Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Introducción
El hombro es la articulación más móvil del cuerpo humano, lo cual le da una gran
importancia funcional, pero a su vez le genera una gran inestabilidad. Por esta razón
demanda de un número importante de estructuras que puedan paliar esta falta de
estabilidad tanto durante el control postural, pero a su vez no interfieran con la movilidad
que se necesita en las diversas actividades. Esta demanda importante genera que la
articulación del hombro se asiento de muchas afecciones, por lo cual necesitamos
conocer los integrantes que le permiten un trabajo armónico
2. Componentes:
Según Kapandji (2006) se
considera que el complejo
articular del hombro está
compuesto por cinco
articulaciones:
1. Glenohumeral
2. Subdeltoidea
3. Escapulotorácica
4. Acromioclavicular
5. Esternoclavicular, las cuales
deben aportar, cada una desde
sus posibilidades, al
funcionamiento de la totalidad
del complejo. Por tanto, al
abordar al paciente con
patología de hombro es
necesario considerar todas ellas.
3. Articulación Escapulotorácica
La escapulotorácica no cumple con el concepto de articulación (unión de dos o
más huesos), pero su participación es esencial para las funciones del hombro, y
en el general del todo miembro superior, por lo cual se considera una articulación
falsa, funcional o pseudoarticulación. Como muestra el lado derecho de la imagen
que se muestra a continuación, la escápula se encuentra en contacto con la pared
torácica a través de los músculos subescapular y serrato anterior, los cuales le
brindan un sistema de deslizamiento que garantiza sus movimientos.
5º
4. Articulación Esternoclavicular
Formada por la carilla clavicular
del esternón y la carrilla
proximal de la clavícula, es una
articulación del tipo sellar o silla
de montar con lo cual sus
superficies articulares pueden
tener comportamiento cóncavo
o convexo, hablando en término
artrocinemáticos.
Esta articulación al ser sellar
permite dos grados de libertad:
la elevación y el descenso
clavicular en el plano frontal, y la
protracción y retracción en el
plano transversal.
Como elementos estabilizadores o de fijación
posee a los ligamentos esternoclaviculares
anterior y posterior, el ligamento
interclavicular, el ligamento costoclavicular,
el disco articular y el músculo
esternocleidomastoideo entre otros.
5. Articulación Acromioclavicular
Es una artrodia o articulación plana, por cuanto solo permite movilidad a través
del deslizamiento. Permite movimientos muy sutiles que ayudan a la movilidad
escapular. Asimismo, se le considera parte del techo del espacio subdeltoideo.
Sus elementos estabilizadores son el propio ligamento acromioclavicular y los
ligamentos coracoclaviculares: conoide y trapezoide. Estos últimos de ser asiento
de una lesión (esguince) producen una gran inestabilidad articular, no sucede lo
mismo con el acromioclavicular.
6. Articulación Glenohumeral
Considerada por la mayoría de autores como la articulación principal del
complejo. Es de tipo enartrósica o esferoidea, lo cual le concede mucha movilidad
pudiendo moverse en los tres planos del espacio, e incluso lograr la circunducción.
Las superficies articulares son la cabeza humeral la cual forma un ángulo de 125º
con su diáfisis, y además mira 30º a posterior, con lo cual encajaría
simétricamente con la glenoide que mira hacia delante. Un primer intento para
mejorar en algo la coaptación lo brinda el labrum o rodete glenoideo, anillo
fibrocartilaginoso que rodea la glenoide ampliando su contorno. Este primer
intento de mejora de la estabilidad es bastante insuficiente por lo cual serán
necesarios otros elementos.
(Neumann, 2007). Por tanto, las fuerzas que mantienen la alineación escapular
son también responsables en cierta medida de la coaptación glenohumeral. En
este punto es de vital importancia observar los posibles comportamientos que
puede asumir la escápula, y cuáles serían los responsables:
Por ejemplo, una hiperactividad del músculo angular del omóplato llevaría la
escápula a un ascenso y una báscula interna, esto a su vez verticalizaría la
glenoide, generando menos congruencia glenohumeral y por tanto, una mayor
demanda de los estabilizadores dinámicos, como el manguito rotador. En
consecuencia, existe la posibilidad de que esta hiperactividad del angular
finalmente condicione a una tendinopatia por el exceso de trabajo.
Como último detalle en relación
a la artrocinemática
glenohumeral, al ser
mayoritariamente el segmento
distal (cabeza del húmero) el que
se mueve, obedece a la regla
convexa
7. Articulación subdeltoidea
Segunda articulación falsa del complejo, que al igual que la escapulotorácica, son
planos deslizantes de tejido, en este caso debajo del deltoides. Encontramos en
este espacio, principalmente, a la bursa y los tendones del manguito, que están
constantemente friccionándose entre ellos y/o con tejidos aledaños (art
acromioclavicular, ligamento coracoacromial), y de ser el caso producir el
denominado síndrome de pinzamiento subacromial
8. Ritmo escapulohumeral:
La glenohumeral y la escápula deben realizar un trabajo armónico y coordinado
durante los movimientos del complejo. Esto implica que cada quien aporte
cuantitativa y cualitativamente al movimiento. Tomando como referencia la
abducción sabemos que los primeros 60º grados son realizados por la
glenohumeral exclusivamente (que pueden llegar a 90º si el movimiento es
pasivo), seguido a ello comienza un acompañamiento por parte de la
escápulotorácica, a razón de 1º por cada 2º de avance glenohumeral.
• Biel A. Guía topográfica del cuerpo humano: cómo localizar huesos, músculos y otros
tejidos blandos. Books of Discovery. 2012