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b) Factura simplificada.
-Este tipo de factura puede emitirse en operaciones de hasta 400 euros con IVA
incluido. Su característica principal es que permiten que no se conozcan los datos
del destinatario o receptor de la factura, tratándose, por tanto, de un cliente no
identificado.
Con esta factura no es obligatorio realizar un desglose de las cantidades de
impuestos que se deben pagar, sino que la cantidad a pagar ya incluye el IVA.
a) Factura de actividad.
Esta factura está relacionada con la compraventa de productos o servicios
a terceros. Es la más común entre trabajadores por cuenta propia y pymes.
b) Factura rectificativa.
Esta factura se generará cuando haya que hacer una corrección de una
factura anterior por motivos diversos motivos, como por ejemplo que no
cumpla los requisitos establecidos por la ley. Debe realizarse en el
momento en el que sepamos los motivos por los que hacemos la
rectificación.
Además de tener las condiciones y datos comunes a todas las facturas, las
rectificativas también cuentan con:
Datos que identifican la factura rectificada como por ejemplo el número de
factura y la fecha de expedición.
La rectificación que se lleva a cabo.
La condición de factura rectificativa.
Motivos que causan la rectificación.
d) Factura proforma.
La factura proforma no cuenta con valor contable y tampoco sirve como
justificante. Es decir, se trata de un documento comercial con el que se
ofrece toda la información de una transacción.
El fin principal de este tipo de factura es que el comprador tenga, el máximo
posible de tiempo, la información sobre la compra que va a realizar.
e) Factura de suplido
Se utiliza para anotar, de forma contable, el pago de un cliente que pagó o
pagará al proveedor, en nuestro nombre. No incluye IVA ni retenciones.
¿Qué ley regula las facturas?