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COLEGIO SAN IGNACIO

EDUCACIÓN MEDIA GENERAL


AÑO ESCOLAR 2022 – 2023
lV AÑO

ESTUDIO COMPARATIVO

Sección: D
Gómez Fabiano, Manuel Alejandro N° 14
Torres Alvarado, María Vittoria N° 36

Docente: Vanesa Hidalgo

Caracas, 19 de febrero de 2023


El arte siempre está conectada

El arte es la representación de una realidad mediante la cual se transmiten ideas o


mensajes cargados de sentimientos. Puede estar escrita, pintada o cantada, y sin importar el
medio por el que se transmita, el arte siempre va a estar conectada. Cada persona descifra
mensajes y establece conexiones entre obras, de manera diferente. Sin embargo, gracias al
uso de temas, símbolos, colores, ritmos, entre otros recursos, es posible encontrar puntos en
común dentro de la interpretación de cada uno. Desde algo amado u odiado, como la
belleza y el amor, hasta la maldad y la inhumanidad, porque casi siempre el ser humano los
percibe por igual.

Por lo general, los grabados de Gustave Doré sobre La Divina comedia, transmiten
los sentimientos de tortura, sufrimiento, arrepentimiento y dolor de cada círculo del
infierno. En uno de sus grabados del octavo círculo,lo primero que llama la atención a la
vista, debido a su luminosidad con respecto al resto de figuras, son tres condenados y un
demonio con espada. Tal situación, es observada por Dante Alighieri y Virgilio desde las
alturas de unas rocas oscuras que conforman el fondo de la obra. Sin embargo, al observar
con mayor detenimiento, es posible notar la conexión de miradas entre la figura central de
los pecadores y Dante. Inmediatamente, se reconoce el personaje icónico del canto
vigésimo octavo del capítulo infierno, Mahoma, quien abre su pecho para generar
compasión en Dante, mientras lo mira y le grita: “¡Mira cómo me desgarro! ¡mira cuán
estropeado está Mahoma! Delante mío va llorando Alí, partido el rostro del mentón hasta el
copete" (Dante Alighieri, 1300, p. 145).

Establecida aquella escena en mente, el retrato de Gustave cobra perfectamente


sentido. Presenta a los castigados por sembrar la discordia de una manera muy fiel a la
obra, rodeados de oscuridad, quienes por haber dividido a la gente, ahora sus cuerpos son
divididos por diablos con espadas, estos, renuevan sus mutilaciones cada vez que se curan
en cada giro de la fosa sin ninguna compasión. Sin embargo, esta sería solo la
interpretación de un fiel lector, pues, para una persona desconocedora de La Divina
Comedia, el grabado podría representar algo diferente. De todas formas, la oscuridad muy
presente plasmada por Doré, seguiría permaneciendo en la interpretación de cualquiera.

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A partir de esta relación, este texto busca hacer un estudio comparativo de dos
grandes obras: La Divina comedia y Una temporada en el Infierno. En ellas, el tema
principal se maneja de forma similar, lo que da paso a cuestionar ¿Qué genera el infierno en
el humano para transmitirlo igual?

En primer lugar, es necesario entender que en ambas obras se relata un viaje hecho
por cada autor a través del infierno. Aún así, ambos abordan el viaje de distintas maneras.
Por un lado, Dante, estando vivo, se adentra al infierno en busca de su amada. Menciona un
abismo oscuro, cónico, dividido en 9 círculos concéntricos en los que se castigan
pecadores, estos, están descritos de tal forma que permiten al lector asociarlos rápidamente
con grupos sociales de la vida cotidiana. Entonces, sería posible inferir que, en más de una
ocasión, Dante transmite mensajes críticos sobre la sociedad.

Rimbaud por su parte, entra al infierno luego de reflexionar sobre lo malvada y


cruel que es la sociedad. Habla sobre la estadía en el mundo terrenal, a través de algunos
pensamientos y opiniones como: “La vida es la farsa en la que participamos todos” (Arthur
Rimbaud, 1873, p. 36). Esto, más la culpa de tener malos antepasados, lo llevaron a adorar
a alguien que si lo escuchara, a un santo superior, por consiguiente ingiere veneno. El ardor
comenzó a consumirlo por dentro, sus ojos se comenzaron a cerrar, y de repente, ahí estaba,
en aquel oscuro lugar. La única fuente de iluminación, era un relámpago que caía de cuando
en cuando, incinerando aquellos cuerpos llenos de gusanos, que estaban siendo consumidos
por el fango.

A pesar de sus mensajes distintos, en ambos autores se observa un claro dolor.


Dante lo plantea en los condenados que sufren eternamente, ya que, gracias a ellos atraviesa
una transformación interna a lo largo de su viaje. Esto, se puede observar desde el principio
del mismo, y como ejemplo de ello, los siguientes versos del canto III de Infierno:

Allí suspiros, llantos y altos ayes / resonaban al aire sin estrellas, / y yo me eché a
llorar al escucharlo. / Diversas lenguas, hórridas blasfemias, / palabras de dolor,
acentos de ira, / roncos gritos al son de manotazos, / un tumulto formaban, el cual
gira / siempre en el aire eternamente oscuro, / como arena al soplar el torbellino.
(Dante Alighieri, 1300, p. 12 ).

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En el tercer verso se aprecia a Dante afectado por las emociones de su entorno.
Luego, describe un escenario auditivo bastante triste, destacando lo oscuro que es el mismo
a través de un símil en el último verso.

Con respecto a Rimbaud, él vive su dolor antes de haber entrado al infierno y sin
verse directamente afectado por otros personajes. Algo similar ocurre con su concepción
del amor, ya que para él lo más importante es el amor divino y lo aborda sin estar
relacionado a una historia personal, sino más bien a una fantasía. De hecho, dedica una
parte del libro, su primer delirio, titulado Virgen loca, a contar una historia de amor, de allí
el siguiente extracto: “Yo residía en su alma como en un palacio que se ha desocupado para
no recibir a una persona tan innoble como vosotros: eso es todo” (Arthur Rimbaud, 1873, p.
49)

Sin duda, en el fragmento es posible constatar la divinidad que le otorga Rimbaud


al amor gracias al símil que establece. No cualquiera podría ser dueño del amor, solo un
noble. Aún así, el título del delirio invita a no tomar muy en cuenta la palabra de quien lo
narra, se podría decir que, para el autor, es mayormente una reflexión antes que una
declaración sobre el sentimiento que se maneja en el desarrollo. En contraste de Dante, para
quien el amor fue lo más importante, siendo la motivación inicial de su obra.

Ahora bien, conociendo ya a profundidad el manejo del viaje al infierno, el dolor y


la concepción de lo amoroso por parte de los autores. A continuación, se abordan con
mayor detalle los símbolos empleados por los mismos y las similitudes que estas obras
literarias comparten. Para ello, se hace uso de un fragmento de Una temporada en el
infierno, propuesto previamente por la docente. Este, inicia con el envenenamiento de
Rimbaud y a partir de ahí se desarrolla su entrada al infierno. Manejando esta idea, es
inevitable querer relacionarlo con el ingreso de Dante a su infierno, pero, lo planteado por
Rimbaud permite hacer más que eso. Esto gracias a las siguientes declaraciones:

1. “Un hombre que quiere mutilarse está completamente condenado, ¿verdad?


Yo me creo en el infierno, luego estoy en él.”
Aquí, el autor habla de entrar al infierno por autolesionarse. Tal hecho,
recuerda al séptimo círculo propuesto por Dante, donde sufren su condena los
suicidas. Sin embargo, lo que llama la atención es la segunda parte, ya que de

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alguna forma da a entender que para entrar al infierno solo hay que creérselo, cosa
que podría haber ocurrido con Dante.

2. “Éxtasis, pesadilla, sueño en un nido de fuego.”


Palabras que describen perfectamente al infierno. Presentes nuevamente en
La Divina Comedia. Aquel éxtasis que sentían quienes causaban dolor a los
condenados, que día tras día, viven una pesadilla por toda la eternidad dentro de un
nido de fuego, esperando el rescate de alguna mamá polluelo.

3. “Debería tener mi infierno por la rabia, mi infierno por el orgullo, — y el


infierno de la caricia; un concierto de infiernos.”
Acá, el autor reconoce sus pecados. Este hecho también ocurre con Dante en
su viaje, solo que en su caso, no menciona merecer tal castigo. Esto nos permite
conocer la personalidad de Rimbaud, quien no poseía tanto miedo al infierno como
Dante, más bien, parece desafiante y algo masoquista ante él.

4. “¡Ah, remontar a la vida! Echarle un ojo a nuestras deformidades. ¡Y ese


veneno, ese beso mil veces maldito! ¡Mi debilidad, la crueldad del mundo!”
Sin duda, una clara introspección, similar a las reflexiones llevadas a cabo
cuando Dante llega al purgatorio.

Evidentemente, existen notorias similitudes entre los infiernos creados por Dante
Alighieri y Arthur Rimbaud. Para el desarrollo de ambos, el morbo sobre lo desconocido
fue el factor clave que logró despertar diversas emociones en las personas que los leían.
Con ayuda de un ambiente oscuro, extraño y lleno de incertidumbre, ambos autores
transmitieron sus ideas y mensajes a través de realidades un poco de cabeza. Además,
lograron demostrar en el acto, el papel tan importante del arte en la sociedad, ya que hasta
el sol de hoy, se siguen interpretando sus obras.

Al principio se planteó la pregunta: ¿Qué genera el infierno en el humano para


transmitirlo igual? La respuesta a ello, no radica en un sentimiento específico, sino
precisamente en la incertidumbre anteriormente mencionada. Esto fue algo de lo que
Rimbaud y Alighieri se dieron cuenta y manejaron en sus obras de manera impecable.
¿Crees que fueron los únicos? Recuerda, el arte siempre está conectada.

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REFERENCIAS

Puig (2021). Convergencias de Arte y Literatura (VI): los grabados de Gustave Doré para la
Divina Comedia 3 [Documento en línea]. Disponible en: https://physicalness24.
rssing.com/chan-13133651/article54.html
Inestrosa, S. (2020). «Una temporada en el infierno», de Arthur Rimbaud: La modernidad
de un amor efímero. Cine y Literatura. https://www.cineyliteratura.cl/una-
temporada-en-el-infierno-de-arthur-rimbaud-la-modernidad-de-un-amor-efimero/
Varela (2021). Blog La Discreta: Invitación a la Divina Comedia. Infierno I [Documento en
línea]. Disponible en: https://www.ladiscreta.com/2021/01/19/invitacion-a-la-divina-
comedia-3

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