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-Friedrich Nietzsche (1844-1900) fue un filósofo, poeta y ensayista alemán, considerado uno de
los pensadores más influyentes de la filosofía moderna. Nietzsche es conocido por su crítica a
la moral y la cultura occidental, su filosofía del "eterno retorno", su idea del "superhombre" y
su concepto de la "voluntad de poder".
Nietzsche cuestionó los valores y las creencias de la sociedad occidental, argumentando que la
moral y la religión eran formas de esclavitud y negación de la vida. Para él, el ser humano
debía liberarse de estas cadenas y aceptar la vida tal como es, afirmándola con todos sus
aspectos, incluyendo lo que es considerado "malo" o "peligroso".
Entre las obras más conocidas de Nietzsche se encuentran "Así habló Zaratustra", "Más allá del
bien y del mal", "Genealogía de la moral" y "El anticristo". Su pensamiento ha sido objeto de
numerosos estudios y su legado ha sido discutido y debatido por filósofos, intelectuales y
académicos hasta el día de hoy.
-El nihilismo activo es una de las ideas más influyentes de la filosofía de Nietzsche. Esta idea se
presenta en su obra "Voluntad de poder" y se refiere a una forma de nihilismo que, lejos de ser
un simple rechazo a los valores y a la moral tradicional, implica una actitud activa y creadora
ante la vida y el mundo.
Para Nietzsche, el nihilismo activo implica aceptar que la vida no tiene un significado o
propósito preestablecido, y que la tarea del ser humano es crear su propio significado y darle
sentido a la existencia. El nihilismo activo es una actitud de afirmación de la vida en todas sus
manifestaciones, incluso en aquellas que parecen negativas o destructivas.
En este sentido, el nihilismo activo se opone al nihilismo pasivo, que se conforma con la falta
de sentido de la vida y se resigna ante ella. Para Nietzsche, el nihilismo activo es una forma de
superar el nihilismo pasivo y encontrar un nuevo sentido para la vida, basado en la creatividad
y la voluntad de poder.
Para Nietzsche, el superhombre es una figura histórica que surge en momentos de crisis y
transformación, cuando la moral y la cultura están en cuestionamiento. El superhombre no es
un ser sobrehumano o divino, sino un ser humano que ha aprendido a vivir de forma
autónoma y creativa, libre de las ataduras culturales y sociales.
Por otro lado, en la filosofía de Nietzsche, el "mundo verdadero" se presenta como una ilusión
o un engaño, que se opone a la afirmación de la vida y la voluntad de poder. Nietzsche
argumenta que la idea de un mundo verdadero, más allá de la experiencia inmediata, es una
creación de la moral y la religión occidental, que busca negar la vida y la realidad en favor de
un mundo idealizado.
-El término "apolíneo" y "dionisíaco" son dos conceptos importantes en la filosofía de Friedrich
Nietzsche que representan dos aspectos fundamentales de la existencia humana.
Para Nietzsche, estos dos conceptos representan fuerzas opuestas pero complementarias en la
existencia humana. El equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisíaco es necesario para alcanzar
una vida plena y auténtica. La cultura occidental, según Nietzsche, ha dado demasiado énfasis
a lo apolíneo, lo que ha llevado a una pérdida de vitalidad y creatividad. Nietzsche aboga por
una síntesis de lo apolíneo y lo dionisíaco para alcanzar una vida más auténtica y plena.
-La hipótesis moral cristiana es un concepto filosófico que se refiere a la idea de que la moral
occidental se ha construido a partir de los valores cristianos, y que estos valores han sido
internalizados en la sociedad y la cultura. Según esta hipótesis, la moral cristiana se ha
convertido en una norma dominante en la cultura occidental, y ha influido en la forma en que
se entienden conceptos como la verdad, la justicia y la libertad.
1. ¿A qué se refería Descartes con el discurso del método y las reglas para la dirección del
espíritu?
- Discurso del método:
Duda metódica: Descartes propone dudar de todas las creencias previas como
punto de partida para el conocimiento. Sostiene que muchas de nuestras
creencias están basadas en la tradición y la autoridad, por lo que deben ser
cuestionadas y sometidas a un escrutinio riguroso.
Método cartesiano: Descartes desarrolla un método basado en la razón y la
evidencia clara y distinta. Este método se compone de cuatro reglas:
evidencia, análisis, síntesis y enumeración completa. A través de estas reglas,
busca llegar a conclusiones indudables y construir un sistema de conocimiento
seguro.
Fundamentación del conocimiento: Descartes busca una base sólida e
indudable para el conocimiento. En su famoso "Cogito, ergo sum" ("Pienso,
luego existo"), argumenta que la existencia de su pensamiento es indudable y,
por lo tanto, él mismo existe como un ser pensante.
Dualismo mente-cuerpo: Descartes sostiene que la mente y el cuerpo son dos
sustancias distintas. La mente es una sustancia pensante, mientras que el
cuerpo es una sustancia extensa. Aunque están unidos en la experiencia
humana, son entidades separadas en su naturaleza.
Existencia de Dios: Descartes presenta argumentos para demostrar la
existencia de Dios. Utiliza la idea innata de un ser supremo y perfecto como
evidencia de la existencia de Dios. Argumenta que la idea de perfección
implica la existencia, y como ser finito e imperfecto, no puede ser la fuente de
esta idea.
Aplicaciones prácticas: Descartes también aplica su método a la ética y la
medicina. En ética, defiende una moral basada en la razón y la prudencia. En
medicina, critica las teorías médicas tradicionales y aboga por un enfoque
basado en la observación y la experimentación.
2. ¿En qué consiste el método de las matemáticas? ¿Cuáles eran sus ventajas y
desventajas?
- El método de las matemáticas de Descartes, también conocido como "método
cartesiano", es un enfoque sistemático para el razonamiento y la resolución de
problemas matemáticos. Aquí están sus características principales:
3. ¿Qué es el escepticismo?
-El escepticismo es una corriente filosófica que plantea dudas y cuestiona la posibilidad de
alcanzar un conocimiento seguro y definitivo. Los escépticos argumentan que no podemos
estar seguros de la verdad o la certeza de nuestras creencias y percepciones, y, por lo tanto, se
debe adoptar una actitud de suspensión del juicio.
A través de su duda metódica, Descartes llega a la famosa afirmación "Cogito, ergo sum"
("Pienso, luego existo"), que se convierte en el punto de partida de su filosofía. Descartes
argumenta que, aunque pueda dudar de todo, no puede dudar de su propia existencia como
ser pensante.
1. Regla de evidencia: Esta regla establece que solo se deben aceptar como verdaderas
aquellas ideas que sean claras y distintas. Descartes considera que la evidencia clara y
distinta es un criterio confiable para discernir la verdad de las ideas.
2. Regla de análisis: Descartes propone descomponer los problemas complejos en partes
más simples y fáciles de entender. Mediante el análisis, se busca comprender las ideas
y fenómenos en términos de sus componentes fundamentales.
3. Regla de la síntesis: Una vez que se ha realizado el análisis de las partes individuales, se
procede a la síntesis, que implica combinar las partes en una visión global y completa.
La síntesis busca reconstruir el conocimiento a partir de las partes analizadas y obtener
una comprensión más amplia.
4. Regla de la enumeración: Esta regla sugiere realizar una enumeración exhaustiva de
todos los aspectos relevantes de un problema o una cuestión. La enumeración busca
evitar la omisión de detalles importantes y asegurar una consideración completa de
todas las posibilidades.
5. Regla de la revisión: Descartes enfatiza la importancia de revisar y repasar los
pensamientos y las conclusiones. La revisión consiste en examinar críticamente las
ideas y argumentos para corregir posibles errores o contradicciones y así alcanzar una
mayor certeza.
Por otro lado, la visión hedonista sostiene que la vida satisfactoria se alcanza a través de la
maximización del placer y la minimización del sufrimiento. Para los hedonistas, la felicidad se
encuentra en la búsqueda de experiencias placenteras y evitando el dolor. Buscan la
gratificación inmediata y la satisfacción de los deseos personales como medio para alcanzar
una vida satisfactoria.
-El concepto de "homo dúplex" y "homo multiplex" pertenece a la antropología dualista, una
corriente que postula la existencia de una dualidad en la naturaleza humana. Estas
concepciones sugieren la coexistencia de dos o múltiples aspectos en la experiencia humana.
El "homo dúplex" se refiere a la idea de que los seres humanos tienen una naturaleza dual,
compuesta por una parte material y una parte espiritual o inmaterial. Esta dualidad se
encuentra presente en muchas tradiciones filosóficas y religiosas, como el dualismo cartesiano
que establece una separación entre mente y cuerpo. El dualismo mente-cuerpo es una
posición filosófica que ha sido desarrollada por varios filósofos a lo largo de la historia. Una de
las formulaciones más influyentes de esta idea es la propuesta por René Descartes en el siglo
XVII. Según Descartes, los seres humanos tienen una mente o alma inmaterial que es la fuente
de la conciencia, el pensamiento y la razón, mientras que el cuerpo es una entidad material
gobernada por leyes físicas.
Esta concepción del "homo duplex" plantea una separación entre la mente y el cuerpo,
sugiriendo que son entidades distintas con características y propiedades diferentes. La mente
se considera a menudo como el asiento de la conciencia y la cognición, mientras que el cuerpo
se refiere a la parte física y material del ser humano.
Por otro lado, el concepto de "homo multiplex" se basa en la noción de que la naturaleza
humana es múltiple y heterogénea. En esta perspectiva, se reconoce que los seres humanos
están compuestos por una variedad de dimensiones y aspectos, como emociones,
pensamientos, deseos, experiencias y contextos sociales. Se enfatiza la diversidad y la
complejidad de la existencia humana. En contraste con el enfoque dualista que divide la
naturaleza humana en dos dimensiones (como el cuerpo y la mente), el enfoque "homo
multiplex" reconoce que los seres humanos son seres complejos y multifacéticos. Esta
concepción destaca la interconexión y la interacción de estos diversos aspectos en la
formación de la identidad y la experiencia humana.
El "homo multiplex" implica que las personas no pueden ser definidas o comprendidas en
términos simplistas o unidimensionales, sino que requieren una apreciación de la diversidad y
la complejidad de sus características y experiencias. Desde este enfoque, se busca una
comprensión más holística y contextualizada de la naturaleza humana, reconociendo la
importancia de considerar los diversos factores que influyen en la vida de las personas.
Ambas concepciones, tanto el "homo dúplex" como el "homo multiplex", se basan en la idea
de que la experiencia humana no puede reducirse a una sola dimensión o aspecto. Reconocen
la complejidad y la diversidad de la naturaleza humana, ya sea en términos de dualidad entre
lo material y lo inmaterial, o en términos de la multiplicidad de aspectos que conforman la
existencia humana.
Por ejemplo, si alguien tiene una creencia negativa sobre sí mismo, como "soy incompetente",
es probable que experimente emociones como la tristeza o la frustración en situaciones que
refuercen esa creencia. Por otro lado, si alguien tiene una creencia positiva sobre sí mismo,
como "soy capaz y exitoso", es probable que experimente emociones como la alegría o la
confianza en situaciones que respalden esa creencia.
-Según Bellomo, la afectividad tiene una influencia significativa en la cognición, es decir, en los
procesos mentales relacionados con el conocimiento, el pensamiento y la percepción. La
afectividad puede influir en la manera en que percibimos, interpretamos y recordamos la
información, así como en la toma de decisiones y en el razonamiento.
-En el nivel vegetativo, los actos de la persona se refieren a las funciones biológicas y
fisiológicas necesarias para la supervivencia y el funcionamiento del organismo. Estos actos
incluyen:
En el nivel sensible, la persona posee facultades relacionadas con la percepción, las emociones
y la experiencia sensorial. A continuación se describen algunas de las facultades, actos y
objetos asociados a este nivel:
1. Facultades sensitivas: Incluyen los sentidos, como la vista, el oído, el tacto, el olfato y
el gusto, que permiten percibir y procesar información sensorial del entorno.
2. Facultades emocionales: Se refieren a la capacidad de experimentar y expresar
emociones y sentimientos, como la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, entre otros.
1. Pasiones concupiscibles: Son aquellas que están relacionadas con los objetos que
deseamos o buscamos obtener. Estas pasiones concupiscibles incluyen:
o Amor: Es la pasión que nos impulsa a buscar el bien y la felicidad, ya sea para
nosotros mismos o para los demás. Es una tendencia afectiva hacia lo que
percibimos como valioso o beneficioso.
o Deseo: Es la pasión que nos lleva a anhelar algo que consideramos placentero
o satisfactorio. Es una atracción hacia un objeto o experiencia que nos resulta
atractivo.
o Gozo: Es la pasión que experimentamos cuando obtenemos o disfrutamos de
algo que deseamos. Es una sensación de alegría o satisfacción que surge de la
realización de nuestros deseos.
o Odio: Es la pasión que nos impulsa a rechazar o alejarnos de aquello que
percibimos como perjudicial o negativo. Es una aversión emocional hacia un
objeto o experiencia que consideramos dañino.
o Tristeza: Es la pasión que sentimos cuando perdemos o nos vemos privados de
algo que deseamos. Es una sensación de dolor, pesar o descontento por la
ausencia o carencia de lo que valoramos.
2. Pasiones irascibles: Son aquellas que están relacionadas con los objetos que provocan
en nosotros reacciones de resistencia, lucha o superación. Estas pasiones irascibles
incluyen:
o Esperanza: Es la pasión que nos impulsa a confiar y buscar el logro de algo que
consideramos posible y deseable, a pesar de los obstáculos o dificultades. Es
una actitud positiva hacia el futuro y la posibilidad de alcanzar nuestras metas.
o Desesperación: Es la pasión que experimentamos cuando consideramos que
algo que deseamos es inalcanzable o imposible de lograr. Es una sensación de
abatimiento o falta de esperanza.
o Ira: Es la pasión que sentimos cuando percibimos una amenaza, una injusticia
o una ofensa. Es una reacción emocional de enojo, indignación o
resentimiento que nos impulsa a defender nuestros derechos o confrontar la
situación problemática.
o Miedo: Es la pasión que experimentamos ante un peligro real o imaginario. Es
una respuesta emocional de temor, ansiedad o inquietud que nos lleva a
buscar protección o evitar la situación temida.
o Audacia: Es la pasión que nos impulsa a enfrentar valientemente los peligros o
dificultades. Es una actitud de coraje y determinación para superar obstáculos
y perseguir nuestras metas.
En este contexto, las pasiones se consideran como estados afectivos que involucran tanto
aspectos corporales como espirituales. Por un lado, las pasiones tienen una dimensión
corporal, ya que están asociadas a reacciones fisiológicas y cambios en el cuerpo, como el
aumento del ritmo cardíaco, la liberación de hormonas, expresiones faciales, entre otros. Estos
aspectos corporales están relacionados con las respuestas emocionales y afectivas que
experimentamos.
Por otro lado, las pasiones también tienen una dimensión espiritual o mental, ya que están
vinculadas a nuestras facultades cognitivas y volitivas. Las pasiones reflejan nuestras
evaluaciones y valoraciones de las situaciones, así como nuestras intenciones y deseos. Son
experiencias subjetivas que involucran aspectos mentales y emocionales, como el amor, el
deseo, la ira, la tristeza, entre otros.
-El aspecto cognoscitivo-valorativo de las pasiones se refiere a la forma en que las pasiones
influyen en nuestra percepción y evaluación de la realidad. Según algunos enfoques filosóficos,
las pasiones no solo nos impulsan emocionalmente, sino que también influyen en la forma en
que interpretamos y valoramos el mundo que nos rodea.
En este sentido, las pasiones pueden afectar nuestra percepción de los objetos, eventos y
personas, filtrando nuestra experiencia a través de un lente emocional. Por ejemplo, si
estamos dominados por la ira, es más probable que percibamos situaciones de manera
negativa y reaccionemos de manera agresiva. Del mismo modo, si estamos bajo la influencia
de la alegría, es más probable que veamos las cosas de manera positiva y respondamos de
manera entusiasta.
Además, las pasiones también pueden influir en nuestros valores y juicios morales. Nuestras
emociones y deseos pueden moldear nuestras preferencias y determinar lo que consideramos
valioso o importante. Por ejemplo, si tenemos una pasión por la justicia, es más probable que
nos inclinemos hacia acciones y decisiones que promuevan la igualdad y la equidad.
-En cuanto a la naturaleza del amor, Santo Tomás sostiene que el amor implica una tendencia
o movimiento hacia el bien que se percibe como deseable. Es un impulso que nos lleva a
buscar el bien para nosotros mismos y para los demás. El amor nos hace desear la unión y la
comunicación con el objeto amado, buscando su bienestar y buscando establecer una relación
de reciprocidad y afecto.
Santo Tomás también destaca que el amor implica un conocimiento y una elección. Para amar
algo o alguien, debemos conocerlo y apreciar sus cualidades y valores. Además, el amor
implica una elección deliberada de la voluntad de buscar el bien del otro y comprometerse con
esa relación.
Se han identificado diferentes tipos de amor que describen distintas formas de relación y
apego entre las personas. Algunos de los tipos de amor más comunes son:
6. ¿Qué es el bien?
- El bien, en el contexto filosófico, puede entenderse como aquello que todas las cosas desean
o apetecen. Es el correlato de la deseabilidad del ser, es decir, aquello que hace que algo sea
valioso, deseable o digno de búsqueda. El bien se relaciona con la tendencia inherente de los
seres hacia su perfección o plenitud, y es visto como aquello que satisface una carencia o
indigencia.
En esta concepción, el bien y el ser se entrelazan, ya que el bien es lo que permite que el ser se
realice en su plenitud. El bien se convierte en una meta o ideal hacia la cual los seres tienden,
buscando alcanzar su máximo potencial y satisfacer sus necesidades y deseos.
Esta visión del bien como aquello que causa perfección y plenitud, y que impulsa la acción de
los seres en busca de su realización, es una perspectiva presente en diferentes corrientes
filosóficas y éticas.
-En su obra "Amor líquido", el sociólogo Zygmunt Bauman aborda el tema de las relaciones
humanas en la sociedad contemporánea y cómo han sido influenciadas por la lógica del
consumismo. Bauman utiliza el concepto de "liquidez" para describir la fragilidad y la falta de
compromiso en las relaciones modernas.
Bauman sostiene que en la era del consumismo, las relaciones humanas se han vuelto cada vez
más temporales y desechables. El amor y las conexiones emocionales se convierten en
productos consumibles, sujetos a la rápida obsolescencia y reemplazables por opciones más
atractivas. La liquidez de las relaciones implica una falta de solidez y duración, donde las
personas están constantemente en busca de nuevas experiencias y gratificaciones
instantáneas.
En este contexto, el consumismo juega un papel central, ya que fomenta la idea de que la
satisfacción personal proviene de la adquisición constante de bienes materiales y experiencias
emocionales efímeras. El amor se convierte en una mercancía más en el mercado de consumo,
y las relaciones se vuelven superficiales, centradas en la gratificación individual y en evitar
cualquier compromiso a largo plazo.
Bauman critica esta lógica líquida del amor y argumenta que debemos buscar formas más
sólidas y significativas de establecer conexiones humanas. Propone la necesidad de reflexionar
sobre nuestras elecciones y prioridades, y cuestionar la lógica del consumismo que socava las
bases de relaciones más auténticas y duraderas.
-En su obra "La era del vacío: Ensayos sobre el individualismo contemporáneo", el sociólogo y
filósofo Gilles Lipovetsky analiza la transformación de la sociedad occidental hacia un
individualismo cada vez más marcado y una cultura del consumo.
Sin embargo, Lipovetsky advierte que este individualismo extremo y la cultura del consumo
también conllevan ciertas consecuencias negativas. En su visión, la obsesión por el propio yo y
la búsqueda constante de placer y satisfacción instantánea pueden llevar a un vacío existencial
y a la pérdida de vínculos sociales significativos. La sociedad contemporánea se caracteriza por
una superficialidad y una falta de compromiso, donde la individualidad se vuelve narcisista y la
búsqueda de la felicidad se convierte en una carrera sin fin.
Libertad: Sartre argumenta que no hay una esencia humana predefinida ni un destino fijo, sino
que cada individuo es libre para crear su propia existencia y definir su propio significado en el
mundo.
Según Sartre, la existencia precede a la esencia, lo que significa que no somos determinados
por ninguna naturaleza humana o propósito universal. En cambio, somos libres para tomar
decisiones y asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Esta libertad nos coloca en una
situación de angustia, ya que no hay guías externas que nos indiquen qué hacer o cómo vivir.
Debemos enfrentar la incertidumbre y la responsabilidad de elegir nuestros valores y acciones.
Esta idea de la libertad implica que cada individuo es completamente responsable de su propia
vida. No podemos culpar a circunstancias externas o fuerzas más grandes por nuestras
elecciones. Incluso en situaciones difíciles, Sartre defiende que siempre tenemos la capacidad
de elegir cómo responder y actuar.
Relación con el “otro”: Sartre sostiene que el ser humano no puede existir en aislamiento, sino
que nuestra existencia está inexorablemente entrelazada con la presencia y las acciones de los
demás.
Sartre argumenta que, en última instancia, cada individuo busca afirmarse y ejercer su propia
libertad a expensas de los demás. Esta búsqueda de afirmación y poder puede llevar a
relaciones de competencia, conflicto y opresión. Sin embargo, también reconoce que la
existencia de otros individuos puede ser un estímulo para nuestro propio desarrollo y
crecimiento, ya que nos desafían a definirnos y a superar nuestras limitaciones.
1. La dimensión dinámica del hombre: Romano Guardini destaca la idea de que el ser
humano es un ser dinámico y en constante desarrollo. Considera que el ser humano no
es simplemente un ente estático, sino que está inmerso en un proceso de crecimiento
y transformación a lo largo de su vida. Guardini enfatiza la importancia de esta
dimensión dinámica y sostiene que cada individuo tiene la capacidad de alcanzar su
pleno potencial y realizar su verdadera vocación.
2. El amor al otro y el respeto: Guardini resalta la importancia del amor al otro y el
respeto como fundamentos para las relaciones humanas. Argumenta que el amor
auténtico implica un reconocimiento y una aceptación del otro en su individualidad y
dignidad. Para Guardini, el amor no se basa en el egoísmo o la explotación, sino en un
deseo genuino de bienestar y plenitud para el otro. Asimismo, el respeto juega un
papel fundamental en las interacciones humanas, ya que implica valorar la autonomía
y la dignidad de cada individuo, tratándolo con consideración y evitando cualquier
forma de violencia o manipulación.
Por otro lado, la "res extensa" se refiere a la sustancia extensa, es decir, el cuerpo o la realidad
física. Según Descartes, la esencia del cuerpo radica en la extensión en el espacio, es decir, en
sus dimensiones y propiedades físicas. El cuerpo está sujeto a las leyes naturales y es objeto de
estudio de la física.
Descartes argumenta que estas dos sustancias, mente y cuerpo, interactúan causalmente
entre sí en el ser humano. A través de la glándula pineal, propone que la mente y el cuerpo se
influyen mutuamente, lo que permite la coordinación de las actividades mentales y físicas.
-Empirismo:
John Locke, en contraste con el dualismo cartesiano de René Descartes, adoptó una
postura más empirista en relación al dualismo gnoseológico. Locke rechazó la idea de
una sustancia mental separada de la experiencia sensorial y argumentó que todo el
conocimiento se deriva de la experiencia.
Según Locke, la mente humana es inicialmente una "tabula rasa" o una hoja en blanco
en la que se registran las impresiones sensoriales. No hay ideas innatas o conceptos
preexistentes en la mente. En cambio, todas nuestras ideas y conocimientos provienen
de la experiencia sensorial, ya sea a través de la percepción directa o la reflexión
interna.En términos del dualismo gnoseológico, Locke sostuvo que la mente y el
cuerpo están estrechamente relacionados y se influyen mutuamente. No existe una
sustancia mental separada o una mente independiente del cuerpo. Las ideas y las
percepciones mentales son el resultado de la interacción entre el cuerpo y el entorno.
David Hume, uno de los filósofos más influyentes del empirismo, también abordó el
problema del dualismo gnoseológico desde una perspectiva crítica. A diferencia de
Descartes, Locke y Berkeley, Hume adoptó una posición más radical y escéptica
respecto a la existencia de una sustancia o entidad distinta de las percepciones y las
ideas.
Hume argumentó que todas nuestras ideas y conocimientos se derivan de las
impresiones sensoriales, que son las experiencias inmediatas y vívidas que tenemos a
través de nuestros sentidos. Sin embargo, según Hume, no podemos demostrar de
manera concluyente la existencia de una sustancia o entidad detrás de nuestras
impresiones.
En su obra "Tratado de la naturaleza humana", Hume sostuvo que no tenemos una
experiencia directa de una "mente" o "yo" separado de nuestras percepciones. En
cambio, lo que experimentamos son una sucesión de impresiones y ideas que se
entrelazan y se relacionan entre sí.
Desde la perspectiva de Hume, no hay una entidad o sustancia subyacente que sea
responsable de nuestras experiencias o percepciones. Lo que percibimos son
simplemente impresiones y las ideas que derivamos de ellas, y no hay una entidad
separada que las produzca.
Racionalismo:
Gottfried Wilhelm Leibniz, un destacado filósofo y matemático del siglo XVII, desarrolló
una postura conocida como "monadología" que difiere del dualismo gnoseológico de
Descartes, Locke, Berkeley y Hume.
Según Leibniz, la realidad fundamental consiste en "mónadas", que son unidades
indivisibles de existencia. Estas mónadas son sustancias simples y no tienen partes,
pero tienen una naturaleza interna compleja que les permite tener percepciones y
representaciones del mundo.
Leibniz argumentó que cada mónada es única y refleja la totalidad del universo desde
su propia perspectiva. Cada mónada tiene su propia percepción de las cosas y actúa en
función de su naturaleza interna. Sin embargo, todas las mónadas están en armonía
preestablecida entre sí, de manera que sus percepciones y acciones se corresponden
con las de las demás mónadas, lo que da lugar a una realidad coherente y ordenada.
A diferencia del dualismo cartesiano, Leibniz no veía la existencia de una separación
radical entre la mente y el cuerpo. En cambio, consideraba que tanto la mente como el
cuerpo son aspectos diferentes de la realidad compuestos por mónadas.
Immanuel Kant, uno de los filósofos más influyentes de la Ilustración, propuso una
postura conocida como "idealismo trascendental" que tiene un enfoque distinto al
dualismo gnoseológico de filósofos anteriores como Descartes, Locke, Berkeley y
Hume.
Kant rechazó la idea de que podemos conocer directamente el mundo externo tal
como es en sí mismo. Según él, nuestras experiencias del mundo están mediadas por
las estructuras cognitivas innatas de nuestra mente, que él llamó "formas a priori de la
sensibilidad" y "categorías del entendimiento". Estas estructuras determinan cómo
percibimos y organizamos la realidad, lo que Kant llama "fenómenos".
Kant sostenía que existe una distinción entre el mundo fenoménico, que es el mundo
tal como lo experimentamos a través de nuestras facultades cognitivas, y el mundo
nouménico, que es el mundo como realmente es en sí mismo, más allá de nuestras
capacidades cognitivas. Según Kant, no podemos acceder directamente al mundo
nouménico y, por lo tanto, nuestras afirmaciones sobre la realidad se limitan al ámbito
de los fenómenos.
En lugar de enfocarse en la dualidad entre mente y cuerpo o entre sujeto y objeto,
Kant se centró en cómo nuestra mente estructura y organiza nuestras experiencias del
mundo. Para él, el conocimiento es una actividad conjunta entre la mente y el mundo,
en la que nuestras estructuras cognitivas dan forma a nuestras percepciones y
experiencias.
4. ¿En qué consiste el dualismo de las substancias? ¿Quiénes son sus exponentes y que
postulaban?
-El dualismo de las sustancias es una posición filosófica que sostiene que la realidad se
compone de dos tipos de sustancias distintas e independientes entre sí. Generalmente, estas
sustancias son concebidas como la mente (o el alma) y la materia (o el cuerpo).
John Carew Eccles: postuló que la mente, o el "yo", es una entidad no material que interactúa
con el cerebro físico a través de la liberación de sustancias químicas en las sinapsis cerebrales.
Según su teoría, la mente actúa como una entidad independiente que puede influir en el
funcionamiento del cerebro y, a su vez, el cerebro influye en la mente al proporcionar la base
física para las experiencias mentales.
Este enfoque dualista de Eccles se basa en la idea de que la mente no puede ser reducida a la
actividad neuronal o a procesos puramente físicos, y que existe una realidad no material que
trasciende la materia. Eccles argumentó que la mente posee una causalidad distinta de la
causalidad física y que puede influir en el cerebro de manera no determinista.
Es importante tener en cuenta que la teoría de Eccles ha sido objeto de críticas y debate en la
comunidad científica y filosófica. Mientras que algunos defensores del dualismo lo ven como
una explicación plausible para la relación mente-cerebro, otros argumentan que las
propiedades mentales pueden ser completamente explicadas en términos de procesos
neurofisiológicos sin necesidad de postular una entidad separada de la mente.
Karl Popper: Popper argumentaba que había dos tipos de realidades fundamentales: el mundo
físico, compuesto por objetos materiales y eventos físicos, y el mundo de los contenidos
mentales, que incluye las experiencias subjetivas, los pensamientos y las ideas. Estos dos
aspectos del mundo son considerados por Popper como irreductibles entre sí y con
propiedades y características diferentes.
En este sentido, Popper sostuvo que el mundo físico es objetivo y externo a la mente, mientras
que el mundo de los contenidos mentales es subjetivo y privado. Según su visión, existen dos
dominios separados, pero ambos son importantes para comprender la realidad en su
totalidad.
-El dualismo de propiedades es una posición filosófica que sostiene que existen dos tipos
distintos de propiedades en el mundo: las propiedades físicas y las propiedades mentales. Esta
perspectiva defiende que las propiedades físicas son aquellas que pueden ser descritas en
términos de la física, como la masa, la forma, la energía, etc., mientras que las propiedades
mentales se refieren a los estados mentales, experiencias y fenómenos de la conciencia, como
los pensamientos, los sentimientos y las percepciones.
Según Chalmers, el dualismo de propiedades sostiene que hay dos tipos de propiedades en el
mundo: las propiedades físicas y las propiedades fenoménicas o de la conciencia. Las
propiedades físicas son aquellas que pueden ser descritas en términos de la ciencia física,
como la masa, la energía y el movimiento. Por otro lado, las propiedades fenoménicas se
refieren a las experiencias subjetivas y cualidades de la conciencia, como el dolor, el placer, el
color y la percepción.
Chalmers argumenta que, aunque las propiedades físicas y las propiedades fenoménicas están
correlacionadas en el mundo, no pueden ser reducidas una a la otra. En otras palabras, no se
puede explicar completamente la naturaleza de la conciencia y las experiencias subjetivas en
términos puramente físicos. Esto implica que la conciencia y las propiedades fenoménicas son
distintas y no pueden ser reducidas a procesos o estructuras físicas.
6. ¿Qué es el conductismo metodológico y cuáles son los ejes centrales? ¿Quiénes son
sus exponentes?
Los ejes centrales del conductismo metodológico de Watson son los siguientes:
Los ejes centrales del conductismo metodológico de Skinner son los siguientes:
Gilbert Ryle no era un defensor del conductismo analítico, sino más bien crítico de esta
corriente de pensamiento.En su obra más conocida, "El concepto de lo mental" (1949), Ryle
critica tanto al dualismo cartesiano como al conductismo analítico. Ryle rechaza la idea de que
la mente es una entidad separada y distinta del cuerpo, pero también critica la visión
conductista de reducir la mente a comportamientos observables y descartar los estados
mentales internos.En lugar de eso, Ryle propone una perspectiva conocida como "teoría del
disposicionalismo" o "posicionismo", que sostiene que los estados mentales no son eventos
internos o entidades ocultas, sino disposiciones o capacidades para actuar de ciertas maneras
en respuesta a estímulos. Ryle argumenta que la mente se encuentra en la actividad y la
conducta, y no en una entidad separada detrás de la conducta observable.
Tema: Fisicalismo
1. ¿Qué es la teoría de la identidad (fisicalismo)? ¿Quiénes son sus exponentes?
Dilema: Esta objeción plantea que el fisicalismo enfrenta un dilema. Por un lado, si
el fisicalismo intenta reducir la experiencia consciente y los estados mentales a
meros procesos físicos, corre el riesgo de contradecir la naturaleza subjetiva y
cualitativa de la conciencia tal como la experimentamos. Por otro lado, si el
fisicalismo introduce propiedades mentales distintas de las propiedades físicas, se
enfrenta al problema del dualismo de propiedades, es decir, la necesidad de
postular dos tipos diferentes de entidades (mentales y físicas) que no pueden ser
completamente reducidos uno al otro.
Chauvinismo neuronal: Esta objeción sugiere que el fisicalismo puede caer en una
forma de "chauvinismo neuronal", es decir, atribuir una importancia excesiva y
privilegiada a los procesos y estructuras cerebrales como base exclusiva de los
estados mentales. Esto implicaría ignorar o subestimar otros aspectos importantes
de la realidad mental, como los procesos cognitivos, emocionales y sociales que no
pueden reducirse simplemente a la actividad neuronal.
Ambas objeciones señalan desafíos y dificultades que surgen al tratar de explicar la relación
entre la mente y el cuerpo desde una perspectiva fisicalista. Estas objeciones han llevado a
debates y reflexiones más profundos sobre cómo abordar la naturaleza de la mente y la
conciencia desde un enfoque filosófico y científico.
La identidad de tipos (type-type) sostiene que existen tipos generales de estados mentales y
tipos generales de estados físicos, y que estos tipos pueden ser identificados o correlacionados
entre sí. Por ejemplo, se puede establecer una correspondencia entre el tipo de estado mental
de "dolor" y el tipo de estado físico de "activación de ciertas áreas del cerebro". Esta
identificación se basa en la idea de que hay regularidades y patrones consistentes en la
relación entre los estados mentales y los estados físicos.
Por otro lado, la identidad de casos (token-token) se refiere a la idea de que cada caso
individual de un estado mental particular puede estar asociado a un caso individual de un
estado físico particular. Esto significa que, si consideramos un caso específico de dolor en una
persona, este caso de dolor puede estar relacionado con un patrón específico de actividad
cerebral.
La modificación en la teoría de la identidad reconoce que la relación entre los estados
mentales y los estados físicos es más compleja que una simple identificación uno a uno. Se
reconoce que existen múltiples instancias de estados mentales y físicos, y que la relación entre
ellos puede variar en función del contexto y las circunstancias.
4. ¿Cuál es el problema central de la identidad de casos? ¿Cuáles son sus dos tipos de
respuesta?
Esta pregunta surge porque la teoría de la identidad de casos sostiene que la relación entre los
estados mentales y los estados físicos es de identidad uno a uno, es decir, cada caso particular
de un estado mental corresponde a un caso particular de un estado físico específico en el
cerebro. Sin embargo, no está claro qué criterio o propiedad específica hace que dos estados
cerebrales distintos sean considerados casos concretos del mismo tipo de estado mental.
Algunos críticos argumentan que esta relación uno a uno entre los estados mentales y los
estados cerebrales presenta dificultades, ya que no se ha establecido una base clara y unívoca
para determinar la identidad de casos. Además, se plantea la posibilidad de que dos estados
cerebrales diferentes puedan generar experiencias mentales similares debido a la plasticidad y
flexibilidad del cerebro.
Materialismo eliminativo: Esta posición radical sostiene que los estados mentales tal
como los entendemos comúnmente no existen y que la noción de identidad entre
estados mentales y estados cerebrales es fundamentalmente incorrecta. Los
defensores del materialismo eliminativo argumentan que las descripciones y
explicaciones de los fenómenos mentales deben ser eliminadas o reemplazadas por
descripciones y explicaciones puramente físicas. Según esta visión, nuestras intuiciones
sobre la identidad mente-cuerpo son ilusorias y no están respaldadas por la evidencia
científica.
Funcionalismo: El funcionalismo aborda el problema central al enfocarse en las
funciones y los roles desempeñados por los estados mentales más que en sus
propiedades físicas particulares. Según el funcionalismo, los estados mentales son
definidos por su relación funcional con estímulos, otros estados mentales y respuestas
conductuales. Desde esta perspectiva, lo que importa no es la sustancia física
específica que constituye el estado mental, sino su función o papel en el
procesamiento de información. En el funcionalismo, dos estados cerebrales diferentes
podrían considerarse casos concretos del mismo tipo de estado mental si cumplen con
la misma función o desempeñan el mismo rol en el sistema cognitivo.
Tanto el materialismo eliminativo como el funcionalismo representan enfoques diferentes
para abordar el problema central en la teoría de la identidad de casos. Mientras que el
materialismo eliminativo desafía la noción misma de identidad mente-cuerpo, el funcionalismo
busca encontrar una base funcional para establecer dicha identidad. Ambas perspectivas han
generado debates y exploraciones significativas en la filosofía de la mente y la ciencia
cognitiva.
-Paul Churchland ha argumentado que las concepciones tradicionales de los estados mentales
y la conciencia son inherentemente problemáticas y que nuestras intuiciones comunes sobre la
mente están desactualizadas y son incompatibles con la ciencia actual. Propone que las teorías
científicas sobre el cerebro y el comportamiento pueden reemplazar por completo las
descripciones y explicaciones de la experiencia subjetiva y los estados mentales.
Ambos filósofos han promovido una visión radical que cuestiona la existencia de los estados
mentales tal como los entendemos, y abogan por un enfoque puramente científico y físico en
la comprensión de la mente y la conciencia. Sus ideas han generado debates y controversias en
el campo de la filosofía de la mente y la ciencia cognitiva.