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PRINCIPIO 1.

-DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


El derecho a la tutela jurídica tiene sus raíces en la antigüedad, en sociedades como la egipcia,
griega y romana, donde se buscaba la justicia a través de tribunales y procedimientos judiciales.
En la Edad Media, con la aparición del derecho canónico, se establecieron los tribunales
eclesiásticos y el proceso inquisitivo. Posteriormente, en la Edad Moderna, se produjeron
importantes avances en materia de protección de derechos y garantías procesales, con la creación
de los tribunales de justicia y la consolidación de los principios del derecho a un juicio justo y la
presunción de inocencia.
En el siglo XX, con la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en
1948, se reconoció el derecho a la tutela jurídica como un derecho fundamental de toda persona,
lo que ha sido recogido posteriormente en numerosos instrumentos internacionales y en las
constituciones de los distintos países.
Hoy en día, el derecho a la tutela jurídica se considera un pilar fundamental del Estado de
derecho y se entiende como el derecho que tiene toda persona a recurrir a los tribunales para
hacer valer sus derechos y reclamar justicia frente a cualquier acto que lesione sus intereses
legítimos.
TUTELA JURISDICCIONAL
Es así que podemos decir que la tutela jurisdiccional efectiva es el derecho de toda persona a que
se le “haga justicia”; a que cuando pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por un
órgano jurisdiccional, a través de un proceso con unas garantías mínimas, siendo la Justicia uno
de los valores fundamentales que todo ordenamiento jurídico debe perseguir, su realización
constituye misión primordial de la actividad de cualquier Estado.
El derecho a la Tutela Jurisdiccional efectiva se configura, fundamentalmente, como la garantía
que las pretensiones de las partes que intervienen en un proceso serán resueltas por los órganos
judiciales con criterios jurídicos razonables.
"la tutela judicial efectiva es un derecho constitucional de naturaleza procesal en virtud del cual
toda persona o sujeto justiciable puede acceder a los órganos jurisdiccionales,
independientemente del tipo de pretensión formulada y de la eventual legitimidad que pueda o
no, acompañarle a su petitorio. En un sentido extensivo la tutela judicial efectiva permite
también que lo que ha sido decidido judicialmente mediante una sentencia, resulte eficazmente
cumplido. En otras palabras, con la tutela judicial efectiva no sólo se persigue asegurar la
participación o acceso del justiciable a los diversos mecanismos (procesos) que habilita el
ordenamiento dentro de los supuestos establecidos para cada tipo de pretensión, sino que se
busca garantizar que, tras el resultado obtenido, pueda verse este último materializado con una
mínima y sensata dosis de eficacia
DEBIDO PROCESO CIVIL.
Si es cierto que la llegada o el reconocimiento legal juicios justos en el mundo legal (a nivel de
casi todos los estados) no pudieron, para ser más preciso y aplaude, cabe señalar que la vigencia
misma y las posteriores son progresivas de su aplicación .
no garantiza necesariamente que se requiera su alcance, por lo que este proceso real se lleva a
cabo de tres maneras (dadas en detalle Introducción a este trabajo).
DIFERENCIA ENTRE EL DEBIDO PROCESO LEGAL, GENERAL Y DEBIDO
PROCESO CIVIL
Es decir, la diferencia radica en que: i) mientras el debido proceso legal garantiza y
otorga derecho al justiciable a tener un justo proceso en las tres modalidades que presenta dicho
debido proceso (ya que siendo a la vez, genérico, amplio, no desagregado, como impreciso a
nivel de debidos procesos específicos, como, por ejemplo: el debido proceso civil); ii) el debido
proceso civil, única y específicamente garantiza y otorga lo propio (al justiciable) conforme a los
principios que inspiran un justo o debido derecho procesal civil.
Proceso como derecho fundamental.
Desde el tiempo del derecho Romano la pandectista alemana del siglo XIX se ha postulado que
no hay derecho sin acción ni acción sin derecho. En esa línea evolutiva, la acción entendida hoy
como proceso ha asumido un grado tal de autonomía que, en vez de ser instrumento del derecho,
este se ha convertido mas bien en un instrumento del proceso.
GARANTIAS CONSTITUCIONALES A LA CIUDADANIA.
La seguridad jurídica tiene como principio fundamental la idea de predictibilidad, es decir, que
cada uno conozca de antemano las consecuencias jurídicas en sus relaciones con el Estado y los
particulares. La seguridad jurídica supone la expectativa razonablemente fundada del ciudadano
sobre cuál debe ser la actuación del poder en aplicación del derecho.
GARANTIA Y DERECHO FUNDAMENTAL.
El debido proceso es apreciado como principio general del Derecho, como garantía
constitucional y como derecho fundamental. Para quienes sostienen que es un principio general
señalan que el proceso justo inspira todo el ordenamiento jurídico-político y no requiere de un
reconocimiento positivo para que pueda producir sus efectos; sin embargo, para el sector que
califica como derecho fundamental le atribuye no solo funciones propias de un principio general
sino que trasciende, a valores superiores que provienen de la dignidad del ser humano y del logro
de una sociedad justa y libre; además tampoco requiere de una norma positiva para existir.
DEBIDO PROCESO.
El debido proceso tiene su origen en el due process of law anglosajón, se descompone en: el
debido proceso sustantivo, que protege a los ciudadanos de las leyes contrarias a los derechos
fundamentales y, el debido proceso adjetivo, referido a las garantías procesales que aseguran los
derechos fundamentales.
TUTELA JURISDICCIONAL.
Sin perjuicio de los derechos subjetivos y objetivos que configuran al debido proceso y que son
propios de todo proceso o procedimiento judicial, administrativo, parlamentario, arbitral, militar
o entre particulares, cabe añadir que el Estado tiene la obligación de asegurar un conjunto de
garantías institucionales que permitan el ejercicio del debido proceso de toda persona. Es
importante reafirmar que los derechos al debido proceso constituyen la base sobre la que se
asienta la tutela judicial y no judicial. En tal entendido se puede señalar que, en nuestro sistema
constitucional se encuentran consagradas enunciativamente las garantías de un proceso litigioso,
en función de lo cual toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional.
PRINCIPIO 2 Principio de dirección e impulso procesal
en la Legislación Peruana

Decimos que todo parte de la existencia de un conflicto, pues básicamente el conflicto nos
acompaña toda la vida pero cuando estamos a nivel jurídico o a nivel legal, es claro que hay
conflictos que tienen una connotación jurídica y que deben ser resueltas por un juez, o sea por
un órgano jurisdiccional en el cual está presente el juez, y este agente de poder que por
constitución tiene este gran poder que se llama jurisdicción, esta facultad, este poder a su vez
también debe de resolver conflictos intersubjetivos y brindar tutela jurisdiccional. Entonces se
dice que jurisdicción tienen los jueces, y que esta se debe entender como un poder y deber
para poder resolver conflictos y tutela de derechos.

Denominado también principio de autoridad. Este principio históricamente, limitó los excesos
del principio dispositivo. Consiste en la aptitud que tiene el Juez para conducir autónomamente
el proceso, vale decir sin necesidad de intervención de las partes, a la consecución de los fines.
La Dirección del proceso está a cargo del juez y antes que una facultad es un deber. Es el
desempeño de sus funciones, porque el juez tiene deberes, facultades y derechos.

En nuestro sistema procesal peruano la dirección del proceso le corresponde al juez. Quien
debe impulsar el proceso desde su inicio hasta su culminación, en el mínimo de actos posibles y
de manera dinámica y sin demora, el juez será responsable de cualquier demora que pudiere
ocurrir por su negligencia

El deber del Juez de Impulsar el proceso de oficio, Como dice Couture, “se denomina impulso
procesal al fenómeno en virtud del cual se asegura la continuidad de los actos procesales y su
dirección hacia el fallo definitivo”. Entonces el impulso procesal se encuentra estrechamente
relacionado con la distribución de roles entre el juez y las partes. Ya que cuando se habla de
impulso se está haciendo referencia a quién, las partes o el juez, hace avanzar el proceso.

El juez como director del proceso debe actuar los medios probatorios necesarios para llegar a
esclarecer los hechos afirmados por las partes. Sin perjuicio de lo expresado hasta este punto, no
se puede dejar de recalcar que conforme a lo previsto en el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, el juez como director del proceso, está no solo facultado, sino en alguna
medida razonablemente compelido a agotar todos los medios que le permitan esclarecer los
hechos y resolver el conflicto, obviamente, sin que esto signifique sustituirse a las partes.
La dirección del proceso cumple con la función de hacer avanzar o impulsar a los sujetos
procesales a través de las diversas etapas que integran el proceso (postulatoria, probatoria,
decisoria, impugnatoria y ejecutoria) hasta que la tutela buscada por las partes, luego de
materializado el acceso a la justicia, se convierta en efectiva. Por tanto, podemos decir que la
tutela judicial cuando logra hacerse efectiva (cumpliéndose lo ordenado en la sentencia) es un
indicador de que los sujetos procesales, juez y partes, han cumplido con sus obligaciones de
dirección e impulso de oficio y principio dispositivo correspondientes.

El juez como director del proceso debe actuar los medios probatorios necesarios para llegar a
esclarecer los hechos afirmados por las partes. Sin perjuicio de lo expresado hasta este punto, no
se puede dejar de recalcar que conforme a lo previsto en el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, el juez como director del proceso, está no solo facultado, sino en alguna
medida razonablemente compelido a agotar todos los medios que le permitan esclarecer los
hechos y resolver el conflicto, obviamente, sin que esto signifique sustituirse a las partes. En tal
sentido, el juzgador debe actuar los medios probatorios necesarios para llegar a esclarecer los
hechos afirmados por las partes. (Casación N.° 530-2016-Loreto, de 25-08-2016)

Principio de dirección del proceso. Juez no puede arrogarse la calidad de parte: el principio
rector del proceso civil es el principio dispositivo: Si bien el juez es el director del proceso, el
principio rector del proceso civil es el principio dispositivo, por lo que el juez no puede
arrogarse la calidad de parte y aducir argumentos que no fueron hechos valer por las partes a
través de los recursos que les franquea la ley. (Casación N.° 2935-98-Apurímac, de 26-04-1998).

Podemos concluir del presente principio que si bien el juez es el director del proceso, por lo que
el juez no puede arrogarse la calidad de parte y aducir argumentos que no fueron hechos valer
por las partes a través de los recursos que les franquea la ley. Es necesario resaltar que el
impulso del proceso está a cargo del juez, sin embargo, el artículo 346 del C.P.C. impone a las
partes la carga de impulsar el proceso, sancionando la falta de cumplimiento de dicha carga con
la declaración de abandono. Entonces El impulso del proceso les corresponde a ambos sujetos
procesales, juez y partes.

PRINCIPIO 3.- ARTÍCULO III.- FINES DEL PROCESO E INTEGRACIÓN DE LA NORMA PROCESAL El código
procesal Civil en su artículo III del Título Preliminar del CPC prevé que: “El juez deberá atender a que la
finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas
con relevancia jurídica haciendo con efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es
lograr la paz social en justicia. En caso de vacío o defecto en las disposiciones del código, se deberá
recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y jurisprudencia correspondientes,
en atención a las circunstancias del caso” Al señalar el Código dos finalidades del proceso, recoger
evidentemente las orientaciones de los sistemas procesales: dispositivo e inquisitivo; respecto a su
finalidad asume tanto la orientación privatista como la publicista. De acuerdo con lo consagrado por la
norma procesal, en fin, del proceso no se queda en la solución del conflicto, sino que va más allá busca
la paz social en justicia, previsión que se inspira inequívocamente en aquel principio que afirma la
superioridad de los intereses por sobre los individuales. En este sentido, el proceso constituye un
instrumento eficaz, tanto para la efectividad de los derechos sustantivos, como de los derechos
colectivos.

La finalidad concreta del proceso es resolver los conflictos de intereses y eliminar las incertidumbres
jurídicas. Conforme expresa Couture acerca del conflicto de intereses: “Podemos afirmar que no se
puede concebir la existencia de una sociedad humana, sin conflicto de interés y derechos, ya que las
normas jurídicas de la tutela siempre son susceptibles de ser violadas”. Para el inicio de un proceso,
necesariamente debe existir un conflicto de intereses o una incertidumbre jurídica.

Pero para someter un conflicto de intereses o una incertidumbre jurídica a la autoridad jurisdiccional y
se inicie el proceso, debe tener relevancia jurídica. La relevancia jurídica está referida a la importancia
del problema justiciable. El conflicto de intereses está referido a la existencia de intereses
recíprocamente resistidos u opuestos con relación a un determinado bien jurídico. Resolviendo el
conflicto de intereses o eliminando la incertidumbre jurídica, se logra el fin concreto del proceso: hacer
efectivos los derechos sustanciales. Son derechos sustanciales los que la constitución y las leyes
reconocen a las personas, tales como: propiedad, herencia, libertad, igualdad, domicilio, nombre, etc. La
finalidad abstracta del Proceso. El fin que persigue el proceso, sea contencioso o no contencioso, es
lograr la paz social en justicia. Si la finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia, entonces, una
vez que la Litis se presente ante el juez, vía demanda del actor, el proceso desde que se instaure hasta
que termine debe procurar promover la paz social en justicia den la sentencia, el Juez al resolver el
conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre debe tener presente estas dos finalidades.

El juez tiene el deber de buscar una solución al conflicto mediante una sentencia justa, que promueva la
paz social, porque esa es la finalidad. En cuanto se refiere a las lagunas del Derecho. El vacío que
presenta el texto de una ley, y que deja sin solución, expresa determinada cuestión jurídica. Estos vacíos
están expresa determinada cuestión jurídica. Estos vacíos están originados por la trayectoria idea de la
ley, en cuanto norma general, proyectada y aplicada a un caso concreto, porque, según explican muchos
autores, no puede presentarse que la ley prevea todos y cada uno de los casos concretos o particulares
en que será aplicada. El problema llevado en el campo procesal pone en discusión el tema de si el juez
puede o no abstenerse de resolver o sentenciar aduciendo el vacío de la ley. En el derecho común, el
problema lo resuelve la mayor parte de legislaciones facultando al Juez para que aplique los principios
generales del derecho, así lo establece el art. VIII del título preliminar del código civil. En esta forma se
ubica la estimación de los principios generales como una cuestión de competencia del juez, dándole
cierta facultad generadora, respecto al caso concreto. Empero, en potestad tiene los límites y no puede
entenderse como absoluta, ni es una letra en blanco que el legislador acepta para que el juez llene un
contenido con absoluta libertad.

La constitución del esta establece dentro las garantías de administración de justicia, la obligación de los
magistrados de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. En tal caso, deben
aplicarse los principios generales de derecho y el derecho consuetudinario (art. 139, inciso 8, de la
constitución). Los principios generales del derecho procesal o generales del proceso son los
fundamentos lógico-axiológico-jurídicos dentro de los cuales se desarrolla o debe desarrollarse el
proceso.
Para Jorge Peryrano este principios son las construcciones normativo- jurídicas de índole subsidiaria,
producto de la más cuidadosa decantación técnico-sistemática, de las normas que regulan un proceso
civil dado, no excluyente , en las normas de regulan el proceso civil dado, no excluyente en general, de
sus antítesis lógicas o de las consecuencias de estas que contribuyen a integrar los vacíos que presenta
la regulación normativa donde ven la luz, pero cuya primera misión es la de servir de faro para que el
intérprete sea juez legislador o tratadista, no equivoque el camino y olvide que toda solución
procedimental propuesta debe armonizar con ella, su pena de introducir la incoherencia, allí donde
resulta más nefasta, es decir en el ámbito del proceso

PRINCIPIO 4 ARTÍCULO IV DEL TÍTULO PRELIMINAR DEL CÓDIGO PROCESAL


CIVIL:
PRINCIPIO DE INICIATIVA DE PARTE Y CONDUCTA PROCESAL

1. ¿A QUÉ LLAMAMOS PRINCIPIO DEL DERECHO PROCESAL CIVIL?


Van hacer vinculantes rectoras que orientan y dirigen el proceso civil haciendo uso de las
instituciones procesales pertinentes para resolver los conflictos e incertidumbres que son
motivo del debate del procesal para garantizar la seguridad jurídica de la sociedad en
conflicto.
2. INICIATIVA DE PARTE
El proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para
obrar. No requiere invocarlo el Ministerio Público, el procurador oficioso, ni quien defiende
intereses difusos. En un proceso de naturaleza civil solamente es iniciado a instancia de parte
jamás lo puede iniciar un juez o un órgano jurisdiccional si no que necesariamente lo tiene
que iniciar el justiciable el ciudadano.
2.1. Carneluti.- La iniciativa de las partes es indispensable no sólo para pedir al Juez
la providencia, sino también para poner ante su vista los hechos de la causa
2.2. Ticona Victor.- La iniciativa de parte significa que una persona diferente al juez,
debe ejercitar el derecho de acción, interponiendo la respectiva demanda, para que el
proceso se inicie.
2.3. Interés para obrar.- hace referencia al hecho de que el conflicto tenga relevancia
jurídica y que sea posible de ser presentado ante el juez para recibir protección
jurisdiccional.
2.4. Legitimidad Para Obrar.- La legitimidad para obrar no es otra cosa que pasar de
una situación que no es jurídica a una situación jurídica.
3. APTITUD PARA EJERCER LA INICIATIVA
En la sociedad se presentan todo tipo de problemas, mas no todos ellos ameritan ser llevados
ante los tribunales de justicia, ni toda persona está en capacidad de proponer pretensiones al
juez.
Es por ello que la ley exige que el actor acredite interés para obrar y legitimidad para obrar.
3.1. El interés para obrar: hace referencia al hecho de que el conflicto tenga
relevancia jurídica y que sea posible de ser presentado ante el juez para recibir la
protección jurisprudencial.
3.2. La legitimidad para obrar: lo que se busca es apreciar si quien toca las puertas
de jurisdicción es aquel quien la ley le reconoce ese derecho. El puede actuar en su
propio nombre o a través de un representante, pero debe ser el titular del derecho
cuya protección se solicita. Nadie puede sustituirse en el interés ajeno, salvo que la
propia ley admita una legitimidad ampliada.
 La legitimidad para obrar activa: Existe cuando el DEMANDANTE ocupa la
posición habilitante para poder plantear determinada pretensión.
 La legitimidad para obrar pasiva: Existe cuando el DEMANDADO tiene la
posición habilitante para que la pretensión sea planteada válidamente contra él.
Art427: Faculta al JUEZ a declarar IMPROCEDENTE la demanda cuando el
demandante CAREZCA evidentemente de legitimidad para obrar.
4. CONDUCTA PROCESAL
En su segundo párrafo del artículo 4 del título preliminar del código civil contiene un
conjunto de principios denominado “conducta procesal”, contiene una exhortación más que
un precepto, en el sentido de demandar a las partes, sus representantes, sus abogados y en
general, todos los partícipes en el proceso que conduzcan su comportamiento observando las
reglas de: Veracidad, Probidad, Lealtad, Buena Fe Procesal.
4.1. Lealtad: La lealtad procesal es consecuencia de la buena fe y excluye las trampas
judiciales los recursos torcidos la prueba deformada e inclusive las inmoralidades de
todo orden es entonces el cumplimiento de lo que exigen las leyes, como de la
fidelidad y el honor.
4.2. Probidad: en términos generales, es la rectitud y moralidad a que tiene que
ajustarse la conducta humana, y en lo público, la que debe observarse en el ejercicio
de funciones públicas.
4.3. Buena fe: El principio de la buena fe es el alma de las relaciones sociales y el
principio rector de la interpretación jurídica. Buena fe significa honradez, sinceridad,
corrección, lealtad, cooperación con la otra parte con quienes se negocia, celebra
4.4. Veracidad: El significado de la veracidad está íntimamente relacionado con todo
lo que se refiere a la verdad o a la realidad, o a la capacidad de alguien para decir
siempre la verdad y ser sincero, honesto, franco y tener buena fe. Por tanto, es lo
opuesto a la mentira, a la hipocresía o a la falsedad.
La presunción de veracidad es un principio o un derecho jurídico y legal que poseen
las personas trabajadoras funcionarias que ejercen la autoridad pública en muchos
países democráticos. Cuando alguien usa este principio realizando una declaración o
un testimonio, este se declara veraz. Así, la otra persona debe aportar pruebas para
contradecir lo declarado por la autoridad si es necesario.
5. CONDUCTA PROCESAL IDÓNEA
La norma exige que el debate procesal se materialice en un marco ético y respetuoso. Para
ese efecto, en el código hay una serie de dispositivos que regulan las sanciones para las
infracciones que se comenten en su agravio. Es natural que se exija este control, pues si
vamos al proceso es porque tenemos razones para ello, y las pruebas serán las que hablen por
nosotros, pruebas que no siempre dependen de nuestro actuar, como el caso de pericias y
testimonios, por lo que la ley exige una serie de requisitos para su actuación.
6. CASACIÓN 44-50 – 2018 _ LA LIBERTAD
6.1. Generalidades: Esta casación fue interpuesta por Jorge Quipuzcoa y Érica Horna
contra el auto de vista interpuesto por Carlos Trelles, mediante el cual se declaró el
abandono del Proceso.
6.2. Antecedentes: Jorge Quipuzcoa y Érica Horna interpusieron demanda contra
Carlos Trelles y Bertha León para reembolso de mejoras y pago de indemnización,
debido a que los demandantes no dispusieron de mejoras que realizaron en el
inmueble de los demandados.
6.3. Actividad Procesal Relevante: Se declara saneado el proceso, pero con la muerte
de la demandada, se le asigna un curador procesal, quien solicita requerimiento de las
copias de la demanda.
6.4. Resolución de primera instancia: Mediante el cual se declara abandono del
proceso, ya que los demandantes no impulsaron ni mostraron interés en el proceso.
6.5. Fundamentos de la Sala:
 Cuarto: Según el Principio de iniciativa de parte, el accionante debe tener
participación activa en el proceso durante todo su desarrollo, no poso en la
interposición de la demanda.
 Sexto: Sobre la entrega de copias de la demanda, si no se estaba de acuerdo, los
demandantes debieron cuestionarlo oportunamente.
6.6. Decisión: Declararon nula la casación.
7. CONCLUSIONES
La iniciativa de parte es el principio mediante el cual una persona distinta al juez debe
solicitar la demanda.
La conducta procesal está referida a un conjunto de principios, los cuales son: la
lealtad, cumplimiento de las leyes de fidelidad y honor; la probidad, honradez en el
obrar; la veracidad, actuación con arreglo en la verdad y la buena fe, Conducta sin
intención de dañar.

PRINCIPIO 5 ARTÍCULO V: PRINCIPIOS DE INMEDIACIÓN, CONCENTRACIÓN,


ECONOMÍA Y CELERIDAD PROCESALES.

1. PRINCIPIO DE INMEDIACION.
El principio de inmediación es tal vez el mas importante dentro de un sistema publicístico ya que tiene
por finalidad tiene por objetivo que el juez, quien va en definitiva a resolver el conflicto de intereses o la
incertidumbre jurídica,
El CPC ha optado por regular el principio de inmediación. Al hacerlo, ha privilegiado también la técnica
de la oralidad, es decir, el medio o instrumento a través del cual se produce el contacto entre el juez y los
protagonistas directos o indirectos del proceso, así como con los hechos materiales que interesan al
conflicto real que subyace en el proceso judicial.

EL PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN COMO “CONTACTO DIRECTO”


consiste en “que el Juez –quien va en definitiva a resolver el conflicto de intereses o la incertidumbre
jurídica- tenga el mayor contacto posible con todos los elementos subjetivos (intervinientes) y objetivos
(documentos, lugares, etc.) que conforman el proceso el énfasis, y se va a proporcionar al juez mayores
elementos de convicción para expedir un fallo.

EL PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN COMO “IDENTIDAD DEL JUEZ”


La “identidad entre el juez receptor de la prueba y el que sentencia, en cuanto tal identidad está
enderezada a que el juez pueda adecuadamente valorar la prueba percibida (de primera mano) por él. El
contacto con el juez referenciado por la posición anteriormente expuesta sería, en realidad,
“instrumental a la apreciación con función probatoria solo de sus (eventuales) declaraciones de las
partes”

2. PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN
El principio de concentración es una consecuencia lógica del principio de inmediación anteriormente
desarrollado. Cualquier organización judicial fracasaría si la participación obligada del más importante de
sus personajes el juez ocurriese en un número indeterminado de actos procesales. Es imprescindible
regular y limitar la realización de estos, promoviendo su ejecución en momentos estelares del proceso
para darle factibilidad a la necesaria presencia del órgano jurisdiccional.
Este principio busca que el proceso se realice en el menor tiempo posible y en forma continua, evitando
que las cuestiones accidentales e incidentales (medidas cautelares o recursos impugnatorios) entorpezcan
el desarrollo del proceso al dilatarlo sin necesidad. Por ello se regula y limita la realización de los actos en
determinadas etapas del proceso.
Finalidad del principio de concentración
Facilitar el trabajo del enjuiciador, pues al efectuarse una verificación de pruebas y argumentos de manera
concentrada permitan que se obtenga los fines del sistema.
Ejemplo: Es donde hay un juicio oral con menos audiencias para que se le dé una conclusión pronta al
proceso y es menor el peligro de quien lo resuelve.

3. PRINCIPIO DE ECONOMÍA
Este principio está referido especialmente “a tres áreas distintas: ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo”.
El principio de economía procesal no sólo apunta a economizar los costos que pueda suponer el proceso,
sino también a hacer del proceso un trámite sumario: “el principio de economía procesal, como es
conocido, intenta enfrentar no sólo el tema de los costos, sino también de la duración y de la cantidad de
actos que deben realizarse en un proceso”. Y es que muy vinculado a este principio de economía se
encuentra el principio de celeridad procesal, tan vinculados están que el Supremo intérprete de la
Constitución suele nombrarlos de manera conjunta.
procura la agilización de las decisiones judiciales, haciendo que los procesos se tramiten de la manera
más rápida y menos costosa en dinero y tiempo.

4. PRINCIPIO DE CELERIDAD
La celeridad procesal constituye una de las manifestaciones del derecho al debido proceso, y como tal
exige que los actos procesales se realicen sin dilaciones indebidas, es decir, en un tiempo razonable que
evite que se produzca indefensión o perjuicio de los procesados debido a la demora en la celebración o
conclusión de las etapas procesales. La dirección e impulso procesal de oficio esta a cargo del juez

EL principio de celeridad y la afectación al principio de economía procesal en el proceso


civil.

El problema existente en el órgano de Justicia de nuestro país, ha venido perjudicando irreparablemente a


todos los sujetos que acuden a éste órgano en busca de justicia; Sin embargo en la mayoría de veces se ha
visto truncada por la carga procesal existente en el poder judicial, puesto que para llegar hasta la etapa de
la sentencia tiene que pasar muchos años provocando de este modo pérdidas económicas para los
ciudadanos inmersos en los procesos judiciales. 

PRINCIPIO 6 EL PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÓN DEL PROCESO


Este principio está conectado con el “derecho de igualdad”, en el sentido en que el juez constitucional
no debe dejar que las diferencias existentes entre las partes afecten el proceso. De este modo se hace
efectiva la igualdad de armas para las partes involucradas, a fin de que dichas diferencias no determinen
ni influencien el sentido de la decisión judicial y todos podamos de gozar de la justicia.

En palabras del Tribunal Constitucional, el principio de socialización, “consiste en el deber del juez de
evitar que las desigualdades materiales existentes entre las partes impidan la consecución de una
decisión judicial que sea reflejo cabal de la objetividad del Derecho.

LA DESIGUALDAD ANTE LA JUSTICIA

Justicia e igualdad son dos conceptos relacionados y unidos que no pueden valorarse el uno sin el otro.
Debemos tener en cuenta que la justicia es uno de los valores fundamentales del ser humano, a través
de ella se busca que cada individuo reciba lo que le pertenece independientemente de sus condiciones,
lo que implica un reconocimiento y respeto total por los derechos humanos. El principio de igualdad en
el ámbito del proceso es una manifestación del principio general de "Igualdad ante la ley

TENDENCIAS ACTUALES SOBRE LA SOCIALIZACIÓN DEL PROCESO

Podemos hablar partiendo del proceso civil, que ha cambiado sus rasgos y expresiones, ofrece nuevas
soluciones y se adapta a las nuevas exigencias sociales en la medida en que la sociedad se somete a
aquel motor de transformación, de otra cultura jurídica que sonríe a lo nuevo y fulmina lo viejo. Se ve
una nueva identidad del proceso como la respuesta a nuevas exigencias, pero no del hombre sino del
Derecho, las exigencias del hombre bien vistas no son nuevas, son exigencias de libertad, igualdad,
justicia y paz; en cambio, las exigencias del Derecho son aquellas sin las cuales este no satisfará las
exigencias del hombre; y es que la justicia siempre se ha visto a través del Derecho.

El desarrollo del eficientísimo procesal que se desprende de los últimos momentos del
paleoprocesalismo implica un conjunto de avances gestados por el publicismo procesal. De manera que
corresponde al neoprocesalismo ajustarlos a sus exigencias estructurales una vez se haga cargo de ellos.

LA IGUALDAD EN EL PROCESO

El principio de igualdad en el ámbito del proceso es una manifestación del principio general de "igualdad
ante la ley" consagrado por el art.02 de la Constitución Política del Perú.

Se viola este principio cuando se concede o reconoce a un litigante lo que se niega a otro. Es decir, se
vulnera la garantía de igualdad entre las partes si no se otorga a todas idénticas oportunidades de
petición, afirmación, prueba y decisión oportuna, congruente y fundada.

En conclusión, se procura impedir que, a causa de la inferioridad de cultura y de medios económicos, la


igualdad de derecho pueda transformarse ante los jueces en una desigualdad de hecho.

El principio de igualdad, vinculado con los procesos contenciosos, es según el que los interesados
principales del proceso (o sea, las partes) deben ser tratados de forma igualitaria, es decir, que todos los
litigantes deben tener las mismas oportunidades de actuación dentro del proceso, sin que ninguno se
encuentre en situación de inferioridad; porque la situación de partida no es idéntica ya que la parte
activa (la que solicita la tutela de un derecho) está en una situación objetivamente más favorable que la
parte pasiva. Pero una vez iniciado el proceso debe ser homogénea

En contexto de socialización e igualdad de las personas ante la ley sin distinción alguna así como en el
derecho procesal es su paridad de condiciones de los justiciables, para que ninguno pueda encontrase
en una condición inferior jurídica frente al otro. No se debe conceder a uno lo que se niega a otro en
igualdad de circunstancias, este principio se estremece bajo un sistema social donde no hay un mínimo
equilibrio ene l reparto de los medios para la subsistencia del ser humano, ni igualdad de razones de
raza , idioma, religión, condición social y política, mismo que se refleja que no todos los litigantes estén
en la posibilidad igualitaria, no solo de entrar al proceso, sino de afrontarlo en toda su dimensión,
además la calidad técnica para la defensa o resistencia del derecho en debate y las estrategias
procesales que asuman en el proceso, dependen del profesionalismo del letrado y de los honorarios en
su retribución.

Este principio materializa el principio constitucional en donde él se refiere a la facultad del juez debe
impedir la desigualdad entre las partes que concurra al proceso, es decir convierte la tesis de igualdad
ante la ley en igualdad de las partes en el proceso

PRINCIPIO 7 ARTICULO 7

EL JUEZ EN EL PROCESO CIVIL

Es importante que recordar un juez debe ser imparcial y que todos los actos influyen en
el desarrollo del proceso; para eso se tiene tres actos:

 DECISIÓN: En este lo que va hacer el juez es encaminar el proceso y hacer que


este concluya es decir que la decisión va ser el acto en virtud del cual el juzgador
encamina el proceso hasta su conclusión.
 COMUNICACIÓN: En este el juzgador va permitir a través de su dirección procesal
el contacto entre las partes y otros sujetos procesales el caso de los actos de
comunicación son las comisiones, decretos, notificaciones, oficios y provisiones.
 DOCUMENTACIÓN: El juzgador va tener que hacer la elaboración de los
expedientes, la emisión de las actas memoriales, los informes.

EL SIGNIFICADO DEL AFORISMO.

El aforismo iura novit curia, se presenta como una restricción al clásico principio
dispositivo y al contemporáneo principio de autoridad; sirve para indicar que el juez
conoce el derecho hay que emplear el pretérito

Su campo de acción es dado por el juez cuando califica jurídicamente el conflicto de


intereses en la sustanciación de un proceso, en el supuesto de que tal calificación se
hizo erróneamente, es necesario que previamente se realicen ciertas precisiones
reconocidas por la doctrina, y plasmados en nuestro CPC; como son:

DEMANDA Y REQUISITOS: El cual se aprecia en El artículo 424 del CPC cuenta con
11 incisos, de los cuales son de nuestro interés los incisos 5, 6 y 7.

ELEMENTOS QUE CONFORMAN LA PRETENSION CIVIL

I. Los fundamentos de derecho o fundamentación jurídica;


II. Fundamentos de hecho y
III. El petitorio u objeto de la pretensión.

LIMITES DE APLICACIÓN DEL AFORISMO: En un proceso es perfectamente


diferenciable de otro a partir de sus hechos. Al juez le está vedado modificar los
hechos, la aplicación del aforismo no le permite realizar tal actividad, tampoco puede el
juez modificar el petitorio u el objeto de la pretensión, lo que las partes piden les
pertenece a ellas.

IMPRECISIÓN DE LA PRETENSIÓN:

El vocablo pretensión se puede definir como aquel deseo o intención que tiene una
persona de conseguir una cosa, así como también es un elemento primordial de la
demanda, así como los sujetos, el objeto y la causa.

PLANTEAMIENTO ERRÓNEO DE LA INVOCACIÓN DEL DERECHO:

Uno de los requisitos de la demanda es consignar en ella el fundamento jurídico, de


formularse el planteamiento erróneo de la norma, este supuesto cobra gran
importancia, ya que da paso a la aplicación de la máxima en estudio, ya que el juez
deberá aplicar correctamente la norma que corresponda al caso concreto, siempre y
cuando ello no importe modificar el objeto de la pretensión demandada por la parte
actora.

DE LA CITA NORMATIVA COMO REQUISITO DE LA DEMANDA Y SUS


CONSECUENCIAS, Y SU RELACIÓN CON EL IU RA N O VIT CURIA:

Se tiene el artículo 424, inciso 7, del CPC, contempla el fundamento jurídico como uno
de los requisitos que debe contener toda demanda. De otro lado, el artículo 426 del
CPC, donde tiene 4 incisos, los cuales receptúan que el juez declarará inadmisible la
demanda cuando no tenga los requisitos legales, otorgando un plazo a la parte actora
para que subsane los defectos anotados, de incumplirse tal mandato, se procederá a
su rechazo.

OPORTUNIDAD DE LA APLICACIÓN DEL AFORISMO

El aforismo acota un pensamiento de forma precisa; y es esa precisión la que realza su


texto y El haberse incorporado a la norma procesal vigente el aforismo iura novit curia,
impone al juez el deber de su aplicación; y se considera la aplicación por tener en
cuenta la imposibilidad de afectar uno de los derechos que contempla la garantía
fundamental del debido proceso como el derecho de defensa

PRINCIPIO 8 RESUMEN DEL GRUPO 8


PRINCIPIO DE GRATUIDAD EN EL ACCESO A LA JUSTICIA
“El acceso al servicio de justicia es gratuito, sin perjuicio del pago de costos, costas y multas establecida
en este Código y disposiciones administrativas del Poder Judicial”.

1. COSTOS Y COSTAS EN EL SERVICIO DE JUSTICIA


Por costos se entiende todo lo que ha costado el procedimiento (honorarios, gastos operativos, etc.),
mientras que las costas la constituyen las tasas administrativas y otros gastos similares realizados dentro
del procedimiento.

1.1. Los costos


Se encuentran conformados únicamente en materia civil, son costos del proceso el honorario del
Abogado de la parte vencedora, más 5% destinado al Colegio de Abogados del Distrito Judicial
respectivo para su Fondo Mutual y para cubrir los honorarios de los Abogados en los casos de Auxilio
Judicial.

1.2. Las costas


Están integradas por los gastos de tasas judiciales, cédulas de notificación, honorarios de auxilios
judiciales (peritos, depositarios, martilieros, etc.), gastos judiciales (pago de tasas en los Registros
Públicos o cualquier otro gasto que se haya derivado de un mandato judicial).

2. LA MULTA
Se refiere a las conductas impropias de todo aquel que participa en el proceso de donde se da lugar que
el juez tome la decisión, dependiendo de la situación, este puede corregirla no solo recomendando una
actuación acorde con el principio de moralidad procesal conocido en nuestro país como principio de
buena fe procesal sino también poniendo una sanción económica por la conducta asumida.

3. TERCEROS JUSTICIABLES EXONERADOS


La exoneración se constituye en una situación singular pero no discrecional, pues se encuentra ligada a
la determinación del carácter expreso y motivado del porqué de tal decisión jurisdiccional.

3.1. Costos procesales cuando se emplaza al Estado y la administración


La asunción de los costos procesales por parte del Estado, cuando este es emplazado administrativa o
judicialmente, se tiene posiciones distintas y de ellas la jurisprudencia. En este punto, veremos que se
reafirma el pago de honorarios como regla y la exención de los mismos como excepción, no solo ante
escenarios predeterminados por el legislador, sino también generados por la jurisprudencia a partir de
situaciones constitutivas de abuso del derecho, alimentando, con sustancia, el razonamiento de rechazo
de honorarios ante situaciones anómalas.

3.1.1. A nivel de la tutela urgente constitucional


Los costos procesales han llegado al máximo intérprete de la Constitución bajo el argumento del recurso
de agravio constitucional a favor del cumplimiento de las sentencias del Tribunal en juicios contra el
Estado, determinando importantes lineamientos.

3.1.2. Los costos procesales en el Código Procesal Civil


Los costos procesales que le corresponden al Estado. De este modo, se advierte un profundo privilegio
que no tienen los particulares, ya que el legislador no diferencia si las organizaciones que componen la
administración han actuado en prerrogativas de derecho público o lo han hecho como un particular
más.

3.2. Otros exonerados


La Administración de Justicia es gratuita para las personas de escasos recursos económicos, y para todos
los casos expresamente previstos por ley. Ley Orgánica del Poder Judicial artículo 24°.

4. OPINIONES DE AUTORES
En opinión de (ZAVALETA CARRUITERO, 2007) sostiene que: “Este artículo establece el principio de
gratuidad sin limitaciones.”

La justicia común, llamada también civil, es gratuita solo para los pobres. Esto concuerda con la
disposición de los artículos 179 al 187 del Código Procesal Civil en donde reglamenta quienes tienen
derecho al Auxilio Judicial (beneficio de la pobreza).

Como excepción a la regla del pago de costas, costos y multas, estos no tienen nada que ver con la
gratuidad de la justicia, ya que constituyen una sanción.
 Las costas y costos se sancionan por perder el juicio.
 La multa se sanciona por inconducta de las partes.

El derecho a un acceso efectivo a la justicia se reconoce como un derecho de importancia primordial


entre los nuevos derechos individuales y sociales, ya que la posición de derechos carece de sentido si no
existen mecanismos para su aplicación efectiva.

La desigualdad económica de las personas, la lejanía geográfica de las sedes judiciales, los patrones
culturales y lingüísticos, constituyen los principales obstáculos para un efectivo acceso a la justicia. Estos
desequilibrios económicos de los litigantes van a permitir ventajas o desventajas estratégicas en los
litigios puesto que las personas que poseen mejores recursos financieros podrán darse el lujo de iniciar
un litigio y soportar los retrasos de este.

Para permitir equilibrio entre los justiciables se ha adoptado por asistir a las partes económicamente
débiles a través de la figura procesal del auxilio judicial. Sin embargo, la realidad nos dice que el proceso
civil sigue siendo costoso y el ciudadano solamente tiene real acceso a la justicia si dispone de
suficientes medios económicos, es así como se puede afirmar que existe un acceso a la justicia
igualitaria de derecho más no de hecho.

PRINCIPIO 9 ART. ARTÍCULO IX PRINCIPIOS DE VINCULACIÓN Y DE FORMALIDAD


1. PRINCIPIO DE VINCULACIÓN

En virtud del principio de vinculación, las normas procesales contenidas en el Código


Procesal Civil son de derecho público y sólo tendrán carácter imperativo en la medida en
que así se establezca expresa o indubitablemente.

1.1.- EL CARÁCTER IMPERATIVO DE LAS NORMAS PROCESALES

Cada acto del procedimiento ha de ser conforme a ley, no en razón de estar descrito en la
ley ni en la medida del rigor de las exigencias legales, sino en la medida de la necesidad de
cumplir ciertas funciones del proceso y porque existen funciones a cumplir.

No debemos olvidar, que el refuerzo a la autoridad del juez y la ampliación de sus poderes,
confieren a este un marco propicio para adecuar las normas procesales a las
circunstancias del caso en concreto.

2.- PRINCIPIO DE FORMALIDAD

Permite que el juez pueda adecuar las exigencias de cumplir con los requisitos formales a
los fines del proceso.

2.1.- REQUISITOS

 La solución del conflicto del interés


 La paz social en justicia

2.2.- OBJETIVO

Materializar los fines del proceso mediante:

 Carácter mediato
 Carácter inmediato

2.3.- FORMALISMO EN EL PROCESO CIVIL

 El principio de formalidad es referente al cumplimiento de las formalidades previstas


en el ordenamiento procesal.
 Las formalidades procesales son de obligatorio acatamiento.
 Es una marcha hacia adelante, una sucesión de actos jurídicos ordenados y
destinados a alcanzar un fin, cual es la prestación de la tutela jurisdiccional.

2.4.- FORMALISMO Y FINES DEL PROCESO CIVIL

 El proceso civil de nuestros días ha pasado a responder no solo por la necesidad de


resolver casos concretos mediante la adopción de una decisión justa para las
partes, sino también por la promoción de la unidad de derecho mediante la
formación de precedentes.
 El formalismo tiende a facilitar el camino que deben recorren las partes, desde la
interposición de la demanda hasta la emisión de la decisión que ponga fin al
conflicto
 Este carácter instrumental del formalismo se ve reflejado en el artículo IX del Título
Preliminar del CPC, cuando se señala que el Juez adecuará la exigencia de las
formalidades al logro de los fines del proceso.

2.5.- INFORMALISMO

Existe la necesidad de encontrar un equilibrio entre el formalismo y el informalismo, pues


prescindir del formalismo podría conducimos a un proceso desordenado, y lo que es más
grave, a un proceso arbitrario en el que no se distingan las funciones del juez y de las
partes.

Por otro lado, no puede existir, Ni formalismo procesal exagerado ni informalismo procesal,
sino formalismo al servicio de los fines del proceso civil.

PRINCIPIO 10:

ANTECEDENTES DE LA DOBLE INSTANCIA

El proceso per legis actionis: Era un proceso riguroso y formalista que se utilizaba para
resolver controversias civiles en el derecho romano. Se iniciaba mediante una fórmula
verbal específica y seguía un conjunto de pasos y ritos que debían ser cumplidos con
precisión para que el proceso fuera válido. En este proceso, existía la figura de la doble
instancia a través de la "duplicatio", que permitía al demandado apelar la sentencia
condenatoria dictada en primera instancia y llevar el caso a una segunda instancia.
El proceso per formulas: Era un proceso más flexible y menos formalista que el proceso
per legis actionis, y que también se utilizaba para resolver controversias civiles en el
derecho romano. En este proceso, se elaboraba una fórmula escrita que contenía los
términos del litigio y se designaba a un juez que debía resolver la controversia en función
de lo que estipulaba la fórmula. En el proceso per formulas también existía la figura de la
doble instancia a través de la "appelatio", que permitía al demandado apelar la sentencia
dictada en primera instancia y llevar el caso a una segunda instancia.

La cognitio extra ordinem: Era un proceso extraordinario que se utilizaba en el derecho


romano para resolver controversias civiles y criminales que no podían ser resueltas
mediante los procesos ordinarios. En este proceso, el juez tenía una mayor libertad para
decidir sobre el caso, y no estaba sujeto a las formalidades y ritos que se exigían en los
procesos per legis actionis y per formulas. En la cognitio extra ordinem también existía la
figura de la doble instancia a través de la "apelatio", que permitía al demandado apelar la
sentencia dictada en primera instancia y llevar el caso a una segunda instancia

¿QUÉ ES LA DOBLE INSTANCIA?

En palabras de Marcial Rubio la pluralidad de instancia es un principio según el cual,


siempre que hay una primera decisión jurisdiccional en un proceso, las partes deben tener
derecho a pedir que otra instancia distinta y superior a la primera, revise el fallo.

En efecto, en virtud del principio de doble instancia, los órganos jurisdiccionales, con
poderes y límites específicamente determinados por el Derecho Procesal objetivo, pueden
volver a examinar el producto de la actividad de los órganos jurisdiccionales de la primera
instancia.

De acuerdo con el artículo X del título preliminar del Código Procesal Civil:.

Artículo X.- Principio de Doble instancia

En nuestro ordenamiento jurídico, el proceso judicial se divide en dos instancias. En este


sentido, nuestra Constitución Política atribuye competencia a un órgano jurisdiccional para
que dirima el conflicto en primera instancia, y a otro órgano la función de revisar el fallo en
segunda instancia. Es en esta distinción donde reside el principio de doble instancia o
doble grado de jurisdicción. (NUÑEZ DEL PRADO CHAVES, 2014)
La doble instancia tiene reconocimiento constitucional, así en virtud del artículo 139 inciso 6
de la Constitución del 93 es principio y derecho de la función jurisdiccional la pluralidad de
la instancia.

En definitiva, el principio de doble instancia es un principio y derecho de la función


jurisdiccional, que implica que lo decidido por el juez de primera instancia pueda ser
revisado por un órgano funcionalmente superior, luego de que la parte vencida en juicio
haya decidido usar el recurso impugnatorio de la apelación. Asimismo, su inobservancia
constituye una vulneración del debido proceso.

Adicionalmente, el Tribunal Constitucional ha tenido la oportunidad de pronunciarse sobre


el contenido esencial del principio de doble instancia en el caso Fujimori. Al respecto, el
máximo intérprete de la Constitución señaló lo siguiente: “Con relación al contenido del
derecho a la pluralidad de la instancia, este Colegiado tiene establecido que se trata de un
derecho fundamental que “tiene por objeto garantizar que las personas, naturales o
jurídicas, que participen en un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por
un órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza,
siempre que se haya hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes, formulados
dentro del plazo legal”.

Visto así, podemos apreciar que, en nuestro ordenamiento jurídico, el proceso civil se
divide en dos instancias. En este sentido, nuestra Constitución Política atribuye
competencia a un órgano jurisdiccional para que dirima el conflicto en primera instancia, y a
otro órgano la función de revisar el fallo en segunda instancia.

6. RESTRICCIONES A LA GARANTÍA DE LA DOBLE INSTANCIA

Si aceptamos que la Constitución es el estándar de validez para la legislación y que el


derecho a la doble instancia está regulado en ella como una garantía, entonces no se
puede permitir la regulación de procesos judiciales con una sola instancia en el marco de la
constitución actual, ya que eso iría en contra de dicha garantía constitucional.

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