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La Tierra, nuestro hogar, es ideal para nosotros. Tiene en abundancia todos los recursos que
necesitamos para vivir: un suelo sólido, agua dulce, oxígeno, una magnetósfera que protege
nuestra atmósfera (y a nosotros) de la radiación solar, entre tantas otras cosas de las que
dependen todas las civilizaciones humanas. Sin embargo, nuestro pequeño y pálido punto
azul en el espacio no siempre fue así. Muchos sucesos y millones de años fueron necesarios
para que desarrolle las condiciones que hoy tiene y que permiten la vida.
¿Cómo se formó la tierra?
La historia de la Tierra empezó en el eón Hádico, hace aproximadamente 4.6 mil millones
de años, la Tierra se empezó a formar cuando la gravedad empezó a juntar gas y polvo del
espacio.
eón Hádico
El eón Hádico recibió su nombre en honor al dios griego del inframundo, Hades, debido a
las condiciones del planeta en ese tiempo. Este no solo tenía una intensa actividad
volcánica, sino que era constantemente bombardeado por asteroides y cometa. De hecho,
hace aproximadamente 4.5 mil millones de años un cuerpo del tamaño de Marte llamado
Theia chocó con nuestro planeta. El impacto fue tan grande que un pedazo de la Tierra se
desprendió y empezó a orbitarla; ahora lo conocemos como la Luna.
Después de esto, nuestro planeta quedó como una bola de magma caliente.
Si bien en el eón Hádico ya había océanos, atmósfera y tierra firme, nuestro planeta aún no
estaba listo para albergar seres vivos como nosotros. Hacía falta un elemento esencial: el
oxígeno, el cual se empezaría a formar en los siguientes eones.
El eón Hádico terminó hace aproximadamente 4 mil millones de años con el inicio del eón
Arcaico. Así como el nombre Hádico proviene de una palabra griega, el nombre de este eón
viene de otra palabra griega que significa comienzo u origen. El Arcaico recibe su nombre
debido a que, durante este momento, la Tierra se enfrió lo suficiente como para que las
primeras formas de vida pudieran existir y evolucionar.
Ahora bien, en este eón todavía había una gran actividad volcánica, pero también hubo una
gran cantidad de ríos y océanos. Asimismo, durante el Arcaico, las primeras placas
continentales de nuestro planeta aparecieron. Cabe resaltar que, a medida que ha pasado el
tiempo, la superficie de la Tierra ha cambiado: continentes se han formado y roto. Algunas
veces todos ellos han formado un gran continente como Pangea o Rodinia. Lo cierto es que
la forma de los continentes ha ido cambiando a lo largo del tiempo.
Por otro lado, según Becky Oskin, geóloga de Caltech, hace 3.5 mil millones de años, a
mediados del eón Arcaico, apareció por primera vez oxígeno proveniente de la fotosíntesis.
Sin embargo, la atmósfera aún tendría una concentración bastante baja de oxígeno hasta
recién hace 2.4 mil millones de años, a finales de este eón.
En cuanto al primer proceso, Británica explica que la energía ultravioleta proveniente del
Sol rompió las moléculas del agua en hidrógeno y oxígeno. Vayamos por partes.
Los rayos ultravioleta son un tipo de radiación que expulsa el Sol. De hecho, este tipo de
radiación es la causante de que nos quememos la piel cuando vamos a la playa e incluso
puede contribuir a que desarrollemos enfermedades mortales como el cáncer. Si quieres
saber más sobre la radiación ultravioleta, puedes leer este informe.
Por otro lado, las moléculas de agua (ya sea líquida o sólida) están formadas por dos
átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, de allí que se les denomine H2O. Ahora, cuando las
moléculas de H2O se exponen a los rayos ultravioleta, se rompen y como resultado nos
quedan dos cosas: por un lado, un hidrógeno y, por el otro, un hidróxido (un átomo de
hidrógeno combinado con uno de oxígeno). Luego, el hidróxido puede romperse
nuevamente por los rayos ultravioleta en un átomo de oxígeno y otro de hidrógeno. Así, los
rayos ultravioleta, al interactuar con el agua, habrían llenado de oxígeno nuestra atmósfera.
El otro proceso que causó la presencia de oxígeno en el planeta fue la fotosíntesis. La
fotosíntesis es el proceso por el cual las plantas y otros organismos transforman la luz solar
en la energía que necesitan para sobrevivir. Ahora bien, en el periodo Arcaico no existían
las plantas. Sin embargo, tenemos evidencia de que hace 3.5 mil millones de años había
organismos primitivos llamados cianobacterias, los cuales son capaces de realizar este
proceso. Si bien la evidencia de su existencia en este periodo no es contundente, tenemos
mayor evidencia de que sí había cianobacterias hace 2.8 mil millones de años.
Sin embargo, Británica afirma que es necesario separar dos eventos con respecto al
oxígeno: el momento en que se empezó a producir y el momento en el que se empezó a
acumular. Estos eventos, nos dice, estuvieron separados por millones de años. ¿Por qué?
La razón es que durante el eón Arcaico había potentes captadores de oxígeno: materiales
que reaccionaban con este y que no permitían su acumulación en la atmósfera, como el
hierro ferroso y compuestos orgánicos que actualmente están ausentes. Tuvo que pasar
mucho tiempo para que estos compuestos desaparecieran y el oxígeno se pueda ir
acumulando. Por ejemplo, análisis geológicos muestran que hace 2.2 mil millones de años,
en el eón Proterozoico (el siguiente al Arcaico), la atmósfera terrestre recién tenía una
concentración de oxígeno 100 veces menor a la actual.
Tuvieron que pasar miles de millones de años para que las grandes formas de vida
evolucionadas aparezcan. Los primeros fósiles de células eucariotas, un tipo de célula que
requiere oxígeno (nuestro cuerpo está formado por este tipo de células), recién aparecieron
hace 1.4 mil millones de años. Por otro lado, los primeros organismos blandos, como
medusas y gusanos, recién aparecieron hace 650 millones de años, cuando el oxígeno era
10 veces menor al actual. Si bien hace 400 millones de años el nivel del oxígeno era igual
al actual, nosotros, los homo sapiens, apenas llevamos 300 mil años sobre la Tierra. Es
decir, apenas el 0.007% de la existencia de nuestro planeta.
"The Origin and Evolution of Our Solar System", publicado por la Editorial de la
Universidad de Princeton, John Chambers y Jacqueline Mitton
según Becky Oskin, geóloga de Caltech
Según Enciclopedia Británica