Está en la página 1de 3

La doctrina de la providencia

Luis Manuel Sánchez G.

“Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia irresistible”


William Shakespeare (1564-1616)
Dramaturgo británico

“—Encomendadlo a Dios, Sancho —dijo don Quijote—, que todo se hará bien, y quizá mejor
de lo que vos pensáis, que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios.
—Así es verdad —dijo Sansón—, que, si Dios quiere, no le faltarán a Sancho mil islas que
gobernar, cuanto más una”
El ingenioso don Quijote de la Mancha, Segunda parte, capítulo III

Para todas religiones, sean cristianas o paganas, la creencia en la providencia, en un sentido amplio, de un
ser sobrenatural que gobierna el universo y dirige el curso de los asuntos humanos con un propósito
definido y un diseño benefactor, siempre ha sido una creencia real y práctica. La oración, adivinación,
bendición y maldición a través de oráculos y ritos sacrificiales testifican la creencia de un poder regente, divino
o cuasi-divino en carácter, y dicho fenómeno es encontrado en cada raza y tribu, no importando qué tan
primitiva, desarrollada, lejana o cercana sea.

I. Etimología

La palabra providencia (lat. providere; gr. pronoia) significa "ver a distancia" y, por lo tanto, "prepararse para
o tomar precauciones acerca de algo". Los teólogos cristianos han utilizado el término para reflejar cómo Dios
lleva a cabo o efectúa su propósito a pesar de todos los obstáculos existentes en el mundo que ha creado
(Garrett,I, 339). Así, aplicado a Dios "es el acto en el cual por su sabiduría él ordena todos los eventos
dentro del universo al fin con el cual fue creado. Este fin es que todas las criaturas deban manifestar
la gloria de Dios, y en particular el hombre le glorifique, reconociendo en la naturaleza la obra de sus
manos, sirviéndole en obediencia y amor, con lo cual alcanza el completo desarrollo de su naturaleza
y la eterna felicidad en Dios" (New Advent, Catholic Encyclopedia, Providence).
Otro término que a veces se asocia con la providencia es la preservación, vocablo que ha sido
empleados por algunos teólogos cristianos para denotar el sustento o mantenimiento divino de toda la
creación (Garrett, 339).

II. Definiciones, alcance y relaciones


1. Algunos teólogos (Augustus Hopkins Strong, Edgar Y. Mullins, Walter Thomas Conner) han
tratado y definido la "providencia" y la "preservación" como dos temas y términos separados.
Para A. H. Strong, la providencia es la agencia continua de Dios por medio de la cual hace que
todos los acontecimientos del universo físico y moral cumplan el designio original para el que fueron creados.
La preservación es la agencia continua de Dios por medio de la cual mantiene la existencia de las cosas
creadas. Para W. T. Conner, la providencia es la acción de Dios por medio de la cual está llevando a cabo
un propósito en la vida del hombre. La preservación es una de las funciones específicas de Dios con relación
al mundo, pues el mundo no podría existir por sí solo; tampoco podría continuar existiendo por su propia
voluntad.
2. Otro grupo de teólogos ha definido y tratado la "providencia" sin poner énfasis significativamente
en la preservación divina del mundo natural. Por ejemplo, Georgia Elma Harkness (1891–1974) —quien
fue una teóloga y filósofa metodista estadounidense— dice: “La providencia de Dios significa la bondad de
Dios y su cuidado, que nos guía y sustenta. Creer en la providencia en el sentido más general da a entender
tanto la bondad como el poder de Dios en la creación, el ordenamiento y el mantenimiento de su mundo,
abarcando el mundo entero de la naturaleza física, de la vida biológica y de las personas humanas. Sin
embargo, la creencia en la providencia se centra sobre los destinos de los individuos humanos. En una
palabra, creer en la divina providencia es creer que Dios ve el camino ante nosotros y nos cuida a medida que
intentamos caminar por él”.
3. Y un tercer grupo ha definido la providencia de Dios de tal manera que la preservación del
universo por parte de Dios se entiende como un aspecto de la providencia. Juan Calvino declaró que
también es el Gobernador y Preservador eterno; no solamente al impulsar el marco celestial, así como sus
diversas partes por medio de un movimiento universal, sino también al sustentar, alimentar y cuidar todo lo
que ha hecho, hasta el pajarillo más pequeño (Inst.Christ.Rel.,1.16.1).
III. Utilidad
Desde una perspectiva inocente y romántica, la doctrina de la providencia funciona cuando pensamos en el
orden natural y el cuidado que Dios tiene de la creación. Pero a la luz de los acontecimientos trágicos del siglo
XX, tales como dos guerras mundiales, el Holocausto, las bombas nucleares, el problema del hambre y otros
problemas de orden mundial, han surgido dudas respecto de la divina providencia. Así que, algunos han
llegado a la desesperanza, al pesimismo y hasta el nihilismo (aquellos que rechazan los valores positivos y no
creen en nada. El nihilismo destruye cualquier posibilidad de una existencia ordenada y determinada, y que
es contrario a las necesidades y deseos reales del ser humano).
Antes de entrar al asunto de la utilidad de la providencia, quisiera plantear dos asuntos que siempre
han traído alguna discusión y desconcierto:
1. La providencia divina y la libertad del hombre. Algunos afirman que si la mano de Dios
se halla obrando continuamente en la vida de un hombre no se puede decir que sea libre de sus acciones.
Pero la voluntad de hombre es siempre tan sólo una pequeña parte de una situación general. Aunque él es
libre para actuar dentro de los propios límites de sus propias capacidades, su misma libertad, también hay
muchas influencias poderosas que lo rodean, que escapan de su control, y que son resultado de la
providencia divina.
2. La providencia divina y el pecado del hombre. Algunos quedan satisfechos con hablar
de la voluntad “permisiva” de Dios en relación con el pecado del hombre, a fin de evitar cualquier insinuación
de que Dios sea la causa de un acto maligno. Pero resulta claro que, por lo menos en algunos casos, existe
más que un mero permiso (cp. Hech 2:23; cp. Sal 76:10).

Trataremos de tener una triple aproximación al asunto de la Providencia de Dios: (1) la providencia
en cuanto sustento (Dios y la naturaleza); (2) la providencia y la soberanía (Dios y la historia), y; (3) la
providencia y la teodicea (Dios y el sufrimiento).

1. La providencia en cuanto sustento (Dios y la naturaleza)


1.1 Enseñanza bíblica
1.11 Antiguo Testamento. Neh 9:6; Sal 36:6: 68:8s; 104:24-30; 147:8s, 16s; Am 9:5-6.
1.12 Nuevo Testamento. Mt 5:45; 6:8, 25-34; Mt 10:29s; Hech 17:28; Ro 11:36; 1Tim 6:13; Col 1:17;
Heb 1:3b.
1.2 Significado
El sustento es una agencia positiva de Dios, no un mero abstenerse de la destrucción. Dios es
inmanente en la operación de los fenómenos naturales según la ley natural, pero nunca tan inmanente como
para excluir los milagros. La doctrina cristiana del sustento evita los extremos y asimismo los errores tanto del
deísmo como del panteísmo.

2. La providencia y la soberanía (Dios y la historia)


2.1 Enseñanza bíblica
2.11 Antiguo Testamento. El Señor es rey de Israel (Nm 23:21; Dt 33:5; 1Sam 12:12b). Dios ejerce
un reinado universal (103:19; Sal 47:2,7; 97:9), sobre los reyes de la tierra (47:9; 97:1,5) y sobre las naciones
(Sal 96:10; 99:1s).
2.12 Nuevo Testamento
2.121 La acción divina centrada en Jesucristo. Gál 4:4; Ef 1:10b.
2.122 La meta de la historia. Ro 11:36; Ap 1:17c; 1Cor 15:57;
2.123 El cuidado de Dios. 1Ped 5:7; Fil 4:6s,19; Ro 8:28s.

2.2 Significado
Dios ejerce su gobierno y autoridad, dirigiendo todo, aun el mal y el pecado, al final en la
consumación del reino de Dios. Dios no obra solamente en la historia sino también en dirección al
cumplimiento de la historia coma a la plena realización de su reinado y a la manifestación de su gloria. La
providencia significa la realización del propósito de Dios. De hecho, “para Dios son todas las cosas” (Ro
11:36). Es tanto la “Omega” como la “Alfa” (Ap 11:7). El hijo entregará el reino al padre (1Co 15:24-28) y, a
pesar del poder del mal tanto humano como sobrehumano (Ef 6:12) de Dios será la victoria (1Co 15:57).

3. La providencia y la teodicea (Dios y el sufrimiento)


3.1 Enseñanza bíblica
3.11 Antiguo Testamento
3.111 El sufrimiento como retribución del pecado. Gn 3:16-19. W.T. Conner sostiene: "no hay en
alguna parte de la Biblia enseñanza clara al efecto de que todo sufrimiento, muerte animal y todo mal natural,
sean la consecuencia del pecado del hombre" (cp. Ro 8:19-22; 2Ped 3:13).
3.112 El sufrimiento de los justos y la prosperidad de los impíos. Sal 10, 13, 37, 73 y 109.
3.113 El sufrimiento de los justos como un misterio. El libro de Job
3.114 El sufrimiento vicario del Siervo del Señor, Is 52:13-53:12
3.12 Nuevo Testamento
3,121 El sufrimiento de Jesús por la humanidad injusta. 2Cor 5:21; 1Ped 3:18a.
3.122 El sufrimiento de los discípulos de Cristo. Mt 5:10s; 2Cor 4:8-10; 1Ped 3:14a; 4:14; 5:8-10.
3.123 El sufrimiento por causa de la prueba/disciplina. 2Cor 12:7-9; Heb 12:1-3.

IV. La aproximación cristiana al sufrimiento


La Biblia atribuye diversas funciones al sufrimiento. Entre ellas están las siguientes:
1. El sufrimiento puede ser retributivo o punitivo, ya sea como consecuencia de los propios pecados
o indirectamente, como consecuencia de los pecados ajenos (Gn 3:3; Dt 30:15; 1Cor 5:10).
2. El sufrimiento puede ser disciplinario, lo que constituye un aspecto legítimo de la relación filial con
Dios (Prov 3:11s; Heb 12:5-11).
3. El sufrimiento puede ser probatorio, es decir una forma de prueba (Is 48:10; Job 2:3,6,9,10).
4. El sufrimiento puede ser revelatorio, es decir para que se manifieste la naturaleza y el propósito de
Dios por medio del sufrimiento (Jr, Os, la experiencia de Jesús).
5. El sufrimiento puede ser vicario o sustitutivo en el sentido de que la muerte de Jesús fue a favor y
en lugar de otros.
6. El sufrimiento puede ser testimonial, pues los cristianos que mueren o sufren grandemente por su
fe en Cristo y su obediencia a él, son por este medio testigos de Cristo.
7. El sufrimiento puede ser escatológico, es decir característico de los últimos tiempos (Mt 24:8).

También podría gustarte