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CAPACITACIÓN DE COORDINADORES

Veremos distintos aspectos de vida del coordinador:


1 - qué no es
2 - qué es
3– cuál es su espiritualidad
4 – aptitudes y capacidades mínimas del coordinador
5 – sus tareas específicas.

Qué no es - No es un jefe: a los jefes no les gusta que los contradigan y se


ponen nerviosos en el desorden. - No es un padre/madre protector/a. - No es
un organizador que tiene un plan previo que cumplir, sino que se deja guiar
por el Espíritu. Sin embargo sigue un orden; se ajusta al Plan. - No es un
animador infantil que trata de que la reunión sea divertida. - No es un maestro,
al contrario es el que menos claro tiene la cosa. - No es un amigo. Cuando se
forman grupos de amigos se pierde la conciencia de pertenencia a la
Parroquia. Se aíslan y son expulsivos. Se trata de una comunidad de
hermanos. - No es un iluminado, un inspirado. Otros podrán serlo, él no. Que
nos gobierne un sabio. Hay cuatro modelos a descartar: Caín: muy centrado en
sí mismo; se ofende rápidamente. Despreocupado. ¿Acaso soy yo el guardián
de mi hermano? Judas: interesado. Hace su propio negocio con las cosas
espirituales. El hijo mayor: coordinadores reclamadores. Juan y Santiago: que
quieren ocupar los primeros puestos.

Qué es Es un hermano responsable con corazón de pastor y espíritu de


servidor que prepara la reunión y dispone a los hermanos a encontrarse con
Cristo para crecer en Él. Todos somos hermanos. Es elegido por los mismos
hermanos y reconocido por el párroco. Su tarea específica es la de preparar los
corazones y la mesa. El coordinador pone un tiempo definido con corazón de
pastor y servidor. Dispone el lugar y los corazones para que los hermanos
puedan crecer en el seguimiento de Jesús. Tiene gran conciencia de ser amado,
pero se sabe pecador en vías de perfección. Vive su función de coordinador
como una carga. Es una persona de perdón. El que esté libre de pecado, que
tire la primera piedra. De orden, con sentido común y gran apertura mental a
todo y a todos. Es un servidor del Plan. Conoce el plan y adhiere a él con todo
su corazón. Se preocupa por no inventar. Tiene claro el objetivo de la reunión
de comunidad: hacer crecer en el conocimiento, en el servicio y en el amor a
Cristo y entre sí. Para tener máxima libertad, hay que tener máxima disciplina.
Condiciones mínimas para ser coordinadores: Ser una persona de fe, con
una vida cristiana mínimamente coherente. Tener vida de oración personal (de
lo contrario se sirve a sí mismo), una familia normal (de lo contrario convierte
la comunidad en un sustituto de la familia), y de trabajo (de lo contrario va a
meterse en todas partes).

Capacidades mínimas: - Capacidad de diálogo: Es una persona que dialoga


con Dios. No dice palabras propias, sino que las que ha escuchado. Si no hay
“diálogo” (escucha de la Palabra) habrá “diábolo”. - Amante del silencio, no
un coordinador charlatán. Capacidad de escucha. - Alto nivel de compasión y
comprensión, que no haya durezas en el corazón. - No es melodramático. Es
optimista y de buen humor. Debe alentar siempre al progreso, nunca crear un
clima pesimista. Debe ser el primer esperanzado.Cuando el Reino de Dios
avanza, la tiniebla se hace más densa.

Objetivo: que todos los integrantes lleguen a la amistad con Cristo, entre
sí y en la Parroquia.
Al finalizar la reunión, realiza una evaluación de la misma: ¿hubo alegría, paz
y amor? Si no fue así, no estuvo el Espíritu Santo. No estuvo Jesús en la
reunión. La comunidad es un lugar para renovarse y volver al lugar donde se
está, revitalizado. Característica fundamental: No es un hombre polémico. No
vive de opiniones. Jesús se retira cuando hay polémica en las comunidades.
Detrás de la polémica está mi idea. No se polemiza ni cuando son cosas
fundamentales de la fe. Cada uno expresa su opinión y todos se quedan
tranquilos. El coordinador es el custodio. No discute ni siquiera el orden de la
reunión. Vela a que todos se expresen, pero hasta allí. Esta aceptación tiene
que convertirse en amor. La finalidad no es que estemos de acuerdo, sino que
nos amemos. Ante dudas teológicas, contesta el catequista.

Tarea del coordinador: -


1- Asistir a las reuniones de coordinadores.
2- Plantear allí sus problemas y escuchar las soluciones.
3- No es un coordinador aislado. –
4- Escuchar las informaciones de la Parroquia y transmitirlas a la
comunidad.
5- Estar en contacto con la persona a cargo del Ministerio de comunidades
y comunicarle al sacerdote las cosas graves.
6- Es el encargado de marcar el orden de la reunión. Está atento a eso. Hay
una armonía que hay que respetar por obediencia. Disciplina del
Espíritu según la dinámica. - La Paz es una tranquilidad en el orden
(San Agustín). El coordinador tiene que estar en paz, tranquilo,
esperando a los hermanos. Actitud receptiva (hace las veces de monje
hospedero).
7- Va armando, prepara el ambiente. No deja que se extienda el tiempo. -
En la alabanza el coordinador es un susurro, para permitir que el otro
alabe. –
8- Sabe captar cuando ya está Jesús.
9- Custodia los momentos del Señor. –
10- Tiene un corazón de pastor.
11- Tiene obsesión de que no se pierda ningún hermano.
12- Busca todas las mañas del amor para que no se aleje.
13- Tiene obsesión por las ovejas, las atrae con dulzura. - Cuando un
hermanito vuelve a la comunidad, alegrarse y hacerlo pasar por el
párroco. –
14- Corrige siempre fuera de la reunión, como hermano, no como
iluminado. –
15- Conoce a todos sus hermanos, que lo tienen que reconocer. –
16- Tiene que ser el más ungido de Jesús. Las cosas de Jesús son las
mías y las cuido como mías.
17- Misma actitud del visiteo permanente frente a los hermanos.
Insistente. Mi hermano no es un socio el club, sino mi hermano. –
18- Se identifica con el Evangelio. Todos llevamos el signo de Caín.
Nos ofendemos rápidamente.
19- El coordinador pone siempre a Cristo en el centro de su vida.
Suele ser el que cobra. Si no hay “yo”, no hay reacción. Un monje fue
mandado por su director al cementerio a insultar a los muertos y luego
se le preguntó cuál fue la reacción. Ninguna. Fue enviado luego a
alabarlos. Reacción: ninguna. Lo mismo ocurre con una persona que ha
muerto a sí misma.
20- Fe en función de amar más a Jesús. –
21- Garantiza una alabanza ungida, una catequesis apropiada à charla
con el catequista. –
22- Es el gran hacedor de la edificación mutua. Al iniciar la reunión
pregunta quién tiene testimonios, quién necesita discernir la voluntad de
Dios, quién una corrección fraterna. –
23- Garantiza que la reunión no se convierta en una reunión
terapéutica.
24- Que no haya quien cuente la historia de su vida. –
25- Si la reunión se empieza a centralizar sobre una persona, se
arruina la reunión.
26- La comunidad no es un lugar para resolver la vida, sino para
fortalecerse y continuar la lucha.
27- Se cuentan las cosas una sola vez y ya está. No se sigue
revolviendo sobre el asunto. Los cristianos frente a los conflictos no
opinamos, oramos. –
28- El coordinador lo único que hace es preparar el ambiente,
preparar la mesa. Función comparable a la de un mozo. Vivirlo como
una cruz. –
29- El coordinador va buscando recursos en otros hermanos, por
ejemplo si hay alguien que hace bien la alabanza, puede hacer que la
guíe él.
30- El coordinador tiene el corazón de Jesús y sólo exige cuando está
aceptado el vínculo.

Actitud espiritual: Mira la pequeñez del servidor. Se pone en actitud de


diálogo con el Señor. Sabe que los que enseñan serán juzgados más
severamente que los demás. Señor soy tu simple servidora. No sé nada.
Sólo sé que quiero amarte y servirte en tus hermanos. Mi alegría es que mi
nombre esté escrito en el Cielo. Actitud del mozo. Vaciarse de sí mismo.
Quedarse tranquilo y en paz. Marcar los horarios, siendo obediente al plan.
Cantar el Magnificat: el Señor hizo en mí maravillas. Hablar del Señor.
Carta de Santiago cap. 1, 2, y 3 completos, un buen examen de conciencia.
Según los padres de la Iglesia, con el humor se ejercitan los cuatro grados
de humildad. - reírse. - hacer reír - que la persona aprenda a reírse de sí
misma. - que los otros se rían de ella. Apacentar a la comunidad, conocer a
cada uno y tratarlo con absoluta delicadeza y silencio. El coordinador está
enamorado de Jesús y no espera otra recompensa que estar con El. Tiene la
compasión de Jesús. Tiene entrañas para compadecerse del dolor del
hermano. Cuidado pastoral que involucra el corazón y las manos. El
hombre no vino para ser servido sino para servir. Col 1, 28-29. Que todos
puedan fortalecerse en Jesús. Que el poder de Cristo obre en mí. La botella
se llena por la boca y de a una. Es necesaria la oración personal. Que nadie
crea que la reunión de la comunidad reemplaza la oración personal.

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