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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. Nro.AA20-C-2012-000440

http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/diciembre/159308-exe.000712-21213-2013-12-440.html

Ponencia de la Magistrada ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ.

Mediante escrito de fecha 27 de junio de 2012, la abogada Alva Mota, en representación de la

ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL, según se evidencia de

instrumento poder agregado a las actas procesales, solicita el exequátur de la sentencia dictada

en fecha 6 de junio de 2011, por el Juzgado de Primera Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid,

Reino de España, mediante la cual declaró la disolución del vínculo conyugal existente entre la

mencionada ciudadana y el ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH.

En fecha 10 de julio de 2012, se dio cuenta en Sala, designándose ponente a la

magistrada que con tal carácter suscribe el presente fallo.

En fecha 15 de enero de 2013, según Acta de Recomposición de la Sala y según Gaceta Judicial

Extraordinaria Nro. 6 de fecha 17 de enero de 2013, se reconstituyó la Sala de Casación Civil,

dada la incorporación de las Magistradas Suplentes Aurides Mercedes Mora e Yraima Zapata

Lara.
Mediante auto de fecha 9 de agosto de 2012 (folio 20), el Juzgado de Sustanciación, revisados

los presupuestos de admisibilidad contenidos en el artículo 852 del Código de Procedimiento

Civil, admitió la solicitud de exequátur, en consecuencia, ordenó librar oficio a la Dirección de

Migración y Zonas Fronterizas del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y

Extranjería adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, a los

efectos de solicitar el movimiento migratorio del ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich.

Asimismo, ordenó la notificación de la ciudadana Fiscal General de la República, de

conformidad con lo previsto en los artículos 20 y 21 numeral 13 de la Ley Orgánica del

Ministerio Público, a los efectos que designará un funcionario para rendir su opinión sobre la

solicitud de exequátur de la sentencia extranjera antes mencionada.

En fecha 17 de septiembre de 2012 (folio 29), consta de las actas que fue designada la abogada

María Cristina Vispo López, en su carácter de Fiscal Cuarto del Ministerio Público ante las Salas

de Casación y Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, para atender en nombre y

representación del Ministerio Público, este asunto.

En fecha 20 de septiembre de 2012 (folio 31), consta de las actas que fue recibido oficio N°

2012-4234 emanado del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, en

el que informa al Juzgado de Sustanciación de la Sala, que el ciudadano Adolfo Humberto Durán

Hedderich “registra movimientos migratorios. Se anexan hojas de datos certificados de los

registros”. Seguidamente, el 18 de octubre de 2012 (folio 34), la abogada Alva Mota solicitó la

citación del ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich a los fines de la continuación del

procedimiento, lo cual fue proveído el 24 de octubre de 2012 (folio 35), mediante auto en el cual

el Juzgado de Sustanciación ordenó emplazar por carteles al referido ciudadano, ordenando fuera

fijado un cartel en la cartelera de la Secretaría de la Sala de Casación Civil y otro en el portal

electrónico del Tribunal Supremo de Justicia, de conformidad con lo establecido en los artículos

85, 93 y 98 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.


En fecha 22 de mayo de 2013 (folio 39), el Juzgado de Sustanciación de la Sala una vez

cumplida la formalidad de los carteles, transcurrido el lapso de emplazamiento y ante la petición

de la parte interesada, designó defensor judicial a la abogada Teresa Elizabeth López Cruz, en su

condición de Defensora Pública Provisoria Primera con competencia para actuar en la Sala, a

quien posteriormente se le ordenó su notificación a fin de dejar constancia de su aceptación o

excusa, quien el 28 de mayo de 2013 consta (folio 44) aceptó tal designación y asumió la

representación judicial del ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich, persona contra quien

obra la solicitud de exequátur.

Luego de la constancia en actas de su emplazamiento y citación, en fecha 27 de junio de 2013

(folio 51) la defensora pública procedió a dar contestación a la solicitud.

En fecha 4 de octubre de 2013 (folio 58), el Juzgado de Sustanciación de la Sala, fijó la

audiencia para la presentación de los informes orales el día 15 del mismo mes y año, la cual se

llevó a cabo el día acordado, a las doce y veinticinco minutos del mediodía, en la sede de este

Alto Tribunal, con la presencia e intervención de los abogados Alva Mota, en representación de

la parte peticionante del exequátur, Teresa Elizabeth López Cruz, en su condición de Defensora

Pública Provisoria Primera con competencia para actuar ante esta Sala y María Cristina Vispo

López, en su carácter de Fiscal Cuarto del Ministerio Público ante esta Sala.

Pasa la Sala a decidir, con fundamento en las consideraciones siguientes:

I
DE LA COMPETENCIA

La competencia de la Sala para conocer de los procesos de exequátur se encuentra determinada

en el numeral 2 del artículo 28 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia publicada

inicialmente el 29-7-2010 en Gaceta Oficial N° 5.991 y reimpresa el 1-10-2010 mediante Gaceta

Oficial N° 39.522, cuya lectura es del siguiente tenor:


Artículo 28: Es de la competencia de la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia:
...Omissis...
2. Declarar la fuerza ejecutoria de las sentencias de autoridades jurisdiccionales
extranjeras, de acuerdo con lo que dispongan los tratados internacionales o la ley.

En concordancia con esta norma, el artículo 856 del Código de Procedimiento Civil, disponen:

Artículo 856: El pase de los actos o sentencias de las autoridades extranjeras en


materia de emancipación, adopción y otros de naturaleza no contenciosa, lo decretará
el Tribunal Superior del lugar donde se haya de hacer valer, previo examen de si
reúnen las condiciones exigidas en los artículos precedentes, en cuanto sean
aplicables.

En los casos en los cuales el exequátur sea solicitado para declarar la fuerza ejecutoria de las

sentencias de autoridades jurisdiccionales extranjeras, de acuerdo con lo que dispongan los

tratados internacionales o la ley, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, atribuyó la

competencia, de forma expresa, a esta Sala de Casación Civil. En cambio, en aquellos casos en

los cuales el pase de los actos o sentencias de las autoridades extranjeras sea de naturaleza no

contenciosa, la competencia corresponderá de conformidad con el artículo 856 del Código de

Procedimiento Civil, al Tribunal Superior del lugar donde se haya de hacer valer dicha ejecutoria

en el país.

Sobre el particular, la Sala Político Administrativa en sentencia N° 35 del 8-4-2003, en el

exequátur interpuesto por Tamara Carolina Miranda Tirapegui contra Luis C. Lucero Salazar,

estableció que:

“…la contención supone que exista un litigio entre las partes, es decir que exista una
controversia entre las partes que deba ser resuelta por el órgano judicial; supuesto en
el que, en efecto, la competencia para conocer de la solicitud interpuesta
correspondería a esta Sala de conformidad con lo dispuesto en el ordinal 25 del
artículo 42 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, en concordancia con
el artículo 43 eiusdem, pues a los Juzgados Superiores en lo Civil únicamente le
corresponde la competencia para otorgar el pase de los actos o sentencias de las
autoridades extranjeras en materia de emancipación, adopción y otros de naturaleza
no contenciosa de conformidad con lo previsto en el artículo 856 del Código de
Procedimiento Civil…”.
Asimismo, la Sala Plena de este Alto Tribunal, mediante sentencia N° 88, del 7-8-2012, Caso:

Alfredo José López Marín, en el expediente N° 2010-000074, en torno a la competencia para

conocer en materia de exequátur, dispuso lo siguiente:

“…Ahora bien, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo
de Justicia, el 20 de mayo de 2004, se le atribuyó a la Sala de Casación Civil de este
máximo tribunal la competencia para conocer de los juicios de exequátur o pase de
las sentencias extranjeras (Artículo 5° numeral 42 eiusdem), siempre y cuando se
refiera a casos contenciosos, ya que cuando se trata de los no contenciosos, como la
adopción, emancipación, y separación de cuerpos, entre otros de naturaleza no
contenciosa, corresponderá la competencia a los tribunales superiores en lo civil del
lugar donde se quiera hacer valer el fallo, de conformidad con lo establecido en el
artículo 856 del Código de Procedimiento Civil (Vid. en el mismo sentido sentencia
N° 707 del 27-11-2009, caso: María Corona, entre otras).
Ahora bien, en el caso de autos la solicitud bajo análisis fue formulada por la
abogada Fulvia Romero Montilla, actuando con el carácter de apoderada judicial del
ciudadano Alfredo José López Marín, en la cual requirió la ejecutoria de la sentencia
dictada “…por la Jueza Superior de la Corte de New Jersey en los Estados Unidos
de América, experta en los asuntos de estado civil, en fecha dieciséis (16) del mes de
enero del año Dos Mil Ocho [que] declaró el divorcio entre [su] poderdante y la
ciudadana ROSANA JOSÉ NAVAS ORTIZ…”.
Ello así, al evaluar la sentencia cuya ejecución se solicita, se desprende que la misma
dimana de una demanda de divorcio incoada por la ciudadana Rosana Navas contra
el ciudadano Alfredo López, la cual dio origen a un procedimiento de carácter
contencioso, que culminó con la declaratoria de ruptura de los vínculos
matrimoniales emitida por la Corte Superior de New Jersey, Secretaría del Condado,
Seccional de la Familia, Condado de Morris, de los Estados Unidos de América, por
lo cual es necesario concluir que el asunto sometido al conocimiento del juez
extranjero fue de naturaleza contenciosa.
En consecuencia, de conformidad con las premisas expuestas esta Sala Especial
Primera de la Sala Plena mal podría atribuir la competencia a alguno de los
tribunales entre los que se ha suscitado el conflicto de competencia de autos, en
virtud que el asunto que generó la sentencia dictada por la autoridad extrajera cuya
ejecución se solicita, es de carácter contencioso, por lo cual corresponde el
conocimiento de la causa a la Sala de Casación Civil de este Máximo Tribunal, de
conformidad con el criterio atributivo de competencia contenido en el artículo 5.42
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (2004) aplicable ratione
temporis. Así se decide”.

En el caso bajo análisis, se solicita que por el procedimiento de exequátur se conceda fuerza

ejecutoria en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, a una sentencia dictada 6 de


junio de 2011, por el Juzgado de Primera Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España,

mediante la cual declaró la disolución del vínculo conyugal existente entre la ciudadana

Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel y el ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich.

Por tanto, con base en lo establecido en el artículo 28 numeral 2 de la Ley Orgánica del Tribunal

Supremo de Justicia, en concordancia con los artículos 850 y 856 del Código de Procedimiento

Civil, antes transcritos, esta Sala de Casación Civil es la competente para conocer y decidir el

presente asunto, al corresponder a una sentencia dictada en un procedimiento contencioso en

materia de relaciones privadas. Así se establece.

II

DE LA SOLICITUD DE EXEQUÁTUR

La abogada Alva Mota, en representación de la ciudadana Josmarith Josefina Aguirre

Carrasquel, según se evidencia de instrumento poder agregado a las actas procesales, solicita el

exequátur de la sentencia dictada en fecha 6 de junio de 2011, por el Juzgado de Primera

Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España, mediante la cual declaró la disolución del

vínculo conyugal de los esposos antes mencionados, fundado en lo siguiente:

“Mi representada, ciudadana Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel, contrajo


matrimonio por ante el registro Civil del municipio Valencia del Estado Carabobo, el
día veintidós (22) de julio de 2006, como se evidencia de acta de matrimonio N° 54
que acompaño en original distinguida con la letra B. en dicha unión no se procrearon
hijos.
Es el caso ciudadanos Magistrados, que mediante sentencia firme N° 382/11, dictada
por el Juzgado de Primera (1°) Instancia N° 7 de Móstoles Madrid, España, en fecha
6 de junio de 2011, se decretó la declaración de divorcio del matrimonio celebrado
entre el ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH y mi
representada ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL, en
Valencia, 22 de julio de 2006, cuyo procedimiento se sustanció mediante la Solitud
de Divorcio Contencioso 1134/2010 ante el Juzgado ut supra mencionado. En lo
adelante me referiré a esta decisión judicial como: "La Sentencia". La cual,
acompaño anexa con el Poder.
Del cuerpo de "la Sentencia" se observa que los ciudadanos ADOLFO HUMBERTO
DURÁN HEDDERICH y JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL,
debidamente representados por la Procurador Sra. Marta Lucas Cedillo y Procurador
Sra. Yolanda García Letrado respectivamente, interpusieron procedimiento de
divorcio contencioso, otorgándose entre ellos las garantías procesales para asegurar
sus respectivos derechos de acceder al proceso y el ejercicio pleno a su derecho a la
defensa. En consecuencia, tal solicitud devino en "la Sentencia" bajo examen, la cual
declaró la disolución por divorcio del matrimonio existente entre los ciudadanos
ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH y JOSMARITH JOSEFINA
AGUIRRE CARRASQUEL, y que habían celebrado aquí en Venezuela el día el día
veintidós (22) de julio del dos mil seis (2006). Ciudadanos Magistrados, en especial
quiero puntualizar que, el proceso judicial que declaró la disolución del matrimonio
que celebraron los ciudadanos antes indicados, fue instado mediante una solicitud de
Divorcio Contencioso, conforme al artículo 86 en relación con el artículo 81 del
Código Civil español; de la misma forma, se desprende del contenido de "la
Sentencia" que la misma quedó definitivamente firme. Asimismo, de "la Sentencia"
no contiene declaratoria ni disposición alguna que afecte o esté en contra del orden
nacional venezolano.
DE LAS PERTINENTES CONCLUSIONES
Respetados Magistrados, la presente solicitud de Exequátur es procedente por las
siguientes razones: PRIMERA: En virtud de la ausencia de un tratado entre
Venezuela y España que regule de manera específica la eficacia de las sentencias
extranjeras, debemos utilizar las disposiciones contempladas en el Capítulo X de la
Ley de Derecho Internacional Privado (De la Eficacia de las Sentencias Extranjeras)
y, particularmente, el artículo 53 de ese texto legal, que derogó parcialmente el
contenido de los artículos 850 y 851 (sic) del Código de Procedimiento Civil, ambos
relativos al Procedimiento de Exequátur.
SEGUNDA: En el caso de marras, se le ha dado cumplimiento a los extremos
previstos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado:
i) "La Sentencia" fue dictada en materia civil, por el Tribunal de Primera (1 o)
Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, España; especialmente en juicio de Divorcio,
cuya naturaleza es civil.
ii) "La Sentencia" goza de Fuerza de Cosa Juzgada de
acuerdo con la legislación del Reino de España, por tanto tiene plena firmeza.
iii) De "La Sentencia" objeto de la presente solicitud de Exequátur, se desprende que
no versa sobre la reclamación de derechos reales referidos a bienes inmuebles
situados en la República Bolivariana de Venezuela.
iv) De "La Sentencia" se observa que no le fue arrebatado a Venezuela la jurisdicción
exclusiva. Igualmente, no está relacionado con bienes inmuebles situados en el
territorio de la República, y tampoco está basada en una transacción que no podía ser
admitida.
v) La pretensión en la demanda de Divorcio, se basa
aplicándose por analogía a la causal de Divorcio contenida en el artículo 185, ordinal
2o del Código Civil venezolano, al haberse iniciado por demanda que no es contraria
al orden público venezolano, a las buenas costumbres o alguna disposición expresa
en la ley venezolana.
vi) El Tribunal de Primera (1o) Instancia N° 7 de Móstoles, tenía jurisdicción para
conocer de la causa, lugar de residencia de los ciudadanos ADOLFO HUMBERTO
DURÁN HEDDERICH y JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL
según los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de la
Ley de Derecho Internacional Privado.
vii) El derecho a la defensa de ambas partes fue debidamente garantizado, toda vez,
que se evidencia de "La Sentencia" que los ciudadanos ADOLFO HUMBERTO
DURÁN HEDDERICH y JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL,
estuvieron asistidos de sus respectivos Procuradores.
viii) No existe una decisión anterior que tenga autoridad de cosa juzgada, dictada por
tribunal venezolano; tampoco existe juicio pendiente ante los tribunales venezolanos
sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes de que se hubiera
dictado la sentencia extranjera.
ix) "La Sentencia", objeto de la presente solicitud, tiene plena validez en Venezuela,
debido a que se encuentran debidamente apostillada con fecha siete (7) de julio de
dos mil once (2011).
…Omissis…
DE LA PRETENSIÓN DEDUCIDA
Por todas las consideraciones de hecho y derecho anteriormente expuestas, en
nombre y representación de la ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE
CARRASQUEL antes identificada, ocurro ante su competente autoridad ciudadanos
Magistrados, a fin de solicitar formalmente a esta Honorable Sala Declare el Pase en
Autoridad de Cosa Juzgada a la Sentencia de Divorcio N° 382/11 dictada por el
Juzgado de Primera (1°) Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, España, el seis (6) de
junio del dos mil once (2011), que decretó la declaración de divorcio del vínculo
matrimonial existente entre mi representada y el ciudadano ADOLFO HUMBERTO
DURÁN HEDDERICH, quien es venezolano, mayor de edad, de profesión T.S.U en
Mercadotecnia, titular de la cédula de identidad N° V-12.569.906, residenciado en
Calle Parque Vosa, tercero A, 28933, Móstoles, Madrid, España; con el fin de que se
le conceda su eficacia en su totalidad y fuerza ejecutoria de dicha Sentencia en la
República Bolivariana de Venezuela”. (Negrillas de la Sala).

Plantea la representación judicial de la ciudadana Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel, que la

solicitud de exequátur interpuesta cumple los extremos y presupuestos exigidos en el artículo 53

de la Ley de Derecho Internacional Privado, pues la sentencia extranjera fue dictada en materia

civil, tiene fuerza de cosa juzgada, no se ha arrebatado a la República Bolivariana de Venezuela

la jurisdicción exclusiva, el tribunal extranjero tiene jurisdicción para conocer la causa, fue

cumplida la obligación de citar al demandado y la misma no es incompatible con sentencia

anterior que tenga carácter de cosa juzgada ni contraria el orden público interno venezolano,

razón por la cual solicitó a la Sala le concediera la ejecutoria en el país.


III
DE LA CONTESTACIÓN DE LA SOLICITUD

En fecha 27 de junio de 2013 (folio 51), la abogada Teresa Elizabeth López Cruz, en su

condición de Defensora Pública Provisoria Primera con competencia para actuar ante la Sala, en

representación del ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich, presentó escrito de

contestación de la solicitud de exequátur fundada en los siguientes términos:

“El objeto de la petición se circunscribe a solicitud de que se conceda el exequátur a


la SENTENCIA FIRME N° 382/11, dictada por el Juzgado de Primera (1°) Instancia
N° 7 de Móstoles, Madrid, España, el seis (6) de junio del dos mil once (2011), el
cual decretó la declaración de divorcio del vínculo matrimonial entre la solicitante
del exequátur y el ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH.
En virtud de ello, debe señalarse que dicho fallo cumple con los extremos
establecidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, los cuales
serán desarrollados más adelante.
…Omissis…
En el caso que nos ocupa, observamos que la sentencia de divorcio N° 382/11
dictada por el Juzgado de Primera Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, España, el 6
de junio de 2011, objeto de la presente solicitud de exequátur, tiene plena validez en
Venezuela, debido a que se encuentra debidamente apostillado en fecha 7 de julio de
2011, por el Secretario Judicial adscrito a la Secretaría de Gobierno del Tribunal
Superior de Justicia de Madrid, por delegación del Secretario de Gobierno, bajo el N°
23250.
Ahora bien, resulta primaria la verificación del cumplimiento de los requisitos
necesarios para ello, y en tal sentido se procede conforme a lo establecido en el
artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, a saber:
1. Que haya sido dictada en materia civil o mercantil o en general, en materia de
relaciones jurídicas privadas.
La sentencia en referencia fue dictada en materia civil, por el Tribunal de Primera
Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, España.
2. Que tenga fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado en el cual
ha sido pronunciadas.
Efectivamente, la sentencia extranjera tiene fuerza de cosa juzgada, en tal sentido
señala: "decretando la disolución por divorcio del matrimonio de los expresados con
todos los efectos legales inherentes (…) Comuníquese esta sentencia, una vez que
sea firme, a las oficinas del Registro Civil en que conste la inscripción de
matrimonio de los sujetos del pleito".
3. Que no verse sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la
República o que no se haya arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva
que le correspondiere para conocer del negocio.
En la presente solicitud de exequátur, no se evidencia que la sentencia recaiga sobre
derechos reales o bienes inmuebles situados en la República, por lo que no se ha
arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva para conocer del asunto.
4. Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer
de la causa de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados
en el capítulo IX de esta Ley.
El juzgado que dictó la sentencia, efectivamente tenía jurisdicción para conocer y
juzgar conforme a las leyes de España. Así mismo, en virtud a que ambos ciudadanos
tenían su residencia común en España, fue el motivo en que se realizó en dicho país
el proceso de divorcio.
5. Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para
comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales que
aseguren una razonable posibilidad de defensa.
Tanto la ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL, como el
ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH, fueron debidamente
representados por los Procuradores, quienes se encargaron de garantizar el debido
proceso y el ejercicio a la defensa.
6. Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga autoridad de
cosa juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos,
un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se
hubiere dictado la sentencia extranjera.
Efectivamente, la referida sentencia no es incompatible con sentencia de data
anterior que tenga autoridad de cosa juzgada, ni tampoco se encuentra pendiente en
la República Bolivariana de Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto
y las mismas partes. Cumpliendo en este caso con los extremos legales establecidos
en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
PETITORIO
Con cimiento en lo señalado, quien suscribe, actuando en representación del
ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH, no observa
imposibilidad alguna para que la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de la
República Bolivariana de Venezuela, al verificar la congruencia existente entre el
objeto de la petición y la resolución adoptada por el tribunal extranjero, así como
encontrarse ajustado el fallo a los requisitos previamente enunciados, proceda a
declarar procedente el pase de legalidad del fallo que se demanda a tal efecto. En
consecuencia no me opongo a que la Honorable Sala de Casación Civil conceda
fuerza ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, a la sentencia dictada
en materia civil, por el Tribunal de Primera (1°) Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid,
España, el cual disolvió el vínculo matrimonial, con fundamento a que dicho fallo
cumple con los extremos establecidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho
Internacional Privado…”. (Negrillas y mayúsculas de la defensa pública).

De la transcripción precedente de la contestación de la solicitud de exequátur realizada por la

defensora pública designada por el Juzgado de Sustanciación de la Sala, se evidencia que ésta

solicitó se le concediera fuerza ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela a la

sentencia de N° 382/11 dictada por el Tribunal de Primera (1°) Instancia N° 7 de Móstoles,

Madrid, España, el 6 de junio de 2011 mediante la cual se declaró la disolución del vínculo

matrimonial existente entre la ciudadana Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel y el ciudadano


Adolfo Humberto Durán Hedderich, con soporte en el cumplimiento de todos y cada uno de los

requisitos establecidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, entre ellos,

afirma que la sentencia extranjera fue dictada en materia civil, tiene fuerza de cosa juzgada, no se

ha arrebatado a la República Bolivariana de Venezuela la jurisdicción exclusiva, el tribunal

extranjero tenía jurisdicción para conocer la causa, fue cumplida la obligación de citar y

emplazar al demandado y la misma no es incompatible con sentencia anterior que tenga carácter

de cosa juzgada.

IV

DE LA OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

Mediante escrito de fecha 16 de octubre de 2013, la abogada María Cristina Vispo López,

actuando en su carácter de Fiscal Cuarto del Ministerio Público ante las Salas de Casación y

Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informes en la audiencia oral, en el

cual estampó la opinión del Ministerio Público sobre el exequátur solicitado, y en tal sentido,

consideró debía otorgársele el pase a la sentencia del tribunal del Reino de España por cumplir

los requisitos establecidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, y en este

sentido, dejó expuesto lo siguiente:

“de acuerdo a la norma antes referida, se evidencia que los requisitos contenidos en
la misma, son taxativos y de obligatorio cumplimiento en materia de sentencias
extranjeras, para que puedan surtir efectos en la República Bolivariana de Venezuela,
por lo que de seguidas se procede a comprobar si la sentencia dictada por el Juzgado
de Primera Instancia Número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España, en fecha 6 de
junio de 2011, cuyo exequátur se requiere, cumple con tales exigencias, lo cual hago
de la siguiente manera:
1. Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general, en materia
de relaciones jurídicas privadas:
La sentencia cuya ejecución se solicita, debe haber sido dictada en materia civil o
mercantil o, en general en materia de relaciones jurídicas privadas, respecto de lo
cual, del contenido de la decisión emitida por el Juzgado de Primera Instancia
número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España, se evidencia que la misma fue
proferida con ocasión de la demanda de divorcio interpuesta por la ciudadana
JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL contra el ciudadano
ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH, de conformidad con el artículo
86 del Código Civil español, en relación con el artículo 81 ejusdem, dispositivos
legales que corresponden a lo establecido en el artículo 185 del Código Civil
venezolano, que regula las causales de divorcio.
De lo que se aprecia, que dicha demanda versa sobre una acción correspondiente al
campo del derecho privado como lo es el divorcio, cuya regulación es materia de
derecho civil, por lo que se cumple con el requisito establecido en el numeral 1 del
artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
2. Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado en el cual
han sido pronunciadas:
La decisión extranjera sometida a consideración, fue dictada el 6 de junio de 2011,
por el Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de
España, en la cual dicho Juzgado dispone lo siguiente:
“TESTIMONIO D. JOSÉ MARIANO GONZÁLEZ SÁNCHEZ, Secretario del
JDO PRIMERA INSTANCIA N° 7 de los MÓSTOLES DOY FE Y
TESTIMONIO: Que en los autos referenciales seguidos en este Juzgado con el n°
1134/ 2010 ha recaído Sentencia FIRME, que es del siguiente tenor literal:
SENTENCIA N° 382/11. En Móstoles a 6 de junio de dos mil once. La Sra D a
Yolanda Rodríguez Tapia, Magistrada-Juez del Juzgado de 1° instancia n° 7 de
Móstoles y su partido, habiendo visto los presentes autos de divorcio contencioso
seguido con el n° 1134/2010, siendo parte demandante Josmarith Josefina Aguirre y
parte demandada Adolfo Humberto Durán Hedderich con Procurador Sra Lucas
Cedillo. ANTECEDENTES DE HECHO: Primero. Que por el turno de reparto
establecido correspondió a este juzgado demanda de divorcio contencioso
interpuesta por la representación procesal del demandante contra la parte referida
en el encabezamiento de la presente resolución. Segundo. Que llegado el día
señalado para la celebración del juicio, éste se celebró, alegando las partes lo que
estimaron pertinente a su derecho, con el resultado que obra en autos. Tercero. Que
en la tramitación de esta causa se han observado todas las prescripciones legales.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS: PRIMERO. Por lo que respecta a la acción de
divorcio ejercida en los presentes autos, se ha acreditado que han transcurrido más
de tres meses desde la celebración del matrimonio, el 22 de julio de 2006, conforme
al art 86 en relación con el art 81 CCivil, debiendo en consecuencia accederse a la
pretensión de decretar la disolución por divorcio del matrimonio de los litigantes.
SEGUNDO. No se solicita por las partes ninguna medida diferente a las inherentes
a la declaración de divorcio. TERCERO. De conformidad con lo dispuesto en el
artículo 394 LEC las costas se impondrán a la parte que haya visto rechazadas
todas sus pretensiones. Vistos los preceptos legales citados y demás de general y
pertinente aplicación, FALLO: Que debo estimar y estimo la demanda interpuesta
por la representación procesal de Josmarith Aguirre Carrasquel frente a Adolfo
Humberto Durán Hedderich, decretando la disolución por divorcio de matrimonio
de los expresados con todos los efectos legales inherentes. Comuníquese esta
Sentencia, una vez que sea Firme, a las oficinas de Registro Civil en que conste la
Inscripción de matrimonio de los sujetos en pleito. Contra esta sentencia cabe
interponer recurso de apelación, en el término de cinco días, para ante la Audiencia
Provincial, debiendo acreditar al presentar el escrito haber ingresado en la cuenta
de consignaciones de este juzgado (4881 de Banesto) y en la cuenta del expediente
correspondiente al procedimiento, la suma de 50 euros (especificando en el campo
concepto del documento de Ingreso que se trata de un recurso seguido del código
02) sin cuyos requisitos no se admitirá el recurso (arts 451 y 452 LECivil y
disposición adicional 15a de la LO 6/1985)”.
De la transcripción se observa, que antes del contenido de dicha decisión, cursa el
testimonio del ciudadano JOSÉ MARIANO GONZÁLEZ SÁNCHEZ, Secretaria del
Tribunal de Primera Instancia Número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España,
mediante el cual da fe y testimonio, que en los autos seguidos ante ese tribunal con el
número 1134/ 2010, ha recaído sentencia firme.
Por lo que considera quien suscribe, que la sentencia dictada por el mencionado
Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España, en
fecha 6 de junio de 2011, que decretó la disolución por divorcio del matrimonio de
los ciudadanos JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL y
ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH, quedó definitiva y firme y por
ende adquirió fuerza de cosa juzgada, cumpliéndose con el requisito previsto en el
numeral 2 del artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, para la
procedencia de la ejecución de dicha decisión, en la República Bolivariana de
Venezuela.
3. Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en
la República o que no se haya arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva
que le correspondiere para conocer del negocio:
En relación al requisito establecido sobre que no versen sobre derechos reales
respecto a bienes inmuebles situados en la República, se refiere a la acción, como ha
sido criterio de esa Sala de Casación Civil, al señalar:
“...que el presupuesto necesario para que no pueda por vía convencional ser
derogada la jurisdicción de la República, es que el asunto verse sobre bienes
inmuebles y que tal derogatoria afecte una controversia presente o futura, lo que es
lo mismo, que la materia sea tipo litigioso, que viene a significar que las partes
tienen posiciones encontradas respecto a un asunto que está siendo o ha de ser
dirimido por vía jurisdiccional...". Sentencia número 390, de fecha 31 de mayo de
2012, Magistrada Ponente Dra. Isbelia Pérez Velásquez.
En el presente caso se observa, que la acción interpuesta no tiene por objeto la
propiedad u otro derecho real sobre bienes inmuebles situados en territorio
venezolano; es decir, en el presente caso no se sometió a la jurisdicción del tribunal
extranjero el conocimiento de una acción orientada a producir una decisión sobre
derechos reales que tuvieran las partes, en la República.
Por lo que, no se sometió a controversia ante la jurisdicción del extranjero bienes
inmuebles ubicados en la República Bolivariana de Venezuela, al contrario la
sentencia extranjera cuyo exequátur se solicita, versa sobre la disolución por divorcio
del matrimonio existente entre los ciudadanos JOSMARITH JOSEFINA
AGUIRRE CARRASQUEL y ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH,
como se aprecia en su contenido “...PRIMERO.- Por lo que respecta a la acción de
divorcio ejercitada entre los presentes de autos, se ha acreditado que han
transcurrido más de tres meses desde la celebración del matrimonio, el 22 de julio
de 2006, conforme al art 86 en relación con el art 81 Civil, debiendo en
consecuencia accederse a la pretensión de decretar la disolución por divorcio del
matrimonio de los litigantes...FALLO: Que debo estimar y estimo la demanda
interpuesta por la representación judicial de Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel
frente a Adolfo Humberto Durán Hedderich, decretando la disolución por divorcio
del matrimonio de los expresados con todos los efectos legales inherentes...”.
Lo que significa, que al no existir contención sobre un bien inmueble ubicado en la
República Bolivariana de Venezuela con ocasión a la disolución del vínculo
matrimonial, se cumple el requisito dispuesto en el numeral 3 del artículo 53 de la
Ley de Derecho Internacional Privado, así como lo consagrado en el artículo 47
Ibídem, normas que tienen por objeto proteger la jurisdicción que hay sobre los
bienes inmuebles situados en la República.
4. Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer
de la causa de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados
en el Capítulo IX de esta Ley:
En este contexto, de la sentencia cuya ejecución se solícita se advierte, que el
Tribunal sentenciador tenía jurisdicción para conocer de la causa, de acuerdo con los
principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de la Ley de
Derecho Internacional Privado, ya que existía una vinculación entre el territorio del
Estado que la dictó y el domicilio de las partes, por cuanto la ciudadana
JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL tiene su residencia en
Madrid, España, tal como se aprecia del escrito de solicitud de exequátur presentado,
en el que se indica: "...ALVA MOTA...en mi carácter Apoderada de la ciudadana
JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL, quien es
venezolana...residenciada en calle Almonacid 7 PBJ B, 28038, Madrid, España
representación que consta de Poder otorgado el 27 de Enero de 2012 ante El
Notario Español Ricardo Villas De Escuariaza, N.I.F.: 32406125-E, Apostillado en
fecha 06 de febrero de 2012, por el Decano del Colegio de Madrid con el N° 9517 e
inscrito por ante el Registro Público del Municipio Francisco de Miranda del
Estado Guárico, Venezuela..”; y del permiso de residencia número E 13933123 (del
cual se anexó copia en la solicitud de exequátur), razón por la cual demandó el
divorcio contra quien fuera su cónyuge el ciudadano ADOLFO HUMBERTO
DURÁN HEDDERICH, ante el Tribunal de Primera Instancia Número 7 de
Móstoles, Madrid, Reino de España, el cual en fecha 6 de junio de 2011, dictó la
sentencia cuya ejecución en nuestro país se solicita.
En este orden, el Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Móstoles, Madrid,
Reino de España, tenía jurisdicción para conocer de la causa según los principios
generales de jurisdicción consagrados en la Ley de Derecho Internacional Privado; a
tal efecto, el artículo 42 de la Ley de Derecho Internacional Privado, establece las
normas calificadoras de la jurisdicción en materia de relaciones familiares y el estado
civil, al disponer:
“...Los tribunales venezolanos tendrán jurisdicción para conocer de los juicios
originados por el ejercicio de acciones sobre estado de las personas o las relaciones
familiares:
1. Cuando el Derecho Venezolano sea competente, de acuerdo con las disposiciones
de esta Ley, para regir el fondo del litigio;
2. Cuando las partes se sometan expresa o tácitamente a su jurisdicción, siempre
que la causa tenga una vinculación efectiva con el territorio de la República...”.
La norma transcrita establece que el primer criterio atributivo de jurisdicción, es el
paralelismo, es decir, tiene jurisdicción para conocer del asunto el tribunal del
Estado cuyo derecho resulte aplicable al fondo de la controversia, lo cual en
materia de divorcio se determina mediante el domicilio del demandante y el tiempo
de residencia previo a la interposición de la demanda; y, el segundo se refiere a la
sumisión tácita o expresa, que ocurre cuando las partes (cónyuges) se someten a la
jurisdicción de otro Estado con el cual debe existir una vinculación efectiva del
juicio.
Del mismo modo, la Ley de Derecho Internacional Privado, para determinar el
domicilio de la persona física en materia de divorcio establece, lo siguiente:
Artículo 11: “El domicilio de una persona física se encuentra en el territorio del
Estado donde tiene su residencia habitual...”.
Artículo 15: “Las disposiciones de este capítulo se aplican siempre que esta Ley se
refiera al domicilio de una persona física y, en general, cuando el domicilio
constituye un medio de determinar el Derecho aplicable o la jurisdicción de los
tribunales...”.
Artículo 23: “El divorcio y la separación de cuerpos se rigen por el Derecho del
domicilio del cónyuge que intenta la demanda...”.
De acuerdo con las normas transcritas, el derecho aplicable para resolver el divorcio
es el del domicilio del cónyuge accionante, es decir, de aquel que intenta la demanda,
y en el presente caso, se evidencia que el tribunal que declaró disuelto el vínculo
matrimonial, tiene competencia sobre esta materia y sobre las partes.
En tal sentido, se demuestra que la ciudadana JOSMARITH JOSEFINA
AGUIRRE CARRASQUEL, tenía su domicilio en Madrid, Reino de España, para
la fecha en que se presentó y decidió la demanda de divorcio interpuesta, por lo que
el tribunal sentenciador tenía jurisdicción para pronunciarse sobre esa demanda,
cumpliéndose con el requisito previsto en el numeral 4 del artículo 53 de la Ley de
Derecho Internacional Privado, para la ejecución de la sentencia extranjera en la
República Bolivariana de Venezuela.
5. Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para
comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales que
aseguren una razonable posibilidad de defensa.
Sobre este requisito, dirigido a garantizar el derecho a la defensa del demandado
ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH, mediante la correcta citación, es
menester hacer referencia a lo señalado en la sentencia de divorcio número
1134/2010, dictada por el Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Móstoles,
España, el 6 de junio de 2011, en la que se indica:
“...La Sra Da Yolanda Rodríguez Tapia, Magistrada-Juez del Juzgado de 1a
instancia N° 7 de Móstoles y su partido, habiendo visto los presentes autos de
divorcio contencioso seguido con el N° 1134/2010, siendo parte demandante
Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel con Procurador Sra García Letrado y
parte demandada Adolfo Humberto Durán Hedderich con Procurador Sra Lucas
Cedillo...ANTECEDENTES DEL HECHO: Primero. Que por el turno de reparto
establecido correspondió a este juzgado demanda de divorcio contencioso
interpuesta por la representación procesal del demandante contra la parte referida
en el encabezamiento de la presente resolución. Dado el oportuno traslado de la
demanda a la parte demandada, se verificó con el resultado que obra en autos.
Segundo.- Que llegado el día señalado para la celebración del juicio, éste se
celebró, alegando las partes lo que estimaron pertinente a su derecho, con el
resultado que obra en autos. Tercero. Que en la tramitación de esta causa se han
observado todas las prescripciones legales...”.
Apreciándose, que tanto el ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN
HEDDERICH, lo asistió la Procurador Sra. Marta Lucas Cedillo, como la
demandante JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL, fue asistida
por la Procurador Sra. Yolanda García Letrado, se evidencia que fueron
representados en el proceso de divorcio por sus respectivos Procuradores; y lo cual se
evidencia cuando en la celebración del juicio las partes tuvieron acceso al proceso
alegando lo que estimaron pertinente a su derecho.
Por lo tanto considera quien suscribe, que el tribunal de la causa le garantizó al
demandado el derecho a la defensa en el procedimiento de divorcio contencioso
1134/2010, incoado por la ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE
CARRASQUEL, cumpliéndose con el requisito consagrado en el numeral 5 del
artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, para la procedencia de la
ejecución de la sentencia emitida el 6 de junio de 2011, por el Juzgado de Primera
Instancia Número 7 de Móstoles, España.
6. Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga autoridad de
cosa juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos,
un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se
hubiere dictado la sentencia extranjera.
En lo concerniente al sexto requisito, dispuesto en el numeral 6 del artículo 53 de la
Ley de Derecho Internacional Privado, cabe destacar, que no consta en autos que el
fallo proferido por el Juzgado de Primera Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid,
España, cuyo exequátur se procura, sea incompatible con una sentencia previa que
tenga autoridad de cosa juzgada, que haya sido pronunciada por tribunales
venezolanos, ni hay evidencia de que esté pendiente ante nuestros tribunales, un
juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes de que se
hubiere dictado la sentencia cuya ejecutoriedad se solicita.
Finalmente, a los fines de precisar si la sentencia cuyo exequátur se pretende,
contraría o no el orden público interno venezolano, tenemos “...el concepto de orden
público representa una noción que cristaliza todas aquellas normas de interés
público que exigen observancia incondicional, y que no son derogables por
disposición privada”. Sentencia número 301 de la Sala de Casación Civil, expediente
número 99-340, de fecha 10 de agosto de 2000. Ponente Magistrado Dr. Carlos
Oberto Vélez; de lo que se infiere que la sentencia extranjera sometida al exequátur,
no afecta ni contraría los principios esenciales del orden público, pues es asimilable
por analogía en la República Bolivariana de Venezuela, en el artículo 185 del Código
Civil venezolano.
IV
PETITORIO
Por los razonamientos que anteceden, considera esta representante del Ministerio
Público, que debe concedérsele fuerza ejecutoria en el territorio de la República
Bolivariana de Venezuela, a la sentencia dictada el 6 de junio de 2011, por el
Tribunal de Primera Instancia Número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España,
presentada por la profesional del derecho Alva Mota, apoderada judicial de la
ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL, mediante la
cual se decretó la disolución por divorcio de matrimonio de dicho ciudadanos, al
cumplir con los requisitos exigidos previstos en el artículo 53 de la Ley de Derecho
Internacional Privado”. (Negrillas, cursivas y subrayado de la Fiscal del Ministerio
Público).

Como se evidencia de la transcripción precedente, la Fiscal del Ministerio Público es del criterio

que “debe concedérsele fuerza ejecutoria en el territorio de la República Bolivariana de


Venezuela, a la sentencia dictada el 6 de junio de 2011, por el Tribunal de Primera Instancia

Número 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España, presentada por la profesional del derecho

Alva Mota, apoderada judicial de la ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE

CARRASQUEL, mediante la cual se decretó la disolución por divorcio del matrimonio de dicho

ciudadanos, al cumplir con los requisitos exigidos previstos en el artículo 53 de la Ley de

Derecho Internacional Privado”, con base en que la solicitud de exequátur cumple todos los

requisitos exigidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.

DE LA AUDIENCIA PÚBLICA Y ORAL

Como fue establecido con antelación, en fecha 4 de octubre de 2013 (folio 58), el Juzgado de

Sustanciación de la Sala, fijó la audiencia a fin de que se llevara a cabo la presentación de los

informes orales para el día 15 del mismo mes y año, la cual se llevó a efecto el día acordado, a

las doce y veinticinco minutos del mediodía, en la sede de este Alto Tribunal, con la presencia e

intervención de la abogada Alva Mota, en representación de la parte peticionante del exequátur,

quien reiteró los términos en que fue sustentada la solicitud de ejecutoria en el país de la

sentencia, la cual fue dictada el 6 de junio de 2011, por el Juzgado de Primera Instancia N° 7 de

Móstoles, Madrid, Reino de España, mediante la cual declaró la disolución del vínculo conyugal

existente entre los esposos Josmarith Josefina Aguirre Carrasquel y Adolfo Humberto Durán

Hedderich, por considerar que la misma cumple todos y cada uno de los requisitos del artículo 53

de la Ley de Derecho Internacional Privado, aplicable al caso concreto por no existir tratado ni

convenio alguno entre el Reino de España y la República Bolivariana de Venezuela, que regule

la eficacia extraterritorial de las sentencias relativas a juicios contenciosos no patrimoniales, por

lo cual solicitó se declare la procedencia de la solicitud interpuesta.

Asimismo, estuvo presente en la audiencia pública y oral, la abogada Teresa Elizabeth López

Cruz, en su condición de Defensora Pública Provisoria Primera con competencia para actuar ante
esta Sala, en representación del ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich, parte contra

quien obra el exequátur, quien en vista de las actas procesales solicitó a la Sala declarara la

procedencia de la misma, con base en que la sentencia extranjera cumple los presupuestos

establecidos en la ley especial, así como también señaló que la sentencia extranjera fue dictada

en materia civil, que tiene fuerza de cosa juzgada de acuerdo con el Estado de donde emana, que

no se le arrebató a la República Bolivariana de Venezuela la jurisdicción exclusiva para conocer

del asunto, además indicó que el tribunal extranjero tenía jurisdicción para conocer la causa, fue

cumplida la obligación de citar al demandado y de las actas no se evidencia que la misma sea

incompatible con sentencia anterior que tenga carácter de cosa juzgada, razón por la cual pidió a

la Sala le concediera la ejecutoria en el país a la sentencia del Juzgado de Primera Instancia N° 7

de Móstoles, Madrid, Reino de España.

Por último, intervino la abogada María Cristina Vispo López, en su carácter de Fiscal Cuarto del

Ministerio Público ante esta Sala, quien de manera oral y escrita dejó expresada la opinión de la

Fiscalía General de la República sobre la solicitud de exequátur incoada, y a este respecto,

tomando en cuenta que la misma cumple los requisitos establecidos en el artículo 53 de la Ley de

Derecho Internacional Privado, solicitó a la Sala fuera declarada la ejecutoria de la sentencia

extranjera en el país, por considerar que cumple los requisitos establecidos por el legislador para

la eficacia en el territorio nacional del fallo que declaró la disolución del vínculo conyugal de los

esposos antes mencionados.

Una vez concluida la exposición de los asistentes a la audiencia pública y oral, la Presidenta de la

Sala de Casación Civil, dejó constancia que la causa entraría en estado de sentencia, como en

efecto ocurrió.

VI
DE LAS CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Siendo la oportunidad para pronunciarse sobre la solicitud formulada, se observa que toda

solicitud de exequátur debe fundamentarse para su decisión, en la jerarquía de las fuentes en

materia de Derecho Internacional Privado.

Dicho orden de prelación aparece claramente expuesto en el artículo 1° de la Ley de Derecho

Internacional Privado, en los términos siguientes:

“Los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos jurídicos extranjeros se


regularán, por las normas de Derecho Internacional Público sobre la materia, en
particular, las establecidas en los tratados internacionales vigentes en Venezuela; en
su defecto, se aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado venezolano; a
falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente, se regirán por los principios de
Derecho Internacional Privado generalmente aceptados”.

La disposición transcrita ordena, en primer lugar, la aplicación de las normas de Derecho

Internacional Público sobre la materia, en particular las establecidas en los Tratados

Internacionales vigentes en Venezuela.

En el caso de autos, se solicita que por el procedimiento de exequátur se declare fuerza ejecutoria

en la República Bolivariana de Venezuela, de una sentencia dictada por un Tribunal del Reino de

España, país con el que la República Bolivariana de Venezuela no ha suscrito Tratados

Internacionales en materia de reconocimiento y ejecución de sentencias; por tal razón, y

siguiendo el orden de prelación de las fuentes en la materia, se impone la aplicación de las

normas de Derecho Internacional Privado venezolano.

En este orden de ideas, la Ley de Derecho Internacional Privado, consagra en su Capítulo X las

disposiciones concernientes a la eficacia de las sentencias extranjeras, estableciendo en el

artículo 53, derogatorio parcialmente del artículo 851 del Código de Procedimiento Civil, los
requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjeras tengan efecto en la República

Bolivariana de Venezuela, los cuales son:

Artículo 53:
1. Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general, en materia de
relaciones privadas;
2. Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado en el cual
han sido pronunciadas;
3. Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la
República o que no se haya arrebatado a Venezuela la jurisdicción para conocer del
negocio;
4. Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer la
causa de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados en el
Capítulo IX de esta Ley;
5. Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para
comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales que
aseguren una razonable posibilidad de defensa;
6. Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos, un juicio
sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se hubiere
dictado la sentencia extranjera.

Visto el contenido de la norma anterior y examinadas como han sido las actas procesales que

componen el presente expediente, en especial la sentencia objeto de la solicitud de exequátur,

esta Sala pasa a evaluar si en la solicitud están cumplidos plenamente los extremos previstos en

el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, así como, si la sentencia analizada no

contraría preceptos del orden público venezolano, y a tal efecto observa que entre los requisitos

se encuentran:

1) Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general, en materia de

relaciones jurídicas privadas.


La sentencia extranjera fue dictada en materia civil, pues trata de la disolución del vínculo

conyugal, constituye en consecuencia, una materia de relaciones privadas, cumpliéndose de tal

modo el primer requisito del artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.

2) Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado en el cual han sido

pronunciadas.

La sentencia extranjera también cumple el requisito de haber adquirido fuerza de cosa juzgada de

acuerdo con la ley del Estado en el cual ha sido pronunciada, pues consta del propio fallo (folio

12) que el Secretario del Juzgado, dejó constancia: “D. JOSE MARIANO GONZÁLEZ

SÁNCHEZ, Secretario del JDO. Primera Instancia N° 7 de MÓSTOLES DOY FE Y

TESTIMONIO: Que en los autos referenciados seguidos en este Juzgado con el N° 1134/2010

ha recaído sentencia FIRME”, con lo cual debe tenerse por cumplido este segundo requisito

concurrente para la ejecutoria de la sentencia extranjera en el país.

3) Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la

República o que no se haya arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva que le

correspondiere para conocer del negocio.

La sentencia extranjera no versa sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la

República Bolivariana de Venezuela, pues de su lectura no se hace mención a la existencia de

bienes de la comunidad conyugal ubicados en el país ni en el extranjero, de manera que no se ha

arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva sobre esa materia, cumpliéndose de tal modo el

tercer requisito de la comentada norma que regula los requisitos para obtener el exequátur de una

sentencia extranjera en el país.

4) Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer de la causa

de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de

esta Ley.
Sobre la jurisdicción del tribunal extranjero para conocer de la causa, establece el principio

general de jurisdicción contenido en el artículo 23 de la Ley de Derecho Internacional Privado,

que el divorcio se rige por el derecho del domicilio del cónyuge que intenta la demanda. En este

sentido, la norma expresamente señala:

Artículo 23: El divorcio y la separación de cuerpos se rigen por el Derecho del


domicilio del cónyuge que intenta la demanda.
El cambio de domicilio del cónyuge demandante sólo produce efecto después de un
año de haber ingresado en el territorio de un Estado con el propósito de fijar en él la
residencia habitual. (Negrillas de la Sala).

De acuerdo con la norma, el derecho aplicable en el caso de divorcio, priva el del lugar del

domicilio del cónyuge que intenta la demanda. Esto quiere decir, que la competencia

internacional está establecida mediante los criterios atributivos de jurisdicción en materia de

relaciones familiares y estado civil del artículo 42 de la Ley de Derecho Internacional Privado.

En el presente caso, la competencia ha sido verificada de conformidad a lo dispuesto en el

artículo 42 numeral 1 de la Ley de Derecho Internacional Privado. Por tanto, al haber alegado la

demandante que ese fue su último domicilio antes de intentar la demanda y además consignar

copia de su documento de identidad del cual se evidencia que es residente de ese país para el

momento que intentó la demanda, cumpliéndose de esta manera el cuarto requisito exigido en el

artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado para la procedencia de la solicitud de

exequátur.

5) Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para

comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales que aseguren

una razonable posibilidad de defensa.


Sobre el requisito de citación del cónyuge demandado en el juicio en el extranjero, es decir, del

ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich, consta de la sentencia legalizada y apostillada

que ambos cónyuges estuvieron presentes en la celebración del juicio.

En efecto, la sentencia hace referencia a que “llegado el día señalado para la celebración del

juicio, éste se celebró, alegando las partes lo que estimaron pertinente a su derecho, con el

resultado que obra en autos” y que “en la tramitación de esta causa se han observado todas las

prescripciones legales”, asimismo, consta del propio fallo que el sentenciador extranjero dejó

constancia que la parte demandante fue asistida por la Procuradora Sra. García Letrado y la parte

demandada por la Procuradora Sra. Lucas Cedillo, de manera que hubo una asertiva

representación judicial y el cónyuge demandado tuvo tiempo suficiente para ejercer su defensa

en el juicio, la cual fue debidamente asegurada y garantizada en todo momento, como en efecto

ocurrió, debiendo esta Sala tener por cumplido este cuarto requisito de procedencia de esta

solicitud.

6) Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga autoridad de cosa juzgada;

y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos, un juicio sobre el mismo

objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la sentencia

extranjera.

No consta ni fue alegado que el fallo extranjero sea incompatible con sentencia anterior que

tenga autoridad de cosa juzgada en el país; ni que se encuentre pendiente, ante los tribunales

venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se

hubiere dictado la sentencia extranjera, cumpliéndose de tal modo el sexto requisito exigido por

el legislador.

Adicionalmente, la sentencia extranjera sometida al exequátur no afecta ni contraría los

principios esenciales del orden público venezolano, pues es asimilable por analogía en la

República Bolivariana de Venezuela a lo establecido en el artículo 185-A del Código Civil, a la


separación de hecho y al manifestar la sentencia extranjera que “por lo que respecta a la acción

de divorcio ejercitada en los autos, se ha acreditado que han transcurrido más de tres meses

desde la celebración del matrimonio, el 22 de julio de 2006, conforme al artículo 86 en relación

con el artículo 81 CCivil, debiendo en consecuencia accederse a la pretensión de decretar la

disolución por divorcio del matrimonio de los litigantes”.

Por las razones antes expuestas, esta Sala concede fuerza ejecutoria en la República Bolivariana

de Venezuela, a la sentencia extranjera dictada en fecha 6 de junio de 2011, por el Juzgado de

Primera Instancia N° 7 de Móstoles, Madrid, Reino de España, mediante la cual declaró la

disolución del vínculo conyugal existente entre la ciudadana Josmarith Josefina Aguirre

Carrasquel y el ciudadano Adolfo Humberto Durán Hedderich, tal y como se declarará de

manera expresa, positiva y precisa en el dispositivo de este fallo. Así se declara.

DECISIÓN

Con fundamento en las razones expuestas, esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de

Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CONCEDE

FUERZA EJECUTORIA en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela a la

sentencia dictada en fecha 6 de junio de 2011, por el Juzgado de Primera Instancia N° 7 de

Móstoles, Madrid, de España, mediante la cual declaró la disolución del vínculo conyugal

existente entre la ciudadana JOSMARITH JOSEFINA AGUIRRE CARRASQUEL y el

ciudadano ADOLFO HUMBERTO DURÁN HEDDERICH.

Publíquese, y regístrese. Archívese el expediente. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil del Tribunal

Supremo de Justicia, en Caracas, a los dos (2) días del mes de diciembre de dos mil trece. Años:

203º de la Independencia y 154º de la Federación.


Presidenta de la Sala,

__________________________
YRIS PEÑA ESPINOZA
Vicepresidenta-ponente,

_____________________________
ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
Magistrado,

___________________________________
LUÍS ANTONIO ORTÍZ HERNÁNDEZ
Magistrada,

_____________________________
AURIDES MERCEDES MORA
Magistrada,

______________________
YRAIMA ZAPATA LARA
Secretario,

________________________________
CARLOS WILFREDO FUENTES

Exp. Nro. AA20-C-00012-000440


Nota: Publicado en su fecha a las

Secretario,
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/diciembre/159308-exe.000712-21213-2013-12-
440.html

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