Está en la página 1de 7

TOMASITO Y SAN JOSÉ

PERSONAJES

REINA, Reina………………………..…..

REY, Rey……………………………….…
TOMASITO, Príncipe……………………
ESPINARDO, Brujo ………………….…
GUNDEMARO, Brujo…………….….….
MAUREGATO, Brujo…………….…..….
TEODOSIO, Amigo de Tomasito .…..…
SAN JOSÉ, San José……...…..……….
ACTO 1

REINA: Hijo, acompáñame como todos los días al aljibe del Arenal. ¡Es un día muy bello!

TOMASITO: ¡Vamos!

TOMASITO y la REINA se dirigen al aljibe. TOMASITO encuentra una flor.

TOMASITO: ¡Mira esta flor, madre!

REINA: Es una rosa blanca. ¡Llevémosela a tu padre! Le encantará.

TOMASITO y la REINA corren al encuentro del REY.

TOMASITO: Padre, ¡mira lo que te trajimos!

REY: ¡Me encanta! Es muy especial, la guardaré en esta bellísima caja. ¡Muchas gracias!

REINA: Ahora debemos acostarnos, que ya se hace tarde.

TOMASITO sale.

VOZ: ¡Ábreme, reina! ¡Ábreme!

REINA: (Al Rey) ¿Me dijiste algo?

REY: No, sólo estaba yendo a acostarme. ¿Ocurrió algo?

REINA: Me pareció escuchar algo, creí que me llamabas.

REY: Debes estar muy cansada, ¿por qué no duermes un rato?

REINA: Es verdad, debo estar soñando despierta por tanto cansancio.

VOZ: ¡Ábreme reina, ábreme!

La REINA se acerca hasta donde está la caja y la abre. Sale brujo ESPINARDO.

REINA: ¿Quién eres?

ESPINARDO: Soy Espinardo, brujo. He tomado la forma de un rey.

REINA: ¿Y qué haces aquí? ¿Qué es lo que quieres?

ESPINARDO: Quiero que te cases conmigo.

REINA: ¡Pero yo ya tengo marido! Estoy felizmente casada.

ESPINARDO: ¡Déjalo!

REINA: Jamás lo haría. ¡Somos uno! Sólo la muerte puede separarnos.

ESPINARDO: Entonces mátalo y cásate conmigo.

REINA: Jamás.

ESPINARDO: O lo matas, o te mato yo a tí. Piénsalo bien.

REINA: Matarlo sería como matarme a mí, y si yo muero, él también moriría. ¡Somos uno!

ESPINARDO: Te doy hasta la mañana para que me respondas.

ESPINARDO sale.

REINA: ¡Ninguno de los dos morirá! Tengo que encontrar la manera de esconderlo.
REINA despierta al REY y lo toma del brazo. Lo lleva a un calabozo y lo encierra, para esconderlo. REINA
sale.

REY: ¿Qué ocurre? Mi esposa me condujo hasta este oscuro lugar y luego me encerró. ¿Acaso hice algo
que la haya ofendido? ¿Es que perdió el juicio? Oh, benignísimo San José, te ruego me ayudes y socorras
en esta desgracia.

Canta el gallo. REINA se encuentra con ESPINARDO.

ESPINARDO: El claro del sol indica que ya es tiempo. ¿Qué decisión has tomado?

REINA: He matado a mi esposo.

ESPINARDO revisa el espacio buscando al rey y no lo encuentra.

ESPINARDO: Has escogido bien, mi reina.

TOMASITO: ¡Buenos días, padres!

REINA: Tomasito…

ESPINARDO: (Interrumpe) Buenos días, hijo.

TOMASITO: ¡Tú no eres mi padre! ¿Quén eres? ¿Dónde está mi padre, el rey?

ESPINARDO: Cállate y escucha. A partir de hoy, yo soy el rey. Esposo de tu madre y por ende tu padre. Así
que reconóceme como tal, o te mataré. (Grita) ¡Si hay alguien afuera, que venga!

TEODOSIO entra.

ESPINARDO: Lo diré una única y última vez: Soy el rey ahora.

TEODOSIO: Pero…

ESPINARDO: (Interrumpe) Y quien se atreva a desobedecerme pagará con la vida el desacato.

TEODOSIO: Está bien. ¿Puedo irme ahora?

ESPINARDO: Sí, porque yo así lo ordeno.

E SPINARDO sale. LuegoTOMASITO y TEODOSIO salen por el mismo lado.

TOMASITO: ¡No puede ser! No puedo estar tranquilo en mi propio hogar con ese impostor.

TEODOSIO: Lo sé, no puede ser que haya que obedecerlo de esa manera.

REY: ¡San José, tú puedes ayudarme, socórreme!

TOMASITO: ¿Padre?

TEODOSIO: ¡Vamos, desde aquí se escucha!

REY: ¡Hijo! Qué alegría verte.

TOMASITO: ¿Qué haces aquí cubierto?

REY: Prefiero arrancarme la boca antes de contarte las razones. Porque eso significaría dejar mal a tu
madre, y jamás podría hacerlo.

TOMASITO: No te preocupes, padre. No hace falta conocer las razones. Pero, ¿qué puedo hacer para
ayudarte?

TEODOSIO: ¿Podemos traerte algo?

REY: Me he encomendado a San José. Él te trajo hasta mí y él me librará de esta situación.


TOMASITO: Está bien padre. Qué alegría saber al menos que aquí te encuentras. San José nos ayudará.

Se escuchan ruidos.

TEODOSIO: Vamos, debemos irnos antes de que nos maten a los tres.

REY: ¡Vayan tranquilos!

ACTO 2

BRUJO: ¿Cómo se está desenvolviendo todo?

ESPINARDO: Hermanos brujos, todo parece funcionar. No tengo dudas de Teodosio hará lo que le pida.
Pero es ese pequeño, ese príncipe Tomasito el que me preocupa. Tengo que encontrar la manera de
deshacerme de él cuanto antes.

BRUJO: Tráelo al aljibe. Lo ataremos de manos y pies.

MAUREGATO: Y lo mataremos. Nosotros mismos, con nuestras propias manos.

ESPINARDO: Entonces vayan y preparen todo. Yo enviaré al príncipe a su encuentro.

GUNDEMARO y MAUREGATO salen.

ESPINARDO: (Grita) ¡Traigan al príncipe Tomasito!

TOMASITO entra.

TOMASITO: ¿Acaso es a mí a quien llama?

ESPINARDO: Eso es cierto. Debes hacer lo que te digo y hacerlo con prontitud. Tráeme un jarro de agua del
aljibe del Arenal. Y que sea inmediatamente.

TOMASITO: Si no tengo alternativa, entonces allí iré.

ESPINARDO sale. TOMASITO se dirige al aljibe. En el camino, se encuentra con SAN JOSÉ.

SAN JOSÉ: Pequeño príncipe.

TOMASITO: Sí, soy yo.

SAN JOSÉ: ¿Te han encargado que lleves agua al hombre que dice ser rey?

TOMASITO: Sí, él mismo me lo ha pedido.

SAN JOSÉ: Escucha lo que te digo y sigue mi consejo: Al llegar al aljibe, toma el agua sin detenerte. No
hagas caso si alguien te llama y no vuelvas la vista atrás al marcharte.

TOMASITO: Gracias, noble anciano. Algo de usted me transmite tranquilidad. Así lo haré, tal como me indicó.

SAN JOSÉ sale. TOMASITO llega al aljibe y se encuentran GUNDEMARO y MAUREGATO.

TOMASITO recoge agua en la jarra y mientras sale, sin hacerles caso, los brujos hablan.

GUNDEMARO: ¡Pequeño príncipe! Te estábamos esperando.

MAUREGATO: ¡Pequeño príncipe! Aquí deberías estar mirando.

GUNDEMARO: ¡Pequeño príncipe! Ven aquí, no tengas miedo.

MAUREGATO: ¡Pequeño príncipe! Acércate, danos tu cuello.

GUNDEMARO: Ya se ha marchado, no pudimos atraparlo.

MAUREGATO: Calma, él volverá. Será cuestión de esperarlo.


TOMASITO le entrega la jarra de agua a ESPINARDO.

TOMASITO: Tal como lo ordenaste, aquí está el agua del aljibe.

ESPINARDO: ¿Regresaste con vida? ¡No puede ser! Necesito que regreses, y me traigas… tres limones. Sí,
tres limones. Cuanto antes.

TOMASITO: Si no puedo oponerme, allí iré.

ESPINARDO sale. TOMASITO regresa a la zona del aljibe. En el camino, vuelve a encontrarse con SAN
JOSÉ.

SAN JOSÉ: Pequeño príncipe.

TOMASITO: ¡Es usted de nuevo! Su presencia sigue siendo agradable. ¿Qué tiene para decirme esta vez?

SAN JOSÉ: Lo mismo que antes. Debes recoger los limones que te fueron solicitados sin hacer caso a lo que
te puedan decir.

TOMASITO: Así lo haré.

TOMASITO se acerca a un árbol y recoge limones. GUNDEMARO y MAUREGATO le hablan.

MAUREGATO: Espinardo debe haberlo mandado devuelta. ¡Es el pequeño príncipe al que veo!

GUNDEMARO: Te dije que regresaría.

MAUREGATO: Pequeño princi…

TOMASITO sale sin mirar a los brujos.

MAUREGATO: Olvídalo, de nuevo no nos ha ignorado.

GUNDEMARO y MAUREGATO salen. TOMASITO entrega a ESPINARDO los limones.

ESPINARDO: ¿Tan pronto regresas? ¿Y sin un sólo rasguño? Pero no eran limones los que te pedí sino…
naranjas. ¡Ve a recoger tres naranjas!

TOMASITO se dirige a recoger naranjas. En el camino se vuelve a encontrar con SAN JOSÉ.

SAN JOSÉ: Jóven, ya sabes cómo debes actuar.

TOMASITO: ¡Sigo sus consejos!

TOMASITO toma tres naranjas del árbol. Los BRUJOS lo ven llegar y se emocionan, pero TOMASITO
recoge las frutas tan rápidamente que no llegan ni a pronunciar palabra. TOMASITO entrega a ESPINARDO
las naranjas.

TOMASITO: Aquí lo que me pidió.

ESPINARDO: (Enfurecido) ¡No puede ser! ¡Nada funciona contigo! Vete de aquí y no regreses. (Grita)
¡Llévenselo!

TEODOSIO entra, toma a TOMASITO por el brazo y ESPINARDO sale.

TOMASITO: Mi padre se encuentra escondido, por favor llévale agua y comida porque yo ya no podré
hacerlo.

TEODOSIO: Así lo haré, príncipe.

TOMASITO: Gracias.

TEODOSIO: Ahora vamos, que si Espinardo me ve ayudándote, me cortará la cabeza.

TOMASITO avanza, TEODOSIO sale.


ACTO 3

TOMASITO se cruza con SAN JOSÉ.

TOMASITO: ¡De nuevo necesito de tu ayuda!

SAN JOSÉ: Lo sé.

SAN JOSÉ toca la cabeza de TOMASITO y la transforma.

SAN JOSÉ: De ésta manera no te reconocerán los brujos. Debemos ir a donde viven ellos. Haremos como
que eres mi hijo, y al llegar me pedirás por favor quedarte con ellos. Una vez adentro, debes pedirle que le
muestren las velas, aunque no quieran hacerlo.

TOMASITO: Bien.

SAN JOSÉ y TOMASITO van a donde viven los brujos. Ellos los ven llegar.

GUNDEMARO: ¿A qué se debe la presencia de este jóven desconocido?

TOMASITO: Quiero ver dónde viven.

SAN JOSÉ: Disculpen, no queremos molestar.

MAUREGATO: ¡No es molestia! Podemos mostrarle un poco.

GUNDEMARO: Tú te encargas.

MAUREGATO: Yo me encargo.

TOMASITO: ¿Qué es eso?

GUNDEMARO: Nada importante.

TOMASITO: Por favor, ¡quiero verlo!

TOMASITO se acerca a 3 velas.

TOMASITO: ¿Qué son esas cosas?

GUNDEMARO: Estas dos velas son nuestras vidas. Mientras se mantengan encendidas, vivimos.

TOMASITO: ¿Y aquella?

MAUREGATO: Esa tercer vela es la vida de nuestro hermano Espinardo, que ahora se ha convertido en el
rey.

TOMASITO: ¿Y al apagarlas ustedes mueren?

GUNDEMARO: Exactamente, eso sucede.

TOMASITO sopla una vela. GUNDEMARO se desvanece.

MAUREGATO: ¡No! ¡No te atrevas a hacerlo!

TOMASITO sopla la segunda vela. MAUREGATO se desvanece. TOMASITO toma la tercer vela y sale al
encuentro de SAN JOSÉ.

SAN JOSÉ: Has hecho lo que suponía... Vámonos a tu palacio..., Hora es ya de que sepas que soy San
José, que estoy atendiendo las súplicas de tu padre.

TOMASITO: Sabía que mi padre iba a tener una respuesta, y por eso siempre me inspiró confianza. ¡Gracias!

TOMASITO abraza a SAN JOSÉ.


SAN JOSÉ: Vamos, el tiempo apremia.

SAN JOSÉ y TOMASITO llegan al palacio.

REINA: Hijo, ¿qué ocurre?

TOMASITO: Madre, no hay tiempo de explicarte todo. Contéstame, ¿a quién prefieres? ¿A mi padre o al rey
Espinardo?

REINA: A tu padre, hijo querido. No hay duda alguna de ello.

TOMASITO: Sopla en esta vela, entonces.

La REINA sopla la vela. ESPINARDO cae al suelo y muere.

REINA: Debemos buscar a tu padre.

La REINA y TOMASITO corren hacia donde está el REY y lo sacan del escondite.

TOMASITO: ¡San José nos ha ayudado, padre! Gracias a él, esta familia vuelve a reunirse.

TEODOSIO: Y colorín colorado, éste cuento se ha terminado.

FIN.

También podría gustarte