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LENGUAJES EXPRESIVOS II

Fernanda Ventòs

CONSIGNA:

Seleccionar una noción/categoría/concepto/ extraído de las lecturas bibliográficas


sugeridas o de otras pertinentes al contenido de la asignatura (pudiendo integrar
también el diálogo además de éstos, con otros autores que elijan) y articularlo,
vincularlo, integrarlo con algún/os ejercicios realizado/s durante clases y los
efectos producidos en mí (usando como insumo el registro de la bitácora)

Infancias del cuerpo. Función corporizante


“El cuerpo del otro nos tranquiliza, nos da lo que necesitamos, cobijo,
sostèn, acuerdo, asentimiento, aceptación, y esto nos deja conformes, por
lo menos temporariamente, pues el cuerpo del otro siendo una necesidad,
debe reiterarse en su presencia.” (Calmels,2009)
Como propuesta principal dictada por la profesora, era una pregunta abierta para
todas las compañeras. La pregunta del día, la cual era la estructura de toda la
actividad, era ¿Como venimos a clases? ¿Con qué emociones o sentimientos?
El grupo se dividió en emociones como: enojo, pensativo, feliz, cansado, ansioso,
nervioso, angustiado, entre otros; teniendo que representar (caminando) nuestra
emoción. Varios acontecimientos pasaron para que ese día fuera cansada, tal vez
era el estudio, el ómnibus o porque era fin de semana.
En un momento pasò Pensativo, el cual pensaba pero no sabíamos en que. Pasò
Ansioso, este le echó la culpa a pensativo, porque por su actitud es que Ansioso
estaba en escenario.
Y así, en escenario se encontraban pensativo, ansioso, enojo y angustia.

El resto del grupo permanecimos en un rol de observar, participamos e intervenimos


cuando la profesora lo encontraba adecuado.

Las representaciones de cada emoción expresaban una necesidad, por lo que el


grupo intentó cubrir esas necesidades insatisfechas.
Abrazamos a la angustia, aceptamos al pensamiento y a la ansiedad y conversamos
con el enojo.
Acompañamos a estas emociones que socialmente son vistas como negativas, pero
lo que no entendemos es que hay que aceptarlas y amigarse con ellas, ya que son
parte de nosotros. No hay sentimientos ni emociones que sean malas o buenas,
solo son emociones que debemos dejarlas ser, pero que ninguna tome el poder por
sobre todas o que prolongue en el tiempo, tiene que haber un equilibrio de estas.

Desde afuera pude ver un reflejo de mis emociones, me atravesó y me emocionó la


puesta en escena. Cuando me tocó intervenir, mi instinto fue abrazar a la Ansiedad,
la cual estaba llorando. Mi intención fue contenerla, no eliminarla sino tranquilizarla.
Al terminar de identificar cada necesidad, nos dimos cuenta que lo que calmaba a
estas emociones “malas” era el contacto, la interacción con el otro. Necesitamos de
un sostèn, de otro cuerpo que nos acompañe y nos de ese confort que
inconscientemente necesitamos, al menos en ese momento.

Bibliografía:
Calmels.D. “Infancias del cuerpo”, 2009, BS.AS.

Melany Pèrez, 5.439.101-7


MPI 2ªF

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