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“Pro persona: fundamento y sentido de la primacía jurídica de la

humanidad”
Para garantizar y reconocer los derechos humanos, el Estado de derecho adquiere el
compromiso de proteger los intereses fundamentales del ser humano; el principio pro
persona es un elemento dentro del estado de derecho, que al llevar a cabo su aplicación,
tiene el potencial de encaminar la práctica jurídica con el fin de proteger a los individuos.
Entre la práctica del Estado de derecho y la práctica de los derechos humanos, se
constitucionalizar a la persona, describiendo un profundo cambio al adquirir este
compromiso de orientar la práctica a la protección del ser humano.
El principio pro persona señala cuando se adjudique un derecho humano en la
concurrencia de las normas, se van a preferir aplicar más que le den mejor resultado y
favorecimiento al titular del derecho en cuestión. Este principio es importante, ya que, va a
orientar a que la práctica jurídica cumpla con los intereses fundamentales de todo ser
humano.
Considero que el principio pro persona, ayuda a garantizar una mejor protección de los
derechos humanos de cada persona, y que beneficia tanto a su garantía de derechos
como a brindársele obligaciones que no sean tan restrictivas para la persona, pero que
cumplan con el fin de racionalización acatando las normas, para el cumplimiento de sus
derechos.
Se identifican dos situaciones concretas con las que este principio se lleva a la práctica: la
preferencia normativa, en donde se establecerá la selección de la más favorable o menor
restrictiva para el goce efectivo de los derechos; y la preferencia hermenéutica, en donde
a pesar de que existan varias interpretaciones, se dan como resultado la identificación de
significados y contenidos para que le norma relativa a los derechos humanos, establezca
la alternativa más favorable para el titular de derecho en cuestión. El principio pro persona
introduce así una interpretación de la norma positiva, es decir, de la norma exacta y ya
escrita, que está orientada hacia el bien, frente a esta realidad, el intérprete tiene la
obligación de elegir la mejor opción.
Un antecedente jurídico de este principio, son las cláusulas de favorabilidad, que son
pautas que sugieren un sentido a la interpretación de más normas, que pretenden la
realización de un bien salvaguardando en una norma autorizando un ajuste de su
aplicación a las peculiaridades de la realidad implicada en el caso concreto. Esto brinda
una atención más profunda y concentrada sobre la realidad, en donde estas cláusulas
buscan proteger a la parte más débil o vulnerable en una relación jurídica ante la
posibilidad de causarle un mal o desaprovechar un bien.
Existen instrumentos en el ámbito internacional para salvaguardar los derechos humanos
y su garantía, tal y como son el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Ambos establecen
salvaguardas e incluso prohibiciones de realizar actos que vayan en contra de los
derechos humanos y sus libertades, conforme a estas normas, los Estados admiten su
vigencia y eficacia. El principio pro persona se incorporó en documentos jurídicos-
positivos como en el artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, su formulación y empleo como criterio hermenéutico. Se deben optar por el
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resultado de la interpretación hermenéutica más extensa, para poder llegar a definir las
condiciones jurídicas de su goce. Al hablar de la validez del principio pro persona,
encontramos distintos postulados que pueden llegar a definirla.
La aplicación del principio pro persona ha favorecido a más problemáticas que se han
generado en materia de derechos humanos. Se han construido normas internacionales y
locales bajo declaraciones, que han implementado este principio y que obligan a que se
cumpla la función de este principio, que es dotar al creciente tráfico jurídico en materia de
derechos humanos, para garantizar un sistema que mantenga un orden, origen y
estructura interna que permita manifestarse de forma lógica. El principio permitirá ser una
norma de integración, que garantice una seguridad jurídica en las operaciones para la
protección de los derechos humanos.
Se da paso al monismo jurídico, que implica el reconocimiento de la presencia de un solo
derecho por razón de sus objetivos o fines. Como bien sabemos, el principio pro persona
no se encuentra definido en una norma positiva, más bien, de mantienen criterios estrictos
de seleccionar las normas que más beneficien al titular de derechos, solucionando los
problemas que se presenten. Debemos esperar en el ámbito político, que este principio,
sea un eficiente ejercicio de control de poder, dejando de lado las normas jurídicas
exactas y estrictas, para obtener un sentido más humanístico en pro de los individuos y
cumpliendo un beneficio hacia cada uno de ellos sobre sus derechos humanos.
El principio pro persona actúa en conformidad al reconocimiento, protección y
salvaguardia de los derechos humanos de todas las personas, es por eso, que ver un
tema de universalidad y justicia resulta importante para la aplicación de este principio, ya
que, debemos entender que está sujeto a todas las personas que gozan de estos
derechos y que se actúa en contra de la violación de ellos, así como deben de respetarse
y garantizarse estos derechos, nosotros como individuos parte del Estado de Derecho,
debemos cumplir con las obligaciones que constituyen nuestro deber ser como seres
humanos.