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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

HUANCAVELICA FACULTAD DE DERECHO Y


CIENCIAS POLITICAS ESCUELA
PROFESIONAL DE DERECHO

ARTÍCULO JURÍDICO:
TUTELA JURISDICCIONAL
EFECTIVA

CATÉDRA : DERECHO CONSTITUCIONAÑ

CATEDRÁTICO: EDWARD OCTAVIO CASAVERDE

CICLO : B- II

ALUMNA : CARLA VANESSA OSORIO TAIPE

2022
INTRODUCCIÓN

Uno de los componentes esenciales de la Tutela Procesal Efectiva, es el acceso a la justicia,


como derecho que posibilita a toda persona poder ejercer su derecho de acción ante los
tribunales de justicia, cuando considere que se ha vulnerado o restringido alguno de sus
derechos fundamentales. Para la concreción de dicho derecho, es necesario asegurar la
inexistencia de barreras que puedan dificultar o imposibilitar el acceso a los citados
tribunales o que, dentro de ellos, existan situaciones que pudieran limitar el actuar de quien
requiere tutela.

En la actualidad perspectiva constitucional de promover los medios pacíficos de solución


de conflictos para evitar la “justicia por propia mano”, el reconocimiento del derecho a la
tutela jurisdiccional supone no desatender la efectividad de los derechos que sus textos
reconocen. La justa paz de la sociedad únicamente será posible en la medida en que el
Estado sea capaz de crear instrumentos adecuados y efectivos de defensa jurídica para
satisfacer las pretensiones que ante él se formulan.

La finalidad de tales derechos como la Tutela Jurisdiccional Efectiva es el


mantenimiento de la paz social en justicia , en donde el Estado sea depositario
de la exclusividad de la función jurisdiccional, prohibiendo o sancionando
punitivamente el ejercicio de la autodefensa, es necesario y fundamental que el
Estado sea capaz de crear instrumentos adecuados y eficaces para satisfacer las
pretensiones de los justiciables que se formulan ante los órganos jurisdiccionales
y piden que se imparte justicia con igualad respetando los plazos y leyes
positivizadas.
PROCESO COMO DERECHO FUNDAMENTAL

Tal como asevera Peter Haberte 2010: Desde los tiempos del Derecho Romano hasta la
pandectística alemana del siglo XIX se ha postulado que no hay derecho sin acción ni
acción sin derecho :1.En esa línea evolutiva, la acción -entendida hoy como proceso- ha
asumido un grado tal de autonomía que en vez de ser un instrumento del derecho, éste se ha
convertido más bien en un instrumento del proceso. 2. Esta concepción positivista del
derecho y del proceso ha llevado a desnaturalizar la vigencia de los derechos
fundamentales, en la medida que su validez y eficacia ha quedado a condición de la
aplicación de normas procesales autónomas, neutrales y científicas. 3.Que han vaciado a los
derechos fundamentales de los valores democráticos y constitucionales que le dieron origen
en los albores del constitucionalismo democrático. En esa medida, después de la segunda
guerra mundial, el derecho constitucional contemporáneo se planteó la relación entre
Constitución y proceso, procurando la reintegración del derecho y el proceso, así como
superando el positivismo jurídico procesal basado en la ley, en base a reconocer un rol
tutelar al juez constitucional – disciplina judicial de las formas. Así, se parte de concebir a
los propios derechos fundamentales como garantías procesales; es decir, otorgándoles
implícitamente a los derechos humanos un contenido procesal de aplicación y protección
concreta «status activus processualis» (p 289)

Desde tiempos remotos hemos visualizado que para que haya derecho debe haber acción,
siendo un instrumento del proceso , así debemos concebir a los derechos fundamentales
como contenido de proceso que se va encargar de la activación procesal, reconociendo un
rol tutelar de los derechos fundamentales .El debido proceso o proceso justo es un derecho
fundamental que tiene su escenario natural de aplicación en todo tipo de proceso o
procedimiento en donde estén en discusión o sean objeto de controversia los derechos e
intereses de cualquier persona.

Que es lo que manifiesta un un buen proceso, ello quiere decir que toda persona tiene
derecho a un juicio justo y transparente en el cual se respeten los derechos y las garantías
que le asisten, la investigación debe ser dirigida por el titular del ejercicio de la acción
penal, quién al término de la misma, debe formular acusación debidamente fundamentada,
desarrollándose luego el enjuiciamiento público, oral y contradictorio y finalmente debe
emitirse la resolución respectiva debidamente motivada por el órgano jurisdiccional
competente. .

HISTORIA

El derecho al proceso tiene como antecedente histórico la fecha del 17 de junio de 1215,
cuando los barones ingleses arrancaron al Rey Juan Sin Tierra algunos derechos básicos
que les aseguraran un juicio correcto. Este acto histórico ha trascendido en el tiempo, y hoy
día no existe, ni debe existir, Estado de Derecho que no contemple al proceso como la vía
más adecuada para garantizar las libertades individuales en tanto y cuanto sean agraviadas
o afectadas por el Estado o por particulares.

El derecho en el proceso, llamado también debido proceso legal objetivo, importa un


conjunto de garantías que el estado debe asegurar a toda persona comprendida en un
proceso, a fin de que ésta pueda ejercitar plenamente sus derechos, sea alegando, probando,
impugnando, requiriendo, etc.

DERECHOS FUNDAMENTALES

Así señala Alex , Robert (2008) Un derecho fundamental es un todo es un conjunto de


normas y posiciones dentro del derecho fundamental que se adscriben interpretivamente a
una disposición de derecho fundamental (P.54)

Los derechos fundamentales son los más estrictamente relacionados con la dignidad
humana. Suponen el pilar básico de todo ordenamiento jurídico de cualquier Estado
democrático y de derecho. Son básicos e inalienables, y están garantizados en las
constituciones de los distintos países

TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA

El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es aquél por el cual toda persona, como
integrante de una sociedad, puede acceder a los órganos jurisdiccionales para el
ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a que sea atendida a través
de un proceso que le ofrezca las garantías mínimas para su efectiva realización El
calificativo de efectiva que se da le añade una connotación de realidad a la tutela
jurisdiccional, llenándola de contenido.

El derecho a la tutela jurisdiccional “es el derecho de toda persona a que se le haga justicia;
a que cuando pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por un órgano
jurisdiccional, a través de un proceso con garantías mínimas.

De Bernardis define la tutela jurisdiccional efectiva como “la manifestación constitucional


de un conjunto de instituciones de origen eminentemente procesal, cuyo propósito
consiste en cautelar el libre, real e irrestricto acceso de todos los justiciables a la prestación
jurisdiccional a cargo del Estado, a través de un debido proceso que revista los elementos
necesarios para hacer posible la eficacia del derecho contenido en las normas jurídicas
vigentes o la creación de nuevas situaciones jurídicas, que culmine con una resolución final
ajustada a derecho y con un contenido mínimo de justicia, susceptible de ser ejecutada

Se considera a la tutela jurisdiccional como el poder que tiene toda persona, sea esta natural
o jurídica, para exigir al Estado que haga efectiva su función jurisdiccional; es decir,
permite a todo sujeto de derechos ser parte en un proceso y así causar la actividad
jurisdiccional sobre las pretensiones planteadas. Todo proceso judicial, de cualquier
disciplina jurídica, que importe tutela jurisdiccional efectiva, debe tener las mínimas
garantías para poder llevar un proceso justo o limpio, es decir los litigantes deben tener la
confianza en el aparato judicial, que su proceso aun sea adverso, se llevará con todas las
garantías legales.

Toda persona, sometida a una investigación de carácter penal, desde el inicio de las
investigaciones preliminares, debe tener la absoluta confianza que su indagación,
investigación y juzgamiento, se debe llevar acabo con absoluta imparcialidad e
independencia de los señores jueces, en el ejercicio de sus funciones, cualquier vulneración
contra el contenido esencial de la garantía constitucional del debido proceso, nulifica
cualquier proceso penal.
Se considera a la tutela jurisdiccional como el poder que tiene toda persona, sea esta natural
o jurídica, para exigir al Estado que haga efectiva su función jurisdiccional; es decir,
permite a todo sujeto de derechos ser parte en un proceso y así causar la actividad
jurisdiccional sobre las pretensiones planteadas.

Con respecto al tribunal constitucional en su Exp. N? 763-205-PA/TC; Por su parte el


Tribunal Constitucional sostiene que, "la tutela judicial efectiva es un derecho
constitucional de naturaleza procesal en virtud del cual toda persona o sujeto justiciable
puede acceder a los órganos jurisdiccionales, independientemente del tipo de pretensión
formulada y de la eventual legitimidad que pueda o no, acompañarle a su petitorio. En un
sentido extensivo la tutela judicial efectiva permite también que lo que ha sido decidido
judicialmente mediante una sentencia, resulte eficazmente cumplido. En otras palabras, con
la tutela judicial efectiva no sólo se persigue asegurar la participación o acceso del
justiciable a los diversos mecanismos (procesos) que habilita el ordenamiento dentro de los
supuestos establecidos para cada tipo de pretensión, sino que se busca garantizar que, tras el
resultado obtenido, pueda verse este último materializado con una mínima y sensata dosis
de eficacia"

LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA COMO DERECHO


CONSTITUCIONAL

La Constitución Política peruana de 1993, acorde con lo expuesto, consagra la


“tutela jurisdiccional” en el capítulo referente al Poder Judicial, en su artículo
139 inciso 3), al establecer:
“Artículo 139º. - Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona
puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a
procedimiento distinto de los previamente establecidos, ni juzgada por órganos
jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas al efecto,
cualquiera sea su denominación.”
La Carta Magna, a nuestro juicio, establece el contenido de la tutela jurisdiccional
efectiva, así pues, podemos citar:

 Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la


ley
 Ninguna persona puede ser sometida a procedimiento distinto de los
previamente establecidos
 Ninguna persona puede ser juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción
 Ninguna persona puede ser juzgada por comisiones especiales cualquiera sea
su denominación.

Como vimos siendo este un derecho fundamental “ La Tutela Jurisdiccional Efectiva y


la cual debe ser protegida por nuestra Constitución , siendo un derecho fundamental, a
la hora de pedir justicia a un órgano jurisdiccional , que se cumpla de forma efectiva el
proceso, protegiendo al individuo , asa como la imparcialidad del juez a la hora de
impartir justicia, por parte de juzgador

Es sumamente importante lo que enseña Jesús Gonzáles Pérez en cuanto a la tutela


jurisdiccional 25: “El derecho a la efectividad de la tutela jurisdiccional no constituye en
modo alguno una conquista del Estado Social de Derecho, ni siquiera del estado de
Derecho. La organización del poder público de modo que quede garantizada la justicia le
viene impuesto a todo Estado por principios superiores que el Derecho positivo no puede
desconocer. El derecho a la justicia existe con independencia a que figure en las
Declaraciones de Derechos Humanos y Pactos Internacionales, Constituciones y leyes de
cada Estado. Como los demás derechos humanos es un derecho que los seres humanos
tienen por el hecho de ser hombres. Los ordenamientos positivos se limitan a recogerle,
como recogen otros principios del Derecho Natural, al lado de los principios políticos y
tradicionales “.
Se entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una persona en la que
se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional, a
probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso, a no ser desviado
de la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimientos distintos de los previstos
por la ley, a la obtención de una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios
impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación
adecuada y temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del
principio de legalidad procesal penal.

Con lo dicho tenemos que el soporte de la tutela jurisdiccional está en el


Derecho Natural, cuyas normas tienen validez moral y jurídica, al margen de su
recepción en norma alguna. Por ello, y acorde con la dignidad humana, al ser la
persona un fin en sí mismo, es titular de derechos que le son innatos, anteriores
al propio Estado y que por tanto son inalienables.

LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA ANTES Y DURANTE EL


PROCESO.

Al respecto: Monroy Gálvez y Bidart Campos : hablan de tutela judicial antes del
proceso y durante él. En el primer caso se sostiene que aun cuando el ciudadano no
tenga un conflicto concreto ni requiera en lo inmediato de un órgano jurisdiccional, el
Estado debe proveer a la sociedad de los presupuestos materiales y jurídicos
indispensables para que el proceso judicial opere y funciones en condiciones
satisfactorias. Así, debe existir un órgano jurisdiccional autónomo, imparcial e
independiente; preexistir al conflicto las reglas procesales adecuadas que encausen
su solución; existir infraestructura (locales y equipos) adecuada y suficiente para
una óptima prestación del servicio de justicia; existir el número necesario y
suficiente de funcionarios que presten el servicio. Págs. 245 y 246.
A decir de Monroy Gálvez “entre el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y el derecho
a un debido proceso, existe la misma relación que se presenta entre la anatomía y la
fisiología cuando estudia un órgano vivo, es decir, la diferencia solo reside en la visión
estática y dinámica de cada disciplina, respectivamente. El primero es el postulado, la
abstracción; en cambio, el segundo es la manifestación concreta del primero, es su
actuación”.

Gonzáles Pérez, Jesús. Es sumamente importante lo que enseña Jesús Gonzáles Pérez en
cuanto a la tutela jurisdiccional 25: “El derecho a la efectividad de la tutela jurisdiccional
no constituye en modo alguno una conquista del Estado Social de Derecho, ni siquiera del
estado de Derecho. La organización del poder público de modo que quede garantizada la
justicia le viene impuesto a todo Estado por principios superiores que el Derecho positivo
no puede desconocer. El derecho a la justicia existe con independencia a que figure en las
Declaraciones de Derechos Humanos y Pactos Internacionales, Constituciones y leyes de
cada Estado. Como los demás derechos humanos es un derecho que los seres humanos
tienen por el hecho de ser hombres. Los ordenamientos positivos se limitan a recogerle,
como recogen otros principios del Derecho Natural, al lado de los principios políticos y
tradicionales “.Pág. 22.

DERECHO COMPARADO

Vargas, Abraham Luis. El artículo 24º de la Constitución Política Española de 1978


consagra y reconoce este derecho constitucional a todas las personas y no solo a los
españoles, en los siguientes términos: 1) Todas las personas tienen derecho a obtener la
tutela efectiva de los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses
legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión. 2) Asimismo, todos
tiene derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la
asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un
proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios
de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismo, a no
confesarse culpables y a la presunción de inocencia. La ley regulará los casos en que,
por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado a declarar sobre
hechos presuntamente delictivos. Pág. 118

CONTENIDO DE LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA

El Código Procesal Constitucional dispone, en su artículo 4 tercer párrafo, de un contenido


aún mucho más amplio que aquel contemplado en la Constitución del 93, de ahí que
podemos citar los siguientes derechos:

 de libre acceso al órgano jurisdiccional


 a probar
 de defensa
 al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso
 a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada
 a no sometido a procedimientos distintos de los previstos por la ley
 a la obtención de una resolución fundada en derecho
 a acceder a los medios impugnatorios regulados
 a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos
 a la actuación adecuada de las resoluciones judiciales
 a la actuación temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales
 a la observancia del principio de legalidad procesal penal

Nos damos cuenta que en el artículo 4 advierte que los derechos comprendidos dentro de la
tutela procesal efectiva lo son “a título enunciativo”, es decir, la doctrina y la jurisprudencia
podrán incluir aún muchos más.

El debido proceso se extiende al arbitraje, a las asociaciones civiles (asociación, fundación,


comité) a las sociedades comerciales de la Ley General de Sociedades, etc.

El debido proceso está implícito en la TJE, siendo su contenido, y se manifiesta través de


una lista abierta de derechos que de vulnerarse afectan la TJE.
En cuanto al contenido del debido proceso, y teniendo en cuenta lo expresado en líneas
anteriores en el sentido de que es considerado como un mega derecho o derecho continente,
este está constituido por lo siguientes derechos: derecho al juez ordinario, derecho a la
asistencia de letrado, derecho a ser informado de la acusación formulada, derecho a un
proceso público sin dilaciones indebidas, derecho a utilizar los medios de prueba
pertinentes para su defensa, derecho a no declarar contra sí mismos y a no confesarse
culpables, derecho a la presunción de inocencia.

CONCLUSIÓN

Así, la tutela jurisdiccional es un derecho constitucional que concede a los particulares la


posibilidad de obtener tutela efectiva por parte del Estado ante aquellos actos de la
administración que puedan vulnerar sus derechos , además de ser un derecho complejo de
naturaleza constitucional y de derechos humanos ya que su contenido está compuesto por
un abanico de derechos cuyo cumplimiento es obligatorio en el marco de un proceso, en el
de un Estado constitucional de derecho y en el de los tratados de derechos humanos.

La Tutela Jurisdiccional Efectiva como un medio de defensa de los derechos de los


particulares y se configura como un derecho constitucional de los administrados a solicitar
y obtener tutela jurisdiccional efectiva respecto de aquellas resoluciones administrativas
que causan estado a fin de que se reconozca un derecho, se proteja un interés de naturaleza
administrativa o se repare un derecho conculcado Este artículo no distingue qué clases de
personas tienen derecho a la tutela jurisdiccional efectiva (en adelante TJE), en
consecuencia, esta, situación jurídica de ventaja, recae tanto en las personas naturales como
las personas jurídicas, ya sean de derecho privado o de derecho público. Además, el hacer
mención que la TJE resulta aplicable para el ejercicio o defensa de derechos o intereses
inherentes a la persona con sujeción a un debido proceso, quiere decir que los titulares de la
TJE son los sujetos procesales, es decir, el demandante y el demandado.

Contenido del derecho a la TJE


• El derecho de acceso a la jurisdicción
• El derecho a un juez imparcial predeterminado por ley
• El derecho a la defensa
• El derecho a un proceso sin dilaciones indebidas
• El derecho a una decisión que se pronuncie sobre la protección al derecho
material solicitado, que se encuentra motivada fáctica y jurídicamente
• El derecho a una decisión definitiva e inmodificable (cosa juzgada)
• El derecho a la efectividad

BIBLIOGRAFIA

 Alex Robert teoría de los derechos fundamentales, Lima-Perú


 Tribunal constitucional Exp. N? 763-205-PA/TC
 Constitución política del Perú 1993
 Código Procesal peruano del Perú
 Monroy Gálvez, Juan. Introducción al Proceso Civil. Bogotá. Editorial Temis
S.A,1996. .
 Gonzáles Pérez, Jesús. El derecho a la tutela jurisdiccional. Madrid. Editorial
Civitas, 1984.
 Vargas, Abraham Luis. Teoría General de los Procesos Urgentes. En Medidas
Autosatisfactivas. Parte General. Ateneo de Estudios del Proceso Civil. Buenos
Aires. Rubinzal – Culzoni Editores, 1999.
 Peter Häberle, La libertad fundamental en el Estado constitucional, PUCP-MDC,
Fondo Editorial-2010

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