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Con una población de 1 636 732 habitantes en 2021,7 es la segunda ciudad más
poblada de España y de la península ibérica después de Madrid, y la décima de la
Unión Europea. El área metropolitana de Barcelona tiene 3 339 279 (2020)8 y el
ámbito metropolitano de Barcelona 4 895 876 habitantes (2019), siendo así la quinta
ciudad de mayor población de la Unión Europea.910
Cuenta con un PIB nominal de 142 223 millones € y un PIB per cápita nominal de 30
619 €, lo que representa un PIB PPA per cápita de 36 240 €,11 siendo la segunda
área metropolitana española en actividad económica y la decimoséptima europea
después de Londres, París, Rin-Ruhr, Ámsterdam, Milán, Bruselas, Moscú, Fráncfort
del Meno, Múnich, Madrid, Berlín, Viena, Roma, Copenhague, Estocolmo y Birmingham.
Una de las leyendas sobre el origen de Barcelona alude a una hipotética fundación
por el general cartaginés Amílcar Barca tras conquistar el enclave ibérico después
de su desembarco en Iberia, mientras que otra versión se le atribuye a su hijo
Aníbal, que ocupó el territorio durante la segunda guerra púnica en su avance a los
Pirineos.17 Sin embargo, no existen pruebas documentales de esta vinculación entre
los nombres de la familia cartaginesa Barca y la ciudad conocida como Barcelona.
Hay otras explicaciones para el nombre de la ciudad, como la que sostiene que
proviene del período fenicio, teoría sostenida por la inscripción en escritura
ibérica Barkeno en escritura íbera ("barkeno") encontrada en una moneda.18
Enviado del embajador en Roma, fue nombrado virrey de Sicilia en 1644, donde tuvo
que reprimir la revuelta de Giuseppe d'Alessi en 1647. Era hijo de Luis Fajardo de
Requeséns y Zúñiga, IV marqués de los Vélez, Grande de España y III marqués de
Molina, y bisnieto de Luis de Requesens y Zúñiga. Casado en primeras nupcias con
Ana Girón Enríquez de Cabrera, con quien tuvo un hijo: Luis Francisco Fajardo,
primer marqués de Martorell (nato en 1637 y muerto joven). De segundas nupcias casó
con Mariana Engracia de Toledo y Portugal, después de restar a la viuda nodriza del
rey, que murió en 1696 y con la que tuvo 4 hijos:
Sin embargo, la razón de este nombre no está clara. Algunos postulan que la palabra
procede de Gotholandia (país de los godos) a través de Gothia o Gotia que era como
los francos denominaban también la Marca Hispánica, debido a la presencia de
población visigoda en Septimania y el norte de la actual Cataluña tras la caída del
reino visigodo, aunque la transformación fonética es discutible. De igual modo, se
sugiere Gothoalania (país de godos y alanos) pese a no haber referencias de este
segundo pueblo en territorio catalán. Un historiador medieval, Pere Tomic, sugiere
la existencia hacia el siglo VIII de un caballero alemán llamado Otger Cathaló, al
que por sus gestas de conquista, Carlomagno dedicó su nombre a las tierras del sur
de los Pirineos. Esta teoría la recoge Pedro de Medina en su Libro de grandezas y
cosas memorables de España publicado en Sevilla en 1548.
Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, según interpretación
de Filippo Ariosto (1586)
Su padre, Antonio Agustín, fue vicecanciller de Aragón, consejero del rey Fernando
el Católico y del rey Carlos I, embajador ante el rey Luis XI de Francia y el papa
Julio II. Murió el 28 de marzo de 1523, y fue sepultado en un magnífico sepulcro de
mármol obra del famoso Alonso Berruguete, en la capilla de San Jerónimo del
Monasterio de la Iglesia basílica de Santa Engracia de Zaragoza. Doña Aldonza,
esposa de éste y madre de Antonio Agustín Albanell, murió en 1529.
El 4 de octubre del mismo año el cabildo de la Seo de Zaragoza lo presentó para una
beca de cánones en el Colegio Mayor de San Clemente de los Españoles de Bolonia, en
el que fue admitido el 27 de enero de 1539. El 3 de junio de 1541 recibió el grado
de doctor en ambos Derechos, y permaneció en dicho Colegio hasta el 20 de octubre
de 1544. En su primera gran obra, Emendationum et opinionum libri IV, propuso la
tesis —hoy ampliamente aceptada— de que el manuscrito conocido como Littera
Florentina fue la fuente de todas las demás copias subsistentes del Digesto, con lo
cual puso en cuestión la autoridad del texto latino de las Pandectas.
Posteriormente fue legado pontificio para arreglar las diferencias entre los reyes
de España y Francia. En 1555 el papa Julio III lo nombró nuncio apostólico y lo
envió a Inglaterra para dar el parabién a la reina María I y su esposo don Felipe,
futuro rey de España.
En 1556 fue nombrado Obispo de Alife (Alifano), en Nápoles, por el papa Pablo IV.
En 1558 fue legado del mismo papa ante Fernando I, Rey de Romanos. Visitador de
Sicilia nombrado por Felipe II el 19 de abril de 1559.
Tras el fallecimiento del obispo de Lérida fue presentado por el rey Felipe II para
esta mitra, a la que fue promovido el 13 de octubre de 1561. Asistió también a las
sesiones de la última etapa del Concilio de Trento, en donde manifestó su gran
sabiduría, prudencia y celo por el bien de la Iglesia, y fue uno de los diputados
de la Junta particular que tuvo el encargo de formar el decreto de residencia.
Junto con Diego de Covarrubias redactó el decreto de observancia de los acuerdos
adoptados en el concilio.
Participó en la edición del Corpus Iuris Canonici, compilación del Derecho canónico
mandada publicar para uso oficial por el papa Gregorio XIII en 1580, y que
constituyó la base de estudio y aplicación de este ordenamiento hasta la
promulgación del primer Código de Derecho Canónico en 1917.
Entre sus obras en latín destacan Emendationes (Venecia, 1543, escrita en Bolonia),
Varron (Roma, 1557) y Alveolus (escrito hacia 1554 en Roma), un códice con apuntes
relativos a la poesía, la retórica, la paremiología o la teología; una miscelánea
de amplia erudición que muestra su dominio del latín, el italiano y el castellano.
Otra propuesta sugiere que por las necesidades defensivas de la Marca se levantaron
muchas fortificaciones. Sus guardas eran los castellanos que en el bajo latín
medieval tomaría el nombre de castlanus de cuya voz surgen las formas catalanas
castlà, catlà y carlà.21 De estas formas, los extranjeros que pasaban por sus
tierras habrían comenzado a nombrar así a los habitantes y su territorio (català >
Catalonia, Catalaunia), por lo que Cataluña significaría «tierra de castillos».22
Sin embargo, esta explicación ha sido cuestionada por dificultades fonéticas.
Autores modernos como Ronjat (Grammaire historique des parlers provençaux modernes)
y Grammont (Sur la métathèse) defienden que el topónimo procede de una alteración
de la latina referida a los lacetanos (LACETANI). La transformación se daría por
metátesis entre la -l y la -c: lacetanos > catelanos > catelans.23 Este proceso
debió darse entre las capas populares y en tiempos remotos, previos a cualquier
influencia erudita. Actualmente, esta etimología y la referida a los godos son las
más extendidas. Además de las comentadas hay aún más propuestas etimológicas menos
conocidas. Por ejemplo, tanto catalán como castellano podrían derivar de una fusión
de las palabras góticas guta y athala,24 con el significado de «noble godo», o
«hidalgo godo». En este sentido, Otger Cathaló podría ser Otger el noble godo.
Enviado del embajador en Roma, fue nombrado virrey de Sicilia en 1644, donde tuvo
que reprimir la revuelta de Giuseppe d'Alessi en 1647.