Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
objetivos e importancia
Escrito por Daniella Terreros
Descarga gratis
Nadie conoce como tú a tu empresa: sabes de principio a fin sus funciones, objetivos,
los departamentos que la conforman y la gente involucrada para que todo marche bien
día a día. Pero, ¿puedes estar seguro de que tienes un control interno intacto?
Aún es común encontrar que muchas empresas tomen decisiones de negocio con base
en suposiciones o corazonadas. Si bien esto puede funcionar algunas veces, puede
atentar con el buen andar y hacer que las decisiones tomadas no sean siempre las
mejores para la productividad y rentabilidad del negocio.
Plantilla gratuita
Plantilla para gestionar el control interno de tu empresa
Mantener algo en control es influir sobre algo para obtener un resultado deseado. En la
gestión empresarial, los objetivos del control interno son justamente poner en orden
cada una de las áreas y actividades que forman parte de tu organización y hacerlas
funcionar según se espera.
Si para este momento aún no cuentas con un control interno empresarial, estás a tiempo
de conocer por qué es tan importante y qué tipos existen para así hacer los ajustes
necesarios en tu empresa.
Entre algunos de los fallos más importantes que un control interno puede evitar se
incluyen:
Riesgos estratégicos
Riesgos operativos
Fraudes internos/externos
Riesgos en la reputación
Riesgos financieros
Como lo mencionamos al inicio de este artículo, es común que aún haya empresas,
sobre todo pequeñas y medianas, que no cuenten con un control interno empresarial. Por
lo tanto, su manejo de negocio es totalmente empírico. Es decir que buscan las
soluciones que consideran mejores, conforme se presentan situaciones o problemas.
Esto puede ser funcional durante un tiempo, pero a la hora de crecer un negocio, la falta
de organización y control simplemente hará que las piezas del Jenga se vengan abajo.
Esta es precisamente la importancia de establecer por escrito un sistema de control
interno en el que toda empresa, según sus objetivos, sea capaz de consultar para saber
cómo actuar ante alguna situación. Y aún más importante, saber cómo se deben hacer
las cosas para evitar negligencias, mal uso del recursos o fraudes.
Una vez entendidos los objetivos del control interno, demos paso a conocer un poco
más de su estructura y todos aquellos elementos y aspectos vitales que deben
incorporarse para que funcione de manera correcta.
2. Evaluación de riesgos.
3. Información y comunicación.
4. Actividades de control.
5. Supervisión o monitoreo.
1. Ambiente de control
El ambiente de control es el cimiento del control interno y aporta disciplina, estructura,
entidad, conciencia y acciones de la administración. El buen desarrollo inicial de este
elemento es crucial para que todos los demás puedan ser seguros y confiables. Si el
ambiente de control presenta irregularidades o fallas, entonces todo el resto del control
interno no podrá brindar los resultados deseados.
El ambiente de control se conforma de los siguientes aspectos:
Nuevas tecnologías
Crecimiento desmedido
Producto o actividades
La probabilidad de que este tipo de riesgos en una empresa aumenten se debe a diversas
razones. Entre ellas pueden estar el aceptar compromisos sin considerar los riesgos que
podría conllevar, no cumplir con requerimientos legales o hacer inversiones con base en
especulaciones sin considerar la cobertura de riesgos.
4. Actividades de control
En las actividades de control se establecen los procedimientos a seguir en las
operaciones para el cumplimiento efectivo de objetivos de la empresa; estos pueden ser
preventivos, de detección y correctivos (de los que te hablaremos más adelante) y tienen
por función lograr resultados saludables y eficaces para toda la organización. Entre
estos aspectos se destacan:
Supervisión
Revisión de registros
Auditorías de sistemas
Algunos de los aspectos que pueden evaluarse para determinar posibles fallas son:
Registros inadecuados.
Las auditorías suelen ser un estupendo recurso para apoyar a las empresas a fin de crear
nuevas normas de control interno. Su principal labor será analizar las áreas afectadas de
primera instancia y también el resto para prevenir otros riesgos no detectados
anteriormente.
Esto ha hecho que los controles internos se fortalezcan a través de modelos informáticos
con una amplia concepción de la organización a nivel mundial. Entre los modelos de
control internos más conocidos en el continente americano se encuentran COSO, COCO
y Cadbury, que explicaremos a continuación.
Alinear los objetivos generales con las diferentes áreas del negocio.
Las pautas para establecer cada uno de estos modelos son las siguientes:
Componentes de COSO 1
Ambiente de control
Evaluación de riesgos
Actividades de control
Información y comunicación
Supervisión
Componentes de COSO 2
Ambiente de control
Establecimiento de objetivos
Evaluación de riesgos
Respuesta a los riesgos
Actividades de control
Información y comunicación
Componentes de COSO 3
Actividades de control
Sistemas de información
El modelo COSO diseña y aplica estas estrategias para proporcionar la seguridad de que
los objetivos de control interno serán aplicados correctamente.
2. Modelo de control interno COCO
El modelo COCO se deriva de una profunda revisión al modelo COSO con el objetivo
de presentar un reporte más sencillo, comprensible y al alcance de cualquier
organización. Si bien define su modelo de control interno, igual que el modelo COSO,
su diferencia radica en la referencia de 20 criterios agrupados en 4 componentes que una
empresa puede utilizar para desarrollar, evaluar y modificar su control interno.
Este modelo toma como referencia el modelo COSO y comienza con una revisión de la
estructura organizacional y plantea exigencias sobre las responsabilidades de los altos
mandos de una empresa. Además, propone la actuación de contadores y auditores
internos para incrementar la confianza en la información financiera generada.