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pediátrica
Dra. Teresita Somogyi*, Dr. Wilber Alfaro**, Dr. Marco L. Herrera*** y Dr. José F.
Herrera****.
Introducción
Las vías respiratorias inferiores son vulnerables a infecciones causadas por una amplia
variedad de microorganismos, debido a que es uno de los sistemas orgánicos que comunica en
forma directa el ambiente interno con el ambiente externo. Prácticamente cualquier
microorganismo, si se presentan las circunstancias adecuadas y los factores del huésped lo
permiten, puede producir infección de las vías respiratorias inferiores (13). Gran parte de los
microorganismos que producen infecciones de las vías respiratorias inferiores primero
colonizan el epitelio nasal y faríngeo. El microorganismo que reside en estas vías alcanza el
tracto respiratorio inferior cuando los mecanismos normales de defensa se alteran, por lo
general a causa de una infección viral (7, 13, 17).
Las bacterias representan una causa común de infección respiratoria; sin embargo, los
principales géneros involucrados varían dependiendo de los estudios, sobre todo en función del
tipo de cuadro respiratorio y del grupo etario involucrado (10). En la neumonía adquirida en la
comunidad se ha reportado que los principales microorganismos asociados son: Streptococcus
pneumoniae (S. pneumoniae), Mycoplasma pneuminae (M. pneumoniae) y Legionella sp.
(12). Cuando se analizan poblaciones cerradas, como campos militares y escuelas,
el Strptococcus pyogenes (S. pyogenes) es la causa más frecuente de brotes de neumonía (3).
Por otro lado, si bien Staphylococcus aureus (S. aureus), S. pneumoniae y Haemophilus
influenzae (H. influenzae) son causas poco frecuentes de neumonías en adultos , excepto
cuando van acompañadas de epidemias por virus Influenza, estos microorganismos se
observan con mayor frecuencia en infecciones del tracto respiratorio inferior de niños (10). En
las poblaciones de pacientes hospitalizados, S. aureus y los bacilos Gram negativos aerobios
son una causa común de neumonía (4).
Antes del surgimiento de los antibióticos, la neumonía bacteriana era la principal causa de
morbi-mortalidad en Estados Unidos, y en la actualidad sigue siendo una forma importante de
infección y de muy difícil manejo (11). De acuerdo con las estimaciones de las Naciones Unidas
y de la Organización Mundial de la Salud, 4,3 millones de niños menores de 5 años murieron
en todo el mundo en 1990 por causas atribuibles a infeccciones respiratorias agudas. Más del
90% de las muertes debidas a neumonía ocurrieron en países en vías de desarrollo, y más de
la mitad de las personas que murieron fueron niños menores de 5 años (16).
La infección viral es quizás la causa más común de bronquitis aguda y de neumonía en adultos
y niños (1, 12).
Dada la diversidad de agentes asociados con infecciones del tracto respiratorio inferior, así
como la severidad en la presentación del cuadro es esencial identificar el o los patógenos
causales, especialmente en aquellos pacientes con alto riesgo de sufrir complicaciones (5). En
la actualidad otra razón para un diagnóstico etiológico de estas infecciones es el aumento
constante en la resistencia a los antibióticos de varios patógenos, a saber, la resistencia a la
penicilina de S. pneumoniae, la resistencia a la meticilina de S. aureus y la resistencia a la
ampicilina de H. influenzae y Moraxella catarrhalis (M. catarrhalis) (5).
En nuestro país se han llevado a acabo pocos estudios que pongan de manifiesto el papel de
los diferentes patógenos respiratorios en las poblaciones pediátricas (2, 6, 14). Este estudio
pretende actualizar el papel de la etiología bacteriana y viral en las infecciones respiratorias en
niños, lo que permitirá adecuar las medidas terapéuticas e instaurar medidas preventivas con el
fin de reducir las tasas de morbi-mortalidad por esta causa.
Material y Métodos
Población
Se analizaron 404 muestras obtenidas del tracto respiratorio de niños admitidos al Hospital
Nacional de Niños (HNN) "Dr. Carlos Sáenz Herrera" durante el período comprendido entre el 1
de marzo 1997 y el 31 de octubre de 1997. Los pacientes tenían edades comprendidas entre 1
día y 17 años 8 meses, para una edad promedio de 2 años. La mayoría de los pacientes
presentaban diferentes patologías respiratorias.
Muestra
De cada paciente se obtuvo alguna de las siguientes muestras: lavado nasal, aspirado
nasofaríngeo, aspirado bronquial, lavado bronquial, líquido pleural o aspirado traqueal. Se
analizaron las muestras de tracto respiratorio inferior recibidas en la División de Microbiología y
todas las muestras recibidas en la División de Inmunología del Laboratorio Clínico durante el
periodo de estudio.
A su vez, las muestras recibidas en la División de Inmunología, para estudios virales, fueron
enviadas posteriormente a la División de Microbiología para su correspondiente análisis
bacteriológico.
Procedimiento
Las placas negativas fueron reincubadas 24 horas más a 35ºC antes de ser descartadas como
negativas. Los tubos de caldo de tioglicolato que presentaron evidencia de crecimiento fueron
inoculados en placas de agar sangre, agar McConkey y agar manitol salado y se procedió a la
identificación de las colonias observadas como se mencionó previamente.
Las colonias alfa hemolíticas con un halo de inhibición alrededor del disco de Optochin (Oxoid
Ltd, Inglaterra) de al menos 12 mm de diámetro se identificaron como S. pneumoniae.
Las colonias cuya morfología colonial y tinción de Gram eran sugestivas de M. catarrhalis se
identificaron mediante la prueba de desoxiribonucleasa con agar Dnasa BBL (Becton
Dickinson). Las placas de agar se inocularon por estría y después de 24 horas de incubación a
35° C se agregó H2SO4 al 2%. La presencia de un halo de precipitación alrededor de la estría
permite la identificación de M. catarrhalis.
De las 404 muestras respiratorias estudiadas, 120 (29,7%) muestras fueron recibidas en la
División de Microbiología y 284 (70,3%) muestras fueron recibidas en la División de
Inmunología.
En el cuadro 1 se muestran los diferentes tipos de muestras analizadas de acuerdo con el lugar
en donde se solicitó el estudio.
CUADRO 1
Tipos de muestras de tracto respiratorio según
División de Laboratorio Clínico.
1 marzo-31 octubre 1997. HNN.
Tipo de muestra Microbiología Inmunología
Numero Porcentaje Número Porcentaje
Aspirado nasofaríngeo 1 0,8 191 67,3
Aspirado traqueal 77 64,2 0 0
Bronquial* 31 25,9 32 11,3
Lavado nasal 0 0 61 21,5
Líquido pleural 7 5,9 0 0
Esputo 4 3,3 0 0
TOTAL 120 100 284 100
*Incluye lavado broncoalveolar, aspirado y lavado bronquial
De las muestras analizadas, 277 (68,6%) presentaron aislamientos positivos por bacterias y
107 (31,4%) muestras fueron negativas por estos agentes. Se aisló e indentificó un total de 368
microorganismos. De las muestras con aislamientos positivos, 81 (67,5%) provenían de
Microbiología y 196 de Inmunología (69,0%). El cuadro 2 presenta la frecuencia de aislamiento
de los diferentes microorganismos. El microorganismo aislado con mayor frecuencia es el S.
aureus con un 17,4%, seguido del S. pneumoniae con 12,5% en las diferentes muestras
respiratorias analizadas.
CUADRO 2
Micoorganismos aislados de muestra de tracto respiratorio.
1 marzo - 31 octubre, 1997. HNN.
Microorganismo Aislamiento Frecuencia (%)
Staphylococcus aureus 64 17,4
Streptococcus pneumoniae 46 12,5
Klebsiella pneumoniae 38 10,3
Pseudomonas aeruginosa 32 8,7
Escherichia coli 30 8,1
Staphylococcus coagulasa negativo 26 7,0
Moraxella catarrhalis 22 6,0
Serratia marcescens 21 5,7
Streptococcus pyogenes 20 5,4
Enterobacter cloacae 18 4,9
Acinetobacter calcoaceticus biogrupo anitratus 9 2,4
Stenotrophomonas maltophilia 7 1,9
Candida albicans 5 1,3
Haemophylus influenzae tipo B 5 1,3
Enterococcus faecalis 4 1,1
Streptococcus beta hemolítico 3 0,8
Otros 18 4,9
TOTAL 368 100
Es importante señalar que tanto en las muestras de lavado nasal como de aspirado
nasofaríngeo la presencia de Staphylococcus sp. coagulasa negativos, Streptococcus alfa
hemolíticos y Neisseria sp. fue considerada como contaminante y no fueron tomados en cuenta
para este estudio.
El cuadro 3 presenta los microorganismos aislados con mayor frecuencia según el tipo de
muestra analizado.
CUADRO 3
Frecuencia de microorganismos más frecuentes según tipo de muestra.
1 marzo - 31 octubre, 1997. HNN.
Microorganismo Tipo de muestra TOTAL
Nasofaríngeo Nasal Traqueal Bronquial Pleural Esputo
S. aureus 42 8 1 11 2 0 64
S.pneumoniae 32 7 0 6 1 0 46
K. Pneumonaie 17 3 13 5 0 0 38
P. aeruginosa 5 2 16 8 0 1 32
E. coli 18 4 5 3 0 0 30
SCN* - - 14 11 0 1 26
M. catarrhalis 15 6 0 1 0 0 22
TOTAL 129 30 49 45 3 2 258
* SCN: Staphylococcus coagulasa negativo
Del cuadro anterior se obtiene que S. aureus y el S. pneumoniae se aislan con mayor
frecuencia en muestras de aspirado nasofaríngeo en pacientes pediátricos. Estas bacterias se
aíslan con mayor frecuencia como patógeno único y representan también la asociación
bacteriana más frecuente (datos no mostrados).
De las 404 muestras de este estudio 332 fueron estudiadas por la presencia de virus
respiratorios. El Cuadro 4 muestra los resultados obtenidos de los estudios virológicos de estas
muestras.
CUADRO 4
Detección de virus respiratorios en muestras pediátricas.
1 marzo - 31 octubre, 1997. HNN.
Resultado Número de casos Frecuencia
n= 332 %
Negativo 192 57,8
Virus respiratorio sincicial 111 33,4
Adenovirus 15 4,5
Virus Influenza A 10 3,0
Virus Influenza B 2 0,6
Virus Parainfluenza 2 0,6
Del cuadro 4 se observa que 57,8% de las muestras analizadas por virus respiratorios son
negativos y en un 42% de los pacientes se identificaron virus respiratorios. Esto contrasta con
el 61% de las muestras positivas por bacterias. El virus presente con mayor frecuencia en esta
población es el virus respiratorio sincicial, (VRS) en 33,4%.
Cuando se analizan los resultados obtenidos del estudio de las dos etiologías (bacteriana y
viral) se obtiene que en 17,4% de los casos se identificó un virus respiratorio como única
etiología, mientras que en 35% de las muestras se identificaron sólo bacterias. La presencia de
infección mixta (bacterias y virus) se observó en 24,7% de los casos estudiados. La asociación
virus / bacteria más frecuente fue VRS junto con S. pneumoniae en 26 casos y VRS con S.
aureus en 24 casos. Es igualmente importante señalar que sólo 22% de las muestras fue
negativa para ambas etiologías.
CUADRO 5
Frecuencia de cuadros clínicos.
1 marzo - 31 octubre 1997. HNN.
Diagnóstico Número de casos Frecuencia
n= 404 %
Neumonía 134 33,1
Insuficiencia respiratoria 82 20,3
Bronquiolitis 44 10,9
Leucemia 19 4,7
Sepsis 15 3,7
Membrana hialina 13 3,2
Otros 97 24,0
T2:Papel de la flora intestinal en la salud y en la
enfermedad
F. Guarner
RESUMEN
ABSTRACT
Introducción
Ecología Intestinal
Funciones de la Microbiota
Los estudios con colonización intestinal controlada han permitido identificar tres
funciones primarias de la microflora intestinal: (a) funciones de nutrición y
metabolismo, como resultado de la actividad bioquímica de la flora, que incluyen
recuperación de energía en forma de ácidos grasos de cadena corta, producción de
vitaminas y efectos favorables sobre la absorción de calcio y hierro en el colon; (b)
funciones de protección, previniendo la invasión de agentes infecciosos o el
sobrecrecimiento de especies residentes con potencial patógeno, y (c) funciones
tróficas sobre la proliferación y diferenciación del epitelio intestinal, y sobre el
desarrollo y modulación del sistema inmune4.
Funciones Metabólicas
Funciones de Protección
Funciones Tróficas
1
Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunología, Facultad de Farmacia,
Universidad de Concepción.
2
Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS), Universidad San Sebastián,
Concepción.
a
Bioquímico. Candidato a Magíster.
b
Bioquímica. Magíster en Inmunología.
d
Matrona. Doctora en Microbiología.
S-IgA forma complejos con bacterias comensales que están en el lumen, y puede
volver a la zona subepitelial mediante un receptor especializado en las células con
micropliegues (células M)12; también presenta selectivamente los componentes
bacterianos a células dendríticas con fenotipo CD11c+CD11b+CD8-, las cuales
inducen la producción de interleuquina-10 (IL-10) que contribuye al cambio de
clase de la inmunoglobulina a IgA. Este proceso es de vital importancia en el
establecimiento de un constante monitoreo de S-IgA a especies comensales,
asegurando una comunicación efectiva entre la microbiota y el sistema inmune.
Esta presentación selectiva de especies comensales induce un ambiente
tolerogénico hacia la microbiota.
Otra función atribuible a los anticuerpos de clase IgA producidos por las células B
fue dilucidada por el hallazgo de un subconjunto de células plasmáticas IgA+ en la
lámina propia. Estas células expresan la óxido nítrico sintasa inducible (iNOS, un
factor anti-microbiano) y el factor de necrosis tumoral- (TNF-). Curiosamente, la
producción de iNOS por parte de este subconjunto de células B IgA+ es dependiente
de la colonización microbiana. Los ratones que crecen en un ambiente libre de
gérmenes presentan una completa deficiencia de este subgrupo celular; al ser
colonizados con un número limitado de microbiota, la expresión de iNOS en las
células plasmáticas IgA+ es restaurada14. Además, los ratones deficientes en células
plasmáticas IgA+ iNOS+TNF-+ tienen una producción disminuida de IgA, siendo
incapaces de mantener una respuesta inmune clara frente a la infección
por Citrobacter rodentium. Estos datos establecen una nueva función efectora de
las células plasmáticas IgA+ en la producción de factores antimicrobianos in vivo,
ampliando aún más el rol de las células B IgA+ en el mantenimiento de la
homeostasis intestinal y la respuesta específica de la microbiota, mediante la
limitación de la absorción de antígenos15.
Las células dendríticas migran desde la lámina propia de los órganos linfoides
secundarios para regular la inmunidad intestinal; también tienen un papel clave en
el mantenimiento de IgA luminal y en la inducción del desarrollo de las células T
reguladoras16. Además, las células dendríticas muestrean constantemente el
microambiente intestinal para mantener el equilibrio y la tolerancia inmunológica a
antígenos inocuos durante la respuesta inmune frente a patógenos. Dependiendo
de cuáles sean los componentes de la cepa bacteriana, las células dendríticas serán
estimuladas, conduciendo a una respuesta mediada por la secreción de IL-12 y de
una respuesta tipo Th1, o por la secreción de IL-10 y una respuesta tipo Th217.
Está descrito que las células mieloides derivadas de monocitos expresan el receptor
de quimioquina CX3CR1, el cual promueve la formación de dendritas
transepiteliales para el muestreo de la microbiota luminal18. Una subpoblación de
células (CX3CR1þ) fue propuesta como no migratoria, porque no migró a los
ganglios linfáticos mesentéricos tras la estimulación de TLR7 y es una relativamente
pobre presentadora de antígeno en cultivo in vitro, en comparación con las células
dendríticas de la lámina propia19. Por lo tanto, estas células derivadas de monocitos
han sido clasificadas como células dendríticas, y en otros estudios se sugiere que
estas células pueden, en algunas circunstancias, migrar a los ganglios linfáticos
mesentéricos y promover la inducción de células inmunes e inmunoglobulinas20.
Las últimas investigaciones sugieren que la microbiota intestinal puede ser regulada
con microorganismos beneficiosos, los que pueden establecer un equilibrio
microbiano y prevenir enfermedades al reemplazar a los microorganismos
patógenos. Por esto, los probióticos (según la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura [FAO] y la Organización Mundial de la Salud)
son “microorganismos vivos que, administrados en forma adecuada, confieren
beneficios al huésped, que van más allá del efecto nutricional primario”, y serían
unos de los primeros microorganismos que podrían contribuir al balance de la
microbiota intestinal26.
T4:Artículo de revisión
Infecciones del tracto urinario, inmunidad y vacunación
Víctor Manuel Luna-Pineda1 2 *
Sara Ochoa1
Ariadnna Cruz-Córdova1
Vicenta Cázares-Domínguez1
Fernanda Vélez-González1
Rigoberto Hernández-Castro3
Juan Xicohtencatl-Cortes1
1
Laboratorio de Investigación en Bacteriología Intestinal, Hospital Infantil de México
Federico Gómez. México
2
Instituto de Fisiología Celular, Universidad Nacional Autónoma de México. México
3
Departamento de Ecología de Agentes Patógenos, Hospital General Dr. Manuel Gea
González. Ciudad de México, México
Resumen
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se consideran como una de las principales
causas de morbilidad en el mundo, y Escherichia coli uropatogénica (UPEC, por sus
siglas en inglés) es el agente causal asociado a estas infecciones. La alta morbilidad
generada por las ITU y la limitación de tratamientos debido al aumento de la
resistencia bacteriana a los diversos antibióticos inducen la búsqueda de nuevas
alternativas contra estas infecciones. El conocimiento que se ha generado acerca de
la respuesta inmunitaria en el tracto urinario (TU) es importante para el desarrollo
de estrategias efectivas en la prevención, el tratamiento y el control de las ITU. Los
avances en las herramientas de biología molecular y bioinformática han permitido
generar proteínas de fusión consideradas como biomoléculas potenciales para el
desarrollo de una vacuna viable contra las ITU. Las adhesinas fimbriales (FimH,
CsgA y PapG) de UPEC son factores de virulencia que contribuyen a la adherencia,
la invasión y la formación de comunidades bacterianas intracelulares. Pocos
estudios in vivo e in vitro han mostrado que las proteínas de fusión promueven una
respuesta inmunitaria eficiente y de protección contra las ITU causadas por UPEC.
Adicionalmente, la vía de inmunización intranasal con moléculas inmunogénicas ha
generado una respuesta en la mucosa del TU en comparación contra otras vías de
inmunización. El objetivo de esta revisión fue proponer un diseño de vacuna contra
las ITU causadas por UPEC, describiendo el panorama general de la infección, el
mecanismo de patogenicidad de la bacteria y la respuesta inmunitaria del huésped.
Abstract
Urinary tract infections (UTI) are considered one of the main causes of morbidity
worldwide, and uropathogenic Escherichia coli (UPEC) is the etiological agent
associated with these infections. The high morbidity produced by the UTI and the
limitation of antibiotic treatments promotes the search for new alternatives against
these infections. The knowledge that has been generated regarding the immune
response in the urinary tract is important for the development of effective
strategies in the UTI prevention, treatment, and control. Molecular biology and
bioinformatic tools have allowed the construction of fusion proteins as biomolecules
for the development of a viable vaccine against UTI. The fimbrial adhesins (FimH,
CsgA, and PapG) of UPEC are virulence factors that contribute to the adhesion,
invasion, and formation of intracellular bacterial communities. The generation of
recombinant proteins from fimbrial adhesins as a single molecule is obtained by
fusion technology. A few in vivo and in vitro studies have shown that fusion
proteins provide an efficient immune response and protection against UTI produced
by UPEC. Intranasal immunization of immunogenic molecules has generated a
response in the urinary tract mucosa compared with other routes of immunization.
The objective of this review was to propose a vaccine designed against UTI caused
by UPEC, describing the general scenario of the infection, the mechanism of
pathogenicity of bacteria, and the immune response of the host.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) son causadas principalmente por patógenos
de origen intestinal que contaminan la uretra y ascienden hasta la vejiga.
Adicionalmente, algunos factores propios de la bacteria o del hospedero favorecen
la colonización del riñón, donde el uropatógeno asciende a través de los uréteres1.
Las ITU pueden ser adquiridas en la comunidad y en los hospitales, y están
asociadas con elevadas tasas de morbilidad en todo el mundo2. Estas ITU son
clasificadas de acuerdo con el sitio de infección: orina (bacteriuria asintomática),
vejiga (cistitis), riñón (pielonefritis) y sangre (bacteriemia)3. Las ITU también son
caracterizadas con signos y síntomas generales tales como hematuria, piuria,
disuria, frecuencia urinaria, urgencia, fiebre, además de dolor en la espalda baja y
suprapúbico4.
En México, las ITU son un problema de salud pública por su alta morbilidad. Cada
año se registran aproximadamente cuatro millones de casos5. Las poblaciones con
alto riesgo de contraer ITU son los recién nacidos, las niñas en edad preescolar, las
mujeres con actividad sexual y ambos sexos en la edad avanzada1),(2. Las ITU en la
edad reproductiva representan la segunda causa de morbilidad en las mujeres, y en
el embarazo son la causa más frecuente de complicaciones perinatales6. En el año
2016 se reportaron 3,149,091 de casos de ITU en mujeres, de los cuales 1,392,235
fueron en mujeres entre 20 y 44 años de edad6. En el sexo masculino, las ITU
fueron la tercera causa de morbilidad, con 957,875 casos por año. La distribución
está asociada con la edad; sin embargo, esta infección disminuye en los adultos
mayores de 44 años6. Las ITU en la pubertad (15 a 19 años) representan la tercera
causa de morbilidad, con 297,831 casos; en la edad pediátrica (< 15 años) causan
360,220 casos6. La prevalencia de las ITU en menores de un año es de 20,300
casos por año; adicionalmente, la frecuencia de estas infecciones es del 0.4-1.0%
en las niñas, del 0.1% en los niños circuncidados y del 0.7% en los niños no
circuncidados6),(7.
La vejiga es una mucosa constituida por tejido estratificado de tres a seis capas
uroteliales, clasificadas en basal (5-10 µm de diámetro), intermedia (20 µm de
diámetro) y de superficie (25-250 µm de diámetro); además, la submucosa
contiene vasos sanguíneos y linfáticos29. Las células presentadoras de antígeno
(APC, por sus siglas en inglés), las células que expresan el complejo principal de
histocompatibilidad (MHC, por sus siglas en inglés) de clase II positivas a la
proteína de diferenciación celular 11c (CD11c+, por sus siglas en inglés), las células
F480+, las células dendríticas (DC, por sus siglas en inglés), los macrófagos y las
células T-ab y -gd, han sido descritas como células residentes del sistema
inmunitario en la mucosa30. Las células del revestimiento del TU son la primera
línea de defensa contra los uropatógenos y se caracterizan principalmente por
secretar proteínas solubles, como la uromodulina. Esta proteína estimula la
liberación de las interleucinas (IL) -1, -6 y -8, siendo las primeras moléculas
detectadas en el TU después de la infección, las cuales generan la maduración de
DC mieloides y la migración de fagocitos a la vejiga y al riñón31),(32. La uromodulina
evita la adherencia de UPEC al TU por la inducción de agregados bacteria-
uromodulina, facilitando la eliminación de la bacteria por el flujo de orina33)-(35.
Vacunación