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Una noche inolvidable

Por: Sarah Triana Castro 8vo


Juan Pablo caminaba por los corredores del colegio -la semana por fin ha terminado-
pensó, el se sentía cansado así que fue directamente a casa. En el camino encontró a Lucia, ella
se veía alegre y caminó junto a el un buen trecho en silencio. Al esperar el semáforo pregunto
con su voz cantarina
-¿Como te pareció el proyecto de ciencias, Juan Pa?-,
Juan Pablo recordó el proyecto, le aguardaba un fin de semana de trabajo. Se encogió de
hombros y pasó la calle, dejando atrás a Lucia.

Llegó a casa y dejó sus zapatos en la entrada. Encontró a su mamá junto a su fotógrafo,
planeando los últimos detalles de la revista “Chismes de Ramona”.
-…este fondo sería util con un vestido de terciopelo negro que está en la bodega, tenemos que
encargarlo- escuchó Juan Pablo decir a su mamá- Hola Juan Pa-
-Hola mamá- dijo Juan Pablo, cansado.
-Hay comida en la nevera- le informó su mamá desde la sala.

Juan Pablo fue por algo de comer y se decidió por un pedazo de torta. Subió a su
habitación y se recostó en su cama sin tender. En la oscuridad pensó en el proyecto de ciencias
por hacer; pero de pronto no pudo pensar en algo distinto a la pelea que había tenido con sus
amigos, Pedro y Samuel. El estaba iracundo porque sus amigos no lo habían ayudado a practicar
matemáticas y había perdido el examen. Ellos se excusaron diciendo que habían estado
ocupados, en ese instante Juan Pablo sintió un impulso y empujó a sus amigos, luego salió
corriendo y no volvió a clase de matemáticas. El resto del día no hablo con sus amigos y sintió
un peso enorme en su espalda.

Le empezó a doler la cabeza, fue al baño para lavarse la cara y aclarar sus ideas. Entró en
el corredor sintiendo un martilleo constante en su cabeza. Llegó al baño y se hundió cuando pudo
ver en su reflejo una forma ondulante. Esta forma tenia unos ojos enormes y brillantes al igual
que una gran boca con pequeños pero afilados dientes. La forma se expandió cegando a Juan
Pablo. El intentó golpearla, pero esta se rió de manera fría y escalofriante.

-Juan Pablo, tu me has creado y ahora vivo en ti, nunca podrás librarte de mi-susurró la forma.

Esta se empezó a encoger hasta que fue invisible para Juan Pablo. El se tambaleó hacia
atrás y de forma frenética, miró a su alrededor en busca de cualquier movimiento. Al no ver nada
se calmó un poco y notó el sudor frio corriendo por su espalda.

Volvió a su habitación, abrió las cortinas y la ventana, dejando entrar el cálido viento de
febrero. Juan Pablo, se sentó frente a su escritorio para intentar conseguir una idea para su
proyecto de ciencias, pero no lograba hilar nada, así que decidió dar una caminata corta
alrededor de la cuadra. Llevó un cuaderno de dibujo que tenia hace años y también llevó sus
colores y lápices.
Ya afuera empezó a pensar con claridad, todas sus ideas para el proyecto de ciencias lo
acercaban a su sueño: construir un motor de carro. Se sentó junto a un árbol cercano a su casa y
sacó su cuaderno de dibujo y empezó a idear el motor de carro, le resultó fácil y relajante. Perdió
la noción del tiempo, se levantó cuando el sol se había ocultado tras las montañas. Regresó a
casa, sintió flotar en cada paso, estaba cumpliendo su sueño.

En casa buscó a su mamá, pero no la encontró por ningún lado. La casa estaba
completamente a oscuras y solo se iluminaba parcialmente con los plateados rayos de la luna. El
aire era pesado y estático, ningún sonido viajaba por este y esto inquietó a Juan Pablo. Avanzó
lentamente y se sobresaltó cuando sintió un roce en la tela de su camiseta. Caminó hacia la
habitación de su mamá al final de el pasillo. Le pareció que el pasillo se alargaba a cada paso,
llegó a la puerta que se encontraba entreabierta. Empujó un poco y la puerta chirrió sobre sus
goznes. Miro a su alrededor y vio la ventana abierta y la cama deshecha, los libros en la mesilla
se encontraban desparramados en el piso. Decidió buscar por el resto de la casa, habitación por
habitación, pero lo único que encontró fue la sala y la cocina destrozadas, un hilo de una
sustancia casi transparente llevaba a la habitación de su mamá, este rastro era casi imperceptible
y se lo había saltado en su primera incursión.

Después de registrar la casa de arriba a abajo no pudo encontrar señales de vida, pero sí
encontró la cámara del fotógrafo encendida. Cogió la cámara y reviso las fotos tomadas esa
tarde. En la primera imagen había un vestido azul marino largo, en la segunda, tercera y cuarta
también encontró fotos de trajes oscuros, pero luego al ver la quinta foto, Juan Pablo casi perdió
el equilibrio al ver a una forma parecida a la que había surgido de el esa tarde en el baño, esta se
veía enorme comparada con la suya y su color era indescriptible, era lo mas oscuro que había
visto jamás. En la sexta foto pudo ver una foto borrosa de la sala ocupada por la criatura
aterradora, en la ultima foto pudo ver el exterior a través de la ventana de su mamá, parcialmente
cubierto por una mano. Juan Pablo subió los escalones de dos en dos y corrió hacía la ventana sin
soltar la cámara. Comparó la iluminación de la foto y de el momento actual. El sol no estaba
oculto aún cuando la foto fue tomada.

Juan Pablo ideó un plan para buscar y encontrar a su mamá y a la criatura que la había
atacado. Corrió hacía la casa de Lucia, que se encontraba solo a dos cuadras. Llegó jadeando y se
apresuró a tocar el timbre. La mamá de Lucia, la señora Diana, soñolienta, abrió la puerta.

-Buenas noches-resolló Juan Pablo- Necesito hablar con Lucia, tengo unas preguntas importantes
sobre el proyecto de ciencias ¿Puede venir a mi casa un momento?-
-Bueno Juan Pa, creo que es un poco tarde, así que seria bueno que sea corto- dijo la señora
Diana.
Después de esto la señora entró a la casa y diez minutos después Lucia y Juan Pablo se
despidieron de la señora Diana. Juan Pablo le explicó lo ocurrido a Lucia que quedó pasmada,
pero se decidió a ayudar a Juan Pablo.
Llegaron a la casa de Juan Pablo y fueron por la puerta de atrás hacia donde la foto fue
tomada. Corrieron por la maleza crecida hasta una fabrica de almohadas abandonada. Al llegar
encontraron parqueada, una moto roja y gastada. Escucharon un ruido que provenía de la fabrica.
Buscaron alrededor para encontrar una entrada alternativa. Encontraron una puerta metálica que
se veía oxidada, al empujarla causaron un ruido que se mezcló con el de la fabrica. Entraron y
pasaron por un pasillo largo, escucharon una voz grave que cada vez se oía más cerca.

Desde la entrada de la zona de producción pudieron ver a la mamá de Juan Pablo, estaba
en el suelo y parecía inconsciente, no había rastro de la figura terrorífica, entonces decidieron
entrar para llevar a la mamá de Juan Pablo a casa. Iban a mitad de camino cuando escucharon
dos metales chocando, miraron hacia atrás y vieron como la puerta que acababan de atravesar se
cerraba. Una risa estruendosa resonó por toda la fabrica. La figura oscura surgió del cuerpo
inconsciente de la mamá de Juan Pablo y detrás de esta pudieron ver caminar hacia ellos al
fotógrafo, sonriendo. La figura terminó de surgir y la mamá de Juan Pablo pareció palidecer.
-Juan Pablo, eres un chico listo-dijo el fotógrafo sin dejar de caminar- eres muy bueno
aún y no entiendes lo que hago, la criatura que ves y la criatura que ahora te acompaña son solo
una forma física de los pensamientos negativos acumulados, ellos prometieron dejarme en paz si
les traía dos víctimas, ahora tienen tres, no temas, solo tomaran la energía que necesitan de
ustedes-.

Juan Pablo corrió enfurecido hacía en fotógrafo, pero pronto cayó y la figura que lo
acompañaba, antes pequeña, creció junto a la gigantesca que se encontraba por encima de su
mamá. Lucia en cambio no parecía afectada, se acercó a Juan Pablo y le recordó su gran sueño
de diseñar motores, el se empezó a relajar y sin darse cuenta la figura se achicó, hasta que no
quedó nada de ella. El fotógrafo gritó desesperado y arremetió contra los chicos, pero cuando
estaba a un paso de Juan Pablo, cayó rodando y una figura que emergió de él, rápidamente
creció.

Las dos figuras se hicieron enormes, Juan Pablo se acercó a su mamá y le empezó a
hablar de su nueva sesión de fotos, pero la figura no dejó de crecer; no había servido su intento.
Pero al instante, las figuras se paralizaron y desaparecieron. La mamá de Juan Pablo y el
fotógrafo se levantaron, tenían los ojos desorbitados, estaban poseídos, los espíritus en el
fotógrafo y en la mamá de Juan Pablo se acercaron a los chicos, les gruñeron, pero los dos
amigos se mantuvieron firmes y no se inmutaron, a los espíritus no les quedó más remedio que
salir volando.

Lucía y Juan Pablo volvieron a casa cansados. A la mañana siguiente la mamá de Juan
Pablo despertó y le contó a su hijo las complicaciones de su trabajo y Juan Pablo le contó su
inquietud sobre el proyecto de ciencias, la vida transcurría esa mañana como si nada hubiera
ocurrido; pero, había un aire nuevo en casa, madre e hijo conversaban animadamente sobres sus
proyectos; desde entonces, empezaron a hablar más a menudo de lo que les ocurría, esto los hizo
más unidos y felices. Sin imaginarlo, la noche más aterradora de sus vidas los había unido de una
nueva forma.

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