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CUARESMA

Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote


y Santa María Reina

E XPOSICIÓN DE RODILLAS

Estación al Santísimo Sacramento


En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado. El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
CREEMOS  EN TI SEÑOR…PERO AUMENTA NUESTRA FE. Padre Nuestro, Ave María y gloria al
Padre.

En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado. El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
CREEMOS  EN TI SEÑOR…PERO AUMENTA NUESTRA ESPERANZA. Padre Nuestro, Ave María y
gloria al Padre.

En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado. El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
CREEMOS  EN TI SEÑOR…PERO AUMENTA NUESTRA CARIDAD. Padre Nuestro, Ave María y
gloria al Padre.

En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado. El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
CREEMOS   EN TI SEÑOR…PERO DANOS TU GRACIA PARA QUE NUNCA PERDAMOS EL VALOR DE
AMAR; QUE SEAMOS CAPACES DE AYUDARNOS UNOS A OTROS Y DE VIVIR SIEMPRE EN EL AMOR.
Padre Nuestro, Ave María y gloria al Padre.
Canto Rey de Reyes

I NVOCACIONES A JESÚS EN SU PASIÓN.


Nos encontramos en las vísperas de la gran semana de la fe cristiana en la que
conmemoramos la pasión, muerte y resurrección del Señor. La cuaresma ha
debido ser para nosotros un tiempo de encuentro con el Señor, de poner
nuestra vida en su presencia y de dejarnos transformar por su gracia. En esta
noche, delante de Jesús –presente en la Sagrada Hostia- queremos adorarle
por su infinita misericordia que no se cansa de perdonarnos y darle gracias por
estar siempre llamándonos hacia sí, por darnos la oportunidad de volvernos a
él. El recuerdo de su pasión ha de llevarnos al reconocimiento de nuestros
pecados y a la conversión. TODO LO HA SUFRIDO POR MÍ.
1
(breve silencio)
Jesús pobre y abatido, R/. Ten piedad de mí, Señor
Jesús no conocido y menospreciado,
Jesús aborrecido, calumniado y perseguido,
Jesús dejado de los hombres y del demonio tentado, ten piedad de mí,
Señor
Jesús entregado y vendido por vil precio,
Jesús blasfemado, acusado y condenado injustamente,
Jesús vestido de un hábito de oprobios y afrentas,
Jesús abofeteado y burlado,
Jesús arrastrado con una soga al cuello,
Jesús tenido por loco y endemoniado,
Jesús azotado hasta derramar sangre,
Jesús pospuesto a Barrabás,
Jesús despojado de todas sus vestiduras con infamia,
Jesús coronado de espinas y saludado por burla,
Jesús cargado con la cruz de mis pecados,
Jesús triste hasta la muerte,
Jesús consumido de dolores, de injurias y de humillaciones,
Jesús afrentado, escupido, ultrajado y escarnecido,
Jesús pendiente de un madero infame entre dos ladrones,
Jesús aniquilado y sin honra para con los hombres,

Canto Penitencial

Oh, rostro ensangrentado, de Cristo, es Señor,


Cabeza circundada de afrenta y de dolor.
Contritos contemplamos tu pena y tu aflicción.
Acoge nuestro llanto, oh Cristo Salvador.

Tú pagas por las culpas del hombre pecador.


Clavado en el madero, nos das la salvación.
Tu sangre nos redime, tu amor nos da el perdón.
2
Acoge nuestro llanto, oh Cristo Salvador.

Extiende por el mundo tu reino de bondad.


Las puertas del abismo no prevalecerán.
Seamos los creyentes testigos de tu amor.
Acoge nuestro llanto, oh Cristo Salvado

T IEMPO DE MEDITACIÓN SENTADOS

ectura del Evangelio según san Lucas 7, 36-50


Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la
casa del fariseo, se puso a la mesa. Había en la ciudad una
mujer pecadora pública. Al enterarse de que estaba
comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro
de perfume y, poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó
a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los
cabellos de su cabeza se los secaba; besaba
sus pies y los ungía con el perfume.
Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: «Si éste fuera profeta,
sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una
pecadora.» Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte.» Él dijo: «Di,
maestro.» «Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el
otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos
le amará más?» Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más.»
Él le dijo: «Has juzgado bien.» Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón:
«¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en
cambio, ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No
me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No
ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te
digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho
amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.» Y le dijo a ella: «Tus
pecados quedan perdonados.» Los comensales empezaron a decirse para sí:
«¿Quién es éste, que hasta perdona los pecados?» Pero él dijo a la mujer: «Tu fe
te ha salvado. Vete en paz.» Palabra de Dios.
PUNTOS PARA LA MEDITACIÓN (Cfr. Comentario de San Gregorio Magno)
(a desarrollar por el director, en este momento se pueden intercalar cantos o antífonas apropiadas)

3
Esta mujer conocía las manchas de su mala vida y corrió a lavarlas a la
fuente de la misericordia, sin avergonzarse de que estaban presentes los
invitados.
Con los ojos había apetecido las cosas de la tierra, pero ahora lloraba con
los mismos en señal de penitencia.
Con sus cabellos que antes había adornado para engalanar su rostro,
ahora enjugaba las lágrimas.
Con la boca había hablado palabras de vanidad, pero ahora, besando los
pies del Señor, consagra sus labios a besar sus plantas.
Había usado los perfumes para dar buen olor a su cuerpo, pero esto, que
hasta aquí había empleado en la inmodestia, lo ofrecía ahora al Señor de
una manera laudable.
Todo lo que había tenido para su propia complacencia ahora lo ofrece en
holocausto. Todos sus crímenes los convirtió en otras tantas virtudes, para
consagrarse exclusivamente al Señor por medio de la penitencia, tanto
como se había separado de El por la culpa.
Es necesario, pues, que cuando tratemos con los
pecadores, nos compadezcamos antes de su triste
situación. Porque también nosotros, o habremos
caído en los mismos pecados, o podremos caer.
Conviene distinguir con cuidado entre los vicios,
que debemos aborrecer, y las personas, de quienes
debemos compadecernos.
"Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simeón: ¿Ves
a esta mujer? Entré en tu casa, no me diste agua
para los pies; mas ésta, con sus lágrimas, ha
regado mis pies".

Canto: AL CONTEMPLARTE EN LA CRUZ.

Siendo Dios, fuiste tan humilde Al contemplarte en la Cruz Siendo Dios, tomaste mi
Hombre Tú te hiciste, traicionado Al contemplar tanto amor lugar Cargaste en tus
y No puedo más que adorarte hombros mis heridas y
rechazado Mi vida entregarte pecados Fue por mí, te
Siendo Dios, tomaste mi lugar Al contemplarte en la Cruz entregaste Para darme
Cargaste en tus hombros mis Al contemplar tanto amor vida nueva y rescatarme
heridas y pecados No puedo más que adorarte Al contemplarte en la Cruz
Fue por mí, te entregaste Mi vida entregarte Al contemplar tanto amor
Para darme vida nueva y Jesús No puedo más que adorarte
rescatarme Jesús Mi vida entregarte
Al contemplarte en…

4
PRECES SACERDOTALES
DE RODILLAS
A nuestro Santísimo Padre el Papa, R/. Asístelos en su apostolado y
R/. Dale, Señor, tu corazón de Buen dales fortaleza y constancia. A los
Pastor. sacerdotes pobres, R/. Llénalos de
A los Obispos, Ti, Señor.
R/. Dales la plenitud de tu Espíritu A los sacerdotes en crisis,
y hazlos fieles a tu Evangelio. R/. Sostenlos en la lucha y
A los Sacerdotes, muéstrales tu camino. A los
R/. Dales amor a su sacerdocio y sacerdotes calumniados y
fidelidad hasta la muerte. perseguidos,
A los Pá rrocos, R/. Dales mansedumbre y
R/. Concédeles ejercer su un corazón capaz de perdonar.
ministerio con amor, humildad y A los sacerdotes enfermos y
actitud de servicio. ancianos,
A los confesores y directores R/. Ilumina su vida con tu
espirituales, presencia y dales tu paz. A los
R/. Infúndeles tu Espíritu y dales tu Sacerdotes que sienten el peso de su
celo ardiente por la salvación de soledad,
los hombres. R/. Déjalos en el corazón de tu
A los misioneros, que lleven tu Madre, Señor.
palabra a los que no te conocen A todos tus sacerdotes, R/.
R/. Y su vida sea el mejor Infúndeles tu Espíritu para que se
testimonio de lo que predican. A transformen en Ti. A todos los
los que trabajan con los pobres y los hijos de la Iglesia; R/. Dales un
jó venes, con los presos y los espíritu de conversió n. A mí, pobre
enfermos, pecador
R/. Mírame con misericordia y amor.
OREMOS
Corazón de Jesús, Corazón lleno de celo por la gloria del Padre, te rogamos
por todos los Sacerdotes, llénalos de fe, de celo y de amor. Tú que quieres que
todos los hombres se salven, y lleguen al conocimiento de la verdad y sean
uno como tú eres uno. Te pido la conversión de los que, como yo, son pecadores.
Cuaresma nos llama a poner nuestra fe y nuestra esperanza en el Señor (cf. 1 P
1,21), porque sólo con los ojos fijos en Cristo resucitado (cf. Hb 12,2) podemos
acoger la exhortación del Apóstol: «No nos cansemos de hacer el bien» (Ga 6,9).
Canto salmo 50

5
Mensaje Papa Francisco 2023
La Cuaresma es el tiempo favorable para volver a lo esencial
La Cuaresma ciertamente es el tiempo favorable para volver a lo esencial, para
despojarnos de lo que nos pesa, para reconciliarnos con Dios, para reavivar el fuego
del Espíritu Santo que habita escondido entre las cenizas de nuestra frágil humanidad.
Es el tiempo de gracia para llevar a cabo lo que el Señor nos ha pedido
Y, como Padre tierno y misericordioso, Él también vive la Cuaresma, porque
nos desea, nos espera, aguarda nuestro regreso. Y siempre nos anima a no
desesperar, incluso cuando caemos en el polvo de nuestra fragilidad y de
nuestro pecado, porque «Él conoce de qué estamos hechos, sabe muy bien que
no somos más que polvo» (Sal 103,14)”

“La Cuaresma es el tiempo favorable para reavivar nuestras relaciones con


Dios y con los demás; para abrirnos en el silencio a la oración y a salir del
baluarte de nuestro yo cerrado; para romper las cadenas del individualismo y
redescubrir, a través del encuentro y la escucha, quién es el que camina a
nuestro lado cada día, y volver a aprender a amarlo como hermano o
hermana”

“Fijemos nuestra mirada en el Crucificado y caminemos. Respondamos con


generosidad a las llamadas fuertes de la Cuaresma. Al final del trayecto
encontraremos con más alegría al Señor de la vida, al único que nos hará resurgir de
nuestras cenizas”

Que la Virgen María, en cuyo seno brotó el Salvador y que «conservaba todas
estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19) nos obtenga el don de la
paciencia y permanezca a nuestro lado con su presencia maternal, para que
este tiempo de conversión dé frutos de salvación eterna.
Canto La Fe de María

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