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mayo 4, 2023

Día 124 | 1
Crónicas 20 – 22

Día 124 – mayo 4


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1º Crónicas 20 – 22

Los hijos de Dios son los únicos que pueden enfrentar a sus enemigos y no temer, pues todo el
poder, fuerza, dominio y victoria le pertenecen únicamente a nuestro Dios, el único y verdadero
Dios.

Ciertamente no importa la dificultad o el tamaño de lo que estemos enfrentando, porque mayor es


el que está con nosotros, todo está bajo su Señorío y control, por eso nosotras debemos
primeramente conocer íntima y profundamente a nuestro Dios pues solo así podremos actuar
confiada y valientemente como dice Daniel 11:32: «Más el pueblo que conoce a su Dios se mostrará
fuerte y actuará». La valentía de David y su ejército provenían de conocer a Dios, de caminar con
Él. 

Recordemos que debemos estar alerta, pues como hijas de Dios estamos envueltas en una guerra
espiritual donde Satanás siempre estará al acecho para tentarnos con el objetivo de que pongamos
nuestra confianza en todo menos en el Dios de todo cuanto existe.

Y se levantó Satanás contra Israel e incitó a David a hacer un censo de Israel. 

Aunque Satanás está al acecho, no estamos desprovistas, pues Dios nos ha dado una armadura, su
Palabra, la espada del Espíritu, la cual debemos guardar en nuestra mente y corazón, y el escudo de
la fe en sus promesas con el cual podemos apagar sus dardos llenos de mentira.

Dios cuida de sus hijas y ciertamente te advertirá a través de su misma Palabra, de hermanas, de
predicas, de muchas maneras para que no caigas en la trampa de la tentación de Satanás. Detente y
escucha la voz de Dios. 

Dios quiere que te apartes de todo aquello que no proviene de Él. Todo aquello en lo que
equivocadamente has puesto tu confianza, en lo que has depositado tu seguridad, felicidad y paz.
Dios demostrará la inutilidad de esos «dioses». Recordemos éxodo 20:5 «No te inclines ante ellos ni
les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu
corazón a otros dioses».

Aunque otros participen en alguna actividad que ofende a Dios, tú debes arrepentirte de tu pecado
y ofensa, no busques excusas. Tú también le has ofendido y traicionado.

A pesar de las consecuencias y la disciplina que David sufrió, su corazón se volvió a Dios en
confesión y arrepentimiento, reconociendo su amor y misericordia en todo esto.

Cuando te enfrentas a una tentación: ¿Escuchas su voz o la tuya? ¿Cómo estás reaccionando cuando
Dios revela algún pecado de tu corazón?

Por una ofrenda de


cualquier cantidad
(Extra) ordinarias
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