Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- LA EXPOSICIÓN
Colocar al Santísimo en la custodia sobre el altar, acompañar con un CANTO
Padre Nuestro…
Gloria al Padre…
CANTOS
JACULATORIA
GUÍA: Alabemos y demos gracias
TODOS: al Santísimo y Divísimo Sacramentado
ACTO DE ESPERANZA
Esperamos en ti Jesús Sacramentado, “Oh, Cristo, ¡Hijo de Dios Padre! Gloriosísimo Redentor de
la humanidad y ejemplo de mansedumbre y humildad, infiltra en nuestro ánimo la energía
suficiente para que la Esperanza en tu promesa divina de una vida eterna sea un bálsamo
confortable que nos ayude a cumplir dignamente el destino de nuestras vidas. Amado Jesús
aumenta nuestra Esperanza
Padre Nuestro…
Gloria al Padre…
CANTOS
JACULATORIA
GUÍA: En los cielos y en la tierra
Sea para siempre alabado
TODOS: el corazón amoroso de Jesús Sacramentado
ACTO DE AMOR
Te amamos Jesús Sacramentado, Oh mi Santísimo Jesús Sacramentado fuente de insoldable amor
y misericordia bendita que por Amor a nosotros moriste en una cruz y ofreciste tu cuerpo y tu
sangre convertido en alimento para nuestras Almas, no hay un acto más sublime que aquel que
entrega su vida por amor, ayúdanos a ser como Tú a amar como Tú, con todo nuestro corazón, con
toda el alma y toda nuestra fuerza. Aumenta nuestro Amor
Padre Nuestro…
Gloria al Padre…
CANTOS
3. ORACIÓN FINAL DE LA EXPOSICIÓN
Soberano Señor Sacramentado, segura penda de la eterna Gloria: esta estación recibe con
agrado por ser de tu pasión tierna memoria. Haz que destruido el reino del pecado, tu
Iglesia Santa cante la victoria asistiéndola siempre con tus dones, en sus necesidades y
aflicciones.
Así Sea. Amén
4. ORACIONES DE ADORACIÓN
Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor
me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y
Sea yo, Jesús mío, desde hoy y para siempre, todo para Ti, como Tú los eres todo para mí. Que te
ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los
besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como
Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo más amado San Juan. Deseo
Por solo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para
el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de temor por mis pecados, pero también lleno de
Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de que no he sabido dominar mi corazón y mi
lengua. Por eso, Señor de bondad y de poder, con mis miserias y temores me acerco a Ti. Fuente
de misericordia y perdón, vengo a refugiarme en Ti que has dado la vida por salvarme, antes de
Señor no me da vergüenza descubrirte a Ti mis llagas. Me dan miedo mis pecados, cuyo número y
Señor mío Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con amor, pues quisiste
hacerte hombre para morir por nosotros. Escúchame, pues espero en Ti. Ten compasión de mis
Te adoro, Señor, porque viste tu vida en la cruz y te ofreciste en ella como redentor por todos los
Adoro Señor, la sangre preciosa que brotó de tus heridas y ha purificado al mundo de sus pecados.
Mira Señor, a este pobre pecador, creado y redimido por Ti. Me arrepiento de mis pecados y
Purifícame de todas mis maldades para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada
comunión. Que tu cuerpo y tu sangre me ayuden Señor, a obtener de Ti el perdón de mis pecados
cuerpo.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Señor mío Jesucristo, que por amor al hombre estás noche y día en este sacramento, lleno de
piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás
Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y
especialmente por haberte dado Tú mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi
Adoro ahora a tu Santísimo corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de
gracias por este insigne beneficio. En segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que
recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en
todos los lugares de la Tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
«Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para darle
«ausencia» de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: «Este
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales,
Tú eres nuestra ESPERANZA, eres nuestra paz, eres nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives «siempre intercediendo por
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el
Padre.
Queremos sentir como tú, amar como tú y ser como tú, valorar las cosas como las valoras tú.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: «Mi vida es Cristo y mi muerte es una ganancia» (Flp. 1,21).
todo se puede sufrir». En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque en la oración
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio
y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: «Quedaos aquí y
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos «gemidos
inenarrables» (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto filial de
SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¡Señor, me postro ante ti de rodillas porque eres el único que merece esta distinción!
¡Me postro ante Ti, Señor, y frente a la custodia me siento lleno de tu amor, de tu ternura, ¡de tu
misericordia! ¡Gracias, Señor! ¡Gracias porque mi corazón se llena de una gran paz interior y una
felicidad inmensa!
¡Gracias, porque te miro fijamente, inicio mi oración con el corazón abierto y me siento
¡Me siento unido a Ti, Señor, ¡y siento que en este tiempo tu compañía me llena profundamente!
¡Me postro ante Ti, Señor, porque necesito sentir la fuerza de tu presencia, sentirme seguro a tu
lado, sentirme aliviado por todos los problemas que me embargan y todas las situaciones que no
se vivir con coherencia, pero, sobre todo, ¡me siento bendecido por tu amor infinito!
¡Señor, me postro ante Ti y siento como toda tu misericordia se derrama sobre mi corazón
abierto, como tu presencia llena mi ser! ¡Señor, me postro ante Ti y siento como se derrama sobre
¡Gracias, Señor, ¡porque tal vez no lo merezco! ¡Me postro ante Ti, Señor, y todas mis debilidades
y flaquezas se tornan fortaleza, todas mis tristezas se vuelven alegrías, todas mis inseguridades se
llenan de tu seguridad, ¡todo lo que hay en mi quiere ser corregido! ¡Me postro ante Ti, Señor, ¡y
¡Gracias, Señor, porque salgo reconfortado de este encuentro contigo, este tiempo especial en el
que he podido poner mi vida y la de los míos a tus pies para que, unidos a Ti y a María, nos haga
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable Sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión,
concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que
experimentemos constantemente los frutos de tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén
7. COMUNIÓN
8. DULCE MADRE…