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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

NUEVA CONCEPCIÓN, ESCUINTLA


DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
LIC. GERBER IVÁN MENDEZ SOSA

INVESTIGACIÓN
EL AMPARO

GRUPO #2
DAIRY PATRICIA CARIAS MURALLES
ELENA BEATRIZ CHAMALE MORALES
KARLA LETICIA YAZMIN MORATAYA VILLEDA
LUIS FERNANDO ORTIZ ARGUETA
OSCAR DANIEL REYNOSA PEREZ
THATYANA ALEJANDRINA MARTÍNEZ MARTÍNEZ
INTRODUCCIÓN

El amparo es el proceso constitucional, que tiene por objeto de obtener la


satisfacción de la pretensión de mantenimiento o de la restitución en el goce de los
derechos fundamentales. También podemos decir que el amparo es el
procedimiento armónico, ordenado a la composición de los conflictos suscitados
entre las autoridades y las personas individuales y colectivas por la violación,
desconocimiento e incertidumbres de las normas fundamentales.
El amparo encontramos varias características y algunas de esas son; en un
proceso judicial con rango constitucional; es un proceso especial por razón jurídico
material. Por ser el proceso extraordinario y subsidiario; es político, pues opera
como una institución contralora del ejercicio del poder público. Son de algunas de
las características que encontramos en el tema de amparo.
OBJETIVOS

 Conocer ampliamente sobre el tema de amparo, para la precisión, la


definición, que es continuamente del contenido de los derechos humanos.

 Para el estudio de las finalidades que el amparo contiene la finalidad de la


tutela o de la protección adjetivamente y los derechos que están a favor por
la consagración de la Ley Fundamental
JUSTIFICACIÓN

El presente trabajo nos sirve para conocer en sentido amplio del amparo y los
derechos que regula la Ley Fundamental en la que debe regir, para poder hacer
un resumen critico a través del cual podemos dar nuestro punto de vista como
estudiantes del derecho.
RESUMEN
“EL AMPARO”

El amparo es un proceso que sirve para proteger los derechos fundamentales


cuando son violados y constituye un aporte de América Latina al desarrollo del
derecho procesal constitucional. Sin embargo, su judicialización a través de las
instancias del Poder Judicial o mediante los tribunales constitucionales ha puesto
en evidencia que el amparo puede ser concebido como un noble sueño o una
pesadilla. Un noble sueño en el entendido de que reposa en una concepción
liberal y privatista del proceso, vinculada al quehacer de la justicia ordinaria,
llevada a cabo en principio por los tribunales o cortes supremas que remontan a
duras penas las ineficiencias e injusticias del proceso privado. Una pesadilla
cuando se funda en una concepción objetiva y garantista del proceso, que
desarrollan sobre todo y muchas veces pretorianamente los tribunales
constitucionales, los cuales en general vienen cumpliendo un papel protagónico en
la tutela efectiva de los derechos fundamentales y en la defensa de la supremacía
constitucional.
El artículo 8o. de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad y
el artículo 265 constitucional establecen: el amparo protege a las personas contra
las amenazas de violaciones a sus derechos o restaura el imperio de los mismos
cuando la violación hubiere ocurrido.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El amparo en Guatemala, tiene sus orígenes en el derecho hispano,
concretamente en la Constitución de México de 1917 y en la de la República
española (1931). Los derechos fundamentales protegidos por este tipo de leyes
son generalmente los de la igualdad ante la ley, sin discriminación por razones de
género, edad, raza o credo. En México, el amparo funciona de una manera muy
amplia. En la Constitución de la República de 1879, decretada por la Asamblea
Nacional Constituyente el 11 de diciembre de 1879, no se encontraba regulado el
amparo, sin embargo, en esa constitución, se puede encontrar el primer
antecedente de una regulación para hacer valer los derechos individuales, ya que
la misma, en el Artículo 34 reconocía el derecho de hábeas corpus o sea la
exhibición personal. La garantía de Hábeas Corpus fue reglamentada por el
Decreto Legislativo número 354 del 3 de abril de 1897. En la primera reforma a la
Constitución de 1879, decretada el 20 de octubre de 1885, se dispuso en el
Artículo 17 que cualquier ciudadano puede acusar a los funcionarios por los actos
con los que infrinjan la Constitución o las leyes. El amparo fue reconocido como
“derecho”, hasta en las reformas realizadas a la citada Constitución, el 11 de
marzo de 1921, la que de forma breve establecía en su Artículo 6º.: “El Artículo 34
queda reformado así: Artículo 34: “La Constitución reconoce el derecho de
amparo. Una ley constitucional anexa, desarrollará esta garantía". En el año 1927,
fue reformada nuevamente la Constitución del año 1879, y su Artículo 13 modificó
el citado Artículo 34, el que quedó así: “Las declaraciones, derechos y garantías
que expresa la Constitución, no excluyen otros derechos y garantías individuales
no consignados; pero que nacen del principio de soberanía del pueblo y de la
forma republicana de gobierno. Toda persona tiene derecho a pedir amparo en los
casos y para los efectos siguientes: 1º. Para que se le mantenga o restituya en el
goce de los derechos y garantías que la Constitución establece; 2º. Para que en
casos concretos se declare que una ley, un reglamento o cualquier disposición de
la autoridad no le es aplicable. . .” En la Constitución de la República de
Guatemala, decretada por la Asamblea Constituyente el 11 de marzo de 1,945, en
el Artículo 51 reconoció el amparo de la siguiente manera: “Toda persona tiene
derecho de pedir amparo en los casos y para los efectos siguientes: a) Para que
se le mantenga o restituya en el goce de los derechos y garantías que la
Constitución establece; b) Para que, en casos concretos, se declare que una ley,
un reglamento o cualquier disposición de la autoridad, no le es aplicable. Toda
persona ilegalmente presa, detenida o cohibida de cualquier modo en el goce de
su libertad individual, o que sufriere vejámenes aún en su prisión legal, tiene
derecho a pedir su inmediata exhibición, ya sea con el fin de que se le restituya en
su libertad, se le exonere de los vejámenes, o se haga cesar la coacción a que
estuviere sujeta. Si el tribunal decretare la libertad de la persona ilegalmente
recluida, ésta quedará libre en el mismo acto y lugar. Cuando así se solicite o el
juez o tribunal lo juzgue pertinente, la exhibición a que se alude en este inciso, de
practicará en el lugar en donde se encuentre el detenido, vejado o coaccionado,
sin previo aviso ni notificación alguna a las partes.” En el Artículo 164 se refiere al
Tribunal de Amparo y lo enmarca dentro de los de jurisdicción privativa. Del
artículo transcrito, se deduce que la Constitución de 1945, regulaba dentro del
amparo, tanto la inconstitucionalidad como la exhibición personal, instituciones
que en la actualidad son reguladas todas en forma individual. Después de haberse
derogado la Constitución de 1945, en las constituciones de la República de 1956 y
1965 se mantuvo la institución del amparo, considerándola siempre como
“recurso”. En la Constitución de 1965, se reguló de manera amplía lo relativo a la
exhibición personal, el amparo y la inconstitucionalidad; en cuanto al amparo, se
mencionaban cuatro casos de procedencia del mismo y se establecieron otros
casos de improcedencia. Cuando ocupaba la presidencia Carlos Castillo Armas se
emitió la Constitución que entró en vigencia el 1º de marzo de 1956, cuyo capítulo
II del título IV, trataba del Amparo. La Constitución de la República de Guatemala
decretada por la Asamblea Constituyente, el 15 de septiembre de 1965, reguló lo
relativo al amparo y al Hábeas Corpus, y el Artículo 84 estableció que una ley
constitucional regularía la forma y requisitos de su ejercicio y determinaría los
tribunales ante los cuales debía interponerse. La Asamblea Nacional Legislativa
emitió el 12 de mayo de 1928 la primera Ley de Amparo, por medio del Decreto
1539, esta ley fue una ley ordinaria, no obstante que la primera inquietud de 1921
había sido la de regular el Amparo con una ley constitucional. Por decreto número
8 de la Asamblea Nacional Constituyente de la República de Guatemala, del 20 de
abril de 1966, se emitió la ley Constitucional de Amparo, Hábeas Corpus y de
Constitucionalidad, que se mantuvo vigente hasta su derogatoria por el Decreto
Número 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente del 8 de enero de 1986. La
Constitución de 1985, en el título VI, dedicado a las Garantías Constitucionales, y
defensa del orden constitucional, en el capítulo II, el Artículo 265, instituye el
amparo.
DEFINICIÓN
La constitución política de la República de Guatemala, en su artículo 265, instituye
el amparo con el fin de proteger a las personas contra las amenazas de
violaciones a sus derechos o para restaurar el imperio de los mismos cuando la
violación hubiere ocurrido; indica dicho precepto, que no hay ámbito que no sea
susceptible de amparo, y procederá siempre que los actos, resoluciones,
disposiciones o leyes de autoridad lleven implícitos una amenaza, restricción o
violación a los derechos que la Constitución y las leyes garantizan. Si bien es
cierto, la norma anteriormente invocada dispone la existencia de la relacionada
garantía constitucional, su finalidad y ámbito de aplicación, no ofrece una
definición de lo que se debe entender por “amparo”.
Según Edmundo Vásquez Martínez, citado por José Arturo Sierra González, el
amparo es el proceso constitucional, especial por la razón jurídico material, que
tiende a obtener la satisfacción de una pretensión de mantenimiento o restitución
en el goce de los derechos fundamentales.
NATURALEZA JURÍDICA
La naturaleza jurídica del Amparo, respecto a los elementos que integran su
definición, ya ha quedado establecida, concluyendo que el Amparo es un proceso
de rango constitucional; sin embargo, también es importante referir en cuanto a su
campo de acción.
Lamentablemente, el Amparo ha sido utilizado en muchas ocasiones como un
medio retardatorio de los procesos en el ámbito judicial, así también para la
ejecución del acto considerado como agraviante, en lo que concierne a otros sin
fundamento legal o doctrinario, cuya pretensión es que a través de esta vía
constitucional se revisen los procesos judiciales.
En el medio forense guatemalteco, se ha establecido que el Amparo garantiza la
protección de derechos fundamentales de la persona frente al poder público y
otras entidades de las reguladas en el articulo 9 de la Ley de Amparo, Exhibición
personal y de Constitucionalidad, en el entendido que es factible hacer uso de
garantía constitucional en caso de concurrir los presupuestos de perdida de
ejercicios de tales derechos o se sufra amenaza en cuanto a la perdida de estos.
Dicha función garantista no esta proyectada como un medio de revisión de lo
actuado por la autoridad impugnada, cuando la parte recurrente invoca simples
argumentos de inconformidad contra el acto reclamado.
CARACTERISTICAS

Toda vez se haya comprendido la definición del amparo, podemos


describir cada una de sus características, pues existen varios criterios,
uno de los que más resaltan es la del autor, el Abogado Robin Ernesto
Muñoz Martínez que extrae algunas características de la Ley de
Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad y que se
establecen:
1. El Amparo es protector de los derechos fundamentales. (Arts.
1,8 primer párrafo de la Ley de Amparo.)
2. Es restaurador de los derechos fundamentales violados. (Art. 8
primer párrafo de la Ley de Amparo).
3. Es un medio de defensa de que goza todo gobernado para lograr
el respeto de los derechos fundamentales. (Art. 10 incisos a) al
h) de la Ley de Amparo.)
4. Procede únicamente en contra de resoluciones, actos,
disposiciones o leyes de autoridad pública. (Art. 8 Segundo
párrafo de la Ley de Amparo).
5. No hay materia o ámbito que no sea susceptible de amparo. (Art.
8 segundo Párrafo de la Ley de Amparo).
Por aparte el profesor guatemalteco Martín Ramón Guzmán
Hernández, establece en su obra las siguientes características.
I. Es un recurso o un proceso judicial.
II. Posee rango constitucional, estos es que su creación, como
institución jurídica se encuentra establecida directamente en
la Constitución Política de la República.
III. Es especial por razón jurídico-material, o sea que atribuye el
proceso extraordinario y subsidiario, significa que opera sola y
exclusivamente cuando los procedimiento o recursos de
derechos reconocidos por la constitución y otras leyes.
IV. Es político, puesto que opera como institución contralora del
ejercicio del poder público.
V. Es un medio de protección, preventivo, cuando existe
amenaza cierta y latente de violación a derechos
fundamentales, restaurados, cuando la violación contra los
derechos ocurre

FINALIDAD
El amparo es la Garantía constitucional que tiene como finalidad proteger los
derechos de las personas de las amenazas de violaciones o restaurar el imperio
de los mismos cuando la violación hubiera ocurrido.
La Constitución Política de la Republica instruye el amparo con dos finalidades
esenciales:
- Fin preventivo: Protege las personas contra las amenazas de violaciones a
sus derechos.
- Fin restaurador: Restaura el imperio de los mismos cuando la violación
hubiere ocurrido.
Su fundamento se encuentra en el Artículo 265 de la Constitución Política de la
República de Guatemala, y el artículo 8 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal
y Constitucionalidad.
Doctrinalmente, Manuel Ossorio lo define como: "Institución que tiene su ámbito
dentro de las normas del Derecho Político o Constitucional y que va encaminada a
proteger la libertad individual o patrimonial de las personas cuando han sido
desconocidas o atropelladas por una autoridad, cualquiera que sea su índole que
actúa fuera de sus atribuciones legales o excediéndose en ellas, generalmente
vulnerando las garantías establecidas en la Constitución o los derechos que ella
protege.
Según Joan Oliver Araujo, la finalidad esencial y básica del amparo es proteger,
preservando o reestableciendo, los derechos fundamentales y las libertades
públicas reconocidas en la constitución, centra los agravios, potenciales o actuales
de procedencia pública; empero, no puede pretenderse una declaración abstracta
del Tribunal que contribuya a la depuración del ordenamiento jurídico, ya que la
finalidad de dicho recurso es otorgar una protección concreta a un derecho
concreto “sin que pueda convertirse en cauce indirecto para conseguir objetivos
distintos”.
PRINCIPIOS
En el sistema jurídico y doctrinario guatemalteco se encuentran plenamente
establecidos los siguientes principios:
1. Principio de Iniciativa o Instancia de Parte: Puede concebirse como uno de
los principios fundamentales del proceso de amparo. Implica que dicho proceso no
puede operar oficiosamente, es decir debe existir siempre un interesado legitimo
en provocar la actividad tuteladora del tribunal constitucional; ello, debido a la
forma tan particular de protección que implica dicha garantía.
El Artículo 6 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad,
regula: “En todo proceso relativo a la justicia constitucional sólo la iniciación del
trámite es rogada. Todas las diligencias posteriores se impulsarán de oficio bajo la
responsabilidad del tribunal respectivo, quien mandará se corrijan por quien
corresponda, las deficiencias de presentación y trámite que aparezcan en los
procesos.”
2. Principio de Agravio Personal y Directo: Este principio se encuentra
íntimamente relacionado con el principio de iniciativa o instancia de parte, toda vez
que –como se indicó- corresponde el derecho de accionar en amparo a aquella
persona que recibe un agravio; con el entendido que se le considera como parte
agraviada a aquel gobernado que recibe o a quien se infiere el agravio.
La Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad también contempla
este principio en su Artículo 49, que regula: “La declaración de procedencia del
amparo tendrá los siguientes efectos: a) Dejar en suspenso, en cuanto al
reclamante, la ley, el reglamento, resolución o acto impugnados y, en su caso, el
restablecimiento de la situación jurídica afectada o el cese de la medida;
3. Principio de la prosecución judicial del Amparo: el Amparo es un auténtico
proceso de rango constitucional, y al hablar de proceso se hace alusión a la serie
de etapas, coordinadas por la ley y que deben ser ejecutadas por la autoridad que
conocerá del proceso.
4. Principio de la relatividad de los efectos de la sentencia: Este principio se
refiere a que las sentencias de Amparo deben ser congruentes a las peticiones del
solicitante. La sentencia no debe hacer declaraciones de carácter general sino
limitar la protección a la persona que pide el Amparo, esto es que en caso se
otorgue el Amparo, la protección constitucional sólo es aplicable a quien lo solicitó.
5. Principio de definitividad: En sentido amplio, podemos decir que el Amparo
puede operar cuando la resolución o acto de inconformidad resulta de un
procedimiento anterior, independiente de esta garantía constitucional, que para
llegar a actuar hasta esta instancia, debieron agotarse todos los recursos idóneos,
establecidos en la ley de orden común.
La Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, en su Artículo 19,
regula este principio de la manera siguiente: “Para pedir amparo, salvo casos
establecidos en esta ley, deben previamente agotarse los recursos ordinarios,
judiciales y administrativos, por cuyo medio se ventilan adecuadamente los
asuntos de conformidad con el principio del debido proceso.”
6. Principio de la limitación de pruebas: En todo proceso es importante la
verificación de pruebas que contribuyen en la toma de decisión de la autoridad al
resolver. En el proceso de Amparo, la verificación de la prueba reviste
característica especial, pues, por una parte la ley faculta al tribunal para relevar de
prueba el proceso en los casos en que considere no sea necesaria esa fase o
porque no hubieren hechos que establecer, pero si fuere pedida, el tribunal está
obligado a tramitar el período de prueba.
El Artículo 35 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad,
en su parte conducente, indica: “(…) si hubiere hechos que establecer abrirá a
prueba el amparo, por el improrrogable término de ocho días. Los tribunales de
amparo podrán relevar de la prueba en los casos en que a su juicio no sea
necesario, pero la tramitarán obligadamente si fuere pedida por el solicitante.
REQUISITOS ESENCIALES PARA SU PROCEDENCIA
En el artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, establece: “La procedencia del amparo se extiende a toda
situación que sea susceptible de un riesgo, una amenaza, restricción o violación a
los derechos que la Constitución y las leyes de la República de Guatemala
reconocen, ya sea que dicha situación provenga de personas y entidades de
derecho público o entidades de derecho privado.
Toda persona tiene derecho a pedir amparo, entre otros casos:
a) Para que se le mantenga o restituya en el goce de los derechos y garantías
que establece la Constitución o cualquiera otra ley;
b) Para que se declare en casos concretos que una ley, un reglamento, una
resolución o acto de autoridad, no obligan al recurrente por contravenir o
restringir cualesquiera de los derechos garantizados por la Constitución o
reconocidos por cualquiera otra ley;
c) Para que en casos concretos se declare que una disposición o resolución
no meramente legislativa del Congreso de la República, no le es aplicable
al recurrente por violar un derecho constitucional;
d) Cuando la autoridad de cualquier jurisdicción reglamento, acuerdo o
resolución de cualquier naturaleza, con abuso de poder o excediéndose de
sus facultades legales, o cuando careza de ellas o bien las ejerza en forma
tal que el agravio que se causare o pueda causarse no sea reparable por
otro medio legal de defensa;
e) Cuando en actuaciones administrativas se exijan al afectado el
cumplimiento de requisitos, diligencias o actividades no razonables, o
cuando no hubiere medio o recurso de efecto suspensivo;
f) Cuando las peticiones y trámites ante autoridades administrativas no sean
resueltos en el término que la ley establece, o de no haber tal término, en el
de treinta días, una vez agotado el procedimiento correspondiente; así
como cuando las peticiones no sean admitidas para su trámite;
g) En materia política, cuando se vulneren derechos reconocidos por la ley o
por los estatutos de las organizaciones políticas. Sin embargo, en materia
puramente electoral, el análisis y examen del tribunal se concretará al
aspecto
CONCLUSIÓN

En conclusión, el amparo es el proceso judicial del carácter constitucional, que es un


mandato constitucional que esta dirigido a la autoridad competente el cual tiene limitado el
poder que se encuentra investido, en el marco legal que tiene las atribuciones, de las
posibles responsabilidades penales y administrativas, que la inhiben a la procedencia de
forma arbitraria y en los casos que se exceda del ámbito de las funciones se deberá
atacar la existencia del mismo acto violatorio; el amparo en el estudio de la teleología
consiste en la protección de las libertades fundamentales y en los peores casos son
cuando los derechos son conculcados, por ende deberán ser restaurados.
BIBLIOGRAFÍA

“DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL” SEPTIMA EDICION. AUTOR. LUIS


ERNESTO CÁCERES RODRÍGUEZ. EDITORIAL ESTUDIANTIL FENIX

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