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La cocina precolombina de América se basaba en los productos locales, que fueron conocidos

por Occidente tras el descubrimiento de América, especialmente el maíz, la patata, el tomate,


el cacao, los frijoles, la batata, el cacahuete, el pimiento, la vainilla, la piña, la chirimoya, el
aguacate, el mango, el tabaco, la yuca, el maguey, etc. Entre los animales, destaca el pavo
americano o guajolote. Tras la llegada de los españoles, se introdujeron también de forma
inversa numerosos productos europeos, como el trigo, el arroz, la vid, el olivo, el ajo, la caña
de azúcar, algunas hortalizas y leguminosas, así como animales como cerdos, vacas, ovejas y
gallinas. Con todo ello se produjo un fuerte mestizaje gastronómico, reflejo del que se dio
igualmente a nivel cultural.110

En el Caribe, primer punto de llegada de los españoles, se comía principalmente yuca, batata,
piña, mamey, peces, mariscos, tortugas, perros, manatíes y jutías, un tipo de roedor grande.
Posteriormente entraron en contacto con el Imperio azteca en México, donde los españoles
proscribieron el consumo de ciertos alimentos que eran comunes en la zona hasta entonces,
como el amaranto, insectos, algas de las lagunas y perros xoloitzcuintli, así como la
antropofagia, que se practicaba sobre todo por motivos rituales. Los principales platos
preparados en México eran las tortillas de maíz, guisados de pavo y peces, tamales,
champurrados y otros. Sus principales utensilios de cocina eran el metate, el comal, piedras
para moler y ollas de barro.111

En las crónicas aztecas se habla de los banquetes de los emperadores, como Moctezuma, que
seguía un ceremonial muy estricto: comía solo, adornaba su mesa con manteles y utilizaba
vajillas de barro muy finas, con unos pequeños braseros para mantener la comida caliente; se
le servían unos cincuenta platos, entre carnes —principalmente de pavo y jabalí—, vegetales,
pescado, dulces y frutas. Francisco de Aguilar relató uno de estos banquetes: «las aves
cocinadas de las maneras más diversas, cocidas, asadas o bien guisadas; otra hilera de
empanadas muy grandes que eran las diversas variedades de tamales que eran de aves, gallos
y gallinas. Otra hilera de codornices y palomas; los pescados de río y de mar de todas las
especies, cazuelas de mole verde, rojo, amarillo y negro; pipianes verde y rojo; barbacoa de
aves, jabalíes y de tepezcuintli; cazuelas de gusanos de maguey, escamoles y otros insectos
como chapulines y jumiles; guisos de nopales, quelites, verdolagas; huevos cocidos de
codornices, gallinas, palomas y guajolotes. También tenían su lugar las ranas, los ajolotes y una
rica variedad de tortillas, las cuales agradaron a los conquistadores. Les servían también toda
clase de frutos locales y de otras regiones. Capítulo especial era la variedad de postres como
los elotes endulzados con mieles, capulines, miel de abeja, caña de maíz; frutas: mamey,
zapote negro y blanco, chicozapote, chirimoya, pitayas, tejocotes, capulines y tunas».112

En el Imperio inca los alimentos más comunes eran tubérculos, raíces y granos, especialmente
la papa, que su usaba como pan y en diversos platos, e incluso se utilizaba como moneda. Inca
Garcilaso de la Vega escribió en sus Comentarios reales de los incas que «tienen en primer
lugar, la que llaman papa, que les sirve de pan, la comían cocida y asada y también la echan en
los guisados. Pasada por el hielo y el sol para que conserve, la llaman chunu». Otros productos
eran el maíz, el ají, la quinoa, la calabaza, el cacahuete, la yuca, el mote, la cancha, los frijoles,
el olluco, el pallar, el camote, la caigua y diversos frutales.113

Las carnes más comunes eran de llama y cuy, así como patos y perdices; en menor medida,
venado, lobo marino, zorro, vizcacha, perro, mono, capibara, iguana y cañán. Por otro lado, se
practicaba la caza del guanaco, la alpaca y la vicuña. También se consumía abundante pescado,
generalmente seco. Uno de los más consumidos era el pejerrey. La bebida más popular era la
chicha, un licor destilado del maíz. También era habitual el consumo de coca, que les
estimulaba para trabajar.114

Entre los pueblos nativos de América del Norte los alimentos más consumidos eran la calabaza,
el maíz, el frijol, el arándano, la bellota y el pavo. En caza destacaba el bisonte, que era el
animal más preciado, ya que además de la carne —que se cocinaba asada o guisada, o bien
secada a modo de cecina—, se aprovechaba la piel para ropa o como recubrimiento de sus
cabañas (tipis), los huesos y cuernos para armas y herramientas e incluso los excrementos para
combustible

Latinoamérica tiene una gastronomía propia nacida de su tradición y sus orígenes culturales.
Su cocina no es más que el resultado de la historia de sus pueblos: una fusión de elementos
étnicos, culturales y sociales que hacen de su estilo gastronómico una mezcla de sabores,
productos, recetas y estilos.

Los invitamos a conocer 10 países de Latinoamérica a través de su paladar. La historia y cultura


del sabor se sientan sobre la mesa.

Gastronomías que componen América del Norte

Cuando hablamos de la Gastronomía de América del Norte hablamos y entendemos


históricamente una gran diversidad de componentes, alimentos, técnicas, y sobre todo
influencias culturales y socioeconómicas que han determinado y determinan la cultura
gastronómica de los diferentes paises que componen el concepto de América del Norte.

Podría decirse que la gastronomía autóctona es la de los Indios Nativos en el continente y el


resto de gastronomía es la fusión aportada por años de colonización de diferentes culturas
dando lugar a la cocina actual estadounidense que recoge variantes aderezas de todas ellas.

Canadá

En Canadá no se puede hablar de una cocina propia que abarque todo país, sino que cada
región tiene una tradición gastronómica particular que utiliza lo mejor de los productos de la
tierra dándolos un toque personal. Debido a inmenso tamaño de Canadá, se da gran una
variedad de tradiciones culinarias que como denominador común tienen su pasado colonial.

La Gastronomía de Canadá es un conjunto de costumbres culinarias que corresponden a los


habitantes de Canadá, las costumbres difieren bastante según las regiones de las que se trate,
existen muchas influencias de la cocina estadounidense e inglesa, aunque las zonas
francófonas tienen influencias o reminiscencias de platos de la cocina francesa.

Estados Unidos

La gastronomía de los Estados Unidos corresponde a una mezcla muy variada y algo
interpretada de otras gastronomías nacionales procedentes de diferentes países de Europa,
Asia, África, y otros países.
Dado el gran tamaño del territorio de los Estados Unidos no es de sorprender que la cocina sea
diversa y que pueda ser tipificada en variantes regionales. La cocina de la Costa Este, por
ejemplo, hace uso como ingredientes del pescado y de los mariscos mucho más que las cocinas
del Medio Oeste, donde el maíz y la carne de vacuno tienen una mayor preponderancia y se
dispone mejor de ellas.

Es que la variedad de la oferta en los diferentes estados es muchísimo mayor de lo que se


pueda imaginar. Los platillos típicos de Estados Unidos varían de región en región y de acuerdo
a las diferentes estaciones, pero lo que sí es un hecho es que la simplicidad reina en ellos.

México

Valiosa, sabrosa y legendaria, son algunas de las cualidades de la cocina mejicana. Su herencia
prehispánica y española reúne los sabores de dos continentes en platos de gran colorido y
sabor.

Además del peso de su historia, la gastronomía mejicana conserva su espíritu a través de las
mujeres de la familia que se ocupan de transmitir el legado a su descendencia.

La cocina mexicana cuenta con elementos fundamentales que determinan el sabor, color y
textura de sus platos típicos. Los ingredientes infaltables de la comida mexicana son el maíz,
gran variedad de picantes como el chile (o ají), las carnes rojas, los frijoles, el jitomate, la
cebolla y en parte, el uso del nopal.

El menú que no puede dejar de degustar consta de quesadillas de camarones, carnitas


picantes, chimichangas, mole y pan de muerto, postre tradicional de la festividad del Día de los
Muertos, gran celebración para la cultura mejicana.

Chile

Al igual, que la mayoría de la gastronomía latinoamericana Chile tiene diversas influencias.


Durante el siglo XX, la cocina chilena desarrolla fuertemente el gran aporte de la gastronomía
francesa recibida a finales del siglo XIX. Esta influencia se observa sobre todo en los pescados;
corvina a la mantequilla negra, el congrio Margarita o las ‘omelettes’ que remplazan la tortilla
española de papas.

La literatura chilena tiene también una larga relación con la cocina. Los escritores han entrado
en la cocina y le rinden honores: Vicente Huidobro, con su Sopa oceánica, Pablo Neruda, con
odas como la oda al caldillo de congrio y Pablo de Rokha en su Epopeya de las bebidas y
comidas chilenas.

Perú

Indígena e hispana, la cocina peruana, es sin ningún lugar a dudas una de las mejores del
mundo. Su riqueza multicultural se transmite en cada plato.

La gastronomía peruana tiene algo de española, india, africana, criolla, mulata, mestiza y de
zambo.

Además. en la última década del siglo XX, la cocina peruana comenzó a popularizarse fuera de
sus fronteras. En la Cuarta Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión, realizada del
17 al 19 de enero, la ciudad de Lima fue declarada capital gastronómica de América.
Entonces, si desea probar cómo una fusión cultural es posible, Perú es el lugar que su paladar
necesita. Los imperdibles: Ceviche, Pollo a la brasa, Chijaukay con frijolitos, Pachamanca,
Tacacho con cecina y chorizo y Suspiro de limeña.

Perú es uno de los lugares que no puede dejar de visitar si le interesa la cultura y la buena
cocin, fusión exacta en la cocina peruana.

Argentina

La combinación de la cocina italiana, española, indígena y criolla hacen de la gastronomía


argentina una de las más originales de Latinoamérica.

Además de las distinciones regionales, existe una diferencia muy importante entre la
gastronomía netamente urbana, y la gastronomía rural, más tradicional y, en muchas
ocasiones más ‘folclórica’, presente en la zona norte del país.

Pero si hay algo que hermana a todas las provincias argentinas es su espíritu de reunión en
torno a la comida. Todavía, se comparten en familia, con amigos o compañeros de trabajo
largas cenas o almuerzos. Disfrutar un asado, unas tradicionales empanadas o simplemente
cebar unos mates, son excusas para juntarse con seres queridos a confesar males de amores,
debatir sobre política o discutir el último Boca – River, y no es de sorprender que estas tres
temáticas tan diversas se hablen al mismo tiempo y sin pausa.

Venezuela

La cocina de estas tierras es la fusión de varias culturas, sin por eso dejar de ser dueña de una
marcada personalidad. Se caracteriza por el uso del maíz, yuca, plátano, ají, granos, tubérculos,
caña de azúcar, carnes y aves variadas, de donde derivan platos con sabores únicos y
extraordinarios.

Los platos más representativos por excelencia son El Pabellón Criollo, La Arepa, La Hallaca, La
Cachapa, Las Empanadas de Harina de Maíz, El Asado Negro, El Cazabe y El Hervido de Gallina,
de Carne o de Pescado.

La gastronomía venezolana se parece a su pueblo, es sabrosa, colorida y variada.

Colombia

La gastronomía colombiana es producto de la mezcla de las tres etnias principales que


poblaron el territorio: indígenas, españoles y africanos. Este mestizaje no sólo define su
identidad gastronómica, sino también la idiosincrasia cultural y poblacional de Colombia.

Para conocer esta tierra no deje de probar la arepa y el sancocho, la bandeja paisa, el ajiaco
santafereño, la lechona tolimense y el mote de queso costeño, entre otros.

Otro imperdible en Colombia es la llamada “Gastronomía Antioqueña”. Este estilo consta de


platos nacidos en contextos rurales aislados del resto del país que han sobrevivido los procesos
de industrialización, urbanismo y globalización. El plato típico antioqueño se compone por una
bandeja con frijoles, arroz, huevo, tajadas de maduro, chicharrón, carne molida, morcilla y
aguacate; para beber se usa el guarapo (jugo de caña de azúcar con limón) o la tradicional
mazamorra.

Bolivia
La calidez del pueblo boliviano se traduce en su gastronomía. Con profundas raíces español-
moriscas e indígenas, y transformadas por el mestizaje, cada cambio histórico del país fue
reflejado en su estilo culinario. En este contexto, la gastronomía boliviana no ha hecho otra
cosa que sumar platos, mezclas y preparados.

Puede degustar el menú ideal en Bolivia tomando su tradicional Chicha, luego disfrutar del Ají
de Lengua o Picante de Pollo, y para culminar probar exquisitos postres bolivianos como
cocadas, leche asada o manjar blanco.

Conozca un pueblo que hace de su gastronomía un arte que vale la pena conocer.

Brasil

El clima, su gente y sus paisajes hacen de Brasil un lugar en el mundo en el cual su gastronomía
se vive con entusiasmo y sabor.

El descubrimiento de Brasil remite a la culinaria, ya que las embarcaciones portuguesas


llegaron a Brasil en 1500, cuando buscaban la India y sus condimentos.

La versatilidad de su cocina es característica. De los platos del Amazonas a base de pescados


exóticos, al churrasco de la pampa del Rio Grande do Sul, la cocina brasileña, con su gran
diversidad, encantará a los gourmets y a los paladares más variados.

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