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ARTÍCULO JURÍDICO:
TUTELA JURISDICCIONAL
EFECTIVA
CICLO : B- II
2022
INTRODUCCIÓN
Tal como asevera Peter Haberte 2010: Desde los tiempos del Derecho Romano hasta la
pandectística alemana del siglo XIX se ha postulado que no hay derecho sin acción ni
acción sin derecho :1.En esa línea evolutiva, la acción -entendida hoy como proceso- ha
asumido un grado tal de autonomía que en vez de ser un instrumento del derecho, éste se ha
convertido más bien en un instrumento del proceso. 2. Esta concepción positivista del
derecho y del proceso ha llevado a desnaturalizar la vigencia de los derechos
fundamentales, en la medida que su validez y eficacia ha quedado a condición de la
aplicación de normas procesales autónomas, neutrales y científicas. 3.Que han vaciado a los
derechos fundamentales de los valores democráticos y constitucionales que le dieron origen
en los albores del constitucionalismo democrático. En esa medida, después de la segunda
guerra mundial, el derecho constitucional contemporáneo se planteó la relación entre
Constitución y proceso, procurando la reintegración del derecho y el proceso, así como
superando el positivismo jurídico procesal basado en la ley, en base a reconocer un rol
tutelar al juez constitucional – disciplina judicial de las formas. Así, se parte de concebir a
los propios derechos fundamentales como garantías procesales; es decir, otorgándoles
implícitamente a los derechos humanos un contenido procesal de aplicación y protección
concreta «status activus processualis» (p 289)
Desde tiempos remotos hemos visualizado que para que haya derecho debe haber acción,
siendo un instrumento del proceso , así debemos concebir a los derechos fundamentales
como contenido de proceso que se va encargar de la activación procesal, reconociendo un
rol tutelar de los derechos fundamentales .El debido proceso o proceso justo es un derecho
fundamental que tiene su escenario natural de aplicación en todo tipo de proceso o
procedimiento en donde estén en discusión o sean objeto de controversia los derechos e
intereses de cualquier persona.
Que es lo que manifiesta un un buen proceso, ello quiere decir que toda persona tiene
derecho a un juicio justo y transparente en el cual se respeten los derechos y las garantías
que le asisten, la investigación debe ser dirigida por el titular del ejercicio de la acción
penal, quién al término de la misma, debe formular acusación debidamente fundamentada,
desarrollándose luego el enjuiciamiento público, oral y contradictorio y finalmente debe
emitirse la resolución respectiva debidamente motivada por el órgano jurisdiccional
competente. .
HISTORIA
El derecho al proceso tiene como antecedente histórico la fecha del 17 de junio de 1215,
cuando los barones ingleses arrancaron al Rey Juan Sin Tierra algunos derechos básicos
que les aseguraran un juicio correcto. Este acto histórico ha trascendido en el tiempo, y hoy
día no existe, ni debe existir, Estado de Derecho que no contemple al proceso como la vía
más adecuada para garantizar las libertades individuales en tanto y cuanto sean agraviadas
o afectadas por el Estado o por particulares.
DERECHOS FUNDAMENTALES
Los derechos fundamentales son los más estrictamente relacionados con la dignidad
humana. Suponen el pilar básico de todo ordenamiento jurídico de cualquier Estado
democrático y de derecho. Son básicos e inalienables, y están garantizados en las
constituciones de los distintos países
El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es aquél por el cual toda persona, como
integrante de una sociedad, puede acceder a los órganos jurisdiccionales para el
ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a que sea atendida a través
de un proceso que le ofrezca las garantías mínimas para su efectiva realización El
calificativo de efectiva que se da le añade una connotación de realidad a la tutela
jurisdiccional, llenándola de contenido.
El derecho a la tutela jurisdiccional “es el derecho de toda persona a que se le haga justicia;
a que cuando pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por un órgano
jurisdiccional, a través de un proceso con garantías mínimas.
Se considera a la tutela jurisdiccional como el poder que tiene toda persona, sea esta natural
o jurídica, para exigir al Estado que haga efectiva su función jurisdiccional; es decir,
permite a todo sujeto de derechos ser parte en un proceso y así causar la actividad
jurisdiccional sobre las pretensiones planteadas. Todo proceso judicial, de cualquier
disciplina jurídica, que importe tutela jurisdiccional efectiva, debe tener las mínimas
garantías para poder llevar un proceso justo o limpio, es decir los litigantes deben tener la
confianza en el aparato judicial, que su proceso aun sea adverso, se llevará con todas las
garantías legales.
Toda persona, sometida a una investigación de carácter penal, desde el inicio de las
investigaciones preliminares, debe tener la absoluta confianza que su indagación,
investigación y juzgamiento, se debe llevar acabo con absoluta imparcialidad e
independencia de los señores jueces, en el ejercicio de sus funciones, cualquier vulneración
contra el contenido esencial de la garantía constitucional del debido proceso, nulifica
cualquier proceso penal.
Se considera a la tutela jurisdiccional como el poder que tiene toda persona, sea esta natural
o jurídica, para exigir al Estado que haga efectiva su función jurisdiccional; es decir,
permite a todo sujeto de derechos ser parte en un proceso y así causar la actividad
jurisdiccional sobre las pretensiones planteadas.
Al respecto: Monroy Gálvez y Bidart Campos : hablan de tutela judicial antes del
proceso y durante él. En el primer caso se sostiene que aun cuando el ciudadano no
tenga un conflicto concreto ni requiera en lo inmediato de un órgano jurisdiccional, el
Estado debe proveer a la sociedad de los presupuestos materiales y jurídicos
indispensables para que el proceso judicial opere y funciones en condiciones
satisfactorias. Así, debe existir un órgano jurisdiccional autónomo, imparcial e
independiente; preexistir al conflicto las reglas procesales adecuadas que encausen
su solución; existir infraestructura (locales y equipos) adecuada y suficiente para
una óptima prestación del servicio de justicia; existir el número necesario y
suficiente de funcionarios que presten el servicio. Págs. 245 y 246.
A decir de Monroy Gálvez “entre el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y el derecho
a un debido proceso, existe la misma relación que se presenta entre la anatomía y la
fisiología cuando estudia un órgano vivo, es decir, la diferencia solo reside en la visión
estática y dinámica de cada disciplina, respectivamente. El primero es el postulado, la
abstracción; en cambio, el segundo es la manifestación concreta del primero, es su
actuación”.
Gonzáles Pérez, Jesús. Es sumamente importante lo que enseña Jesús Gonzáles Pérez en
cuanto a la tutela jurisdiccional 25: “El derecho a la efectividad de la tutela jurisdiccional
no constituye en modo alguno una conquista del Estado Social de Derecho, ni siquiera del
estado de Derecho. La organización del poder público de modo que quede garantizada la
justicia le viene impuesto a todo Estado por principios superiores que el Derecho positivo
no puede desconocer. El derecho a la justicia existe con independencia a que figure en las
Declaraciones de Derechos Humanos y Pactos Internacionales, Constituciones y leyes de
cada Estado. Como los demás derechos humanos es un derecho que los seres humanos
tienen por el hecho de ser hombres. Los ordenamientos positivos se limitan a recogerle,
como recogen otros principios del Derecho Natural, al lado de los principios políticos y
tradicionales “.Pág. 22.
DERECHO COMPARADO
Nos damos cuenta que en el artículo 4 advierte que los derechos comprendidos dentro de la
tutela procesal efectiva lo son “a título enunciativo”, es decir, la doctrina y la jurisprudencia
podrán incluir aún muchos más.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA