EL MARTILLO

El Martillo

Año 1 Nº 4 mayo
1 26 de 2007
Es una publicación Masónica de análisis filosófico histórico y cultu-
El Martillo

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 El Martillo
Editorial
L
a ola de terror que está sumi-
do el país, a todos nos tiene
consternados, no existen ni
tirios ni troyanos, a quienes
de una o de otra forma, no esté lasti-
mando.
El poder que ostenta el crimen organi-
zado, no tiene límites, por que si algún
jefe policíaco o militar, no recibe los
sobornos o se opone a que estos sean
entregados, de inmediato la respuesta
no se hace esperar, es masacrado sin
misericordia.
Este poder aparentemente efímero, ¿a
quién beneficia?.
Sólo a los grandes distribuidores de la
droga. Esto, aparentemente sería una
respuesta, pero sabemos que no lo es,
por que atrás de estos grandes detenta-
dores de poder, se encuentran poderes
extranjeros que son los que producen y
comercializan los diferentes estupefa-
cientes.
Que en muchas ocasiones utilizan al
territorio nacional para plantar, produ-
cir y comercializar parte de esta droga,
ya que el resto sale al mundo a destruir
vidas, poderes
políticos y familias, sin importar cuan
modestas o poderosas sean.
Esto nos pone a meditar, en lo que res-
pecta a la esfera familiar en que nos
movemos, si por alguna buena razón
3
usted o sus hijos no han caído en ga-
rras de este terrible mal; lo primero
que tenemos que hacer, es hablar dire-
cta y seriamente con nuestro hijos,
informarles del terrible daño que les
hará en el caso de consumirla, de los
daños que origina y los ejemplos que
actualmente existe.
Pero lo más importante es inmiscuirlos
en los conocimientos, el estudio y el
servicio a la comunidad, a formar parte
de las soluciones y nos de los proble-
mas del mundo que los rodea.
Los grupos masónicos, tienen por nor-
ma de conducta, siempre buscar el bien
humano, los altos valores y sobre todo
las enormes puertas que conducen al
amor entre los semejantes, a cambio de
las múltiples atenciones y la suma de
esfuerzos por alcanzar un estadio de
bien común y de riqueza que beneficie
a la comunidad y no que la ofenda.
Sabemos que la lucha es larga y nues-
tras armas son modestas, pero certee-
ras , la primera de ellas, crear en el ser
humano un equilibrio mental, que le
permita tomar decisiones que le bene-
ficien y lo transformen en un ser supe-
rior.
Y la masonería usa la fuerza del
contrario, para aumentar la propia y
vencer, por el único camino, LA
VERDAD
 El Martillo
EL LENGUAJE
MASÓNICO DEL TRABAJO
En el mundo masónico, las palabras tienen significado
y connotaciones particulares
E
n estos momentos
nuestro país ha cam-
biado, por una parte
el poder por alcanzar
a medrar surge, por otra de
sobreponerse a los valores,
parece ser el más justo precio
que estamos pagando por una
supuesta democracia, que no
es bajo ninguna razón la pana-
cea para resolver los grandes
problemas que tenemos.
Así parece que la vida es un
juego en busca del poder. Y
los principios de dicho juego
son muy sencillos: Saber lo
que uno desea. Y después en-
cauzar lo mejor que se tenga y
luchar con pasión para obte-
nerlo. Las reglas son infinitas
y complejas, usualmente re-
quieren la participación de per-
4
Selección y notas FRANZ
sonas y situaciones ventajosas
para uno mismo y por lo que
su descripción toca, éstas se
van descubriendo hasta com-
pletar el juego.
Algunas personas utilizan el
juego del poder para buscar
fortuna, seguridad, fama o
algún otro fin. Ninguno de es-
tos objetivos constituye el ver-
dadero significado del poder;
sin embargo, el poder los pue-
de producir todos.
No importa quién seas; la úni-
ca verdad es que debes lograr
que tus propios intereses y si-
tos se constituyan en preocu-
pación de otros; aún cuando
tus ganancias inevitablemente
pudieran traducirse en las
pérdidas de unos; o tus fraca-
 El Martillo

sos, en la victoria de otros. jantes por eso es que pensamos

en algunos puntos que nos
No se puede aprender a adqui- serán siempre útiles.
rir el poder a base de reglas
fijas: La masonería busca ¡ACTUAR IMPECABLE-
mantener la igualdad de los MENTE! Llevar a cabo cada
seres humanos, teniendo como acto de nuestra vida cotidiana
justo medio de la balanza, el como si fuera lo más impor-
trabajo. tante. Ponga toda el alma, su
ser y su inteligencia
Ya que el poder al servicio de lo que
tiene que surgir desarrolla. No se
de lo más íntimo trata simplemente
de cada uno de de ganar o preocu-
nosotros, EL parse; consiste en
TRABAJO. Sin comprender que
embargo, con nuestras actividades
observar ciertas diarias son extraor-
reglas básicas se dinariamente im-
puede desarro- portantes para noso-
llar determinado tros. No importa
conocimiento qué tan insignifi-
del mismo. To- cante sea la tarea,
dos tenemos un es indispensable
marcado potencial de poder, convencernos que es de tras-
pero pocos de nosotros lo sa- cendental importancia.
bemos y, lo que es más serio
aún, desconocemos que lo po- Si vamos a intervenir en algu-
seemos. na reunión, debemos calcular
el momento propicio, prepara-
A continuación, y en la forma mos para lo que vamos a decir,
más sencilla, para que todos hablar en el momento indicado
podemos mantener un respeto y cuando tengamos la seguri-
invariable por nuestro seme- dad de que nuestra interven-
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 El Martillo

ción se escuchará con atención que revelan todo sobre si mis-

y causará impacto. De otra mas; quién no actúa en esa for-
manera es preferible mantener- ma está adquiriendo automáti-
se callado, ya que es mejor no camente un determinado po-
hablar que hacerlo en forma der.
negativa.
Por esta razón,
Nunca re- es sumamente
velar todo importante evi-
acerca de tar ese hábito
uno mis- erróneo de
mo. Re- hablar acerca de
servar al- uno mismo. La
go, de tal persona que tie-
manera ne poder prefie-
que los re escuchar, y
demás ten- en las contadas
gan la in- ocasiones que
seguridad habla de sí es
de si lo para cambiar
conocen o deliberadamente
no. el curso de la
conversación.
Para aque-
lla persona Por su cautela,
que busca los jugadores
el poder, no hay lugar para el inteligentes siempre pueden
mutismo pero sí para la reser- presentir cuando alguien les va
va, la prudencia y ofrecer la a solicitar hacer algo que no es
sensación de que se está capa- de su gusto; inteligentemente y
citado para realizar algo sor- casi sin esfuerzo, cambian el
prendente... inesperado. La tema a lo que les conviene.
mayoría de las personas son
tan "abiertas", por así decirlo, Mientras que nuestros seme-
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 El Martillo

jantes, adversarios en el juego mos así! El tiempo nos domi-

del poder, desconozcan la ver- na, convirtiéndonos en sus es-
dadera realidad acerca de uno, clavos. Luchamos contra ese
seremos factor como si
más res- se tratara de
petados. nuestro peor
En el enemigo e in-
momen- tentamos obte-
to que ner dos horas
sepa- de provecho
m o s en un lapso de
cómo es cuarenta y
nuestro cinco minutos,
adver- si somos am-
sario, biciosos; o
adquiri- hacer efecti-
mos una vos cuarenta y
clara cinco minutos
posi- de logros en
ción de un término de
ventaja dos horas, si
que nos somos perezo-
permi- sos. La gente
tirá lo- poderosa dedi-
g r a r ca exacta y
nuestros propósitos. exclusivamente el tiempo justo
a la tarea emprendida según
Aprender a usar el tiempo co-
mo un amigo y no como un sus cálculos.
enemigo. No desperdiciarlo Esta clase de gente, la organi-
en cosas sin importancia.
zada, no intenta contestar dos
¡Utilizar el tiempo en nuestro
favor! Claro... pero qué rara teléfonos a la vez, o precipitar
es la ocasión en que lo emplea- una junta de Consejo y darla
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 El Martillo
por terminada, antes de llegar
a conclusiones definitivas, por
el simple hecho de que el fac-
tor “tiempo" se ha terminado,
ni interrumpen una conversa-
ción para iniciar otra.
Este tipo de personas están
dispuestas a llegar tarde a una
cita, dejar llamadas telefónicas
o posponer faenas del día de
hoy para el siguiente, si las
circunstancias asi lo requieren.
Dicho en pocas palabras: Los
problemas no los controlan a
ellos; ellos son los que contro-
lan los problemas.
Aprender a reconocer y acep-
tar sus errores, evitando ser
perfeccionista en todo.
¡Cuán cierto! Aproximada-
mente el cincuenta por ciento
de las personas se convierten
en impotentes para resolver
muchos problemas de la vida
por su obsesión de ser perfec-
tos, como sí el simple hecho
de cometer un error pudiera
destruirlos. Personas
de ,carácter, de fuerte persona-
lidad, aceptan la necesidad de
tomar riesgos y con ello, de
cometer errores. No pierden el
tiempo tratando de justificar
sus yerros y en cambio procu-
ran transformarlos en situacio-
8
nes acertadas. Nada en esta
vida lo hace a uno parecer más
torpe e impotente que la inca-
pacidad de reconocer un error.
Mantenerse ecuánime, sereno
y a la expectativa, deslizarse
suavemente sin causar moles-
tias.
La mitad del arte del poder
estriba en arreglar las cosas
para que éstas sucedan en la
forma como las deseamos pre-
cisamente. Demostración de
lo anterior puede ser este
ejemplo: El buen cazador se
mantiene en su sitio y obliga
con su paciencia a venir hacia
él a su presa, en lugar de agi-
tarse, incomodarse y cansarse
persiguiéndola desesperada-
mente.
En tanto nuestro mundo se me-
caniza y se complica más y
más, necesitamos la simplici-
dad del poder para guiarnos y
protegemos. En resumen, es el
único don que nos permite
mantenernos humanos en un
mundo completamente in-
humano, ya que la búsqueda
del poder se convierte en la
propia subsistencia de nosotros
mismos.
Está usted de acuerdo?
 El Martillo

Función de la Masonería en
la vida
El Arte Real ha sido siempre una información que se pasa
de boca a oído,
Por Rubén Ríos Téllez

tros pensamientos, y por ende

En la actividad cotidiana, escu-
chamos diferentes comentarios
sobre esta institución que por
largos siglos ha cuilargos siglos
ha cuidado ingreso y ha manteni-
do su discreción con decoro y
respeto.
Poseedora de una antigua y res-
petable tradición en la que ha
formado a personajes que han
servido a sus países y a sus pue-
blos, hoy sigue la misma línea de
discreción y cuidado en sus ense-
ñanzas.
Poder estudiarla, sería un proceso
largo y cuidado, pero al final de
cuentas, podemos resumirlo en
una metáfora: la Francmasonería
es una brújula. ¿Qué quiero decir
con esto? En pocas palabras, que
la Masonería es un entorno social
que nos ayuda a encaminar nues-
9 En la naturaleza no encontramos
nuestras acciones, por la senda
correcta. Actuando por el mejora-
miento individual, contribuimos
al mejoramiento de la familia, y
por último - así lo esperamos - al
progreso de la sociedad entera.
En estudios y análisis que se han
realizado en México, se les pre-
guntó a varios hermanos qué en-
cuentran en la Masonería, y lo
que le da mayor significado, y la
respuesta de un 82% es que la
Masonería le permite ver diferen-
te y más ampliamente la vida y
piensan que la Masonería propor-
ciona un ambiente favorable para
el desarrollo ético personal y pro-
fesional del individuo.
Con respecto a la moral, vale la
pena recordar, es un concepto
anclado en la sociedad humana.
 El Martillo
moral sino instintos. Es el hombre
quien, al llegar a cierta etapa de
su desarrollo, descubre la existen-
cia de principios de moral, de haz
o no hagas, como prescribe el
Decálogo. Los principios que jus-
tifican actuar o no actuar de cierta
manera.
Los Masones queremos mejorar
la humanidad, pero a menos que
uno sea un investigador que des-
cubre el modo de transformar el
agua en petróleo, o la cura del
cáncer, es difícil pensar de qué
manera uno individualmente
puede mejorar la humanidad.
Pero hay algo que sí está a nues-
tro alcance, al alcance de todos y
cada uno, y es mejorarse a sí mis-
mo.
Cada ser humano es comparable
a una piedra, lo que llamamos la
piedra bruta, y cada uno debe
considerarse la piedra angular
del edificio, o esa piedra desecha-
da por los constructores debido a
su forma irregular, pero que fi-
nalmente resultó ser la piedra
clave del arco.
Este es el mensaje de la Masoner-
ía, un mensaje optimista. Auxi-
liándonos con la brújula masóni-
ca podemos hacer examen de
10
conciencia, corregir nuestras im-
perfecciones, controlar nuestros
pensamientos y dirigir nuestros
actos guiados por la razón.
Nadie es perfecto. Cada uno tiene
sus asperezas, las que debe pulir
en su carácter. Pero tenemos la
capacidad de hacerlo, con mazo y
cincel, es decir, con firme deter-
minación – el mazo, y correcta
aplicación – el cincel.
Las nuevas teorías científicas del
caos dan el ejemplo de que el
vuelo de una mariposa en la selva
amazónica puede producir un
huracán en Borneo. Así sucede
con nuestros actos. Una palabra
amable, un elogio sincero, pue-
den transformar una persona, así
como una crítica mal intenciona-
da puede destruir toda una vida.
Los cabalistas medievales enseña-
ban que el mundo está en equili-
brio inestable entre el bien y el
mal. Así como una maldad puede
dar el impulso definitivo para
que el mundo entero caiga al
abismo, un buen acto puede im-
pulsarlo al lado del bien.
Esa es nuestra responsabilidad
personal. Por eso se le enseña al
Aprendiz que tome las herra-
mientas en su mano. El es respon-
sable de su progreso, de su desa-
rrollo intelectual y moral, de estu-
diar y absorber las enseñanzas de
 El Martillo

nuestra venerable Institución. del paso del tiempo. Recuerda las

imágenes que vieron sus ojos en
Vivimos en un momento que no
la Cámara de Reflexión. Piensa en
tiene dimensiones, como el filo de
la regla de 24 pulgadas. Sabe que
la navaja. En cada instante, lo que
el tiempo debe aprovecharlo, por-
pasa ya no existe y se convierte
que es el único capital no renova-
en el pasado. El pasado es inmu-
ble de la vida. Sabe que si quiere
table, pero el futuro sí lo pode-
saludar a un amigo que no veía
mos cambiar. Eso depende de
hace tiempo, visitar un enfermo,
cada uno, ni las estrellas ni un
ayudar a alguien en un problema,
destino implacable decidirá si
hay que hacerlo ahora mismo, sin
escribo la palabra siguiente o no.
esperar el momento propicio, que
Lo decido yo. Así decide cada
tarda en llegar, y puede llegar
uno su destino.
demasiado tarde.
Esa es otra gran enseñanza de
Tenemos una misión que cum-
nuestra Institución: la responsabi-
plir, la que nos marca nuestra
lidad personal. El libre albedrío
obligación, y tenemos la capaci-
es un lado de la moneda, el rever-
dad y las fuerzas para cumplirla.
so es la responsabilidad.
Un gran líder negro hizo famosa
Nadie nos obliga a pronunciar un
una frase: ¡Tengo una visión! El
insulto, y nadie nos puede impe-
se refería a la igualdad entre ne-
dir decir una palabra amable.
gros y blancos. Nosotros también
Abrir los brazos para abrazar o
tenemos una visión, la visión de
alzarlos para amenazar. Está en
un mundo mejor, donde impere
nuestro poder ver los cuadros
la tolerancia en vez del fanatis-
blancos de la vida, o sólo fijarnos
mo, la comprensión en vez del
en los negros. Recordando el pa-
odio, el trabajo fructífero en vez
vimento ajedrezado podemos
de la caridad.
contemplar la realidad sin ante-
ojeras, con optimismo, superando Si cada Masón cumple su cometi-
el negro para alcanzar el blanco. do, si sabe manejar mazo y cincel
sabiamente, sus actos, como el
Finalmente, la Masonería nos
vuelo de aquella mariposa,
enseña otra importante lección,
podrán transformarse en viento
cual es la fugacidad de la vida.
de amor y de progreso acarician-
Cada uno sabe que su paso por la
do como benéfico céfiro el co-
tierra es limitado, pero no quere-
razón de cuantos le rodean.
mos recordarlo. Es muy natural.
El Masón está siempre conciente
11
 El Martillo
Una mirada a la
Ciudad con Borges.
J
orge Luís Borges, siem-
pre ha sido un disfrute pa-
ra quienes hemos tenido la opor-
tunidad de leer y pasear por los
diferentes escenarios en los que
nos lleva de la mano, imágenes
en donde imprime en cada línea
la satisfacción de poseer el secre-
to de la cultura, por eso es que
nos deja siempre con la necesidad
de continuar buscando ese disfru-
te literario.
Leer, hablar, estudiar o sumergir-
se en el mundo de Jorge Luís
Borges, siempre es una aventura
insospechada, que conduce a
mundos imaginarios o reales y
12
Por : leopoldo celaya tapia
ciones, cuando nos atrapa en sus
historias o relatos, para hacernos
uno de sus personajes.
El escritor Borges publicó su pri-
mer libro en 1923. Y, escribió en
el prólogo: “Para mí, Fervor de
Buenos Aires prefigura todo lo
que haría después”. En ese “todo”
caben, por supuesto, las formas
diversas y arbitrarias en que
habló de la ciudad desde entonces
hasta sus últimos escritos.
Para el escritor, existieron varios
Buenos Aires: el que sólo ima-
ginó a través de relatos escucha-
dos en su adolescencia y que sol-
ía recordar, el que le gustaba, el
que aborrecía, el que pasaba por
alto, el que no llegó a ver, el que
desfiguró, el que inventó, el que
eligió. Hay en su escritura evi-
 El Martillo

dencias suficientes e inequívocas Los rasgos de sus personajes,

de esas distintas versiones de la destacan y adquieren personali-
ciudad que confirman una premi- dad como en el caso de Evaristo
sa general: al igual que los perso- Carriego figura una nota a pie de
najes de sus página (t. I, p. 134) en
historias la que, después de
(muchas veces mencionar los parajes
existentes, de Buenos Aires que
aunque transfi- le gustan y los que
gurados), tam- aborrece, se refiere a
bién los esce- “los reticentes cajon-
narios reales o citos de Virasoro que,
ficticios de la para no dilatar el ínti-
metrópoli y mo mal gusto, se es-
del suburbio conden en la pelada
son un mero abstención”.
pretexto para
desplegar tex- Aquí, aparte de las
tos literarios severas calificaciones,
ya sea en la hay un error de juicio,
poesía, en el ya que las obras del
cuento o en el arquitecto Virasoro,
ensayo. ajenas al diseño racio-
nalista, son franca-
Sacados de la mente art-déco y ex-
vasta literatura ponen una ornamenta-
argentina, al- ción geométrica, en
gunos de los todo caso, algo barro-
cuentos más ca.
conocidos en que se alude a Bue-
nos Aires fueron publicados entre Doce años después, en la sustitu-
los años 1941 y 1956, es decir, ción de edificios utilizada para
durante un lapso en el que Borges describir el “Hotel du Nord”, en
no había perdido enteramente la el cuento “La muerte y la brúju-
visión y podía, además de recor- la” (t. I, p. 499), reitera esa acti-
dar, tener una percepción directa tud despectiva hacia la arquitec-
de los aspectos a describir. tura moderna.
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 El Martillo

LOS ESTATUTOS
DE RATISBONA
(1498)
Estatutos de la Asociación de Talladores
de Piedra y Albañiles
Selección y Notas de luís arturo lópez tello

ron posible su consolidación en las

Catedrales y en los grandes construc-

L
os Estatutos de Talladores
de piedra y albañiles, es un
documento que preserva
los lineamientos y princi-
pios que dan origen, a los que hoy
conforman a nuestra Institución; si
bien es cierto, que estos Estatutos,
únicamente preservan el buen com-
portamiento de los obreros de la
construcción, en sus tres niveles,
Maestro, Compañero y Aprendiz.
También es cierto que el orden en
que se establece el mando es un pun-
to de calidad, que hay que estudiar y
ver las razones por las que en la
Edad Media, en el momento en que
mayores problemas existían, se hizo
prevalecer el criterio, la calidad
humana, el sentido de unidad y de
ayuda, así como sus fuentes genera-
doras de calidad, para obtener los
resultados que hicieron posible una
corporación que le dio amplio poder,
de organización y de fraternidad.
Para obtener los resultados que hicie-
14
ciones que hoy son ejemplo de belle-
za y magnificencia, es que se fueron
transformando de operarios manua-
les en operadores intelectuales, hasta
consolidar grupos que transformaron
el mundo que habitaban.
En el nombre de Dios Padre, del
Hijo, del Espíritu Santo y Santa Mar-
ía, madre de Dios, de sus bienaventu-
rados santos servidores, los cuatro
santos coronados de eterna memoria,
consideramos que para conservar la
amistad, unión y obediencia, funda-
mento de todo bien, de toda utilidad
y provecho para todos, príncipes,
condes, señores, localidades y con-
ventos, en el presente y en el futuro,
Iglesias, edificios de piedra o cons-
trucciones, debemos constituir una
comunidad fraternal; esto por el bien
y para utilidad de todos los Maestros
y Compañeros del oficio, talladores
de piedra y albañiles en tierra alema-
 El Martillo
na, especialmente para evitar toda
discusión, fracaso, inquietud, gastos
y perjuicios provenientes de desorde-
nes y transgresiones de la buena re-
gla.
Nosotros nos comprometemos a
cumplir todos los reglamentos pacífi-
camente y en amistad. Para que
nuestra cristiana empresa sea valede-
ra en toda ocasión, nosotros, Maes-
tros y Compañeros del citado oficio,
originarios de Spira, Estrasburgo y
Ratisbona, en nuestro nombre y en el
de todos los Maestros y Compañeros
del oficio antes mencionados, hemos
renovado y esclarecido las viejas
tradiciones y nos hemos constituido
en una asociación regida por un espí-
ritu fraternal y nos hemos compro-
metido a observar fielmente los re-
glamentos a continuación definidos,
por nosotros mismos y por nuestros
sucesores.
1. Quien quiera entrar en nuestra
fraternal organización debe prometer
observar todos los puntos que se
mencionan en este libro.
2. Si un trabajador hubiera comenza-
do un trabajo y sucediera que murie-
ra sin terminarlo, es necesario que
cualquier Maestro capacitado para
ello continúe la Obra para llevarla a
buen término.
3. Si se presenta un compañero com-
petente en el oficio que desea progre-
sar después de haber servido en este
ramo, se le puede aceptar.
4. Si un Maestro muere sin haber
15
terminado la Obra emprendida lo
sustituirá otro Maestro, éste la con-
ducirá a su término sin abandonarla a
un tercero, y esto con el fin de que
quienes hubieran encargado el traba-
jo en cuestión no se encuentren con
gastos excesivos que perjudicarían la
memoria del difunto.
5. Si se forma un nuevo taller donde
antes no lo había, o si un Maestro
muere y es reemplazado por otro que
no forma parte de esta corporación,
el Maestro que detente los documen-
tos y los estatutos de la corporación
en vigor en esa región, convocará a
un Maestro elegido por esta corpora-
ción y le hará jurar y prometer que
mantendrá todo en regla, según la
costumbre de los trabajadores de la
piedra y albañiles; cualquiera que se
opusiera a esta ley no recibirá ningu-
na ayuda ni de Compañero ni de Ma-
estro y ningún Compañero de esta
corporación entrará en su taller.
6. Quien esté al servicio de un señor,
sea Maestro o Compañero, no debe
ser aceptado en la corporación si no
es con el consentimiento de su señor.
7. Si un taller ha sido puesto en fun-
cionamiento por ejemplo en Estras-
burgo, Colonia, Viena y Passau, u
otros lugares similares, nadie prove-
niente del exterior se podrá benefi-
ciar de él.
8. El Maestro que tome la dirección
de una empresa en curso debe respe-
tar el salario acordado hasta enton-
ces.
 El Martillo
9. El salario convenido debe ser sa-
tisfecho a los compañeros desde el
primer momento.
10. El Maestro debe en cualquier
circunstancia comportarse correcta-
mente con los Compañeros, según el
derecho y la costumbre de los talla-
dores de piedra y albañiles, en con-
formidad con las costumbres de la
región.
11. Si un Maestro ha emprendido un
trabajo al que otros Maestros han
acudido, éstos no deben de ninguna
manera tomar su lugar hasta que el
primero desista de su empresa. Natu-
ralmente, estos últimos deben ser
competentes.
14. El, o los Maestros, que empren-
dan trabajos semejantes no deben
alquilar los servicios más que de
aquellos que sean competentes en la
materia.
15. Si un Maestro emprende un tra-
bajo para el que no es competente,
ningún Compañero debe ayudarle.
16. Dos Maestros no deben empren-
der el mismo trabajo, a menos que no
pueda terminarse en el curso de ese
mismo año.
17. Cada Maestro que resida en su
taller no debe tener más de dos ayu-
dantes. Y si tiene uno o varios talle-
res exteriores, no puede tener para
cada uno más de dos ayudantes con
el fin de que no tenga más de cinco
ayudantes en el conjunto de sus talle-
res. Pero si pierde un taller, debe
emplear a los ayudantes en su otro
16
taller hasta que termine el periodo
contratado de sus ayudantes y no
debe contratar otros hasta que el tra-
bajo se haya acabado.
18. Si un ayudante falla a un Maes-
tro, el Maestro puede contratar a otro
por un trimestre hasta que termine el
periodo de trabajo del otro.
19. Cuando un ayudante sirve a un
Maestro conforme los estatutos de la
corporación y si el Maestro le ha
prometido confiarle determinados
trabajos y el ayudante desea perma-
necer con él, podrá entenderse con el
Maestro para servirle más tiempo.
20. Todo maestro de obras que dirija
un taller se someterá al poder jurídi-
co de esta corporación para solucio-
nar toda diferencia que pueda sobre-
venir entre los constructores, siendo
sus decisiones obedecidas por todos
los Maestros, Compañeros y ayudan-
tes.
21. En el caso de una demanda plan-
teada a un Maestro, no pronunciará
el sólo una sentencia, se reunirá con
los dos Maestros más próximos y
con los Compañeros que pertenezcan
al taller. Juntos esclarecerán la cues-
tión que a continuación deberá ser
informada a toda la corporación.
22. Todo maestro que tiene la res-
ponsabilidad de los estatutos de la
corporación debe hacerlo leer a sus
Compañeros una vez al año, y si en
el curso del año viene un Maestro o
un Compañero que desea conocer los
estatutos en todo o en parte, debe
permitírselo para que no haya ningún
 El Martillo
equívoco.
23. Si ocurriera que dos Maestros
pertenecientes a esta corporación
tuvieran diferencias sobre cuestiones
ajenas a la profesión, no deben diri-
girse a otro lugar que no sea la cor-
poración, la cual juzgará de la mejor
manera.
24. Ningún maestro de obras o Ma-
estro debe vivir abiertamente en con-
cubinato. Si no se abstiene de ello,
ningún Compañero ni tallador de
piedra se quedará en su taller ni
tendrá nada en común con él.
25. A fin de que el espíritu de frater-
nidad se mantenga íntegro bajo los
auspicios divinos, todo Maestro que
tiene la dirección de un taller debe,
desde que es recibido en la corpora-
ción, donar un "gulden".
26. Todos los Maestros y maestros
de obra deben tener, cada uno, un
tronco en el que cada Compañero
ingresará un pfennig por semana.
Cada Maestro debe recoger este di-
nero y cualquier otro depositado en
el tronco y remitirlo cada año a la
corporación.
Compañero, debe ayudarle y asistir-
le, conforme los compromisos de la
corporación.
27. Limosnas y multas deben ser
ingresadas en los troncos de la comu-
nidad, a fin de que el servicio divino
sea mejor celebrado.
28. Si un maestro de obras no se so-
mete a los reglamentos y quiere sin
17
embargo ejercer su oficio, ningún
Compañero debe ir a su taller y los
otros Maestros deben ignorarlo.
29. Si un Maestro no pertenece to-
davía a la corporación, pero no se
declara hostil a la misma y contrata a
un Compañero, este no será sancio-
nado por este hecho.
30. Si un Compañero se dirige a un
Maestro de vida honesta pidiéndole
ser contratado, podrá hacerlo siem-
pre que continué cumpliendo sus
obligaciones hacia la corporación.
31. Si una disputa surge entre dos
Maestros o entre Compañeros, o
entre éstos y Maestros, estas disputas
deben ser informadas a los Maestros
que detentan los libros de la Corpo-
ración. Estos especifican los días en
que las partes deben ser escuchadas y
obras Jobst Dotzinger, que ha cons-
truido nuestra catedral y numerosos
establecimientos religiosos en Es-
trasburgo, sea considerado, así como
sus sucesores, como presidente y
juez, y esto es igualmente válido
para Spira y Estrasburgo.
32. No se debe aceptar en la corpora-
ción a ningún Maestro o maestro de
obras que no haya comunicado du-
rante el año o que no practique, o
que malgaste sus haberes en el juego.
Si por ventura alguien así hubiera
sido aceptado, ningún Maestro,
ningún Compañero, debe tener con-
tacto con él hasta que cambie de vida
y acepte un castigo de la comunidad.
 El Martillo
33. El Maestro que tiene la responsa-
bilidad de los libros debe prometer a
la corporación guardarlos con celo y
no dejar copiarlos a nadie ni prestar-
los a cualquiera, a fin de que se con-
serven intactos. Pero si alguien de la
corporación necesita copiar uno o
dos artículos, puede prestarle los
libros o autorizarle la copia.
34. Si un Maestro o un Compañero
copia el trabajo de un Maestro a es-
paldas del autor de esa obra, será
expulsado de la corporación; ningún
Maestro ni Compañero debe tener
contacto con él y ningún Compañero
debe asociarse a sus trabajos mien-
tras no se excuse honorablemente.
35. Igualmente, un Maestro que haya
emprendido un trabajo y diseñado un
plan no debe modificarlo, sino que
debe realizarlo siguiendo la costum-
bre del país.
36. Si un Maestro o un Compañero
realiza desembolsos por la comuni-
dad, debe justificarlos y la comuni-
dad se los debe rembolsar. Si alguien
tiene problemas con la justicia o por
otras circunstancias que conciernan a
la corporación, esta debe ayudarle y
protegerle.
37. Si un Maestro o un Compañero
tiene dificultades con la justicia u
otros, cada uno, sea Maestro o Comp
- los talleres donde no exista libro de
38. Si un Maestro una vez terminada
la construcción, no ha recibido todo
lo que se le debe, no tiene autoriza-
ción para exigir intereses. Por el con-
trario, un Maestro que haya adelanta-
do dinero a una persona o ciudad
para llevar adelante una construcción
debe cobrar intereses.
39. Si un Maestro debe poner unos
18
cimientos, y no puede terminarlos a
falta de mano de obra cualificada,
puede dirigirse a los albañiles de
toda latitud, para que las personas o
las ciudades que hayan encargado la
obras no queden desatendidas.
40. Todos los Maestros y Compañe-
ros que se han comprometido por
juramento a observar los reglamentos
de la corporación deben ser fieles a
sus compromisos. Si un Maestro o
un Compañero infringe uno de los
artículos del reglamento, debe ser
castigado en consecuencia y obliga-
do a cumplir el artículo en cuestión.
41. En Ratisbona, en el año 1459,
cuatro semanas después de pascuas,
se ha decidido que el Maestro de
obras Jobst Dotzinger, que ha cons-
truido nuestra catedral y numerosos
establecimientos religiosos en Es-
trasburgo, sea considerado, así como
sus sucesores, como presidente y
juez, y esto es igualmente válido
para Spira y Estrasburgo.
42. Todos los Maestros que posean
un tronco en los talleres donde no
exista tronco de la corporación serán
responsables del dinero frente a los
Maestros que detenten los libros de
la corporación y, allí donde se ubi-
quen los libros se celebrará un servi-
cio divino. Si se produce el deceso
de un maestro o de un Compañero en
la corporación, se comunicará al
Maestro que guarde los libros de la
corporación, y una vez notificado se
celebrará una misa por el reposo del
alma del difunto. Todos los Maestros
y Compañeros deben estar presentes
y dar un óbolo.
43. Los troncos de los talleres en los
 El Martillo
que no haya libro de la corporación
se ingresarán en el taller más próxi-
mo que posea libro de la corpora-
ción.
44. Ningún Maestro ni Compañero
que no pertenezca a la corporación
debe recibir el menor tipo de ense-
ñanza.
45. No se tiene derecho a recibir
dinero como retribución por la ense-
ñanza dispensada, pero nada impide
enseñar gratuitamente a todos aque-
llos que deseen instruirse.
46. Si un hombre piadoso desea par-
ticipar en el servicio divino, se le
debe aceptar. Pero, a parte del servi-
cio divino, no debe participar en el
trabajo de la corporación.
47. En el año 1459, cuatro semanas
después de pascuas, los Maestros y
los obreros de esta corporación que
se han reunido en Ratisbona han
jurado fidelidad sobre el libro. Jobst
Dotzinger, el maestro de obra de
Estrasburgo.
Anexos Reglamentos concernientes a
los Aprendices y Compañeros
1. Si uno o varios Compañeros vuel-
ven, después de viajar por Alemania,
a sus talleres, el Maestro debe asegu-
rarles el mismo salario que tenían
antes de irse. Y si no hubieran pres-
tado el juramento anteriormente, el
Maestro les hará cumplir esta forma-
lidad. Si rehusaran, nadie les contra-
tará.
2. El Maestro no debe contratar a
ningún Compañero que lleve una
existencia disoluta, que viva con una
concubina, o que no se confiese y
comulgue al menos una vez al año, o
19
que malgaste su jornal en el juego.
3. Si un Compañero se presenta en
una obra y pide ser contratado, no
debe ser aceptado, a menos que de-
muestre que ha realizado su aprendi-
zaje con un Maestro albañil.
4. El postulante no debe dirigirse a
otra persona bajo pena de castigo.
5. Todo Compañero itinerante que es
contratado en una obra debe obe-
diencia al Maestro o a su ayudante,
según las reglas y las costumbres de
la corporación.
6. Ningún Compañero itinerante em-
pleado debe hablar mal de su contra-
tista ni atentar contra su honor. Pero
si el contratista incumple las reglas
de la corporación, cualquiera puede
denunciarle.
7. Cuando un itinerante abandone la
obra no debe dejar deudas, ni ser
objeto de denuncias.
8. Si un contratista quiere despedir a
un itinerante, debe entregarle su sala-
rio solamente en sábado o en una
tarde de pago, con el fin de que esté
en condiciones de viajar al día si-
guiente, a menos que tenga alguna
razón para actuar de otra manera.
9. Un vigilante debe servir a su ma-
estro con fidelidad, según la ley y la
costumbre, no deje perjudicarle
jamás ni con actos ni con palabras, ni
personalmente, ni a través de terce-
ros.
10. Todo Compañero itinerante debe
prometer a los miembros de la corpo-
ración respetar todas las reglas cor-
porativas y si se niega o comete una
infracción no debe ser contratado por
ningún contratista al que se presente.
 El Martillo
11. Si un Maestro o un Compañero
de la corporación cae enfermo y no
puede cubrir sus necesidades, la cor-
poración le debe ayuda y sustento, y
si se encuentra en necesidad, debe
prestarle el dinero necesario para los
cuidados, que a su vez devolverá tan
pronto como pueda. Si muere, se
debe coger lo que haya dejado (ropas
u otras cosas) para cubrir los gastos.
12. Si un Compañero se presenta
ante un maestro que no tiene libro de
la corporación y le solicita un em-
pleo, el Maestro puede emplearlo
inscribiéndole en la corporación y
dándole el salario reglamentario. Si
el Maestro no tiene dinero, debe re-
comendarlo a alguno de sus colegas
que posea los libros corporativos así
como los troncos. Se leerán los re-
glamentos al Compañero que jurará
cumplirlos.
13. Si un Compañero a trabajado
para un Albañil y no para un maestro
de obra y desea entrar en la corpora-
ción, debe trabajar durante dos años
sin salario para un maestro de obra.
Si no acepta no será admitido en la
corporación. Sin embargo, cada Ma-
estro que detente un libro corporati-
vo, debe actuar según las circunstan-
cias.
Reglamentos concernientes a los
aprendices.
1. Ningún Maestro ni maestro de
obras debe contratar a un aprendiz
que no esté casado. Se le podrá pre-
guntar, por otro lado, si su padre y su
madre están casados.
2. Ningún Maestro ni maestro de
obra puede contratar a un aprendiz
por menos de seis años.
3. No puede hacerle capataz antes
del término de este tiempo.
20
4. Y no puede hacerle capataz hasta
que no haya ejercido como Compa-
ñero al menos durante un año.
5. El Maestro o el maestro de obras
debe hacer prometer al aprendiz que
cumplirá los estatutos y reglas de la
corporación.
6. Si un aprendiz abandona a su con-
tratista sin una causa legítima antes
del término de su contrato, ningún
otro contratista debe contratarlo.
Ningún compañero debe hacer amis-
tad con él, a no ser que regrese a su
contratista, después de lo cual aca-
bará su tiempo de aprendizaje satis-
factoriamente, por lo que recibirá un
certificado. Ningún aprendiz debe
exigir indemnización a su contratista,
salvo por causa de matrimonio con el
consentimiento de su contratista, o
por cualquier motivo legítimo con-
traido por él o su contratista.
7. Si un aprendiz piensa que su Ma-
estro le causa algún perjuicio, puede
plantear la cuestión ante los maestros
de obra y Maestros de la región.
8. Si un aprendiz se comporta de
modo incorrecto desde el punto de
vista sentimental y fuera del matri-
monio, debe perder el beneficio de
sus años de aprendizaje, examinando
sin embargo su caso con compren-
sión.
9. Si un Maestro, Compañero o
aprendiz incumple el reglamento,
debe someterse dócilmente a la san-
ción. Si se resiste debe ser excluido
de la corporación hasta que cumpla
la sanción. Será evitado y desprecia-
do por todos. Soli Deo Gloria
Traducción: Julio Pauls
 El Martillo
EL TESTAMENTO
MASÓNICO
Una lección que reafirma el amor a la vida.
S
eguramente mucho se es-
pecula en torno a los méto-
dos que la Masonería em-
plea para trasmitir sus en-
señanzas, y uno de los que mayor
temor originan, es sin duda que en la
masonería se tiene que morir, y eso
verdaderamente espanta a los espíri-
tus timoratos y mediocres, por que
en nuestra institución, se muere a los
vicios y a las bajas pasiones que
hacen de los seres humanos presa
fácil del fanatismo y de las corrientes
que han convertido a la creencia y a
la fe en objeto de comercio.
Tomando en cuenta eso, es que se
denomina "testamento masónico" a
la formula usada en las iniciaciones,
con objeto de que el "profano" que
muere (simbólicamente) en la cere-
monia de iniciación expresa sus mas
íntimos sentimientos.
Este documento le es entregado por
el "hermano terrible" en el "Cuarto
de reflexiones", quien le informa que
debe responder a las preguntas según
sus sentimientos.
21
Por selene sam soto
La forma usada antiguamente en las
logias, era la de un papel cortado en
forma de triangulo equilátero, en
cuyos lados se formulaban las tres
preguntas de orden. En el vértice
superior aparecía inscrito: "formulad
vuestro testamento", para que en su
parte central escribiera sus ultimas
voluntades.
Una vez terminada la "Ceremonia de
Iniciación", el "Hermano Terrible",
llevando el testamento
levantado en la punta de su espada,
se acerca al Oriente, donde tomando
fuego de la "Luz Eterna" lo incinera,
explicándole que sus mas íntimos
pensamientos han sido purificados
por el fuego (espiritual), y sus inten-
ciones han subido hacia el cenit, co-
mo una oración u ofrenda.
Se refiere a Saturno-Cronos, quien
rige esta fase y quema todo lo co-
rruptible para que, sobre las cenizas,
se fije el "Espíritu Volátil".
 El Martillo
NOVENTA TIPS
Para mejorar de inmediato
su imagen ejecutiva
1. La imagen ejecutiva comienza
con una buena silueta. Esto
quiere decir usar prendas ade-
cuadas al tipo de cuerpo.
2. Estar en buena forma corporal
comunica energía, eficiencia y
alta autoestima.
3. Posea y conserve un buen corte
de cabello. Verifique su peinado
antes de cualquier aparición
pública.
4. Use traje oscuro para comunicar
autoridad. Los colores más re-
comendables son el azul marino
y el gris oscuro.
5. Use traje claro o combinaciones
ligeramente informales para co-
municar accesibilidad.
6. Las texturas delgadas y suaves
comunican autoridad y poder.
Lanas muy ligeras con tejidos
120's ó 150's. Lana combinada
con seda.
7. Las texturas gruesas comunican
accesibilidad y calidez. Son
recomendables las lanas gruesas,
el tweed y el cashmere.
8. Use camisa blanca para comuni-
car autoridad. Entre más fina
mejor. Se sugieren de algodón
egipcio o de popelina inglesa.
22
Por luís arturo barreiro
9. Las camisas de color o con algún
patrón de rayas o cuadritos co-
munican accesibilidad. Igual-
mente las camisas de color con
el cuello y los puños blancos.
10. El cuello de la camisa debe estar
muy bien planchado y cerrar de
manera perfecta al abotonarlo.
11. La medida del cuello debe ser
exacta, de tal manera que quede
confortable sin verse holgado.
12. La camisa con botones en el
cuello (button down) se debe
usar con combinaciones sport.
13. La camisa con puño de botones
comunica accesibilidad
14. Retire el segundo botón de los
puños de su camisa una vez que
haya decidido qué medida de
abertura le queda más cómoda.
15. El uso de cubrebotones mejora la
presencia de la camisa con puños
de botón y es el paso intermedio
de código de autoridad hacia las
mancuernillas.
16. La camisa con puño francés para
mancuernillas es símbolo de
autoridad y poder. Elija su uso
por encima de las de botón, a
menos que su atuendo sea ligero
e informal.
17. Las mancuernillas deben ser
 El Martillo
discretas y finas. De preferencia recibir información de una mujer
de oro. Evite cualquier orna- desconocida por el tipo de zapa-
mento en ellas que brille. tos que usa?
18. Evite el uso de camisa de manga 27. El zapato masculino fino tiene la
corta con saco y corbata. suela delgada y ligeramente re-
19. Las iniciales en la camisa man- basada de las orillas.
dada a hacer van en el nivel de la 28. Conserve sus zapatos en hormas
última costilla izquierda. Se de madera, durarán el triple. La
considera ostentoso llevarlas en causa de que el calzado se vaya
el cuello o en los puños. deformando hasta quedar como
20. Tiene más clase mandarse a "góndola' es la humedad natural
hacer las camisas sin iniciales. que les ha transmitido el pie al
secarse con el enfriamiento noc-
21. A menos que le sea imprescindi- turno. La horma absorbe la
ble, ordene sus camisas sin bolsa humedad y permite que el seca-
de pecho, se verán más elegan- do se realice de manera controla-
tes. da.
22. Utilice una pluma fina, de mar- 29. Por favor no sea usted de los que
ca, es símbolo de autoridad y usan mocasines con traje oscuro.
poder. Cuando se portan códigos de
23. No guarde la pluma y otros acce- autoridad se usan zapatos con
sorios en la bolsa de pecho de la agujetas.
camisa. Use el bolsillo interior
del saco. 30. Cuide que el empeine del zapato
cierre perfectamente al amarrar
24. No cargue consigo más de un las agujetas.
implemento de escritura. No
tiene clase llevar el juego com- Continuará...
pleto de bolígrafo, lapicero y
pluma fuente.
25. Nunca se ponga unos
zapatos sucios o daña-
dos. Boléelos a diario.
26. Invierta en sus zapatos,
la calidad se nota y
aumenta la presencia
profesional. ¿Sabía
usted que una encuesta
a nivel internacional
reveló que lo primero
que ve una mujer de un
hombre son sus zapa-
tos? ¿Y que los hom-
bres son capaces de
23
 El Martillo
La Fraternidad
Una de las cualidades humanas,
que más se ha deshumanizado
en los últimos tiempos.
E
ntre los seres humanos, la
sensación de no tener poder
sobre la gente y los eventos
es algo que generalmente
nos resulta insoportable —cuando
nos sentimos desvalidos nos senti-
mos miserables. Nadie quiere menos
poder; todo el mundo quiere más.
Sin embargo, en el mundo actual, el
parecer ávido y sediento de poder es
peligroso, el ser evidente en tu lucha
por el poder.
Tenemos que parecer honestos y
decentes.
Por lo tanto, necesitamos ser sutiles
—congeniales pero astutos, de-
mocráticos pero tortuosos.
Hoy encaramos una paradoja pecu-
liarmente similar a la del cortesano:
Todo debe parecer civilizado, decen-
te, democrático, y limpio.
Pero si jugamos según esas reglas,
muy estrictamente, si las tomamos
muy al pie de la letra, seremos aplas-
tados por quienes nos rodean, que no
24
Por Santos Vergara Badillo
serán tan tontos. Como escribió el
gran diplomático y cortesano Nicolás
Maquiavelo, "Cualquier hombre que
intente ser bueno todo el tiempo,
entre la mayoría de quienes no lo
son, está condenado a la ruina." La
corte creía ser el cúlmen del refina-
miento y la honestidad, pero debajo
de su deslumbrante superficie hervía
un caldero de emociones oscuras —
codicia, envidia, lujuria, odio. Hoy
en día, de manera similar, nuestro
mundo cree ser el pináculo del refi-
namiento y la honestidad, y sin em-
bargo las mismas emociones siguen
con nosotros, como siempre lo han
hecho. El juego es el mismo. Por
fuera, debes parecer alguien que res-
petas las delicadezas, pero por de-
ntro, a menos que seas un tonto,
aprendes rápidamente a ser prudente,
y hacer como aconsejaba Napoleón.
Coloca tu mano de hierro en un
guante de terciopelo.
Si, como en los días pasados de las
cortes, puedes dominar el arte de ser
indirecto, aprendiendo a seducir,
 El Martillo
encantar, engañar, y maniobrar sutil-
mente para superar a tus oponentes,
alcanzarás las cumbres del poder.
Serás capaz de hacer que la gente se
incline a tus deseos sin darse cuenta
de lo que has hecho. Y si no se dan
cuenta de lo que hayas hecho, no te
guardarán rencor, ni te opondrán
resistencia.
Por estas razones, cuando surge la
idea de formar un nuevo taller pare-
ce cosa sencilla, pero lamentable-
mente no lo es. La sola idea enfurece
a los que se sienten amos de un reba-
ño de seres que manejan a su perso-
nal arbitrio.
La pregunta es: ¿cómo se atreven a
pensar por su personal voluntad?, si
el amo no se los ha ordenado.
La contestación inmediata, es: ellos
no lo pensaron, existe una persona
que lo manipulo y se aprovecho de
ellos y el, es el culpable.
Aquí cabe hacer algunas reflexiones,
que me es permisible exponerlas:
Aquí frente a ustedes están los restos
que el gran océano del tiempo, arras-
tro en su oleaje.
Cuando nos iniciamos se nos dijo,
“que solo eran admitidos hombres
libres y de buenas costumbres” y
cada vez que he deseado impulsar un
nuevo taller, siempre encuentro un
amos que luchan por impedirlo, due-
ños de vida y dignidad de quien se
los tolera; pues manipulan, amena-
zan y ordenan para imponer su vo-
luntad, (y no los odio, ni me intimi-
25
dan, sino por el contrario, sopeso la
enorme responsabilidad que repre-
senta luchar en un mundo de vasallos
y amos ), y eso si me convence, eso
si me entusiasma, por que me doy
cuenta de que no camino solo, exis-
ten seres humanos que su pensa-
miento pueden empatar con el mío,
por que ellos no se sienten vasallos,
ni serviles esclavos de un conjunto
de poder, al que tienen que rendirle
pleitesía y servicio.
Quienes pretenden valorarnos como
esclavos de sus intereses, se equivo-
can, al pensar que fácilmente nos
pueden manipular, para hacernos
serviles servidores de sus intencio-
nes; por eso, nace Vitrubio, una logia
que persigue los lineamientos con
que fue convocada la masonería ac-
tual, de seres libres, sin las ataduras
de tenerle que rendir pleitesía a unos
cuantos a despecho del conjunto.
Sino seres humanos que saben lo que
es y representa la dignidad y el deco-
ro personal.
Seres humanos que hoy tengo el pla-
cer de ver y de convivir con ellos y a
quienes deseo que no permitan que
este taller tenga dueño, los que los
formamos somos seres libres y de
buenas costumbres, sin dañar a quie-
nes lo forman.
Seamos lo suficientemente fuertes
para mantenernos unidos y hagamos
de la masonería una escuela de per-
sonalidad y de superación y no una
caterva de servilismo.
 El Martillo
Historia de la masonería
en México
Algunos datos historicos de cómo
llegó a nuestro país la masonería
Revisar en algunos archivos, los da-
tos de las primeras andanzas de la
masonbería en México, parece labor
de enormes esfuerzos, pero la verdad
es de que cuando iniciamos a buscar
encontramos información que se va
conjuntando con lo que escuchamos
al paso y de ahí en adelante resulta
tarea de constancia y dedicación,
para poder juntar algunos documen-
tos que contienen estos datos como
los siguientes, que se integraran en
varias entregas, para presentar un
panorama de esta escuela de virtudes
en América.
Curiosamente un día primero de no-
viembre, día de todos los santos, en
el año de 1765, llegó a México el
primer documento con ideología
liberal. Fue el Conde de Aranda,
Gran Maestro de la Gran Logia de
España, quien trajo de ese país las
liturgias y arreos de la masonería con
el propósito de practicar el rito yorki-
no que había cobrado gran auge en la
Madre Patria, procedente de las lo-
26
Ivette Avendaño
gias inglesas que se habían infiltrado
en la Península Ibérica. En efecto,
bajo los auspicios de la Gran Logia
de Inglaterra del Rito de York se
habían establecido en España, en
1728, cuatro logias: dos en Gibraltar,
una en Madrid y una en Cádiz; de
estas logias salieron los primeros
masones que llegaron a la Nueva
España en la época de la colonia.
La primera logia mexicana fue fun-
dada en el año de 1806 por el espa-
ñol don Enrique Mugi en la casa de
don Manuel Luyando, regidor del
ayuntamiento, también de origen
español, en el callejón de las Ratas
No. 5 que actualmente es un predio
en una calle perpendicular a la calle
de Bolívar, colonia centro, delega-
ción Cuauhtémoc, código postal No.
06080 México, Distrito Federal. Los
fundadores de esta logia fueron el
Marqués de Ulupa, el Lic. Primo de
Verdad, el Coronel Ignacio Moreno,
el Lic. Miguel Domínguez y 3 más
cuyos nombres no se conservan en
 El Martillo

los documentos históricos exotéricos. constaba de 6 grados: aprendiz, com-

pañero de gremio, maestro, maestro
Los forjadores de la doctrina Inde-
escocés, novicio y templario. La ten-
pendentista fueron influidos por la
dencia de las logias masónicas era
ideología de la Revolución Francesa,
política y básicamente estaban im-
pero de manera fundamental, por la
pulsadas por militares inconformes
filosofía de la francmasonería
con el Virreinato y por políticos in-
(masonería francesa); ambas corrien-
migrantes de Europa. Todos querían
tes ideológicas fueron determinantes
participar en la repartición del botín
en el acontecer político, económico y
que se disputaban españoles y crio-
social de la Nueva España. El cura
llos que querían tomar las riendas de
del pueblo de Dolores, don Miguel
la Nueva España y desligarla de Eu-
Hidalgo y Costilla, don Ignacio
ropa.
Allende y el primer canónigo de la
Catedral de Guadalajara don Ramón Vino después el inicio de la guerra
Cardeña y Gallardo solicitaron ingre- de Independencia a las 11 de la no-
sar a la masonería. Fueron aceptados che del viernes 15 de septiembre de
y la ceremonia de su iniciación se 1810 y posteriormente la consuma-
llevó a cabo a las 7 de la noche del ción el miércoles 27 de septiembre
miércoles 9 de abril de 1807. Esta de 1821.
logia se convirtió en un centro de
Al constituirse el México Indepen-
conspiración política y fue denuncia-
diente, los países poderosos de esa
da por un vecino, militar con grado
época, fueron reconociendo la auto-
de Cabo, de apellido Franco el 11 de
nomía de la República Federal Mexi-
mayo de 1808; el templo masónico
cana y enviaron embajadores. Los
fue allanado y varios masones fueron
Estados Unidos de Norteamérica
encarcelados y sentenciados a muerte
nombraron como su embajador a un
por el tribunal de la Santa Inquisi-
diplomático que resultó ser Pastmás-
ción o del Santo oficio. Por fortuna
ter de una logia de Louissiana llama-
Hidalgo y Allende no habían asistido
do Joel Roberts Poinsett, quien deci-
en esa ocasión a los trabajos masóni-
dió difundir en nuestro país el rito
cos, por lo que se salvaron de ser
yorkino para lo cual auspició la ins-
aprehendidos.
talación de logias masónicas de ese
Los libertadores de la patria partici- rito que consta de 3 grados; aprendiz
paron en la formación de diversas iniciado, compañero masón y maes-
logias que en realidad eran copias de tro masón.
las españolas. En vista de que el rito
La fuerza de la masonería americana
escocés y el rito yorkino prohibían la
comenzó a conquistar adeptos. Va-
conspiración política, decidieron
rios masones que habían destacado
trabajar con el rito de Ramsay, que

27
 El Martillo
en el campo de la política y del ejér-
cito, se pasaron al rito de York, pues
consideraron que ofrecía mejores
perspectivas que la de los ritos es-
cocés y de Ramsay que se practica-
ban en nuestro país. Finalmente a las
21 horas del día miércoles 29 de sep-
tiembre de 1825 después de la lectu-
ra de un emotivo y elocuente trazado
de arquitectura, se declaró oficial-
mente instalado el Gran Oriente del
rito de York en la República Mexica-
na.
El rito escocés es uno de los mas
completos y extensos. Consta de 33
grados: aprendiz, compañero, maes-
tro, maestro secreto, maestro perfec-
to, secretario íntimo, preboste y juez,
intendente de los edificios, maestro
elegido de los nueve, ilustre elegido
de los quince, sublime caballero ele-
gido de los doce, gran maestro arqui-
tecto, real arco de Salomón, gran
elegido, sublime y perfecto masón,
caballero del oriente o de la espada,
príncipe de Jerusalén, caballero del
oriente y occidente, ilustre caballero
rosacruz, gran pontífice, venerable
maestro ad—vítam, patriarca noaqui-
ta, príncipe del Líbano , jefe del ta-
bernáculo, príncipe del tabernáculo,
caballero de la serpiente de bronce,
príncipe de la merced, soberano co-
mendador del templo, caballero del
sol, gran escocés de San Andrés,
ilustre caballero kadosch, gran ins-
pector inquisidor comendador, subli-
me príncipe del real secreto y sobera-
no gran inspector general.
28
En vista de que ambos ritos tenían la
meta de tomar las riendas del Estado
Mexicano fue necesario conciliar las
rivalidades y se creó el Rito Nacional
Mexicano compuesto de 9 grados;
aprendiz, compañero, maestro, caba-
llero del secreto, maestro perfecto,
caballero elegido de los nueve, caba-
llero elegido de los quince, gran ma-
estro arquitecto y caballero del águi-
la mexicana. Después de un emotivo
trazado de arquitectura siendo las
catorce horas del día sábado 26 de
marzo de 1826 quedó constituida
oficialmente la Gran Logia Nacional
Mexicana.
En la proximidad del primer cambio
de mando en la conducción del país
salieron a flote las pasiones políticas,
siendo primer Presidente de la Re-
pública el General Guadalupe Victo-
ria —cuyo verdadero nombre era
Miguel Ramón Fernández y Félix—
empezó la efervescencia política.
Don Guadalupe había sido Respeta-
ble Gran Maestro del Rito Escocés y
lanzó como su candidato al General
Manuel Gómez Pedraza, distinguido
masón que había sido venerable ma-
estro de la respetable logia simbólica
"Amigos de la esperanza No. 7" y
que dentro del gabinete Presidencial
desempeñaba el cargo de Ministro de
Guerra. Sin embargo, la mano nor-
teamericana impidió que un masón el
rito escocés gobernara de nuevo a
nuestro país y recomendó a un
masón distinguido del rito yorkino:
el antiguo General insurgente Vicen-
 El Martillo
te Guerrero Saldaña, quien fue postula-
do para el cuatrienio 1828 — 1832. Por
diversas circunstancias, el General Vi-
cente Guerrero Saldaña, gobernó sola-
mente en esta ocasión del 1 de abril de
1829 al 17 de diciembre del mismo
año.
Como puede notarse, a causa de la inje-
rencia norteamericana, hubo el primer
rompimiento entre un Presidente de la
República y un candidato que no era de
su simpatía.
Posteriormente, el General Anastasio
Bustamante, masón del rito escocés se
rebeló en contra de su hermano masón
del rito yorkino, argumentando que
había sido impuesto por los yanquis.
Debido a las presiones políticas de los
masones del rito de York, el General
Bustamante renunció públicamente al
rito escocés y se pasó al yorkino, aun-
que de manera oculta apoyaba con re-
cursos económicos al rito escocés.
Para los norteamericanos ahora el rito
yorkino estaba ya encabezado por Bus-
tamante, quien tenía el poder; no tenía
caso entonces seguir apoyando a Vi-
cente Guerrero, quien además era acé-
rrimo enemigo de Bustamante. Por
tanto ordenaron el asesinato disimulado
del general Vicente Guerrero Saldaña.
Con el asesinato de Guerrero, el rito
nacional mexicano, que hasta entonces
no había tenido una gran aceptación,
cobró fuerza. Para perjuicio del progre-
so del país llegó al escenario político
Antonio López de Santa Anna. Este
demagogo se proclamaba públicamente
29
como masón del rito escocés; sin
embargo, nunca fue iniciado pero
conocía a la perfección los sig-
nos, tocamientos, marchas, bater-
ías, saludos, palabras sagradas,
palabras de pase, señas y contra-
señas en la masonería azul, los
cuales seguramente le habían
sido revelados por masones trai-
dores a la orden. Santa Anna
embaucó a muchos que creyeron
que era masón. La verdad es que
era un hipócrita disfrazado pues
siempre estuvo manipulado por
el clero político de esa época.
Don Valentín Gómez Farías,
distinguido masón del rito nacio-
nal mexicano, siendo ya Presi-
dente de la República, publicó un
programa político de ideología
liberal que giraba en torno a 3
grandes apartados:
a) Supresión de las instituciones
monásticas y de las leyes que
otorgaban al clero el conocimien-
to de los negocios civiles.
b) Cancelación de los fueros del
c l e r o y d e l a mi l i c i a .
c) Educación pública gratuita y
laica.
Estas disposiciones, inadmisibles
para un clero político influyente,
fueron las que provocaron la caí-
da de Gómez Farías y la vuelta al
poder de Santa Anna, quedando
el país a merced de una corriente
conservadora que sumergía al
pueblo en el conformismo, en la
 El Martillo

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Revista correspondiente al mes de Marzo de 2007. Año 1 Nº 2 Ivette Avendaño
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La Virtud de
Leonardo Da Vince
Un cuadro ha pasado a formar parte, como símbolo de
la belleza humana y desde la edad media, hasta nues-
tros días, es sinónimo de la obra de arte
luís arturo barreiro

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El Martillo

32