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Tendencias en la intervención con familias, teniendo en cuenta lo

clásico/tradicional y lo contemporáneo.

La metodología, considerada como un proceso, construye y reconstruye


el desarrollo de la práctica. En palabras de Rozas Pagaza M. (1998)1, “la
metodología de intervención en Trabajo Social como “un conjunto de
procedimientos que ordenan y dan sentido a la intervención… como una
estrategia flexible que articula la acción del Trabajador Social con el
contexto…”permitiendo “una reflexión dialéctica y crítica de las situaciones
problemáticas…” sobre las cuales se interviene, postura que se diferencia de
otras que expresan formalismo instrumental.
Cabe destacar que ese ordenamiento metodológico no siempre se
corresponde simétricamente con el ordenamiento fáctico (hechos), ya que la
intervención, en sus sucesivas aproximaciones, va modificando su objeto y en
consecuencia los objetivos propuestos, y la determinación de alternativas. Lo
cual permite rescatar la capacidad transformadora de los actores sociales.
La metodología de la intervención constituye una guía que se enriquece
con los procesos particulares de la práctica de los actores sociales. El
método, se plantea entonces, como esa mediación entre teoría y realidad,
que no se define a priori, como dispositivo de axiomas y reglas a seguir, sino y
fundamentalmente como construcción. Desde esta mirada, referirse al
método se sitúa pensar en el entramado de supuestos teóricos,
epistemológicos, ideológicos y éticos, desde el cual se comprende la
realidad a modificar y se establecen los modos de realizarlo; así, se
constituye una estrategia que se sigue para abordar un recorte de la realidad
(fenómeno, situación), desde una perspectiva teórica que otorga referencia
para la selección de técnicas y procedimientos específicos a usar, teniendo en
cuenta las características particulares y la forma, también particular en que
debe ser abordado.
La matriz conceptual (teoría), opera como condición de posibilidad de
la construcción de mediaciones conceptuales que van configurando el campo
problemático de intervención, entendido éste como producto de la tensión
entre categorías teóricas y empiria, que recorta y focaliza la intervención
1
Rozas Pagaza Margarita. “Una perspectiva Teórica Metodológica de la intervención en
Trabajo Social”. Ed. Espacio. Bs.As. 1998. Pág.70
profesional, desde donde se definen las diferentes líneas o formas de abordaje.
M. Rozas agrega que el cómo hacer, desvinculado de la de la perspectiva
teórica que fundamenta el campo problemático, responde a un registro teórico
de tendencia instrumentalista.
Asimismo, los campos problemáticos de la intervención profesional se
construyen y redefinen en relación con las transformaciones sociales que
afectan la vida de los sujetos, en tanto sobrevivencia, dignidad y derechos, o
dicho en las palabras de Margarita Rozas, en relación con la cuestión social
del momento histórico.-

Modelos de abordaje y sus consideraciones teóricas


Los modelos hacen referencia a aquellos patrones estandarizados,
basados en corrientes de pensamiento que marcan tendencias, y son
asumidos por los Trabajadores sociales. Sin duda es la operacionalización de
una teoría donde, el sujeto, el objeto y el método se definen como categorías
epistemológicas, cuya relación, interacción y combinación constituyen la
concepción que le da forma al modelo, orientan formas específicas de
actuación y definen técnicas y procedimientos.
El desarrollo histórico del Trabajo Social, estuvo acompañado por
una amplia gama de modelos que se fueron afinando y depurando en
correspondencia con circunstancias contextuales y una serie de
condicionantes: como el tipo de fenómenos al que se dirige la acción, los
referentes conceptuales con que se definen los mismos, los marcos o
contextos institucionales y sociales, la visión profesional con todo lo que
ello implica.
Los modelos Tradicionales/Clásicos, considerando la primera
propuesta científica del Trabajo Social, como superadora de la beneficencia, la
caridad y la filantropía que se daba a principios del siglo XX, está representada
por Mary Ellen Richmond quien focaliza en la investigación a fin de
obtener una amplia información acerca de la persona y su problemática
social (diagnóstico), intentando luego una modificación de
comportamientos (tratamiento). Estuvo influenciada por el pragmatismo
(Dewey J), luego por el interaccionismo simbólico (Mead G.). Propone un
enfoque Diagnóstico, (1900 1922) que posteriormente da origen a Modelo
Clínico Normativo. Su propuesta se centraliza en el individuo, extendiéndose
a “la familia, el vecindario, lo político y lo privado. La familia era el centro
de la matriz. Las otras fuerzas debían ser empleadas por el trabajador social, y
ser determinadas por su utilidad para satisfacer las necesidades de la
misma.”2
La autora sostiene que en el Caso Social Individual, se “debe ser capaz
de descubrir las significaciones y nuevas posibilidades que las
situaciones familiares producen en sus miembros…a través de la
comprensión, comprensión de la individualidad y comprensión del medio
social simultáneamente…”. Recalca que el Trabajo Social de Casos, “posee
su propio campo de acción”…” el método especial del Trabajador Social
consiste en alcanzar al individuo por intermedio de su ambiente…puesto que
mientras los seres humanos sigan siendo humanos y su medio siga siendo el
mundo, no se podrá imaginar un estado de cosas en el que ellos mismos y el
medio en que viven dejen de necesitar adaptaciones y readaptaciones
particulares… y la Asistente Social especializada en el Servicio Social de casos
individuales, aborda su tarea con el estudio de las relaciones sociales del
individuo y su readaptación…”3En palabras de N.Kisnerman4, “El hombre,
para ella es el resultado de sus relaciones sociales” y “su grupo básico es
la familia”, no existe el individuo aislado, “no perdió la visión del todo social
en el cual está inserto el individuo, que implica una articulación de
relaciones”.
Agrega que “no es suficiente intentar adaptar al cliente a su
ambiente,…siendo necesario un trabajo social de reformas sociales que
eleve las condiciones de las masas”. Propone que el objetivo de Trabajo
Social “es educar, a través de un programa de participación que permita al
cliente compartir con el Trabajador Social la responsabilidad de las
decisiones a tomar…(A través de)…la comprensión de la individualidad y
de las características personales, la comprensión de los recursos y de las
influencias del medio social, de la acción directa mente a mente y de la
acción indirecta en el medio social”…(el Trabajador Social)… debe ser capaz

2
Kisnerman, N. Pensar el Trabajo Social. Ed. Lumen .Bs.As. pag. 43
3
Richmond. Mary Ellen, 1922 “Caso Social Individual” Ed. Humanitas Bs.As. Argentina. 1982
4
Kisnerman N. Pensar el Trabajo Social. Ed. Lumen Bs.s.
de descubrir las significaciones y nuevas posibilidades que las
situaciones familiares producen en sus miembros”
Kisnerman comenta, que para investigar, siguió un modelo
positivista, señalando los hechos/problemas sociales como evidencia,
que le indicaban la naturaleza de la dificultad de determinado “cliente” y
los instrumentos para su solución”, yendo desde la inducción a la
deducción, como parte de un mismo proceso, sin embargo tenía en cuenta la
participación del “cliente”.

Así los llamados Modelos de Intervención Familiar tradicionales que


van surgiendo a partir del enfoque diagnóstico, pueden resumirse en el Modelo
Clínico Normativo y sus variantes, entre sus representantes Mary E.
Richmond, y Gordon Hamilton (Estructuralista), Florence Hollis y Helen
Perlman (Positivista y Funcionalista), De Bray y Tuerlinkx (Funcionalista), cuya
base teórica es la Teoría Psicoanalítica, la Funcionalistas Psicológicas, la
Teoría del Yo (Ana Freud, Melanie Klein). Y reconoce similar proceso de
Estudio Diagnóstico y Tratamiento.
Proponiendo las siguientes técnicas: Reducción de tensiones,
Clasificación de la situación, Modificación del ambiente, Sostén
emocional
Lo primero era recolectar los datos sociológicos, y la evaluación de los
factores emocionales subyacentes en el comportamiento de los individuos,
posteriormente los Trabajadores Sociales, adoptaron para su práctica la Teoría
Freudiana, cuyo marco conceptual más amplio las capacitó para comprender y
tratar los problemas de comportamiento humano. Toma el nombre de
Clínico de la Medicina, propiamente de la Psiquiatría y el Psicoanálisis. Las
conductas problemáticas, intrapersonales o sociales en su naturaleza y
etiología, son vistas como desviaciones de la norma.

En este modelo el Trabajo Social busca ayudar a un individuo que tiene


un problema. Aunque se preocupa por el bienestar familiar en su conjunto, el
eje central está puesto en la persona individual. “Los profesionales que
usaban este modelo, sostenían que la persona debía estar consciente e
interesada en su problemática, ya sea psíquica, social o ambiental, para
ser capaz de utilizar la ayuda.” 5

Las causas de estas conductas, reconocen su origen tanto en el


mundo externo del cliente como de sí mismo, admitiendo los efectos de la
pobreza y diversas formas de marginalidad.
Posteriormente (década del 60), durante la Reconceptualización en
Sudamérica, la intervención del Trabajo Social, en un período de transición,
se inclinó hacia lo grupal y lo colectivo, aunque en las instituciones públicas
continuó el Trabajo Social Individualizado/Familiar.
A partir de la década del 80’, surgen múltiples propuestas que se
enmarcan en Modelos Contemporáneos que permiten direccionar la
intervención profesional “poniendo especial atención en la subjetividad como
constitutiva de lo social, en los procesos comunicacionales que
mediatizados por el lenguaje configuran la acción social, en la interacción
como componentes sustanciales de las relaciones sociales, en el mundo de la
vida y en la cotidianeidad”6.
Son modelos dinámicos, abiertos, flexibles, y en proceso de permanente
deconstrucción y construcción, su aplicación está atravesada por la dimensión
individual y colectiva, estableciendo un sano equilibrio entre ambas, proponen
técnicas interactivas como observación, entrevistas, encuentros de grupo de
familia, visitas domiciliarias.
El Modelo propuesto por N. Kisnerman, en Atención Individualizada y
Familiar: Investigación –Diagnóstica e Intervención-Transformadora,#
Aparte en 6-2
En el Modelo Sistémico, la familia está considerada como un sistema
dinámico, compuesto de subsistemas en constante interacción. Todo este
complejo interactivo pertenece, a la vez, a un sistema mayor (el sistema social).
El foco de atención en una familia se centra en el tipo de relaciones que se
establecen entre los miembros del sistema para conformarse como tal,
evolucionar y permanecer en el tiempo y en el espacio. Como sistema abierto
permite el desarrollo y el bienestar de sus componentes a través de un
constante intercambio que se produce entre el sistema familiar y el exterior. Por

5
Hill. Ricardo. Caso Social Individual. Modelos Actuales de práctica. Ed. Humanitas. Bs.As.
6
Vélez Restrepo, Olga L. Reconfigurando el Trabajo Social. Ed. Espacio. Bs.As. 2003 Pag.79
el contrario en las familias como sistema cerrado no favorece el contacto de
sus miembros con el exterior, lo que lleva a un empobrecimiento del sistema y
de todos sus miembros.
Es la familia el objeto de la intervención y se le considera como
una unidad bio-psico-social de interacciones e interrelaciones. El crecimiento
de una familia se va produciendo por el intercambio de funciones y papeles de
todos los miembros entre sí y con otros sistemas (el sistema laboral, el sistema
educativo, los amigos…) A su vez, la estructura familiar es el conjunto de
demandas funcionales encargadas de organizar los modos en que interactúan
los miembros de cada subsistema: individual, conyugal, parental y fraterno. El
proceso de intervención se dirige al análisis de la situación (el problema y sus
relaciones) teniendo en cuenta el ambiente social, la organización/institución y
su pertinencia para intervenir, la persona que hace la demanda (relación entre
sujeto y situación), En un segundo momento la evaluación y el proyecto de
intervención, luego el acuerdo o contrato de esa intervención, y la
conclusión de la misma. Las técnicas refieren a sucesivas entrevistas con los
miembros de la familia, para llevar a cabo este recorrido.
El Modelo de Redes Sociales, Mónica Chadi(2007) expresa “todo
ser humano es la integración de sus relaciones” y el desafío ser es “ser
con los Otros y en los otros”7. Así la “Red Social es un grupo de personas,
miembros de una familia, amigos y otras personas capaces de aportar una
ayuda y un apoyo reales a un individuo o familia”(Mony Elkaím. 1989) 8. Se
presenta como una red de vinculación que puede dar respuestas ante
determinadas contingencias. Asimismo las redes sociales se dan en un
“contexto” que las reconoce. Las redes sociales pueden ser primarias,
secundarias e institucionales. Las primeras a las que pertenecen la familia,
se expanden hacia campos sociales mediatos. Las segundas tienen lugar en
un contexto más lejano al grupo primario/familia. Las redes institucionales se
definen como organizaciones gestadas para cumplir objetivos específicos, que
satisfacen necesidades particulares, como educación, salud, justicia. Este
modelo prioriza las relaciones respecto de las personas, amplia el campo de

7
Chadi Mónica. Redes Sociales en Trabajo Social. Ed. Espacio Bs.As. 2007. Pa.24
8
Citado en 25
observación y la posibilidad de intervención, facilita y activa puentes de
comunicación.
El Trabajo Social interviene tanto a nivel microsocial como macro
social, y ello implica una mirada macro sistémica, considerando al hombre en
su ser social. El seguimiento de una intervención social en una familia
concretamente, lleva a la necesidad de esta interrelación en y entre los
diferentes niveles de red social. Particularmente la interrelación institucional
(intersectorialidad), requiere de un “enlace organizado de tal modo que el
intercambio permita la convivencia armónica de esta complejidad entramada,
constituida por unidades diversas y en muchos casos opuestas
(DesChamps.1998)9

Conclusiones

Las tendencias teórico metodológicas del Trabajo Social familiar han tenido en
cuenta sus orígenes, y en un proceso de permanente deconstrucción
construcción, acorde a las transformaciones operadas en el contexto social y
propiamente de la familia, ponen su atención en la subjetividad como
constituyente de lo social, en los procesos comunicacionales que configuran la
acción social, en la interacción como componentes sustanciales de las
relaciones sociales en el mundo de la vida.

BIBLIOGRAFÍA

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metodología del Trabajo Social, Buenos Aires, Argentina, Editorial
Humanitas, 1982.

 BARG, Liliana Los vínculos familiares. Reflexiones desde la práctica


profesional. Ed. Espacio. Bs.As. Argentina 2003

 CARBALLEDA Juan M. La intervención en lo social. Ed. Espacio. Bs.As.


2002

 CHADI Mónica. Redes Sociales en Trabajo Social. Ed. Espacio Bs.As.


2007.

9
Citado por Mónica Chadi . ob. 25
 HILL. Ricardo. Caso Social Individual. Modelos Actuales de práctica. Ed.
Humanitas. Bs.As.

 JELIN Elizabeth, Pan y Afectos. La transformación de las familias. Ed.


Fondo Cultura Económica. Edición 2010

 KISNERMAN, N. Pensar el Trabajo Social. Ed. Lumen .Bs.As.

 MATUS SEPÚLVEDA Teresa. Perspectivas metodológicas en trabajo


social. Ed. Espacio. Bs.As.2001.
 MAX AGÜERO, E. Trabajo Social Familiar e Investigación Diagnóstica
Tomo II. Ed. Humanitas. UNT. Tucumán. 20
 RICHMOND. Mary Ellen, 1922 “Caso Social Individual” Ed. Humanitas
Bs.As. Argentina. 1982

 ROZAS PAGAZA Margarita. “Una perspectiva Teórica Metodológica de


la intervención en Trabajo Social”. Ed. Espacio. Bs.As. 1998.

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2008

 TONON Graciela. Técnicas de actuación profesional del Trabajo Social


(compiladora). Ed. Espacio. Bs.As. Arg. 2005

 VELEZ Restrepo Olga L. Reconfigurando el Trabajo Social. Ed. Espacio.


Bs. As. 2003

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