Editorial
V
er las acciones que se han marcado en
este primer año de gobierno, desalienta
cualquier esperanza que se haya forma-
do en torno a un cambio, como acontecía en
el pasado, por que los resultados son mínimos
y las expectativas eran muchas.
Por ejemplo, el gasto en casa ha aumentado y
no así el salario, el incremento a los básicos,
va en aumento y los sindicatos durmiendo el
sueño de los justos, por otra parte nos damos
cuenta de que en las escuelas la calidad educa-
tiva cada día a la baja y sin esperanzas de que
mejore.
En cada una de las actividades de que nos en-
frentamos al gobierno y, lo digo sin que sea
una falacia, nos aterra, pensar las consecuen-
cias que esto pueda tener, por que en caso de
que usted decida reclamar, el predial, el pago
de la tenencia o los aumentos en los servicios
y, usted se presente en las oficinas correspon-
dientes, de inmediato le demuestran que no
tiene la razón, con el método más claro de
todos, el abuso del poder, (aún el más modes-
to de los servidores públicos).
Tal es el caso -por citar uno sólo- de la com-
pañía de Luz y Fuerza del Centro, aumenta las
cifras del gasto de luz y le cobra cantidades
estratosferitas, las que sin lugar a dudas, -en el
pleno sentido de la palabra-, convierten a los
usuarios en victimas de un sistema de poder
que no tiene parangón como es la cueva de
ladrones del TELMEX, que no debiera estar
sino sometidas al arbitrio de la ley, (en el caso
de que esta exista, no de dicho sino de hecho)
pues nada se puede hacer, sino, revise su reci-
bo de luz y trate de que se modifique la cifra
que es estratosférica y que no corresponde al
gasto que usted hizo; se podrá dar cuenta de
que no tiene más alternativa que pagar y eso
3
ellos bien que lo saben.
Caso contrario ocurre si usted es empleado de
la compañía citada, usted no paga el servicio,
puede usar el que quiera y sus familiares está
inscritos en el mismo beneficio, a más de eso,
El Martillo
los salarios son altos y con constantes aumen-
tos logrados por un sindicato que sirve a sus
trabajadores a costillas del usuario, se jubilan
con 15 años d e servicio, se les sostienen au-
mentos y salarios en línea, y a más de eso go-
zan de todas las prestaciones logradas sin pre-
cedentes.
Dígame usted, apreciable usuario, si este es el
servicio que deseamos de una empresa de
mexicanos, para mexicanos y por mexicanos,
que no debe ser vendida, por que es traición
nacional, mientras los trabajadores, despótica-
mente lo tratan en las ventanillas y los obreros
que deben ser servidores de usted, se ufanan
de que si nos les da para el refresco que debe
ser importado, no le conectan la luz cuando se
la cortaron y que además interrumpen el servi-
cio, cada vez que les da la gana, bello país en
el que nos encontramos, sin derecho a replica
y sin oportunidad de reclamo.
Pero lo importante no es eso, sino que Petró-
leos Mexicanos está en el mismo camino y na-
da detiene su curso, el petróleo es de ellos, no
del país, y en esas condiciones, que lo vendan
da lo mismo, es propiedad privada que en
nada beneficia al pueblo y menos a usted o a
mi.
Por eso es que resulta desolador, darnos
cuenta de que instituciones como la Masoner-
ía, no reaccionan, en estos momentos en que
 se requiere instituciones con peso moral, para
poner orden en la vida política nacional, y la
masonería hasta hace algún tiempo tenia el pe-
so moral, para modificar la conducta de los go-
bernantes y servir amplia y serenamente al pue-
blo. Seremos a caso nosotros capaces de dignifi-
car a nuestra institución o permaneceremos
siendo sólo espectadores del mundo que nos
tocó vivir.

Ignacio Ramírez 1818—1879

El Martillo

Escritor, periodista y político liberal, nace en San Miguel el Grande,

Guanajuato, en 1818 y muere en 1879. Realiza estudios en Artes y
Leyes y desde muy joven ingresa a la Academia de Letrán, donde
muestra sus ideas anticlericales y ateístas sosteniendo la inexistencia
de Dios.
Destacado escritor, periodista y científico fue mejor conocido como
el "nigromante" (hechicero).

Autor de sus cátedras, escritos y abundantes publicaciones científicas

y literarias, por las cuales fue encarcelado numerosas veces, aunque
también ocupó cargos importantes en algunos gobiernos. Entre sus
ensayos se encuentran: Ensayo sobre las Sensaciones, Lecturas de
Historia y Política de México.

En 1845 funda en la ciudad de México el periódico "Don Simplicio",

con la finalidad de promover una reforma política, religiosa y
económica del país. También se desempeñaba como profesor y en
su cátedra exponía ampliamente sus ideas. Vive unos años en Tolu-
ca, donde ejerce la abogacía y también el magisterio; colabora con diversos diarios, donde publi-
ca artículos de ideas reformista.
En varias ocasiones fue encarcelado, una de ellas fue en 1853, por orden de Antonio López de
Santa Anna, pero es liberado poco después cuando Santa Anna deja el poder.

En 1861 es nombrado ministro de Justicia y Fomento del gobierno de Benito Juárez y, desde ahí,
aplica rigurosamente las Leyes de Reforma, ordena la formación de la Biblioteca Nacional y supri-
me la Universidad. Durante la invasión francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo, vive
desterrado en Estados Unidos, vuelve al país un poco antes de su caída, no obstante es encarcela-
do en Veracruz.

Al triunfar la República, en 1867, es nombrado magistrado de la Suprema Corte, pero sus princi-
pios lo llevan a criticar la política reeleccionista de Benito Juárez y las elecciones de los magistra-
dos y ministros, y son ahora los juaristas quienes lo vuelven a encarcelar.
En 1877, con Porfirio Díaz como Presidente es restituido y lo nombran ministro de Justicia.

4
 Origen de la Ceremonia de La Señal de la Cruz
Luis Arturo Lopez Tello
S
ólo debo decir aquí que todas las referen-
cias al uso ceremonial o simbólico de la
cruz en la generación apostólica y en la
primitiva cristiandad pre Nicena o pre Cons-
tantiniana, es prácticamente NULO. Las atribu-
ciones del uso de la señal de la cruz a los após-
toles, son leyendas piadosas, ya de la Edad
Media o de la Antigüedad cristiana que busca-
ba dar lustre y autoridad tradicional a la cos-
tumbre.
Los primeros cristianos, sin duda profesaban la
importancia de la muerte de Jesús y de su re-
surrección, pero de ningún modo, usaron la
cruz ni como emblema, no como gesto cere-
monial: eso lo veremos más bien, a partir del
siglo IV, cuando la distancia histórica fue sufi-
ciente para reevaluar el símbolo de la cruz co-
mo signo de la enseñanza principal del Cristia-
nismo.
Asimismo, es preciso reconocer que entrado el
siglo IV, era ya posible tener un cultivo madu-
ro encarnado en el cuerpo del Cristianismo, de
muchos símbolos procedentes de otras religio-
nes sobre todo mistéricas y "de salvación", que
ayudaron a enfatizar, e incluso la enseñanza y
el culto cristianos. Por lo tanto, independiente
de los datos históricos precisos que pueda
haber (mejor o peor), sobre la forma de la
muerte de Jesús, la cruz tiene por sí misma,
una riquísima carga simbólica anterior al cris-
tianismo, y entró en él como símbolo, con
toda esa carga de sabiduría presta a enriquecer
a la nueva fe.
Aclaración previa de algunos términos. Para
empezar, vamos a distinguir entre signarse,
"persignarse", "santiguarse", (verbos reflexivos,
5
ambos, en los más de los casos), e impartir
una bendición.
Signar(se) es ejecutar un solo signo (símbolo
no es lo mismo, pero aquí sí corresponde), se
El Martillo
trata en el caso, de trazar un signo parecido o
igual a una cruz (podría ser una Tau, o crux
capitata quizá, que no es necesariamente una
cruz en el sentido de la Pasión), generalmente
en la frente de alguien, ya sea de uno mismo o
de otro.
Persignar(se) añadiendo aquí el prefijo "per",
indica la ejecución de una multiplicidad de
signos o una multiplicidad de veces el mismo
signo. Como cuando se preparan los fieles
signándose: frente, boca, pecho y hombros, a
la proclamación del Evangelio tanto en la Igle-
sia Romana como en la Anglicana o en otras
que lo acostumbren (no es propio de los
orientales).
Es también, técnicamente, una persignación
(persignatio nis) las múltiples cruces que en
distintas partes del cuerpo, hace el sacerdote
ortodoxo, armenio, etíope, etc., (los orienta-
les en general), al neófito (griego: néon /
fýton = "nueva planta") recién bautizado, con
el dedo mojado en el Santo Crisma. En el
ámbito familiar cristiano occidental (católicos
romanos mayormente), un adulto suele persig-
nar (aquí como verbo transitivo) a un niño o a
otra persona (por ejemplo, las esposas a los
esposos que salen a trabajar o de viaje), con
intención de bendecirles.
Santiguar(se) indica la acción de ejecutar una
señal de la cruz de la cabeza a la cintura y de
un hombro a otro, sobre uno mismo o sobre
 otro. Los orientales (ortodoxos, armenios y
otros), lo hacen uniendo los tres dedos (pulgar
índice y medio, de la diestra), significando la
Trinidad, y los dos dedos (anular y meñique)
apretándolos contra la palma, significando las
naturalezas divina y humana de Cristo, unidas
en el vientre de la Bendita Virgen María (BVM).
El Martillo
anglicanos y algunos luteranos, principalmente,
extienden la palma de la mano y se santiguan
trazando la cruz de la cabeza a la cintura y del
hombro izquierdo al derecho sin añadir nada
más. Sólo los anglicanos al igual que los arme-
nios en Oriente, por rarísima coincidencia cuyo
trasfondo desconozco, terminan descansando la
mano sobre el pecho. No puedo decir si esta

Esta forma se desarrolló durante la Edad Media, forma es más antigua que la oriental, pero pu-
quizá alrededor de los siglos VI y VII y no antes. diera ser que sí por su sencillez.
Aunque esta forma oriental se puede simplificar
(sin inclinarse hasta el suelo), la tradición al en- El beso final a una cruz hecha con el pulgar y el
trar a un espacio sagrado o dirigirse a un supe- índice, mientras se tienen extendidos hacia arri-
rior eclesiástico, es llevar la mano con el gesto ba los demás dedos, es costumbre popular en
(mudra, dirían los hindúes) que antes describí, España e Iberoamérica (hasta donde sé), y no
hasta el piso (esta inclinación se llama metanoía del clero ni de los fieles cultos en esos mismos
= gr.: "conversión de la mente", de ahí a la países, ni de nadie en el resto del mundo católi-
frente, y luego a la cintura, y luego del hombro co romano. Esto pudiera presumir la posibilidad
derecho al izquierdo. del origen de esta costumbre al fin del Medievo
o en el s. XVI.
Si se trata de saludar a un monje o clérigo
(siempre de menor a mayor jerarquía), al termi- Secuencia correcta de la aparición histórica de
nar la señal de la cruz, se extienden las manos estas ceremonias. Es importante señalar que es-
una sobre otra para pedir la bendición; el mon- tos actos de trazar la señal de la cruz de una u
je o clérigo traza la señal de la cruz y la persona otra manera, no son aspectos rituales de la litur-
que ha saludado y ha pedido la bendición de gia, sino ceremoniales, puesto que se expresan
esta manera, besa la mano del que bendice. La por sí mismos, independientemente de las pala-
forma que acabo de describir suele repetirse por bras que se digan. En pocas palabras: rito es "lo
tres veces (en ese sentido podría decirse que es que se dice", mientras que ceremonia es "lo que
una persignación, pero este término no se usa se hace".
en el Oriente cristiano).
La signación es la forma más antigua (siglo IV al
Alguna vez, esta forma oriental suscitó graves menos), tiene un origen vinculado estrechísima-
desacuerdos en la Rusia ortodoxa, hacia el siglo mente a la liturgia iniciática bautismal que vere-
XVIII cuando se dio el cisma de los "Viejos Cre- mos más adelante. La efectuaba el obispo sobre
yentes", que protestaban contra las reformas del el recién bautizado (o el presbítero, en raros
Patriarca Nikón, y proclamaban entre otras co- casos hacia los siglos IV y V, ya luego se genera-
sas, otra forma del calendario juliano y la señal lizó que un presbítero hiciese las veces del obis-
de la cruz con sólo dos dedos extendidos po en las comunidades locales), Después quizá,
(índice y medio). vino la "autosignación" de los fieles mismos, co-
mo remembranza de su bautismo.
Los occidentales: católicos romanos, muchos

6
Pero definitivamente en estos mismos siglos, la fuera de un contexto litúrgico, y se hacía para
bendición al pueblo, trazando la cruz en el aire dar seriedad a lo que se iba a decir. Actualmen-
es sumamente tardía, como tardío será por en- te, es un vicio que tenemos los sacerdotes angli-
de, el santiguarse análogamente. La bendición canos, hacer la señal de la cruz antes del
tradicional a la congregación en esta Era vamos sermón, multiplicando así cruces sobre cruces
a llamarla "tardorromana" o "paleobizantina", e por todas partes de la liturgia.
incluso de los Padres de la Iglesia, o patrística
(aquí sí sin comillas, pues es más exacta la cosa), Veo difícil que un escritor tan primitivo como

El Martillo
no tiene aún nada qué ver con la señal de la Tertuliano (siglo III), sea testigo del uso de la
cruz, sino con la costumbre levítica de extender señal de la cruz entre los cristianos, por lo que
las manos sobre el pueblo de aquí el nombre ya he dicho anteriormente. Tertuliano en sus
latino de Oratio supra pópulo. catequesis bautismales, sí habla del símbolo del
Pez, que era para los primitivos cristianos, lo
Es interesante que una tradición que trata de que la Cruz para los actuales; indudablemente
restaurarse en las iglesias occidentales, sea que que habla de la Cruz, pero curiosamente, le da
en la Cuaresma (y estamos en ella), se sustituya la vuelta al símbolo y la conecta con la madera
la usual bendición trinitaria con señal de la cruz, de la rama con que Moisés tocó la piedra para
por la Supra pópulo con sólo las manos exten- sacar de ella agua. Y cuando habla de la unción
didas. Esto es parte del clima litúrgico propio de bautismal con óleo consagrado, no menciona
la Cuaresma, donde se enfatizan la meditación que esta unción e imposición de manos, se haga
profunda en la propia persona y espiritualidad, con la señal de la cruz.
y los aspectos centrales de la fe: de ahí la auste-
ridad de los símbolos cuaresmales (en la Edad Suponiendo que sí se hubiera conocido el signo
Media y hasta el siglo XX, se velaban las imáge- de la cruz en el siglo III unida ya a la unción
nes para que la gente se concentrara en Cristo. bautismal, el único "beneficio de la duda" que
La bendición con cruz y demás en este orden de podríamos darle, sería que Tertuliano hubiera
ideas, "distrae" la atención de la auténtica bendi- estado sometido a la disciplina de arcano, pro-
ción que los cristianos consideran que es ya en sí pia de los primeros cristianos que no podían
mismo el acto de recibir el Cuerpo y la Sangre divulgar los misterios de sus ritos ceremonias.
de Jesucristo en la comunión.
En otra ocasión os hablaré del origen preciso de
La costumbre de iniciar todo acto con la señal la señal de la cruz en la liturgia y la costumbre
de la cruz, es posconstantiniana y muy socorrida cristiana, que está en la sfragís (pronúnciese:
y usada hasta el abuso casi blasfemo, en la tradi- sfrayís; griego: "sello") o marca bautismal con el
ción bizantina. Es sabido que el Emperador Jus- Crisma consagrado. Hay abundantísmo material
tiniano (s.VI) abría los juegos en el Hipódromo del siglo IV, con San Cirilo de Jerusalén, Teodo-
de Constantinopla, trazando él mismo la señal ro de Mopsuestia, San Juan Crisóstomo, y otros
de la cruz. Iniciar el sermón con la señal de la que elaboraron una rica teología sobre este
cruz, no es nada antiguo al contrario, es suma- símbolo tomado de fuentes mucho más anti-
mente tardío, es altomedieval y se originó en guas, e incluso como desarrollo de ideas de San
las predicaciones callejeras de los frailes mendi- Pablo que aluden a costumbres paganas.
cantes (como los dominicos), porque se estaba

7
 El Mar de Bronce
Ricardo Hernández Soto

E
n todas las épocas del hombre han existi-
do templos, estos son el reflejo del uni-
verso segun la concepción del hombre,
este los construye a su proporción y conoci-
mientos del mismo, estos fueron evolucionan-
El Martillo
verdad que como relata el segundo libro de
Crónicas, 4, 6, el Mar de bronce se usaba para
las abluciones de los sacerdotes, en la antigüe-
dad, con el paso del tiempo se fue desvirtuan-
do este concepto tomándolo como un símbo-

lo de purificación por medio del agua, esto

do dependiendo de las diferentes simbolismos debió ocurrir en una época en que se había
que se desarrollaron a través de la historia. olvidado su primitivo significado, que era
Por lo general estos edificios contenía no solo (según las investigaciones que al respecto se
la idealización de un ser supremo, sobrenatu- han realizado) el de servir como observatorio
ral; fueron estos el reflejo de los adelantos en astronómico, como sucedió en Mesoamérica
las ciencias y las artes y se representaban por en diversos templos prehispánicos y fuentes
medio de los decorados y los diversos objetos naturales como los cenotes abiertos en la
que dentro de península de Yu-
ellos se encontra- catán, puesto que
ban. En el templo la superficie plana
masónico pueden del agua hacía de
apreciarse estos espejo en donde
símbolos que re- era posible con-
sumen el conoci- templar el mapa
miento que la celeste, y por tan-
humanidad tiene to la rotación re-
de su medio y el gular de los astros,
dominio que pue- planetas y conste-
de ejercer sobre laciones, permi-
el, uno de ellos es tiendo establecer
el “Mar de bron- medidas y cálculos
ce”, que estaba y así llevar un se-
situado en la es- guimiento de sus
quina Sudeste del atrio, cerca de la entrada del ciclos, los que se ponían en relación con el ca-
Templo. lendario litúrgico y ritual. Esta interpretación
sobre el Mar de bronce se refuerza por el
En efecto, el Mar de bronce se encuadraba hecho de que éste estaba soportado por cua-
dentro de un simbolismo cósmico, pues esa tro grupos de tres toros cada uno también de
denominación le venía seguramente porque bronce, que en total suman doce, número de
con él se quería representar el “Océano celes- las constelaciones y signos zodiacales, según la
te” (las “Aguas superiores”), ya que estaba re- descripción que se da de él. Cada uno de esos
pleto de agua hasta sus bordes, y su forma era grupos estaba orientado según los cuatro pun-
enteramente redonda, como el cielo. Si bien es tos cardinales: tres a Oriente, tres a Occidente,

8
tres a Mediodía y tres a Septentrión, disposición humano y al universo como las apariencias, es
que recuerda la situación que ocupaban las doce decir, lo que captamos a través de los sentidos y
tribus de Israel en el campamento hebreo, las pensamos que es real (mundo sensible). Las co-
que también se correspondían con los meses del sas naturales, el mundo que está fuera de este
año. reflejo y que los observadores ven de forma
distinta, sería el mundo de las ideas, en el cual,
El Mar de bronce en el templo masónico tiene la máxima idea, la Idea del Bien , la luz del co-
pues la triple significación de ser el símbolo de nocimiento de los astros.
purificación en el segundo viaje del aprendiz

El Martillo
por medio del agua donde representa los mares En el mito de la caverna uno de los prisioneros
embravecidos y la importancia del vital liquido logra liberarse de sus ataduras y consigue salir
para la supervivencia de la vida, tal ves para el de la caverna conociendo así el mundo real. Es
profano sea el primer acercamiento a tomar este prisionero ya liberado el que deberá guiar a
conciencia del universo que le rodea y lo remita los demás hacia el mundo real, es el símbolo del
a considerar los ritos de purificación que han filósofo.
existido a través de los tiempos.
La situación en la que se encuentran los prisio-
El segundo uso de este símbolo es el de obser- neros de la caverna viene a representar el esta-
vatorio de lo que se tiene constancia tiene co- do en el que permanecen los seres humanos
mo principal propósito el conocimiento del me- ajenos al conocimiento, únicamente aquellos
canismo del firmamento, necesario para la agri- capaces de superar el dolor que supondría libe-
cultura, y que se entrelazaba con la función rarse de las cadenas, volver a mover sus entu-
litúrgica, sugiere, que las personas de antigüe- mecidos músculos podrán contemplar el mundo
dad fueron capaces de hacer mediciones as- de las ideas con sus infrautilizados ojos.
tronómicas mucho antes de lo que se creía y
con muchísima más precisión de la que los Esta alegoría platónica equiparada con esta in-
científicos modernos imaginaban. terpretación del mar de bronce nos pone de
manifiesto una de las misiones que plantea la
Otro aspecto a considerar es el de que además masonería que es la de combatir la ignorancia
de ser un espejo natural que refleje el firmamen- por medio del estudio del universo que nos ro-
to podría considerarse como un espejo de la dea y el conocimiento de nosotros mismos.
conciencia donde el hombre haciendo una con- El agua al ser un espejo imperfecto que nos hace
frontación al planteamiento de Platón en el VII ver la realidad con una apariencia imperfecta y
libro de La República en el mito de la caverna que esta supeditada a que la superficie de esta
como una explicación alegórica, de la situación se encuentre estable gracias a que el recipiente
en que se encuentra el ser humano respecto del que contiene el liquido, este a plomo y a nivel
conocimiento. Así explica su teoría de la exis- para que no se derrame, en contraposición al
tencia de dos mundos: el mundo sensible mito de la caverna El Mar de Bronce para que
(conocido a través de los sentidos) y el mundo pueda ser un espejo que refleje nuestra visión
de las ideas (solo alcanzable mediante la razón). del universo, depende de la habilidad y el cono-
cimiento del hombre para dominar el arte y la
En está relación que se plantea con el mito de la ciencia.
caverna de Platón, El Mar de Bronce, refleja al

9
 El Arte de la estrategia
Selección y Notas Franz
T
ercera parte, viene de la página 26 del
número 8 de El martillo.
Lección 4
Liderazgo en cualquier puesto de trabajo
El Martillo
Hay que diferenciar liderazgo de poder jerár-
quico:
La jerarquía puede dar poder, pero la autori-
dad moral sólo se consigue con el liderazgo.
Puede ocurrir que en un grupo humano el jefe
y el líder sean personas diferentes:
El jefe es aquél que ocupa el puesto jerárquico
más elevado, mientras que el líder es quien
que goza de autoridad moral sobre el resto
del grupo.
En una situación como ésta, el jefe podrá dar
órdenes que serán acatadas y cumplidas por
miedo a posibles sanciones disciplinarias,
mientras que el líder no dará órdenes (no tie-
ne autoridad jerárquica), pero sus indicacio-
nes, sus opiniones, sus planteamientos, serán
aceptados por el resto de la organización.
Por tanto, hay que dejar muy claro que el li-
derazgo no es sólo un rol reservado a la cúpu-
la directiva de una empresa, sino que es un
papel que puede ejercer cualquier persona con
independencia del puesto que ocupe.
La capacidad del líder de movilizar al equipo,
de alcanzar los objetivos, de tomar decisiones,
de conseguir resultados, de ser la referencia
del grupo, etc., se puede realizar en cada nivel
de la organización.
10
Cada persona podrá ejercer su liderazgo de-
ntro de su área de competencia.
Por ejemplo, dentro de una empresa el primer
ejecutivo podrá ejercer de líder, pero también
podrá hacerlo el jefe de un departamento, un
comercial, un administrativo, un mecánico,
etc.
El primer ejecutivo lo ejercerá sobre toda la
organización, mientras que el jefe de un de-
partamento podrá hacerlo dentro de su uni-
dad, y el comercial, el administrativo o el
mecánico podrán jugar este papel entre sus
compañeros.
Un empleado que ocupe una posición inter-
media o baja dentro de una empresa no tiene
por que limitar su actuación a un mero confor-
mismo o seguidismo, sino que dentro de su
esfera de actuación podrá adoptar una actitud
activa, innovadora, luchadora, inconformista,
preocupada por el bien de la organización y
motivadora para el resto del equipo.
En definitiva, puede ejercer un liderazgo tan
intenso como si ocupara el primer puesto del
escalafón.
De hecho, una de las responsabilidades del
líder de una empresa es promover este espíritu
de liderazgo en todos los niveles de la organi-
zación.
Un líder que no consigue contagiar su entusias-
mo, fomentar sus valores y su modo de traba-
jar es un líder que en cierta modo ha fracasa-
do.
Además, el líder tiene la obligación de ir for-
mando nuevos líderes entre sus colaboradores sólo a su vida profesional, sino también a su
con vista a que el día de mañana puedan susti- vida personal y familiar.
tuirle.
El liderazgo conlleva tal nivel de responsabili-
Lección 5 dad y de presión, requiere tanta ilusión y opti-
Liderazgo en la propia vida mismo, demanda tanta persistencia y dedica-
ción, exige tanta capacidad para convencer,
Es muy difícil separar totalmente la vida profe- animar, motivar, etc., que tan sólo una perso-

El Martillo
sional de la vida personal. na con una vida equilibrada será capaz de dar
lo mejor de sí misma y estar a la altura a de las
No suele ocurrir que una persona sea un líder circunstancias.
en su trabajo y en cambio se comporte de ma-
nera conformista, sin empuje, en su vida priva- Para que una persona pueda desarrollarse en
da. todos sus ámbitos y no dejar que el profesional
lo termine absorbiendo todo es fundamental
El líder suele actuar con el mismo nivel de au- aprovechar el tiempo al máximo.
toexigencia, de búsqueda de la excelencia y de
comportamiento ético en todos sus ámbitos de Hay que sacarle tiempo al tiempo (el tiempo es
actuación (profesional, familiar, personal, etc.). un bien escaso que hay que optimizar).

Los mismos principios de actuación que aplica
en el trabajo (honestidad, dedicación, innova-
ción, decisión, preocupación por las personas,
comprensión, etc.), aplicará en su vida ordina-
ria.
El tiempo pasa rápido y cada día cuenta: un
día que no se aproveche es un día perdido.
El líder no se puede permitir el lujo de perder
el tiempo.

El líder debe ser una persona coherente, capaz Vivir intensamente, aprovechando el tiempo al
de mantenerse fiel a sus principios y de no re- máximo, no implica vivir aceleradamente.
nunciar a ellos en pro de su carrera profesional. El liderazgo hay que ejercerlo a lo largo de to-
da la vida, es una carrera a largo plazo, por lo
El líder tiene que ser capaz de defender sus que exige dosificar las fuerzas y no quemarse
principios aunque esto le pueda suponer graves en un "sprint" alocado.
contratiempos profesionales.
El vivir intensamente permite atender todas las
El liderazgo, el ser capaz de defender apasiona- facetas humanas (personal, familiar, social y
damente unos ideales, exige una gran solidez profesional) y no dejar ninguna de ellas des-
en las propias convicciones, que sólo es posible atendidas.
cuando éstas se asientan en principios inque-
brantables. Aprovechar el tiempo exige planificación:
El líder tiene mil asuntos que atender y tan sólo
Además, es fundamental que el líder mantenga una buena organización le va a permitir poder
una vida equilibrada, dedicando tiempo no desenvolverse con soltura y dedicar el tiempo a

11
 lo realmente importante y no perderlo con Si el líder quiere mejorar la comunicación con
temas menores. su equipo, fijará, por ejemplo, una reunión
semanal (a tal día y a tal hora) que será de
Si no lo hace así, el día a día le terminará ab- obligado cumplimiento.
sorbiendo, impidiéndole ocuparse de aspectos
más estratégicos, perdiendo poco a poco la Al final de la semana evaluará en que medida
perspectiva del largo plazo. ha cumplido los objetivos propuestos y en que
medida estos le permiten avanzar hacia su me-
El Martillo

El líder tiene que saber priorizar: distinguir qué ta final.

es lo realmente importante, aquello que de-
manda su atención, y qué no lo es. Aquellos objetivos semanales que no hubiera
cumplido tratará de hacerlo en la semana si-
Acto seguido, el líder tiene que saber delegar: guiente, realizando un esfuerzo adicional con
es imposible abarcarlo todo. vista a mantener el calendario previsto.

El líder se centrará en lo esencial y delegará en En la planificación de la semana hay que buscar

su equipo otras obligaciones. también tiempo para la lectura, para el depor-
te, para el ocio y, muy especialmente, para la
Resulta muy útil fijar al comienzo de la semana familia. De hecho, el líder debe auto limitarse
(domingo por la noche o el tiempo que dedica al
lunes a primera hora) la trabajo.
agenda de los próximos
días: No resulta lógico, ni por
supuesto recomendable,
Señalar aquellas actuacio- estar todos los días en la
nes que uno debe realizar, oficina de 9 de la maña-
fijar los objetivos que se na a 10 de la noche.
quieren conseguir a lo lar-
go de la semana. Si el líder se auto impone
finalizar todos los días a
La única forma de evitar las 7,30 de la tarde
que los proyectos se vayan (salvo en ocasiones ex-
posponiendo y nunca se cepcionales), organizará
terminen de abordar. su jornada y se imprimirá un ritmo de trabajo
con vista a cumplir dicho horario.
Por ejemplo: si el líder busca mejorar su cono-
cimiento de inglés se puede fijar como meta Muchos directivos presumen de estar todo el
semanal dar dos horas de clase (empezando día en la oficina. Probablemente estén perdien-
esa misma semana, ¿por qué aplazarlo?), fijan- do el tiempo, además de estar desatendiendo a
do en su agenda día y hora, obligación que su familia, a sus amigos y a sus propias inquie-
respetará escrupulosamente. tudes personales.

12
 Reingeniería Personal- 3ª Parte
Por Yuri von Server Servolov Palos
V
iene del Martillo No. 8 Página 16.
6. Darle el control de nosotros a
nuestra mente
Actuar a la primera o a la segunda ver que una
idea aparece por nuestra mente.
Si se nos ocurre algo una vez y jamás lo recor-
damos puede ser que se tratara sólo de un ca-
pricho, pero si nuestra mente se vuelve a ocu-
par de ello, debe ser porque es algo importan-
te o valioso para nosotros. En ese momento
debemos hacerle caso y actuar.
Método: a la segunda vez que se nos ocurra
algo debemos actuar y llevarlo a cabo.
Recomendación: ir desarrollando el músculo
de nuestra disciplina y voluntad sometiéndo-
nos al imperio de nuestra mente, que es la
parte más inteligente de nuestro ser. Debemos
aprender a confiar en nosotros mismos, en
nuestra mente, en nuestro cerebro. Si no con-
fiamos en nosotros mismos ¿en quién vamos a
confiar'?. Si nuestra mente nos está mandando
una alerta por segunda ocasión. hay que
hacerle caso. Este es un principio que si lo con-
vertimos en hábito nos dará muy buenos re-
sultados.
No debernos dejar que se impongan nuestros
sentimientos. Debemos estar consientes todo
el tiempo que nosotros escogemos a nuestros
sentimientos y no ellos a nosotros. Nosotros
somos libres de elegir cómo nos queremos
sentir. No importa que estemos tristes, pode-
mos elegir estar contentos. No importa que
nos sintamos solos, podemos elegir comunicar-
nos con los demás. No importa que estemos
viviendo una crisis, podemos elegir, proactiva-
mente, aprender algo de esa experiencia y
13
hacerlo intensamente.
7. Cuidar nuestro físico
La salud física es producto de tres cosas: buena
alimentación, ejercicio y descanso.
El Martillo
Ninguna medicina puede curar a un ser huma-
no si éste pierde su capacidad de auto curarse
a sí mismo. La medicina es sólo una cataliza-
dora, pero el cuerpo humano es el que debe
recuperar su equilibrio.
Debemos re ingeniar nuestra alimentación,
porque somos lo que comemos. La alimenta-
ción debe tener un equilibrio entre proteínas,
carbohidratos y grasas. Y debemos elegir de
entre estos las proteínas, los carbohidratos y
las grasas de mejor calidad. Hay una alimenta-
ción que nos transporta a la zona, que es ese
estado donde alcanzamos nuestro máximo
desarrollo mental, físico y emocional. Para
conocer esa alimentación recomendamos leer
el libro Dieta para entrar en la zona de Barry
Sears.
Requerimos hacer ejercicio todos los días. Con
10 minutos hasta, pero siempre y cuando ejer-
citemos todas y cada una de las partes de
nuestro cuerpo, ya que lo que no se ejercita,
se atrofia y posteriormente se muere.
También debemos aprender a descansar nues-
tro cuerpo, nuestro espíritu, nuestra mente.
Alinear nuestras horas de sueño, ya que nues-
tro cuerpo es un instrumento de hábitos.
Ya se ha dicho desde siempre: "mente sana en
cuerpo sano".
El cuerpo es el primero que resiente la viola-
ción de principios. Es nuestro instrumento, es
la casa de nuestro espíritu. Tenemos como
 obligación cuidarlo y respetarlo. No abusar de
él, no cometer excesos con él. No injerir sustan-
cias nocivas para el mismo. Controlar nuestro
cuerpo es controlarnos a nosotros mismos.
Nuestra reingeniería estaría incompleta sino cui-
damos nuestra dimensión física.
8. Desarrollar pensamiento crítico y es-
tratégico
El Martillo
Existen varios niveles de pensamiento:
-el sentido irracional
-el sentido común
-el sentido lógico
-el sentido crítico
-el sentido estratégico
-el sentido prospectivo
La mayoría de la gente se queda en el sentido
común y ahí basa y desarrolla su vida. La intui-
ción es poderosa, así como las enseñanzas que
recibimos de nuestros abuelos, nuestros padres
y maestros, así como de los golpes que nos da
la vida. Pero muchas veces podemos estar equi-
vocados. Por eso debemos someter e,a intuición
al rigor de la lógica y más aún al método cientí-
fico, a la duda sistémica, para desarrollar el pen-
samiento crítico, que no acepta nada sino hasta
después de que lo observa detenidamente. lo
investiga. lo somete a experimento, lo com-
prueba y emite un enunciado, una conclusión,
una sentencia o ley, que se vuelve confiable,
hasta que no se encuentre un hecho que la des-
mienta o se desarrolle un nuevo conocimiento
que la supere. El método científico ha permitido
la evolución de la humanidad. Es uno de los
mayores logros del ser humano. Es uno de los
más grandes frutos que nos ha permitido en-
frentarnos a la enfermedad. al hambre. a la in-
comunicación, vencer distancias y alcanzar me-
tas que parecían imposibles (volar, ir a la Luna,
comunicarnos de un continente a otro en tiem-
14
po real. etcétera).
La clave del método científico es la duda sisté-
mica. es decir no creer nada por sistema hasta
que lo hayamos comprobado y verificado.
Debemos también aprender a desarrollar pensa-
miento estratégico y prospectivo, el cual es es-
casísimo y muchas veces contradice al sentido
común. ya que no es obvio ni evidente, pero
muchas veces la solución a un problema es
aquella que contradice la evidencia y que sólo
alcanza a ver una persona, que es la que se lleva
la mayor ganancia (el pececito que v a nadando
contra la corriente, el único que vende cuando
todos están comprando o el único que compra
cuando todos están vendiendo). No es fácil des-
arrollar sentido estratégico y prospectivo. Hay
que leer a Sun Tzu. a Karl von Clausewitz, a los
grandes pensadores, pero, al final, difícilmente
la estrategia se podrá aprender en un libro. La
alineación a principios dará parte de este pensa-
miento, así como las visualizaciones, el mapa
aristotélico y los mapas cognoscitivos.
El método para desarrollar pensamiento lógico
es el estudio de las inferencias. El método para
el desarrollo de pensamiento crítico es la duda
sistémica y seguir cl método científico que con-
siste en la observación. la formulación de hipó-
tesis, la investigación v experimentación, la
comprobación y verificación, la emisión de
enunciados, conclusiones, leyes o teoría,.
El método para desarrollar pensamiento critico
es huir de lo obvio, de lo aparente, es buscar
aquella solución que por difícil (le ver sorpren-
de a uno. pero sobre todo al contrario, es ir al
límite, al borde. a la frontera de los paradigmas,
donde todo está ríenos definido y preciso, el
punto donde el orden se torna en caos y el caos
en orden. Acelerar, aumentar la velocidad para
encontrar los equilibrios dinámicos. Sin embar-
go, para desarrollar de manera sistemática éste
pensamiento se tiene que dominar cuatro di-
mensiones de la realidad, cada una con su pro-
pia dificultad y luego aprender a verlas holísti-
ca e integralmente, lo que requiere de una gran
capacidad intelectual.
el estudio de los principios, de las leyes y cau-
sas. Toda realidad está apoyada en un princi-
pio que generalmente es invisible, pero no por
de lo probabilístico y de la ciencia del caos.
Aunque no existe el determinismo, tal como lo
advierte profusamente Isahía Berlín en la Inevi-
tabilidad de la Historia, es una abstracción po-
derosa que nos permite construir modelos que
nos expliquen parte de la realidad (para apren-
der a multiplicar, primero debemos aprender a
sumar). El determinismo nos permitirá poste-

El Martillo
riormente entender mejor las leyes de la pro-
ello deja de manifestar su fuerza y todo el po-
babilidad. En el universo reina el azar, aunque,
der de la causalidad. Si aprendemos a ver los
como dijera Einstein: Dios no juega a los da-
principios aprenderemos a ver una avenida
dos. Mientras más próximos estemos a una rea-
hacia el futuro, más si combinamos los princi-
lidad, en el tiempo o en el espacio, más deter-
pios con la lógica y vemos el entretejido de las
minística será, pero en la medida que más nos
relaciones de causalidad. De esa aranera desde
alejemos de ella, se volverá más probabilística
el principio de un fenómeno podremos estar
y si nos seguimos alejando, se volverá incierta
visualizando el final.
o caótica. Por ejemplo, si tiramos una moneda
El estudio de la complejidad. La realidad puede al piso desde un metro de altura, podremos
ir de lo simple a lo extremadamente complejo, determinar con gran precisión el sitio donde
es decir cuando una realidad está compuesta de caerá. Pero si la tiramos desde un helicóptero
un sin fin de variables. El álgebra matricial es en vuelo, entonces sólo podremos establecer
una poderosa herramienta que nos permite un área de probabilidad donde caerá, pero si la
enfrentarnos a esta dimensión. Las realidades tiramos desde un cohete en órbita a la Tierra,
van de lo simple a lo complejo y de lo comple- entonces será impredecible o caótico cuál será
jo a lo simple. su comportamiento.
El estudio de la dinámica. Las realidades pue- Si logramos dominar estas cuatro dimensiones
den ser estáticas o extremadamente dinámicas, de la realidad: los principios, la complejidad, la
cambiantes, estables o inestables. El estudio del dinámica y la incertidumbre, entonces tendre-
cambio es uno de los más fascinantes, porque mos los cuatro componentes genéticos de cual-
muchas veces el cambio es impredecible. Adivi- quier realidad y por tanto
nar la evolución de un cambio puede muchas
podremos desarrollar pensamiento estratégico
veces dar la clave del éxito o del fracaso. En el
sobo. la misma. Cada una de esas cuatro di-
universo, se ha dicho, lo único constante es el
mensiones c, poderosa y es un reto en sí mis-
cambio. En la realidad existen dos fuerzas: la
ma. Solo un gran maestro domina las cuatro y
inercia y el cambio. Ambas dominan todos los
puede combinarlas. Generalnientc abrir una
acontecimientos. Aprender a ver y a usar esas
puerta de percepción de una de ellas nos nubla
fuerzas, aumentará, indudablemente, la capaci-
la vista de la otra, por eso la estrategia es tan
dad estratégica. La ciencia nos aporta el cálculo
difícil de dominar. Ver una dimensión, por
integral y diferencial para el análisis del cam-
ejemplo, la complejidad, nos impide, al mismo
bio.
tiempo. captar la dinámica. Es el principio de
El estudio de la linealidad, de lo determinístico, incertidumbre.

15
 La Paideia
Selección Ivette Avendaño Díaz

E
n nuestro pasado número iniciamos el
estudio de uno de los libros con mayor
importancia dentro de la cultura griega;
ya que buscamos el conocimiento que es lo
único que nos permitirá crecer, por que en la
El Martillo
(al menos si atendemos a la forma de las rela-
ciones holóticas que utiliza) del concepto que
algunos etnólogos se forjan de la magia «por
contigüidad simpática», en tanto que (como
dice Marcel Mauss), «la forma más simple de

cultura griega, la enseñanza, fue generada para
que trascendiera los siglos y nos llegara hasta
este momento con el cuidado de quien la pro-
nunció por vez primera.
Señalamos en la parte final del comentario
pasado que uno de los libros que desmenuza
la magia y el fetichismo, es La rama Dorada de
Frazer, que cuida las formas y, aunque en mo-
mentos se deja mecer en la cuna de la religión
cristiana, no abandona el cuidadoso estudio
antropológico, que lo lleva a conclusiones
muy interesantes.
esta noción de contigüidad simpática, nos es
dada en la identificación de la parte al to-
do» (Marcel Mauss y H. Hubert: Esquisse d'une
théorie de la magie, 1902-1903, la parte vale
por la cosa entera. Los dientes, la saliva, el su-
dor, las uñas, los cabellos..., representan ínte-
gramente a la persona (lo que dicho sea de
paso, no es, en principio, ningún absurdo bio-
lógico, como tampoco lo sería para la teoría
de los fractales de Mandelbrot).

Señala en lagunas partes de su libro aspectos

que son indispensables de estudiar cuidadosa-
mente y reflexionar, para no dejarlos pasar sin
el cuidado que estos demandan, por que tene-
mos que desglosar, a efectos de alcanzar nues-
tro proyecto reivindicativo, el fetichismo de la
magia, puesto que ambos conceptos teóricos
aparecen de vez en cuando interconectados,
no ya sólo por la mediación de alguna teoría
antropológica (el concepto de fetichismo que
John Lubbock construyó en su obra clásica La
civilización primitiva guarda ciertas semejanzas Pero el sentido de este proyecto de «desglose»
con el concepto de magia que J. G. Frazer des- de los conceptos de magia y fetichismo no
arrolló en La rama dorada), sino también a puede ser otro sino el de la tarea misma de
través del propio material etnográfico (quien llevar a cabo un conjunto de redefiniciones
manipula fetiches es el «feticheiro», esenciales de cada uno de los conceptos teóri-
«hechicero», «mago»). cos de referencia.

Incluso el mismo concepto psiquiátrico del Ahora bien: vivir en el siglo de la comuniuca-
fetichismo no está enteramente desvinculado ción en parte, tiene su premio, por que nos

16
permite conocer mucho del recelo de los espe-
cialistas (etnólogos, filólogos, historiadores)
ante las definiciones esenciales que, es prover-
bial, y no de todo punto injustificado. Cual-
quier definición «esencial» de magia, o de reli-
gión, o de fetichismo –dirán los especialistas–,
resulta excesivamente rígida, incapaz de acoger
las variedades y matices que los hechos (las
the Sinoptyc Traditions, Londres 1974) si no
fuese posible distinguir, de algún modo, entre
magia y religión? Reconociéndolo así, se diría
que los especialistas tienden al siguiente
«arreglo» (en realidad: a la siguiente «teoría de
la definición»): aceptar las definiciones
«conceptuales» a título indicativo («definiciones
nominales»), pero resistiéndose a tomarlas co-

El Martillo
fuentes, el material) nos proporcionan: las defi- mo definiciones esenciales. Por tanto, mante-
niciones esenciales establecen disociaciones abs- niendo siempre su derecho a modificarlas («en
tractas escolásticas, incluso apriorísticas, que nombre de las fuentes») y modificándolas, de
son invariablemente desmentidas por los hecho, añadiendo, o quitando, o variando,
hechos. según situaciones ad hoc, que serán presentadas
continuamente como transgresiones a la defini-
En la actualidad encontrar aspectos que nos ción inicial (a la cual, por tanto, no se le conce-
permitan definir plenamente la figura de un de demasiada importancia en el conjunto de la
personaje de la antigüedad, no son alejados de «actividad científica»).
la realidad, pero lo cierto es que todo el mun-
do utiliza, de algún modo, estas definiciones Por eso es que cuando nos adentranos en el
esenciales. ¿Qué sentido tendría discutir la cues- conocimiento de lo que ha movido a la huma-
tión sobre si Jesús fue un mago o si fue un sa- nidad por siglos, como son las creencias, tene-
cerdote, es decir: si Jesús es un «fenómeno mos que aventurarnos en un mundo que está
mágico» (M. Smith: Jesus, the magician, New plagado de engañosd y de mentiras, al que se
York 1968), o si más bien, fue un «fenómeno le ha dado en llamar «magia». En el caso que
religioso» (J. M. Hulk: Hellenistic Magic and nos ocupa, las definiciones, tenidas por nomi-

17
 nales, de referencia suelen ser las definiciones
que Frazer construyó, en La rama dorada, de
religión y magia simpática (ya sea homeopática,
regida por el principio de que «lo semejante
causa lo semejante» –el brujo dayak simulando
movimientos del parto, ayuda a la parturienta,
que se encuentra en una habitación próxima–
ya sea contaminante, la que se rige por el prin-
El Martillo
De este modo, el concepto fundamental es
idéntico al de la ciencia moderna... el mago no
duda de que las mismas causas producirán siem-
pre los mismos efectos... a menos que sus en-
cantamientos sean desbaratados y contrarresta-
dos por los conjuros más potentes de otro
hechicero. Él no ruega a ningún alto poder, no

cipio de que «lo que ha estado en contacto con demanda el favor del veleidoso y vacilante ser;
otra cosa, mantiene su influjo sobre ésta» –la no se humilla ante ninguna deidad terrible».
herida se alivia limpiando el cuchillo que la pro-
dujo). «Todos contra Frazer»: éste podría ser el grito
de guerra de los especialistas en magia y reli-
Mientras que la magia sería «manipulación de gión, el lema de la crítica científica, desde Jen-
objetos, según secuencias que se suponen conca- sen a Malinowski, desde Maret a Lowie, de Lévi
tenadas de modo necesario e impersonal», las -Strauss a Harris, de Mauss a Max Weber, de
religiones supondrían actos dirigidos a lograr el Goldenweiser a Evans-Pritchard.
favor de alguna entidad personal capaz, si lo
quiere, de hacer o deshacer lo que se pide por No pretendo, por mi parte, defender la distin-
ruego, y a veces, por amenaza. ción de Frazer de modo incondicional, puesto
que sus definiciones, sin perjuicio de contener
Así –decía Fra- un núcleo certero (a nuestro juicio, la oposición
zer–, «siempre entre lo impersonal y lo personal, más que la
que se manifies- oposición entre la semejanza y la contigüidad)
ta la magia están muy toscamente construidas, al tratar de
simpática en su establecer la oposición magia/religión apelando
forma pura, sin a una oposición entre conducta causalista y con-
adulterar, se da ducta acausal, en el sentido humano, como si
por sentado las «leyes» de la magia homeopática, o de la ma-
que, en la natu- gia contaminante, pudieran ser consideradas
raleza, un hecho como leyes causales, y como si la acción de los
sigue a otro sacerdotes, o de los dioses, hubieran de tener
hecho, necesaria un significado acausal, por el hecho de ser voli-
e invariable- tivas.
mente, sin la
intervención de Este es el mundo en que se mueve la creencia, la
Sir James Frazer ningún agente religión, la magia y el fanatismo, cadenas que
1854 –1941 espiritual o perso- siempre atarán al ser humano a someterse al
nal [lo que no es arbitrio de los tiranos y a vivir en un mundo de
exacto, puesto que, a veces, el mago pretende tinieblas que destruyen la razón y el conoci-
obligar a los agentes personales por actos mági- miento de carácter científico.
cos].

18
 Al Hermano Faltista o Ausente Sin Razón
Luis Arturo Lopez Tello
¡
Hermano! ¿Qué es esto? ¿Eres Tú en ver-
dad?, detente un instante entre CCol∴ Ob-
serva, ve a tus HH∴, aún dudan de que
seas Tú, eres el que tras larga ausencia vuelve
a esta tu Madre Log∴ dime, haciendo un exa-
men de conciencia propia, sé franco:
¿Ha sido plenamente justificado el que no
hayas concurrido y cumplido con tú deber de
asistir a las TTen∴?
En torno tuyo las caras de tus HH∴ se encuen-
tran desapacibles, entre desconcertadas y con-
tentas. Mira y verás lo que tu larga ausencia a
propiciado. Encontrarás HH∴ de tu misma
Log∴ a los que no conoces; ni ellos te cono-
cen a ti, ¿y cómo podrían sentir cariño y amor
fraternal por quien involuntariamente se ha
alejado de ellos? ¿Cómo puedes llamar HH∴
a quiénes no aprecias ya que los has abando-
nado?, además, si tus faltas no han sido moti-
vadas por causas poderosísimas, de otra mane-
ra no se justifican, ¿con qué razones les has de
convencer de que sí eres un buen H∴?
Atentamente veamos las caras. Verás rostros
sonrientes, son los HH∴ que saben que sino
hoy, quizás otro día hayas sido un buen H∴ y
disculpan tu falta por la alegría de verte nue-
vamente laborando como corresponde.
También mirarás HH∴ que te ven con enojo
fraternal H∴, porque todavía no te quieren
perdonar, porque saben que tu error no sólo
perjudica a tu Log\ que esforzadamente sigue
adelante a pesar de los obstáculos y a la cual
no quieres prestarle tu contingente; no sólo a
ella perjudicas, NO, sino que perjudicas a la
Mas∴ Universal y por último, verás a tu alre-
19
dedor rostros indiferentes, no les importa que
vengas ó dejes de venir y estos son los HH∴
que deben preocuparte seriamente, pues has
dejado de conquistar su afecto; son los nuevos
HH∴ que no te conocen y a quiénes el día de
El Martillo
mañana se habrán de confiar los destinos de la
Mas∴, y a los cuales puede que les importe
poco tu dolor o tu pesar, ya que no has podi-
do demostrarles que eres un buen H∴ de ver-
dad y que sientes la Mas∴ como todo buen M
∴ debe sentirla: Espiritual, Intelectual y Mate-
rialmente.
Es preciso, es necesario que cese esa tu actitud,
tus HH∴ Mayores, que lo somos nosotros,
tenemos la urgencia de que nos dés el ejemplo
concurriendo regularmente a todas las TTen∴
cuando menos, pues, ¿cómo has de pedirnos
después que concurramos si tú no lo haces?
Cuán hermoso y divino don se nos ha conce-
dido al darnos la LUZ y ya ves cuan poco lo
apreciamos.
Preferimos pasar nuestro tiempo en fruslerías,
en pasatiempos baladíes en vez de procurar
perfeccionarnos aprendiendo cada vez más
profundamente la Bellísima Filosofía de la Vi-
da que nos enseña la Mas∴ y no sólo conten-
tos con eso, tratamos de aniquilar a la Log∴
que nos ha dado acogida tan benigna y pro-
tectoramente y caemos en desmedidos errores
e incurrimos en los más nefastos vicios como
son la PEREZA, LA MALICIA, LA INJURIA, LA
DEJADEZ Y EL PEOR DE TODOS, LA ESTULTI-
CIA, que es el compendio de todos ellos y aún
más.
¿Por qué cerrar los ojos a los visible? ¿Por qué
ser insensible a lo palpable? ¿Por qué desen-
 tendernos de lo que es perfectamente com-
prensible? ¿No H∴, en nuestra amada Log∴
no queremos, ni debemos tener simples PAGA-
CUOTAS, no queremos ni debemos retener
miembros INVISIBLES. No debemos ni quere-
mos defender una ELITE de la ausencia y que
son MMas∴ sólo para ufanarse de ello sin tan
siquiera contribuir
El Martillo
tantas causas injustificadas de las que juramos
despojarnos solamente un día. Ese día que to-
dos los HH∴ tenemos al llegar como neófitos.
Si ahí, donde te encuentras, en este momento
entre CCol∴ Q∴ H∴ te pidiéramos con la ver-
dad en el alma y la sinceridad en los ojos que
nos dieras solución a este problema de la falta
de asistencia, a ti que

con su visita sema- has faltado continua-

naria. mente y sin razón;
¿QUE NOS RES-
Es tan poco venir a PONDERIAS?
laborar y dar luz
UNA SOLA VEZ Que borremos a los
POR SEMANA co- HH∴ reglamentaria-
mo mínimo, que los mente, ¿Qué dirija-
HH∴ que asisten mos Pl∴ tras Pl∴
continuamente nos eternamente y sin
sentimos lastimados contestación?, Que
al ver tu falta de visitemos a los HH∴
voluntad. Vemos en su domicilio y les
cuan poco nos ayu- hiciéramos ver una
das a combatir las gran falta que él ya
fuerzas negativas conoce?
que nos rodeaban
antes de la Inicia- No HH∴, no es así
ción y que se van como se resuelve tan
incrementando sin grave problema. No
cesar ante la indife- es haciendo repro-
rencia de los HH∴ ches, ni forzando
como Tú y los que voluntades como
sentimos herido el hemos de salir avan-
corazón, tenemos te.
mil muertes del al-
ma. No es dirigiendo fra-
Historia General de la Masoneria (General History ses más o menos du-
of Freemasonry) por G. Danton, publicado en Espa- ras, o alabanzas más
Comprendemos que ña en 1882. o menos buenas.
somos muy pocos Nosotros los MMas
para tan inmensa labor y aún así hay quienes ∴ no debemos desear más que honor y sabi-
voluntariamente se excluyen en el esfuerzo, ya duría y no es a golpes como se adquieren, ni
sea por temor, o por conveniencia, en fin, por bajo la influencia de ninguna clase, es como

20
hemos de lograr asistencia. Los profanos son elementos desperdiciados sin
siquiera someterlos a prueba y los HH∴ los
¿Sabe cómo?, Sí, todos lo sabemos, es cum- sujetos a ella. Algunos hay con mucho de bue-
pliendo con nuestro deber, sin coacción de nin- no, otros con algo aprovechable y finalmente
guna especie, sin dirección de nadie, ni de na- los que en definitiva podemos ser desechados
da, sino con la convicción adquirida particular- por inservibles.
mente. Por nuestro propio convencimiento de
que cumplir es lo mejor y más hermoso. Al hacer la sublimación de los elementos pri-

El Martillo
¿Habéis visitado algún laboratorio? ¿Si es así, mordiales, vemos que sin lugar a duda, en el
ya lo sabéis?. crisol formidable y pavoroso de la Log∴ queda
puro y brillante material sin tacha y sin man-
Si no, sabedlo ahora: Toda fórmula química cha, pero también vemos con dolor que de
tiene innumerables períodos de transición más otros materiales no nos queda más que humo y
o menos largos, desde que se inicia hasta que ceniza.
termina el proceso químico; desde que se unen
las materias iníciales no importa sean primas o Comprendemos que no es una luz fulgurosa si
compuestas, hasta que se llegan a obtener las es instantánea, es preferible el material de una
síntesis o productos, se va elaborando paulati- luz modesta pero perdurable. Lo ideal sería y
namente y con el devenir del tiempo y la sabia es, una sustancia que una vez purificada, al re-
dirección del que gobierna la gestación, se ob- cibir el SER y obtener la LUZ no sólo la espar-
tiene el fruto deseado. ciera en una sola dirección sino que el polari-
zarla, dirigiera sus rayos luminosos hacia todos
Más eso no es todo. Siguiendo con la compara- los puntos cardinales. Qué raro es encontrar
ción vemos que al tomar uno, dos o más ele- material de tal calidad QQ∴ HH∴
mentos, digamos simples, se obtiene el com-
puesto anhelado, pero siempre quedan detri- Ya veis Q∴ H∴, no es mucho lo que deseamos
tus, sedimentos, lo que se llama la hez de aque- para estar contentos y satisfechos, claro no es
llas substancias elementales que ahora forman posible exigir que todos seamos de material
un compuesto deseable, manufacturado por el polarizador, pero si anhelamos la dulce, mo-
acto volativo del que es su creador. desta y benéfica luz perenne.

El gran Químico lo es el G∴ A∴ D∴ U∴ a la Los que asisten siempre, no desmayéis, concu-

gloria del cual estamos perfeccionando conti-
nuamente y por último, los elementos simples
o compuestos básicos imperfectos lo somos el
material humano, que a su vez se compone o
componemos infinitas partículas, sentimentales,
instintivas e intelectuales, por lo que somos en
mayor o menor grado puros y llegamos preci-
samente al motivo de mi charla improcedente
y sencilla.
rramos siempre a buscar la ciencia y la virtud;
concurramos pudiendo hacerlo y al no poder,
hacer un esfuerzo sobrehumano y concurrir lo
más frecuentemente posible, que por fin vere-
mos cuán bello es ser un Mas∴ Perfecto.
"Salud, Fuerza, Unión"

21
 La Cierva con Patas de Bronce de Arcadia
Los Doce Trabajos de Hércules
Franz
E
n este trabajo se desea aclarar algunos de
los aspectos que permite develar los con-
ceptos de la Mitología, o sea el estudio e
interpretación del mito y cuerpo de los mitos
El Martillo
de una cultura particular. En este caso de la
Mitología Greco Latina, por que el mito es un
fenómeno cultural complejo que puede ser
encarado desde varios puntos de vista.
En general, es una narración que describe y
retrata en lenguaje simbólico el origen de los
elementos y supuestos básicos de una cultura.
La narración mítica cuenta, por ejemplo,
cómo comenzó el mundo, cómo fueron crea-
dos seres humanos y animales, y cómo se ori-
ginaron ciertas costumbres, ritos o formas de
las actividades humanas. Casi todas las culturas
poseen o poseyeron alguna vez mitos y vivie-
ron en relación con ellos.
22
Los mitos difieren de los cuentos de hadas en
que se refieren a un tiempo diferente del per-
íodo ordinario. La secuencia del mito es extra-
ordinaria, desarrollada en un tiempo anterior
al nacimiento del mundo convencional. Como
los mitos se refieren a un tiempo y un lugar
extraordinarios, y a dioses y procesos sobrena-
turales, han sido considerados usualmente co-
mo aspectos de la religión. Sin embargo, como
su naturaleza es totalizadora, el mito puede
iluminar muchos aspectos de la vida individual
y cultural.
Desde los inicios de la cultura occidental, el
mito ha planteado un problema de significado
e interpretación, que ha generado controver-
sias sobre el valor e importancia de la Mito-
logía.
En la herencia griega recibida por occidente, el
Mito o mythos siempre ha estado en conflicto
con la Razón o Logos, que significaba el modo
analítico y racional de llegar a una visión ver-
dadera de la Realidad. Los filósofos griegos
Jenófanes, Platón y Aristóteles, por ejemplo,
exaltaron la Razón e hicieron críticas cáusticas
del mito como una supuesta manera de cono-
cer la Realidad.
En la tradición judeocristiana, la noción de
Historia se opone a la de Mito. Esta oposición
no es tan clara en tanto que el concepto de
Dios de los hebreos y cristianos, aunque exis-
ten fuera del tiempo y el espacio ordinarios, se
revela a la Humanidad dentro de la historia y
la sociedad humanas. Por ejemplo,
Dios se revela a Moisés en el Egipto de los fa-
raones.
Las distinciones entre Razón y Mito y entre Mi-
to e Historia, aunque fundamentales, nunca
han sido absolutas. Para Aristóteles, algunos de
los primeros mitos griegos sobre la creación, el
logos y el mythos coincidían. Platón usaba los
mitos como alegoría y también como emble-
En la masonería es un principio que nos entre-
ga conocimientos que habremos de poner en
marcha para bien de la humanidad. Si ya
hemos visto como ha resuelto las incógnitas y
las dudas nuestro héroe en este trabajo, encon-
tramos mucho de lo que lo distingue por aña-
didura de la verdad y de la lección que va de-

mas literarios en el desarrollo de un argumen-
to. Mythos, logos e Historia coinciden en el
prólogo al Evangelio de San Juan, en el Nuevo
Testamento; allí, Jesucristo es retratado como
el logos, que llegó desde la eternidad al tiempo
histórico. Los primeros teólogos cristianos, in-
tentando comprender la Revelación cristiana,
discutían sobre los papeles del Mito y de la
Historia en la narración bíblica.
El Martillo
jando en cada uno de los trabajo. Por eso es
que Hércules emprende la caza de la cierva que
corre por las lomas y valles de Arcadia.
Es el recién iniciado que anhela ser poseedor
del conocimiento y de la sabiduría de los inicia-
dos y de los maestros, por eso es que este ani-

El debate sobre si Mito, Razón o Historia ex-

presan mejor el significado de la realidad de los
dioses, los hombres y la naturaleza ha conti-
nuado en la cultura occidental como un legado
de sus tradiciones más antiguas. Entre este lega-
do figuran los mitos griegos. Adoptados y asi-
milados por los romanos, proporcionaron ins-
piración literaria, filosófica y artística incluso a
periodos recientes como el renacimiento y la
época romántica. Las tribus germanas propor-
cionaron otro cuerpo de tradición. Después de
que estas tribus llegaron a ser parte de la Cris-
tiandad, elementos de sus Mitologías persistie-
ron como sustrato folclórico de varias culturas
europeas.

En fin esos son algunos de los aspectos que nos

permiten hacer una revisión de lo que es la Mi-
tología y la forma como la trataremos en estos
trabajos que son el principal significado de to-
do lo que para la humanidad le han dado a lo
largo de muchos siglos y la forma como la han
interpretado los filósofos para conocimiento de
la humanidad.

23
 mal se caracteriza por su cornamenta de oro y no son capaces de confrontar con el análisis
sus patas de bronce. frió de la verdad.

Esta indómita cierva es presa de un movimien- El arte de la caza requiere sigilo, audacia, y va-
to constante, alentada por su mente desbocada lentía, requisitos no susceptibles de ser desarro-
e incoercible, sólo un avezado cazador puede llados por todos. Sólo aquél que se hace invisi-
intentar batirla y salir triunfante en la empresa.ble, incluso para sí mismo, y silencia su sonido
desarmónico, puede despertar pausadamente
El Martillo

Pensemos, quién puede ser el cazador, sino es, sus verdaderos sentidos adormecidos, y deve-
el que sea capaza de vencerse a si mismo, el nir en un buen cazador.
que sea capaz de vencer sus pasiones y tomar
el conocimiento confrontado con la realidad y Con todo, no es fácil aceptar que la guerra se
aplicarlo, traduciendo en hechos lo que está desarrolla dentro de uno mismo, y no se libra
representado en tradición y la leyenda. en el exterior, y que el verdadero guerrero es
tal cuando es un vencedor de sí.
Sus grandes cuernos de oro indican la posibili-
dad de elevar la materia mediante la luz Iniciá- Muchas serán nuestras pendencias y enfrenta-
tica, o Mercurio Divinizador de los masones mientos exteriores, antes que advirtamos que
del medioevo. el único enemigo es el oscuro y artificial meca-
nismo que nos envuelve.
La constitución broncínea de sus extremidades,
alude a la impureza de su materia endurecida e Así, ¡Tú, Oh buscador! No oses acercarte a la
impenetrable, refractaria a toda irradiación en- luz contendiendo con aquellos que hacen tu
noblecedora que pueda amasarla, ablandarla y mismo camino. Vence a tu propio ejército, esa
depurarla. hueste salvaje que no apaga su sed de eterna
lucha.
Ese bronce representa a la parte impura que Cambia la posición de tu escudo, y defiéndete
atrae más impureza, el masón que se deja guiar de ti mismo, entonces aprenderás a ser un
por una falsa enseñanza y no es capaz de du- buen cazador. Si tu reacción animal está muy
dar de lo que se le enseña, es arrastrado por las viva, reconócela, hazte responsable de ella y
enseñanzas que pierden a quien las recibe y no derrótala.
las confronta con la más dura de las lecciones,
la verdad. En ese vencimiento radica el verdadero encan-
to o hechizo que no necesita palabras. Es la
Si el aprendiz es arrastrado por el río de infor- acción de tu Maestro interno que vela porque
mación de las suposiciones, como es la teosofía se cumpla la ley Iniciática.
y las doctrinas secretas, que lo son por que no
son capaces de demostrar la verdad, de carác- Por eso es que la masonería acepta profanos
ter científico que demanda nuestra orden, en- que sean capaces de rasgar los velos del conoci-
tonces se pierden con facilidad en medio de un miento, para obtener el principio de la sabidur-
mar de datos falsos y caen en lo más lamenta- ía y adaptarlos al Arte Real de la Vida.
ble: tener que aceptar como acto de fe lo que

24
Ricardo Flores Magon Discurso del 4 de Julio de 1914
Selección Luis Arturo Barreiro Martín
E
l miedo de la Burguesía es la causa de
la intervención
Camaradas:
Hipocresía, ambición irrefrenable, miedo:
estos son los ingredientes malditos que entran
en la composición de ese acto de piratas que se
conoce con el nombre de intervención nortea-
mericana.
El atentado de Veracruz no es el acto gallardo
del hombre que se interpone entre el verdugo
y la víctima, sino el asalto brutal del bandido,
llevado a cabo por sorpresa y por la espalda.
La invasión de Veracruz por las fuerzas del ca-
pitalismo yanqui, no es el asalto audaz a la
trinchera, en pleno día y a sangre y fuego, sino
el golpe asestado en las tinieblas por un brazo
invisible.
La mano que clavó en las alturas de la ciudad
sorprendida la bandera de las barras y las estre-
llas no fue la robusta mano del héroe, inspira-
do en altos ideales, sino la mano temblorosa
del negociante, que lo mismo sabe vaciar de un
zarpazo los bolsillos del pueblo, como azuzar
sus perros contra el mismo pueblo cuando éste
muestra poca disposición para ser desvalijado.
El miedo a la bandera roja.
La burguesía de los Estados Unidos - y la de
todo el mundo - ve con espanto que el trabaja-
dor mexicano ha tomado por su cuenta la obra
de su emancipación.
La burguesía de todos los países no se siente
tranquila ante el hermoso ejemplo que el pro-
letariado mexicano está dando desde hace cua-
tro años, y teme que el ejemplo cunda a todos
los países de la Tierra; teme que de un momen-
to a otro, aquí mismo, en los Estados Unidos,
así como en Europa y por todas partes, el des-
heredado enarbole la bandera de la rebelión,
y, a ejemplo de su hermano el desheredado
25
mexicano, prenda fuego a los palacios de sus
señores, tome posesión de la riqueza y arran-
que la existencia de autoridades y ricos.
El insulto a la bandera.
La burguesía de todos los países tiene interés,
El Martillo
además, en que México esté poblado por escla-
vos para que no disminuyan los negocios.
Quiere ver al mexicano eternamente encorva-
do, dejando en el trabajo su sangre, su salud y
su porvenir en provecho de sus amos.
Estos son los motivos de la invasión norteame-
ricana. ¡Mentira que el insulto a la bandera de
los Estados Unidos haya precipitado la guerra
con México! Si los ricos y los gobiernos no tu-
vieran interés en que los explotados de todo el
mundo no sigan el ejemplo de los deshereda-
dos de México; si el derecho de propiedad pri-
vada y el principio de autoridad no bambolea-
sen en México al empuje de los dignos proleta-
rios rebeldes, no declararían la guerra, así pu-
diera permanecer eternamente en la bandera
estrellada la saliva de Huerta.
Es, pues, el miedo de los grandes de la Tierra la
causa de la guerra con México: el miedo a que
se extienda por todo el mundo el movimiento
mexicano, y el miedo a perder, para sus nego-
cios, ese rico filón de oro que se llama México.
La libertad económica.
Los hechos desarrollados en México desde hace
cuatro años muestran que el desheredado
mexicano está levantado en armas con el fin de
conquistar de una vez para siempre, su libertad
económica; esto es, la posibilidad de satisfacer
todas sus necesidades tanto materiales como
intelectuales, tanto las del cuerpo como las del
pensamiento, sin necesidad de depender de un
amo.
La toma de posesión de la tierra y de los instru-
mentos de labranza, llevada a cabo en distintas
 regiones del país por las poblaciones subleva-
das, indica que el proletariado mexicano ha
empuñado el fusil, no para darse el extraño
gusto de echarse encima de los hombros un
nuevo gobernante, sino para conquistar la po-
sibilidad de vivir sin depender de nadie, que es
lo que debe entenderse por libertad económi-
ca.
El Martillo
Acción directa.
El capitalismo ríe cuando el trabajador emplea
la boleta electoral para conquistar su libertad
económica; pero tiembla cuando el trabajador
hace pedazos, indignado, las boletas que sólo
sirven para nombrar parásitos, y empuña el
rifle para arrancar resueltamente de las manos
del rico el bienestar y la libertad.
Ríe el capitalismo ante las masas obreras que
votan, porque sabe bien que el gobierno es el
instrumento de los que poseen bienes materia-
les y el natural enemigo de los desheredados,
por socialista que sea; pero su risa se torna en
convulsión de terror cuando, perdida la con-
fianza y la fe en el paternalismo de los gobier-
nos, el trabajador endereza el cuerpo, pisotea
la ley, tiene confianza en sus puños, rompe sus
cadenas y abre, con éstas, el cráneo de las au-
toridades y los ricos.
Quieren esclavos.
Veis, pues, que el capitalismo de todos los paí-
ses tiene interés en que los trabajadores de
otras partes del mundo no tomen ejemplo de
los trabajadores mexicanos, y ese es el motivo
que los ha empujado a obligar al gobierno de
los Estados Unidos a intervenir en México.
Poco importa a los capitalistas el insulto a la
bandera de las barras y las estrellas; ellos mis-
mos se ríen de ese trapo; ellos mismos hacen
escarnio de ese hilacho, adornando con él las
colas de los caballos y de los perros.
Lo que a los capitalistas les interesa es que el
trabajador mexicano siga trabajando de sol a
sol, por un salario de hambre; lo que a los ca-
26
pitalistas les interesa, es que el trabajador mexi-
cano siga encorvado sobre el surco, fecundan-
do con su sudor una tierra que no es suya; lo
que a los capitalistas interesa es que haya un
gobierno estable en México que responda, a
balazos, las demandas de los trabajadores.
El gobierno, protector de los ricos.
¡Un gobierno! Eso es todo lo que piden los ca-
pitalistas, tanto mexicanos como de todo el
mundo, porque ellos saben bien que gobierno
es tiranía; porque ellos - los capitalistas - son
los verdaderos gobernantes; pues los gober-
nantes, lo mismo sean presidentes como sean
reyes, no son otra cosa que los perros guardia-
nes del Capital.
¿Qué beneficio le viene al pobre con tener un
gobierno? ¿Tiene, siquiera, pan, albergue, vesti-
do y educación para sus hijos? ¿Es respetado el
pobre por los representantes de la autoridad?
Para el pobre, el gobierno es un verdugo. El
pobre tiene que trabajar para pagar contribu-
ciones al gobierno, y el gobierno tiene por mi-
sión defender los intereses de los ricos. ¿No es
esto un contrasentido? El gobierno tiene gen-
darmes destinados a velar por los intereses de
los ciudadanos; pero ¿qué intereses materiales
tiene que perder el pobre?
Desengañémonos, trabajadores: los pobres te-
nemos que pagar para que los bienes de los
ricos sean protegidos; somos las víctimas las
que tenemos que mantener, con nuestro sudor
y nuestros sufrimientos, a los encargados de
velar por la seguridad de los bienes de nuestros
verdugos, los bienes que en manos de los ricos
son el origen de nuestra esclavitud, son la fuen-
te de nuestro infortunio.
Por eso los liberales gritamos: ¡muera todo go-
bierno! Y nuestros hermanos, los miembros del
Partido Liberal Mexicano, luchan y mueren en
los campos de la acción con el propósito de
liberar al pueblo mexicano de ese monstruo de
tres cabezas: gobierno, Capital, clero.
Y en su acción redentora el esclavo de ayer se
enfrenta a sus señores, ya no como el siervo de
antes, sino como hombre, con la bomba de
dinamita en una mano y tremolando con la
otra la bandera roja de Tierra y Libertad.
La expropiación.
Es que ha llegado el momento de tomar. Pasó,
tal vez para no volver jamás, la época de la
súplica y del ruego. Ya no piden pan más que
los cobardes; los valientes toman. A los que se
rompen la cabeza para obtener de sus amos la
jornada de ocho horas, se les ve con lástima;
los buenos no solamente rechazan la gracia de
las ocho horas, sino que rechazan el sistema de
salarios, y consecuentes con sus doctrinas, con
la misma mano con que se apoderan de la ri-
queza que indebidamente retiene el rico, par-
ten el corazón de éste en dos, porque saben
que si el burgués sobrevive a su derrota, la de-
rrota se transforma en reacción y la reacción en
la amenaza de la revolución.
Por todo esto la revolución mexicana es el es-
pectáculo más grandioso que han contemplado
las edades. El proletariado rebelde hace peda-
zos la ley, quema los archivos judiciales y de la
propiedad, incendia las guaridas de la burgues-
ía y de la autoridad, y con la mano con que
antes hacía el signo de la cruz, con la mano
que antes se extendía suplicante ante sus seño-
res, con la mano creadora que sólo había servi-
do para amasar la fortuna de sus amos, toma
posesión de la tierra y de los instrumentos de
trabajo, declarándolo todo, propiedad de to-
dos.
La ruina de la burguesía.
Ya comprenderéis, hermanos desheredados, la
impresión que este generoso movimiento
habrá producido en el ánimo de los burgueses
de todo el mundo. Ellos, que nos quisieran ver
agonizantes a las plantas del hacendado y del
cacique; ellos, que sueñan con que el país vuel-
va a estar en las mismas condiciones en que se
encontraba bajo el despotismo de Porfirio
Díaz.
Pero esos tiempos se fueron para no volver
jamás. Hoy para cada burgués tenemos un pu-
ñal; para cada gobernante tenemos una bom-
ba. Pasaron aquellos tiempos en que el burgués
hacía tranquilamente la digestión mientras sus
esclavos se arrastraban sobre el surco o se con-
El Martillo
sumían de anemia y de fatiga, en el fondo de
la mina y de la fábrica. Ahora el burgués tiene
que franquear las fronteras del país, si no quie-
re balancear de un poste de telégrafo.
No quieren la guillotina.
Por humanidad, dicen los burgueses, es necesa-
rio que los Estados Unidos intervengan en
México.
¡Por humanidad! ¿Quiénes nos hablan de
humanidad? Nos hablan de humanidad los cha-
cales carniceros que han bebido la sangre de los
pobres. Nos hablan de humanidad los vampi-
ros que no han tenido una mirada de compa-
sión para los pobres.
Ellos saben bien que en nuestros hogares no
hay lumbre; ellos saben bien que nuestros pe-
queñuelos tienen hambre; ellos han visto nues-
tras covachas; ellos se han reído de nuestros
andrajos; ellos nos han apartado con el bastón
en el paseo para que no les ensuciemos sus ves-
tidos; ellos nos han visto reventar de hambre a
la vuelta de una esquina; ellos nos explotan
mientras nuestros brazos son fuertes, y nos
arrojan a la calle cuando somos viejos; ellos
explotan los bracitos de nuestros hijos, imposi-
bilitándolos para ganarse el pan más tarde;
ellos conocen todos nuestros sufrimientos, su-
frimientos causados por ellos, sufrimientos de
los cuales ellos sacan su poder y su riqueza.
¿Cuándo han tenido para los pobres una mira-
da de lástima siquiera? No, hermanos de infor-
tunio, no es por humanidad por lo que los bur-
gueses están urgiendo la intervención; lo que
ellos quieren es que se salve el sistema capitalis-
27
 ta amenazado hoy de muerte por la acción del
proletariado en armas; lo que ellos quieren es
salvar sus riquezas y ahorrar a la guillotina el
trabajo de cortarles el pescuezo.
Tierra y Libertad o muerte.
Pero todos los esfuerzos de la arrogante bur-
guesía resultarán inútiles. El trabajador ha le-
vantado la cabeza; el trabajador sabe que entre
El Martillo
las dos clases - la de los hambrientos y la de los
hartos, la de los pobres y la de los ricos - no
puede haber paz, no debe haber paz, sino gue-
rra sin tregua, sin cuartel, hasta que la clase tra-
bajadora triunfante haya echado la última pa-
letada de tierra sobre el sepulcro del último
burgués y del último representante de la auto-
ridad, y los hombres redimidos puedan, al fin,
darse un abrazo de hermanos y de iguales.
Nuestros mártires.
A luchar por ese principio, un grupo de traba-
jadores se dirigía a México en septiembre del
año pasado. Sabéis bien quiénes eran: Rangel,
Alzalde, Lomas, Rincón, Cisneros y otros más.
No eran carrancistas, ni villistas, ni huertistas,
eran soldados de la revolución social. No iban
a México para encumbrar a nadie en la presi-
dencia de la República, sino a arrancar de las
manos de los ricos la tierra, la maquinaria, las
casas, los medios de transportación y a poner
toda esa riqueza en las manos de los pobres.
Son pues, nuestros hermanos de clase, son po-
bres como nosotros y por los pobres iban a
arriesgar contentos su vida; por los trabajado-
res iban a ofrecer su sangre y su inteligencia.
En su marcha para México fueron atacados co-
bardemente por fuerzas del Estado de Texas,
muriendo el compañero Silvestre Lomas. Nues-
tros hermanos hicieron prisioneros a sus asal-
tantes y continuaron su marcha hacia el sur.
Por la noche, uno de los prisioneros, Candela-
rio Ortíz, que era empleado de policía de
Texas, al pretender desarmar al compañero
José Guerra fue muerto por éste. Poco después
28
una numerosa fuerza de esbirros norteamerica-
nos arrestaba a los dignos trabajadores, y al
hacer el arresto, otro de los nuestros, Juan
Rincón, fue muerto alevosamente por los asal-
tantes.
De entonces acá, los catorce trabajadores arres-
tados están sufriendo en los calabozos de
Texas. Multitudes de norteamericanos salvajes
han pretendido lincharlos; en los calabozos se
les maltrata, se les ultraja porque son mexica-
nos; se les mata de hambre; no se les permite
escribir ni a sus familias; no pueden recibir pe-
riódicos ni visitas de sus amigos y parientes.
Para los ensoberbecidos burgueses norteameri-
canos, los catorce hombres presos no son ca-
torce héroes de la causa del trabajo, sino cator-
ce mexicanos despreciables. Todo el odio que
el norteamericano patriota siente por nuestra
raza lo ha reconcentrado en esos catorce traba-
jadores, uno de los cuales ha sido sentenciado
a pasar el resto de su vida en una penitenciaría
de Texas; otros, a pasar largos años de encierro
en las Bastillas texanas, mientras que sobre
Rangel, Alzalde, Cisneros y otros pesa la ame-
naza de la pena de muerte.
¿Cuál es su crímen?
El crimen cometido por estos hombres no es la
muerte de un esbirro, pues no fueron los pre-
sos quienes lo mataron, sino José Guerra, co-
mo lo saben muy bien los perseguidores; el
crimen cometido por éstos hombres es el de
dirigirse a México. Ese es el verdadero crimen;
el hecho de pretender poner su brazo y su ce-
rebro al servicio de la causa de los deshereda-
dos. Ese es el crimen que la burguesía no per-
dona. Estos hombres se habían hecho el propó-
sito de unir su fuerza a la de sus hermanos que
se encuentran luchando contra el Capital y la
autoridad; ellos iban serenos y altivos a des-
truir todos los privilegios, todos los despotis-
mos, todas las explotaciones; ellos iban a decir-
les a sus hermanos de miseria: ¡Levantad vues-
tras frentes, pues si alguien tiene derecho a go-
zar de la vida, sois vosotros, trabajadores, que
todo lo producís con vuestras manos creado-
ras; y si alguien debe estar en la miseria, es el
insolente patrón que os chupa vuestra sangre,
es el burgués que nada produce y os roba vues-
tro trabajo!
Comprendéis, trabajadores, que, para el bur-
gués holgazán, estos hombres son unos bandi-
dos; pero para nosotros, para los que sufrimos
miserias y desprecios, ellos son nuestros héroes
y nuestros mártires. Para nosotros, los que vivi-
mos en el último peldaño de la escala social, el
rico y el gobernante son los bandidos.
La raza proscrita.
El deber de todos los trabajadores es salir a la
defensa de nuestros presos; y para los que so-
mos de raza mexicana, el deber es doblemente
imperioso. Bien sabéis, mexicanos que en este
país nada valemos. La sangre de Antonio
Rodríguez todavía no se orea en Rock Springs;
está caliente aún el cuerpo de Juan Rincón;
está fresca la sepultura de Silvestre Lomas; en
las encrucijadas de Texas blanquean las osa-
mentas de los mexicanos; en los bosques de
Louisiana, los musgos adornan los esqueletos
de los mexicanos.
No sabéis cuántas veces ha recibido el trabaja-
dor mexicano un balazo en mitad del pecho al
ir a cobrar su salario a un patrón norteamerica-
no? ¿No habéis oído que en Texas - y en otros
Estados de este país - esta prohibido que el
mexicano viaje en los carros de los hombres de
piel blanca? En las fondas, en los hoteles, en las
barberías, en las playas de moda, no se admite
a los mexicanos. En Texas se excluye de las es-
cuelas a los niños mexicanos. En determinados
salones de espectáculos hay lugares destinados
para los mexicanos.
Justicia o rebelión.
¿No constituye todo esto un ultraje? ¿Y cómo
detener tanto ultraje si permanecemos con los
brazos cruzados?
Si tenemos vergüenza, ahora es cuando debe-
mos ponernos en pie. Unámonos como un so-
lo hombre para demandar la libertad absoluta
de nuestros hermanos presos en Texas; agite-
mos la opinión; demostremos que sabemos
unirnos enfrente de la injusticia y de la tiranía,
El Martillo
y si a pesar de nuestros esfuerzos y de demos-
trar su inocencia, no se pone en libertad a
nuestros hermanos, levantémonos en armas,
que es preferible morir a arrastrar una vida de
humillaciones y de vergüenza.
Si no se hace justicia a los nuestros, enarbole-
mos la bandera roja aquí mismo y hagámonos
justicia con nuestras propias manos.
Acción reclaman los tiempos que corremos;
pero no la acción de poner en tierra las rodillas
y elevar los ojos al cielo, sino la acción viril que
tiene como compañeras la dinamita y la metra-
lla.
Hay que hacer entender a los perseguidores
que si el verdugo pone la cuerda de la horca en
el cuello de Rangel y compañeros, nosotros,
los trabajadores, pondremos nuestras manos en
el cuello de los burgueses.
¡Ahora o nunca! Esta es la oportunidad que se
nos presenta para detener esa serie de infamias
que se cometen en este país en las personas de
nuestra raza por el único delito de ser mexica-
nos y pobres, pues hasta hoy no se ha visto
que un burgués mexicano, haya sido atropella-
do.
Es contra nosotros los pobres, contra los traba-
jadores contra quienes se comete toda clase de
atentados. Unámonos todos los desheredados
resueltos a ser respetados o a morir, y gritemos
la burguesía ensoberbecida: ¡Justicia o rebelión!
¡Viva Tierra y Libertad!
29
 Tu Recuerdo…
Esta tarde la lluvia cae
en gruesas gotas aburridas,
mientras pacientemente espero
los minutos duermen
tratando de crear tus formas
no olvidadas
El Martillo

en cada sombra incierta

salida de la nada.
Ha pasado media hora
que no cuento minutos
descubrí entre las gotas
que es banal este acecho
no hay cambios que me animen
sigue sobre el proscenio
la misma letanía
de sonidos y de formas.
Ya no hay retorno
el tiempo sucumbió en el olvido
tú no llegaras, la espera es vana
has hecho
de tu ausencia mi sino
quedo allí
entre las gotas
que van chorreando siglos
esperando la nada
fabricando delirios.
Te dibujo, mientras te borro
te creo mas cercana
por que te asesino
no dejas nada atrás
no espero nada al frente
estoy sólo hoy
y lleno de vació.
Santos Vergara

30
 Directorio Contenido
Presidente
3 Editorial.
Dr. Fabio Gerard Zubía
Vicepresidente 4 Biografía Breve Ignacio Ramirez
Luís Arturo López Tello
5 Origen de la ceremonia de la señal de la
Asesor General Cruz
Rubén Ríos Téllez Luis Arturo López Tello

El Martillo
Asesor Cultural
Roger Patrón Luján 8 El Mar de Bronce
Ricardo Hernández Soto
Asesor Artístico
Luis Arturo Barreiro Martín 10 El Arte de la estrategia
Gerente General Franz
Selene Sam Soto
13 Reingeniería Personal 3a Parte
Director General y Editor Yuri von Server Servolov Palos
Santos Vergara Badillo
16 La Paideia
Director Creativo Ivette Avendaño Díaz
Víctor Rodríguez Herrera
Relaciones Internacionales 19 Al Hermano Faltista o Ausente sin Razón
Leopoldo Celaya Tapia Luis Arturo López Tello

Es una publicación Masónica de análisis filosófico históri- 22 Los doce trabajos de Hércules
co y cultural La Cierva con Patas de Bronce
Franz
El Martillo es una publicación de la masonería mexicana
A. C. Reserva de derechos de uso exclusivo en trámite.
Es una publicación periódica en trámite, Sepomex. Prohi- 25 Discurso Ricardo Flores Magón 16-IX-10
bida la reproducción total o parcial, por cualquier medio,
impreso o electrónico, del contenido sin previa autoriza- Luis Arturo Barreiro Martín
ción, por parte de los editores. El contenido de los artícu-
los y ensayos publicados, son responsabilidad exclusiva de 30 Tu recuerdo—Poema
sus autores. Santos Vergara Badillo
Revista correspondiente al mes de Septiembre de 2007.
Año 1 Nº 9 31 Contenido
Contacto Los artículos y ensayos deberán enviarse en origi-
nal y disquete por correo a la atención del editor a la Direc-
ción Reforma 87 San Ángel Inn CP 01060 por correo
electrónico, revistaelmartillo@yahoo.com.mx o a mar-
tillo@rlsfgz.org Los artículos o ensayos deberán conte-
ner el título. Un extracto del contenido (de hasta cinco
líneas). Nombre completo o seudónimo del autor nacionali-
dad grado académico, ocupación actual, breve ficha curri-
cular, teléfono y correo electrónico. El Martillo, no devuel-
ve los originales, y puede hacer los cambios editoriales que
considere convenientes.
http://martillo.rlsfgz.org
31
Ceremonia de iniciación en una logia masónica de Viena, durante el reinado de Joseph II.
Con Mozart sentado en el extremo izquierdo