. En
la región craneal el conducto se abre hacia cavidad abdominal a través de una estructura similar a un embudo. En la región caudal discurre en
posición lateral al conducto mesonéfrico, y luego lo cruza por delante para elongarse en dirección caudomedial.

En la línea media entra en contacto estrecho con el conducto paramesonéfrico del lado opuesto. El extremo caudal fusionado de ambos conductos
se proyecta hacia el interior de la pared posterior del seno urogenital, donde da origen a una pequeña protuberancia, el tubérculo paramesonéfrico.
Los conductos mesonéfricos drenan en el seno urogenital a ambos lados del tubérculo paramesonéfrico.

-Conductos genitales masculinos

Los conductos genitales en el varón son estimulados por la testosterona para desarrollarse y derivan de regiones del sistema renal mesonéfrico.
Algunos de los túbulos excretores originales, los túbulos epigenitales, establecen contacto con los cordones de la rete testis y constituyen los
conductillos eferentes del testículo. Los túbulos excretores a lo largo del polo caudal del testículo, los túbulos paragenitales, no se unen a los cordones
de la rete testis. Sus vestigios se conocen en conjunto como paradídimo.

Excepto por su extremo craneal, el apéndice del epidídimo, los conductos mesonéfricos persisten y dan origen a los conductos genitales principales.
Justo por debajo del sitio de entrada de los conductillos eferentes, los conductos mesonéfricos se elongan y desarrollan circunvoluciones, para
constituir el (conducto) epidídimo. Desde la cola del epidídimo hasta la región en que emerge la vesícula seminal, el conducto mesonéfrico desarrolla
una capa muscular gruesa y da origen al conducto deferente. La región del conducto que se extiende más allá de las vesículas seminales constituye
el conducto eyaculador. Bajo la influencia de la hormona antimülleriana (AMH; sustancia inhibidora de Müller MIS]), que sintetizan las cél. de
Sertoli, los conductos paramesonéfricos en el varón degeneran, excepto por una porción pequeña en sus extremos craneales, el apéndice testicular.

Conductos genitales femeninos

Presencia estrógenos y testosterona y AMH (MIS), los conductos paramesonéfricos se convierten en los conductos genitales principales en el
embrión femenino. Al inicio, pueden reconocerse 3 partes en cada conducto: (1) un segmento vertical craneal que se abre a la cavidad abdominal,
(2) una región horizontal que cruza el conducto mesonéfrico y (3) un segmento vertical caudal que se fusiona con su par del lado opuesto

Con el descenso del ovario, las primeras 2 partes se convierten en la tuba uterina, y las porciones caudales se fusionan para constituir el conducto
uterino. Cuando la 2da parte de los conductos paramesonéfricos se desplaza en dirección mediocaudal, las crestas urogenitales se reorientan de
manera gradual en un plano transversal. Una vez que los conductos se fusionan en la línea media, se establece un pliegue pélvico transversal amplio.
Este pliegue, que se extiende desde las caras laterales de los conductos paramesonéfricos fusionados y se dirige hacia la pared de la pelvis, es el
ligamento ancho del útero. La tuba uterina se ubica sobre su borde superior; el ovario en superficie posterior. El útero y el ligamento ancho dividen
la cavidad pélvica en fondo del saco rectouterino y el saco vesicouterino. Los conductos paramesonéfricos fusionados dan origen al cuerpo y al
cérvix y segmento superior de la vagina. El útero está rodeado por una capa de mesénquima que forma tanto su cubierta muscular, el miometrio,
como la peritoneal, el perimetrio. En ausencia de testosterona, los conductos mesonéfricos en la mujer degeneran.

-Regulación molecular del desarrollo de los conductos genitales

El gen SRY codifica un f. de transcripción y es el gen maestro para el desarrollo de los testículos. Parece actuar junto con el gen autosómico SOX9,
que codifica un regulador de la transcripción, que también puede inducir la diferenciación testicular. Se sabe que el SOX9 une a la región promotora
del gen del AMH (MIS) y quizá regule su expresión. Al inicio, el factor SRY o el SOX9, o ambos, inducen a los testículos para secretar FGF9, que actúa
como f. quimiotáctico que induce a los túbulos del conducto mesonéfrico a penetrar la cresta gonadal. Si estos túbulos no la penetran, la
diferenciación de los testículos no continúa. Más adelante el SRY, (por mediación de SOX9), induce una regulación positiva sobre la síntesis del
FACTOR ESTEROIDOGÉNICO 1, que estimula la diferenciación de las cél. de Sertoli y de Leydig. Junto con SOX9, SF1 y eleva la concentración de
AMH, y con esto produce la involución de los conductos paramesonéfricos (de Müller). En las cél. de Leydig, SF1 regula positivamente a los genes
de las enzimas que sintetizan la testosterona. La testosterona ingresa a las cél. de los tejidos blanco, donde permanece sin cambios o es convertida
en dihidrotestosterona por la enzima reductasa 5α. La testosterona y la dihidrotestosterona se unen a un receptor intracelular específico de gran
afinidad, y este complejo hormonareceptor se transporta al núcleo, donde se une al ADN para regular la transcripción de genes específicos del tejido
y obtener sus productos proteicos. Los complejos testosteronareceptor median la diferenciación de los conductos mesonéfricos para dar origen al
conducto deferente, las vesículas seminales, los conductillos eferentes y el epidídimo. Los complejos dihidrotestosteronareceptor modulan la
diferenciación de los genitales externos masculinos.

El WNT4 es el gen de determinación ovárica. El producto de este gen estimula la transcripción del gen DAX1, un miembro de la familia de los
receptores nucleares de hormonas, que inhiben la función de SOX9. Además, WNT4 regula la expresión de otros genes responsables de la
diferenciación ovárica, pero estos genes blanco no se han identificado. Un blanco pudiera ser el gen TAFII105, su producto proteico es una subunidad
de la proteína de unión a TATA para la ARN polimerasa en las cél. del folículo ovárico. Los ratones hembra que no sintetizan esta subunidad carecen
de ovarios. Los estrógenos también están implicados en la diferenciación sexual y, bajo su influencia, los conductos paramesonéfricos (de Müller)
son estimulados para constituir las tubas uterinas, el útero, el cuello uterino y el segmento superior de la vagina; los genitales externos en la fase
indiferenciada, para dar origen a labios mayores, labios menores, clítoris y segmento inferior de la vagina.

Vagina

Poco después de que el extremo sólido de los conductos paramesonéfricos entra en contacto con el seno urogenital, surgen 2 evaginaciones sólidas
a partir de la porción pélvica del seno, los bulbos senovaginales, proliferan y dan origen a una placa vaginal sólida. La proliferación continúa en el
extremo craneal de la placa, lo que incrementa la distancia entre el útero y el seno urogenital. Para el final del 5to mes la evaginación vaginal está
del todo canalizada. Las extensiones vaginales que se asemejan a alas y rodean el extremo inferior del útero, los fórnix (fondos de saco) vaginales,
son de origen paramesonéfrico.

La vagina tiene un origen dual: porción superior derivada del conducto uterino; inferior del seno urogenital. La cavidad de la vagina permanece
separada de la del seno urogenital por una delgada placa de tejido, el himen, que está conformado por el recubrimiento epitelial del seno urogenital
y una delgada capa de cél. vaginales. En él se desarrolla una pequeña abertura durante la vida perinatal. En la mujer pueden conservarse algunos
remanentes de los túbulos excretores craneales y caudales en el mesoovario, donde constituyen el epoóforo y el paraoóforo,respectivamente. El
conducto mesonéfrico desaparece, excep. x una porción craneal pequeña que se identifica en el epoóforo y en ocasiones una región caudal pequeña
que puede identificarse en la pared del útero o la vagina. En una fase posterior de la vida puede formar el quiste de Gartner.
Genitales externos

- Etapa indiferenciada

Durante la 3ra sem de desarrollo las cél del mesénquima que se originan en la región de la línea primitiva migran en torno a la membrana cloacal
para constituir un par de pliegues cloacales un tanto elevados. En posición craneal a la membrana cloacal, los pliegues se unen para constituir el
tubérculo genital. En la región caudal los pliegues se subdividen en pliegues uretrales, en la región anterior, y pliegues anales, en la posterior. Entre
tanto, otro par de elevaciones, las protuberancias genitales, se hacen visibles a cada lado de los pliegues uretrales. Estas prominencias constituyen
las protuberancias escrotales en el embrión masc. y los labios mayores en el fem. Al final de la 6ta sem, es imposible distinguir el sexo a que
pertenecen.

-Genitales externos masculinos

El desarrollo de los genitales externos en el feto masc. está determinado por los andrógenos que secretan los testículos, y se caracteriza por una
elongación rápida del tubérculo genital, que se denomina ahora falo. Durante esta elongación el falo tira de los pliegues uretrales hacia adelante,
de tal manera que se convierten en las paredes laterales del surco uretral. Éste se extiende a lo largo de la cara ventral del falo elongado, pero
alcanza su región distal, el glande. La cubierta epitelial del surco, que se origina en el endodermo, constituye la placa uretral.

Al final del 3er mes los 2 pliegues uretrales se cierran sobre la placa uretral y forman la uretra peneana. Este conducto no se extiende hasta el
extremo del falo. La uretra en este extremo se forma durante el 4to mes, cuando cél. ectodérmicas provenientes de la punta del glande se invaginan
y constituyen un cordón epitelial corto. Este cordón desarrolla más adelante un lumen, con lo que se forma el meato uretral externo.

Las protuberancias genitales en el varón= protuberancias escrotales, se forman en la región inguinal. Al avanzar el desarrollo se desplazan en direcc.
caudal y entonces c/u constituye la mitad del escroto. Están separadas entre sí por el tabique escrotal.

- Genitales externos femeninos

Los estrógenos estimulan el desarrollo de los genitales externos en el embrión fem. El tubérculo genital solo sufre elongación discreta y constituye
el clítoris; los pliegues uretrales no se fusionan (como en el varón) se transforman en los labios menores. Las protuberancias genitales crecen= los
labios mayores. El surco urogenital se mantiene abierto y constituye el vestíbulo. Si bien el tubérculo genital no se elonga en gran medida en la mujer,
es mayor que en el varón durante las fases tempranas del desarrollo. De el uso de la longitud del tubérculo como criterio (en la medición mediante
ultrasonido) ha generado errores de la identificación del sexo durante el 3cer y 4to meses de la gestación.

- Descenso testicular

Los testículos se desarrollan en el retroperitoneo de la región abdominal y deben desplazarse en dirección caudal y pasar por la pared abdominal
para llegar al escroto. El paso por la pared del abdomen ocurre por el conducto inguinal, que tiene alrededor de 4 cm de longitud y se ubica justo
por encima de la mitad medial del ligamento inguinal. El ingreso al conducto ocurre por el anillo inguinal profundo (interno) y la salida por el anillo
superficial (externo) cercano al tubérculo del pubis. Hacia el final del 2do mes el mesenterio urogenital se fija al testículo y el mesonefros a la
pared abdominal posterior. Con la degeneración del mesonefros, la fijación funge como mesenterio para la gónada. En direcc. caudal adquiere
características ligamentosas y se conoce como ligamento genital caudal. Del polo caudal del testículo también se extiende una condensación
mesenquimatosa rica en matriz extracelular, el gubernáculo. Antes del descenso del testículo, esta banda de mesénquima termina en la región
inguinal, entre los músculos oblicuo abdominal interno y externo, que están en diferenciación. Más tarde, al tiempo que el testículo comienza a
descender hacia el anillo inguinal interno se forma y crece un segmento extraabdominal del gubernáculo, desde la región inguinal hasta las
protuberancias escrotales. Cuando el testículo pasa por el conducto inguinal este segmento extraabdominal entra en contacto con el piso del escroto
(el gubernáculo se forma también en el embrión femenino, pero en condiciones normales se conserva como una estructura rudimentaria).

Los factores que controlan el descenso de los testículos no se conocen del todo. Sin embargo, al parecer el crecimiento del segmento extraabdominal
del gubernáculo da origen a la migración intraabdominal, además el incremento de la presión intraabdominal por el crecimiento los órganos induce
su paso por el conducto inguinal, y que la regresión de la porción extraabdominal del gubernáculo permite que se complete el desplazamiento del
testículo hasta el escroto. Los testículos llegan a la región inguinal aprox de las 12 sem de gestación, han migrado por el conducto inguinal a las 28
sem y han llegado al escroto a las 33 sem. El proceso recibe influencia de hormonas, andrógenos y MIS. Durante su descenso la irrigación del testículo
derivada de la aorta se conserva, y los vasos testiculares se extienden desde su punto de origen en la región lumbar hasta el testículo en el escroto.

De manera independiente al descenso del testículo, el peritoneo de la cavidad abdominal forma una evaginación a cada lado de la línea media, que
penetra la pared abdominal ventral. Esta evaginación, el proceso vaginal, sigue el curso del gubernáculo testicular hasta las protuberancias
escrotales=proceso vaginal, acompañado por las capas musculares y de la fascia(apariencia membranosa y conecta y envuelve todas las estructuras
corporales. Da soporte, protección y forma al organismo) de la pared corporal, se evagina hacia la protuberancia escrotal para dar origen al
conducto inguinal.

El testículo desciende por el anillo inguinal y sobre el borde del hueso púbico, y ubicado en el escroto al momento del nacimiento. Es entonces
cubierto por un pliegue del proceso vaginal. La capa peritoneal que lo cubre constituye la capa visceral de la túnica vaginal; el resto del saco
peritoneal da origen a la capa parietal de la túnica vaginal. El conducto estrecho que conecta el lumen (espacio interno de una estructura) del
proceso vaginal con la cavidad peritoneal experimenta obliteración antes del nacimiento o poco después. Esta cubierto por capas de peritoneo
derivadas del proceso vaginal y queda rodeado por capas que derivan de la pared abdominal anterior a través de la cual pasa. Así, la fascia
transversal constituye la fascia espermática interna, el músculo oblicuo del abdomen da origen a la fascia y el músculo cremastéricos, y el músculo
oblicuo externo del abdomen constituye la fascia espermática externa. El músculo transverso del abdomen no forma alguna capa debido a que
forma un arco sobre esta región y no está en el trayecto de la migración.
- Descenso de los ovarios

El descenso de las gónadas es considerablemente menor en el feto fem. que en el masculino. Por último se establecen por debajo del borde de la
pelvis verdadera. El ligamento genital craneal constituye el ligamento suspensorio del ovario, en tanto el ligamento genital caudal da origen al
ligamento uteroovárico (ligamento del ovario propiamente dicho) y al ligamento redondo del útero que se extiende hacia los labios mayores.

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