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EE.

UU en Afganistán
¿Quiénes son los talibanes?

La palabra "talibán" es pastún y significa "alumnos, buscadores o estudiantes”. Se cree


que los talibanes aparecieron por primera vez en las escuelas religiosas financiadas
principalmente por Arabia Saudita, que predicaba una forma dura del islam.
Hicieron cumplir su propia versión de la sharía, o ley islámica, e introdujeron castigos
brutales. Los hombres debieron dejarse crecer la barba y las mujeres tuvieron que
comenzar a usar el burka para cubrir todo su cuerpo.

La última vez que gobernaron en 1961, los talibanes declararon un Emirato Islámico e
impusieron su estricta interpretación del Corán y la aplicaron con brutales castigos en
público, entre ellos azotes, amputaciones y ejecuciones en masa, su extremismo
religioso sunita profundizó el ataque a las mujeres, prohibieron que las mujeres y las
niñas realizaran la mayoría de los trabajos e incluso que asistieran a la escuela. Se
dieron casos de lapidaciones, también dejaron claro que no tolerarían cualquier práctica
religiosa rival: a principios de 2001 destruyeron monumentos no islámicos como las
estatuas budistas de Bamiyan, de 1.500 años de antigüedad objetos de admiración en
todo el mundo. Los talibanes los consideraban blasfemos y se jactaron de que su
destrucción era sagrada, hubo ejecuciones de chiitas/hazaras a quienes consideraban
herejes, las mujeres que eran sorprendidas fuera de casa con el rostro descubierto se
arriesgaban a castigos muy severos y las mujeres solteras que fueran vistas en compañía
de hombres solteros también enfrentaban penas. Su ideología dicta que las mujeres solo
deben ocupar los roles sociales más limitados.

y como dato curioso EE. UU. entregó armamento sofisticado a los talibanes, primero
colaborando en su lucha contra el gobierno afgano y la ocupación soviética, luego como
parte de su compromiso militar. Sin embargo, después del 11 de setiembre, al decidir
combatir a los talibanes debieron enfrentar tropas que utilizaban esas armas que les
habían entregado.
ahora para entrar más en materia y entender que hacía EE.UU en Afganistán,
hablaremos sobre el atentado de las torres gemelas, para posteriormente hablar sobre Al
Qaeda, y la misión estadounidense con la que empezó la invasión de estos a Afganistán.

Caída torres gemelas

El operativo del 11 de septiembre de 2001 más conocido como la caída de las torres
gemelas, fue ejecutado por 19 militantes islámicos, fue el mayor operativo de la historia
realizado en un país central desde un país pobre. Participaron cuatro aviones
comerciales que habían sido secuestrados, dos fueron a las Torres Gemelas del World
Trade Center en Nueva York, uno al Pentágono en Washington, y el cuarto se estrelló
en las afueras de Pensilvania cuando los pasajeros trataron de quitarle a los
secuestradores el control del avión.
En el hecho murieron unas 3.000 personas incluidos los 19 secuestradores, de los cuales
quince eran de Arabia Saudita, dos de Emiratos Árabes Unidos, uno del Líbano y uno
de Egipto. Ninguno era afgano, aunque todos estaban conectados a la red de Al Qaeda,
que tenía campos de entrenamiento en Afganistán.

¿Qué era Al Qaeda?


Su fundador, líder y mayor colaborador fue Osama bin Laden (1957-2011), un
multimillonario de origen saudí que estudió Religión y Ciencias Económicas en la
Universidad del Rey Abdul Aziz. Sostenía la necesidad de construir un estado islámico
que se extendiera en toda la región, con este objetivo creó Al Qaeda, cuyo principal
objetivo era derrotar al ejército americano.
es una organización terrorista, paramilitar y yihadista. Esta organización emplea
prácticas y atentados terroristas y se plantea como un movimiento de
resistencia alrededor del mundo, siendo que es comúnmente señalada como una red
de terrorismo internacional. Esta organización no solamente se ha dado a conocer a
nivel mundial por ser la organización terrorista responsable de los atentados del 11 de
septiembre de 2001 (EE.UU), los del 11 de marzo de 2004 (España), 7 de julio de 2005
(Londres) y sus series de otros múltiples atentados terroristas en diferentes lugares, sino
también por tener muchas ramas en varios países como Al-Qaeda del Magreb
islámico (rama en el norte de África), o Al-Qaeda en la península arábiga (rama
en Yemén y Arabia Saudita), 
Su estructura organizativa es basada en células de militantes y redes de contactos
clandestinos, muy parecida al modus operandi de los cárteles de narcotraficantes, lo cual
le ha dado una muy amplia movilidad de acción y una gran dificultad para
desarticularla.
El nombre viene del sustantivo árabe qāʕidah, que significa 'fortaleza, cimiento, base' y
que también puede referirse a una base militar, sería, por tanto, la base o el fundamento.
Bin Laden explicó el origen del nombre en una entrevista con el periodista de Al
Jazeera Tayseer Alouni en octubre de 2001.
El nombre de 'al Qaeda' se estableció hace tiempo por simple casualidad. Abu Ubaidah
al-Banshiri fundó campos de entrenamiento para nuestros muyajidín contra el terrorismo
de Rusia. Solíamos llamar a los campos de entrenamiento al-Qaeda. El nombre ha
permanecido.

Osama Bin Laden fue rápidamente identificado como el responsable. Los talibanes,


islamistas radicales que dirigían Afganistán y protegían a Bin Laden, se negaron a
entregarlo. Entonces, George Bush informó al Congreso Norteamericano sobre su
política futura: “Nuestra guerra contra el terrorismo comienza con Al Qaeda, pero no
termina ahí. No terminará hasta que todos los grupos terroristas de alcance mundial
hayan sido encontrados, detenidos y derrotados”. Y menos de un mes después del 11 de
septiembre, Estados Unidos lanzó la invasión de Afganistán el 7 de octubre de 2001 con
el nombre clave de Operación Libertad Duradera con la intención de descabezar Al
Quaeda y a sus aliados talibanes. La misión, dijo, tenía el fin de "interrumpir el uso de
Afganistán como base terrorista de operaciones y atacar la capacidad militar del
régimen talibán".

Los primeros objetivos fueron los sitios militares que pertenecían al grupo talibán de


línea dura que gobernaba el país. Los campos de entrenamiento de al Qaeda logrando
desmontar la infraestructura y aparto del poder a los talibanes que se refugiaron en las
zonas montañosas del país y en Pakistán.

Dos meses después de que Estados Unidos y sus aliados internacionales y afganos
lanzaran sus ataques, y el régimen talibán colapsó haciendo que sus combatientes se
dispersaran en Pakistán, un nuevo gobierno respaldado por Estados Unidos se hizo
cargo en 2004, pero los talibanes todavía tenían mucho apoyo en áreas alrededor de la
frontera con Pakistán, y ganaban cientos de millones de dólares al año con el tráfico de
drogas, la minería y los impuestos.

Este grupo podría estar ingresando hasta US $1.500 millones al año, una cifra que en la
última década ha experimentado un gran aumento. Afganistán es el mayor productor de
opio del mundo, y la mayoría de las amapolas utilizadas para producir heroína se
cultivan en áreas controladas por los talibanes

ISAF

Por mandato de la ONU se estableció el 20 de diciembre de 2001 la llamada Fuerza


Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) el objetivo de la ISAF era
permitir al Gobierno afgano proporcionar una seguridad efectiva en todo el país y
desarrollar unas fuerzas de seguridad propias. ISAF fue una de las coaliciones más
grandes de la historia y es la misión más desafiante de la OTAN hasta la fecha. En su
punto más alto, la fuerza tenía más de 130.000 soldados, con tropas de 50 países de la
OTAN y socios.

Originalmente desplegada para brindar seguridad en la capital Kabul y sus alrededores,


la presencia de la ISAF se amplió gradualmente para cubrir todo el país en la segunda
mitad de 2006. Tenía el objetivo de ayudar al gobierno afgano a extender y ejercer su
autoridad e influencia en el territorio, así como a crear las condiciones necesarias para la
reconstrucción y estabilización del país después de la guerra. Para apoyar al gobierno
afgano, ISAF ayudó a las Fuerzas de Seguridad Nacional Afganas (ANSF) en la
realización de operaciones de seguridad en todo el país, ayudando a reducir la capacidad
de la insurgencia. Entre las ayudas ofrecidas por la ISAF se encontraba una reforma al
sector se seguridad, capacitación y apoyo operativo al Ejército Nacional Afgano
(ANA) y a la Policía Nacional Afgana (ANP) para así poder construir fuerzas
profesionales, independientes y sostenibles que pudieran brindar seguridad al pueblo
afgano.

Las tropas internacionales no tenían pensado quedarse para siempre, su misión era
contener a los talibanes mientras formaba y equipaba el nuevo ejército y policía afgano.
En 2013 la OTAN dejo la seguridad del país en manos de la policía afgana y se dedico
solamente a dar apoyo aéreo y a continuar formando a la propia policía afgana, el 31
diciembre de 2014, Obama dio por terminada la misión ISAF y dio inicio a la misión
CENTINELA DE LA LIBERTAD, la cual sería llevada a cabo con muchos menos
recursos y estaría centrada exclusivamente en asistir, entrenar y asesorar a las fuerzas de
seguridad afganas.

EE. UU fuera de Afganistán


El tratado de Doha
En 2015 tras casi 3 décadas de lucha ininterrumpida, los talibanes mostraron su
predisposición de negociar un alto al fuego con el gobierno afgano, las negociaciones
comenzaron a dar sus frutos en el 2018, cuando se decreto una tregua de 3 días para
celebrar el Ramadán (es una conmemoración de la primera revelación de Mahoma,
respetado por musulmanes en todo el mundo como el mes de ayuno, oración, reflexión y
comunidad), algo simbólico ya que era el primer alto al fuego que se hacia desde el
2001.
El 29 de febrero de 2020, el gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump,
y los talibanes firmaron en Doha, Qatar, el acuerdo que fijo un calendario para la
retirada definitiva de Estados Unidos y sus aliados tras casi 20 años de conflicto.
El acuerdo de 4 paginas se publico en el sitio web del Departamento de estado de
EE.UU, el acuerdo requería que antes del inicio de las conversaciones, el gobierno
afgano liberara a 5.000 prisioneros talibanes, en un intercambio de prisioneros por 1.000
soldados gubernamentales retenidos por los talibanes.
Las disposiciones del acuerdo incluían la retirada de todas las tropas estadounidenses y
de la OTAN de Afganistán, una promesa de los talibanes de evitar que Al-Qaeda opere
en áreas bajo control de los talibanes y conversaciones entre los talibanes y el gobierno
afgano.
Estados unidos accedió a una reducción inicial de su nivel de fuerza de 13.000 a 8.600
en julio de 2020, seguido de una retirada total dentro de los 14 meses si el Talibán
mantiene sus compromisos. El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, se
comprometió a reducir el numero de efectivos de la OTAN a unos 12.000 de
aproximadamente 16.000 soldados. Estados unidos también se comprometió a cerrar
cinco bases militares en un plazo de 135 días, y expreso su intención de poner fin a las
sanciones económicas contra los talibanes antes del 27 de agosto de 2020.
El acuerdo fue apoyado por China, Rusia y Pakistán y respaldado por unanimidad por el
Consejo de Seguridad de la ONU, aunque no involucró al gobierno de Afganistán. India
acogió con satisfacción la aceptación del pacto por parte del “gobierno y el pueblo”
afganos.

Retirada
Afganistán siguió siendo pasto de la inestabilidad, pero a pesar de varios tires y afloja
entre los talibanes y la OTAN, estados unidos anuncio que sus tropas abandonarían el
país entre mayo de 2020 y septiembre de 2021, y así fue, la OTAN cansada de poner
dinero y tras sufrir más de 3.500 bajas entre sus filas, fue paulatinamente abandonando
el país. La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán comenzó en mayo de
2021 y las fuerzas de combate de los Estados Unidos terminaron su retirada de
Afganistán el 30 de agosto de 2021.
En mayo de 2021 los talibanes iniciaron una ofensiva que se extendió en el campo a
principales ciudades del país, con la intimidación, ejecutando a importantes figuras de la
sociedad civil y mediante la diplomacia llegando a acuerdos con los lideres de
diferentes tribus, los talibanes se fueron abriendo paso, a finales de julio se estimaba que
ya dominaban la mitad de los distritos rurales del país, y a pesar de que los primeros
ataques de los talibanes a capitales de provincia fueron abatidos por las fuerzas
especiales afganas.
Zaranj cayo el 6 de agosto, siendo la primera ciudad en caer en manos de talibanes y en
dos días cayeron 5 de las 34 capitales de provincia afgana, tras fracasar las
conversaciones con estados unidos sobre un nuevo apoyo militar, (viernes 13 de agosto
el presidente se da cuenta que no obtendrán nuevamente el apoyo y protección
estadounidense) y el 15 de agosto sucede la caída de la capital de la entonces República
Islámica de Afganistán Kabul, y los Talibanes anuncian su intención de proclamar el
restablecimiento del Emirato Islámico de Afganistán. Ese mismo día el presidente
Ashraf Ghani y altos funcionarios de su gobierno, así como el personal de las embajadas
de varios países occidentales, abandonaron el país.
La rápida conquista de casi todas las capitales de provincias afganas por parte de los
talibanes no dio el suficiente tiempo a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN para
ayudar a salir a miles de afganos que se quedaron en el país y que calificaban para ser
evacuados.

“Hay mucha angustia asociada con esta partida. No sacamos a todos los que queríamos
hacer salir. Pero creo que, si nos hubiéramos quedado otros 10 días, no habríamos
sacado a todos”, dijo el general McKenzie durante la rueda de prensa.

Las evacuaciones en Kabul no fueron fáciles. Empezaron el 14 de agosto, un día antes


de la toma del poder en Kabul por los talibanes, con miles de afganos que entraron a las
pistas de aviones del aeropuerto de la capital y empezaron a subirse en las llantas de las
aeronaves. En redes sociales quedó registrado el crudo momento en que personas caían
del cielo, luego del despegue de un avión de las fuerzas armadas estadounidenses.

Las evacuaciones se volvieron aún más peligrosas cuando un ataque suicida


reivindicado por el Estado Islámico (EI-K) mató a 13 soldados estadounidenses y
decenas de afganos que esperaban junto a las puertas del aeropuerto el pasado jueves.
Por lo cual se desplego una fuerza de 6.000 soldados en el aeropuerto de Kabul
intentando garantizar la evacuación de la forma más ordenada y sin sobresaltos por
parte de los Talibanes.
Dando por terminada la misión estadounidense en Afganistán el principal comandante
militar de Estados Unidos en la región, el general Kenneth McKenzie, dijo que el último
avión C17 había salido de Kabul con el embajador de Estados Unidos a bordo el 30 de
agosto de 2021, un día antes de terminar el plazo.

Así terminó una operación masiva para evacuar a más de 120.000 personas en poco más
de dos semanas: estadounidenses, extranjeros y muchos afganos.

Consecuencias y actualidad

Con los talibanes armados controlando las calles de Kabul y otras ciudades, el terror se
ha apoderado de la capital y de otros lugares de Afganistán.
En Kabul, los combatientes talibanes han ido de puerta en puerta en algunos barrios,
buscando a cualquier persona que haya apoyado al gobierno o a los estadounidenses. Y
a pesar de las promesas públicas de los líderes talibanes de un enfoque más moderado
para gobernar, se han impuesto restricciones a las mujeres, y los talibanes han reprimido
a algunos periodistas independientes.
Entre los 38 millones que permanecen en el país, existe una gran incertidumbre sobre
qué tipo de gobierno impondrán los talibanes: ¿traerán de regreso las duras reglas y
castigos que caracterizaron su último régimen?

Muchos afganos miran el gobierno de los talibanes en las zonas rurales y temen que no
solo no hayan cambiado, sino que de alguna manera hayan empeorado.
Esta es una sociedad profundamente tradicional. Las mujeres y las niñas obtuvieron un
poco de libertad cuando las fuerzas de la coalición occidental fomentaron la educación.
las violaciones a los derechos humanos de las mujeres y niñas han aumentado a paso
constante. A pesar de que en un principio prometieron que las mujeres podrían ejercer
sus derechos dentro de los límites de la sharia, la ley islámica—que incluye el derecho a
trabajar y estudiar—, los talibanes han excluido sistemáticamente a las mujeres y niñas
de la vida pública.   

Las mujeres no ocupan cargos en el gabinete del gobierno de facto, que, a su vez, disolvió
el Ministerio de Asuntos de la Mujer y, así, eliminó con eficacia el derecho a la
participación política de las mujeres. Los talibanes también prohibieron que las niñas
asistieran a la escuela después del sexto grado e impidieron que las mujeres realizaran la
mayoría de los trabajos que se llevan a cabo fuera del hogar.  

Las restricciones en el movimiento y el cuerpo de las mujeres se siguen agravando. En


mayo, los talibanes decretaron que las mujeres debían cubrirse la cara en público y les
indicaron que debían quedarse en sus hogares salvo en casos de necesidad. Se prohibió que
las mujeres atravesaran grandes distancias sin un hombre acompañante, y a las mujeres sin
acompañantes cada vez se les niega más el acceso a servicios esenciales.

Desde el 15 de agosto, se han registrado ataques a defensores y defensoras de los


derechos humanos casi a diario. Los talibanes están llevando a cabo búsquedas de
personas defensoras de los derechos humanos puerta a puerta, lo que obliga a muchas a
esconderse.

Qué falló en el Acuerdo de Doha

Para Laurel Miller, diplomática estadounidense retirada y directora del Programa de


Asia del International Crisis Group, un centro de análisis, "nada de lo que está pasando
es sorprendente".

Haqqani, por su parte, asegura que "lo único que acordaron los talibanes fue una
retirada estadounidense".

"Dijeron: 'De acuerdo, comenzaremos un diálogo con el gobierno afgano'. Pero nunca se
lo tomaron en serio".
El hecho es que el gobierno afgano cayó antes de que el diálogo con los talibanes
produjera el alto el fuego previsto y un acuerdo definitivo. E incluso la violencia se
recrudeció en los meses posteriores al acuerdo, según algunos observadores, debido al
interés de los talibanes en controlar el mayor territorio posible y ganar fuerza de cara a
esas negociaciones inconclusas.

El Acuerdo de Doha se basaba en la premisa, repetida por el gobierno de Joe Biden y


de su antecesor, Donald Trump, de que serían las fuerzas de seguridad afganas las que
tomarían el control de la situación después de la retirada occidental.
Pero las capitales afganas fueron cayendo en los últimos días en manos de los talibanes
sin apenas resistencia de las fuerzas estatales, en cuyo entrenamiento y equipamiento
invirtió Estados Unidos millones de dólares en los últimos años.

Los talibanes controlan ahora casi todo el país.


Según fuentes militares anónimas citadas por el diario The Washington Post, muchos
mandos militares y policiales afganos aceptaron rendirse a los talibanes a cambio de
dinero, una vez el Acuerdo de Doha dejó claro que la retirada de las fuerzas de Estados
Unidos era inminente.
Una de las grandes preocupaciones ahora es qué pasará con las afganas, ya que se teme
que vuelvan a sufrir la discriminación y violencia machista que fueron la tónica en el
régimen talibán de la década de 1990.

El Acuerdo de Doha no menciona nada sobre ellas, ni obliga a los talibanes a respetar
los derechos humanos.
Suhail Saheen, portavoz de los talibanes, le dijo a la BBC que en el nuevo Afganistán
"las mujeres pueden tener acceso a la educación y al trabajo".
El analista Haqqani alerta, en cambio, de que nunca se puede confiar "en la palabra de
los talibanes: siempre llevan sus promesas a tribunales que se rigen por su interpretación
del islam".

Muchas afganas temen el retorno de los talibanes al poder y han intentado salir de
Afganistán.
Haqqani cree que "es solo cuestión de tiempo que se materialice" la amenaza de
acciones terroristas desde Afganistán que temen los países occidentales y lamenta que el
Acuerdo de Doha no incluye ningún mecanismo para garantizar que, efectivamente, los
talibanes cumplen su compromiso de no permitir que Afganistán se convierta en una
base terrorista.
Él es uno de los que teme que entre los 5.000 presos liberados en virtud del Acuerdo de
Doha pueda haber integrantes de organizaciones yihadistas como Al-Qaeda, Estado
Islámico o el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, que tiene como objetivo la
región china de Xinjiang, donde viven los uigures, una minoría de chinos musulmanes.

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