Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Un acto administrativo se perfecciona una vez que está constituido por el conjunto de
elementos que funcionan como requisitos de su validez.
El acto administrativo no es, por la simple circunstancia de que reúna tales requisitos,
jurídicamente eficaz: pues, como señala la Ley de Procedimiento Administrativo,” la eficacia
quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o este supeditada a su
notificación, publicación o aprobación superior” (art. 45,2).
Son varias las causas que determinan la pendencia de la eficacia de los actos administrativos:
1. Cuando así se desprenda del contenido del acto. Esto ocurre en los actos sometidos a
condición o termino, mientras este no transcurra, o aquella no se cumpla, el acto
administrativo, aunque perfecto, no produce sus efectos.
2. Por no haber publicado, a cuyos requisitos nos referimos con posterioridad.
3. Por exigirse aprobación superior. Esto ocurre en relación con los actos dictados por
Organismos o Entidades sometidas a la tutela administrativa, como es el caso de
algunas de las competencias atribuidas a las Entidades locales.
Por lo que se refiere a os actos administrativos de carácter general, hay que partir
indudablemente de la aplicabilidad del art. 3 del Código Civil, según el cual “Las leyes no
tendrán efecto retroactivo si no dispusieran lo contrario”.
La eficacia es un atributo del acto perfecto. Solamente los actos perfectos o válidos son
idóneos para producir efectos jurídicos; sin embargo, los que están sometidos a aprobación
no surtirán efectos mientras ésta no se produzca.
Es eficaz, según la LPA, el acto particular que haya adquirido el carácter de firme, y son
firmes aquellos actos que no son susceptibles de impugnación.
La eficacia, en todo caso, requiere que el particular conozca el acto cuyo cumplimiento se
puede exigir. Para ello se prevé la publicación o la notificación. Los actos de carácter general
adquieren eficacia después de su publicación en el diario oficial La Gaceta. Los actos de
carácter particular deben notificarse personalmente o mediante tabla de avisos:
las resoluciones dentro de un plazo de cinco días; las providencias, cuando perjudiquen a los
interesados, en el plazo de dos días; cuando no se pueda notificar personalmente el acto
dentro de esos plazos, se hará fijando en la tabla de avisos del despacho la providencia o la
parte resolutiva de la resolución.
La notificación defectuosa surtirá efecto, sin embargo, desde la fecha en que se haga
manifestación expresa en tal sentido por el notificado o se interponga el recurso procedente.