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Lambayeque es una de las regiones más perjudicadas por la aparición del ciclón Yacu. Hasta el momento, el departamento ha
sido inundado por las fuertes lluvias que han tenido hasta diez horas de duración. Las precipitaciones han causado la muerte
de tres personas, cinco de ellas están desaparecidas y cientos de habitantes se encuentran afectados por este fenómeno
natural.
Diez horas continuas ha presenciado la región de Lambayeque. Las calles del departamento muestran las consecuencias de
las seguidas precipitaciones en el norte, pues la mayoría de ellas se encuentran completamente inundadas. Además, la
infraestructura de la ciudad y los domicilios están dañados.
La situación en el norte es preocupante. Este fenómeno no solo se encuentra generando daños materiales a los ciudadanos,
sino que impide la movilización de los habitantes y ha acabado con la vida de tres personas que intentaban desplazarse en
medio de la inundación. Una madre de familia y su hijo perdieron la vida luego de ser arrastrados por la corriente, y un hombre
adulto sufrió una descarga eléctrica, según informó TV Perú.
Un fenómeno natural es un evento de cambio que ocurre en la naturaleza, en cuyo origen el ser humano tiene poco o nada que
ver. Esto puede abarcar desde un evento recurrente y cotidiano, hasta uno fortuito, sorprendente o catastrófico. En el último
caso, puede usarse también el término desastre natural.
Los fenómenos naturales se deben a leyes, elementos y procesos que rigen el mundo natural, independientes del ser humano.
Sin embargo, este último incide en ellas a través de su manipulación y adulteración del entorno (contaminación).
Por eso, en cierta manera la línea entre fenómenos del todo naturales y fenómenos en los que el ser humano tiene parte
de responsabilidad no es siempre fácil de trazar. Además, los fenómenos naturales pueden tener impactos positivos o
negativos sobre la vida humana.
Generalmente, los fenómenos naturales se clasifican de acuerdo al ámbito específico de la naturaleza en el que ocurren, de la
siguiente manera:
Fenómenos astronómicos. Aquellos que ocurren en el espacio exterior del planeta, como las lluvias de estrellas y
los eclipses (solares o lunares).
Fenómenos atmosféricos. Aquellos que tienen lugar en la capa de gases que recubre la superficie del planeta, ya sea en
las capas más cercanas a la misma (como el viento) o en las capas superiores (capa de ozono).
Fenómenos geológicos. Aquellos que tienen que ver con el movimiento de las placas tectónicas, la actividad volcánica y
otros procesos internos de la superficie del planeta. Ejemplo de ello son los terremotos.
Fenómenos hidrológicos. Aquellos que se relacionan con el agua en sus distintos lugares, facetas y recorridos, desde la
simple lluvia hasta las mareas oceánicas.
Fenómenos biológicos. También llamados ecológicos, son los que atañen a las demás especies de seres vivos,
excluyendo al ser humano, ya sean animales, vegetales o de otro tipo. Extinciones, migraciones, son ejemplos posibles de
ello.
Algunas causas de los fenómenos naturales pueden ser: contaminación del medio ambiente, explotación irracional de los
recursos naturales renovables como los bosques y el suelo no renovables como los minerales; construcción de viviendas y
edificaciones en zonas de alto riesgo.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) anunció Altas temperaturas, lluvias y desborde de ríos a
causa del ciclón Yaku, en la costa norte peruana. Después de 40 años, un ciclón llamado Yaku ha llegado al norte del Perú y
viene golpeando, principalmente, a las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque. Este fenómeno climatológico ha ocasionado
estragos en varias ciudades como lluvias intensas y desborde de ríos.
Yaku, es el nombre con el cual los especialistas del Senamhi bautizaron al ciclón que afecta al norte del Perú y proviene de la
palabra quechua “agua”. Ciclón que continuará, hasta mediados de marzo, con sensación de bochorno, incremento de lluvias
en el norte y zona media y tormentas con descargas eléctricas.
Este sorpresivo fenómeno climatológico que ha azotado el territorio peruano es algo usual en las regiones tropicales. Los
ciclones, también conocidos como ciclones tropicales, son un fenómeno climático muy peligroso, que consiste en una tormenta
de rápida rotación. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, puede afectar las mareas, causando inundaciones,
así como vientos extremos, tornados y rayos. Estos pueden llegar aún más letales cuando ocurren al mismo tiempo, pues
causa mayores daños materiales e incluso, puede generar pérdidas humanas.
Este fenómeno, y la temporada de lluvias en general, han dejado hasta ahora 61 muertos, 12,200 damnificados y 1,326
viviendas destruidas. Las pérdidas económicas han sido estimadas en 4.000 millones de dólares por el exministro de Economía
Alonso Segura. Su presencia inusual se le puede achacar a los efectos del calentamiento global. “Las proyecciones se están
cumpliendo y esto recién se inicia”, dice Liliana Miranda, en el VI Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático
(IPCC). Si bien, el Ministerio del Ambiente y otras entidades que tienen planes de reducción y adaptación, existe una Comisión
Nacional de Cambio Climático desde 1993. Es una de las columnas débiles del sistema de prevención de desastres en el país.
“Hay cierto negacionismo”, apunta Miranda.
Los representantes del Senamhi han informado que ciclón Yaku se irá desplazando ligeramente hacia el sur, con fuertes
lluvias. La cantidad de precipitación que se espera en estos días no es algo común en esta zona del país, cuya infraestructura
suele incluir techos y terrazas sin drenajes. Por ello, se recomienda a la población tomar las precauciones del caso.
En Punta Hermosa, balneario de Lima, cayeron dos ‘huaicos’, avalanchas de lodo y piedras. Aunque la palabra ‘huaico’ es un
término erróneo. Lo correcto en quechua sería ‘lloclla’, ya que ‘huaico’ (‘wayku’) es en realidad: quebrada por donde viene ese
peligroso torrente. La imprecisión idiomática no es banal y refleja el riesgo de haber relegado por siglos el legado prehispánico
en materia de ‘gestión del riesgo’ de desastres. El país vive de espaldas a esa tradición y, por el contrario, suele apostar por
soluciones mecánicas, de ingeniería contemporánea que ignoran los conocimientos ancestrales.
En Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, Yaku ha provocado los mayores desastres, sin embargo, entre los siglos II y VIII
d.C. la Cultura Moche, un pueblo guerrero y con gran sentido preventivo. Construyó reservorios, sistemas de drenaje, canales y
desplegó una serie de estrategias para que el agua se quede, nutra el suelo y no se desborde. Un ejemplo de esa visión
preventiva se vio en el 2017, cuando el Niño Costero, inundó el pueblo Catacaos. Asustados, sus habitantes se refugiaron en el
sitio arqueológico de Narihualá ubicado encima de una colina y a salvo de las aguas torrentosas.
Entre los siglos VI al XVI los tallanes, quienes sabían que, de cuando en cuando, las lluvias se desataban. Como ese, hay
muchos sitios en Perú que evidencian la prevención prehispánica: jamás se construía junto a un curso de agua, siempre en un
cerro, lejos del riesgo. Otro ejemplo es Caral, la ciudad más antigua de América (2500 años a.C.), que está sobre una
plataforma en el desierto. “Hay una pérdida de memoria en relación con los fenómenos naturales que nos está llevando a un
suicidio como especie”, lamenta Juan Torres Guevara, profesor de la Universidad Nacional Agraria ‘La Molina’. Por eso, dice,
“hay que buscar soluciones basadas en la misma naturaleza”, a fin de prevenir tragedias como desbordes.